¿Qué es una prueba de terrorismo para un policía? Sobre el material incautado a los anarquistas detenidos en Catalunya

El análisis de las fotos del material incautado a los anarquistas detenidos en diversas partes de Catalunya, es digno de mención. Las fotografías, presididas por el escudo de guerra de los Mossos de Escuadra, muestran un impresionante despliegue de camisetas, pasamontañas, cohetes de feria, tracas, tubos de PVC, una bolsa de maría, cinturones con tachuelas, pulseras, adornos de estética punk, teléfonos móviles, unos cuantos cuchillos, una ballesta de tirar dardos, tirachinas, canicas, botas, una barra de ejercicios o similar, mascarillas de trabajo, ¡una machota!, ¡un mazo de goma de ensolador!, una garrafa de agua de cinco litros medio vacía con bencina, un contenedor naranja de diez litros  que no se sabe que contiene, cinco cuchillos de monte y navajas, ¡un rollo de cinta de embalar!... Todo ello cabe en una mesita de tenderete, y en el rastro de Madrid seguro que se pueden encontrar exposiciones más letales los domingos, mientras pasea la gente buscando obuses de la Guerra Civil. Con la supuesta gasolina incautada, no hay ni para ir de Barcelona al Prat en un día de mucho tráfico.

Y dice la policía, que claro, que esos objetos pueden dar risa, pero con ellos se puede matar. La hostia en verso, y con una piedra no te jode señor comisario. Que los mossos registren cualquier masía, y podrán detener al payés por tener un azadón en el huerto. Y luego pueden mostrar una foto con la bandera, un montón de pedruscos y una bufanda (con una bufanda se puede estrangular a cualquiera). La política antiterrorista del Estado ha dado un giro tal, que ha desvirtuado el significado de la palabra «terrorismo», convirtiéndola en: «es terrorismo cualquier cosa que nos convenga, aunque hagamos el ridículo o parezcamos imbéciles, no nos importa porque tenemos autoestima». Los fallecidos en actos de barbarie deben de estar estremeciéndose en sus tumbas. Lo que no veo en las fotos, no sé si nublado el entendimiento por el cinturón de pantalón punk, son los cinco kilos de pastillas. Supongo que los diligentes mossos se estarán rompiendo los sesos por explicar de manera convincente cuál es su origen, porque con absoluta certeza los detenidos no tendrán ni idea.

Lo que es trágico -en lo que a letrados se refiere-, es el papelón que tiene el Fiscal del Estado ante sí. Un hombre o una mujer con sus estudios y ese disco duro que tienen en vez de cerebro, pensando. Claro, le ponen las pruebas por delante los de la Audiencia Nacional, y hay que relacionarlo todo: «los detenidos, sin duda, se fumaban un porro, se tomaban una anfeta, y luego con la machota y la cinta de embalar, sabe dios que maldades podían llevar a cabo».

Válgame el Orbe. Qué papelón, cielos.

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NOTA.

(1) en este enlace podéis contemplar "el material incautado" de la página de los mossos. Intentad cuando lo abráis, no reíros que la cosa es muy seria:

http://www20.gencat.cat/portal/site/mossos/menuitem.b2ad9ea273248607aacf3010b0c0e1a0/?vgnextoid=2b9d566422741310VgnVCM1000000b0c1e0aRCRD&vgnextfmt=detall&cod_noticia=199047&vgnextchannel=2b9d566422741310VgnVCM1000000b0c1e0aRCRD