C.2.3 ¿Por qué hay innovación y cómo afecta a los beneficios?
Hay una cierta cantidad de valor excedente en la economía en cualquier momento. La competencia determina cómo este excedente es creado y cómo se divide entre las empresas. En todo ello, la innovación tiene un papel clave.
La innovación ocurre para expandir los beneficios y sobrevivir a la competencia de otras compañías. Mientras los beneficios se puedan generar sin problemas (por ejemplo por competencia oligopolística o inflación) esto sólo puede ocurrir a costa de otras personas y otros capitales (ver sección C.5. y sección C.7. respectivamente). La innovación, sin embargo, permite la generación de beneficios directamente de la nueva o incrementada productividad (explotación) del trabajo. Esto es porque es en la producción en donde se producen los productos, y por tanto los beneficios, y la innovación resulta en nuevos productos y/o nuevos métodos de producción. Nuevos productos significa que las compañías puede acaparar más beneficios hasta que los competidores entren en el nuevo mercado y fuercen el precio de mercado hacia abajo por competencia. Los nuevos métodos de producción permiten que se incremente la intensidad de trabajo, lo que quiere decir que los trabajadores hacen más trabajo en relación a sus sueldos (en otras palabras, los costes de producción caen en relación al precio de mercado, lo que significa beneficios extra).
Así que mientras la competencia asegura que las empresas capitalistas innovan, la innovación es el medio por el que las empresas obtienen una ventaja en el mercado. Esto es porque la innovación significa que:
“los beneficios extras de los capitalistas vienen del proceso productivo .. cuando hay un aumento por encima de la media en la productividad del trabajo; los reducidos costes permiten a las empresas tener mayores beneficios que la media en sus productos. Pera esta forma de exceso de beneficios es sólo temporal y desaparece cuando los métodos de producción mejorados se generalizan.”
Paul Mattick Economía, Política y la Era de la Inflación, p. 38
La innovación, además, en términos de nueva tecnología también se usa para ganar la guerra de clases en el centro de producción para los capitalistas. Como el objetivo de la producción capitalista es la de maximizar los beneficios, de ello se sigue que el capitalismo introducirá la tecnología que le permita extraer un mayor valor excedente de los trabajadores. Como argumenta Cornelius Castoriadis, el capitalismo:
“ha creado una tecnología capitalista, para sus propios fines, que no son de ninguna manera neutros. La verdadera esencia de la tecnología capitalista no es desarrollar la producción por la producción misma: su esencia es subordinar y dominar los productores."
Los Consejos de los Trabajadores y la Economía de una Sociedad Autogestionada p. 13
De esta forma, las mejoras tecnológicas también pueden servir para incrementar el poder del capital sobre la mano de obra, para asegurar que los trabajadores hagan lo que se les dice. De esta forma, la innovación puede maximizar la producción de valor excedente intentando incrementar la dominación durante las horas de trabajo a la vez que se incrementa la productividad por nuevos procesos.
Este intento de incrementar los beneficios usando la innovación es la clave de la expansión capitalista y de la acumulación. Como tal, la innovación tiene un papel clave en el sistema capitalista. Sin embargo, la fuente de los beneficios no cambia y permanece en el trabajo, la técnica y la creatividad de los trabajadores en el centro de trabajo. Y debemos hacer hincapié en que la innovación por sí misma es una forma de trabajo – trabajo mental. Efectivamente, muchas compañías tiene departamentos de investigación y desarrollo en los que a grupos de trabajadores se les paga para generar nueva e innovadoras ideas para sus empleados. Y también debemos señalar que muchas innovaciones vienen de individuos que combinan esfuerzo físico y mental fuera de las compañías capitalistas. En otras palabras, los argumentos de que el trabajo mental por sí mismo es la fuente de la riqueza (o de los beneficios) es falso. Que este es el caso se puede ver de varias experiencias en control obrero (ver la siguiente sección) donde la igualidad creciente en el puesto de trabajo, de hecho, incrementa la productividad y la innovación. Estos experimentos muestran que, los trabajadores, cuando se les da la oportunidad, pueden desarrollar muchas “buenas ideas” y, igual de importante, ponerlas en funcionamiento. Por contra, un capitalista con una “buena idea”, sería incapaz de ponerla en funcionamiento sin trabajadores y es este hecho el que muestra que la innovación, por sí misma, no es la fuente de valor excedente.