[EEUU] #PrisonStrike: Huelga de presos del 21 de agosto al 9 de septiembre

En abril de 2018 un grupo de presos de Carolina del Sur hizo público un llamamiento para una huelga de presos a escala de todo Estados Unidos, del 21 de agosto al 9 de septiembre: http://prisonstrike.com/. Desde entonces, presos en Delaware, Florida, Louisiana, Missouri y recientemente Carolina del Norte han expresado su apoyo a la iniciativa.  Algunas fuentes cifran en diecisiete los estados de la Unión en que hay presos dispuestos a unirse a esa huelga.

El colectivo La Llama Dentro - The Fire Inside ha difundido un fanzine en el que explica la convocatoria y en qué se diferencia de otras anteriores que también se convocaron bajo el lema #PrisonStrike.

Para este mes de agosto confiamos en que se desencadene un vendaval de resistencia y rebelión que cruzará las prisiones de Estados Unidos. La Voz de los Defensores Presos - Jailhouse Lawyers Speak (JLS), el Comité Para La Organización de los Trabajadores Encarcelados - Incarcerated Workers Organizing Committee (IWOC) y otros grupos de dentro y de fuera de las cárceles en todo el país nos hemos unido en otra llamada para la protesta a nivel nacional, que tendrá lugar del 21 de agosto al 9 de septiembre de 2018. Este es el tercer llamamiento en muchos años para una acción contra las cárceles a nivel de todo el país, y pensamos que resultará el más masivo e impactante.

Busque la abolición o la reforma, la excarcelación o el cambio de políticas, la lucha contra el encarcelamiento masivo made in Usa ha avanzado cuando ha consistido en acción directa dentro de las cárceles. En los últimos años la coordinación a nivel nacional ha niquelado el movimiento de resistencia de los presos. Un gran número de personas que en la actualidad se hallan en prisión se han movilizado en respuesta a distintos llamamientos, a pesar de las obstáculos para las comunicaciones y el gran riesgo de represalias. Este año el llamamiento ha tenido una gran difusión y ha encontrado receptividad en las redes externas de apoyo. Ignorarlo o no tomarlo en serio significaría dejar la orientación del movimiento contra la encarcelación masiva en manos diferentes de las de quienes lo sufren inmediata y directamente.

 

La Llama Dentro fue inspirado por la huelga nacional del 9 de septiembre de 2016. Somos un proyecto para el desarrollo de estrategias, para aglutinar y hacer circular reflexiones, análisis y propuestas de mejora en las acciones de los presos en rebeldía y sus apoyos.  Damos un apoyo sin reservas al actual llamamiento, y esto no debería sorprender, aunque no lo hagamos por rutina o habito. Todas y todos han de entender que creemos que en agosto de 2018 prenderemos la mecha de un cambio de mundo masivo y transformador.

Esta vez el llamamiento ha provenido de La Voz de los Defensores Presos (JLS), un colectivo de presos que proporcionan asistencia legal y apoyo a otros presos. Mientras escribimos ya son diecisiete los estados de la Unión en los que presos en rebeldía se han comprometido a participar.

JLS se había planteado en un primer momento aplazar el llamamiento hasta el próximo verano, pero los letales levantamientos del penal de Lee en Carolina del Sur, que costaron la vida de siete presos, les hicieron notar la urgencia de una acción colectiva que ponga el foco de la lucha en la degradación, opresión y tortura inherente al sistema penal, en vez de en el enfrentamiento entre presos amplificado con sensacionalismo por los medios de comunicación y las instituciones penitenciarias.

Las fechas elegidas por JLS tienen un significado histórico, pero también se eligen dentro de una evolución estratégica. El 21 de agosto de 1971 George Jackson fue asesinado por los guardianes de la cárcel de San Quintín, suscitando una respuesta de los presos de todo el país que culminó en la toma de control de Attica, de triste memoria, el 9 de septiembre. Este año, los presos en rebeldía usarán las mismas fechas como referencia de una protesta sostenida y transformadora.

Diecinueve días de rechazo a incorporarse a puestos de trabajo para el penal o el Estado, de sentadas, de encierros, son días que le pueden salir caros al sistema carcelario, tanto en dinero como en legitimidad.  Cubrir durante diecinueve días el trabajo que normalmente hacen los presos puede costar millones, sin mencionar el coste de reparar los daños y combatir las acciones. Esta acción puede ser la bancarrota no ya del sistema penal, sino del presupuesto estatal. Exponerse a represalias y llamar la atención sobre las horrendas condiciones rutinarias de las cárceles también puede corroer la legitimación pública del sistema penal. Al terminar el periodo de protestas, cualquier gobierno que las padezca probablemente hará concesiones sustantivas respecto a las reclamaciones de los presos y tendrá una actitud abierta hacia reformas que reduzcan los daños, hacia alternativas y cambios de política. Esta es la manera en que la acción directa desde el interior hace avanzar rápidamente  cualquiera de los muchos frentes de la lucha contra el encarcelamiento masivo y por su abolición definitiva.

Alimentar el fuego, avivar las llamas.

Un mes después de que los hechos de Lee llevasen a JLS a lanzar su llamamiento, cuatro facciones de una cárcel de Missouri firmaron una  tregua y pasaron la acción contra la cárcel. Llevaron a cabo una sentada que pronto evolucionó hacia hacerse con una elevadora y penetrar con ella en una factoría de la cárcel con la extensión de dos campos de fútbol. Allí destrozaron todas las máquinas con las que normalmente se les fuerza a trabajar. La conexión con el llamamiento de JLS se hizó explícita mediante grafittis en las paredes de la cárcel con la leyenda "21 de agosto" y con un comunicado que decía "animamos a todos en toda la nación a unirse a nosotros el 21 de agosto, a hacer más sentadas para lograr, con esto, la paz...". En Angola, un antiguo barracón de esclavos convertido en cárcel en Louisiana, los presos también se comprometieron en una huelga masiva.

El 19 de junio presos de Texas hicieron un llamamiento al apoyo desde el exterior, requiriendo "actividades de amplio espectro dirigidas a presionar al sistema penal y a construir un apoyo comunitario que ponga fin a la encarcelación masiva". Este llamamiento recuerda al del Free Alabama Movement para realizar concentraciones frente a McDonald's en marzo del 2015 o a la Marcha de Millones de agosto de 2017. La puesta en marcha y la visibilidad de movilizaciones en el exterior resulta esencial para las decisiones tácticas y las opciones de participación de los presos en rebeldía.

Estos eventos en Missouri, Angola, Texas y otras localidades van en paralelo con los que precedieron a la huelga de presos del 9 de septiembre de 2016.  A principios de marzo de aquel año hubo levantamientos en el penal Holman de Alabama, y en abril una huelga en las cárceles de Texas. Estos hechos resaltaron el llamamiento nacional a la acción que tuvo como consecuencia la mayor huelga de presos de la historia de EEUU y la primera organizada a escala nacional, con intensa participación a ambos lados de los muros desde Florida a Michigan y Oregon.

Lecciones del 2016 y del 2017.

Entre septiembre de 2016 y la actualidad se han producido numerosos intentos de repetir y extender acciones de protesta a nivel nacional, que han tenido un éxito limitado por diversas razones. La más destacable, la represión continuada del Estado contra los presos en rebeldía y los líderes encarcelados, pero también el ascenso de Trump y la lucha contra la extrema derecha, que han tenido un efecto de eclipse sobre otras luchas y reducido nuestra base de apoyo externo. A pesar de estos factores, la convocatoria de la Marcha de Millones en agosto del 2017 llevó a los responsables de las cárceles de Florida y Carolina del Sur a un bloqueo preventivo que impactó sobre 121.000 presos, lo que dobla las cifras de la huelga de 2016. El suceso no obtuvo mucha atención a nivel nacional  ya que afectó sólo a dos estados; no está claro que habría ocurrido si no se hubiera dado el bloqueo, y además coincidió con los mortiferos hechos de Charlottesville.  Los llamamientos de Black Lives Matter en solidaridad con lo que ocurría en Charlottesville y la masiva acción antifascista en Boston obtuvieron de los medios la atención para que Millones por Prisioneros había sido diseñada.

Hay otros importantes aspectos de este llamamiento para 2018 que lo hacen diferente de la convocatoria de 2016. Aquel año fue frustrante para los presos tanto el no saber hasta cuándo deberían mantener la huelga como el tener que luchar por concretar sus propuestas locales. Para corregir esto,  los organizadores de la huelga han planteado demandas de nivel nacional, así como una temporalización. La mayoría de las peticiones no son algo que se pueda implementar desde la dirección de las cárceles, sino más bien demandas de profundos cambios legales y culturales. No debemos pensar en ellas como metas de negociación con los responsables penitenciarios a sacar adelante estado por estado, sino más bien en demandas dirigidas por los presos en rebeldía hacia el sistema de plantaciones de la Amérikkka racista.

Como llamada a la acción, esta de 2018 tiene más claridad y orientación que la ambigua de septiembre de 2016. La meta no es aguantar hasta ganar una negociación con las instituciones penitenciarias, sino mantener durante 16 días la cuestión en la atención y la agenda políticas del país. JLS también da importancia a que los presos dejen de luchar unos con otros, como en el mortífero motín de Lee,  centrando sus energías en luchar contra lo establecido.
 

El llamamiento de La Voz de los Defensores Presos se ha replicado en numerosas páginas de Internet, incluida la de IWOC, comité de Industrial Workers of the World para unir a los presos en lucha contra la esclavitud a las que se les somete en las cárceles de EEUU al amparo de la decimotercera enmienda de la Constitución.

Mujeres y hombres bajo privación de libertad en cárceles de toda la nación declaran una huelga de presos a escala de todo Estados Unidos en respuesta a los disturbios en la prisión de máxima seguridad Lee Correctional Institution, de Carolina del Sur. Siete camaradas perdieron allí sus vidas durante un amotinamiento sin sentido que podría haberse evitado si las prisiones no estuvieran masificadas por  la avaricia productora de encarcelación masiva y si en la ideología punitiva de nuestro país no estuviese totalmente ausente el respeto por la vida humana. Estas personas solicitan condiciones dignas de vida, acceso a la rehabilitación, una reforma del sistema judicial y el fin de la esclavitud que subsiste en la actualidad.

Éstas son las demandas nacionales de presos y presas en las cárceles federales y estatales y en los centros para emigrantes.

  1. Mejoras inmediatas en las condiciones de las cárceles y políticias penitenciarias que reconozcan la humanidad de presos  y presas.
  2. Fin de la esclavitud en las cárceles. Todas las personas presas en cualquier lugar de detención bajo la jurisdicción de los  EEUU deben de recibir los salarios normales en su Estado o territorio por su jornada laboral.
  3. Rescisión de The Prison Litigation Reform Act, poniendo a disposición de las personas presas un canal adecuado para señalar abusos y violaciones contra sus derechos.
  4. La Truth in Sentencing Act y la Sentencing Reform Act deben ser retiradas para que las personas presas tengan una posibilidad de rehabilitación y libertad bajo palabra. Nadie debe ser sentenciado a encarcelamiento hasta la muerte o cumplir una sentencia sin posibilidad de libertad bajo palabra.
  5. Poner punto final a la imputación desproporcionada de negros e hispanos, a la desproporción en sentencias contra negros e hispanos, a la denegación de libertad condicional para negros e hispanos. No debe negarse la libertad provisional a las personas negras cuando la víctima es de raza blanca, un problema frecuente en los estados sureños.
  6. Poner punto final a las leyes racistas que penalizan la pertenencia a una banda, dirigidas contra las personas negras e hispanas.
  7. Ninguna persona presa ha de ser rechazada en los programas de rehabilitación por estar clasificada como delincuente violento.
  8. Las prisiones estatales deben recibir fondos destinados específicamente a ofrecer más servicios de rehabilitación.
  9. Los programas de becas deben retornar a todos los estados y territorios de Estados Unidos.
  10. El derecho a voto de todos los reclusos que cumplen sentencias, están en prisión provisional y de los así llamados ex-delincuentes deben ser tenidos en cuenta. Se pide representación. Todas las voces cuentan.
     

     

¡Nos comprometemos a extender esta huelga a todas las cárceles de E$$$tado$$$ Unido$$$! Desde el 21 de agosto y hasta el 9 de septiembre de 2018, presas y presos de toda la nación pueden hacer huelga de las siguientes maneras:

- Huelga laboral. - Los presos no acudirán a los puestos de trabajo que tengan asignados. En cada penitenciaria se determinará hasta dónde se llegará con esta huelga. Las huelgas locales pueden realizarse en base a demandas para mejorar las condiciones y reducir los daños de la prisión.

- Sentadas. - En algunas cárceles, presas y presos pueden comprometerse en sentadas pacíficas de protesta.

- Boicots. - Todos los ingresos deben interrumpirse. Instamos a que los que están fuera no cubran la factura de los de dentro. Presas y presos te informarán de si ellos participan de este boicot.

- Huelga de hambre. - Presas y presos pueden renunciar a comer.

Apoyamos el llamamiento del Free Alabama Movement hacia una campaña de "Redistribuir el dolor 2018" -para poner en bancarrota al sistema-, tal como la ha asumido  Bennu Hannibal Ra - Sun, antes conocido como Melvin Ray. Los principios de la campaña se describen aquí: https://redistributethepain.wordpress.com/

Son varios los presos que se han hecho portavoces de la iniciativa, incluyendo demandas específicas vinculadas a la situación local. Así, Joseph "Shine White" Stewart realizó el siguiente llamamiento desde una cárcel de Carolina del Norte el pasado 16 de julio.

Este es un llamamiento a tomar una posición de resistencia contra el ciclo de opresión y represión a partir del 21 de agosto. Hemos de rechazar cualquier tarea de mantenimiento, barbería, lavandería o cocina hasta que nuestras exigencias sean tomadas en cuenta. Es un llamamiento para los que quieran cambiar estas condiciones de vida tan ingratas mediante demandas como las siguientes:

  1. Todos los presos con problemas de salud mental que hayan estado en confinamiento solitario más de treinta días han de ser liberados inmediatamente.
  2. Todas las formas de confinamiento solitario a largo plazo han de ser anuladas para toda la comunidad de presos de Carolina del Norte.
  3. Hay que abolir la 85% Act para toda la comunidad de presos de Carolina de Norte. Ningún ser humano puede ser condenado a cárcel hasta morir o cumplir una sentencia sin posibilidad de libertad condicional.
  4. Reestablecer la oportunidad de libertad condicional para toda la comunidad de presos de Carolina del Norte.
  5. Rectificar la estructura de la política de Grupos de Riesgo para la Seguridad (SRG) y los requisitos para ser clasificado en un SRG. Las restricciones que implican son en algunos casos inhumanas. Alguien bajo un perfil SRG sólo puede recibir visitas de su familia directa. ¡Algo que excluye a la madre o el padre de sus hijos! Muchos de los clasificados en SRG no podemos recibir la visita de nuestros hijos. La clasificación también supone restricción en el acceso a empleos o estudios en los que podríamos aprovechar nuestro tiempo.
  6. Anular la fianza de diez dólares por infracciones. Por cada parte que recibimos, se nos deducen diez dólares de nuestras cuentas que pasan al patrimonio del Estado. Anualmente esto supone ingresos de un millón de dólares para el Estado,
  7. Restaurar los programas educacionales y de rehabilitación, así como ayudas para obtener un empleo cuando estemos libres, para que no volvamos a caer en el ciclo del sistema.
  8. Hacer que las cárceles de Carolina del Norte tengan contratos tanto como J. Pay como con Union Suply, ofreciendo así opciones como las de correo electrónico, visita virtual, MP3 y descarga de música.

Camaradas, es un hecho contundente que a lo largo de la historia las movilizaciones unitarias han dado lugar a logros. Las huelgas de hambre masivas de 2010 en California, el levantamiento del año pasado en las instalaciones Vaughn de Delaware... Incluso los cinco de Lucasville han dado lugar a mejoras para todos los presos de Ohio con sus actos de solidaridad. ¡Cinco personas solas!  Actuamos a veces como si en Carolina del Norte no hubiera nacido ningún revolucionario firme: ¡Nunca olvidemos al camarada Robert F. Williams, al que el KKK tuvo que tomar en cuenta!

Como media, a un cocinero le pagan 9.50 dólares a la hora, por el mismo trabajo por el que un preso recibe 45 céntimos al día.  Ni siquiera el 2% del salario mínimo. ¿¡Qué mierda es ésta!? Los equipos de mantenimiento o los fontaneros cobran entre 14 y 20 dólares por hora, mientras que nosotros podemos pasar todo un día en aguas fecales por un dólar. ¡Camaradas, nos esclavizan a cambio de una sopa y un bollo! Te esclavizan a tiempo completo para que financies tu encarcelamiento y el de los demás.

Me doy cuenta de que muchos de vosotros dependéis de esas pagas míseras porque no tenéis apoyo familiar.  En esos casos es cuando la solidaridad de la comuna de presos resulta efectiva. Los que tenemos ingresos podemos aportar a un fondo común para aquellos que no tienen apoyo del exterior. Mantenerlo no debe recaer sobre uno o dos de nosotros, sino que será responsabilidad de todos el que se consolide.

El deber de los camaradas conscientes y de los cabecillas de las bandas es abrir el camino y que los camaradas lleguen a conocer sus derechos. Si uno no es consciente de sus derechos de los que está siendo privado el deseo de resistencia llega al mínimo. El síndrome de Willie Lynch está profundamente instalado en la mayoría de los presos de Carolina del Norte. La cura de este síndrome de envidia, desconfianza y miedo continuo  está en la solidaridad y en la conciencia revolucionaria.

 

En cada una de estas plantaciones rodeadas de alambre de espino en Carolina del Norte ha de haber masas deseosas de dejar claras las cosas y de resistir, comenzando el 21 de agosto y hasta que las demandas se tengan en cuenta - no con promesas, sino con actos. Quienes tengan posición de liderazgo han de plantarse ante la ley y exigir a sus subordinados que se adhieran a este llamamiento a la resistencia. Si alguno no tiene un puesto de trabajo al que rechazar incorporarse, ha de buscar otra forma de resistencia que pueda afectar al ciclo diario del confinamiento y afecte a los costes de la cárcel. Huelgas de hambre, no salir al recuento... El gobernador Roy Cooper ha de sentir que esos superavit presupuestarios de los que se jacta se pueden secar en un mes, debido a que tendrá que contratar los servicios que hacemos gratis.

La mayoría de los cabecillas me conocéis, y yo os conozco a vosotros. Todos sabemos, todos somos conscientes de lo que hay que hacer, así que hagámoslo. Somos la causa de nuestro propio estancamiento. Una vez  el conjunto de la prisión sea testigo del compromiso de la jerarquía, entonces no habrá límite que no podamos superar. Estamos limitados a lo que nos hemos limitado. Imposible es nada, nada es imposible.

¡Atrévete a luchar, atrévete a ganar!

¡Hasta que cada celda esté vacía!

Mientras los organizadores de todo el país dan los pasos necesarios para preparar la huelga de presos del 21 de agosto, los empleados  y administradores del sistema penal también se preparan para responder. En las últimas semanas se ha podido ver lo que parece una campaña coordinada de represión contra figuras prominentes asociadas a la huelga de 2016: Imam Siddique Abdullah Hasan, Kevin Rashid Johnson, Keith Malik Washington,  Jason Renard Walker, son algunos de los nombres sometidos a medidas arbitrarias de aislamiento y dispersión. Todos ellos están vinculados a IWOC o al Nuevo Partido Pantera Negra, otro de los grupos que está siendo central en la organización de la nueva huelga y que es tratado como “banda criminal” por muchos funcionarios de prisiones.

La vinculación de la huelga con la lucha por la dignidad negra  y su memoria está presente en esta reactivación de los Pantera Negra, en las fechas escogidas o en el rótulo “Redistribute the Pain”, una alusión al último discurso de Martin Luther King, pronunciado un día antes de su asesinato por el Estado. El éxito de la huelga equivaldría, en cierto sentido, al fracaso de la impunidad de quienes exterminaron el movimiento negro de liberación entre los sesenta y los setenta.

Aunque todo esto ya ha estado presente en las huelgas convocadas a partir de 2016, hay también elementos nuevos. Algunos atañen a la seguridad: una intensa preparación de la cobertura legal -que se puede observar en el fanzine de Fire Inside- o un esfuerzo por afinar técnicas de respuesta desde el exterior, como las alertas telefónicas -Phone Zap- que ya han revelado su utilidad ante casos anteriores de represalias contra presos en rebeldía, pero que ahora se quieren sistematizar y generalizar.

Otro elemento que se ha podido ver en varios escritos es la insistencia en ligar la huelga a la superación de las divisiones de los presos plasmadas en los diversos clanes y bandas en el interior de la cárcel. Y un elemento más es cierta contextualización de la lucha contra la esclavitud en prisión que fue central en las huelgas anteriores. Sigue la denuncia del trabajo esclavo consentido y fomentado desde la constitución de EEUU -algo por otro lado denunciado incluso desde series de TV-. Pero ya no se da tanta importancia al efecto que la huelga pueda tener en los beneficios de las empresas privadas que se valen de esa esclavitud, un objetivo que recibió algunas críticas en ocasiones anteriores. Cobra más peso la denuncia de los beneficios sociales que se seguirían de dar otros fines al gasto en represión -de ahí la referencia a programas educativos en general-. Aunque las condiciones de vida en las cárceles sean infames, la cifra invertida por cada preso -y en conjunto por la enorme proporción de presos respecto al total de la población USA- es considerable; la huelga pretende ser entonces una llamada de atención sobre los dividendos de un cambio de prioridades sociales.

Todo ello puede verse reflejado en el siguiente artículo escrito desde IWOC Twin Cities, en Minnesota.

Este 18 de julio se produjo el primer asesinato de un empleado de prisiones en toda la historia de Minnesota.  El clamor unánime de todo el departamento estatal de instituciones penitenciarias es la necesidad de incrementar su presupuesto, que actualmente es de mil doscientos millones de dólares. Pero lo que nosotros necesitamos es un enfoque nuevo que cambie las cárceles de Minnesota. Hay que dejar de inyectar dinero en una institución violenta que no corrige a nadie. Hay que liberar a nuestra gente, y destinar recursos a la reincorporación y a rehabilitación.

La violencia que recorre las cárceles de Minnesota no es una sorpresa para quienes tenemos contacto con ellas: es algo inevitable teniendo en cuenta cómo se comporta el sistema mismo.

- La situación de las cárceles empeora progresivamente. Los servicios de rehabilitación no tienen presencia en el día a día, mientras que la creciente criminalización de nuestras comunidades determina una crisis masiva. Nuestra gente muere. Entre el año 2000 y el 2014, 230 presos en minesota fueron asesinados, un 75% por negligencias médicas. Todo ello, a pesar de que el gasto represivo por persona y año es de 41.366 dólares.

- Los empleados de prisiones en Minnesota son racistas y abusadores. El día antes del asesinato del guardian de Stillwater, un preso informó de que esta persona decía a todo el mundo que “los guardianes podemos hacerte lo que queremos, mientras que tú no puedes hacer nada contra nosotros”.

- Está bien documentado, incluso por el propio departamento de Instituciones Penitenciarias, que los lazos comunitarios reducen la reincidencia. A pesar de ello, el propio departamento restringe las comunicaciones, gestiona miserablemente las visitas y reprime los intentos de tender puentes entre los presos y la comunidad. Los resultados son los esperables: un 48% de las personas en libertad condicional terminan volviendo a la cárcel, y un impactante 88 % de estos lo hace por violaciones técnicas de las condiciones de libertad, no por nuevos crímenes.

Hay una solución fácil para toda esta violencia: liberar a nuestra gente. En lugar de poner más dinero en la cárcel, hay que liberar a todos los presos por violaciones de la burocracia o por crímenes sin violencia, al menos el 40 % de los reclusos. Los recursos estarán mejor dedicados a reinserción y rehabilitación, es decir, a dar oportunidades de mejoras en la vida de todos.

Ninguna mejora será posible mientras los presos no tengan un poder real y conexiones comunitarias. Debe permitírseles tener sus sindicatos y que se representen a sí mismos. Las visitas de grupos comunitarios y de familiares deben ser bienvenidas. Los horarios de visita deben aumentar, y la intervención de la correspondencia no debe repetirse nunca  más.

La huelga de presos convocada para el 21 de agosto se dirige contra unas condiciones inhumanas confirmadas por el status de los presos como esclavos, amparado por la decimotercera enmienda de la Constitución. ¿Las cárceles de prisiones buscarán nuevos sistemas para regular la violencia mortífera entre los esclavos y sus carceleros? ¿O trataremos a los humanos como humanos, detendremos la encarcelación sin sentido, y destinaremos recursos a la rehabilitación y la comunidad? La esclavitud debe llegar a su fin, nuestra gente debe ser libre.

De cara a la coordinación de esfuerzos, IWOC ha lanzado diversas directrices dirigidas a sus miembros.

Activistas, colectivos y redes en el interior de las cárceles de Estados Unidos han acordado hacer un llamamiento a una Huelga Nacional de Presos desde el 21 de agosto al 9 de septiembre de 2018.  Plantean una serie de reivindicaciones y de orientaciones para quienes quieran apoyarles desde el exterior.

Nosotros, el Comité para la Organización de Trabajadores Encarcelados (IWOC) de los Trabajadores Industriales del Mundo (IWW) hemos recibido su petición de apoyo, y la consideramos que coincide por completo con nuestro trabajo efectivo y con todos los puntos de nuestra declaración de intenciones.

Estamos dispuestos a respaldar la huelga, prestándole nuestro apoyo y, sobre todo, asumiendo tareas de solidaridad.

Nosotros, como órgano de escala nacional de la red IWOC, animamos enérgicamente a todas sus secciones y miembros en general a desplegar todas sus capacidades en el apoyo de la huelga según su mejor criterio.

La evolución de la huelga conllevará una evolución de las tareas, y por tanto necesitaremos ratificar posteriormente líneas de trabajo, con lo que esta moción sólo ha de ser vista como un marco y un punto de partida. Vendrán después nuevas mociones adaptadas a lo que la práctica demande y enseñe. En el momento actual nos encontramos ante la siguiente lista de tareas:

La evolución de la huelga conllevará una evolución de las tareas, y por tanto necesitaremos ratificar posteriormente líneas de trabajo, con lo que esta moción sólo ha de ser vista como un marco y un punto de partida. Vendrán después nuevas mociones adaptadas a lo que la práctica demande y enseñe. En el momento actual nos encontramos ante la siguiente lista de tareas:

1. Inscripción inmediata en la lista de organizaciones que respaldan la huelga, así como promoción del respaldo por parte de otras organizaciones.

2. Difundir la existencia de la huelga y sus peticiones en el exterior lo mejor y más responsablemente que se pueda, de manera que nuestros miembros en el interior y contactos puedan tomar decisiones informadas sobre su posición y posibles acciones.

3. Medios de comunicación.

a. Comité nacional de medios: Con la asistencia y la coordinación de los encargados de medios del grupo de asistencia legal entre presos Jailhouse Lawyers Speak y de Millions for Prisioners, elaborar protocolos para llevar a cabo de manera exhaustiva comunicados de prensa, estrategias mediáticas, diseminación de contenidos en las redes sociales y elaboración de contenidos originales para todos los medios disponibles.

b. A nivel local: Crear, compartir y publicar materiales de concienciación y agitación en todos los medios disponibles.

c. Tener claro si hay en los medios personas de confianza a las que se pueda convocar regional o nacionalmente para tratar de la huelga en reuniones o ruedas de presa -de acuerdo con el protocolo de los presos para peticiones a los medios-.

4. Anti-represión.

a. Desde ahora construir redes de apoyo en el exterior comprometidas con llamadas telefónicas en cascada, manifiestaciones y cualquier tipo de campaña de presión para combatir la represión y las represalias contra los presos. La represión es completamente previsible y los grupos de presos ya están haciendo peticiones de apoyo.

b. Dar a conocer a todos los grupos y miembros de IWOC, a todos los grupos solidarios y al público en general las tácticas y la profundidad de las represalias que se adoptan contra los presos.
 

Importantes convocatorias contra la extrema derecha han hecho suyo el llamamiento por la abolición del encarcelamiento masivo y la solidaridad internacional con este nuevo #PrisonStrike también se está empezando a manifestar. El calendario de convocatorias de apoyo a este lado de los muros empieza a tomar forma:

8 de agosto

New York: Un torrente de cartas del Movimiento Revolucionario Abolicionista

9 de agosto

Minneapolis: Noche de información y taller de pancartas

11 de agosto

New York: Velada de informaciones y escritura de cartas

16 de agosto

Minneapolis: Velada de cartas a los presos

21 de agosto

Los Angeles: Cacerolada

New York: Cacerolada

23 de agosto

Lansing: Marcha

25 de agosto

Bay Area: Movilización en San Quintín

Michigan: Protesta en la cárcel estatal de Indiana

Para presentar este calendario, la redacción del periódico  ‘It’s Going Down’ escribe:  “La huelga de presos a lo largo de todo EEUU llegará el 21 de agosto pisando los talones de las inspiradoras acciones contra los centros de internamiento de emigrantes y las manifestaciones antifascistas previstas para las primeras semanas de agosto. Estas luchas están conectadas entre sí, pero por encima de esto, nuestro éxito en cualquiera de ellas dependerá de unir fuerzas entre unas y otras y más allá”.

Especial: 
Huelga de presos/as en EEUU
Enlaces relacionados / Fuente: 
http://prisonstrike.com/

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Vídeo de promoción de #PrisonStrike: https://vimeo.com/283756482

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