[Francia] Congreso de la Union Syndicale Solidaires: Reafirmar la voluntad de trabajar juntas

En nuestra edición de abril presentamos el funcionamiento del congreso Solidaires y los principales temas del 9º congreso. Después del congreso, ¿qué conclusiones se pueden sacar y qué perspectivas se pueden presentar para quienes desean construir una herramienta sindical para la lucha de masas?

El congreso de Solidaires que se celebró en Labège, cerca de Toulouse, del 22 al 26 de abril, tuvo en particular un fuerte interés en torno a la recomposición sindical CGT-Solidaires-FSU. Si los avances al final del congreso, en este tema como en otros, pueden considerarse mínimos, la observación de que el sindicato Solidaires permanece unido en torno a su método único de trabajar hacia el consenso es clara y tranquilizadora.

La parte más esperada de este congreso fueron obviamente los debates sobre la recomposición sindical, materializados con el proceso de acercamiento CGT-FSU. Parecía que no habían tenido un buen comienzo, con un borrador inicial ambiguo resultante de un consenso en el grupo de redacción y lo que las estructuras habían considerado aceptable dejando espacio para la interpretación, y con la oposición de varias estructuras, incluida la federación SUD Rail, advirtiendo a varias. meses antes que anunciar una recomposición con la CGT era imposible.

Novedades en el ámbito sindical
Sin embargo, una vez hechas las aclaraciones (distinguiendo claramente la amplia unidad sindical, por ejemplo durante el movimiento contra la reforma de las pensiones, y la recomposición dentro del bloque de "lucha"; no se trata de una fusión impuesta desde arriba a corto plazo, sobre todo porque la CGT no quiere esto; no se trata de cortocircuitar el trabajo en la base, lo más cerca posible del campo y de las diversas realidades sindicales, ni de hacer de la recomposición el alfa y omega del futuro de Solidaires), el trabajo en comisión permitió lograr una reformulación consensuada de casi toda la parte. De manera bastante espectacular, al final no se sometió a votación ninguna enmienda sobre este tema, no se ejerció ningún veto y la resolución en su conjunto pudo ser adoptada casi por unanimidad.

El precio a pagar - lo hay desde el punto de vista de los sindicalistas de los que formamos parte, que desean un compromiso decidido con un proceso de acercamiento - es una formulación final menos costosa. Ya no hablamos de "recomposición sindical" sino de "evolución del campo sindical", ya no hablamos del proceso CGT-FSU, ya no nombramos a un socio privilegiado, ya no lanzamos grupos de trabajo sobre el tema. Concretamente, las estructuras que deseen trabajar en el tema pueden hacerlo, sin involucrar ni involucrar a otros. Sin "tabú", sin progreso.

El 9º congreso del Sindicato Solidaires fue transmitido en vivo, la retransmisión del congreso está disponible en su canal de YouTube.

Una conferencia con múltiples desafíos
Esta discusión fue parte de un debate más amplio sobre el desarrollo del sindicato, planteando, por ejemplo, la cuestión de la doble sindicalización o la subcontratación. A pesar de varios llamados a debatir seriamente estas cuestiones, particularmente ante una disminución en el número de miembros, el encantamiento no pudo superarse y las vías de trabajo decididas siguen siendo muy escasas.

La posibilidad de que la pareja de portavoces pudiera estar compuesta por dos mujeres fue validada mediante una modificación de los estatutos (que exige unanimidad, por lo que está lejos de ser adquirida a priori). Esto permitió a Julie Ferrua suceder a Simon Duteil, todavía con Murielle Guilbert. Una señal feminista positiva. El término islamofobia, y el análisis que subyace, hace su entrada oficial en el corpus de la unión, ya utilizado por ciertas estructuras. Las reticencias no llegaron hasta el veto y la votación fue aprobada por una abrumadora mayoría.

En cuanto a la prostitución, el sindicato Solidaires sigue siendo abolicionista, a pesar de varias enmiendas destinadas a reconstruir una posición común. La falta de consenso sobre esta cuestión es ahora evidente; podemos dudar de que las repetidas invitaciones a invertir en la Comisión de Mujeres sean suficientes para resolver la cuestión. Los desafíos al funcionamiento del consenso con derecho de veto planteados por determinadas estructuras, como la federación SUD Santé Sociaux, que lo hace en cada congreso, tampoco han encontrado suficiente apoyo.

La continua imposibilidad de trabajar en un único centro de formación o una mayor singularidad de los nombres indican que Solidaires prefiere seguir siendo, "después de 25 años de vida común", una agrupación heterogénea que convertirse en una estructura verdaderamente unificada, aunque esto signifique a menudo no implementar todos los medios necesarios para hacer realidad el trabajo interprofesional. La composición de la nueva secretaría nacional fue validada sin dificultades.

Finalmente, en Solidaires aún coexisten dos posiciones ineficaces respecto a los "movimientos sociales". Se rechaza cualquier vínculo con estas fuerzas sociales, en nombre de la necesidad (¡real!) del sindicalismo de intervenir directamente en la mayoría de los temas; el otro considera que la actividad militante, particularmente interprofesional, sólo se produce a través de estos colectivos y asociaciones, negando el carácter de clase del sindicalismo que debe intervenir en las luchas sobre esta base.

¿Cuáles son las perspectivas para el futuro?
Básicamente, el sindicato está haciendo pocos avances. En términos formales, los resultados son más positivos: se reafirma claramente el deseo de trabajar juntos, el método de construir pacientemente consenso sigue demostrando su valor para mantener la cohesión de estructuras sindicales con historias diversas. El equilibrio de Solidaires a veces parece precario, ya que los conflictos internos han sido muy virulentos en los últimos años y ciertas estructuras han podido adoptar una postura de oposición caricaturizada. Una lección de esta conferencia es que cuando todos se toman el tiempo para discutir, los desacuerdos pueden superarse. Sin embargo, al final del congreso aún será necesario realizar un trabajo importante para la construcción de Solidaires. El sectarismo todavía está demasiado presente, al igual que las posturas izquierdistas superficiales.

Para que el próximo congreso pueda ser una oportunidad para un debate más constructivo sobre la recomposición sindical, en un contexto de progresión de la extrema derecha y de aceleración de la crisis ecológica, los sindicalistas convencidos de Solidaires, comunistas libertarios o no, deben unirse sin demora e introducir en sus estructuras, desde las bases hasta las autoridades nacionales, prácticas verdaderamente unitarias, unitarias y democráticas, por tanto populares, de masas, interprofesionales e internacionalistas.

Comunistas libertarios sindicalizados en Solidaires