Según la prensa serbia, el grupo asumió la responsabilidad del ataque, que no causó víctimas, mediante el envió de correos electrónicos a varios medios de Belgrado.
En ese mensaje, los autores mostraron su solidaridad con sus correligionarios de Grecia y demandaron la liberación del griego Thodoris Iliopulos, detenido desde la “insurrección popular de diciembre pasado”, en referencia a los graves disturbios que vivió el país tras la muerte de un adolescente a manos de la Policía.
El ataque sólo causó leves daños materiales. Una ventana rota y daños en la fachada por el fuego.
En su comunicado, el grupo anarquista denunció el “proceso montado” contra Thodoris, y aseguró que “seguirán sus actividades hasta su puesta en libertad”.