rebelión

En Nicaragua una serie de protestas contra la mala gestión de la Reserva Biológica de Indio Maíz y la reforma del Instituto Nicaragüense de la Seguridad Social fueron violentamente atacadas por grupos afines al gobierno (la Juventud Sandinista ha tenido un papel clave en la represión). Este hecho indignó a buena parte de la población nicaragüense que se movilizó con estudiantes ocupando universidades y ciudades como Masaya y León declarándose autónomas. La represión fue creciendo y se cuentan ya más de 350 muertos entre manifestantes antigubernamentales y seguidores/as del Presidente y cuerpos de seguridad. El gobierno señala que se ha restablecido la calma, pero continúan convocándose manifestaciones (por la libertad de los/as reos/as políticos/as, que se estiman en unos 200) mientras se anuncian nuevos recortes.

Desde el principio las revueltas han tenido distintas interpretaciones desde la izquierda. Hay quien las ha considerado legítimas y genuinas reacciones ante un gobierno que ha traicionado los valores del sandinismo y hay quien ve en ellas un golpe de estado blando, una revolución de colores orquestada por la CIA al estilo de las de Libia o Ucrania.

Para tener otro punto de vista de lo que sucede hemos entrevistado a un compañero anarquista nicaragüense que nos explica sus experiencia y percepción. Leer entrevista