zonas libertarias en CGT
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Invitado
A ver, un poco de serenidad que tampoco cuesta tanto.
El hilo este se abrió para preguntar por las zonas libertarias en CGT. No se trata de volver al eterno tema de las subvenciones y liberados, para ello ya hay temas abiertos o se abre uno específico y, mucho menos, para volver a tirarnos todos los trastos a la cabeza con insultos y salidas de tono. Tratar a CGT de escoria o vendidos no aporta nada al debate, que de eso se trata en el foro, de debatir sobre anarcosindicalismo.
El hilo este se abrió para preguntar por las zonas libertarias en CGT. No se trata de volver al eterno tema de las subvenciones y liberados, para ello ya hay temas abiertos o se abre uno específico y, mucho menos, para volver a tirarnos todos los trastos a la cabeza con insultos y salidas de tono. Tratar a CGT de escoria o vendidos no aporta nada al debate, que de eso se trata en el foro, de debatir sobre anarcosindicalismo.
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Invitado
De acuerdo paisano las generalizaciones son siempre muy dañinas. Tanto en CGT como en CNT habrá sindicatos, zonas y personas más legales y coherentes y otras menos.
Por eso el debate va sobre zonas más libertarias, porque la cosa varía mucho por lo visto y no parece que se halla avanzado mucho en ese aspecto y es que en la teoría es una cosa y en la práctica otra. Por eso creo interesante saber en la práctica que confederaciones o zonas en cgt os parecen más coherentes con el funcionamiento libertario y que se aportasen datos más que insultos.
Por eso el debate va sobre zonas más libertarias, porque la cosa varía mucho por lo visto y no parece que se halla avanzado mucho en ese aspecto y es que en la teoría es una cosa y en la práctica otra. Por eso creo interesante saber en la práctica que confederaciones o zonas en cgt os parecen más coherentes con el funcionamiento libertario y que se aportasen datos más que insultos.
Invitado, no he debido expresarme con claridad. No me opongo a que se debata sobre las zonas libertarias de CGT, al contrario, sólo mostré mi oposición a que, una vez más, se utilizase este hilo (o cualquier otro) para recurrir a los tópicos e insultos, de los que yo estoy ya cansado.
A mí particularmente me sorprende leer que se generaliza señalando a las zonas con menor afiliación como las más libertarias, como si una cosa tuviera relación con la otra.
No obstante ya adelanto que yo no tengo una opinión sobre qué zonas son más libertarias, supongo que serán aquéllas en las que hay más libertarios en ellas y que esos libertarios llevan a su práctica sindical los principios libertarios que les animan. Pero tampoco lo tengo tan claro. Que siga siempre el debate.
A mí particularmente me sorprende leer que se generaliza señalando a las zonas con menor afiliación como las más libertarias, como si una cosa tuviera relación con la otra.
No obstante ya adelanto que yo no tengo una opinión sobre qué zonas son más libertarias, supongo que serán aquéllas en las que hay más libertarios en ellas y que esos libertarios llevan a su práctica sindical los principios libertarios que les animan. Pero tampoco lo tengo tan claro. Que siga siempre el debate.
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una
Pues a mi me parece interesante saber que zonas se consideran más libertarias por lxs compañerxs, en que zonas la CGT está menos aislada del resto del movimiento y en que zonas se funciona usando más la acción directa, pasando de las eleciones y en cuales la norma es conseguir a toda costa el máximo de miembros en comites posibles... Tengo la impresión de que las zonas de CGT más "libertarias" son precisamente las que tienen menos gente, zonas que continúan "controladas" por gente venida de CNT de antes de la escisión, gente que en el fondo sigue creyemdo en eso de "vaciar de contenido los comintés"... esto puede llevar a una conclusión, seguramente precipitada, y es que la CGT tiene un problema antilibertario estructural, cuando superan cierto límite de afiliación dejan la práxis anarquica para usar una más institucionalizada, el crecimiento a toda costa, la caza del voto... no son problemas ocasionales de individuos y ciertas asambleas, podemos estar ante un problema estructural lo que sería mucho más grave... no es por darle más vueltas al tema... yo tambien estoy un poco cansada, que cada una luche a su modo.... pero hay que dejarse de engañar al personal.
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OTRA ZONA LIBERTARIA
En Cádiz, a 28 de Marzo de 2004
A TODA LA AFILIACIÓN:
DE CÓMO EL MOBBING Y EL NEGOCIO SE ADUEÑAN DE RUESTA
Tengo órdenes expresas de no hablar de este tema como representante de
Andalucía en las Juntas de Ruesta, cargo que está a punto de ser revocado,
pero sí se me permite hacerlo como afiliada a CGT. Y, como afiliada, creo un
deber y una necesidad urgente que el conjunto de la afiliación tenga
conocimiento de la conjura antiética que se ha venido desarrollando a sus
espaldas durante los últimos meses en Ruesta, con el objeto de que lo
tengáis en cuenta a la hora de posicionaos en las próximas asambleas, cuando
vuestra opinión tenga validez institucional. De todas formas, si alguien
desea más información, hacer algún comentario, expresar su opinión o aclarar
algún punto, no dudéis en poneos en contacto conmigo (EDITADO) o escribiendo al SOV de Cádiz, Avda. de Andalucía, 6 sótano, apdo.
de correos 333, e-mail: cgtcadiz (at) teleline.es Fax nº: 956200277.
A primeros de noviembre del año pasado llegó a mis manos una ponencia para
el Pleno Confederal Ordinario a celebrar los días 28, 29 y 30 de ese mes en
Madrid. La ponencia se dividía en dos apartados: "Ruesta: Un proyecto
libertario" y "LibertÁrea", ambas firmadas en primera instancia por un tal
Jesús Gázquez, de Córdoba. La idea que reflejaban era llevar a la práctica
la ideología libertaria en un espacio ya existente, Ruesta, gestionado por
una organización anarcosindicalista, la CGT. Contra más veces las leía e iba
profundizando en su contenido, más ganas sentía de implicarme hasta el fondo
en ese proyecto, cuyo espíritu reflejaba tan a la perfección el sueño de mi
vida, que no es otro que el de crecer y desarrollarme como persona
individual dentro de un marco colectivo de libertad, entendimiento,
igualdad, trabajo comunitario, autoresponsabilidad, solidaridad, verdad,
honradez y respeto, en definitiva, vivir de acuerdo a mi forma de pensar con
personas afines y demostrar a quién pueda dudarlo que otro mundo es posible,
que la idea libertaria es posible y viable, que no es una mera utopía vacía
de contenido acerca de la cual filosofar, sino una realidad palpable para el
presente y, sobre todo, para las generaciones venideras, tal y como ya se
demostró en el pasado en varias ocasiones que, por circunstancias ajenas, no
tuvieron continuidad. Ruesta era el marco perfecto, y la ponencia era la
base perfecta. Merecía la pena dejarse la piel en ese proyecto y lanzarse
hasta el fondo en su defensa. Y yo no soy una mujer de medias tintas, nunca
lo he sido.
Así pues decidí apoyar las ponencias desde la Organización y sus Estatutos,
como afiliada, sin más interés personal que el de ayudar a la constitución y
desarrollo de la comunidad libertaria en Ruesta y, quizá en el futuro, si
las circunstancias lo permitían y la comunidad y CGT lo aceptaban, formar
parte de la población establecida en Ruesta. Con esa idea, que no ha
cambiado, acudí al V Congreso de CGT-A celebrado en Córdoba los días 14, 15
y 16 de noviembre, formando parte de la delegación gaditana, con el respaldo
unánime del Sindicato de OO.VV. de Cádiz. Allí se aprobaron tanto el
proyecto de Jesús Gázquez como su presentación, junto con Lola Parra, a la
coordinación de Ruesta. También allí me presenté voluntaria para formar
parte de la delegación de Andalucía en el Pleno Confederal, lo que fue
aceptado en el Congreso por unanimidad.
En coherencia con mi propósito, en el Pleno Confederal de Madrid participé
en la Comisión de Ponencias sobre Ruesta y actué como portavoz de Jesús y
Lola, a los que por fin conocí personalmente, aportando mi granito de arena
a su gran proyecto, siempre dentro de la honestidad y el juego limpio que
creo debe caracterizar a cualquier militante de esta Organización. En el
Pleno, aunque el proyecto salió algo modificado, matizado más bien, fue
aprobada su esencia y, por una amplísima mayoría salieron elegidos Jesús y
Lola coordinadores de Ruesta. Mi gratificación, mi satisfacción personal,
fue que desde ese momento, la tarea estaba legitimada para comenzar. Pude
hablar algo con una hiperactiva Lola satisfecha y mucho con un reflexivo
Jesús que resplandecía de felicidad y que no perdía el norte. Se mostraba
reservado a revelar detalles, pero demostraba haber hecho un análisis
profundo de la realidad de Ruesta y tenía una aplastante seguridad en la
concreción del proyecto y en los medios para llevarlo a cabo, por lo que
obtuvieron mi confianza y les reiteré mi apoyo. Empezó así nuestro contacto
y colaboración personal.
A finales de enero la CGT-A recibió una petición de los coordinadores de
Ruesta para que Andalucía tomase parte activa en las juntas Generales de
Ruesta. Con el respaldo unánime del SOV de Cádiz, me presenté voluntaria
para participar en dichas Juntas en representación de Andalucía y actuar
como enlace permanente entre la afiliación de CGT-A y los habitantes de
Ruesta, llevando a cabo una amplía difusión de sus actividades y
necesidades, así como promocionando el proyecto. La Plenaria de CGT-A del 24
de Enero en Sevilla, no sin cierta desmotivación, desgana y/o indiferencia,
acordó por mayoría concederme dicha representación por el plazo inicial de
un año, prorrogable en base a los resultados obtenidos, al igual que obtuve
el compromiso de la Secretaría de Comunicación para ayudarme en la difusión
de lo que a Ruesta concerniese en el ámbito andaluz.
Con la maleta cargada de ilusión y muchas ganas de trabajar, llegué a Ruesta
para participar en las Juntas del 27 de enero, deseando ponerme al día,
absorber información y, sobre todo, ser útil y digna de la misión que me
había sido encomendada. La reunión se desarrollo en un clima de suavidad que
para nada presagiaba lo que vendría después. Se tomaron muchas decisiones,
había muchos proyectos y la actividad hervía por los poros de todos los que
allí estábamos. Pero algo no iba bien, algo olía mal. Un par de comentarios
despectivos de Lola sobre alguien que no era de fiar según ella, pero de
quién se negaba a desvelar su identidad me pusieron sobre aviso, aunque no
le di demasiada importancia, pensando que no se trataba más que de pequeños
ajustes de convivencia. Sí me sentó bastante mal una actitud suya con
respecto a mí, y es que durante las Juntas, cuando yo estaba en el uso de la
palabra y no le gustaba lo que decía, me daba golpes y patadas por debajo de
la mesa, intentando imponerme silencio, lo cual, por supuesto, no consiguió.
Al término de las Juntas quise decirle personalmente que no volviera a
utilizar esos métodos conmigo, que yo no era su portavoz, sino que era la
voz de Andalucía y, en todo caso, la mía propia, por lo que si no estaba de
acuerdo con lo que decía, debía pedir la palabra y rebatirme en público con
argumentos, y no por la vía del ordeno y mando sin que nadie se entere, pues
así no funcionan las asambleas. Y digo quise decirle, porque no tuve
ocasión, ya que una vez acabada la reunión y sin haber aún terminado de
cenar se llevó aparte a Chema Lora, Secretario de Organización del
Confederal para hablar con él durante horas de no se sabe qué (pero sonaba a
intriga palaciega, al menos por su conversación en susurros contenidos, las
malas caras que ponían si alguien se intentaba acercar y el apresurado
silencio que se imponía cuando creían que alguien podía escucharlos). Tanto
fue así que el resto de comensales llegamos a sentirnos tan incómodos que
nos vimos obligados a abandonar la estancia, y yo pospuse mi conversación
con Lola para otra ocasión más oportuna, aunque no lejana. Durante la
sobremesa me enteré de que el ideólogo del proyecto era Jesús Gázquez, y que
Lola Parra se ofreció para ser coordinadora conjunta con Jesús cuando a éste
le falló la persona que en principio iba a acompañarle en esta aventura (lo
cual me confirmó Lola días después). También me enteré por boca de Antonio
Montañés, Monti (representante de Aragón en las Juntas) que las personas que
estaban allí trabajando y que aspiraban a ser cooperativistas, junto con
Jesús, eran ni más ni menos que el hijo de Lola, Pedro David Sánchez, y su
pareja, Sandra Cuní, que habían abandonado sus trabajos y vivienda en EE.UU.
ante las expectativas económicas que Lola había fomentado en ellos, con
respecto a la cooperativa. Por supuesto, tampoco eran personas que
inicialmente figuraran como candidatos a entrar en dicha cooperativa (en
noviembre ni siquiera eran afiliados de CGT), aunque Jesús no ponía ningún
impedimento, al contrario, dada la situación de desamparo a la que Lola los
había avocado.
Sorprendentemente, al llegar a Cádiz me encontré con que se habían convocado
unas Juntas Extraordinarias para el día 1 de febrero, con un único punto del
orden del día: el conflicto interno de los coordinadores, con lo que tuve
que volver urgentemente a Ruesta sin haber deshecho la maleta.
Evidentemente, antes hice unas cuantas llamadas con objeto de saber qué
estaba pasando, enterándome de que al día siguiente de la famosa charla
entre Lola y Chema, cuando todos nos habíamos ido, Chema a instancias de
Lola puso a ambos coordinadores frente a frente y un montón de acusaciones
sobre la mesa. El resultado fue tan grave que motivó la convocatoria de las
Juntas Extraordinarias. También informé del tema al Secretario General de
CGT-A, Agustín Gómez, que me marcó unas líneas de actuación como
representante de Andalucía, basadas en la pacificación del conflicto y, si
ésta era inviable, en proponer la división escrupulosa de tareas; si también
era imposible este acuerdo, tendría que instar a la resolución del conflicto
a través de un Pleno, previo dictamen de una Comisión de Garantías. Asimismo
me pidió que realizara una investigación acerca del conflicto y de las
personas en él involucrados, por lo que alargué unos días mi permanencia en
Ruesta. Fueron para mí unos días especialmente duros, pues tenía que
mantener el equilibrio, la distancia y la objetividad desde dentro de una
situación, interactuando con unas personas a las que debía tratar desde el
punto de vista de la imparcialidad de la investigadora, dejando a un lado
mis afinidades personales, descartando las primeras impresiones y jugando al
gato y al ratón con todos para descubrir la verdad de lo que allí estaba
sucediendo. Mientras que los demás colaboraron en todo momento conmigo con
total transparencia, he de destacar las continuas trabas que Lola puso a mi
labor investigadora, negándose a contestar a mis preguntas, alegando que no
hablaría en privado con nadie (aunque sí lo hizo con otros miembros de las
Juntas), esquivándome y dirigiéndose a mí tan sólo para justificarse acerca
de lo que ella pensaba que me habían dicho los demás, utilizando la táctica
de acusar al Coordinador, a Boti y a Fernando Naranjo (aspirantes ambos a
cooperativistas) de nimiedades tales como dejarse un vaso sucio encima de la
mesa, levantarse a las diez de la mañana tras haber cerrado el bar a altas
horas de la noche (sobre Jesús), darle a los perros las sobras de la comida
y discrepar de sus órdenes (sobre Boti), ser un vago y un borracho incapaz
de llevar el bar o de terminar cualquier trabajo que empieza ( sobre
Fernando), llegando incluso a llamarme por teléfono cuando ya estaba de
vuelta en Cádiz para dedicarme una serie de descalificaciones personales
basadas en presuposiciones suyas y colgarme acto seguido el teléfono para no
dar derecho a réplica, todo ello pese a todos mis intentos pacificadores de
días anteriores.
Aparte de mi, a las Juntas Extraordinarias acudió Eladio Villanueva,
secretario General de CGT, en lugar de Chema, Monti por Aragón y Marta
Alonso, en representación de Euzkadi y encargada de elaborar las actas,
actas que fueron totalmente manipuladas, silenciando puntos tan importantes
como la presentación de la dimisión por parte de Lola Parra, que fue
rechazada únicamente por Euzkadi, y la forma tan improcedente de actuar de
Lola durante el transcurso de la asamblea, impidiendo a Jesús el uso de la
palabra cuando él en ningún momento de su intervención la interrumpió, y
llegando a dirigirle graves insultos, en medio de continuos gritos y gestos
histriónicos más propios de Broadway que de una reunión de personas
civilizadas y racionales que , en teoría, buscan la verdad. Lola reconoció
padecer una enfermedad mental que la incapacitaba para trabajar y que tomaba
decisiones por su cuenta, sin consultar ni tan siquiera con Jesús, incluso
cuando éstas contradijesen acuerdos previamente tomados por los habitantes
de Ruesta. Jesús la acusó de negarse a sentarse a hablar, lo que ella
reconoció, y de engordar las cuentas, alegando ella su desconocimiento en el
uso de la calculadora para justificar la importante cantidad de diferencia
entre las cuentas reales y las que ella había elaborado, que beneficiaban a
la cooperativa en detrimento de la CGT. Como digo, nada de estas y otras
cosas fueron tomadas en cuenta por la secretaria de actas, ni se admitió el
papel que Jesús presentaba como prueba del engorde de las cuentas. Y todo
ello con la connivencia de Eladio y Monti, que en ningún momento intentaron
poner orden y obstaculizaron todos mis intentos por conseguirlo. Además, he
de decir que se dejó hablar a ciertas personas ajenas a las Juntas, vetando
a otras. Empezaba a verse la luz. Marta se posicionaba claramente de lado de
Lola, más por intereses propios que por otra cosa y los demás se lavaban las
manos y miraban para otro lado, consintiendo que la injusticia siguiera
adelante. Eso sí, los coordinadores quedaban congelados, así como todos los
acuerdos tomados en las Juntas anteriores, y se daba un plazo de dos semanas
para arreglar la situación "por la vía interna".
Mi informe personal sobre el conflicto me costó largas horas de meditación
y de ejercicios de alejamiento personal de la situación en busca de la
perspectiva necesaria para ver la luz entre tantas tinieblas. Ese informe
fue tachado en el SP de CGT-A como "escandaloso y falto de objetividad",
incluso hubo quién se lo tomó como una broma. Así dio comienzo en Andalucía
el efecto Pilatos, la realidad era tan grave que nadie quería actuar.
Este informe fue acompañado de otro mucho más convencional y bastante
descafeinado, en el que detallaba los sucesos acontecidos de forma
institucional, así como la impugnación al Acta de Marta y una serie de
propuestas en base a solucionar una situación que requería una serie de
actuaciones contundentes, urgentes y drásticas. En estos documentos
evidenciaba la actitud autoritaria de Lola, así como su incapacidad para
mantener relaciones sanas con los demás, dada su tendencia a la manía
persecutoria, sus reacciones agresivas y el afán de chismorrear de todos los
que no fuesen de su entorno familiar, buscando la discordia entre las
personas en vez de sentarse a hablar y realizar críticas constructivas, tan
necesarias en una convivencia tan estrecha. Por todo lo observado, concluía
que Lola era el origen de todos los problemas y no estaba dispuesta a poner
de su parte para solucionarlos, por lo que debía alejarse de Ruesta durante
una temporada en beneficio de su salud y de la de los demás y reflexionar
sobre su actitud, valorando si era capaz de volver con un talante más
conciliador o, por el contrario, debía abandonar definitivamente el
proyecto, pues no sólo no se adaptaba a él, sino que lo estaba dinamitando
desde dentro. La reacción del SP de Andalucía fue para mí decepcionante; las
actas estaban así muy bien, "asépticas", dijeron, sin considerar necesario
que figuraran en ellas los acontecimientos tan graves antes descritos,
porque "para qué meter más mierda". Era mejor hacerse los tontos, no
mojarse, no adoptar medidas, ponerse una venda en los ojos y mantener el
tipo, actuar como si aquí no pasase nada y ocultar la realidad, huir del
problema en vez de afrontarlo. Vaya, el efecto Pilatos se empezaba a
generalizar. Yo debía estar exagerando, lo de Ruesta se arreglaba con un
par de besitos entre los coordinadores y aquí no ha pasado nada, como en los
colegios, en el más puro estilo de la hipocresía burguesa.
En ese sentido, enviaron a Ruesta a Antonio Casas, Secretario General de
CGT de Córdoba, sin comunicarme en ningún momento ni su visita a Ruesta ni
el objeto de la misma, el cual consiguió que los coordinadores firmaran en
precario un acuerdo de división de tareas, con fecha 6 de febrero.
Pese a mi posición personal llegué de nuevo a Ruesta a las Juntas del 13 y
14 de febrero para defender el mandato de Andalucía, consistente en dar la
aprobación al documento suscrito por los coordinadores, con lo que se
consideraba zanjado el problema. Allí me llevé la sorpresa de que en la
Plenaria de CGT del día 6 de febrero el Secretario de Organización de CGT-A,
Félix Cervera, había propuesto dar poder ejecutivo a las Juntas de Ruesta,
lo cual fue aprobado en la Plenaria y no se me había comunicado ni
consultado previamente. Esta actitud del SP de CGT-A me indignó sobremanera,
pues significaba un desprecio hacia mi persona, convirtiendo el cargo que
ellos mismos me habían otorgado en papel mojado. Se supone que todo lo
concerniente a Ruesta ha de pasar por mis manos, que tengo derecho a opinar
y a que mi opinión sea tenida en cuenta, pero decir la verdad en un informe
parece que me descalifica, que me vuelvo partidista, y es mejor actuar a mis
espaldas, convirtiéndome en marioneta que da la cara de lo que se acuerda en
otros foros y dándome vagas explicaciones para que no me percate de que no
se me tiene en cuenta, subestimando mi inteligencia y buscando callarme la
boca mediante el viejo método de "que no se entere", usando la diplomacia
más exquisita para no decir nada. Pero esa ocultación de información fue tan
sólo una de las muchas sorpresas que me llevé, quizá la más nimia.
Los acuerdos que se tomaron constituían una auténtica trama de delicado
encaje de bolillos, por la cual se dividían las funciones de ambos
coordinadores, se creaba una especie de "policía de proximidad" que debía
estar formada por al menos dos confederaciones y con poder ejecutorio en
caso de emergencia, previa consulta telefónica con el resto de miembros de
las Juntas, se puso en marcha la cooperativa, tras ingentes negociaciones
entre dos alternativas distintas (una con Boti y otra con Fernando Naranjo),
que se solucionó dejando la cooperativa con los miembros comunes a ambas
alternativas (Jesús, Pedro y Sandra) y dándoles la potestad para incorporar
a quién determinasen en el futuro, etc. Fue una larga reunión, en la cual
permanecí bastante en silencio, manifestándome tan sólo en el sentido que
Andalucía me había mandatado, aunque en varias ocasiones tuve que
enfrentarme personalmente a una Marta que contradecía, como Euzkadi, los
acuerdos tomados en las Juntas anteriores y reflejados en su propia acta
sobre la pacificación, pues no paraba de echar más leña al fuego y promover
la disputa, a la vez que como persona tergiversaba las opiniones que Jesús
vertía en la asamblea para acusarlo de mentiroso. En otra ocasión, tuve que
encararme con Lola pues aprovechó el momento en que Jesús salía por la
puerta con Eladio para insultarlo, por lo que no me quedó más remedio que
recordarle que las cosas se dicen a la cara, y no por las espaldas, que es
su método habitual. Me resultó bastante decepcionante y, a la vez,
clarificadora, la actitud de los demás, sobre todo de Marta y Chema, que
defendían a Lola. No me parece de recibo que se defienda a quién da
puñaladas traperas por la espalda, a quién conspira por detrás, a quién
levanta acusaciones en ausencia del acusado, a quién busca predisponer a una
asamblea en contra de una persona que no puede defenderse porque no está
presente. Nunca me han gustado esos métodos, y creo que no son para nada
honestos, y que las personas que los usan y las que los consienten usan el
juego sucio por bandera. Mi voz se quedaba sola ante la indiferencia de
Monti y las protestas acaloradas de Marta y Chema. Pese a todo, parecía que
las Juntas estaban poniendo las bases de una precaria solución, eso sí,
traspasando casi todos los problemas a la cooperativa, el efecto Pilatos una
vez más.
No habían transcurrido ni 24 horas de tomados los acuerdos cuando la
"policía de emergencia" tuvo que actuar ante una pelea en el bar, de la que
fui testigo, viéndome obligada a recomendar la expulsión por las buenas de
Ruesta de un aspirante a cooperativista (Boti) ante el transcurso de los
acontecimientos, ya que los representantes de Euzkadi querían echarlo con
paliza incluida y Lola quería llamar a la Guardia Civil. No entiendo cómo se
puede echar del pueblo a alguien por usar la fuerza bruta utilizando esa
misma fuerza bruta, ni cómo un miembro de una organización antirepresiva y
antimilitarista pretende echar mano de las fuerzas armadas y represivas del
Estado para solucionar un conflicto interno suscitado en un pueblo
libertario. ¿O es que sólo somos antimilitaristas cuando nos interesa? Me
fui de Ruesta con una sensación amarga y la impresión de que no había
terminado todo, sino que algo muy gordo estaba a punto de explotar.
Y así ocurrió. En los días posteriores, los acontecimientos se dispararon, y
todo ocurrió a gran velocidad, desarrollándose como una conspiración
orquestada, como un auténtico golpe de estado en toda regla. Los
representantes de Euzkadi emitieron tres escritos (a uno por día). En uno de
ellos se referían a la pelea del bar, tergiversando los acontecimientos
sucedidos, por lo que me vi obligada a contestar (documento que adjunto).
Aprovechando que Jesús debía personarse urgentemente en Córdoba con motivo
de solicitar la excedencia en su puesto de trabajo para integrarse en la
Cooperativa (hecho conocido por todos los habitantes de Ruesta y los
miembros de las Juntas), se vierte el rumor de que Jesús ha abandonado
Ruesta y se encuentra en paradero desconocido desde el día 19, por lo que el
día 23 Sandra le comunica telefónicamente su expulsión de la cooperativa.
Durante esos días Jesús mantiene una entrevista en Madrid con Eladio y
Agustín, pero ninguno de los dos ataja los rumores sobre el paradero
desconocido de Jesús. Por su parte, Chema, haciéndose eco de los falsos
rumores, propone una reunión de la "policía de proximidad" para determinar
las consecuencias del supuesto abandono de Jesús, reunión que se fija para
el día 4 de marzo. Creo que para cualquiera medianamente despierto es obvio
que la intención de Pedro y Sandra era constituir una cooperativa junto con
Fernando, excluyendo a Jesús, pero continuando en su política oscurantista y
artera no dudaron en firmar el protocolo de hosteleria con Jesús excluyendo
a Fernando para, acto seguido, buscar una excusa para expulsar a Jesús y
admitir a Fernando, lo cual constituye un auténtico engaño al compromiso
adquirido verbalmente ante Eladio y por escrito ante las Juntas de Ruesta,
por lo que entiendo que se han reído de CGT y de toda la afiliación en la
persona de sus representantes, y no otorgo validez alguna al protocolo que
con estas personas se firmó. Me parece la culminación de una injusticia que
al ideólogo, padre y fundador de un proyecto, que ha sido respaldado por un
Pleno, se le arrebate el proyecto y se le expulse del mismo de una forma tan
sucia y antiestatutaria.
Ante semejante situación, el día 24 de febrero Agustín y yo viajamos a
Córdoba, donde mantuvimos varias entrevistas con Jesús, Antonio Casas y
Manoli Conejo, representante del Sindicato de Enseñanza de Córdoba, al que
pertenecen Jesús y Lola. En estas entrevistas Jesús planteó que iba a
proponer a las Juntas otra cooperativa de gestión hostelera, invitándome a
formar parte de ella; yo, que en principio pensaba dimitir y darme de baja
en el sindicato, decidí seguir luchando por una causa justa pensando en la
afiliación y en las ideas que defendemos como Organización; Agustín entendió
que se debía optar por uno de los dos y todos, incluido él, manifestaron su
compromiso de apoyar a Jesús en detrimento de Lola, a quién consideraban
incapacitada para desempeñar su puesto de coordinadora y de la cooperativa
Malatesta, que nos había tomado el pelo tan descaradamente. Asimismo, se
acordó la conveniencia de que tanto Jesús como yo estuviésemos presentes en
la reunión del día 4, lo que se comunicó a Eladio y Chema.
Cual sería mi sorpresa cuando, dos días después, se me comunica que no es
necesario que acuda a dicha reunión, pues hay Juntas el día 15 de marzo y
que, en todo caso, mi obligación es defender a todos los andaluces, por lo
que una vez más, no se va a tomar partido oficialmente por nadie, apostando
por la continuidad de la situación, lo que indirectamente beneficia a Lola.
La consigna es la abstención, coreada por todos aquellos que un par de días
antes tomaban partido. Ya nadie apoyaba a Jesús, ni el Sindicato de
Enseñanza de Córdoba, ni la Federación Local de Córdoba, ni la CGT de
Andalucía. ¿Qué había pasado para ese cambio tan repentino de opinión?
¿Quizá una orden del Confederal? ¿El efecto Pilatos una vez más? Ante mi
indignación, que hice manifiesta a Agustín, se me advirtió sutilmente que
estaba a un paso de ser desautorizada por el SP de CGT-A si no me plegaba a
la consigna general. Tanta desidia, tanta confabulación, tanto ocultamiento
no hizo más que inclinarme a dar el sí definitivo a la propuesta de Jesús de
formar parte de la cooperativa Libert@rea, cuyo espíritu esta de acuerdo con
lo que el Pleno de noviembre había aprobado. Agustín me sugirió la
conveniencia de presentar mi dimisión como miembro de las Juntas, pues no
podía ser a la vez juez y parte, a lo que yo le repliqué que dimitiría si la
Cooperativa Libert@rea se hacía cargo de Ruesta, nunca antes, recordándole
que la postura de Andalucía, queriendo dejar las cosas como estaban, no era
neutral, pues beneficiaba a Lola y a Malatesta en detrimento de Jesús y
Libert@rea, lo cual no pensaba consentir.
El día 2 de marzo Jesús presentó un escrito a las Juntas en el que
denunciaba el acoso moral que había sufrido por parte de Lola y la situación
que se vivía en Ruesta. El día 4 mantuvimos en Ruesta una reunión informal,
pues la reunión prevista había sido desconvocada, de lo que no habíamos sido
informados ni Jesús ni yo. Aún así, se encontraban allí Monti, Paco Selas
(representante de Catalunya en las Juntas) y los miembros de la Cooperativa
Malatesta. El escrito de Jesús fue calificado despectivamente de "filosofía"
por Monti (el mismo Monti que en el Pleno de noviembre firmaba la parte
filosófica de la ponencia libertÁrea), y de "literatura" por Sandra, sin que
nadie se diera por enterado de su contenido, lo cual me parece una falta
grave de desidia. Es de destacar una frase de Sandra alusiva a Lola: "tiene
un carácter muy difícil, pero me estoy adaptando a ella con mucho trabajo".
Con ocasión de mi breve estancia en Ruesta, pude comprobar que en el
frigorífico del comedor había unos 40 litros de zumo caducado en enero, que
se estaba sirviendo a los usuarios de las instalaciones en el desayuno. No
pude seguir haciendo comprobaciones debido a que fui empujada por Pedro en
el momento en que se dio cuenta de lo que estaba mirando y, dado el ambiente
sórdido que reinaba, no quise alimentar la situación de desprecio y tensión
con la que estaba siendo tratada, optando por irme de las instalaciones en
cuanto acabó la reunión, sabiendo que cualquier vejación o maltrato al que
fuera sometida iba a ser silenciado por los que allí se encontraban. Ya
tenía bastante con no haberme podido asear dado que no habían encendido la
caldera de la zona donde me alojaba, por lo que en un Ruesta nevado no tenía
ni agua caliente ni calefacción. Un trato magnífico, sin duda.
Todo ha culminado en la reunión de las Juntas del 15 de marzo. En un
ambiente de tensa cordialidad, dónde todo estaba ya previamente pactado, se
acordó suspender en funciones a los coordinadores y mantener a la
cooperativa Malatesta gestionando la hostelería de Ruesta de forma
provisional, hasta que en un próximo Pleno se decida quién se establece allí
definitivamente. Lola Parra queda como voluntaria de hosteleria. Jesús
Gázquez presentó un nuevo documento con más datos que acusan a Lola de acoso
moral, ocultamiento de información y toma de decisiones contrarias a los
acuerdos asamblearios, documento que, una vez más, fue ignorado por los
miembros de las Juntas. La cooperativa, según los acuerdos del Pleno de
noviembre, debe elegirse tras la celebración de un concurso público, lo cual
tuve que recordar a los miembros de las Juntas, pese a que ellos poseían los
acuerdos desde hacía tiempo y yo los acababa de recibir. Tuve que soportar
que Lola llamara a Agustín, el cual volvió a presionarme para que me
posicionara a favor de Lola y en detrimento de Jesús, cuando ya habíamos
llegado a un acuerdo de imparcialidad, así cómo reiteró su sugerencia de que
yo debía dimitir. Marta descubrió que Lola había engañado en las cuentas,
pero tampoco esto fue tenido en cuenta por las Juntas.
Con esta reunión, aparentemente las cosas quedan reconducidas, pues será un
Pleno quién nuevamente decida sobre las propuestas que allí se presenten. Lo
que realmente me duele es que en mes y medio se ha consentido que los
acuerdos de un Pleno sean pisoteados, que se permita que unos advenedizos
ocupen Ruesta y conviertan en un mero negocio lo que era una idea
libertaria, que se consientan los malos modos, el autoritarismo y las
intrigas, y que esas personas sigan habitando y lucrándose en un espacio que
es de toda la afiliación pero que han convertido en suyo, expulsando de allí
a todo aquel que no es de su agrado, empezando por la persona que con tanta
ilusión proyectó una nueva forma de vivir y trabajar en Ruesta dentro de los
postulados sociales que la CGT defiende, demostrando que, una vez más, las
malas artes triunfan sobre la transparencia y la honestidad, mientras los
cargos de CGT hacen la vista gorda y convierten en culpable a la víctima. Y
todo ello ha quedado perfectamente atado desde el punto de vista de la
legalidad. Legalmente, Lola Parra puede vivir y trabajar en Ruesta;
legalmente, la Cooperativa Malatesta puede hacerse cargo de las
instalaciones; legalmente, Jesús Gázquez tiene que hacer las maletas y
regresar a Córdoba; legalmente, Boti no puede vivir en Ruesta. pero yo me
pregunto por qué la ética y el proyecto votado en un Pleno Confederal han
sido derrotados por la legalidad que esgrimen los que carecen de toda ética,
honradez y transparencia, de los que hacen de Ruesta un negocio explotador
al margen de todo proyecto libertario y de los que pudiendo impedirlo no lo
han hecho.
Por mi parte, pido una intervención rápida en este tema, la constitución de
una Comisión de Garantías, la salida inmediata de Ruesta de Lola, cabeza de
la conspiración y que ha demostrado comportarse de forma totalmente
contraria a la ideología que se supone representa la organización a la que
pertenece y la de sus acólitos Pedro y Sandra, auténticos traidores que
atacan desde la sombra y por la espalda. Pido que Marta, Monti y Chema sean
apartados de cualquier asunto referente a Ruesta, dado que anteponen sus
intereses personales a la honradez de la CGT, intereses que en el caso de
Marta comprendo, pues desea limpiar su nombre como antigua coordinadora que
gestionó pésimamente Ruesta, pero de la que no acepto sus métodos. Monti tan
sólo pretende mantener en Ruesta una situación de "señorito andaluz", para
lo cual no duda en contradecirse para apoyar al bando ganador, cambiando de
dirección como una veleta, según sople el viento. En el caso de Chema, no sé
que es lo que le mueve, posiblemente tan sólo sea un mandado que obedece
órdenes de Eladio, por lo que pido que Eladio tome cartas en el asunto, de
la cara y deje de mirar a otro lado. Pido que para la pertenencia a la
cooperativa sea requisito indispensable una antigüedad mínima de un año de
afiliación, en base a evitar que cualquier advenedizo gestione la hosteleria
de Ruesta. Podría decir muchas más cosas, dar más detalles, pero para qué,
mi desilusión es demasiado grande para seguir, sólo me resta pedir la
restitución de Jesús Gázquez como coordinador y cooperativista, como es
justicia y en cumplimiento de los acuerdos tomados por un Pleno Confederal,
que tan sólo otro Pleno o Congreso puede alterar, no una conjura de necios,
o me ratificaré en la idea de que milito en una Organización que consiente
el juego sucio y que pisotea sus estatutos. La doble ética no está dentro de
mis valores, y no sabía que en CGT la honestidad brillaba por su ausencia y
podían más los juegos de poder que la ideología libertaria. Mucha ideología,
mucha palabrería vacía de contenido, y poca práctica libertaria. ¿Adonde
hemos llegado? ¿Vamos a consentir que los cargos nos manipulen? ¿La
afiliación no tiene nada que decir en un sindicato asambleario?
Salud y acierto.
Fdo: Laura Moré Rodríguez.
Afiliada del SOV de Cádiz.
En Cádiz, a 24 de febrero de 2004.
ACERCA DE LOS HECHOS ACAECIDOS EN EL BAR DE RUESTA
EL 14 DE FEBRERO DE 2004
Ante el escrito de los tres representantes de la Confederación de Euzkadi
en las Juntas de Ruesta, fechado el 17 de febrero en Elizondo y dirigido al
resto de miembros de las Juntas, me veo en la obligación de efectuar la
siguiente declaración en calidad de miembro activo de las Juntas en
representación de Andalucía, en principio por haber sido testigo directa del
incidente y, en segundo lugar, por la falta de objetividad y la manipulación
que en el escrito antes citado se hace de los hechos, quiero creer que
debido a la desinformación y el juicio apresurado de las personas que lo
firman, y que en el momento de los hechos ni siquiera se hallaban en Ruesta,
por lo que escriben de oídas y sin haber hablado con todos los testigos, sin
darse cuenta que una versión tergiversada e irreal de los hechos no puede
dar lugar más que a equívocos e injusticias, como mínimo.
En la noche de autos, nos encontrábamos en el bar Toño (de la SS de Opel en
Zaragoza), Boti (voluntario y aspirante a cooperativista), Jesús Gázquez
(Coordinador de Ruesta) y yo. Jesús se disponía a cerrar el bar y yo estaba
recogiendo vasos cuando comenzó una pelea entre Toño y Boti, provocada por
ambos (no por Boti en exclusiva, como afirmáis en vuestro escrito), momento
en el cual no había nadie más en el bar (por eso no me extraña que
desconozcan el nombre de la amiga virtual de Toño que según el escrito de
Euzkadi estaba presente. Yo, desde luego, no la vi.). En los pocos segundos
que tardamos en reaccionar, Toño y Boti se intercambiaron tres o cuatro
golpes, agrediéndose mutuamente, con el resultado de pequeñas lesiones en
los dos. Jesús y yo entramos en acción rápida y coordinadamente: él redujo a
Toño y yo a Boti, llevándolos a cada uno a una esquina opuesta del bar. En
el escrito se especifica que al separarlos yo me llevo "algún pequeño golpe"
, pero callan que el compañero Boti se llevó cuatro "pequeños golpes"
propinados por mi, y que tanto el que me dio como los cuatro que le di
fueron producto del forcejeo, por lo que no considero sean objeto de mención
ni de agravante alguno, sino algo normal y corriente en las circunstancias
dadas.
Durante el transcurso de la pelea, ambos contendientes se arrojaron entre sí
lo que encontraban a su alcance, tanto mobiliario como objetos de todo tipo,
por lo que la responsabilidad económica de los destrozos habría que
atribuirla a los dos. Es cierto que en una ocasión Boti cogió el hacha, pero
en ningún momento la empuñó ni "esgrimió" (a ver si consultamos el
diccionario), ni tan siquiera hizo el más mínimo intento de hacerlo. Además,
la que suscribe pudo arrebatársela y esconderla sin demasiada dificultad.
Según lo que acordamos sobre la marcha, la tarea de Jesús era sacar a Toño
a la calle y la mía retener a Boti en el bar. Tras unos minutos conseguimos
nuestro objetivo, pero Toño fingía irse a dormir, daba media vuelta y volvía
a entrar en el bar, desafiando a Boti a continuar la pelea de palabra y
actitud, con lo que todo comenzaba de nuevo. Esto ocurrió en varias
ocasiones, hasta que por fin el Coordinador de Ruesta consiguió que Toño se
marchara definitivamente y, tras esperar un tiempo prudencial para evitar
que se encontraran en la calle, acompañamos a Boti a su habitación, con lo
que la pelea terminó.
A la mañana siguiente Lola Parra (Coordinadora de Ruesta), Koko de Pamplona
(desconozco su nombre de pila) en representación de la Confederación de
Euzkadi y yo en representación de la Confederación de Andalucía decidimos
que, puesto que Toño abandonaba Ruesta, era de justicia que Boti también
abandonase el pueblo. Lola Parra, la Coordinadora, quería llamar
inmediatamente a la Guardia Civil para que se personase en Ruesta y efectuar
una denuncia formal de la pelea y los desperfectos ocasionados en el bar, de
los cuales son responsables tanto Toño como Boti, aunque por razones
estrictamente personales la Coordinadora pretendía responsabilizar tan sólo
a este último, al que en los últimos tiempos venía sometiendo a un acoso
moral sostenido. Por su parte, la intención de Koko era ir a Pamplona a
reclutar a 7 u 8 personas altas y fuertes para "invitar amablemente" a Boti
a abandonar el pueblo, sin descartar la idea de darle una paliza si oponía
resistencia o posteriormente a su salida de Ruesta si les apetecía. Me sentí
profundamente escandalizada ante las actitudes de ambos compañer@s, que no
creo coherentes con el pensamiento libertario, pues las peleas no se
arreglan con palizas ni con la intervención de los cuerpos armados del
estado, y no se puede culpar a un compañero por un incidente que han
protagonizado dos.
Tal y como estaban las cosas y dado mi inminente retorno a Cádiz, tan sólo
pude dejar un mensaje telefónico al compañero Eladio Villanueva, para que
contactara urgentemente conmigo como testigo directa de los hechos y miembro
de las Juntas, cosa que aún no se ha producido (nadie se ha puesto en
contacto conmigo para saber lo que ocurrió en el bar) e informar al otro
testigo y Coordinador de Ruesta, Jesús Gázquez, de que Toño se había ido ya
y que comunicara a Boti que también debía abandonar provisionalmente Ruesta,
lo cual tuvo lugar ese mismo día de forma pacífica y sin más aspavientos ni
salidas de tono, como hacen las personas sensatas y civilizadas.
Con respecto a vuestras puntualizaciones, aunque es un hecho cierto que el
Coordinador de Ruesta e ideólogo del proyecto cooperativista se ha
encontrado con una Coordinadora que pretende llevar a cabo en Ruesta un
proyecto diferente al votado en el Pleno Confederal de noviembre de 2003,
por lo que es evidente que no pueden seguir juntos en la coordinación, no
entiendo qué tiene eso que ver con el tema que nos ocupa, esto es, una pelea
en el bar.
El día 14 de febrero atendimos el bar Jesús, Boti, Sandra y yo. Me gustaría
que los firmantes del escrito demostraran con nombres y apellidos, quién
tiene quejas de la atención recibida, de que compañer@ se queja y por qué
causa. Me parece mucho más grave que "el incidente" esta acusación velada y
malintencionada, que resulta tan calumniante, al menos para mí. Esa noche se
tuvo que dar varios toques por parte de los que atendíamos el bar a personas
que se encontraban en el y mantenían actitudes de acoso o falta de respeto
hacía los demás. Si nos ponemos trágicos, pudo haber más de una pelea, e
incluso alguna violación, pero no llegó la sangre al río debido a nuestra
vigilancia y prevención. De diez posibles problemas, sólo uno se convirtió
en realidad y, como vosotros mismos decís, fue bastante leve.
En cuanto al tema del dinero, en varias ocasiones se pidió amablemente a
los que allí se encontraban consumiendo que abonasen sus cuentas y la gran
mayoría así lo hizo, salvo Mila, que avisó al principio del día que le
tomásemos nota porque pagaría al día siguiente y, curiosamente, Koko de
Pamplona, que pedía las consumiciones de cinco en cinco y cuando se le
invitaba a pagar decía que en un bar libertario se paga cuando le da a uno
la gana y, al final, se fue sin pagar ni la cuenta que tenía conmigo ni la
que tenía con Sandra, ambas de consideración.
Compañer@s de Euzkadi, ¡no exageremos tanto, por favor! Para toda la
Confederación es entendible que intentéis demostrar que vuestra gestión en
Ruesta no fue tan deplorable como se especula en algunos foros, y así nos lo
hizo saber el compañero Manolo Velasco en las Juntas del día 27 de enero
cuando el resto pedíamos olvidar el pasado y empezar de cero, pero creo que
los métodos que estáis empleando no son los más éticos ni adecuados. El
nombre de una persona no se limpia ensuciando el de otra, y la manipulación
partidista de los hechos no os hace ningún favor, sino que, en todo caso, os
conduce al descrédito de los que pensamos que la transparencia y la
honestidad son la bandera que nos guía en el camino a la libertad que la CGT
representa.
Salud y acierto.
Fdo: Laura Moré Rodríguez.
Enviada de Andalucía a las Juntas de Ruesta
A TODA LA AFILIACIÓN:
DE CÓMO EL MOBBING Y EL NEGOCIO SE ADUEÑAN DE RUESTA
Tengo órdenes expresas de no hablar de este tema como representante de
Andalucía en las Juntas de Ruesta, cargo que está a punto de ser revocado,
pero sí se me permite hacerlo como afiliada a CGT. Y, como afiliada, creo un
deber y una necesidad urgente que el conjunto de la afiliación tenga
conocimiento de la conjura antiética que se ha venido desarrollando a sus
espaldas durante los últimos meses en Ruesta, con el objeto de que lo
tengáis en cuenta a la hora de posicionaos en las próximas asambleas, cuando
vuestra opinión tenga validez institucional. De todas formas, si alguien
desea más información, hacer algún comentario, expresar su opinión o aclarar
algún punto, no dudéis en poneos en contacto conmigo (EDITADO) o escribiendo al SOV de Cádiz, Avda. de Andalucía, 6 sótano, apdo.
de correos 333, e-mail: cgtcadiz (at) teleline.es Fax nº: 956200277.
A primeros de noviembre del año pasado llegó a mis manos una ponencia para
el Pleno Confederal Ordinario a celebrar los días 28, 29 y 30 de ese mes en
Madrid. La ponencia se dividía en dos apartados: "Ruesta: Un proyecto
libertario" y "LibertÁrea", ambas firmadas en primera instancia por un tal
Jesús Gázquez, de Córdoba. La idea que reflejaban era llevar a la práctica
la ideología libertaria en un espacio ya existente, Ruesta, gestionado por
una organización anarcosindicalista, la CGT. Contra más veces las leía e iba
profundizando en su contenido, más ganas sentía de implicarme hasta el fondo
en ese proyecto, cuyo espíritu reflejaba tan a la perfección el sueño de mi
vida, que no es otro que el de crecer y desarrollarme como persona
individual dentro de un marco colectivo de libertad, entendimiento,
igualdad, trabajo comunitario, autoresponsabilidad, solidaridad, verdad,
honradez y respeto, en definitiva, vivir de acuerdo a mi forma de pensar con
personas afines y demostrar a quién pueda dudarlo que otro mundo es posible,
que la idea libertaria es posible y viable, que no es una mera utopía vacía
de contenido acerca de la cual filosofar, sino una realidad palpable para el
presente y, sobre todo, para las generaciones venideras, tal y como ya se
demostró en el pasado en varias ocasiones que, por circunstancias ajenas, no
tuvieron continuidad. Ruesta era el marco perfecto, y la ponencia era la
base perfecta. Merecía la pena dejarse la piel en ese proyecto y lanzarse
hasta el fondo en su defensa. Y yo no soy una mujer de medias tintas, nunca
lo he sido.
Así pues decidí apoyar las ponencias desde la Organización y sus Estatutos,
como afiliada, sin más interés personal que el de ayudar a la constitución y
desarrollo de la comunidad libertaria en Ruesta y, quizá en el futuro, si
las circunstancias lo permitían y la comunidad y CGT lo aceptaban, formar
parte de la población establecida en Ruesta. Con esa idea, que no ha
cambiado, acudí al V Congreso de CGT-A celebrado en Córdoba los días 14, 15
y 16 de noviembre, formando parte de la delegación gaditana, con el respaldo
unánime del Sindicato de OO.VV. de Cádiz. Allí se aprobaron tanto el
proyecto de Jesús Gázquez como su presentación, junto con Lola Parra, a la
coordinación de Ruesta. También allí me presenté voluntaria para formar
parte de la delegación de Andalucía en el Pleno Confederal, lo que fue
aceptado en el Congreso por unanimidad.
En coherencia con mi propósito, en el Pleno Confederal de Madrid participé
en la Comisión de Ponencias sobre Ruesta y actué como portavoz de Jesús y
Lola, a los que por fin conocí personalmente, aportando mi granito de arena
a su gran proyecto, siempre dentro de la honestidad y el juego limpio que
creo debe caracterizar a cualquier militante de esta Organización. En el
Pleno, aunque el proyecto salió algo modificado, matizado más bien, fue
aprobada su esencia y, por una amplísima mayoría salieron elegidos Jesús y
Lola coordinadores de Ruesta. Mi gratificación, mi satisfacción personal,
fue que desde ese momento, la tarea estaba legitimada para comenzar. Pude
hablar algo con una hiperactiva Lola satisfecha y mucho con un reflexivo
Jesús que resplandecía de felicidad y que no perdía el norte. Se mostraba
reservado a revelar detalles, pero demostraba haber hecho un análisis
profundo de la realidad de Ruesta y tenía una aplastante seguridad en la
concreción del proyecto y en los medios para llevarlo a cabo, por lo que
obtuvieron mi confianza y les reiteré mi apoyo. Empezó así nuestro contacto
y colaboración personal.
A finales de enero la CGT-A recibió una petición de los coordinadores de
Ruesta para que Andalucía tomase parte activa en las juntas Generales de
Ruesta. Con el respaldo unánime del SOV de Cádiz, me presenté voluntaria
para participar en dichas Juntas en representación de Andalucía y actuar
como enlace permanente entre la afiliación de CGT-A y los habitantes de
Ruesta, llevando a cabo una amplía difusión de sus actividades y
necesidades, así como promocionando el proyecto. La Plenaria de CGT-A del 24
de Enero en Sevilla, no sin cierta desmotivación, desgana y/o indiferencia,
acordó por mayoría concederme dicha representación por el plazo inicial de
un año, prorrogable en base a los resultados obtenidos, al igual que obtuve
el compromiso de la Secretaría de Comunicación para ayudarme en la difusión
de lo que a Ruesta concerniese en el ámbito andaluz.
Con la maleta cargada de ilusión y muchas ganas de trabajar, llegué a Ruesta
para participar en las Juntas del 27 de enero, deseando ponerme al día,
absorber información y, sobre todo, ser útil y digna de la misión que me
había sido encomendada. La reunión se desarrollo en un clima de suavidad que
para nada presagiaba lo que vendría después. Se tomaron muchas decisiones,
había muchos proyectos y la actividad hervía por los poros de todos los que
allí estábamos. Pero algo no iba bien, algo olía mal. Un par de comentarios
despectivos de Lola sobre alguien que no era de fiar según ella, pero de
quién se negaba a desvelar su identidad me pusieron sobre aviso, aunque no
le di demasiada importancia, pensando que no se trataba más que de pequeños
ajustes de convivencia. Sí me sentó bastante mal una actitud suya con
respecto a mí, y es que durante las Juntas, cuando yo estaba en el uso de la
palabra y no le gustaba lo que decía, me daba golpes y patadas por debajo de
la mesa, intentando imponerme silencio, lo cual, por supuesto, no consiguió.
Al término de las Juntas quise decirle personalmente que no volviera a
utilizar esos métodos conmigo, que yo no era su portavoz, sino que era la
voz de Andalucía y, en todo caso, la mía propia, por lo que si no estaba de
acuerdo con lo que decía, debía pedir la palabra y rebatirme en público con
argumentos, y no por la vía del ordeno y mando sin que nadie se entere, pues
así no funcionan las asambleas. Y digo quise decirle, porque no tuve
ocasión, ya que una vez acabada la reunión y sin haber aún terminado de
cenar se llevó aparte a Chema Lora, Secretario de Organización del
Confederal para hablar con él durante horas de no se sabe qué (pero sonaba a
intriga palaciega, al menos por su conversación en susurros contenidos, las
malas caras que ponían si alguien se intentaba acercar y el apresurado
silencio que se imponía cuando creían que alguien podía escucharlos). Tanto
fue así que el resto de comensales llegamos a sentirnos tan incómodos que
nos vimos obligados a abandonar la estancia, y yo pospuse mi conversación
con Lola para otra ocasión más oportuna, aunque no lejana. Durante la
sobremesa me enteré de que el ideólogo del proyecto era Jesús Gázquez, y que
Lola Parra se ofreció para ser coordinadora conjunta con Jesús cuando a éste
le falló la persona que en principio iba a acompañarle en esta aventura (lo
cual me confirmó Lola días después). También me enteré por boca de Antonio
Montañés, Monti (representante de Aragón en las Juntas) que las personas que
estaban allí trabajando y que aspiraban a ser cooperativistas, junto con
Jesús, eran ni más ni menos que el hijo de Lola, Pedro David Sánchez, y su
pareja, Sandra Cuní, que habían abandonado sus trabajos y vivienda en EE.UU.
ante las expectativas económicas que Lola había fomentado en ellos, con
respecto a la cooperativa. Por supuesto, tampoco eran personas que
inicialmente figuraran como candidatos a entrar en dicha cooperativa (en
noviembre ni siquiera eran afiliados de CGT), aunque Jesús no ponía ningún
impedimento, al contrario, dada la situación de desamparo a la que Lola los
había avocado.
Sorprendentemente, al llegar a Cádiz me encontré con que se habían convocado
unas Juntas Extraordinarias para el día 1 de febrero, con un único punto del
orden del día: el conflicto interno de los coordinadores, con lo que tuve
que volver urgentemente a Ruesta sin haber deshecho la maleta.
Evidentemente, antes hice unas cuantas llamadas con objeto de saber qué
estaba pasando, enterándome de que al día siguiente de la famosa charla
entre Lola y Chema, cuando todos nos habíamos ido, Chema a instancias de
Lola puso a ambos coordinadores frente a frente y un montón de acusaciones
sobre la mesa. El resultado fue tan grave que motivó la convocatoria de las
Juntas Extraordinarias. También informé del tema al Secretario General de
CGT-A, Agustín Gómez, que me marcó unas líneas de actuación como
representante de Andalucía, basadas en la pacificación del conflicto y, si
ésta era inviable, en proponer la división escrupulosa de tareas; si también
era imposible este acuerdo, tendría que instar a la resolución del conflicto
a través de un Pleno, previo dictamen de una Comisión de Garantías. Asimismo
me pidió que realizara una investigación acerca del conflicto y de las
personas en él involucrados, por lo que alargué unos días mi permanencia en
Ruesta. Fueron para mí unos días especialmente duros, pues tenía que
mantener el equilibrio, la distancia y la objetividad desde dentro de una
situación, interactuando con unas personas a las que debía tratar desde el
punto de vista de la imparcialidad de la investigadora, dejando a un lado
mis afinidades personales, descartando las primeras impresiones y jugando al
gato y al ratón con todos para descubrir la verdad de lo que allí estaba
sucediendo. Mientras que los demás colaboraron en todo momento conmigo con
total transparencia, he de destacar las continuas trabas que Lola puso a mi
labor investigadora, negándose a contestar a mis preguntas, alegando que no
hablaría en privado con nadie (aunque sí lo hizo con otros miembros de las
Juntas), esquivándome y dirigiéndose a mí tan sólo para justificarse acerca
de lo que ella pensaba que me habían dicho los demás, utilizando la táctica
de acusar al Coordinador, a Boti y a Fernando Naranjo (aspirantes ambos a
cooperativistas) de nimiedades tales como dejarse un vaso sucio encima de la
mesa, levantarse a las diez de la mañana tras haber cerrado el bar a altas
horas de la noche (sobre Jesús), darle a los perros las sobras de la comida
y discrepar de sus órdenes (sobre Boti), ser un vago y un borracho incapaz
de llevar el bar o de terminar cualquier trabajo que empieza ( sobre
Fernando), llegando incluso a llamarme por teléfono cuando ya estaba de
vuelta en Cádiz para dedicarme una serie de descalificaciones personales
basadas en presuposiciones suyas y colgarme acto seguido el teléfono para no
dar derecho a réplica, todo ello pese a todos mis intentos pacificadores de
días anteriores.
Aparte de mi, a las Juntas Extraordinarias acudió Eladio Villanueva,
secretario General de CGT, en lugar de Chema, Monti por Aragón y Marta
Alonso, en representación de Euzkadi y encargada de elaborar las actas,
actas que fueron totalmente manipuladas, silenciando puntos tan importantes
como la presentación de la dimisión por parte de Lola Parra, que fue
rechazada únicamente por Euzkadi, y la forma tan improcedente de actuar de
Lola durante el transcurso de la asamblea, impidiendo a Jesús el uso de la
palabra cuando él en ningún momento de su intervención la interrumpió, y
llegando a dirigirle graves insultos, en medio de continuos gritos y gestos
histriónicos más propios de Broadway que de una reunión de personas
civilizadas y racionales que , en teoría, buscan la verdad. Lola reconoció
padecer una enfermedad mental que la incapacitaba para trabajar y que tomaba
decisiones por su cuenta, sin consultar ni tan siquiera con Jesús, incluso
cuando éstas contradijesen acuerdos previamente tomados por los habitantes
de Ruesta. Jesús la acusó de negarse a sentarse a hablar, lo que ella
reconoció, y de engordar las cuentas, alegando ella su desconocimiento en el
uso de la calculadora para justificar la importante cantidad de diferencia
entre las cuentas reales y las que ella había elaborado, que beneficiaban a
la cooperativa en detrimento de la CGT. Como digo, nada de estas y otras
cosas fueron tomadas en cuenta por la secretaria de actas, ni se admitió el
papel que Jesús presentaba como prueba del engorde de las cuentas. Y todo
ello con la connivencia de Eladio y Monti, que en ningún momento intentaron
poner orden y obstaculizaron todos mis intentos por conseguirlo. Además, he
de decir que se dejó hablar a ciertas personas ajenas a las Juntas, vetando
a otras. Empezaba a verse la luz. Marta se posicionaba claramente de lado de
Lola, más por intereses propios que por otra cosa y los demás se lavaban las
manos y miraban para otro lado, consintiendo que la injusticia siguiera
adelante. Eso sí, los coordinadores quedaban congelados, así como todos los
acuerdos tomados en las Juntas anteriores, y se daba un plazo de dos semanas
para arreglar la situación "por la vía interna".
Mi informe personal sobre el conflicto me costó largas horas de meditación
y de ejercicios de alejamiento personal de la situación en busca de la
perspectiva necesaria para ver la luz entre tantas tinieblas. Ese informe
fue tachado en el SP de CGT-A como "escandaloso y falto de objetividad",
incluso hubo quién se lo tomó como una broma. Así dio comienzo en Andalucía
el efecto Pilatos, la realidad era tan grave que nadie quería actuar.
Este informe fue acompañado de otro mucho más convencional y bastante
descafeinado, en el que detallaba los sucesos acontecidos de forma
institucional, así como la impugnación al Acta de Marta y una serie de
propuestas en base a solucionar una situación que requería una serie de
actuaciones contundentes, urgentes y drásticas. En estos documentos
evidenciaba la actitud autoritaria de Lola, así como su incapacidad para
mantener relaciones sanas con los demás, dada su tendencia a la manía
persecutoria, sus reacciones agresivas y el afán de chismorrear de todos los
que no fuesen de su entorno familiar, buscando la discordia entre las
personas en vez de sentarse a hablar y realizar críticas constructivas, tan
necesarias en una convivencia tan estrecha. Por todo lo observado, concluía
que Lola era el origen de todos los problemas y no estaba dispuesta a poner
de su parte para solucionarlos, por lo que debía alejarse de Ruesta durante
una temporada en beneficio de su salud y de la de los demás y reflexionar
sobre su actitud, valorando si era capaz de volver con un talante más
conciliador o, por el contrario, debía abandonar definitivamente el
proyecto, pues no sólo no se adaptaba a él, sino que lo estaba dinamitando
desde dentro. La reacción del SP de Andalucía fue para mí decepcionante; las
actas estaban así muy bien, "asépticas", dijeron, sin considerar necesario
que figuraran en ellas los acontecimientos tan graves antes descritos,
porque "para qué meter más mierda". Era mejor hacerse los tontos, no
mojarse, no adoptar medidas, ponerse una venda en los ojos y mantener el
tipo, actuar como si aquí no pasase nada y ocultar la realidad, huir del
problema en vez de afrontarlo. Vaya, el efecto Pilatos se empezaba a
generalizar. Yo debía estar exagerando, lo de Ruesta se arreglaba con un
par de besitos entre los coordinadores y aquí no ha pasado nada, como en los
colegios, en el más puro estilo de la hipocresía burguesa.
En ese sentido, enviaron a Ruesta a Antonio Casas, Secretario General de
CGT de Córdoba, sin comunicarme en ningún momento ni su visita a Ruesta ni
el objeto de la misma, el cual consiguió que los coordinadores firmaran en
precario un acuerdo de división de tareas, con fecha 6 de febrero.
Pese a mi posición personal llegué de nuevo a Ruesta a las Juntas del 13 y
14 de febrero para defender el mandato de Andalucía, consistente en dar la
aprobación al documento suscrito por los coordinadores, con lo que se
consideraba zanjado el problema. Allí me llevé la sorpresa de que en la
Plenaria de CGT del día 6 de febrero el Secretario de Organización de CGT-A,
Félix Cervera, había propuesto dar poder ejecutivo a las Juntas de Ruesta,
lo cual fue aprobado en la Plenaria y no se me había comunicado ni
consultado previamente. Esta actitud del SP de CGT-A me indignó sobremanera,
pues significaba un desprecio hacia mi persona, convirtiendo el cargo que
ellos mismos me habían otorgado en papel mojado. Se supone que todo lo
concerniente a Ruesta ha de pasar por mis manos, que tengo derecho a opinar
y a que mi opinión sea tenida en cuenta, pero decir la verdad en un informe
parece que me descalifica, que me vuelvo partidista, y es mejor actuar a mis
espaldas, convirtiéndome en marioneta que da la cara de lo que se acuerda en
otros foros y dándome vagas explicaciones para que no me percate de que no
se me tiene en cuenta, subestimando mi inteligencia y buscando callarme la
boca mediante el viejo método de "que no se entere", usando la diplomacia
más exquisita para no decir nada. Pero esa ocultación de información fue tan
sólo una de las muchas sorpresas que me llevé, quizá la más nimia.
Los acuerdos que se tomaron constituían una auténtica trama de delicado
encaje de bolillos, por la cual se dividían las funciones de ambos
coordinadores, se creaba una especie de "policía de proximidad" que debía
estar formada por al menos dos confederaciones y con poder ejecutorio en
caso de emergencia, previa consulta telefónica con el resto de miembros de
las Juntas, se puso en marcha la cooperativa, tras ingentes negociaciones
entre dos alternativas distintas (una con Boti y otra con Fernando Naranjo),
que se solucionó dejando la cooperativa con los miembros comunes a ambas
alternativas (Jesús, Pedro y Sandra) y dándoles la potestad para incorporar
a quién determinasen en el futuro, etc. Fue una larga reunión, en la cual
permanecí bastante en silencio, manifestándome tan sólo en el sentido que
Andalucía me había mandatado, aunque en varias ocasiones tuve que
enfrentarme personalmente a una Marta que contradecía, como Euzkadi, los
acuerdos tomados en las Juntas anteriores y reflejados en su propia acta
sobre la pacificación, pues no paraba de echar más leña al fuego y promover
la disputa, a la vez que como persona tergiversaba las opiniones que Jesús
vertía en la asamblea para acusarlo de mentiroso. En otra ocasión, tuve que
encararme con Lola pues aprovechó el momento en que Jesús salía por la
puerta con Eladio para insultarlo, por lo que no me quedó más remedio que
recordarle que las cosas se dicen a la cara, y no por las espaldas, que es
su método habitual. Me resultó bastante decepcionante y, a la vez,
clarificadora, la actitud de los demás, sobre todo de Marta y Chema, que
defendían a Lola. No me parece de recibo que se defienda a quién da
puñaladas traperas por la espalda, a quién conspira por detrás, a quién
levanta acusaciones en ausencia del acusado, a quién busca predisponer a una
asamblea en contra de una persona que no puede defenderse porque no está
presente. Nunca me han gustado esos métodos, y creo que no son para nada
honestos, y que las personas que los usan y las que los consienten usan el
juego sucio por bandera. Mi voz se quedaba sola ante la indiferencia de
Monti y las protestas acaloradas de Marta y Chema. Pese a todo, parecía que
las Juntas estaban poniendo las bases de una precaria solución, eso sí,
traspasando casi todos los problemas a la cooperativa, el efecto Pilatos una
vez más.
No habían transcurrido ni 24 horas de tomados los acuerdos cuando la
"policía de emergencia" tuvo que actuar ante una pelea en el bar, de la que
fui testigo, viéndome obligada a recomendar la expulsión por las buenas de
Ruesta de un aspirante a cooperativista (Boti) ante el transcurso de los
acontecimientos, ya que los representantes de Euzkadi querían echarlo con
paliza incluida y Lola quería llamar a la Guardia Civil. No entiendo cómo se
puede echar del pueblo a alguien por usar la fuerza bruta utilizando esa
misma fuerza bruta, ni cómo un miembro de una organización antirepresiva y
antimilitarista pretende echar mano de las fuerzas armadas y represivas del
Estado para solucionar un conflicto interno suscitado en un pueblo
libertario. ¿O es que sólo somos antimilitaristas cuando nos interesa? Me
fui de Ruesta con una sensación amarga y la impresión de que no había
terminado todo, sino que algo muy gordo estaba a punto de explotar.
Y así ocurrió. En los días posteriores, los acontecimientos se dispararon, y
todo ocurrió a gran velocidad, desarrollándose como una conspiración
orquestada, como un auténtico golpe de estado en toda regla. Los
representantes de Euzkadi emitieron tres escritos (a uno por día). En uno de
ellos se referían a la pelea del bar, tergiversando los acontecimientos
sucedidos, por lo que me vi obligada a contestar (documento que adjunto).
Aprovechando que Jesús debía personarse urgentemente en Córdoba con motivo
de solicitar la excedencia en su puesto de trabajo para integrarse en la
Cooperativa (hecho conocido por todos los habitantes de Ruesta y los
miembros de las Juntas), se vierte el rumor de que Jesús ha abandonado
Ruesta y se encuentra en paradero desconocido desde el día 19, por lo que el
día 23 Sandra le comunica telefónicamente su expulsión de la cooperativa.
Durante esos días Jesús mantiene una entrevista en Madrid con Eladio y
Agustín, pero ninguno de los dos ataja los rumores sobre el paradero
desconocido de Jesús. Por su parte, Chema, haciéndose eco de los falsos
rumores, propone una reunión de la "policía de proximidad" para determinar
las consecuencias del supuesto abandono de Jesús, reunión que se fija para
el día 4 de marzo. Creo que para cualquiera medianamente despierto es obvio
que la intención de Pedro y Sandra era constituir una cooperativa junto con
Fernando, excluyendo a Jesús, pero continuando en su política oscurantista y
artera no dudaron en firmar el protocolo de hosteleria con Jesús excluyendo
a Fernando para, acto seguido, buscar una excusa para expulsar a Jesús y
admitir a Fernando, lo cual constituye un auténtico engaño al compromiso
adquirido verbalmente ante Eladio y por escrito ante las Juntas de Ruesta,
por lo que entiendo que se han reído de CGT y de toda la afiliación en la
persona de sus representantes, y no otorgo validez alguna al protocolo que
con estas personas se firmó. Me parece la culminación de una injusticia que
al ideólogo, padre y fundador de un proyecto, que ha sido respaldado por un
Pleno, se le arrebate el proyecto y se le expulse del mismo de una forma tan
sucia y antiestatutaria.
Ante semejante situación, el día 24 de febrero Agustín y yo viajamos a
Córdoba, donde mantuvimos varias entrevistas con Jesús, Antonio Casas y
Manoli Conejo, representante del Sindicato de Enseñanza de Córdoba, al que
pertenecen Jesús y Lola. En estas entrevistas Jesús planteó que iba a
proponer a las Juntas otra cooperativa de gestión hostelera, invitándome a
formar parte de ella; yo, que en principio pensaba dimitir y darme de baja
en el sindicato, decidí seguir luchando por una causa justa pensando en la
afiliación y en las ideas que defendemos como Organización; Agustín entendió
que se debía optar por uno de los dos y todos, incluido él, manifestaron su
compromiso de apoyar a Jesús en detrimento de Lola, a quién consideraban
incapacitada para desempeñar su puesto de coordinadora y de la cooperativa
Malatesta, que nos había tomado el pelo tan descaradamente. Asimismo, se
acordó la conveniencia de que tanto Jesús como yo estuviésemos presentes en
la reunión del día 4, lo que se comunicó a Eladio y Chema.
Cual sería mi sorpresa cuando, dos días después, se me comunica que no es
necesario que acuda a dicha reunión, pues hay Juntas el día 15 de marzo y
que, en todo caso, mi obligación es defender a todos los andaluces, por lo
que una vez más, no se va a tomar partido oficialmente por nadie, apostando
por la continuidad de la situación, lo que indirectamente beneficia a Lola.
La consigna es la abstención, coreada por todos aquellos que un par de días
antes tomaban partido. Ya nadie apoyaba a Jesús, ni el Sindicato de
Enseñanza de Córdoba, ni la Federación Local de Córdoba, ni la CGT de
Andalucía. ¿Qué había pasado para ese cambio tan repentino de opinión?
¿Quizá una orden del Confederal? ¿El efecto Pilatos una vez más? Ante mi
indignación, que hice manifiesta a Agustín, se me advirtió sutilmente que
estaba a un paso de ser desautorizada por el SP de CGT-A si no me plegaba a
la consigna general. Tanta desidia, tanta confabulación, tanto ocultamiento
no hizo más que inclinarme a dar el sí definitivo a la propuesta de Jesús de
formar parte de la cooperativa Libert@rea, cuyo espíritu esta de acuerdo con
lo que el Pleno de noviembre había aprobado. Agustín me sugirió la
conveniencia de presentar mi dimisión como miembro de las Juntas, pues no
podía ser a la vez juez y parte, a lo que yo le repliqué que dimitiría si la
Cooperativa Libert@rea se hacía cargo de Ruesta, nunca antes, recordándole
que la postura de Andalucía, queriendo dejar las cosas como estaban, no era
neutral, pues beneficiaba a Lola y a Malatesta en detrimento de Jesús y
Libert@rea, lo cual no pensaba consentir.
El día 2 de marzo Jesús presentó un escrito a las Juntas en el que
denunciaba el acoso moral que había sufrido por parte de Lola y la situación
que se vivía en Ruesta. El día 4 mantuvimos en Ruesta una reunión informal,
pues la reunión prevista había sido desconvocada, de lo que no habíamos sido
informados ni Jesús ni yo. Aún así, se encontraban allí Monti, Paco Selas
(representante de Catalunya en las Juntas) y los miembros de la Cooperativa
Malatesta. El escrito de Jesús fue calificado despectivamente de "filosofía"
por Monti (el mismo Monti que en el Pleno de noviembre firmaba la parte
filosófica de la ponencia libertÁrea), y de "literatura" por Sandra, sin que
nadie se diera por enterado de su contenido, lo cual me parece una falta
grave de desidia. Es de destacar una frase de Sandra alusiva a Lola: "tiene
un carácter muy difícil, pero me estoy adaptando a ella con mucho trabajo".
Con ocasión de mi breve estancia en Ruesta, pude comprobar que en el
frigorífico del comedor había unos 40 litros de zumo caducado en enero, que
se estaba sirviendo a los usuarios de las instalaciones en el desayuno. No
pude seguir haciendo comprobaciones debido a que fui empujada por Pedro en
el momento en que se dio cuenta de lo que estaba mirando y, dado el ambiente
sórdido que reinaba, no quise alimentar la situación de desprecio y tensión
con la que estaba siendo tratada, optando por irme de las instalaciones en
cuanto acabó la reunión, sabiendo que cualquier vejación o maltrato al que
fuera sometida iba a ser silenciado por los que allí se encontraban. Ya
tenía bastante con no haberme podido asear dado que no habían encendido la
caldera de la zona donde me alojaba, por lo que en un Ruesta nevado no tenía
ni agua caliente ni calefacción. Un trato magnífico, sin duda.
Todo ha culminado en la reunión de las Juntas del 15 de marzo. En un
ambiente de tensa cordialidad, dónde todo estaba ya previamente pactado, se
acordó suspender en funciones a los coordinadores y mantener a la
cooperativa Malatesta gestionando la hostelería de Ruesta de forma
provisional, hasta que en un próximo Pleno se decida quién se establece allí
definitivamente. Lola Parra queda como voluntaria de hosteleria. Jesús
Gázquez presentó un nuevo documento con más datos que acusan a Lola de acoso
moral, ocultamiento de información y toma de decisiones contrarias a los
acuerdos asamblearios, documento que, una vez más, fue ignorado por los
miembros de las Juntas. La cooperativa, según los acuerdos del Pleno de
noviembre, debe elegirse tras la celebración de un concurso público, lo cual
tuve que recordar a los miembros de las Juntas, pese a que ellos poseían los
acuerdos desde hacía tiempo y yo los acababa de recibir. Tuve que soportar
que Lola llamara a Agustín, el cual volvió a presionarme para que me
posicionara a favor de Lola y en detrimento de Jesús, cuando ya habíamos
llegado a un acuerdo de imparcialidad, así cómo reiteró su sugerencia de que
yo debía dimitir. Marta descubrió que Lola había engañado en las cuentas,
pero tampoco esto fue tenido en cuenta por las Juntas.
Con esta reunión, aparentemente las cosas quedan reconducidas, pues será un
Pleno quién nuevamente decida sobre las propuestas que allí se presenten. Lo
que realmente me duele es que en mes y medio se ha consentido que los
acuerdos de un Pleno sean pisoteados, que se permita que unos advenedizos
ocupen Ruesta y conviertan en un mero negocio lo que era una idea
libertaria, que se consientan los malos modos, el autoritarismo y las
intrigas, y que esas personas sigan habitando y lucrándose en un espacio que
es de toda la afiliación pero que han convertido en suyo, expulsando de allí
a todo aquel que no es de su agrado, empezando por la persona que con tanta
ilusión proyectó una nueva forma de vivir y trabajar en Ruesta dentro de los
postulados sociales que la CGT defiende, demostrando que, una vez más, las
malas artes triunfan sobre la transparencia y la honestidad, mientras los
cargos de CGT hacen la vista gorda y convierten en culpable a la víctima. Y
todo ello ha quedado perfectamente atado desde el punto de vista de la
legalidad. Legalmente, Lola Parra puede vivir y trabajar en Ruesta;
legalmente, la Cooperativa Malatesta puede hacerse cargo de las
instalaciones; legalmente, Jesús Gázquez tiene que hacer las maletas y
regresar a Córdoba; legalmente, Boti no puede vivir en Ruesta. pero yo me
pregunto por qué la ética y el proyecto votado en un Pleno Confederal han
sido derrotados por la legalidad que esgrimen los que carecen de toda ética,
honradez y transparencia, de los que hacen de Ruesta un negocio explotador
al margen de todo proyecto libertario y de los que pudiendo impedirlo no lo
han hecho.
Por mi parte, pido una intervención rápida en este tema, la constitución de
una Comisión de Garantías, la salida inmediata de Ruesta de Lola, cabeza de
la conspiración y que ha demostrado comportarse de forma totalmente
contraria a la ideología que se supone representa la organización a la que
pertenece y la de sus acólitos Pedro y Sandra, auténticos traidores que
atacan desde la sombra y por la espalda. Pido que Marta, Monti y Chema sean
apartados de cualquier asunto referente a Ruesta, dado que anteponen sus
intereses personales a la honradez de la CGT, intereses que en el caso de
Marta comprendo, pues desea limpiar su nombre como antigua coordinadora que
gestionó pésimamente Ruesta, pero de la que no acepto sus métodos. Monti tan
sólo pretende mantener en Ruesta una situación de "señorito andaluz", para
lo cual no duda en contradecirse para apoyar al bando ganador, cambiando de
dirección como una veleta, según sople el viento. En el caso de Chema, no sé
que es lo que le mueve, posiblemente tan sólo sea un mandado que obedece
órdenes de Eladio, por lo que pido que Eladio tome cartas en el asunto, de
la cara y deje de mirar a otro lado. Pido que para la pertenencia a la
cooperativa sea requisito indispensable una antigüedad mínima de un año de
afiliación, en base a evitar que cualquier advenedizo gestione la hosteleria
de Ruesta. Podría decir muchas más cosas, dar más detalles, pero para qué,
mi desilusión es demasiado grande para seguir, sólo me resta pedir la
restitución de Jesús Gázquez como coordinador y cooperativista, como es
justicia y en cumplimiento de los acuerdos tomados por un Pleno Confederal,
que tan sólo otro Pleno o Congreso puede alterar, no una conjura de necios,
o me ratificaré en la idea de que milito en una Organización que consiente
el juego sucio y que pisotea sus estatutos. La doble ética no está dentro de
mis valores, y no sabía que en CGT la honestidad brillaba por su ausencia y
podían más los juegos de poder que la ideología libertaria. Mucha ideología,
mucha palabrería vacía de contenido, y poca práctica libertaria. ¿Adonde
hemos llegado? ¿Vamos a consentir que los cargos nos manipulen? ¿La
afiliación no tiene nada que decir en un sindicato asambleario?
Salud y acierto.
Fdo: Laura Moré Rodríguez.
Afiliada del SOV de Cádiz.
En Cádiz, a 24 de febrero de 2004.
ACERCA DE LOS HECHOS ACAECIDOS EN EL BAR DE RUESTA
EL 14 DE FEBRERO DE 2004
Ante el escrito de los tres representantes de la Confederación de Euzkadi
en las Juntas de Ruesta, fechado el 17 de febrero en Elizondo y dirigido al
resto de miembros de las Juntas, me veo en la obligación de efectuar la
siguiente declaración en calidad de miembro activo de las Juntas en
representación de Andalucía, en principio por haber sido testigo directa del
incidente y, en segundo lugar, por la falta de objetividad y la manipulación
que en el escrito antes citado se hace de los hechos, quiero creer que
debido a la desinformación y el juicio apresurado de las personas que lo
firman, y que en el momento de los hechos ni siquiera se hallaban en Ruesta,
por lo que escriben de oídas y sin haber hablado con todos los testigos, sin
darse cuenta que una versión tergiversada e irreal de los hechos no puede
dar lugar más que a equívocos e injusticias, como mínimo.
En la noche de autos, nos encontrábamos en el bar Toño (de la SS de Opel en
Zaragoza), Boti (voluntario y aspirante a cooperativista), Jesús Gázquez
(Coordinador de Ruesta) y yo. Jesús se disponía a cerrar el bar y yo estaba
recogiendo vasos cuando comenzó una pelea entre Toño y Boti, provocada por
ambos (no por Boti en exclusiva, como afirmáis en vuestro escrito), momento
en el cual no había nadie más en el bar (por eso no me extraña que
desconozcan el nombre de la amiga virtual de Toño que según el escrito de
Euzkadi estaba presente. Yo, desde luego, no la vi.). En los pocos segundos
que tardamos en reaccionar, Toño y Boti se intercambiaron tres o cuatro
golpes, agrediéndose mutuamente, con el resultado de pequeñas lesiones en
los dos. Jesús y yo entramos en acción rápida y coordinadamente: él redujo a
Toño y yo a Boti, llevándolos a cada uno a una esquina opuesta del bar. En
el escrito se especifica que al separarlos yo me llevo "algún pequeño golpe"
, pero callan que el compañero Boti se llevó cuatro "pequeños golpes"
propinados por mi, y que tanto el que me dio como los cuatro que le di
fueron producto del forcejeo, por lo que no considero sean objeto de mención
ni de agravante alguno, sino algo normal y corriente en las circunstancias
dadas.
Durante el transcurso de la pelea, ambos contendientes se arrojaron entre sí
lo que encontraban a su alcance, tanto mobiliario como objetos de todo tipo,
por lo que la responsabilidad económica de los destrozos habría que
atribuirla a los dos. Es cierto que en una ocasión Boti cogió el hacha, pero
en ningún momento la empuñó ni "esgrimió" (a ver si consultamos el
diccionario), ni tan siquiera hizo el más mínimo intento de hacerlo. Además,
la que suscribe pudo arrebatársela y esconderla sin demasiada dificultad.
Según lo que acordamos sobre la marcha, la tarea de Jesús era sacar a Toño
a la calle y la mía retener a Boti en el bar. Tras unos minutos conseguimos
nuestro objetivo, pero Toño fingía irse a dormir, daba media vuelta y volvía
a entrar en el bar, desafiando a Boti a continuar la pelea de palabra y
actitud, con lo que todo comenzaba de nuevo. Esto ocurrió en varias
ocasiones, hasta que por fin el Coordinador de Ruesta consiguió que Toño se
marchara definitivamente y, tras esperar un tiempo prudencial para evitar
que se encontraran en la calle, acompañamos a Boti a su habitación, con lo
que la pelea terminó.
A la mañana siguiente Lola Parra (Coordinadora de Ruesta), Koko de Pamplona
(desconozco su nombre de pila) en representación de la Confederación de
Euzkadi y yo en representación de la Confederación de Andalucía decidimos
que, puesto que Toño abandonaba Ruesta, era de justicia que Boti también
abandonase el pueblo. Lola Parra, la Coordinadora, quería llamar
inmediatamente a la Guardia Civil para que se personase en Ruesta y efectuar
una denuncia formal de la pelea y los desperfectos ocasionados en el bar, de
los cuales son responsables tanto Toño como Boti, aunque por razones
estrictamente personales la Coordinadora pretendía responsabilizar tan sólo
a este último, al que en los últimos tiempos venía sometiendo a un acoso
moral sostenido. Por su parte, la intención de Koko era ir a Pamplona a
reclutar a 7 u 8 personas altas y fuertes para "invitar amablemente" a Boti
a abandonar el pueblo, sin descartar la idea de darle una paliza si oponía
resistencia o posteriormente a su salida de Ruesta si les apetecía. Me sentí
profundamente escandalizada ante las actitudes de ambos compañer@s, que no
creo coherentes con el pensamiento libertario, pues las peleas no se
arreglan con palizas ni con la intervención de los cuerpos armados del
estado, y no se puede culpar a un compañero por un incidente que han
protagonizado dos.
Tal y como estaban las cosas y dado mi inminente retorno a Cádiz, tan sólo
pude dejar un mensaje telefónico al compañero Eladio Villanueva, para que
contactara urgentemente conmigo como testigo directa de los hechos y miembro
de las Juntas, cosa que aún no se ha producido (nadie se ha puesto en
contacto conmigo para saber lo que ocurrió en el bar) e informar al otro
testigo y Coordinador de Ruesta, Jesús Gázquez, de que Toño se había ido ya
y que comunicara a Boti que también debía abandonar provisionalmente Ruesta,
lo cual tuvo lugar ese mismo día de forma pacífica y sin más aspavientos ni
salidas de tono, como hacen las personas sensatas y civilizadas.
Con respecto a vuestras puntualizaciones, aunque es un hecho cierto que el
Coordinador de Ruesta e ideólogo del proyecto cooperativista se ha
encontrado con una Coordinadora que pretende llevar a cabo en Ruesta un
proyecto diferente al votado en el Pleno Confederal de noviembre de 2003,
por lo que es evidente que no pueden seguir juntos en la coordinación, no
entiendo qué tiene eso que ver con el tema que nos ocupa, esto es, una pelea
en el bar.
El día 14 de febrero atendimos el bar Jesús, Boti, Sandra y yo. Me gustaría
que los firmantes del escrito demostraran con nombres y apellidos, quién
tiene quejas de la atención recibida, de que compañer@ se queja y por qué
causa. Me parece mucho más grave que "el incidente" esta acusación velada y
malintencionada, que resulta tan calumniante, al menos para mí. Esa noche se
tuvo que dar varios toques por parte de los que atendíamos el bar a personas
que se encontraban en el y mantenían actitudes de acoso o falta de respeto
hacía los demás. Si nos ponemos trágicos, pudo haber más de una pelea, e
incluso alguna violación, pero no llegó la sangre al río debido a nuestra
vigilancia y prevención. De diez posibles problemas, sólo uno se convirtió
en realidad y, como vosotros mismos decís, fue bastante leve.
En cuanto al tema del dinero, en varias ocasiones se pidió amablemente a
los que allí se encontraban consumiendo que abonasen sus cuentas y la gran
mayoría así lo hizo, salvo Mila, que avisó al principio del día que le
tomásemos nota porque pagaría al día siguiente y, curiosamente, Koko de
Pamplona, que pedía las consumiciones de cinco en cinco y cuando se le
invitaba a pagar decía que en un bar libertario se paga cuando le da a uno
la gana y, al final, se fue sin pagar ni la cuenta que tenía conmigo ni la
que tenía con Sandra, ambas de consideración.
Compañer@s de Euzkadi, ¡no exageremos tanto, por favor! Para toda la
Confederación es entendible que intentéis demostrar que vuestra gestión en
Ruesta no fue tan deplorable como se especula en algunos foros, y así nos lo
hizo saber el compañero Manolo Velasco en las Juntas del día 27 de enero
cuando el resto pedíamos olvidar el pasado y empezar de cero, pero creo que
los métodos que estáis empleando no son los más éticos ni adecuados. El
nombre de una persona no se limpia ensuciando el de otra, y la manipulación
partidista de los hechos no os hace ningún favor, sino que, en todo caso, os
conduce al descrédito de los que pensamos que la transparencia y la
honestidad son la bandera que nos guía en el camino a la libertad que la CGT
representa.
Salud y acierto.
Fdo: Laura Moré Rodríguez.
Enviada de Andalucía a las Juntas de Ruesta
-
uno+
"Pues a mi me parece interesante saber que zonas se consideran más libertarias "
La estructura de la CGT mo se puede dividr en zonas. La CGT la personas que se vinculan por sindicatos; estos, por un lado en federaciones de industria y por otro en federaciones y confederaciones territoriales ( locales, comarcales, y "regionales que vienen a coincidir con las estructuras autonómicas estatales.
En casa sindicato, hay personas, en unos más y en otros menos. Sindicatos desde 25 personas (oficios varios) a otros con más de 1000. Preuguntais sobre el anarquismo de la CGT?. La CGT no es anarquista, nunca lo fue ni difunció que lo fuera. Tampoco la CNT salvo cuatgro decarriados de dentro y los mas media de fuera que quieren asustar a la clase trabajadora (sabiendo que esa palabra suena a demonio) y que no quieren que nadie se acerque ni a sus locales ni a sus movidas para que muera por extinción.
La CGT es, o al menos se titula, anarcosindicalista. Y su afiliación la componen personas que no están obligadas a dseclarar slbre su ideología y sobre sus creencias, que respetan sus estatutos y aceptan sus lñíneas de trabajo que sí se pueden calificar como anarcosnindicalista, aunque siempre con comillas, con contradicciones y con precaució de saber que see trabaja al límite de la colaboración con el sistema, pero con el ánimo de nocaer en él.
Luego en CGT de Galicia, de Asturias , de Cataluña , de Andalucía, de Castilla y León (en donde participo) hay personas, sindicatos, estructuras que estám más o menos impregnadas de ese espíritu más o menos libertario que se palpa cuando te acercas a alguien. ¿qué porcentaje o grado de influencia se pide para considerar que una zona de CGT es libertaria y cual nó?, qué porcentage: de afiliación? de cargos? o de delegados?. Hay "anarquistas" buenísimas personas que en un contacto inicial son prepotentes y chungos, los hay con careta, los hay de fachada, etc, al igual que los fachas, los polis y los maestrosy los jefes. Y al reves hay anarquistas irreflexivos, muy extremista y nada radicales que hacen mucho daño a la imagen del anarquismo. No digo ya a la imagen de las organizaciones anarquistas sino del anarquismo en sí. Prepotentes, chulos, pisagentes, etc. Muy solidarios con la lucha contra los fachas, pero que escupen en la escalera de su casa, fuman en el ascensor (por transgredir, que es anarquismo) y hacen que sus vecinos odien al anarquismo. Para qué nos sirve esta cuestión? esta discusión?
A mi entender, debe servir para determinar lo que cada cual está dispuesto a desgastar en hacer germen libertario, porque el círculo en que uno se desenvuelve se impregne de actitudes y valores ácratas o libertarios. Algunos prefieren la pluralidad de CGT, otros la seguridad de la CNT, otros los grupos autónomos. Bien. Pero eso no califica quienes son o no libertarios. Unos son más que otros, comparativamente; pero ¿quien pone el dento o fuera o la raya de hasta aquí sí y desde aquí no? ;
Cuando la CNT tenía 1.300.000 afiliados,qué porcentaje era de anarquistas, cuál de libertarios? cuál de sindicalistas, cuál de analfabetos ignorantes que seguían a Durruti como a su Dios? No pido respuestas, porque no lleva a nada positivo, sino a desviar el asunto principal; pido reflexión callada sobre qué buscamos con este apartado. Salud
La estructura de la CGT mo se puede dividr en zonas. La CGT la personas que se vinculan por sindicatos; estos, por un lado en federaciones de industria y por otro en federaciones y confederaciones territoriales ( locales, comarcales, y "regionales que vienen a coincidir con las estructuras autonómicas estatales.
En casa sindicato, hay personas, en unos más y en otros menos. Sindicatos desde 25 personas (oficios varios) a otros con más de 1000. Preuguntais sobre el anarquismo de la CGT?. La CGT no es anarquista, nunca lo fue ni difunció que lo fuera. Tampoco la CNT salvo cuatgro decarriados de dentro y los mas media de fuera que quieren asustar a la clase trabajadora (sabiendo que esa palabra suena a demonio) y que no quieren que nadie se acerque ni a sus locales ni a sus movidas para que muera por extinción.
La CGT es, o al menos se titula, anarcosindicalista. Y su afiliación la componen personas que no están obligadas a dseclarar slbre su ideología y sobre sus creencias, que respetan sus estatutos y aceptan sus lñíneas de trabajo que sí se pueden calificar como anarcosnindicalista, aunque siempre con comillas, con contradicciones y con precaució de saber que see trabaja al límite de la colaboración con el sistema, pero con el ánimo de nocaer en él.
Luego en CGT de Galicia, de Asturias , de Cataluña , de Andalucía, de Castilla y León (en donde participo) hay personas, sindicatos, estructuras que estám más o menos impregnadas de ese espíritu más o menos libertario que se palpa cuando te acercas a alguien. ¿qué porcentaje o grado de influencia se pide para considerar que una zona de CGT es libertaria y cual nó?, qué porcentage: de afiliación? de cargos? o de delegados?. Hay "anarquistas" buenísimas personas que en un contacto inicial son prepotentes y chungos, los hay con careta, los hay de fachada, etc, al igual que los fachas, los polis y los maestrosy los jefes. Y al reves hay anarquistas irreflexivos, muy extremista y nada radicales que hacen mucho daño a la imagen del anarquismo. No digo ya a la imagen de las organizaciones anarquistas sino del anarquismo en sí. Prepotentes, chulos, pisagentes, etc. Muy solidarios con la lucha contra los fachas, pero que escupen en la escalera de su casa, fuman en el ascensor (por transgredir, que es anarquismo) y hacen que sus vecinos odien al anarquismo. Para qué nos sirve esta cuestión? esta discusión?
A mi entender, debe servir para determinar lo que cada cual está dispuesto a desgastar en hacer germen libertario, porque el círculo en que uno se desenvuelve se impregne de actitudes y valores ácratas o libertarios. Algunos prefieren la pluralidad de CGT, otros la seguridad de la CNT, otros los grupos autónomos. Bien. Pero eso no califica quienes son o no libertarios. Unos son más que otros, comparativamente; pero ¿quien pone el dento o fuera o la raya de hasta aquí sí y desde aquí no? ;
Cuando la CNT tenía 1.300.000 afiliados,qué porcentaje era de anarquistas, cuál de libertarios? cuál de sindicalistas, cuál de analfabetos ignorantes que seguían a Durruti como a su Dios? No pido respuestas, porque no lleva a nada positivo, sino a desviar el asunto principal; pido reflexión callada sobre qué buscamos con este apartado. Salud
-
uno+
"Pues a mi me parece interesante saber que zonas se consideran más libertarias "
Respuesta:
La estructura de la CGT no se puede dividr en "zonas". La CGT la personas que se vinculan por sindicatos; estos, por un lado en federaciones de industria y por otro en federaciones y confederaciones territoriales ( locales, comarcales, y "regionales que vienen a coincidir con las estructuras autonómicas estatales.
En casa sindicato, hay personas, en unos más y en otros menos. Sindicatos desde 25 personas (oficios varios) a otros con más de 1000. Preguntais sobre el anarquismo de la CGT?. La CGT no es anarquista, nunca lo fue ni difunció que lo fuera. Y si alguien lo ha hecho, creo que se ha equivocado. Tampoco la CNT salvo cuatro descarriados de dentro y los mas media de fuera que quieren asustar a la clase trabajadora (sabiendo que esa palabra suena a demonio) y que no quieren que nadie se acerque ni a sus locales ni a sus movidas, para que muera por extinción.
La CGT es, o al menos se titula, anarcosindicalista. Y su afiliación la componen personas que no están obligadas a declarar sobre su ideología y sobre sus creencias, que respetan sus estatutos y aceptan sus líneas de trabajo que sí se pueden calificar como anarcosnindicalista, aunque siempre con comillas, con contradicciones y con precaución de saber que se trabaja al límite de la colaboración con el sistema, pero con el ánimo de no caer en él. Y no siempre se acierta. Es un riesgo permanente que se asumió cuando se entróp en la estrategia de elecciones sindicales.
Luego en CGT de Galicia, de Asturias , de Cataluña , de Andalucía, de Castilla y León (en donde participo), hay personas, sindicatos, estructuras que están más o menos impregnadas de ese espíritu más o menos libertario que a veces se palpa cuando te acercas a alguien. ¿Qué porcentaje o grado de influencia se pide para considerar que una zona de CGT es libertaria y cual nó?, qué porcentage: de afiliación? de cargos? o de delegados?. Hay "anarquistas" buenísimas personas que en un contacto inicial son prepotentes y chungos, los hay con careta, los hay de fachada, etc, al igual que los fachas, los polis, los maestrosy los jefes. Y al reves, hay anarquistas irreflexivos, muy extremista y nada radicales que hacen mucho daño a la imagen del anarquismo. No digo ya a la imagen de las organizaciones anarquistas, sino del anarquismo en sí. Prepotentes, chulos, pisagentes, etc. Muy solidarios con la lucha contra los fachas, pero que escupen en la escalera de su casa, fuman en el ascensor (por transgredir, que es anarquismo) y hacen que sus vecinos odien al anarquismo. Para qué nos sirve esta cuestión? esta discusión?
A mi entender, debe servir para determinar lo que cada cual está dispuesto a desgastar en hacer germen libertario, porque el círculo en que uno se desenvuelve se impregne de actitudes y valores ácratas o libertarios. Algunos prefieren la pluralidad de CGT, otros la seguridad de la CNT, otros los grupos autónomos. Bien. Pero eso no califica quienes son o no libertarios. Unos son más que otros, comparativamente; pero ¿quien pone el dento o fuera o la raya de hasta aquí sí y desde aquí no? ;
Cuando la CNT tenía 1.300.000 afiliados,qué porcentaje era de anarquistas, cuál de libertarios? cuál de sindicalistas, cuál de analfabetos ignorantes que seguían a Durruti como a su Dios? No pido respuestas, porque no lleva a nada positivo, sino a desviar el asunto principal; pido reflexión callada sobre qué buscamos con este apartado. Salud
Respuesta:
La estructura de la CGT no se puede dividr en "zonas". La CGT la personas que se vinculan por sindicatos; estos, por un lado en federaciones de industria y por otro en federaciones y confederaciones territoriales ( locales, comarcales, y "regionales que vienen a coincidir con las estructuras autonómicas estatales.
En casa sindicato, hay personas, en unos más y en otros menos. Sindicatos desde 25 personas (oficios varios) a otros con más de 1000. Preguntais sobre el anarquismo de la CGT?. La CGT no es anarquista, nunca lo fue ni difunció que lo fuera. Y si alguien lo ha hecho, creo que se ha equivocado. Tampoco la CNT salvo cuatro descarriados de dentro y los mas media de fuera que quieren asustar a la clase trabajadora (sabiendo que esa palabra suena a demonio) y que no quieren que nadie se acerque ni a sus locales ni a sus movidas, para que muera por extinción.
La CGT es, o al menos se titula, anarcosindicalista. Y su afiliación la componen personas que no están obligadas a declarar sobre su ideología y sobre sus creencias, que respetan sus estatutos y aceptan sus líneas de trabajo que sí se pueden calificar como anarcosnindicalista, aunque siempre con comillas, con contradicciones y con precaución de saber que se trabaja al límite de la colaboración con el sistema, pero con el ánimo de no caer en él. Y no siempre se acierta. Es un riesgo permanente que se asumió cuando se entróp en la estrategia de elecciones sindicales.
Luego en CGT de Galicia, de Asturias , de Cataluña , de Andalucía, de Castilla y León (en donde participo), hay personas, sindicatos, estructuras que están más o menos impregnadas de ese espíritu más o menos libertario que a veces se palpa cuando te acercas a alguien. ¿Qué porcentaje o grado de influencia se pide para considerar que una zona de CGT es libertaria y cual nó?, qué porcentage: de afiliación? de cargos? o de delegados?. Hay "anarquistas" buenísimas personas que en un contacto inicial son prepotentes y chungos, los hay con careta, los hay de fachada, etc, al igual que los fachas, los polis, los maestrosy los jefes. Y al reves, hay anarquistas irreflexivos, muy extremista y nada radicales que hacen mucho daño a la imagen del anarquismo. No digo ya a la imagen de las organizaciones anarquistas, sino del anarquismo en sí. Prepotentes, chulos, pisagentes, etc. Muy solidarios con la lucha contra los fachas, pero que escupen en la escalera de su casa, fuman en el ascensor (por transgredir, que es anarquismo) y hacen que sus vecinos odien al anarquismo. Para qué nos sirve esta cuestión? esta discusión?
A mi entender, debe servir para determinar lo que cada cual está dispuesto a desgastar en hacer germen libertario, porque el círculo en que uno se desenvuelve se impregne de actitudes y valores ácratas o libertarios. Algunos prefieren la pluralidad de CGT, otros la seguridad de la CNT, otros los grupos autónomos. Bien. Pero eso no califica quienes son o no libertarios. Unos son más que otros, comparativamente; pero ¿quien pone el dento o fuera o la raya de hasta aquí sí y desde aquí no? ;
Cuando la CNT tenía 1.300.000 afiliados,qué porcentaje era de anarquistas, cuál de libertarios? cuál de sindicalistas, cuál de analfabetos ignorantes que seguían a Durruti como a su Dios? No pido respuestas, porque no lleva a nada positivo, sino a desviar el asunto principal; pido reflexión callada sobre qué buscamos con este apartado. Salud
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Invitado
Estaremos de acuerdo en que hay sindicatos o formas de actuar más libertarias unas que otras, es decir allí donde hay más militancia, asambleas más fuertes, transparencia, democracia directa, ausencia de politiqueos, rotatividad en los cargos, se realizan actividades formativas, se tienen órganos de expresión de carácter libertario, hay unión y solidaridad en la lucha sindical, etc..
Uno + ha dicho:
??????La CGT no es anarquista, nunca lo fue ni difunció que lo fuera. Y si alguien lo ha hecho, creo que se ha equivocado. Tampoco la CNT salvo cuatro descarriados de dentro y los mas media de fuera que quieren asustar a la clase trabajadora (sabiendo que esa palabra suena a demonio) y que no quieren que nadie se acerque ni a sus locales ni a sus movidas, para que muera por extinción.
"Prefería la posibilidad de un ráfaga de metralleta a la cárcel. Creía que el verdadero valor de la vida no se encuentra en preservarlo a cualquier precio, sino en arriesgarlo en la búsqueda de algo mejor, de una auténtica libertad. La vida se encontraba afuera de aquellos muros".
José Tarrío González
José Tarrío González