Enfocant
Control Risks es un gabinete de estudios internacional que se dedica a elaborar documentos de análisis para compañías multinacionales. En ellos hace un detallado análisis de las condiciones del país y el territorio en el que las compañías quieren desarrollar su actividad y analiza los posibles riesgos. Estos son de todo tipo, pero principalmente la existencia de gobiernos adversos, la inseguridad ciudadana y sobre todo la hostilidad de la población local.
Cuestiones como la extracción de gas no convencional o de hidrocarburos juegan un papel significativo en los análisis de este gabinete. Una vez elaborados, estos informes sirven para prevenir a las multinacionales de lo que se van a encontrar en cuanto a movilización social y permiten a éstas desarrollar estrategias para lograr sus objetivos. En definitiva, se trata conocer al “enemigo” para poder vencerlo.
En un documento de 2012 disponible en inglés en su página web y que lleva por título The global anti-fracking movement, what it wants, how it operates, and what’s next [1] se analiza el movimiento anti-fracking a nivel mundial. El informe sitúa sus orígenes en los EEUU y su expansión internacional la atribuye, en gran parte, a la amplia difusión del documental Gasland de Josh Fox. Se mencionan las moratorias que prohíben el fracking en estados como Francia o Bulgaria, se detallan las movilizaciones y acciones directas en algunos países o se explica la política de los diferentes estados al respecto de la extracción de gas no convencional.
El informe hace un recorrido detallado por las características y forma de actuar de los colectivos contrarios al fracking, exponiendo sus métodos de difusión y propaganda. Uno de las técnicas fundamentales que señala el dossier es la difusión a través de plataformas y páginas web. Aquí es donde se menciona la web de la Asamblea contra la fractura hidráulica de Cantabria [2] (que el pasado mes de Julio contó con más de 20.000 visitas) como un ejemplo paradigmático en cuanto a la calidad de sus contenidos y estructura, con mapas de los permisos, información técnica y noticias.
La referencia es significativa, sobre todo si tenemos en cuenta que el informe se centra en estados como Francia, Bulgaria, Argentina, China o Sudáfrica y deja fuera de su estudio al Estado español. Parece evidente que el movimiento anti-fracking cántabro está en el mapa mundial. Las multinacionales del gas de pizarra lo han puesto allí y lo ven como un enemigo a batir.