Crisis económica (I): causas, pronósticos y respuestas oficiales.
Crisis económica (I): causas, pronósticos y respuestas oficiales.
ICEA
(Extraído de la Gaceta sindical y económica del Periódico cnt nº350, noviembre de 2008)
En este artículo pretendemos acercarnos a la crisis económica desde la teoría económica anticapitalista, estudiando sus causas y su propagación hasta nuestras vidas, y exponiendo las consecuencias que previsiblemente tendrá sobre nuestras vidas en tanto que trabajadores. El próximo mes acabaremos este artículo proponiendo un programa que tiene por objetivo exclusivo el de evitar que una vez más sea la clase trabajadora la que tenga que pagar el alto precio de una crisis que no sólo no ha originado, sino que está basada en relaciones de explotación capitalista que lleva padeciendo desde hace siglos.
Los orígenes de la crisis: causas externas
El origen primigenio de la crisis hemos de buscarlo en la propia dinámica de funcionamiento del sistema capitalista, que origina crisis periódicas a consecuencia del mecanismo cíclico que sigue en su evolución. En la que ahora nos ocupa concretamente, se registra una caída de la rentabilidad del capital productivo (es decir, no financiero) que estimula al capital a recurrir a otros ámbitos de actividad, en este caso las actividades financieras, con el fin de ganar esa rentabilidad perdida.
Así pues, el desencadenante de esta crisis en Estados Unidos lo encontramos en las famosas hipotecas subprime o “hipotecas basura”. Se trata de hipotecas concedidas a personas que estaban en condiciones económicas que hacían difícil su devolución. Pero esas hipotecas fueron transformadas en productos derivados para hacer menor ese riesgo. ¿Cómo? Los bancos que las tenían las unían a otros productos financieros de menor riesgo creando un nuevo producto (un derivado) que luego ponían a la venta en los mercados internacionales. En un contexto en que como hemos señalado, la rentabilidad era más baja en otros mercados, el capital optó por este tipo de productos, más arriesgados pero que ofrecen beneficios mucho mayores precisamente por ese riesgo mayor. Y la compra-venta de este tipo de productos tiene lugar porque existe un vacío legal que el capital puede aprovechar, pues aunque era evidente que estas jugadas ponían en riesgo la economía mundial, tras los procesos de desregulación que tuvieron lugar en todo el mundo, eran perfectamente legales. No sólo legales, sino que algunas medidas los estimularon, como la derogación de la Ley Glass-Steagal de la Administración Clinton en 1999 u otras similares durante la etapa de Bush hijo (lo que se denominó la "ingeniería financiera”).
Como consecuencia de todo este proceso, ha tenido lugar un incremento notable de la inestabilidad económica internacional. Esto se debe a esa propagación de productos con alto riesgo pero cuya composición exacta era difícil de discernir en muchos casos. Al aumentar la falta de transparencia de los productos con que se negocia, aumenta la incertidumbre. Y en el momento en que los precios de las viviendas bajaron y los tipos de interés subieron, y por tanto, las personas con poca capacidad de pago que habían contratado las “hipotecas basura” dejaron de ser capaces de asumir los pagos que debían, la crisis se empezó a propagar. Entre 1998 y 2007 las deudas incobrables pasaron en Estados Unidos de 211.000 millones de dólares a 920.000 millones según datos de la Reserva Federal.
Los impagos hicieron que esos productos derivados no valieran nada, así que algunos bancos y entidades financieras se encontraron con más pérdidas que ganancias, entrando en bancarrota. El resto de bancos, conscientes como eran de que esos derivados estaban por toda la economía (dado que ellos mismos se habían estado beneficiando de ellos) temían prestar dinero tanto a personas, como empresas u otros bancos, y que éstos no fueran capaces de devolverlos. Esto ha hecho más difícil conseguir créditos para todo el mundo.
Al mismo tiempo, dentro de esa incesante búsqueda de nuevas inversiones rentables, algunas fracciones del capital financiero optaron por buscar nuevos espacios de ganancia. Como las burbujas inmobiliarias estaban empezando a estallar (en Estados Unidos, pero también en Reino Unido o España), llegó el momento de asaltar el mercado de materias primas. Y fue entonces cuando subieron los precios del petróleo o de los alimentos en todo el mundo. A lo que contribuyó también el habernos aproximado al cénit de la producción del petróleo o el aumento de la demanda por parte de otros países.
En consecuencia, los precios suben en la mayoría de los países. Dada la dependencia que tienen muchas economías (incluyendo Estados Unidos) del petróleo para funcionar, esos incrementos de precios se trasladaron a toda la economía. Y las subidas en los precios de los alimentos no hicieron sino agravar estas condiciones. Las autoridades monetarias, por ejemplo en Europa, para combatir esa nueva inflación decidieron subir los tipos de interés, puesto que al encarecer el precio del dinero en la economía, hay menos transacciones puesto que el dinero es necesario para que funcione. De esa forma se hace que los precios no crezcan tanto (puesto que se consume menos) y, de paso, se les conceden mayores remuneraciones a los propietarios del dinero (bancos y demás) para intentar que vuelvan a prestar dinero como antes. Pero como el dinero es más caro, otro efecto es que se invierte menos y que se crea menos empleo, además de subir los costes de las hipotecas, lo que genera de nuevo impagos y echa más leña al fuego de la crisis económica.
Causas internas
La economía española se ha caracterizado tradicionalmetne por tener una productividad muy baja. Los bajos salarios han facilitado que las empresas hayan preferido utilizar trabajo en vez de maquinaria en su actividad económica. Por otra parte, la burbuja inmobiliaria hizo que el sector de la construcción fuera mucho más rentable para el capital que otros sectores con más productividad, como aquéllos intensivos en tecnología, por ejemplo. Además, tal y como mencionamos en otro lugar , esto benefició a las autoridades públicas pues permitió a los gobiernos de todos los niveles y de todos los colores hacer y cumplir promesas populistas de reducción de impuestos (sobre la renta), mientras financiaban las actividades públicas con las tasas vinculadas a las nuevas construcciones. Por eso no sólo no se hizo nada contra este modelo productivo sino que encima se le incentivó con ventajas fiscales o liberalizaciones de suelo.
La otra gran actividad económica española es el turismo, igualmente caracterizado por salarios bajos y condiciones precarias, y también intensivo en mano de obra. Este sector tuvo su vínculo con el de la construcción pues los apartamentos en la costa formaron parte de esa ola especulativa, reforzándose así mutuamente.
Esto explica en buena medida la especialización en actividades poco productivas, pero además supone un factor de vulnerabilidad al depender el crecimiento económico (y las finanzas públicas), sobre todo, de la construcción. Por otra parte, el turismo en España no es ya tan boyante como lo fue en su momento, pues al abaratarse los transportes de larga distancia como el avión, han surgido otros destinos más atractivos y más baratos, como algunos en el Sudeste asiático o el Caribe. Allí la conjunción de unos sueldos aún más bajos y una moneda más débil contribuye a hacer más atractivo el turismo desde países desarrollados.
Con este patrón productivo se construyó el modelo del "España va bien", que se caracterió por la creación de empleo (precario), la congelación de los salarios mientras los beneficios subían galopantemente (un 73% entre 1999 y 2006, según datos de la OCDE ) y un notable crecimiento económico (del que se beneficiaban quienes se quedaban con esos beneficios, claro está). Pero donde la productividad, de acuerdo con Eurostat, se redujo casi un 7% entre 1997 y 2007, es decir, al socaire de la burbuja inmobiliaria.
Esa estrategia de salarios reducidos hace complicado el funcionamiento económico si se pretende que el consumo interno sirva de motor de la economía. En efecto, esto requiere que los salarios sean lo suficientemente elevados como para sustentarlo. Sin embargo, como hemos dicho, la estrategia ha sido de salarios bajos, por lo que el consumo ha dependido del endeudamiento. En ello influyeron también los precios de la vivienda, que hicieron necesario para mucha gente hipotecarse para poder adquirir la suya (véase el Gráfico 2), así como el contexto de tipos de interés reducidos. Los bancos junto con las grandes empresas constructoras, fueron los grandes beneficiarios del modelo, mientras los trabajadores en su conjunto salieron perdiendo.
El contagio de la crisis
Como se ha mencionado antes, el endurecimiento de las condiciones para conseguir créditos afectó a la financiación de nuevos proyectos, incluyendo los de la construcción. Al mismo tiempo, el Banco Central Europeo elevó los tipos de interés, haciéndoles la vida más complicada a las personas que estaban endeudadas, que eran muchas. Esto ha tenido además omo consecuencia directa una reducción en el consumo, pues mucha gente tiene más problemas para llegar a fin de mes.
El hecho de que hubiera en España esa dependencia tan alta del sector de la construcción hace que la subida de tipos de interés implique que la gente compre menos viviendas (además del hecho de que si los precios de las viviendas subían más se volvía insostenible el endeudamiento necesario para adquirirlas). Por lo tanto, el principal motor de la economía deja de recibir gasolina con la que alimentarse. Y las empresas que estaban metidas en muchas construcciones y necesitaban de nuevas compras para conseguir dinero con que financiarlas (como Martinsa-Fadesa) entran necesariamente en quiebra. Como la principal fuente de nuevos empleos es el sector de la construcción, estos acontecimientos implican también un mayor desempleo, por lo que el consumo vuelve a resentirse. Todo ese menor consumo tiene como consecuencia que otras empresas se vean por tanto afectadas por la crisis.
Así pues, ésa es la forma en que tanto los factores internos (como la construcción) como externos (la crisis de las hipotecas basura) llevan a la economía española a la crisis. Y así la burbuja especulativa estalla y el aterrizaje es mucho menos suave de lo que pronosticara el Ministro de Economía Pedro Solbes allá por enero de 2008.
Pero existe además otro factor que actúa como agravante, que es el de la inflación. Los precios, como hemos señalado, han subido debido al encarecimiento del petróleo (en una economía tan dependiente del crudo como la española) y los alimentos. A ello hay que añadir el nada desdeñable papel jugado por las grandes empresas españolas, que al tener un gran poder de mercado pueden subir los precios casi a su antojo por encontrarse en situación de oligopolio, es decir, por la ausencia de competencia. De hecho, éste ha sido otro factor que ha ayudado a que crecieran los beneficios tanto como lo han hecho en España en los últimos años.
Previsiones económicas
A la luz de toda esta información no está de más echar un vistazo a las previsiones que desde el poder se hacen respecto a la evolución de la crisis económica. Realmente todas las instituciones económicas coinciden en mayor o menor medida en sus predicciones para, al menos, los próximos dos años. Por ejemplo, el secretario general de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) afirma que la “normalización” de la economía en España no llegará hasta 2010 ya que las turbulencias financieras internacionales que se han centrado en el sector inmobiliario no terminan de resolverse. Por otro lado, Joaquín Almunia (comisario europeo de Asuntos Económicos) anunció unos pronósticos de crecimiento actualizados no muy diferentes de los que, por ejemplo, ha transmitido recientemente el Banco Central Europeo (BCE).
Ante la crisis económica por la que está atravesando España, el Fondo Monetario Internacional (FMI) califica la situación como de “trance económico profundo”, pero augura que será breve y que en 2010 ya se crecerá al 3,1%.
Según las previsiones del Ministerio de Economía y Hacienda, el crecimiento del PIB para este año se sitúa en el 1,6%, y seis décimas porcentuales por debajo en 2009, con un 1%. En relación al empleo, se reduce en un 0,5% durante el próximo año, mientras que la tasa de paro presenta tasas de variaciones anuales crecientes tanto para 2008, con un 10,4%, como para 2009, con un 12,5%.
El vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes ha asegurado que el Estado español está atravesando un duro ajuste, que la economía seguirá débil hasta el año que viene, con un paro en aumento y alta pero decreciente inflación, pero que estaba convencido de que en 2010 la economía española entrará en un nuevo período de fuerte crecimiento sostenible (¿?) que se beneficiará de nuestra transformación estructural.
Previsiones Económicas para España
(Tasas de variación anual en porcentaje)
2008 2009
PIB a precios constantes 1,6 1
Productividad 1,4 1,5
Empleo 0,2 -0,5
Tasa de paro 10,4 12,5
Fecha Previsiones: 24 de Julio de 2008
Fuente: Ministerio de Economía y Hacienda.
Por otro lado, las últimas previsiones para la economía española en el período 2008-2010, elaboradas por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), revisan a la baja las previsiones relativas al crecimiento del PIB hasta el 1,1% en 2008 y el -0,5% en 2009. La recuperación, según la Fundación, no comenzará a notarse hasta 2010, situándose la previsión para ese año en el 1,5%. Esto es debido a que los factores que explican el fuerte deterioro de las condiciones económicas desde mediados de 2007 van a seguir actuando en los próximos trimestres. El ajuste en el sector de la construcción aún se va a prolongar durante bastantes trimestres y el consumo va a mantener su debilidad a causa de la caída del empleo, la pérdida de poder adquisitivo, el elevado endeudamiento, los altos tipos de interés, la restricción crediticia y un aumento en la propensión a ahorrar por motivo precaución. En cuanto al empleo, no retrocederá tanto en 2010 como en 2009, mientras que la tasa de paro continuará con una tendencia creciente en los dos próximos años, hasta situarse en un 16% en el año 2010 según las citadas previsiones.
Previsiones Variación de las previsiones (*)
2008 2009 2010 2008 2009
PIB a precios constantes 1,1 -0,5 1,5 -0,5 -0,9
Productividad 1,4 1,5 1,4 0,2 0,2
Empleo -0,3 -2 0,1 -0,7 -1,1
Tasa de paro 11,3 14,8 16 1,1 2,3
(*) Variación en puntos porcentuales entre las previsiones actuales y las publicadas en mayo de 2008.
Fecha Previsiones: 4 de septiembre de 2008
Fuente: Fundación de las Cajas de Ahorro. (FUNCAS)
Como hemos venido indicando, las crisis son utilizadas por los capitalistas para reestructurar la economía de modo que la lucha de clases, gracias a la abulia social generalizada, se resuelva de manera aún más favorable para ellos. Como decía El Roto en una de sus viñetas “si nada ganamos cuando se forraban, ¿por qué hemos de (volver a) perder cuando se la pegan?”. Esto nos lleva a ver qué medidas se adoptan ante estos pronósticos.
Respuestas oficiales: PSOE, UGT y CCOO ante la crisis
José Luis Rodríguez Zapatero declaró en el acto organizado por UGT en Riodezmo (Léon) que dedicaría los recursos “a apoyar a los ciudadanos” y “no a salvar empresas que han tenido grandes beneficios” en los últimos años . Dicho acto contó evidentemente con la presencia de la UGT. Tras las declaraciones, se anunciaban las ayudas de 3.000 millones de euros a empresas españolas, y no hay constancia a fecha de hoy de queja alguna por parte de la central sindical.
Esto nos hace ver las luchas que están llevando a cabo los sindicatos mayoritarios ante esta crisis económica. Complacencia respecto al partido en el gobierno y retórica son las únicas acciones previstas y previsibles de un sindicalismo que padecemos hace ya más de 30 años en nuestro país. A un nivel más concreto, la UGT presiona para que los Presupuestos del Estado de 2009 se dirijan hacia la reactivación de la economía y la creación de empleo, creando e impulsando un nuevo modelo productivo y recolocando los desempleados en dichos sectores . Paralelamente, CCOO defiende que se proteja a los parados y se potencie la actividad productiva .
Los sindicatos mayoritarios no hablan de una mayor intervención estatal en la economía, ni de mayor presión fiscal a las empresas, a la vez que se crea la duda de que al querer potenciar la actividad productiva se financie con dinero público a dichas empresas, algo que no debería defender precisamente una central sindical. De esta manera, y en vez de saltar al cuello del empresariado por esta crisis económica que han provocado pero que pagamos todos, los grandes sindicatos de este país tuvieron como única iniciativa la de convocar un paro parcial para el 7 de octubre en defensa de “un trabajo decente” . Mientras tanto las cifras de paro y de impagos como hemos visto anteriormente siguen creciendo.
Hacia unos Nuevos Pactos de la Moncloa
La patronal española está presionando con cada vez más éxito para conseguir aquello que no pudo obtener del todo en los años de bonanza económica. El empresariado exige y promueve una reforma laboral que bajo la excusa del desempleo busca aumentar la flexibilidad del mercado de trabajo. Ése es el caballo de batalla de la patronal española . Para conseguirlo se desarrollan diversos aspectos, como el mencionado abaratamiento del despido, igualándolo al de países de nuestro entorno (más de uno nos imaginamos que pensarán más en Marruecos que en Francia). La agilización de la negociación colectiva, permitiendo que las cúpulas sindicales obtengan más poder ejecutivo para decidir y acelerar las reformas que es “necesario” aplicar, sería otros de los ejes a “negociar”.
Finalmente y en relación a la flexibilización del mercado, en consonancia con las empresas de trabajo temporal (ETT), se vislumbra, por un lado, la posibilidad de aumentar la tipología de los contratos de trabajo temporal, a la vez que el aumento del papel de las ETT's en la recolocación de parados en detrimento de organismos públicos como el INEM.
Pero no sólo de flexibilizar el mercado de trabajo se habla. Las políticas de desempleo también están encima de la mesa. Con la disminución de las llamadas “políticas pasivas” de desempleo se pretende disminuir el subsidio de paro, ya de por sí raquítico, por políticas de formación activa de desempleados. Esto supone un problema para el trabajador al reducirle esas prestaciones sociales (el subsidio de desempleo) y endurecer las condiciones de acceso a ellas. Otra opción a desarrollar sería la obligación por parte del trabajador desempleado de aceptar el puesto de trabajo, independientemente de las condiciones laborales de dicho puesto.
Las subidas salariales son también objeto de batalla de la patronal española. Cuestión fundamental que lleva sonando desde hace años, se retoma ahora aprovechando la situación de crisis. Si ya de por sí los aumentos salariales, si es que se aplican, son ridículos; se presiona ahora para que éstos estén vinculados a la productividad del trabajador y de la empresa. Esto supone, por ejemplo, que puestos de trabajo del sector servicios, donde la productividad es baja ya que depende en gran medida del trabajo humano y la probabilidad de aumentarla por parte del trabajador es nula, se verían gravemente afectados. Como consecuencia de la vinculación salario-productividad, el salario se mantendría constante a lo largo de los años mientras que el nivel de precios seguiría aumentando a la luz de las tendencias actuales. En conclusión, asistiremos a una disminución drástica del poder adquisitivo de los trabajadores de sectores productivos donde hay menor productividad. Esa productividad podría estimularse como vimos anteriormente por medio de la inversión empresarial en bienes de equipo y tecnología. Pero ya hemos visto adónde ha acudido el capital ante la perspectiva de otras alternativas más rentables. ¿Cómo se puede sostener, pues, que los trabajadores son culpables de la crisis cargando sobre ellos las medidas para “resolverla”?
Los Presupuestos Generales del Estado para 2009
El vicepresidente Solbes afirmó que serían unos presupuestos austeros y rigurosos si bien incurrirán en déficit (1,5% del PIB). Según el primer borrador y en las declaraciones hechas públicas por el gobierno, se priorizará la recuperación económica y la protección de los más débiles. En relación a los gastos destinados a “la recuperación económica” podemos destacar las partidas para infraestructuras, las cuales aumentan un 4,5% llegando a los 22.120 millones de euros. El gasto en I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) aumenta un nada despreciable 6,7% hasta llegar a la cifra de 8.192 millones de euros. Dentro de los gastos de infraestructuras hay que destacar la inversión en ferrocarriles. Dentro de ella está el presupuesto para las líneas y el mantenimiento del AVE de tan tristes consecuencias para los distintos pueblos y paisajes de Iberia. A todo ello hay que añadir la construcción de autopistas y carreteras por valor de 3.451 millones (un 15,7% más). Estos gastos representan en la mayoría de los casos transferencias masivas de capital público hacia grandes empresas como Ferrovial, FCC o ACSA, con lo que el erario, escaso y necesario en épocas de crisis se destina al pago de obras contrarias a los intereses de los trabajadores, como lo sería un aumento del empleo público en servicios sociales, por ejemplo.
La otra gran prioridad del gobierno español en cuanto a los presupuestos es la de “proteger a los más débiles” mediante el aumento del gasto de desempleo, pensiones y dependencia. Si bien se aumentan las pensiones mínimas en un 6% y el salario mínimo aumenta entre un 2% y un 3% para el año que viene (por debajo de sus propias promesas electorales) , no parece que exista una protección adecuada por parte del gobierno hacia las clases sociales más desfavorecidas. Recordemos que el SMI (salario mínimo interprofesional) está en unos ridículos 600 euros mensuales a la vez que las pensiones mínimas para el año que viene se situarán en la cantidad de 9.709 euros anuales. Además, respecto a estas partidas de gasto conviene destacar que algunas de ellas crecen simplemente con el empeoramiento de la situación económica. Es el caso, por ejemplo, de las dedicadas al desempleo que aumentan al mismo ritmo que aumenta el número de parados. Por eso no podemos dejarnos engañar con anuncios como el del aumento del gasto en desempleo de un 24,4%: de hecho, como hemos visto anteriormente, las propias previsiones del Ministerio de Economía prevén para 2009 un incremento en el porcentaje de parados superior a dicha cantidad, lo que hace pensar una vez más en nuevas restricciones que endurezcan el acceso al subisidio de desempleo.
Los primeros síntomas de la crisis económica ya se están empezando a notar: vuelta de trabajadores a sus países de origen, impagos crecientes de las cuotas de las hipotecas y préstamos, aumento del desempleo, desesperación laboral, etc. Nada nuevo bajo el sol dictatorial de una economía que está a favor de una élite y en detrimento de los intereses de la gran masa social de este país. En el próximo número analizaremos las consecuencias que todo esto tiene para la clase trabajadora y haremos nuestras propias propuestas de cara a encontrar una salida a la crisis que no nos perjudique.
Notas al pie y graficos se pueden ver en maqueta:
http://iceautogestion.org/images/PDF/nov2008.pdf
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¿Podemos hacer algo los ciudadanos para solucionar la crisis?
La crisis financiera fue originada por productos bancarios de muy alto riesgo que resultaron insolventes, convitiéndose en una crisis económica actual.
Por otro lado, para solucionar el déficit público, el presidente Rodriguez Zapatero ha adoptado la peligrosa solución de reducir el poder adquisitivo de empleados públicos y pensionistas, que muy seguramente llevará consigo un menor consumo y un empeoramiento de la economía.
En este escenario, la respuesta a la pregunta de si podemos hacer algo los ciudadanos es si. Y como los responables son dos, el presidente Rodriguez Zapatero y los bancos, necesitamos que los dos nos oigan y les lleguen nuestros mensajes:
- Queremos que se eliminen las numerosas y costosas administraciones duplicadas y triplicadas.
- Queremos que se eliminen la elevada cantidad de altos cargos y de directivos de las instituciones públicas.
- Queremos que se controlen las dietas y que se pagen cuando realmente se realicen y que no se utilice esta y otras estrategias para mejorar el salario de los directivos.
- A los bancos, queremos que ganéis cantidades racionales y no la desproporción actual, y que participéis de vuestros cuantiosos beneficios para sanear la crisis en lugar de repartirla entre vuestros ejecutivos.
- En definitiva, queremos soluciones que funcionen y dejen de engañarnos y enriquecese a costa de los trabajadores.
¿Y cómo nos podríamos hacernos oir?.
Si todos los trabajadores retiramos de nuestras cuentas entre 100 y 1000 euros del 15-06-2010 al 30-06-2010, la repercusión en los bancos y en el gobierno será notoria.
La lectura y el mensaje es: vosotros tenéis el poder pero nosotros la palabra y, o jugamos todos o se rompe la baraja.
Si consideras esta propuesta oportuna y adecuada, te invito a que la distribuyas entre tus amigos. Si somos muchos los que la secundamos, el mensaje llegará y quizás se arreglen las cosas.
No sé si esto sólo lo arreglaremos entre todos o no, pero sería bueno intentarlo.