En el día de hoy al menos siete mineros en huelga han sido abatidos y asesinados por las fuerzas de seguridad en una mina sudafricana de platino. Los asesinatos son las últimas de una larga lista de muertes durante una huelga que se ha visto complicada por una violenta y amarga disputa intersindical sobre el número de afiliados.
Ayer, la policía sudafricana ordenó a los miles de obreros que estaban en huelga que abandonaran las cercanías de la mina de platino de Lonmin Marikana o que de lo contrario se las verían con una evacuación por la fuerza. Hasta 3000 policías, una unidad de élite paramilitar, apoyada por caballos y helicópteros, se enfrentó a los mineros y cumplió el ultimatum.
Justo antes de que la policía atacara a los huelguistas, un portavoz dijo:
"Hoy es el desgraciado Día D. Es ilegal reunirse. Hemos intentado negociar y lo volveremos a intentar, pero si fracasa, obviamente tendremos que cambiar de fase táctica."
El presidente de la AMCU respondió:
“Habrá derramamiento de sangre si la policía entra. No nos vamos a ninguna parte. Si llegara el caso, estamos preparados para morir aquí.”
En la última semana, diez personas, entre ellas dos policías, han muerto en una violenta guerra territorial, (que se da de forma paralela a la huelga), entre dos sindicatos "rivales".
La disputa es sobre la afiliación, y se da entre la Association of Mineworkers and Construction Workers (AMCU) y la National Union of Mineworkers (NUM) y lleva en vigor alrededor de 8 meses.
NUM es visto como un sindicato "moderado" y ya no cumple las necesidades de sus afiliados, mientras que AMCU es supuestamente más militante y está preparado para enfrentarse con la patronal. AMCU es acusado de estar utilizando tácticas de chantaje para lograr que los trabajadores cambien de afiliación.
Además de la pérdida de producción, los patronos deben estar totalmente encantados de que los trabajadores prefieran pelearse entre sí que con el enemigo verdadero.