La Europa de los amos y sus guerras

LA EUROPA DE LOS AMOS Y SUS GUERRAS

29 Sep 2024.

Las elecciones para la renovación del Parlamento de la Unión Europea (UE), celebradas del 6 al 9 de junio pasado, confirmaron un avance de la derecha incluso en sus componentes más extremos, una tendencia que a nivel continental fue sólo parcialmente contrarrestada por los resultados del gobierno francés. Las elecciones legislativas celebradas el pasado 30 de junio y las de las elecciones políticas celebradas en Inglaterra el mes de julio siguiente, en las que, respectivamente, el ascenso de la fracción reaccionaria de la Rassemblement National (RN) francesa de Marine Le Pen, ya victoriosa en las elecciones europeas, Esto fue frenado por la victoria del Nuevo Frente Popular (NFP), formado por una alianza de partidos políticos de izquierda, y los conservadores ingleses fueron derrotados por los laboristas.

Las mencionadas victorias en las elecciones políticas en Francia e Inglaterra fueron recibidas en Italia con un énfasis irritante que ocultaba un deseo consciente de descontextualización, considerando que fueron tomadas acríticamente como premisa para la reconstrucción de una izquierda unida, con el fin de contrarrestar la hegemonía de la derecha también en sus configuraciones nacional-fascistas y para una hipótesis concreta de gobierno de izquierda.

Naturalmente, no se podía omitir la referencia a la situación en Estados Unidos, pero esta omisión fue resuelta por Walter Veltroni, quien afirmó con autoridad: "Harris debe unir a los radicales y a los demócratas moderados. Vencer a Trump significa salvar la democracia". (La Stampa del 25/07/24).

Todas estas expresiones que se han sucedido, alternando superficialidad, ingenuidad y arrogancia, han aclarado sin embargo la verdadera intención estratégica de la izquierda parlamentaria, considerando también que toda la izquierda italiana en sus componentes políticos y sindicales, desde los más moderados hasta los de masas A los más radicales y minoritarios, todos se quejan de la ausencia de uno o más bandos políticos parlamentarios capaces de trasladar las demandas sociales a las instituciones del Estado, delegándoles la defensa de los intereses de nuestra clase, que queda así expropiada de cualquier posibilidad. de control.

Más allá de las mejores intenciones de quienes han seguido estos caminos políticos e institucionales en el pasado, está la realidad concreta de las relaciones de poder entre el capital y el trabajo que, en ausencia de un conflicto social generalizado, tiran en dirección al capital, especialmente en instituciones, donde se produce una inevitable mediación descendente y en total detrimento de los intereses de las clases subordinadas.

La historia del conflicto social demuestra, sin embargo, que las mayores victorias no se lograron "en el parlamento", como responde con cansancio cierta retórica reformista ahora generalizada, sino con las movilizaciones organizadas y bien preparadas de un amplio tejido político y sindical militante, capaz de generalizar los objetivos imponiendo a los empresarios y a las instituciones una redistribución más equitativa de la riqueza social producida que no alimente las ganancias y los ingresos sino los intereses materiales de nuestra clase para su liberación, aunque sea parcial, de las necesidades: pero el tejido militante es ya desgastado y éste constituye un aspecto sobre el cual es necesario y urgente iniciar una reflexión.

Por otra parte, no hay mucho de qué alegrarse porque en Francia el "pegamento antifascista" constituido por la necesidad de frenar el ascenso al gobierno del RN del Sr. Le Pen y que permitió la victoria del NFP, se ha debilitado rápidamente. con el resurgimiento de antiguas controversias entre los diferentes componentes políticos, agravadas por inevitables conflictos por la conquista del liderazgo, que permitieron a Macron implementar ese "divide y vencerás" para separar a los componentes del NFP más vinculados al moderatismo del socialista. (PS) de Francia Insumisa (FI) de Jean-Luc Mélenchon, dividiendo aún más una disidencia que también se refiere a conflictos en curso como la guerra en Ucrania, que ve a los socialistas en contra del envío de tropas a los campos de batalla pero a favor de seguir enviando armas a los Gobierno de Kiev, mientras que Malenchon ha adoptado una posición más optimista que incluye también una cierta oposición a la OTAN.

En Inglaterra, la derrota de los conservadores permitió el triunfo del Partido Laborista, un partido moderado y belicista, históricamente orientado hacia el neoliberalismo. De hecho, los anteriores gobiernos laboristas presididos por Tony Blair (1997-2007) se distinguieron por completar el gran plan de reestructuración industrial y todas las privatizaciones de empresas públicas ya preparadas por los anteriores gobiernos conservadores de M. Thatcher (1979-1990). que empobrecieron a las clases subalternas y debilitaron a los sindicatos, brindando apoyo abierto a los conflictos imperialistas en Kosovo (1999) e Irak (2003). Hoy en Inglaterra, el Partido Laborista se prepara para gobernar sobre la base de un neoliberalismo replicado, pero en una situación de crisis que se traduce en una caída del PIB, junto con la exposición del Reino Unido a la costosa guerra en Ucrania: la historia, por tanto, se repite.

Lo que se está desarrollando en Inglaterra y Francia, así como en la UE y los EE.UU., son escenarios complejos, contradictorios y poco tranquilizadores, que abren nuevas perspectivas y que deben analizarse en el contexto del choque entre las potencias por la control del mercado mundial que involucra al imperialismo débil y dividido de la UE.

La UE apuesta por la renovación de Von der Leyen, por una coalición compuesta y contradictoria que incluye al PPE, a los socialistas europeos (a los que adhiere nuestro PD), a los Verdes y también a sectores de los componentes más izquierdistas.

El gobierno italiano se presentó dividido en este plazo, donde la FI dio su apoyo a la elección de Von der Leyen, mientras que la Liga y la FdI lo negaron, confirmando así una prueba indiscutible de debilidad, que en cualquier caso estará destinada a pesar más bien en las futuras estructuras de la UE, que prometen ser desfavorables para el gobierno de Meloni.

Pero el nuevo Parlamento Europeo no perdió el tiempo y aprobó, como primera medida, el aumento del suministro de armas a Ucrania (hasta la fecha el suministro de armas de la UE a Ucrania ha alcanzado el límite máximo de 88 mil millones) y la eliminación de cualquier limitación a su uso también. en territorio ruso (495 votos a favor; 137 en contra, 47 abstenciones).

La medida también incluye la petición a los Estados miembros de acelerar y relanzar la capacidad productiva de las industrias militares, destinando al menos el 0,25% del PIB a ayuda militar a Ucrania, todo ello sin ninguna referencia a la posibilidad de acciones diplomáticas por la paz. Con esta diligente medida, la UE pretendía demostrar su total subordinación al imperialismo estadounidense, a la OTAN y a las políticas de rearme, implementando una ayuda consciente y sustancial a la industria bélica europea, pagada al precio de contener el gasto público y, por tanto, a costa total de la trabajadores, trabajadores y trabajadoras y las clases subordinadas del Sindicato.

Para que conste, la FdI y el PD votaron a favor de una nueva ayuda europea al gobierno de Kiev, aunque con motivaciones diferentes: algunos anunciaron problemas y algunas deserciones. En las elecciones políticas celebradas en la UE también se registró una modesta participación (una media del 51,05%, con la única excepción de Alemania con un 64,74%), que, sin embargo, se vio parcialmente frenada en las elecciones legislativas celebradas en Inglaterra (60,01%) y Francia. (66,63%).

En Italia, sin embargo, el fenómeno abstencionista se manifestó con una tendencia al aumento, alcanzando una participación inferior a la media de la UE e igual al 48,31%.

El fenómeno del abstencionismo, si por un lado no debe ser demonizado como padre de todas las desgracias, ni tampoco debe asumirse como un hecho homogéneo, capaz de expresar una tendencia generalizada a la rebelión. El abstencionismo es un fenómeno articulado, complejo y sobre todo contradictorio, que debe analizarse en el contexto de la crisis de la democracia burguesa y sus instituciones, tal como se manifiesta en la competencia imperialista:

Los centros de toma de decisiones van mucho más allá de los estados individuales, socavando su autoridad y capacidad de toma de decisiones, concentrándose en áreas incontrolables donde prevalece el equilibrio de poder entre los poderes. Por lo tanto, seguir considerando el parlamentarismo como una estrategia viable para controlar los procesos capitalistas en curso es francamente ilusorio. El abstencionismo es un fenómeno social que incluye también minorías de clase cualificadas que, en cualquier caso, deben ser interceptadas por la intervención política de la organización revolucionaria.

Incluso en la esfera comunista anarquista internacional hemos sido testigos de los esfuerzos de la Unión Comunista Libertaire (UCL), nuestra organización política hermana francesa, que, en lugar de atrincherarse detrás de un abstencionismo ideológico y de principios, ha expresado, aunque de manera crítica, una posición de apoyo. para el NFP, una posición motivada por la necesidad táctica de no aislarse de un contexto de masas capaz de frenar la reacción y abrir nuevos espacios para la intervención de clase, sin ninguna ilusión electoral y parlamentaria.

Sin embargo, cabe señalar también nuestra posición más crítica, que identifica en el PFN francés una experiencia contradictoria que también podría replicar la ilusión electoral que provoca nuevas y letales desorientaciones, como también ha ocurrido en Italia, España y Grecia. En nuestro país el gobierno parece dividido sobre la guerra. El Primer Ministro aún no se ha pronunciado sobre la nueva ofensiva ucraniana en Kursk, mientras la Liga se declara resueltamente contra el uso de armas italianas en territorio ruso: y mientras la deuda pública se sitúa, respecto al mes de mayo, en 2,919 mil millones de euros, estableciendo un récord alarmante, el gobierno se dispone a lanzar medidas para aumentar el gasto militar respetando el límite del 2% del PIB que, evidentemente, aún no se ha superado, todo ello en cumplimiento de los deseos de los EE.UU., de la OTAN y de la guerra. industria.

En este contexto de guerra y ofensiva patronal y gubernamental sobre las condiciones de las clases subordinadas, la oposición social se manifiesta en áreas que permanecen aisladas, sin poder generalizarse a contextos más amplios. Esto se debe a que la organización sindical está hoy debilitada en el ámbito laboral y con ella el tejido militante y también político de referencia, lo que no permite conflictos generalizados en el seno de la empresa, del territorio y de la negociación nacional.

La lógica capitalista del beneficio y su concentración, por tanto, no es contrarrestada eficazmente por el conflicto y se extiende por toda la sociedad en detrimento de nuestra clase, socavando la calidad de vida, los derechos adquiridos, la salud y la seguridad en los territorios y en el lugar de trabajo, promoviendo pobreza y marginación.

Incluso el estado de los movimientos sociales de oposición sufre los mismos límites y las luchas por la defensa del medio ambiente, las movilizaciones por la paz que han visto a los movimientos estudiantiles en primera fila, así como las luchas de las mujeres por la defensa de sus las conquistas y, en general, las luchas generalizadas por el derecho a la vida, a los servicios públicos básicos, como la salud y la educación y por la protección de los estratos sociales más débiles, no logran encontrar la unidad necesaria para contrarrestar el ataque patronal y gubernamental en progreso.

En esta situación, la CGIL, el mayor sindicato italiano, lidera una "oposición al referéndum" que no acompaña el conflicto social sino que, de hecho, lo reemplaza. Por lo tanto, ya no existe ninguna acción sindical disputada y contractual, capaz de unir categorías enteras de trabajo, precarios y no laborales, con las realidades sociales de los movimientos de oposición, sino que se delega a una acción enteramente proyectada en el nivel político e institucional. , precisamente ese referéndum, que no permite la sedimentación de un gran tejido militante capaz de actuar eficazmente en perspectiva unitaria en situaciones de crisis y ataque gubernamental y patronal, sin evitar una nueva derrota electoral.

Todo esto se produce en una situación de resurgimiento de escuadrones neofascistas abiertamente protegidos por las instituciones y de represión gubernamental respecto de la libertad de prensa y de manifestación, endureciendo las penas ya previstas por el código penal contra cualquier disidencia, incluso verbal.

Sin embargo, lo que se desprende claramente de la dramática fase que estamos viviendo son los conflictos armados generalizados que ya alcanzan la cifra de 56 en el mundo, la cifra más alta desde 1945, en una "escalada" que acerca cada vez más el riesgo de una tercera guerra mundial. .

Este es el marco en el que asistimos a un ataque generalizado al medio ambiente que se produce no sólo en los lamentablemente extendidos campos de batalla, sino en todo el planeta, cuya defensa y mantenimiento de los territorios es completamente desatendido por este gobierno como por los anteriores, omitiendo culpablemente las consecuencias. de la gestión capitalista de los territorios que, al privilegiar el lucro (ausencia de mantenimiento, aumento de las grandes obras de infraestructura), ciertamente ha contribuido a acelerar los procesos devastadores del cambio climático.

La paz, la cuestión social y de clase y la cuestión ambiental son objetivos que no pueden avanzar por separado, sino que deben sedimentar esos profundos procesos unitarios que sólo la acción militante consciente y organizada de los compañeros presentes en los movimientos sindicales y de masas es capaz de llevar a cabo. la superación del capitalismo, por un mundo de paz, libertad, igualdad y defensa del medio ambiente en todas sus implicaciones.

Estos son los objetivos de nuestra acción política y organizativa.

http://alternativalibertaria.fdca.it/wpAL/blog/2024/09/16/leuropa-dei-padroni-e-delle-loro-guerre/