Los y las anarquistas en el Congreso de la CNT
Ha finalizado el XII Congreso de la CNT. Aunque fui al mismo como invitado, e intentando asistir a sus reuniones, me incapacitó de inmediato la verborrea orgánica… Acreditación, refundición, ponencia, título, impugnación, revisión, comisión de acreditación, sello… Empecé a temblar. Es como cuando un vampiro huele el ajo, o se le enseña una cruz: huye pegando alaridos. Afortunadamente –por mi avanzada edad–, un grupo de jóvenes semidesnudos (sin camiseta o con tops, mis discípulos/as), me tomaron delicadamente por las manos y sobacos y me depositaron babeando y con ojos desorbitados en un bar cerca de la mezquita de Al Mohajirin, de donde no me he movido ni con palancas. ¿Que podría haber ido a las jornadas culturales? Me pasa lo mismo. Es como si a un vampiro le da la luz del sol. Escucho la palabra «cultura» y me carbonizo y desintegro lanzando aullidos de indescriptible dolor. Así que os cuento cómo he vivido el Congreso número XII: desde un bar.
Lo primero que se me ocurre, es mencionar el papel constructivo de los anarquistas en la CNT. Porque sí: el anarquismo está presente, de la siguiente manera. Si la gente que se dice de la Idea se une sin un curro concreto (que una revista o un blog, si no hay un trabajo que promocionar, vale de bien poco) al final se convierte en terapia grupal. Creo que los anarquistas antes de intentar reunirse por reunirse, que es más bien una cosa étnica y muy prehistórica (buscar anarquistas porque son anarquistas), hay que hacer un análisis de la realidad local, buscar un objetivo concreto (susceptible de ampliarse y modificarse) y en base a eso buscar gente con intereses comunes para lanzarse al ataque.
Hay varios anarquismos por ahí. Hay incluso un anarquismo letal, que es el que busca conflictos en el tono con que se menciona en un escrito la palabra «verbena». ¿Tiene tal palabra un contenido reformista? ¿Qué pretenden los que promocionan las verbenas? ¿La destrucción del anarquismo tal vez? ¿Es fulanita una agente del Estado? Ese anarquismo, la verdad, es que no lo quiero ver ni en pintura abstracta, y simplemente muere si se le ignora.
Creo que a día de hoy podemos considerar que existe también un anarquismo descansado cuya gasolina es la nostalgia que, sin reflejo militante, ni representación real, ni impacto social, bueno es que lo haya, pero poco más. Son anarquistas que se reúnen entre anarquistas, podemos decir que bien formados.
Y están los activos. La importancia de los que se llamaban anarquistas activos en el año de 1900 es que sus miembros, además de al naturismo, las paellas, el montañismo, los coros y el esperanto; además de las expropiaciones, vigilancias y los golpes de mano…; estaban a impulsar conflictos laborales, plantear las primeras huelgas de alquileres de Barcelona o Tenerife, reducir la jornada laboral e impulsar la dignidad de la Clase Obrera. En 1868 una reunión anarquista era la reunión de unos tipógrafos, grabadores, médicos, intentando acercarse al proletariado fabril y campesino y organizarlo. En 1930 una reunión de anarquistas era una reunión de ese mismo elemento obrero, camareros, tejedoras, mecánicos, organizándose por si mismo y tratando de hacer su revolución. Una reunión de anarquistas de 2020 no puede ser una reunión de "gente alternativa", estudiantes universitarios, profesores de instituto, funcionarios, intentando reunirse entre los suyos para hacer cosas que sólo interesan a los suyos. Una reunión en la que participan anarquistas sindicalistas activos, es una reunión de metalúrgicos, limpiadoras, dependientas, administrativos, albañiles, profesores y un montón de ramos, estudiando cómo dar la vuelta a esta situación tan chunga que estamos viviendo.
Ese es el paradigma de la CNT. Esta organización tiene un plan, una hoja de ruta, un destino. Los anarquistas en la CNT no se reúnen entre anarquistas. Se reúnen en sindicatos con la militancia, aportando ideas, compartiendo objetivos, planteando soluciones y enfrentándose a los problemas reales del mundo actual.
Ya os iré contando los acuerdos, si me los cuentan. Lo que sí os muestro de mi impresión, es que al finalizar el Congreso, los delegados/as que me encontré (tras despedirme del clérigo de la mezquita y de la parroqiia del bar) lloraban porque había finalizado la reunión. Flipante. Estaban emocionados. Con sus enfrentamientos, con sus peleas, con su aburrimiento, los delegados y delegadas habían vivido en una situación liminar, una experiencia total, que han disfrutado como compañeros y compañeras, vislumbrado la posibilidad de ese mundo nuevo que deseamos. Por ello se iban –al menos los que conocí– orgullosos de pertenecer a una gran organización obrera, dispuestos a atravesar el desierto burgués dejando a su paso, no un rastro de destrucción, escombros e hierros retorcidos. A su paso van a dejar un huerto bien cuidado.
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Comentarios
¿Qué CNT...?
Parece que unos investigdores, han encontrdo en Groenlandia, ADN de la época de los dinosaurios. Dicen que eso servirá para recuperar especies... Nos les interesa preservar las actuales, sino recuperar las extinguidas. Y eso, me temo que significa que los amos del mundo, seguirán extinguiendo las actuales especies... Los elefantes y otros animales, ya andan algo jodidos.
No sé si sería posible recuperar el ADN de la CNT y lxs cenetistas, pero la de la auténtica, como esa Falange. Te has olvidado decir de qué CNT era el Congreso. Según la CNT que sea, no podría celebrar un XII Congreso. No me vale eso de que CNT solo hay una. No hace tanto que se recordaba el centenario de la CNT, con numerosos actos y festivales que vendían sus entradas en el Cutre Inglés. No se que podrían pensar los anarquistas expropiadores, o Quico, Mª Antonia, Facerías, el Noi del Sucre, Amparo, Teresa...
¿Qué experiencias anarquistas tenemos actualmente? No me vale ALasBarricadas o Paideia. Sí, ya se que no lo pongo fácil, pero seguro que te sobran dedos de las manos. Un Congreso, en mi opinión no debería ser exclusivo de sindicalismo.
Mi última experiencia con CNT fue un poco sobrecogedora. Una persona afiliada decía que el sindicato no era para difundir la idea, sino para organizarse por los problemas de lxs trabajadorxs. Y esas palabras eran escuchadas por un "numerosos" número de militantes que no dijeron ni "mu" y asintieron con la excusa que el sindicato no era solo para anarquistas.
Si haces memoria, probablemente recordarás esas iglesias yanquis de cultos como lxs evangelistas, en las que hay fieles que entran en estados de excitación, euforia, éxtasis, trance, etc... No me extrañaría que algo parecido sucediera en los Congresos. No asistí a ninguno porque lo orgánico me produce tanto pánico como fobia.
Después de años de militancia, en ocasiones tuve la sensación que a la organización no le interesaba la emancipación del trabajo, sino el culto al trabajo hasta el punto de defenderlo y justificarlo. El trabajo, aunque nos de acceso a los alimentos, al cobijo o a otras cuestiones fundamentales, siempre es en condiciones de explotación y precariedad, cuando no en paro. La CNT, y una de ellas en concreto, ocultan actuaciones directivas muy graves, peores que la histórica participación en el gobierno, y mientras no se reconozcan errores, los actos para su ocultación, causaran nuevos abusos autoritarios.
Las huelgas ya no persiguen esa emancipación del trabajo, sino parar la producción para conseguir mejoras muy puntuales y para que la explotación continúe en condiciones menos tortuosas, y aunque a medida que pasa el tiempo vemos que los avances son ficticios, a nadie le importa demasiado mientras el negocio siga rodando.
¿Qué sentido tendrían los sindicatos si no existiera el trabajo? La finalidad de un sindicato revolucionario debería de ser desaparecer porque ya no hay explotación laboral. Es por eso que hoy por hoy, no es posible una revolución obrera, pues la inmensa mayoría de la clase trabajadora, a lo que aspira es a trabajar más, a tener más trabajo porque hay muchas facturas que pagar. Es decir, cero decrecimiento. El decrecimiento es anticapitalismo y por ello nos crean la ficción de la sostenibilidad y desde los medios de comunicación de masas, en complicidad con la burguesía capitalista, difunde mil formas de ahorrar en electricidad o cualquier forma de combustible, "dar una segunda vida" a la ropa o los muebles usados, e incluso a los alimentos. Multitud de ideas, consejos y recomendaciones que nos permiten interiorizar que aunque estemos en la más absoluta miseria, el capitalismo tiene soluciones para todxs, aunque sean soluciones de mierda.
Escucho a mucha gente hablar del mundial de fútbol en Qatar. En varios países de Europa, cientos y miles de desposeídos salen a reventar las calles porque su país, Marruecos, se ha clasificado. Es lamentable que las calles se enciendan en nombre de un país y por una clasificación futbolística. La competitividad recorre por nuestras venas y nadie quiere estar en el bando de los "perdedores", aunque sean millonarios y los que se sienten ganadores, extremadamente pobres. Pan y circo. Como decía la entrada del campo de exterminio, "el trabajo os hará libres". Ya sabemos cómo acabaron, tras duros trabajos, miles de personas que llenaban esos campos.
Sería muy interesante analizar esos acuerdos porque, el problema no es que todxs no entendamos las libertades de las mismas maneras, sino que lo que reivindicamos como libertades, no siempre lo son.
Pues el artículo va de la CNT
Pero si tu mismo/a hablas de la CNT, como si fuese única y una... En fin, pues el artículo va de la CNT que ha celebrado su XII congreso. No tengo ningún problema con el resto de organizaciones sindicales anarcosindicalistas, sean cuales sean, tengan las siglas iguales o parecidas. Tampoco estoy en contra de los sindicalistas que se lo curran, estén donde estén. Me siento vinculado a todas y a todos, y si a alguien le da por invitarme, con gusto iré de incógnito a contar lo que se ve... Si puedo. Porque yo detesto las asambleas. Respecto al resto de cosas que mencionas, que cada cual valore al anarquismo como prefiera. Mi valoración es que hacemos como anarquistas miles de cosas buenas. Y si no fuera por eso, este mundo sería mucho peor. Un saludo cordial y que todo vaya bien.
Una interpretación subjetiva del 12 Congreso de la CNT
Enlace al artículo de Suso, afiliado de la CNT
Camaradas: mil años de vida al comunismo trinitario, circular y perecedero. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
Léeme como si me apreciaras...
Querido Acratalagarto, si pregunto de qué CNT es el Congreso y digo que según cuál sea no puede ser el XII Congreso, no estoy hablando como si fuera "una". Además hago referencia a una experiencia en "una de ellas", eso quiere decir que por lo menos hay alguna más. Yo tampoco tengo nada en contra de ninguna CNT, simplemente me doy cuenta que algunas personas han abusado de su cargo y han encubierto determinadas cuestiones que entran en contradicción con las ideas anarquistas. Y cierto, quién no tiene contradicciones, pero hay algunas que son insuperables, como por ejemplo..., uff..., la lista es larga.
Recuerdo como alguien que formaba parte de un grupo que se llamaba "Apoyo Mutuo" y que decía que, históricamente, lxs anarquistas nunca habían estado en contra de las instituciones y que teniendo él algún cargo en CNT, habían "negociado" con algún fiscal por cuestiones de algún compañero preso o compañerxs encausadxs.
¿Qué dirías de una organización que intenta acusar a algún compañero o señalar a la policía hacia dónde debe dirigir su labor represiva? Y al decir cosas como estas, me refiero a personas concretas y no menosprecio a la organización sindical, ni a lxs compañerxs que luchan en sus puestos de trabajo por mejorar las condiciones de lxs trabajadorxs, solo que esa no debería ser la finalidad para organizarse, sino una consecuencia colateral a la lucha por la emancipación.
Es como algunos grupos que se dicen anticarcelarios y que su lucha la orientan en el apoyo a las personas presas, olvidando que el camino no es ese, sino la destrucción de los sistemas penales, policiales y judiciales, junto el apoyo y la solidaridad con lxs compañerxs anarquistas presxs... Si no tenemos proyectos anarquistas, ¿qué es lo que construimos o qué es lo que fortalecemos?
Personalmente no detesto las asambleas, lo que detesto es asamblearse por asamblearse, ser militante por militar, sin crear vínculos de afinidad y proyectos emancipadores y transformadores. Sin nada de eso, de qué apoyo mutuo hablamos.
Ese ADN de la CNT al que me refería, no es el de una CNT, sino de anarquistas que expropiaban, hacían anarcosindicalismo, creaban ateneos, escuelas libres, grupos naturistas, colectivizaban tierras e infraestructuras, se organizaban como mujeres libres, juventudes libertarias, FAI, etc... Es un ADN de diversidad, no de exclusividad, y, pese a sus diferencias, tenían mucho más claro lo necesarixs que eran todxs para la revolución y la anarquía. Parafraseando a lxs zapatistas, la anarquía sería ese mundo en el que caben muchos mundos...
Lamentablemente hoy se es bastante excluyente y por lo general estamos llenxs de prejuicios sobre lo que hacen otrxs compañerxs en vez de entender que, unxs y otrxs, podemos ser parte de un todo muy diverso y en ocasiones, hasta podemos complementarnos desde el antiautoritarismo.
Por lo que me ha parecido entender, los Congresos de antaño tenían un sentido distinto a los actuales Congresos en lo que todo es muy "orgánico". Y lo pongo entre comillas, porque a pesar de llamarse "orgánico", no tiene nada de vida.
La CNT que ha realizado "su" XII Congreso, es la CNT-CIT. Hasta hace unos años, eran CNT-AIT y no permitían a otras CNT's que hicieran uso de las siglas AIT y por ello, las otras tenían que llamarse CNT (solo). Las vueltas que da la vida, esa CNT a secas (la desfederada), es ahora CNT-AIT (la federada), y la que antes era CNT-AIT, ahora es CNT-CIT. Vaya lío, es más propio de una comedia de los hermanos Marx, con perdón...
Mi comentario iba en la línea de no esperar otros 40 años para reconocer cuestiones como que la participación de anarquistas en el gobierno de la República, fue un error. Y trayendo cuestiones como esa a nuestro tiempo, a mi me parece que la desfederación de sindicatos de CNT que dieron lugar a que hubiese por lo menos dos CNT's, la federada y la desfederada, en mi opinión también fue otro de los muchos errores que siguieron a continuación, peleas, venganzas, odios..., y que hicieron imposible a todas las partes, reconocerse como afines. Esos prejuicios también se dieron entre organizaciones formales e informales y todavía perduran, lo que hace difícil la solidaridad como algo más que palabras, como propaganda por los hechos, como acción directa...
Nadie sobra, pero algunxs, por incómodxs y por ser nadie, estamos siempre sobrando.
No estoy de acuerdo, en
No estoy de acuerdo, en líneas generales, con nada de lo que dices. Soy un tanto quisquilloso con las definiciones, y cuando dices que "Mi última experiencia con CNT fue un poco sobrecogedora", te refieres a tu experiencia con la CNT y no tanto a "una de las CNTs que hay, hubo o habrá", que ya has dejado claro que hay muchas, y que sabes cuál es cada cual. ¿Y qué se le va a hacer?
Mi manera de ver el mundo es diferente a la tuya, jamás he tenido una experiencia sobrecogedora en la CNT. Ahí me habrán podido poner a caldo, me habrán echado a los fuegos de la anarkisición libertaria, me habrán expulsado dos o tres veces y lo mismo sigo expulsado en alguna... Y es que me trae sin cuidado. Nunca me he sobrecogido. Mis experiencias sobrecogedoras han sido siempre, fuera de la CNT. Ahí sí que he visto cosas chunguísimas: juicios, detenciones, intentos de suicidio, ruinas económicas, hijos adictos a la heroína, palizas, enfermedades infecciosas, locura, enfermedades de otros tipos, familias hechas polvo, presos, largas agonías... Muertes. Aprendí gracias a ello a relativizar, y a diferenciar lo que es gordo de lo que es banal. Dentro de la CNT, también sea dicho, he tenido montones de experiencias agradables: pequeñas victorias, amistad, compañerismo... La vida es así.
No puedo estar de acuerdo con tu desacuerdo
No niego tus experiencias ni te digo cómo debes de vivirlas o sentirlas, permíteme que me exprese y que digo cómo la he sentido. Supongo que cuando un gobierno, o sus políticas o sus policías, actúan de forma represiva, quizás pueda sobrecogerte. Si es así, sinceramente no entiendo esa situación, porque es lo que podemos esperar de un gobierno, un Estado, sus políticas y sus policías. Que desahucien a alguien, podrá ser una experiencia sobrecogedora para quienes ni sospechan o ni esperan que eso pudiera suceder... Lo sobrecogedor para mí es cuando no esperas esa reacción y no es de esperar que un sindicato anarcosindicalista, señale a un compañero, a las fuerzas de orden público, como responsable de una acción directa. Eso es precísamente lo que criticamos a sindicatos mayoritarios, cuando estamos en manifestaciones conjuntas.
Entiendo que no puedas ver nada de eso en CNT, pues si no lo has vivido es impensable, de ahí lo sobrecogedor. Es tan sobrecogedor el encarcelamiento de un/a compañerx, como que el abogado de CNT confíe más en el director de la cárcel que en el/la propix compañerx encarceladx o en quienes le apoyan desde fuera. Para mí, también es sobrecogedor ver cómo nadie responde frente a la manipulación o abuso, fuera o dentro de la organización.
No conozco todas las CNT's, pero sí he estado en algunas, y no me paree que una sea mejor que la otra. Sí que alguna mantiene unos posicionamientos que la enfrentan a la otra u otras.
No participé en el centenario porque sospechaba que los acuerdos entre las dos CNT's que lo organizaban en la región en la que vivo, se iban a defraudar. Cuando eso sucedió, no me sobrecogió porque ya lo esperaba y viví como una intentaba "someter" a la otra, en vez de reconocer el secreto a voces de que la desfederación, fue un error. Pero eso no se podía hacer público por los temores de una de las CNT's, a que se invalidaran los acuerdo adoptados desde la desfederación hasta el centenario. Fíjate que la CNT desfederadora tenía la palabra de la CNT desfederada de que eso no se iba a producir, pero si un acuerdo entre partes no se cumple, la parte que lo incumple puede pensar que la otra tampoco lo va a hacer. Es decir, anticipa lo que no se ha producido y toma una decisión "preventiva" e impositiva.
Desde hace un tiempo, no estoy en ninguna CNT y tengo compañerxs en ambas. Quienes fallan casi siempre, suelen ser quienes están en cargos y consideran que son ejecutivos, de manera que deciden sin el acuerdo de la organización, con excusas como que "para no demorar". Sin embargo, cuando algo apremia y a esos cargos no les interesa, entonces apelan a la organicidad para evitar la urgencia de lo extraordinario.
Esa capacidad de manipular de la que se hace gala en ocasiones, es lo sobrecogedor. Eso o que se renuncie a las ideas por cuestiones de pretender una mayor afiliación y que nadie de lxs presentes manifieste su desacuerdo. Eso tal vez, y solo tal vez, puede decir algo.
Si no vivimos aislados de nuestros contextos sociales, las experiencias sobrecogedoras son bastante habituales y lo importante es no normalizarlas. Para mi no hay dos realidades en cuanto a las experiencias. No existe un entorno sindical en el que todo lo que sucede hay que asumirlo y un contexto social en el que todo hay que resistirlo... No somos mejores que quienes desconocen nuestras ideas. La CNT, sea la que sea de ellas, no es una iglesia en la que hay que tener fe...
Puedo debatir contigo y estar en desacuerdo con lo que expresas, pero no negar lo que has vivido o para ser más cierto, lo que te han dicho que han vivido... Pero entiende, no tengo porqué compartir ese entusiasmo. Y no porque sea escéptix radical, sino porque no he estado allí y mis anteriores experiencias, me hacen desconfiar profundamente, sobretodo, viendo la situación en la que estamos y tenemos delante. Ese entusiasmo que te han relatado me parece fuera de toda realidad y más cercano al de las iglesias. No hay ni resurrección de almas, ni paraíso después de la muerte. La revolución es para el presente y no sirve desplazarla para las "futuras generaciones".
En la vida también tenemos "montones de experiencias agradables", pero no por ello dejamos de sobrecogernos y seguir luchando, cada cual con sus medios y posibilidades. No es ninguna "herejía" hablar de errores de la CNT, de la diversidad de ellas. No estoy en contra de los sindicatos revolucionarios y la crítica es necesaria, desde dentro y desde fuera.
Fíjate, tras haber expresado lo que anteriormente he dicho, tú has respondido. Sin embargo, en la situación que he señalado sobre primar la afiliación sobre las ideas, nadie dijo nada. ¿Ves la diferencia?
Pues no. No veo diferencia.
Pues no. No veo diferencia. Las ideas no valen ni un pimiento, si no hay afiliación que las sustente.
-----Soy uno de los miles de afiliados de CNT que estos días empieza a recibir noticias del congreso que el 6 de diciembre acabó en Canovelles. El trabajo de las personas que han formado parte de las delegaciones y de la organización les ha pasado factura y ahora les corresponde un merecido descanso. Pero que eso no nos impida empezar a valorar el escenario que se abre tras este congreso.
Lo primero es señalar que la importancia de este congreso de CNT trasciende a los contornos de su organización y, considero, es de interés para el resto del espacio sindical combativo, del movimiento libertario y, porqué no, del resto de las familias socialistas.
Empiezo por lo que es más específico de CNT: su apuesta por un modelo sindical propio. La práctica sindical de CNT es una rareza desde hace décadas. Pero de ser una rareza aparentemente maximalista, ideologizada y caprichosa hemos pasado a ser una propuesta original, independiente y proactiva. En resumen, la línea es desarrollar una lucha por la libertad sindical poniendo todo el protagonismo en las instituciones propias de la clase trabajadora: los sindicatos.
Detalle de algunas de las delegaciones enviadas por los sindicatos al XII Congreso de CNT ELENA ZURITA
A ellos corresponde la iniciativa en la defensa de los derechos laborales y políticos de la clase trabajadora, no al legislador ni a las mesas de negociación y diálogo social. Esto, que puede ser una afirmación compartida por amplios sectores, tiene una traducción práctica en CNT que no tiene en otras organizaciones: poner nuestra fuerza militante a disposición de una ofensiva sindical para ampliar el alcance de lo posible desde la acción directa sindical. El ejemplo más reciente lo tenemos en Galicia, con la huelga del consorcio IeB en la que cientos de trabajadoras de la Xunta han retratado a la representación unitaria como una máscara hueca ante la organización independiente de la plantilla en el contexto generalizado de las estabilizaciones del sector público. También, claro, vemos ejemplos de esta lucha en los reveses como los que suponen las sentencias del Caso La Suiza, que pretende castigar penalmente la acción sindical de CNT.
Construir el nuevo sindicalismo
El congreso viene a reforzar esta línea de trabajo, abandonando posiciones defensivas y pasando a la ofensiva sindical. En este sentido, el congreso de CNT es de nuevo una rareza, pero porque lejos de limitarse a la lamentación o la queja, plantea mecanismos de lucha a la ofensiva para ampliar derechos y libertades políticas de la clase trabajadora. Frente a las narrativas del fin del mundo y de la impotencia política, este congreso trae imaginación y planes que llevar a cabo.
PASTELERÍA SUIZA“La rabia y la solidaridad pueden más que las condenas de un poder judicial que huele a naftalina”
GESSAMÍ FORNER
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Una agenda propia
La trayectoria de CNT tras los pactos de Moncloa del 78 es relativamente conocida: de ser un sindicato de cientos de miles de afiliadas a quedarse reducido a la mínima expresión tras varias escisiones, rupturas y salidas masivas de militantes. La trayectoria cambia hace algo más de un década, en la que CNT retoma el crecimiento y la proyección que le permita convertirse de nuevo en un sindicato relevante.
Pero este cambio de trayectoria no ha cambiado la naturaleza independiente del sindicato. Que una organización marginal sea independiente es lo natural debido a su poca trascendencia. Pero que un sindicato con miles de afiliaciones sea una estructura autogestionada y autónoma es otra rareza. Y CNT está siendo capaz de mantener esa autonomía organizativa que, y esto es lo importante, le permite recoger los intereses de la clase en su seno sin la mediación de otro tipo de tendencias: la gente no está entrando por afinidad ideológica ni recomendación de un partido, sino por su puro interés de clase.
Esto no significa ni que CNT sea un faro de luz inmaculada, ni que sea el grial de una nueva fuerza proletaria. Tal vez, todo lo contrario. Tal vez esta impermeabilización ante otras tendencias hace que CNT sea especialmente sensible a la espontaneidad y la injerencia de las corrientes políticas que permean la sociedad. Pero es precisamente aquí donde está la importancia de esa soberanía organizativa de la que hablamos. Agenda propia no significa aislamiento ni autorreferencialidad, aunque se puedan confundir. Agenda propia se tiene cuando se actúa sobre una realidad que impone tendencias desde fuera. Ese es el verdadero mérito.
CONGRESO
Casi 180 ponencias debatirán el rumbo de CNT en su XII Congreso en Granollers
GESSAMÍ FORNER
¿Qué significa todo esto? Que CNT es, hoy, una muestra de lo que significa mantener una agenda propia y capacidad de marcarla de forma autónoma. Una rareza. Por ejemplo: hace 7 años, en su anterior congreso, CNT optó por definirse como feminista y adopto una batería de acuerdos en materia de mujer trabajadora que se explican por el auge del movimiento feminista de la década pasada. Esta orientación fue clave para llegar a las huelgas feministas de 2018 y 2019 con los deberes hechos, a diferencia de otras organizaciones y corrientes políticas que tuvieron que debatirse entre el seguidismo y la indiferencia (o la rabieta impotente).
En esta época de volatilidad y dispersión, en la que cada día hay una noticia nueva y las posiciones políticas giran como veletas, CNT mantiene una sorprendente coherencia interna en con sus ejes fundamentales. Ahí, mantener una agenda propia independiente es la principal explicación.
Consensos, cohesión y cordialidad
Una organización es un avispero. Un congreso de una organización grande es una caja de bombas. Las situaciones no son cómodas. Hay camarillas, hay pasillo, hay aparato(s). Lo hay porque hay poderes en disputa, porque una organización de miles de afiliadas tiene recursos y capacidades que son en sí mismas un poder social, a su escala. Negarlo es necedad, ignorarlo es imprudente. Pero tampoco se puede afirmar la existencia de tensiones para regodearse en ellas: hay que encontrar la manera de convivir con las tensiones, de mediar los conflictos y de institucionalizar las instancias de poder interno para que los consensos sean posibles, la cohesión sobreviva y la cordialidad sea la condición de posibilidad de los cuidados.
El congreso de CNT no ha sido una balsa pero ha demostrado varias cosas de las que otras organizaciones y espacios políticos tal vez debieran tomar nota. Se han debatido cuestiones que hoy nos atraviesan a todo el mundo de manera visceral sin que eso haya hecho saltar por los aires la organización, como es el caso de la prostitución o los derechos trans. Consiguiendo consensos frente al ruido exterior: sí que se puede. Se han dejado de lado diferencias ideológicas en muchos casos profundas y decisivas para construir un mismo proyecto organizativo porque, frente a la demencia de las redes sociales, sí que se puede hacer esto. Se han abordado cuestiones espinosas que son crónicas de las organizaciones sindicales grandes, como el reparto de representatividad territorial o los mecanismos de contratación, y se ha hecho con calma, sensatez y sin dejar que las diferencias arrastran el resultado.
Las delegadas asistentes recogen las acreditaciones ELENA ZURITA
El futuro de la CNT depende de ella misma. Lo veremos estos años. Lo que está claro es que lo que demuestra CNT es que si se puede actuar con independencia, marcar nuestra propia agenda y levantar grandes organizaciones obreras desde esas coordenadas. No conformarnos con la marginalidad ni con la domesticación.
Por supuesto, no querría cerrar estas líneas sin la debida gratitud y reconocimiento a los centenares de personas que formaron delegaciones y representaron al resto de la afiliación. A quienes consiguieron los consensos. A quienes trabajaron en cuidados, mantenimiento, informática, técnica de sala, cocina o limpieza. A quienes organizaron el congreso. En definitiva, gracias a la clase trabajadora organizada por demostrar de lo que es capaz.
El Salto Diario
https://www.elsaltodiario.com/opinion/gratitud-reconocimiento-ultimo-congreso-cnt?fbclid=IwAR0-HncUfur1AcAI8SaRgHTRSlO6qjMtyOm0LB4Hj8fcoZJan-YeLkWE_1g
CNT is diferent!
"Pues no. No veo diferencia. Las ideas no valen ni un pimiento, si no hay afiliación que las sustente"
Afiliación sin ideas, es lo que tienen los sindicatos mayoritarios. Como diría Rajoy, las ideas valen lo que valen. Cualquier idea no sirve y el anarcosindicalismo no es solo una forma de abordar los conflictos laborales, sino hacerlo desde planteamientos que nos lleven hacia la emancipación del trabajo, pero hete aquí, que eso hace tiempo que dejó de plantearse en CNT y de lo que se hablaba es de mejorar las condiciones laborales. Algo parecido a lo que sucede con algunos grupos anticarcelarios, que se olvidan que la lucha es contra las prisiones porque se centran en mejorar las condiciones de las personas presas. Se entiende que un/a trabajador/a-preso/a quieran mejorar las condiciones de su explotación-encierro y que nos solidaricemos con ellxs, pero sin olvidar que de lo que se trata es de abolir el trabajo/la prisión.
Sinceramente, me alegro que tengáis espectativas tan buenas. Hace falta tiempo para ver si se confirman. La lucha contra el sistema no es exclusiva de las organizaciones formales y si no existe una aceptación y comprensión de que todas las formas y ámbitos de lucha son complementarias y no excluyentes, el sistema no tiene de qué preocuparse.
Gracias por compartir toda esa información.
Salud!
¿Afiliación sin ideas? Es que
¿Afiliación sin ideas? Es que yo no estoy diciendo eso. Todo el mundo tiene ideas. Un trabajador cualquiera, tiene ideas. Que sean "válidas" o no, es otra cuestión y depende del baremo con que se mida, y de quién sea el que mide. De lo que estoy convencido, es de que un sindicato sin trabajadores, es un sindicato sin ideas. Porque para que haya ideas, buenas, regulares y malas, tiene que haber gente.
En cuanto a los estatutos de la CNT, desde 1910 explican que la finalidad de la misma es la emancipación de los trabajadores (de todos los tipos) mediante la conquista de los medios de producción y consumo. Ese, es el resumen. Y para llegar a ese punto final, hay que –es solo una opinión– estar organizados y resolver los problemas que se nos planteen. A eso, se reduce todo.
Para que haya sindicato, se necesitan ideas y personas
Para que haya sindicato, se necesitan ideas y personas que las sostengan y que no estén disociadas las ideas de las personas sindicadas. No voy con el laser midiendo dimensiones de ideas, sí constatando su desaparición o cambios.
Te decía en otro comentario que me leyeras como si me apreciaras. Ya sé que no es fácil con mi lengua de trapo, perdón, teclas insolentes, pero si rebobinas, verás que no he negado lo de la emancipación del trabajo, más bien decía que eso es lo que escuchaba en el sindicato la primera vez que me afilié, y de eso hace una o dosmil trescientas cincuenta y cuatro guerras... A lo que me he referido, es al abandono de anhelos como ese, en los cajones de estatutos de 1910, para cambiar emancipación por conquistas laborales o mejoras y defensas de derechos laborales. Es decir, el viaje ya no es a Ítaca, sino a Matalascañas, y bueno, Matalascañas está muy bien, pero no es Ítaca. Y por supuesto, en los caminos hacia Ítaca, no hay que renunciar a pasar por Matalascañas o Hervás si eso es lo que se quiere, de la misma manera que se puede cambiar de opinión y decidir que Ítaca pilla demasiado lejos y que, al fin y al cabo, en Matalascañas o Hervás se está de muerte a pesar de las invasiones de zombies del periodo estival o primaveral.
Insisto, me alegro que tengáis un sueño que perseguir. Si ese sueño y las realidades de algunxs coinciden, lxs viviremos, pero será despiertxs. No pretendo dejar un mundo mejor para "las futuras generaciones", sino conseguirlo ahora. Quienes vengan después, construirán el mundo a su medida y seguramente el nuestro les venga corto, estrecho o, por el contrario, no les interese lo más mínimo porque vivan en alguno de los "metauniversos".
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