Eso es parte de lo que digo. Me explico: como mi cuerpo cambia y la conciencia es un efecto de ese cuerpo material, la conciencia es distinta. Pero la conciencia es pura inmediatez, no hay manera de retenerla.bueno, libertas, por complicarlo un poco más: tampoco tu brazo de 1994 y tu brazo de 2012 es el mismo
(no sólo porque haya habido relevo celular, eh, que también.)
Sartre, con el que no concuerdo demasiado en muchas cosas pero parece útil para el tema, planteaba que dado que la conciencia es pura inmediatez, pura voluntad que se dirige hacia lo externo, el "yo" es siempre construido a posteriori. La suma de mis actos, del recorrido de mis conciencias pasadas dice quien soy, pero esto no condicionaría las conciencias presentes porque siempre soy libre de elegir de nuevo. Inventar una determinación sería lo que el denominaba mala fe, escudarse en una característica intrinseca para justificar una acción libre (evadir el peso de la elección y con ello la culpa).
Contrario en parte a Sartre yo, adhiero a una idea distinta de la libertad. Creo que nuestras decisiones no son libres en el sentido metafísico que Sartre planteaba. Sino más bien creo que nuestros deseos están determinados por nuestra constitución material y discursiva (digamos que adhiero a la versión materialista de la deconstrucción del sujeto). Quiero decir la unidad de nuestro "yo" se constituye por cierta consistencia de las base material que está detrás de ese efecto que es la conciencia. Pero tal unidad si es construida en el sentido en el cual nuestra constitución corpórea es inestable. Las conexiones cerebrales que teníamos hace años, hoy son otras porque nuestros recuerdos, experiencias y deseos son, en parte, otros, por tanto nuestra persona es en cierto sentido (y sólo en cierto sentido) otra. Estos es más o menos lo que pienso.
Claro que, como decía cuando pienso estas cosas me parece que me falta una formación más multidisciplinar para que el debate esté más fundado. Yo tengo formación en filosofía, pero me parece que cuando los filósofos y sobre todo los estudiantes y aficionados a los temas filosóficos hablamos de estos temas obviamos mucha información empírica que está disponible (estudios de neurología, piscología en sus distintas variantes, etc...).
Gracias por el halago de profundidad, aunque no se si estaría de acuerdo con las consecuencias que sacas. ¿Qué quieres decir con "el mundo de las formas"?libertas son muy interesantes tus reflexiones, es muy significativo el hecho de no poder asignar a la conciencia como una cosa. Parece evidenciar que la conciencia no pertenece al mundo de las formas. Es una reflexión genuína y muy profunda.
Si esto es un plano de realidad ontológica diferente del material (ej. el mundo platónico de las ideas) yo no creo en eso. Simplemente creo que la conciencia (digamos: percecpción, emociones, etc.) es un plano fenoménico que deriva de cierto tipo de lo material y que sólo se manifiesta como cambios en este. No pretendía darle otra entidad. En cualquier caso, la ontología siempre es cuestión de elección relativamente arbitraria, porque pienso que ningún testimonio sensorial o de otro tipo impone un criterio ontológico. Aunque a mi alguno me parezca más sensato que otro.
Yo no creo tampoco en el alma. De hecho a la larga lo que estoy diciendo es que darle a la conciencia, al sujeto, una unidad indisoluble es análogo a creer en el alma. Como soy materialista y también creo que "adiós cuerpo = adióss conciencia", pues creo que la identidad de la persona consigo misma a lo largo del tiempo es en cierto sentido una construcción. Como cualquier construcción de identidad entre individuos, como la construcción de universales (planta, arbol, ser humano, etc...) por ejemplo, se hace olvidando las diferencias y centrándose en las similitudes (esto lo explica bien Nietzsche en "Verdad y mentira en sentido extramoral").Ya ves. Pues si fuéramos personas diferentes a las de hace tres años, ¿quién diablos es este intruso que habita en mi cuerpo? Ya por ponerme en plan chusco, no se podría hablar de la existencia del alma, sino de las almas diversas puñeteras. Bah, pena, no existe ni alma, ni espíritu, ni fantasma ni ná. Son tó hormonas, proteínas, neurotrasmisores, bioquímica, como una pila alcalina, que funciona mientras tene carga, y cuando se le acaba, se descompone y santas pascuas.