La derrota del Ejército fascista por el pueblo de Barcelona, el 19 de Julio de 1936, es uno de los mitos más arraigados de la historia de la Revolución social española. La “espontaneidad” de la respuesta obrera y popular al levantamiento militar fue catalizada y coordinada por los Comités de Defensa de la CNT. Esos comités fueron los núcleos del ejército de milicias, que delimitaron el Frente de Aragón en los días siguientes.