Mensaje
por Heracles » 10 Mar 2008, 08:59
Para responder a la pataleta de Yoskan en particular, y contribuir al hilo, en general, transcribo un pasaje de una recopilación de textos de Último Reducto acerca de un autor. Esto es una nota final añadida a un texto de dicho autor por lo cual tal vez su comprensión no sea tan buena como podría. Estoy seguro de que no aprobarían la transcripción de sus textos (escritos originalmente a máquina), pero como sólo será un fragmento, espero que me perdonen. Ahí va:
Más de un lector "verde" estará pensando que (...) se equivoca al rechazar toda forma de producción de electricidad por parte del ser humano, y pensará que este autor olvida ciertas formas de producción elécrica "limpias" y "alternativas". Pues no, no las olvida, por eso también las rechaza. Son estos lectores (y con ellos, muchos otros ecologistas "radicales" y "revolucionarios") los que olvidan siempre una serie de hechos y verdades acerca de esas formas "alternativas" de producción eléctrica. Para empezar, todas ellas son industriales (es decir, implican sistemas sociales, económicos, políticos y tecnológicos de gran escala y complejidad), incluso si lo único que se defiende es el uso a pequeña escala de placas solares o aerogeneradores, ya que tanto estos aparatos (o la mayoría de sus componentes) como las instalaciones eléctricas para conducir la corriente, y los aparatos que la aprovechan son inevitablemente de origen industrial (es totalmente imposible fabrficarlos a partir de las materias primas -e incluso obtener estas mismas materias- de modo completamente autosuficiente y a pequeña escala -poca cantidad, procesos productivos no mecanizados y controlados exclusivamente por los trabajadores que los desempeñan, trabajo libre y voluntariamente realizado, independencia económica, política y tecnológica respecto a grandes estructuras mercantiles, de gobierno o de producción, integración completa de los procesos productivos en los ciclos no artificiales de la materia y la energía, respeto absoluto por la autorregulación de los sistemas no artificiales...-). La fabricación de una lavadora, una nevera, incluso una "simple" bombilla, y no digamos ya un ordenador, un teléfono móvil, un aparato de alta fidelidad, por poner sólo algunos ejemplos típicos, implican impepinablemente la existencia de una compleja estructura sociocultural: la Sociedad Tecnoindustrial (la versión -capitalista o anticapitalista, democrática o dictatorial, "roja", "verde", "negra" o "rosa", derechista o izquierdista, nacionalista centrífuga o imperialista...- da igual).
Todo aparato eléctrico, por el mero hecho de existir supone la interconexión de múltiples ramas de la industria (minería, petroquímicas, transporte..., es decir, un complejísimo y enorme sistema tecnológico), así como la existencia, mantenimiento y desarrollo de grandes y complejas redes comerciales y financieras, gran cantidad de mano de obra (directamente en la producción de esos aparatos o, indirectamente, en las fases previas entre la extracción de materia prima y su acabado final, y en todas las producciones colaterales necesarias para ello -fabricación de las máquinas, herramientas, medios de transporte, instalaciones, etc., necesarias para poder hacer ese aparato eléctrico-) y, por tanto, aglomeración de población en zonas circundantes a los centros de producción industrial y comercio, con la consiguiente e inevitable necesidad de grandes y complejas estructuras de gestión y organización de esa producción, mercado y población (llámeselas abiertamente "estados" o eufemísticamente "federaciones", "comités", etc.). Toda fabricación de cualquier aparato eléctrico implica ineludiblemente la existencia, mantenimiento y desarrollo de mecanismos psicoculturales y estructuras físicas sociales (instituciones públicas o privadas, organizaciones gubernamentales o no...) cuya función es mantener el funcionamiento y Desarrollo ordenado de esa sociedad industrial, haciendo que las personas acepten como naturales, se conformen y se adapten, más o menos "voluntariamente", a esas condiciones de vida antinaturales y así continúen siendo productores y consumidores funcionales para el Sistema. En resumen, que toda forma de producción y uso de energía eléctrica por parte de los seres humanos va inextricablemente vinculada a la existencia y Desarrollo de sistemas sociales profundamente alienantes y dominadores, y con ello a la inevitable destrucción, contaminación o sometimiento y domesticación de la Naturaleza Salvaje (seres humanos incluidos). Por mucho que algunos (muchos, cada vez más), quieran convencernos/se de que es posible una sociedad tecnoindustrial "verde", una industria "limpia" (los medios tecnológicos para "evitar" la contaminación o "reparar" daños "medioambientales", jamás "eliminarán" la contaminación o los impactos -es mera cuestión de termodinámica; ningún proceso genético tiene un rendimiento del 100%; ningún sistema es totalmente cerrado, ni material ni energéticamente; nada surge de la nada ni desaparece en ella; por tanto,m siempre habrá residuos o impactos-, simplemente los ocultarán, los desviarán hacia zonas o aspectos de la Realidad marginales o poco visibles desde la perspectiva "miope" imperante, de modo que parezca que han sido eliminados), un Desarrollo sostenible (concepto este tan paradójico, misterioso, ininteligible e imposible como el de la "santísima trinidad")...
(...) tiene en cuenta todo esto, por eso rechaza toda forma de producción eléctrica. Son otros los que olvidan o prefieren no tener en cuenta "ciertas cosas".
La armadura se cae. Aunque simplemente no sea llevada como la ropa o las máscaras, aunque esté pegada a la cara y el cuerpo, aunque la piel y la carne debieran ser arrancadas con ella, la armadura se cae.
("Against His-Story, Against Leviathan", Fredy Perlman)