Mensaje
por Invitado » 01 Jul 2002, 02:32
De nuevo me dispongo a contestar a los tres compañeros que me han respondido:
AL COMPAÑERO ANARCO-REFORMISTA:
Debo en primer lugar aclarar que en mi opinión no es posible, como piensas tú, llegar a construir una sociedad libertaria si no es por medio de una revolución. Planteas que mediante reformas libertarias se conseguirá algún día llegar a una sociedad anarquista. Pero creo que olvidas el ejemplo histórico de la socialdemocracia. Como sin duda sabes, en un principio los socialdemócratas tenían el mismo objetivo final que los marxistas y los anarquistas (esto es, la sociedad sin clases) ya que no en vano comenzaron siendo, como lo somos nosotros, una rama del Socialismo. Pero su estrategia consistía en organizar a la clase obrera para que, mediante reformas y mediante la conquista del poder político a través de partidos, conseguir poco a poco las mejoras que nos conducirían, finalmente, a la sociedad por la que luchamos. Hay que reconocer que gracias a sus estrategias en muchos países el nivel de vida ha subido, pero a pesar de que llegaron al poder en muchos Estados, nunca han conseguido su (nuestro) objetivo y al final han quedado absorbidos por el sistema y ayudando a fortalecerlo. El Capitalismo tiene la terrible habilidad de absorber y asimilar casi todo, para después neutralizarlo. Y por lo tanto sólo nos queda la vía de la Revolución. Piensa, si mis palabras no te convencen, en el caso de los kibbutzim israelíes: durante un largo tiempo estuvieron regidos por principios netamente anarquistas (autogestión, democracia interna, integración de agricultura, industria y servicios, etc...) pero a partir de 1948 (fecha de creación del Estado de Israel, con economía capitalista) fueron gradualmente absorbidos por el Estado y ahora forman parte del sistema de una manera inofensiva y han abandonado gradualmente los principios anarquistas en los que se basaban, al menos en la mayoría de los casos.
Los kibbutzim pueden ser tomados como ejemplo positivo y negativo: positivo en lo referente en la manera anarquista de gestionarse y negativo en cuanto que fueron absorbidos y neutralizados por un Estado sin necesidad de represión, demostrándose que es necesario, antes de comenzar a desarrollar nuestra sociedad, abolir el Estado y hacerse con todos los medios de producción a través de una clase trabajadora concienciada y que tenga muy claro qué hacer, para evitar que sean manejadas por vanguardias que harán desembocar la Revolución en la detestable Dictadura del Proletariado.
Por otra parte planteas un tema interesantísimo y de difícil solución: ¿qué hacer con el resto de formas políticas y de organización? Este fue el gran problema con el que se encontraron los anarquistas después de que estallara la Revolución en España en Julio de 1936.
Malatesta proponía que, tras el triunfo de la revolución, en cada zona se llevara a cabo los proyectos de la tendencia con más fuerza e influencia, sin sabotearse unos a otros. La experimentación haría ver al pueblo qué opción es la más acertada. En mi opinión, si estallara en un futuro la Revolución lo tendríamos más fácil: no creo que la gente olvide que lo comunistas ya tuvieron su oportunidad y que, a pesar de triunfar en medio mundo, en todos los casos sus regímenes desembocaron en dictadura y opresión. Prácticamente el anarquismo se ha quedado como única fuerza revolucionaria que todavía no ha tenido oportunidad de desarrollar su modelo de sociedad.
En cuanto a la revolución en sí, no tiene que ser un "cataclismo" como dices o esencialmente violenta. Piensa en la posibilidad de una clase obrera convencida e instruida, con un modelo claro de sociedad para desarrollar y que esté dispuesta a dar el golpe definitivo al Capitalismo y al Estado porque sabe qué tiene que hacer. En un caso así bastaría con convocar una huelga general indefinida que haría caer al Estado en muy poco tiempo. Sin duda el enemigo empleará la violencia de la que habrá que defenderse, pero es muy probable que el Estado se encuentre completamente paralizado (huelga en los transportes, medios de comunicación, etc, etc). En todo caso no creo que se convierta en un cataclismo, como predices.
Como consecuencia de todo esto que mantengo, SÍ hace falta un proyecto detallado de cómo ha de ser la sociedad libertaria tras le Revolución, aunque esto no significa que tenga que ser cerrado y tenido como un dogma invariable. Hay que tener en cuenta que será el conjunto de la sociedad la encargada de gestionar la futura sociedad, y no una vanguardia (como fue el caso de los bolcheviques). Y con esto llegamos a lo que yo defiendo: Una de las labores de los anarquistas debe ser, en mi opinión, la de desarrollar esos proyectos continuando con el trabajo de los autores que yo citaba. Para ello necesitamos estudiar y analizar, porque construir una sociedad en la que se conjugue la autogestión, la propiedad común de los medios de producción y la libertad sin la dirección de un Estado es COMPLICADÍSIMO, porque muy fácilmente puede derivar en caos económico, en el resurgimiento del Estado o en el establecimiento de una Dictadura por parte de una vanguardia.
Pero ahora debo aclarar otra cosa que me achacan casi todos los que me han respondido: yo en absoluto me niego a llevar las ideas anarquistas a la práctica. De hecho opino que no hay verdadero anarquismo si no está dirigido a la práctica, a la transformación de la sociedad. Yo no me limito a interpretar el mundo, mi objetivo es, como el vuestro, transformarlo. Lo que sí opino es que algunas de esas prácticas que proponéis en el foro son completamente inútiles y una pérdida de tiempo y dinero, entre otras cosas porque, en el caso de las comunas que comenté en mi primera intervención, ya han sido llevadas a la práctica con el resultado de fracaso (falansterios, los kibbutzim) si el objetivo final es la sociedad sin clases ni Estado.
En resumen: me parece un millón de veces más práctico desarrollar nuevos sistemas que perfeccionen los ya creados por los autores anarquistas de los años 30, mostrar las injusticias estructurales del sistema capitalista sin recurrir a críticas superficiales, divulgar entre la población que existe una alternativa seria y meditada y crear consciencia de clase entre la clase trabajadora para que se lance a la Revolución en el momento adecuado que crear comunas o federaciones de trueque. Vosotros no estaréis de acuerdo, pero lo positivo de todo esto es que vuestras estrategias y las mías no se excluyen mutuamente: podéis seguir con vuestros loables experimentos libertarios (que a mí no me convencen) y yo puedo seguir con el desarrollo teórico del anarquismo, que considero insuficiente y cortado de raíz a partir de la década de los 40 (cosa que a vosotros os parecerá innecesaria).
AL COMPAÑERO GANDALF:
Como tú bien dices, nuestras diferencias se deben a distintas estrategias. Debo aclarar inmediatamente que yo nunca aplico una especie de "anarquímetro" a los compañeros, considerando que sean más o menos anarquistas según se alejen más o menos de mis opiniones. Por lo tanto no pienso que seas menos "revolucionario" que yo. Tengo muy claro que en realidad deberíamos hablar de anarquismos, en plural, porque nadie tiene el derecho de arrogarse la verdad absoluta.
Pero está igualmente claro que nuestros anarquismos son completamente diferentes, ya que por tus palabras se puede deducir que defiendes, o al menos coincides en muchos planteamientos, con el anarco-primitivismo, como demuestran algunas de tus frases: " La ciudad, te guste o no, es una cárcel. Y la tecnología, es esclavismo."
Yo me alegro mucho de que gracias a tus lecturas de las obras anarco-primitivistas hayas podido comprender mejor el nacimiento y funcionamiento de la civilización y el papel de la Iglesia y el Estado, pero debo decir que estos análisis no son originales de ellos. Así, ya desde Feuerbach, pasando por el materialismo de Marx y Engels y otros historiadores, antropólogos y arqueólogos habían explicado todo lo que, por ejemplo, John Zerzan, recoge en sus trabajos, cosa que por otra parte no oculta. Pero los anarco-primitivistas pueden llevarte al error porque sus estudios de las sociedades cazadoras recolectoras es sesgado o, al menos, incompleto. Por ejemplo, Zerzan olvida citar algunos pueblos recolectores- cazadores (o pescadores, que lo mismo es) que no han desarrollado esa idealizada forma de vida en completa igualdad y libre de egoísmo y ambiciones. Me refiero por ejemplo a los kwakiutl que estudió Ruth Benedict en “Patterns of Culture”. Por falta de espacio no citaré más ejemplos, pero los hay. Así que un retorno a su estilo de vida no nos traería automáticamente la Libertad.
Además, John Zerzan sostiene que una de las cosas que nos hizo caer en la civilización y por lo tanto en el esclavismo es el simbolismo, incluyendo el pensamiento basado en el lenguaje, la escritura, los números, etc. Pero Zerzan no se percata de que usa la escritura para denunciar esa civilización que tanto odia, así que dudo mucho que sólo sirva para esclavizarnos. Y en cuanto a la tecnología, mi opinión es que no es mala en sí misma. Es malo y causa desigualdades la propiedad privada de esa tecnología, su uso por una clase dominante. Pero si los medios de producción son de propiedad común, la tecnología pasará de ser un instrumento de opresión a una herramienta que hará mucho más fácil la vida de todos.
Espero que no estés de acuerdo con abolir la tecnología. Piensa en el caso de que tengas un accidente y te rompas varias costillas. Yo no sé tú, pero yo prefiero una máquina de rayos X que muestre los alcances de la lesión y averigüe, por ejemplo, si tengo una hemorragia interna que acabará conmigo en pocos días. A menos, por supuesto, que también pretendáis abolir los accidentes...
En cuanto a que no es necesario una gran industria y que podríamos solucionar su falta volviendo a las necesidades básicas, al no consumismo y al reciclaje: Es verdad que debemos erradicar el consumismo inútil, pero necesitamos industria compleja para tractores, máquinas para la medicina (rayos X, diálisis, etc), medios de transporte (aunque no sean contaminantes), libros...y son sólo ejemplos que se me ocurren ahora de repente. Incluso para el reciclaje necesitamos una indusyria, porque las cosas no se reciclan por arte de magia. Otra cosa distinta es que todo se haga mediante un desarrollo sostenible, por supuesto.
También dices que no es verdad que la gente ya sepa que puede desarrollar comunas que estén autogestionadas y que funcionen democráticamente. Yo sostengo que sí. De hecho, hay muchos ejemplos en la sociedad actual de institucones autogestionadas y democráticas y yo mismo he participado en alguna (asociaciones culturales, peñas futbolísticas, clubs sociales, comunidades de vecinos, sindicatos como la CNT, etc...). Una comuna no funcionaría de manera muy diferente a estas organizaciones, tal vez sólo puliendo alguna cosa. Lo que la gente duda es que pueda gestionarse TODA LA SOCIEDAD de manera autogestionada y con democracia directa, sin la existencia de un poder central autoritario (léase Estado). Están en un error, por supuesto, pero es algo que nunca podremos demostrárselo prácticamente antes de la caída del Estado, por motivos obvios.
En cuanto a mi defensa de la práctica, me remito a lo que escribí en la contestación al compañero Anarco-reformista más arriba.
AL COMPAÑERO REGUIFA:
En primer lugar me gustaría que no hicieras caricaturas facilonas de mis propuestas al decir que lo que propongo es “meditación trascendental” ni me insultes injustamente comparándome con los ridículos miembros del partido de la ley natural. Parece ser que tu inadmisible tono de burla viene motivado por considerarme “pedante”. Bien, pedante significa “el que hace alarde inoportuno de erudición”. No creo que citar una obra que es útil para el debate sea un “alarde de erudición”, ya que no es un libro muy difícil de encontrar, y mucho menos que sea “inoportuno”, pues lo cito dentro de un foro como éste, que versa sobre estrategias y prácticas del anarquismo. Pero tal vez te molestó mi comentario sobre los posibles efectos de la lectura del libro y eso de decir que había escrito un trabajo refutando al Prof. Paniagua. Con esto sólo pretendía contar mi propia experiencia ya que, a pesar de disponer para la realización de ese trabajo de refutación que escribí (enmarcado dentro de todos los que tuve que hacer durante los cursos de Doctorado) con muchos libros y documentos a mi entera disposición, me costó la misma vida contrarrestar las réplicas del autor con algo más que frases que apelen al sentimiento y no a la razón. Y aún así tuve que reconocer que la teoría económica anarquista se encuentra en pañales y es fácilmente desmontable con buenos argumentos.
Ahora paso a comentar una frase tuya: “Otras cosa, eso del estudio....asi, en seco, me parece muy poco cientifico ya que la ciencia empiricas consiste en: teorizar-experimentar-correjir-teorizar....i así. Entonces, sin práctica, sobre que teorizas?”
¿Pero no te das cuenta de que estás cayendo en una enorme contradicción? Tú mismo dices que en primer lugar viene "teorizar" y después “experimentar”, pero un luego dices: “Entonces sin prácticas, sobre que teorizas?” ¿No acabas de decir que primero es la teoría? Te contradices tan sólo una línea después, ¡eso es un récord!
Y como escribí en la respuesta al compañero anarco-reformista, en absoluto estoy en contra de la práctica, pero me remito a lo que le dije a él. Tan sólo debo añadir que para la práctica primero se necesitan las condiciones adecuadas, y esto consiste en derrocar al Estado. Por lo tanto nuestra misión debe ser conseguir que se produzca esas condiciones adecuadas para la práctica. Primero la Revolución, y luego experimentaremos, y este orden no es por capricho: es así porque no puede hacerse de otra manera.
Finalizas tu respuesta diciendo que no te aporto nada... Pues lo siento, pero desde luego que tú a mí tampoco, a parte de insultos y chistes fáciles. Acepto tus disculpas, pero yo intento mantener un debate medianamente serio ( tus compañeros lo hacen) y creo que con tus palabras lo único que vas a conseguir es que no vuelva a intervenir más, no porque me quede sin argumentos, si no porque no tengo tiempo ni ganas de defenderme ante ataques tan toscos y groseros.
Me despido ya, pero debo señalar que aunque me contestéis no podré responder al menos hasta Septiembre porque me voy de vacaciones a un lugar, por fortuna, bastante apartado e incomunicado.
Espero que paséis todos un buen verano.
Salud y Anarquía.