Opinión

Autor

 

 

Respuesta a la declaración de la FAU ante la muerte de Chávez

Colectivo Editor de El Libertario (Venezuela)

En memoria del querido compa Rafael Spósito (a) “Daniel Barret”

EXISTIERON
(Un texto encontrado en Internet)

Sin pretensión de lanzar ofensas y queriendo incitar a la reflexión sobre la trayectoria del amplio espectro anarquista, en este artículo planteo una serie de cuestiones encaminadas a resolver la duda de si estamos perdiendo terreno en el imaginario popular como movimiento socio-político. Vivimos una amnesia colectiva ya con la memoria histórica enterrada, aunque los viejos mitos, al igual que las visiones románticas del pasado, no cayeron del todo o no supimos superarlos.

Está claro. Cuando se comenta que en el estado español hay crisis, la crisis no es algo que cayó mágicamente del cielo: es la crisis en la que los gestores de la macroeconomía (PPSOE, tanto monta monta tanto) nos han metido a las clases populares. Porque si miramos las cuentas de resultados de los principales bancos, empresas de telefonía, gigantes de la energía y otros pulpos de la economía española, vemos que sus grandes accionistas están lejos de pasarlo mal con la crisis.

Desde la sorprendente primavera del año 2011, la fisonomía de los movimientos sociales en el Estado Español ha mutado de manera radical. La irrupción del 15-M abrió el cauce a un torrente de creatividad popular que experimentó en las calles con el asambleísmo, la protesta masiva y la generación de discurso colectivo.

Esta semana conmemoramos dos acontecimientos notables. El 18 de marzo se cumple el aniversario de la Comuna de París de 1871 y el 21 de marzo es el Newroz, año nuevo kurdo. Estos dos hechos sin aparente relación entre ellos, tienen ciertas cosas en común.

Es común en ciertos ámbitos libertarios, y también en ciertas sectas marxistas-leninistas, un discurso tendente a valorar la profundidad, combatividad y radicalidad de las expresiones populares en base a su aspecto formal y estético. El eterno debate que identifica ruptura y radicalidad con la llamada violencia y la simbología asociada. 

 

¿La de la clase dominante (elección de "nuevos" gobernantes) o la de la clase dominada (la rebelión)?

Un viejo amigo me dijo una vez que la vida nos resulta muy dura porque nos cargamos de necesidades que debemos cubrir. Después, parafraseando la ironía de algún maestro, añadió: “pero, ¿qué necesidad hay de tener necesidad?” Es el bucle en el que las sociedades hiperindustrializadas (que no hiperdesarrolladas) andan metidas desde hace demasiados años: con nuestra actitud pasiva frente a un sistema que nos ha robado la autonomía y la libertad, hemos aceptado toda suerte de concesiones y nos hemos dejado agujerear por la infinidad de falsas carencias que el capitalismo ha sabido generar y rellenar cuidadosamente en forma de necesidades de consumo. Nos hemos convertido así en una suerte de esclavos henchidos por el privilegio de serlo.

Páginas

Aviso Legal  |  Política de Privacidad  |  Contacto  |  Licencias de Programas  |  Ayuda  |  Soporte Económico  |  Nodo50.org