El fracaso del republicanismo.

22N en Madrid. Convocatoria Estatal. Asisten 2500 personas según los organizadores. Una multitud de banderas republicanas. Ver las fotos y videos de la convocatoria. Mayoría republicana y de gente mayor. Bastantes jubiladxs:

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Escasa asistencia para un acto convocado a nivel del Estado. Un fracaso de convocatoria.

20N en Valencia. Manifestación convocada por Acció Antifeixista València y la Plataforma per la Memòria del País Valencià. Asisten 1000 según los organizadores, más de 800 personas contrastadas, es decir entre 800 y 1000 personas en su inmensa mayoría muy jóvenes. Multitud multicolor de banderas y pancartas: antifascistas rojas y negras, anarcosindicalistas de CNT, Cuatribarradas esteladas, rojas de la COS, de la JCPV o del PCPE, y una sola bandera republicana que portaba un único afiliado atávico del PCEML.

https://directa.cat/actualitat/manifestacions-antifeixistes-valencia-castello-en-quarante-aniversari-de-mort-de-franco

Y es que el Estado, ya sea Monarquía o República, tiene pocos segudidorxs entre la juventud antifascista y anticapitalista. Se preguntan: ¿República a la francesa, Patriotera Imperialista, desencadenante de las guerras que asolan a una parte de la humanidad?

¿Una República con el liderazgo de los partidos institucionales PSOE, CIUDADANOS  y PODEMOS, que se aferrarían a un clavo ardiendo para continuar siendo “casta”? ¿Una República cuyas formas de producción y apropiación van a seguir siendo las capitalistas?

Por supuesto que NO. Jamás debemos apoyar el continuismo capitalista. Monarquía o República, el Estado: capitalista es. Bastante han tenido los pueblos sojuzgados con la “Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas” y con la “República Popular China”, estados continuadores del capitalismo más despótico, sanguinario, ambicioso y  feroz depredador de los recursos naturales.

Y más en el momento que se abren brechas en el conocimiento de la verdad de la memoria histórica frente a la manipulación estalinista: las víctimas del genocidio franquista no son todas republicanas; las hay en buena parte antifascistas y anticapitalistas. Una tercera parte, al menos,  de estas víctimas son libertarias, combatientes contra el fascismo, pero NO republicanas. Los y las militantes libertarios y libertarias de CNT, FAI, de la FIJL, de Mujeres Libres, de los Ateneos Libertarios… apoyaron a la República del Frente Popular en la medida que combatieron al fascismo. Equivocadamente o no, participaron en el Gobierno republicano y disolvieron las milicias anarquistas,  mientras la República aprovechó para acabar con la Revolución Social que impulsaron, masacrando a los y las anarquistas en Barcelona en Mayo de 1937. Con anterioridad la República asesinó y encarceló a miles de anarquistas antes de 1936, al igual que hizo cualquier Estado de orden burgués y capitalista.

Al menos una tercera parte de las víctimas del franquismo son libertarias, no republicanas. Al menos una tercera parte de las víctimas de los crímenes franquistas lucharon contra el Estado capitalista, lucharon contra el fascismo sin por ello considerarse defensoras del orden republicano.

Pero no es esta la versión impuesta desde la mayoría de los Colectivos de Memoria y Víctimas del Franquismo en la actualidad, que consideran a las víctimas de los crímenes franquistas como totalmente republicanas y enarbolan en su nombre la bandera tricolor, escondiendo que su bandera es la rojinegra del anarcosindicalismo y que jamás ha sido ni será suya la bandera tricolor republicana.

La defensa hoy del orden republicano, de la República, no es más que una vieja añoranza ligada a las ideologías comunista y socialista prácticamente desaparecidas, mientras la idea libertaria aparece con nueva pujanza plena de modernidad, con sus múltiples variantes pero al igual que en el pasado defensora de la paz, de  la igualdad horizontal contra las jerarquías partidistas, por el cooperativismo, el colectivismo, el decrecimiento, la limitación del consumo, el internacionalismo contra el patrioterismo, el apoyo muto, la solidaridad, la acción directa y tantas otras formas nuevas de lucha solidaria.

La defensa de la República pertenece al pasado, es propia de ideologías fracasadas de antiguos trasnochados. No va a ninguna parte.

Tomás Pellicer. Militante de CNT.