Desentrañando el Gran Juego. Análisis de la situación actual de Oriente Medio

Desentrañando el Gran Juego

Análisis de la situación actual de Oriente Medio

@BlackSpartak. Agosto 2014

Desde la lejanía y la aparente tranquilidad europea contemplo con cierto espanto y fascinanción el escenario regional llamado Oriente Medio u Oriente Próximo (para Europa). En estos momentos se están desarrollando conflictos armados en Siria, Irak, Líbano, Palestina, Yemen y Libia. Pero si miramos un poco más lejos también podremos escuchar ecos de los conflictos de Somalia, Sudán del Sur, Malí, Nigeria, República Centroafricana, Afganistán, Pakistán y el reciente choque entre Armenia y Azerbayán.

2014 está siendo un año especialmente turbulento, y la situación francamente amenaza con convertirse en una gran catástrofe mundial si no se detiene el caos imperante. En mis visitas cibernéticas sigo varios conflictos con bastante detalle de forma diaria. Con este artículo pretendo analizar qué está ocurriendo en estos territorios y porqué. Me centraré en los conflictos que he nombrado al principio dejando los conflictos de Yemen y Libia para otra ocasión. Intentaré dibujar un escenario comprensible para que quien lea este artículo tenga un poco más de luz sobre estos conflictos tan complejos.

Todas estas guerras que nos aparecen descontextualizadas y hasta irracionales en realidad reflejan un delicado conflicto de intereses entre las grandes potencias mundiales y también entre las potencias que se disputan la región. La guerra es la política con otros medios. No descubro nada diciendo que se trata de la región más estratégica del planeta, debido a que en esta zona se encuentran las reservas de petróleo más importantes. De su control depende en una buena parte el destino de Estados Unidos, China o Rusia como superpotencias globales. Y para ello utilizan a sus aliados locales como Turquía, Arabia Saudí, Irán o Israel. Que estos países sean en ocasiones utilizados por los grandes bloques no quiere decir que no tengan una agenda propia que en ocasiones se escapa del control de sus protectores.

Y es que en la región se produce, como digo, una larga lucha de poder entre muchos actores. Se trata de una apuesta a largo plazo en la que cada cual intentará conseguir la hegemonía. Se entremezclan factores económicos y políticos con la compleja composición étnica, lingüística y religiosa de la zona. Afortunadamente los pueblos también tienen que ser tenidos en cuenta, dado que en ocasiones son capaces de levantar organizaciones de masas capaces de desafiar estados, como es el caso de Hamas palestino, el Hezbollá libanés o el PKK kurdo.

Analizando globalmente los conflictos nos viene la tentación de creer que alguien ha decidido acabar con todo de una vez y desatar todas las tensiones y frustraciones que se han ido acumulando durante décadas. En un momento como el actual, en el que Hamas lanzó unos misiles contra la central nuclear israelí de Dimona en el desierto de Bersheva, y declara que lo hizo a dar, indica que la guerra va en serio – buscando la destrucción total del enemigo. Lo indica también ver las ejecuciones de masas que está llevando a cabo el Estado Islámico en Irak y en Siria cada vez que conquistan un territorio. Son puntos de no retorno. No esperan sobrevivir a la guerra y lo demuestran así. La desesperación se mezcla con la crueldad y se lleva al campo de batalla. Y nadie da la vida de esta forma por intereses ajenos.

 

Contexto global

Como he dicho, tenemos en ciernes una guerra de intereses entre Estados Unidos y Rusia por el control de la región. En realidad Rusia no está haciendo gran esfuerzo por prevalecer. Pero los errores políticos de Estados Unidos han ido poniendo en bandeja una serie de situaciones que la han beneficiado. Hoy por hoy Rusia es la principal valedora del presidente Bashar Al Assad, que gobierna en Siria. La única base militar en el exterior que tiene Rusia ha servido para que el gobierno de Al Assad no haya sido barrido por la revolución de colores que vivió el país en 2011 y la guerra consiguiente.

De igual modo, con los años, Irán se ha ido acercado a los intereses de Rusia. Con el anterior presidente Ahmadinejad, Irán se convirtió en una potencia regional a tener en cuenta. Pero su política agresiva amenazaba con arrastrar el país a la guerra con los Estados Unidos, cosa que ciertos sectores no querían de ninguna manera. Las formas menos agresivas y más conciliadoras del presidente Ruhani, han hecho que en parte se levante las sanciones económicas que lastraban el país por parte de Occidente. Pero eso no ha acercado políticamente a Irán a Europa y Estados Unidos. Irán sabe perfectamente quiénes son sus aliados estratégicos: Rusia y China. De manera que intenta entrar en el bloque euroasiático que conforman estos dos grandes países.

Precisamente la entrada de China en escena en el juego no ha sido inocua. Ha tenido el efecto de hacer cambiar las lealtades. Desde hace unos años China se ha convertido en el principal importador de petróleo de Arabia Saudí. Y no es casual que también desde hace aproximadamente el mismo tiempo la política del reino de los Saud haya sido más “independiente” de los Estados Unidos. En estos últimos años los árabes han hecho varios desplantes contra los gobiernos europeos y americanos, que los han llegado a meter en alguna crisis diplomática. No es casual que en los medios de comunicación occidentales aparezcan cada vez con mayor frecuéncia noticias e informaciones sobre Arabia Saudí, cosa que prácticamente nunca ocurría en los años 80 y 90. El desapego cada vez es mayor.

La política energética de Obama, al intentar explotar el combustible fósil norteamericano mediante el fracking, ha hecho a los Estados Unidos más autónomos respecto al crudo saudía. Y por el otro lado la creciente voracidad del coloso chino ha hecho que sus importaciones crezcan y crezcan cada año. Todo esto se traduce en un proceso de cambio. Arabia, problablemente no acabará aliada a China. Tiene de momento otras preocupaciones. Como la de extender Yijad, de la que es principal financiadora.

Y Arabia tiene un serio conflicto de intereses con Irán. La oleada de guerras actuales tiene mucho que ver con la guerra política entre estas dos potencias regionales. No quieren enfrentarse directamente y se van enfrentando en terceros países, de igual modo que la URSS y los Estados Unidos llevaron a cabo la Guerra Fría. Arabia utiliza la Yijad, e Irán las milicias chiítas, como por ejemplo Hezbollá o ahora los milicianos chiítas de Irak. Ambos tienen sus aliados en el terreno y sus detractores. De este enfrentamiento llevar a cabo una política independiente se vuelve bastante complicado. En estas están los kurdos, con su proyecto nacional y social, o los auténticos revolucionarios en otros países, que no pasan por su mejor momento.

Israel juega un papel diferente. Se trata de un guardián de la región. Aliado occidental, también tiene sus momentos de actuación autónoma sin rendir cuentas a nadie y a veces incluso contrariando los intereses norteamericanos. La alianza estratégica entre Israel y la monarquía saudita mantuvo la región pacificada hasta recientemente. Ambos han sido los bastiones del capitalismo en el territorio que fue amenazado en los años 60 por el socialismo árabe y panarabista de Nasser y otros, por Muammar El Khaddafi, o por los comunistas. Luego vimos que el socialismo árabe no era tan socialista y que el movimiento comunista se hundió.

 

Siria

Comenzamos con este país, puesto que es el que lleva en guerra más tiempo. Su conflicto comenzó en 2011 cuando estalló la Primavera Árabe. La Primavera Árabe había derrocado los gobiernos de Egipto y Túnez, y ahora se extendía a Siria y Yemen. Amenazaban con derrocar también a estos regímenes autoritarios (que sin embargo celebran elecciones pero autoritarios lo son) y como estos gobiernos lograron resistir ambos conflictos acabaron en guerra.

Estados Unidos tenía a Siria en su punto de mira desde 2001. Siria siempre era uno de los tres “estados terroristas” de los que hablaba George Bush, junto con Irán y Corea del Norte. Por tanto estaba cantado que habría alguna operación contra este país. De tal forma cuando estalló la primavera árabe a alguien se le ocurrió que también se podría aprovechar para organizar una “revolución de colores”, es decir, provocar un cambio de régimen mediante las protestas controladas e impulsadas por una oposición favorable a los intereses occidentales.

Las revoluciones de colores funcionaron para cambiar los gobiernos en Ucrania y en una serie de países del Asia Central. Ahora se repetiría la operación con Siria y Libia, dos países enemigos de Occidente. Se supo más tarde el papel central que tuvieron los Hermanos Musulmanes en las primaveras árabes. Este partido de tendencia islamista moderada y democrática fue utilizado como arma para cambiar los regímenes de Oriente Medio y ponerlos al servicio de Occidente. Estaba financiado por Qatar, país del golfo Pérsico de inmensa fortuna. Qatar en este caso también quiso derrocar al régimen sirio porque querían controlar sus gasoductos y oleoductos.

El caso es que las protestas derivaron en una guerra abierta. Había agitadores profesionales tanto afines a la Hermandad Musulmana (controlados por Qatar y Turquía), como integrantes de los servicios secretos occidentales. Pero las protestas también desembocaron en un proceso revolucionario. Muchos barrios y pueblos fueron controlados por comités populares que comenzaron a controlar su territorio.

Pero la toma de territorios también produjo la paulatina entrada de combatientes mercenarios y aventureros por Jordania y Turquía, que al principio estuvieron a cargo de Qatar y de Turquía, pero también de Francia y Gran Bretaña. En esta primera etapa Israel y Arabia Saudí permanecían como espectadores, colaborando pero sin tener un papel primordial. El soborno de ciertos generales y oficiales del ejército sirio provocó defecciones numerosas de soldados suníes, que ahora se ponían al servicio de la revolución. Pronto se creó el Ejército Libre de Siria y más tarde un gobierno provisional en el extranjero.

Pero el gobierno sirio logró resistir. Se encerró en las ciudades y abandonó el campo que fue tomado por las milicias [ver análisis de la Revista Amor y Rabia. pdf]. Siria comenzó a recibir apoyo militar de Rusia. Y así sobrevivieron el año 2012, con grandes reveses pero aguantando. Los partidarios del gobierno generalmente se concentraban en las regiones pobladas por las minorías cristiana, drusa y chií. Sus detractores predominaban entre la mayoría sunní.

El año siguiente la guerra pasó a mayores. Las ofensivas estaban mejor realizadas, con mejor material bélico y con un mayor número de tropas implicadas. El ejército sirio se había rehecho, y el ejército Libre era cada vez más grande. En este momento iban entrando en el país poco a poco yijadistas que iban contratando los gobiernos de Arabia, Qatar y Turquía. Buscaban tener un ejército miliciano capaz de derrotar al gobierno sirio. Ya no bastaban mercenarios. Ya no se alistaban nuevos voluntarios locales en los números necesarios, de manera que había que traerlos de fuera. Los primeros “voluntarios” fueron los 1500 condenados a muerte en Arabia Saudí. Más tarde enviaron a todos los islamistas radicales de la península arábiga que pudieron reclutar. Y cuando el flujo de personas se paraba, se añadían nuevos países. Islamistas de Libia, de Túnez, de Egipto, de Jordania... incluso palestinos.

De esta manera se fue ahogando la revolución política en el país. Los revolucionarios iban siendo apartados de todos los frentes. Los sustituía una horda de fanáticos dispuestos a todo. También poco a poco comenzaron las ejecuciones de los líderes militares laicos, los que no se plegaban a las órdenes de los islamistas. El control pasó a manos de la Yijad. Y la Yijad comenzó en el verano de 2013 un ataque sistemático contra el territorio kurdo. De esta manera entró en el juego el PYD (partido hermano del PKK del Kurdistán turco) y sus milicias YPG e YPJ (una milicia de mujeres kurdas).

Los kurdos hasta ahora habían intentado permanecer al margen del conflicto. Formaron milicias de autodefensa para controlar su territorio, y se dedicaron a llevar a cabo un proceso de transformación social y cultural. En cuanto dominaron su territorio pusieron al frente una nueva administración kurda en marcha. Y cuando la Yijad les atacó, se defendieron. Las milicias fueron creciendo y ganando experiencia. Contaban con bastantes milicianos fogueados en Turquía que habían luchado con el PKK. Lograron derrotar todos los ataques que se les hicieron, y comenzaron a conquistar todos los territorios de mayoría kurda que pudieron, que llaman Rojava. Cuando los tuvieron establecieron tres cantones que permanecen con islotes independientes. En el Kurdistán sirio funciona una especie de administración democrática y revolucionaria basada en el confederalismo democrático de Abdullá Oçallan, el líder del PKK encarcelado en Turquía. Son el territorio más libre de Siria ahora mismo, y es célebre por sus numerosas milicianas que combaten codo a codo con los hombres, cosa que contrasta con el machismo imperante en la región. De hecho son la única fuerza de izquierdas que controla un territorio (considerar a Al Assad de izquierdas, por mucho que se diga anti-imperialista y sea apoyado por los comunistas sirios, es una exageración). La revolución kurda sigue su curso hoy en día, e incluso comienza ya a extenderse por Irak.

Pero el año 2013 también vio la entrada en el conflicto sirio de Hezbollá. Este partido-milicia decidió apoyar al gobierno sirio militarmente. Enviaron varios miles de milicianos, y pronto marcaron la diferencia. Al parecer las tropas de Hezbollá tienen una preparación militar muy competente, y fueron utilizadas de tropa de choque en varios combates importantes. Los sirios gubernamentales recuperaron amplios territorios durante este año.

Como la línea que tomaba la guerra en Siria parece ser que no le gustaba a los Estados Unidos, en septiembre del año pasado urdieron un montaje basado en una explosión con armas químicas. Los rusos fueron capaces de desactivar todo el montaje y ofrecieron una salida diplomática que salvó la cara incluso a los americanos, que habían hecho el ridículo. Siria se salvó de la intervención internacional.

Desde finales del año pasado en el campo islamista, iba destacando una formación llamada Estado Islámico de Irak y de Siria (EIIS o EIIL, por Levante, que es el nombre que usa Siria). También se la conoce por sus siglas en ingés, ISIS; o en árabe, daaesh. Cuando el año pasado se produjeron 8 fugas enormes de presos en Irak, Pakistán, Libia, Túnez... Eran fugas muy sospechosas, ya que se produjeron en la misma temporada. Era obvio que alguien había orquestado todo esto. Se le echaba la culpa Al Qaeda, pero estaba la operación orquestada por Arabia Saudí. Algunos acusan a Bandar Bin Sultan, uno de los hombres más poderosos de Arabia y jefe de los servicios de inteligencia saudíes de ser la cabeza de Al Qaeda. El caso es que Bin Sultan estaba a cargo de la guerra sucia en Siria.

Por otra parte el golpe de estado en Egipto del general Al Sisi, dio la puntilla a los Hermanos Musulmanes. Esto produjo una crisis política en Qatar. La via del islamismo democrático quedó cerrada definitivamente. Qatar se fue apartando discretamente de la guerra en Siria.

A comienzos de este año se desataba una guerra en la retaguardia del bando rebelde. No se entendía este movimiento egoísta y suicida, dado que podía provocar la victoria del bando gubernamental. Pero hemos visto en el trascurso de los meses que se ha consolidado en un amplio territorio un ejército serio, el EIIS. Hasta ahora el bando rebelde era una coalición inestable de hasta 800 grupos de milicias distintos.

Foto: Desfile militar de ISIS en la ciudad de Raqqah. En Siria

El EIIS en Siria está conformado por una pléyade de combatientes extranjeros de todo el mundo. Hay chechenos y daguestaníes. Hay pakistaníes, tayicos, chinos musulmanes, uzbekos, indonesios, malayos. Hay muchos integrantes de los países del golfo Pérsico, de Libia, de Túnez, de Egipto, de Marruecos. Pero también hay europeos y norteamericanos. Sirva de ejemplo que hace unos días detuvieron a dos chicas de Melilla por intentar unirse a la Yijad. Se dice que combaten en Siria e Irak hasta 10.000 ciudadanos europeos. De hecho preocupa la actual oleada de manifestaciones a favor del Estado Islámico en lugares como Ámsterdam, Manchester o Berlín. Los musulmanes de Europa se están inclinando por la Yijad, cosa que traerá serios problemas en el futuro. Sobretodo preocupa el retorno de todo este contingente. Como este rocambolesco caso, en el que un grupo de 6000 yijadistas tunecinos fue expulsado de Turquía y acabó en Italia. Y todo esto hace unos días solamente.

Pero la Yijad es el gran monstruo que ha provocado la situación siria. Es el ejército concebido estratégicamente por los EEUU y Arabia Saudí para enfrentarse eventualmente con Irán, en caso de que ganasen las guerras de Siria e Irak. Pero en los últimos tiempos parece haber tomado un camino autónomo, sin hacer mucho caso de las condenas internacionales, provocando un distanciamiento de Arabia Saudí, y los bombardeos actuales de los aviones de EEUU. Curiosamente los yijadistas no hacen nada contra Israel, ahora que está atacando Gaza. Todos sus esfuerzos se centran en consolidar el Estado Islámico en Siria e Irak. Esta situación da lugar a no pocas teorías de la conspiración.

Foto: Manifestación islamista en Berlín

Quien más sufre la guerra es, lógicamente, el pueblo sirio. Hoy ya se calcula en unas 170.000 personas muertas y existen más de 7 millones de personas desplazadas por el conflicto, una buena parte repartida por los países de la zona. Por ejemplo el Líbano tiene un problema serio respecto a la cantidad de refugiados, ya que éstos representan ahora casi una cuarta parte de la población del país. Los campos de refugiados en el extranjero fueron lugares de reclutamiento de milicianos rebeldes. Era lógico que existía un odio contra Al Assad, en especial entre la población sunní. Pero con el tiempo este flujo se ha ido acabando también.

El conflicto ha superado las fronteras del estado sirio. Se ha extendido a Irak y el Líbano, y ha hecho que Jordania y Turquía se vayan replanteando su apoyo total a los rebeldes. De hecho se ha producido un retraimiento de estos dos estados. Sin embargo hasta hace muy pocas semanas Turquía seguía permitiendo el paso de yijadistas por su territorio. Algunos bien armados. E incluso cruzaban la frontera auténticos convoys con varios tanques que pasaban desde Turquía a Siria. Parece ser que Turquía ya se quiere quitar de encima a todos los yijadistas y los envía a Siria. En primavera participó directamente en la operación de invasión de Latakia en la costa siria. Los rebeldes cruzaron unos kilómetros de Turquía para sorprender a los soldados sirios en su retaguardia. Esa operación no llegó a buen puerto, y los sirios reconquistaron el territorio perdido, infrigiendo fuertes pérdidas a los rebeldes, lo que también ha contribuido a que los turcos se vayan retirando discretamente del escenario. Hay que decirlo, se trató de toda una invasión desde suelo turco contra Siria. Si esto lo hubiera hecho Siria, la comunidad internacional ya la habría invadido. También Israel ha llegado en ocasiones a bombardear territorio sirio para proteger a los rebeldes. Pero los sirios bastante tienen con ganar la guerra en la que están metidos como para atacar Israel.

En estos momentos los principales actores son tres. El gobierno de Al Assad con su ejército, sus milicias voluntarias y su gran aliado, Hezbollá; el Estado Islámico que está ganando la batalla a todos los grupos rebeldes y que en unos meses será seguramente la única fuerza que se enfrente con el gobierno; y los kurdos, que controlan el norte del país, y que se enfrentan tanto a los yijadistas como al gobierno.

Mapa: Territorio controlado por el Estado Islámico. En rojo oscuro.

No sería descartable un pacto entre el gobierno sirio y los kurdos a medio plazo. Sin embargo tendría que mediar Irán en el proceso, y es bastante anti-kurda. De todas formas si la guerra dura años quizá los kurdos puedan asentarse definitivamente. Otra de las claves está en qué fuerza real tiene el Estado Islámico y si será capaz de mantener el impulso que tiene ahora. Se ha granjeado tantos enemigos que en cierto momento no dará abasto. Finalmente decir que el gobierno sirio sigue aumentando sus conquistas, y está llevando a cabo la toma de territorios cada vez más complicados. Continua ganando la guerra. Pero muy lentamente. Su fuerza aérea está produciendo auténticos estragos entre los islamistas. Por último Hezbollá se ha mostrado como el ejército más potente de la región.

 

Irak

El segundo conflicto a analizar es el de Irak. No hablaré del 2003 más que para indicar que el derrocamiento de Saddam Hussein abrió poco menos que las puertas del caos de par en par. La larga guerra de resistencia árabe contra los ocupantes norteamericanos fue creando el embrión de una milicia vinculada a Al Qaeda, que ha ido tomando forma más concreta últimamente. Tanta es la frustración de la población sunní que no dudan en unirse a las milicias yijadistas. Han ido miles de milicianos a Irak. Y ahora es Irak el propio campo de batalla.

Evidentemente la resposabilidad no sólo es de Al Qaeda. El Estado Islámico no debiera tener partidarios en una sociedad libre. Irak no lo era. Gobernaban desde la invasión norteamericana los líderes de la mayoría chií, que repartían sus lealtades entre los EEUU e Irán, según soplara el viento. La corrupción es endémica, y los asesinatos frecuentes. Irak era ya uno de los países más violentos del mundo, y eso que no había una guerra formal. Pero desde mediados del año pasado la violencia creció más de lo habitual. Varias tribus árabes se aliaron con el Estado Islámico de Irak y de Siria. Algunos volvieron de Siria para sentar las bases de la nueva milicia.

En junio de este año lanzaron la ofensiva. Tanto si es una operación preparada desde Arabia Saudí para derrocar el gobierno de Al Maliki (pro-iraní) como si se trata de una rebelión islamista de la población sunní, el caso es que se produjo al poco de celebrarse las elecciones iraquíes. El momento fue bien escogido, ya que después de las elecciones el poder quedó en el aire por impugnaciones y el desgobierno. Esto debió animar a varios líderes más de otras tribus árabes para aliarse definitivamente con Al Qaeda.

La ofensiva fue imparable. Tomaron rápidamente la zona del Eúfrates, y después se lanzaron sobre Mosul. En esta ciudad, la segunda más grande de Irak, el ejército se desintegró. En un par de días los yijadistas tomaron la ciudad, lo que conmocionó el mundo. Y rápidamente se lanzaron sobre otras ciudades, como Tikrit o Samara, amenazando con caer sobre Baghdad. El pánico se apoderó de todos. El ejército se había hundido. Se supo que algunos oficiales sunníes se habían unido a los islamistas.

Pronto se formó una milicia pro-gubernamental organizada por los chiíes. Irán envió una delegación militar, que ha comenzado a dirigir el esfuerzo de guerra de Irak. Y le devolvió los aviones que “guardaban” desde que en 1991 Saddam Hussein enviara toda su fuerza aérea a Irán para salvarla de la destrucción durante la Guerra del Golfo. Rusia envió varios aviones más, en lo que fue un apoyo claro al bando gubernamental. Y es que el gobierno de Al Maliki muy probablemente busque a los rusos como aliados en el futuro. Siria también bombardeó varias posiciones islamistas en Irak. En estos tiempos las fronteras tienen menos importancia que nunca.

Otro factor, del que no he hablado son los kurdos. El Kurdistán iraquí vive desde 2003 en una situación de independencia de facto. Gobiernan sobre un territorio que tratan como propio y que incluso han comenzado a exportar su petróleo. Les ha costado mucho esfuerzo, pero finalmente han conseguido que Turquía acepte convertirse en su salida natural hacia los mercados internacionales. Y es que en el Kurdistán iraquí, Bashur, en kurdo, gobierna un partido que es pro-turco y que representa intereses de los Estados Unidos y de Israel en la zona. El principal partido de la oposición kurda, por su parte, representa los intereses de Irán. Y entre los dos han gobernado el Kurdistán sin dejar meter baza a ninguna fuerza revolucionaria del estilo del PKK, que ha tenido que conformarse hasta ahora con permanecer acantonada en las montañas del Qandil, una zona fronteriza entre Irak, Turquía e Irán donde están las bases del PKK.

De esta forma en cuanto estalló la revuelta sunní/yijadista (se puede decir que es las dos cosas a la vez) el Kurdistán envió a sus fuerzas militares, los Peshmergas, a tomar todo el territorio que reclamaba históricamente el Kurdistán en Irak y que aún permanecía en manos del gobierno central. Así tomaron la estratégica ciudad de Kirkuk, con sus pozos de petróleo y sus oleoductos. La región del Kurdistán controlada por los kurdos creció de golpe un 40%.

Si el Kurdistán ha permanecido semi-independiente hasta ahora, ha sido porque nunca han querido proclamar la independencia de forma unilateral. Los gobiernos kurdos han sido cuidadosos de no enemistarse con sus aliados turcos, norteamericanos o israelíes. Pero ahora se daba un escenario nuevo. Ya no había muchas excusas. La Yijad había estallado e Irak se sumía en la guerra civil. La población kurda celebró esta situación entendiendo que era el momento que habían esperado toda la vida. Pero el presidente kurdo Barzani, se negó a declarar la independencia, erosionando su imagen por el momento.

Mapa: el Kurdistán kurdo. En rojo oscuro el territorio controlado antes del conflicto de junio. En rosa, el territorio conquistado desde entonces

Los últimos acontecimientos en Irak indican que por un lado se está formando un gran ejército iraquí basado en las tropas chiítas, en las demás minorías y en algunas tribus y poblaciones sunníes que no desean la Yijad. Se reclutaron no menos de 60.000 voluntarios en junio y probablemente una cifra similar en julio. Los iraníes enviaron algunos agentes a ayudar a organizar y comandar este ejército y Hezbollá apareció nuevamente para encuadrar militarmente a la milicia. Hezbollá es vista con mucho respeto y admiración por los chiítas dado su papel importante en Siria. Desde Siria también llegó la milicia formada por voluntarios chiítas iraquíes que habían estado combatiendo en suelo sirio. Son fuerzas altamente motivadas y entrenadas.

Pero el enorme avance del Estado Islámico es difícil de revertir a corto plazo, puesto que cuentan con el apoyo tácito o decidido de la población sunní que lo ve una forma de oponerse al gobierno de Baghdad.

En las últimas semanas se ha desatado una ofensiva islamista contra el territorio kurdo y turcómano. Esto ha provocado la entrada en la guerra definitivamente del Kurdistán, que hasta ahora intentaba permanecer al margen. Se trata de un hecho clave para el desarrollo de la guerra. Pero ha ocurrido lo que nadie esperaba. La desgana con la que había actuado la milicia Peshmerga kurda hasta ahora, provocó una derrota espectacular en la población kurda de Sinjar. Las imágenes de 50.000 kurdos de religión yezidi (zoroastriana) vagando por unas montañas sin agua ni comida han dado la vuelta al mundo. Han muerto miles de personas de inanición. Y los islamistas han asesinado por lo menos a 3000 personas.

Foto -> población Yezidi de Sinjar huyendo por las montañas.

Los islamistas se encontraron con una victoria fácil, y avanzaron todo lo que pudieron. Llegaron a la frontera con Siria y amenazaban con entrar en Rojava, el Kurdistán sirio. Entonces llegó la reacción. Las fuerzas revolucionarias del PYD, y sus milicias YPG e YPJ entraron en Irak. El contraataque destrozó a los yijadistas, y prácticamente han recuperado Sinjar. YPG ha salvado a varias decenas de miles de yezidis, y ha enviado a unos 20.000 a Rojava mientras resuelven la situación.

Otro movimiento inesperado fue el del PKK. Sus milicias HDP (de hombres) y YJA-Star (milicia de mujeres) han salido por fin de las montañas de Qandil y han llegado tanto a la zona de Sinjar como a Mexmur, otra región kurda atacada por los islamistas. En sus esfuerzos combaten codo a codo junto a los Peshmergas. Muchos de ellos ahora se están uniendo a estas tropas revolucionarias, dado que su gobierno no da la talla ante esta delicada situación. Además los revolucionarios han creado una milicia autónoma formada por cientos de voluntarios de Sinjar. Incluso el partido hermano del PKK y del PYD, pero para el Kurdistán iraquí, acaba de proclamar la creación de su milicia. Veremos en el futuro cambios drásticos en el Kurdistán.

Los Peshmerga comenzaron a atacar la zona de Mosul, tomando nuevos pueblos habitados por kurdos y turcómanos. Pero los cristianos de la región se quejan del autoritarismo de la ocupación kurda y a su vez reclaman la independencia o la autonomía. Aunque viendo lo que hacen los islamistas, casi mejor estar con los kurdos. Es una situación complicada, puesto que los islamistas aún pueden dar una sorpresa, como así lo muestra la reciente toma de la presa más importante de Irak, que es la fuente de agua más grande del país.

Todo este caos en el norte de Irak ha provocado dos reacciones. Por un lado por fin los americanos han "hecho algo" por Irak. Comienzan los bombardeos sobre las posiciones de los islamistas. Imagino que por poco tiempo. Estados Unidos actúa bajo pedido expreso de Barzani, presidente del Kurdistán que ve ahora su prestigio por los suelos y siente la necesidad de "hacer algo". Por otro lado Turquía e Irán han atacado a los kurdos revolucionarios en las montañas. No ha sido casual. Si a estos países ya les cuesta tolerar un Kurdistán bajo control de la nueva burguesía kurda, imaginemos lo que deben pensar si encima los kurdos hacen la revolución, porque ahora es probable que los territorios liberados por las tropas revolucionarias elijan sus administraciones a la forma en que lo ha hecho el Kurdistán sirio.

Lo que más me llama la atención es el comportamiento del Estado Islámico. Están llevando a cabo atrocidades contra todas las minorías. Ejecuciones de masas, decapitaciones, latigazos en la calle... hasta venden a personas como esclavas, mujeres y niñas después de asesinar a sus maridos. Han instituido castigos medievales que chocan con lo que entendemos por guerra moderna. Pero el terror es muy poderoso y hace que si las tropas enemigas no están totalmente seguras de la victoria, lo más probable es que salgan corriendo. Y así ha ocurrido en numerosos pueblos, que han caído sin un disparo.

Pero a la vez, este comportamiento puede producir un efecto boomerang, ya que los odios que están generando no harán que sus enemigos sientan mucha piedad a la hora de liquidarlos. En estos momentos combaten en Siria contra los rebeldes, los kurdos y el gobierno sirio. En Irak combaten contra el gobierno, los chiíes, Irán, Hezbollá, y los kurdos. Suena a que se han hecho demasiados enemigos demasiado pronto. Todos buscan ahora una alianza de todos contra los islamistas y ésta se está comenzando a producir. Incluso entra en escena Estados Unidos, que ya veremos qué hace. Lo más probable es que rechace implicarse en una guerra de resultado tan incierto como esta.

Otro efecto secundario que ha provocado la situación en Irak es que Jordania haya retirado su apoyo formal a los rebeldes sirios, que ven como el frente sur se va hundiendo poco a poco ante las tropas sirias. En una ciudad jordana han tenido lugar manifestaciones a favor del Estado Islámico, por lo que el país está en alerta y se aleja de los conflictos internacionales.

 

Líbano

 

Arsal está arriba a la derecha, en verde claroSi parecía pequeño el caos sirio e iraquí, ahora se añade una situación de conflicto bélico en Líbano. Este país lleva años sin un gobierno estable. De hecho la inestabilidad lleva desde 2006 cuando Israel se enfrentó con Hezbollá y ésta aguantó muy bien el tipo. A partir de entonces la milicia chií, se convirtió en la principal fuerza armada del Líbano, por encima del propio ejército nacional.

La guerra de Siria provocó que desde el año pasado Hezbollá esté enviando miles de milicianos a combatir. Ahora incluso los está enviando a Irak, a combatir contra el Estado Islámico y a dirigir los esfuerzos del nuevo ejército iraquí. Por tanto esta milicia era sumamente odiada por los islamistas sunníes de todas las tendencias. Desde hace un año arrecian los ataques terroristas contra sus partidarios y representantes. En especial en el norte del país, que es un territorio poblado por musulmanes sunníes.

Pero la guerra siria ha salpicado definitivamente al Líbano. En las montañas del Qalamoun, que dibujan la frontera entre Siria y el Líbano se refugiaba un contingente de unos 4.000 (otras fuentes dicen 10.000) milicianos. Se adscribían sobre todo al Frente Al Nusra, que es otra rama de Al Qaeda en Siria. Ahora Al Nusra ha proclamado otro califato islámico en Siria, a ver si consiguen consolidar algo de territorio como ha hecho su rival iraquí.

Mapa. El municipio de Arsal está arriba a la
derecha, en verde claro.

El caso es que el ejército sirio comenzó este mes unas operaciones destinadas a limpiar las montañas, puesto que la presencia de esta milicia hacía peligrar la estabilidad en la zona. El ejército sirio era apoyado por Hezbollá que podía actuar a ambos lados de la frontera. Pero la situación dio un giro nuevo, cuando los islamistas (aproximadamente la mitad de la milicia) cruzó la frontera y tomó un municipio entero, que se llama Arsal. Se trata de uno de los municipios más extensos del Líbano y está poblado por sunníes. También tiene un número grande de refugiados sirios de religión sunní. En resumidas cuentas, esta toma provocó que se unieran a los yijadistas entre 1000 y 1500 voluntarios locales.

El ejército libanés tomó cartas en el asunto enviando el grueso de las tropas. Hezbollá se retiró discretamente del escenario, para no dar pie a que se hable de una guerra entre chiíes y sunníes. El ejército libanés está compuesto predominantemente por sunníes, comandado por cristianos y drusos. Tras una semana de ocupación el ejército libanés finalmente entró en Arsal. Sin embargo ahora hay miles de milicianos islamistas armados en las montañas del Líbano. Veremos si no estalla además Trípoli, la capital sunní en el Líbano. De momento parece que el brote está controlado. Los islamistas son relativamente pocos y ahora están atacados por todas partes. Su operación ha terminado en derrota.

Francia y Arabia Saudí se ofrecieron a enviar ayuda militar y económica al Líbano. Se suceden las declaraciones de apoyo al gobierno de Irak (las acciones de apoyo son mucho más escasas). Pero a Siria nadie la apoya. Es probable que si Ajmadinejad siguiera en el poder estaría implicándose en estos conflictos de manera más clara y decidida. Pero Irán, aunque de forma bastante discreta, sí que está apoyando a sus aliados. Esta situación en Líbano ha colocado al ejército del país directamente como aliado de Hezbollá y del ejército sirio.

 

Palestina

Y llegamos finalmente al conflicto de Gaza. Este es el que ha seguido mayoritariamente la población occidental, así que no me extenderé tanto. Se trata de un larguísimo conflicto que estalla cada cierto tiempo. En este caso la milicia Hamas ha desempeñado el papel principal.

Antigua aliada de los Hermanos Musulmanes, Hamas tuvo un momento de enfrentamiento con el gobierno sirio. Llegó a enviar voluntarios a Siria. Pero el cambio en el gobierno Egipcio la aislaron políticamente. Al enfrentarse a Siria habían perdido el apoyo de Irán. Pero durante un tiempo habían recibido ayuda del Egipto gobernado por los Hermanos Musulmanes, desde el gobierno de Mursi. Cuando este gobierno fue derrocado por los militares, Hamas perdió todos sus valedores. De manera que no tuvo más remedio que volver al redil y pedir ayuda a Irán. Con esto tenía que retirar a su gente de Siria.

Israel por su lado no quiso implicarse en demasía en los conflictos de la zona. Apoya a algunas facciones de los rebeldes sirios, pero no va a apoyar en ningún caso nada parecido como el Estado Islámico. Apoya a los kurdos de Irak, de la facción de Barzani. De hecho el primer envío de petróleo kurdo fue a parar a Israel.

La extrema derecha israelí exigía desde hacía tiempo una guerra contra los palestinos. Su objetivo no es otro que exterminarlos, o hacer que se vayan por su propia voluntad de Palestina. De manera que hacen invivible sus vidas. Pero esto no desanima a los palestinos, que se radicalizan cada vez más. De forma que Al Fatah fue sustituída por Hamas. Y ahora hay un brazo de Al Qaeda que comienza a tomar forma también en Gaza.

El gobierno israelí de Netanyahu decidió provocar la guerra. Para ello utilizó un causus belli bastante sospechoso, como fue el secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes. Luego se demostró que no fue Hamas quien los había secuestrado. Pero daba igual, se trataba de una excusa para desatar la guerra.

Comenzaron los bombardeos, que duraron semanas. Y como Hamas se había estado preparando para este momento tenían misiles. Muchos misiles. Hamas lanzó los misiles sobre Israel, con muy mala puntería, pero indicando que estaba dispuesta a llegar hasta el final. Y en estas semanas no se les han terminado los misiles. Se lanzan desde cualquier sitio, túneles, casas, patios, etc. Y los han ido introduciendo a través de una amplia red de túneles que van desde Egipto a Gaza. La victoria moral es evidente cuando a Israel no le queda más remedio que entrar en la franja de Gaza. Los palestinos estaban esperando este choque con muchas ganas. 150 soldados israelíes han caído hasta el momento.

Este número de bajas, y el hecho de que a Hamas parece no importarle que el enemigo haya provocado casi 2000 palestinos muertos (400 niñas y niños entre ellos) y siguen con su guerra particular lanzando misiles sobre suelo israelí. Cuanto más dura el conflicto peor imagen da Israel. Menos aliados le quedan. Más crece la disidencia interna contra el sionismo. Más probabilidades hay de que esa disidencia crezca también en el ejército. Los grupos revolucionarios tanto en Israel como en Palestina son desgraciadamente una ínfima minoría.

De manera que igual que en 2006 con Hezbollá, el ganador moral de esta guerra es Hamas. Una Hamas nuevamente volcada hacia Irán.

 

Escenarios

Como vemos existe una clara alianza encabezada por Irán, que incluye el gobierno sirio, el gobierno iraquí, al ejército iraquí, y a la milicia Hezbollá. Ahora quizá comience a acercarse también Hamas. Pero también Irán representa la “patria” de los chiíes del mundo, como los que pueblan Bahrein, Qatar o Yemen. La guerra de Yemen también tiene sus combatientes chiíes, su Al Qaeda y sus independentistas. Es otro punto del caos en el que está sumida la región.

Contra este bloque de poder que amenaza con controlar Oriente Próximo, se alzan los intereses de Arabia Saudí. Tienen una serie de aliados como Israel, Kuwait o los Emiratos Árabes. Pero sobretodo la verdadera fuerza de choque es el Estado Islámico, que han estado financiando durante años. Ahora es el único ejército que puede poner en peligro la hegemonía de Irán en la región.

Por si este equilibrio fuera poco ahora Egipto también mira a Rusia como aliado estratégico. Rusia se oponía a la guerra de Libia, pero ésta se llevó a cabo a pesar de sus protestas. Y Libia terminó siendo otro país en descomposición, en un caos total. Los militares de Egipto eran conscientes de que el país se estaba islamizando rápidamente, y decidieron deponer por la fuerza el gobierno de Mursi. Pero como un golpe de estado no es muy popular hoy en día, fueron condenados por occidente, que parecía agusto con los Hermanos Musulmanes gobernando los países musulmanes. De manera que el único país que apoyó la nueva dictadora fue Rusia, pensando que lo que hacía falta era mano dura. Y mano dura fue lo que ha llevado a cabo el dictador Al Sisi. Ha destruido las bases de los islamistas de la península del Sinaí. Y prosigue su lento encuadramiento al lado de Rusia, y eventualmente de Irán.

Si existe este caos en Oriente Próximo es precisamente porque Estados Unidos está en plena decadencia. Si hubiera demostrado la fortaleza de antaño ningún conflicto se hubiera enquistado de la manera en la que lo han hecho todos. Israel no es capaz de conseguir victorias militares contundentes. Arabia Saudí juega a veces contra los intereses de Estados Unidos. Qatar ha ido por libre totalmente. Turquía juega a acercarse a Rusia en algunas ocasiones, mientras está en la OTAN. Pero en la mayoría de los casos es un firme aliado de Arabia Saudí y de Israel y bien que lo demuestra.

Los tiempos caóticos en los que vivimos han resucitado el movimiento de liberación kurda. Es el problema más grande de Turquía y esto no ha hecho más que comenzar. La única solución es la concesión de la autonomía y la desmilitarización de la zona, cosa que no creo que Erdogan vaya ha aceptar por ahora. Pero los kurdos van ganando poder poco a poco y las victorias en Siria e Irak van en este sentido. En algún momento tendrán que sentarse turcos y kurdos a hablar sobre el futuro del territorio.

¿Y el Estado Islámico? Me temo que se ha hecho demasiados enemigos en muy poco tiempo. Ahora todos ellos conjuran y se alían para acabar con él. Es cuestión de tiempo que caiga. Salvo que sea firmemente apoyado por Arabia Saudí o alguno de sus aliados.

Respecto a la Revolución, por el momento solamente tiene lugar en una parte del Kurdistán. Veremos lo que suceda en los próximos meses en Irak, ya que la situación tiene posibilidades de estallarle en la cara a los kurdos neoliberales por su falta de apoyo a las minorías. Desde luego un Kurdistán socialista o confederalista democrático lo cambiará todo en la región y los kurdos serán tomados por una auténtica vanguardia revolucionaria internacional. ¿Terminará con ello el auge de los movimientos islamistas? La caída del comunismo dio pie a la aparición de los movimientos islamistas, que podrían ser colocados en la extrema derecha en lo social. Así que si hubiera una clara victoria de una revolución, por poco que dure, podría marcar el inicio de otros movimientos revolucionarios en la región que imitaran el modelo kurdo.

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