Fumando espero, la huelga que yo quiero
Fumando espero, la huelga que yo quiero.
Hace unos días un conocido me decía tirando de refranero popular «no hay mal que por bien no venga». Maldito cretino. Hay males que solo son males y punto, píllate una peritonitis y me lo cuentas sino… Y en cuestiones sociales también, ya me pueden decir que tras no se qué guerra vino tal revolución triunfante y blibli y blabla… ¡¡Explícaselo a los muertos!! Toda guerra, desastre o hambruna deja un reguero de ellos…
Pero bueno, si es verdad que hay diversas formas de afrontar esos males, que están ahí y los vas a padecer guste o no. Y también es verdad que hay frases aún peores que se oyen estos días, como “a malos tiempos buena cara”...NO, MAL, a malos tiempos toca tener la cara que a uno le apetezca y le sea necesario tener, sobretodo porqué sino puede venir algún otro y partírtela por gilipollas. Pero no he venido aquí a hablar de refranes, mejor vuelvo a lo de afrontar males que aún se me abrirá la úlcera.
Mirad tal como yo lo veo estamos jodidas. Yo estoy jodido, vosotras estáis jodidas y en el futuro nos llamarán la generación de la jodienda. Dejando de lado que el mundo ya venía jodidillo (por decirlo suave) y que sigue igual con sus aguas contaminadas, los que se ahogan en ellas huyendo de la miseria, con sus dictadores más o menos disfrazados urdiendo una nueva matanza a perpetrar, etc. Dejando también a un lado el virus ese que amenaza con hacer una gerontoescabechina propiciada por la dejadez de esta sociedad con sus mayores (y también con sus chiquitos) y que se lleva también a otros por delante… Estamos aún más jodidas que eso. Nuestro idílico mundo capitalista, ese que debía lograr el bienestar y la armonía mundial, se ha ido a tomar viento a la farola como dicen por el sur.
Alguno vendrá a decirme que eso ya está bien, que qué hago lamentándome por ello, que si me he vuelto majara ya del todo. Calma, clama, no es eso, bueno esto último es probable pero os juro por las barbas de Bakunin que no pretendo yo defender el capital. Lo que pasa es que considerar que este se ha ido al carajo es muy precipitado, de hecho no es así para nada pero si tiene sus fisuras ahora mismo, el sistema, esa conjunción del poder político y económico, tiene pupita y más que va a tener. Por ello, a pesar de quedar como un ente enclenque que de un tosido se puede desmoronar, se está mostrando como un ser brutal, porqué necesita comer para curarse y pretende que nosotras pongamos la carnaza. Y esto es lo que me preocupa y a la vez aterra porqué, desengañémonos, nosotras las de esta parte del mundo vivíamos aún con todos nuestros problemas en una burbujita primermundista que ahora ha hecho ¡patapum!
“Oh pero, no estábamos tan bien” “pero el capitalismo nos condena a una vida de esclavitud en todas partes” que si que si, yo no lo niego que también me lo he estudiado y coincido, pero si vas a la del quinto y le preguntas te dirá que tan mal no vivía, básicamente porqué no es idiota y sabe que en otras partes se vive mucho peor, y por lo tanto la actual situación le produce un miedo atroz. Es una situación de incertidumbre total, yo ahora mismo no se si voy a cobrar algo este mes, o será al que viene, o nunca, o tendré que plantar lechuguitas en el balcón o devorar a los vecinos de enfrente antes de que me devoren a mi… ya veremos. No son situaciones que contemple como posibles, son simplemente fruto de esa incertidumbre que es a la que voy, y es que ante ella la mayoría de personas buscarán refugio en la opción que les de una mínima garantía de que, como poco, volveremos a donde estábamos o algo similar que por lo menos es conocido y no da un miedo que te cagas como el no saber. Claro eso supondría una rebaja brutal en derechos laborales, un endeudamiento público sin precedentes que ya veremos como se paga y ves a saber cuantas cosas más. No es un futuro muy halagüeño pero la seguridad es cómoda y calentita y para cuando esta sociedad esté hecha trizas hay quien solo necesitará proponerlo con puño de hierro para hacerse con el control.
Ante estas perspectivas a las personas que ya veníamos un poco concienciadas, que ya andábamos por ahí llorando por las esquinas porqué nadie nos escuchaba sobre los males del capitalismo, se nos presentan dos opciones. La primera es sencilla, no se hace nada, no se arriesga y se sigue con el plan trazado de ir logrando pequeñas victorias aquí y allá para que nuestra vida no sea un completo infierno. Es seguir como si la situación actual no fuese tan inusual. Seguir trabajando en nuestras organizaciones y colectivos a la espera de un momento más propicio cuando los astros de alineen, con sus “condiciones materiales” y esas mandangas, para hacer una intentona quizá no diría revolucionaria pero como mínimo si subversiva de gran envergadura que nos de algo más de prosperidad. Es una opción pero para mi presenta una pega terrible, no somos el único actor en juego, en una sociedad tomada por el miedo y la incertidumbre del mañana la reacción aparecerá, cuando lo haga lo hará con fuerza y si nos pilla estando a por uvas (o en discusiones filosóficas trasnochadas) nos pondrá finos. Y sinceramente no tengo ganas de vivir el resto de mi vida bajo la dictadura fascista de estos días.
Así que nos queda la otra opción, hacer algo. No será la revolución comunista por supuesto, creer que eso será de la noche a la mañana no son más que pajas mentales, pero si puede ser un pulso que de el brazo a torcer a los actuales poderes, que ahogue la más que posible reacción antes de que salga del cascarón, que genere unidad en esta sociedad partida y muerta de miedo porqué eso también da seguridad y puede fortalecernos y mucho para el mañana. Si dudamos y titubeamos en estos momentos, no tenemos nada más que hacer, es ahora cuando podemos ganarle alguna mano al sistema y sería ingenuo pensar que más adelante vendrán tiempos más propicios, no ha sucedido en el pasado y no sucederá en el futuro.
Por ello quiero agradecer mucho que se haya tirado adelante la Huelga de Alquileres, que esta haya sido extensiva a todo el estado y que la hayan acabado secundando tantas organizaciones diferentes. Porqué no será la revolución pero puede que si sea la palanquita que frene los engranajes del sistema y nos de un poco de aire para poder destruirlos mañana.
Y no podría acabar sin un mensaje a toda organización que se considere de izquierdas, revolucionaria, alternativa o lo que sea, sindical o política: Más nos vale ir preparándonos a seguir por la brecha abierta por los sindicatos y colectivos de inquilinas, porqué se acercan curvas y pronunciadas y como juguemos a especular sobre lo que vendrá y ni siquiera lo intentemos nos pegaremos un piño del que no levantaremos cabeza en décadas.
Salut.
Uno del charco.
- Inicie sesión o regístrese para comentar
Imprimir- 1716 lecturas
Enviar a un amigo












![Portal Anarquista norteamericano [inglés]](http://www.alasbarricadas.org/common/img/banners/infoshop.png)
![Portal Anarco-Comunista [internacional]](http://www.alasbarricadas.org/common/img/banners/anarknet.png)
![Portal Anarquista [inglés]](http://www.alasbarricadas.org/common/img/banners/libcom.png)
![Noticias para anarquistas [inglés]](http://www.alasbarricadas.org/common/img/banners/anarchorg.png)

![Cruz Negra Anarquista [Péninsula e Islas]](http://www.alasbarricadas.org/common/img/banners/cna.png)






