[Sudáfrica] Solidaridad urgente frente a la represión al movimiento popular Abahlali baseMjondolo (pobladores)

 

Abahlali baseMjondolo, el movimiento del asentamiento de chozas en el sur de África que enviaron representantes al Reino Unido hace un par de semanas, se encuentra bajo ataque violento y lucha desesperadamente para salvar sus casas y su organización de la ayuda de ANC para "el desarrollo" (es decir, la demolición) - física y la aniquilación política.

 

¿Es esto para lo que los niños de las chabolas de Soweto se enfrentaron al apartheid?

 

El sábado por la noche un grupo de unos 40 hombres, fuertemente armados con armas de fuego, machetes e incluso una espada, atacaron a una reunión de la Kennedy Road Development Committee (KRDC).  Los ataques han continuado, provocando que 1.000 personas huyan de la zona.

 

Los ataques forman parte de una trama llevada a cabo por el ANC local en colaboración con propietarios de tierras y de los fascistas étnicos para acabar con el movimiento. Activistas clave han sido arrestados o están escondidos bajo amenazas de muerte.

 

Más detalles del ataque:

 

 

SDI se hace eco de la solidaridad ampliamente expresada en respuesta a los ataques violentos perpetrados contra la ABM en Kennedy Road sobre el fin de semana. Estos ataques no son ninguna sorpresa. Reflejan actos similares de violencia que son regularmente perpetrados contra los habitantes de asentamientos de chabolas en todo el mundo. El mes pasado habitantes de chozas en Old Fadama, Accra, GHANA, también tuvieron que lidiar con una manifestación exterior de violencia étnica, que era en realidad un ataque lanzado por intereses políticos creados y de propiedad contra las comunidades organizadas de los pobres de la ciudad. Hace casi dos años los miembros de SDI se vieron seriamente afectados por la violencia contra los pobres urbanos que se desató sobre los asentamientos provisionales de Kenya. En este mismo momento grupos vinculados con SDI en Gauteng y Ciudad del Cabo se enfrentan a amenazas similares. Los grupos de IDE en Zimbabwe tuvieron que hacer frente a los desalojos devastadores en 2005. La lista sigue y sigue.
 
No hay duda de que el ímpetu detrás de estos actos de brutalidad contra los ciudadanos que viven en chabolas es casi siempre el mismo, un cóctel de intereses políticos y económicos. La otra cara de la moneda es que cada vez que los pobres de las afueras de las ciudades son capaces de expresarse e insertarse ellos mismos con fuerza, desenmascaran las contradicciones que subyacen a la urbanización de la pobreza, incluyendo la terrible violencia de la policía y los vigilantes que generalmente es tolerada por los medios de comunicación, la Estado y el mercado.
 
El reto para los pobres de la ciudad es reunirse a escala y empezar a "box clever", es decir, un grupo que sepa usar su ingenio y que juege bien sus cartas. Los líderes de Kennedy Road han demostrado un coraje extraordinario, al igual que los líderes de la Old Fadama, Fort Harcourt y Phonm Penh. The Human Rights Fraternity (Fraternidad de los derechos humanos), tanto dentro de Sudáfrica y más allá, se han unido a su causa, dedicandose en cuerpo y alma y poniendo todos los recursos legales y morales en contra de algo que ellos son los primeros en reconocer como manifiestamente ilegal y que marcha contra personas, instituciones y clases sociales,  y que no respeta el Estado de Derecho. Es evidente la ilegalidad tan cruda y flagrante que los habitantes de chozas sufren en muchos países, incluyendo el sur de África, y que tiene sus raíces en una contradicción socio-económico que no está dentro del ámbito de aplicación de las leyes vigentes, nacionales o internacionales, es algo a cambiar de cualquier forma significativa. Ninguna ley judicial en el futuro, ningún derecho constitucional, podrá ser utilizado por los pobres para librarse de esta contradicción frente a las desigualdades más fundamentales de la estructura económica de nuestra sociedad mundial.
 
Lo que los habitantes de chabolas de Kennedy Road y Manenberg, Dharavi y Byculla, Kibera y Huruma, sólo a veces, se atreven a demandar el derecho a vivir realmente como ciudadanos en las ciudades en que residen, y, en última instancia esto requiere mucho más que la glorificación comprensible y loable pero insuficiente de los dirigentes y los compañeros y la forma de nombrar y avergonzar a los enemigos. Se requiere el uso de la misma autoridad moral que viene de ser víctimas de la violencia para ir más allá de esta lucha por la reparación de agravios y la conquista en resumen de una moral mas alta. Se requiere la creación de agrupaciones de habitantes chabolas a nivel de comunidad, el nivel de la ciudad, a nivel nacional como a nivel internacional - y entonces se requiere la construcción de alianzas entre estas aglomeraciones y profesionales que se alineen con sus luchas. Estas plataformas pro-pobres entonces necesitan identificar, desarrollar e mejorar soluciones tangibles que demuestren alternativas sostenibles a la violencia a corto y a los estragos que a largo plazo se generan por el tipo de brutales respuestas como la que se ha visto en el Kennedy Road.

 

SDI y ABM  comparten el mismo punto de partida. Ambos reconocen que el poder de quienes controlan los recursos del mundo depende de la sistemática falta de poder de los pobres del mundo. Este punto común de partida debe ser la base para una amplia alianza. Esta es la raíz de una solidaridad real. Las diferencias en las estrategias, entre la resistencia y negociación de pactos, crean una saludable diversidad dentro de esta alianza.

 

 

Nuevo vídeo se ha realizado a partir de la escena en el Kennedy Road. Testigos presenciales de los actos vandálicos de la muchedumbre en la noche del sábado, se oponen directamente tanto la historia oficial de la ANC de que "la gente unida de ABM" perpetró el ataque y el comentario ridículo del Ward Councilor Yakoob Baig que la comunidad está "aterrorizada por los ABM". El más mínimo examen revela que, de hecho Abahlali fue el blanco de las 36 viciosas horas de violencia callejera mortal. Durante los tres días siguientes a que al menos 4 personas fueran asesinadas, los ataques han seguido con el resultado de más de 1.000 desplazados huidos de sus asentamientos temiendo por sus vidas.
 
El regreso seguro no ha sido garantizado y ni siquiera ha sido abordado por la ANC o por la policía. El apoyo persistente de ANC y su conexión con los atacantes prueba que el gobierno es como mínimo cómplice de estos actos violentos. Por el momento ningún componente del grupo armado ha sido detenido, mientras los 8 miembros del comité de seguridad de ABM detenidos, mientras intentaban proteger desarmadamente al resto de miembros, afrontan posibles cargos por el asesinato de los que intentaban protejer.

El presidente de Abahlali S'bu Zikode y el vicepresidente Lindela Figlan siguen escondidos, sin posibilidad de regresar a sus casas en Kennedy Road, mientras la muchedumbre armada responsables  de los asesinatos, permanezca libres para asustar a los residentes que aún permanecen en el asentamiento.
 
De hecho, cualquiera que tenga la más mínima relación con el asentamiento, como las señoras que cocinan para los niños en la guardería, próxima a la oficina de ABM, están siendo amenazadas y obligadas a regresar.
 

Pedimos que vean este vídeo, que desmonta las mentiras difundidas por el ANC: