Autor: Iván Illich
Prólogo: Pedro García Olivo
En un tiempo en que la Escuela se universaliza sobre el cadáver de las distintas modalidades educativas no-occidentales, en que reduce a la mínima expresión las restantes instancias de transmisión cultural, con las que de algún modo competía, en que se sabe sin enemigo, sin paliativo, sin contrarresto, ídolo sin crepúsculo, autoridad incuestionable, la figura de Iván Illich cobra una importancia inusitada.