
El anarcosindicalismo jamás ha sido una "ideología" como ha sido, por el contrario, el marxismo-leninismo. Ha sido una práctica desarrollada por los libertarios en el movimiento obrero, sindicalizado o no. Ideologizar el anarcosindicalismo es esterilizarlo. Es convertirlo en una camisa de fuerza que dificulta cualquier respuesta en el mundo actual.