Reflexiones sobre organización anarquista

Por Jon Bigger en Freedom News. Traducción Alasbarricadas.

Vivir en un campus universitario significa que entro en contacto con mucha gente interesada en la política por primera vez. Algunos nunca han oído hablar del anarquismo y otros tienen un conocimiento muy limitado de lo que es. Es ligeramente distinto de conocer y discutir sobre anarquismo con personas de 20 años en adelante, que piensan que sí saben lo que es el anarquismo y esperan tener una larga y agradable discusión en la que puedan demostrar que estás equivocado.

Las conversaciones sobre anarquismo con el segundo grupo de personas son enfrentamientos. Ya han establecido sus prejuicios, pero en lugar de decir simplemente  "creo que estás equivocado", inician una conversación interesándose aparentemente en lo que crees y por qué lo haces. Da igual cómo respondas, ya han decidido: "La gente es demasiado egoísta para que el anarquismo funcione", dicen. "Por eso mismo es que necesitamos el anarquismo", insistes. "Necesitamos un sistema que evite que las personass egoístas tengan poder y riqueza más allá de lo que es justo que les corresponda". Esto no les satisface y pasan lo que parecen horas explicándote el modo en que la naturaleza humana demuestra que estás equivocado. O tal vez he estado conociendo a la gente equivocada.

El primer grupo, por otro lado, puede ser mucho más receptivo. Recientemente me he involucrado con un grupo horizontal con toma de decisiones colectivas mediante la democracia directa. Nos reunimos para analizar la acción, llevamos a cabo la acción y nos reunimos para evaluar la eficacia de la acción antes de planificar la siguiente actividad. Si bien hay dos o tres asiduos en el grupo que se hacen llamar anarquistas, el cuerpo principal del grupo está allí por el problema al que enfrentamos. Sin embargo, el hecho de que esté organizado según los principios anarquistas ha comenzado a despertar cierta curiosidad dentro del grupo y la gente ha empezado a hacer preguntas con un interés sincero.

Han comenzado a compartir libros y folletos sobre organización anarquista. "No puedo creer que estas ideas no sean más conocidas", dijo alguien el otro día, comenzando una conversación sobre grupos no jerárquicos. Esto lleva a una discusión sobre términos como "solidaridad", "igualdad" y "horizontalismo". A medida que llevamos a cabo nuestra acción directa, hablamos del anarquismo; como objetivo final y también como actividad cotidiana.

Llegamos a la conclusión de que no hay un resultado final. El anarquismo como un modo de vida cotidiano comienza en el aquí y ahora y nunca cesa. Es el desafío continuo al poder y la autoridad. Podemos alcanzar lo que podríamos considerar una forma de sistema y sociedad anarquistas, pero debemos aceptar que el proceso de cambio revolucionario puede no terminar nunca. Siempre necesitaremos estar preparados para desafiar a la jerarquía cada vez que comienza a solidificarse o a recrearse. No podemos suponer que un sistema evitará que la energía se solidifique sin la participación activa de individuos y grupos.

En un sistema democrático directo, por ejemplo, puede ser necesario desafiar a aquellos que tienen responsabilidades delegadas y poderes temporales. En un sistema económico comunal, puede ser necesario asegurar activamente la igualdad si las personas acaparan riqueza, comida o vivienda más allá de un reparto justo. La idea de crear organizaciones dentro de nuestra sociedad actual que puedan reemplazar a las antiguas una vez que se vuelven redundantes significa que cuando practicamos el anarquismo creamos el futuro, sin importar lo lejano que este pueda percibirse o cuántas discusiones o cismas existan en el mismo movimiento.

Lo crucial de estos experimentos es que no necesitamos convertir a todos en anarquistas. El grupo en el que estoy se compone de personas enfocadas en un objetivo específico. Ese objetivo se solapa con el de otros grupos y, por lo tanto, emerge lentamente una red basada en la ayuda mutua y las acciones de solidaridad. A medida que más personas se involucran y ven el valor de este método de organización, veo que las personas desarrollan habilidades que podrán transferir a otros grupos. Serán conscientes de la importancia de actuar de la misma manera y serán capaces de hacerlo en otros grupos.

A veces, lo más revolucionario que podemos ser es comenzar con las cosas más cercanas a nosotros. Algunos de los grandes problemas del mundo parecen tan lejanos que nos sentimos impotentes para cambiarlos. Pero al comenzar con cuestiones pequeñas y locales, podemos establecer una pequeña diferencia. También es posible que interactuemos con otras personas que también establecen pequeñas diferencias en nuestra área y de repente veamos un cambio significativo.

Al reflexionar sobre 2017, no puedo evitar sentirme un poco triste y abrumado. Los desafíos son enormes y, a veces, siento que nos tiramos al agua para ser arrastrados por la corriente. Me siento abatido por el estado del movimiento y las disputas entre grupos que estallan en su seno. Sin embargo, cuando miro las cosas pequeñas, las cosas cercanas, manejables y controlables, percibo la diferencia que los demás y yo establecemos juntos. El éxito no es una gran protesta con mucha publicidad. El éxito puede ser un montón de resultados pequeños pero positivos que realmente cambian vidas. Uno de los resultados que debemos buscar es difundir nuestros valores y formas de organización entre personas que no saben lo que es el anarquismo. Para mí, hacer eso de forma positiva, mediante el ejemplo, ha sido una de las mejores lecciones del año pasado..

Enlaces relacionados / Fuente: 
https://freedomnews.org.uk/reflections-on-anarchist-organising/
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