Enviado por anonerror (no verificado) en Jue, 26/05/2016 - 00:08
Este cuento ya nos lo conocemos de antemano pues es el mismo caso de Ingrid Betancourt y su amiguita Clarita Rojas cuando se fueron a realizar su campaña política en el Caguán. Como por entonces se desarrollaban las elecciones presidenciales quisieron aprovechar el impacto mediático de su captura a manos de las FARC para utilizarlo de propaganda electoral.
Ahora esta señorita Salud Hernández, distinguida falangista de armas tomar, dotada de una personalidad arrogante y pretenciosa ha desaparecido en la manigua del Catatumbo- ¡oh, gloria inmarcesible! ¡Oh, júbilo inmortal!