Contra el hedonismo

Para el debate en torno a la higiene ética en el comportamiento anarquista, y la ética y moral del Anarquismo. Filosofías de vida, cuestiones morales, vida sana, etc.
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Fionn Mac Cumhaill
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Re: Contra el hedonismo

Mensaje por Fionn Mac Cumhaill » 01 Mar 2009, 10:15

Gelo escribió:Concuerdo con Fionn Mac Cumhaill en que este sistema consumista se fundamenta en el hedonismo. Ahora tenemos una nueva crisis y conviene ser valientes, dicen los políticos, y reactivar el consumo. En la vida cotidiana eso se traduce en "yo pago, yo exijo un placer". Ahora bien, el retorno a la virtud nos suena a muchos como algo culpabilizador e hipócrita porque, normalmente, siempre ha sido así. Desarrollar una virtud sin moralismo exige cierto auto-conocimiento, cierto "sufrimiento consciente", atreverse a sentir los dolores de las frustraciones no reconocidas y de las que no conviene escapar a traves del consumismo. Lamento ponerme en plan "libro de auto-ayuda".

Sucede que nuestra educación está más enfocada a la disciplina externa para el trabajo y la satisfacción inmediata para el ocio y así no desarrollamos la virtud de la templanza y desconfiamos de cualquier llamada a la propia virtud pues no la relacionamos ni con la autonomía personal ni con buenas relaciones. El fondo autoritario de esta política educativa me parece de lo más pernicioso aunque ahora, con esto del "hedonismo" se le llame "exceso de libertad" al hecho de querer satisfacer sus caprichos de manera inmediata incluso a costa de otros.
Interesante aportación. Precisamente creo que es el desarrollo de virtudes una de las mejores armas contra el sistema, la autodisciplina, por ejemplo, actividad física y mental, alejarse de la ideología para refundarla (a través del aprendizaje, el conocimiento, ...).

El hedonismo es una cárcel ideológica también (por mucho que la gente diga eso de "es natural", cuando le conviene), y no tiene como meta los propios objetivos, sino éstos exclusivamente en la medida en que aportan un placer superficial. Superficial, digo, porque hay otro tipo de placeres que se alcanzan cuando uno es capaz de satisfacer su sed de autonomía, a través de la consecución de objetivos personales.

Es diferente de la felicidad, ya que yo puedo no sentirme especialmente "feliz", pero me sentiré, sin duda alguna, satisfecho (y a través del dolor, me haré más fuerte).
El tiempo se hunde en decadencia
como una vela consumida,
y a las montañas y bosques
les llega el día, les llega el día;
pero tú, amable turbamulta antigua
de los estados del ánimo nacidos del fuego,
tú no desapareces.


W. B. Yeats, 1893

* * * * * * * * *

vircengetorix
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Re: Contra el hedonismo

Mensaje por vircengetorix » 01 Mar 2009, 18:11

Muy bueno el texto, Fionn Mac Cumhaill. Niezstche decía:" la evolución no quiere la felicidad, quiere la evolución". La palabra clave en la vida es la autosuperacion, trata de ser mejor todos los dias de tu vida y nada te detendrá, ni la muerte te detendra, ni el dolor te detendra.Esto es algo probadísimo, no lo invente yo.

Pero en el texto no se habla de que AÚN en un capitalismo voraz uno puede salir adelante.
AÚN en un capitalismo voraz hay que luchar.

No estoy de acuerdo que la culpa de todos los males sea el consumismo, la culpa es la mala educacion, siempre es la mala educación.

La verdad está en Niesztche (otra vez): "Toda felicidad en la tierra está, amigos, en la lucha. Sí, para llegar a ser amigos es menester el humo de la pólvora, tres veces están unidos los amigos: hermanos, ante la miseria; iguales, ante el enemigo; libres, ante la muerte"
"Enseña a morir antes y que la mayor parte de la muerte es la vida y esta no se siente, y la menor, que es el último suspiro, es la que da pena."

sombras
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Re: Contra el hedonismo

Mensaje por sombras » 01 Mar 2009, 23:29

Es entonces el concepto de superación, de esfuerzo, de mayor importancia que el de mera felicidad. la felicidad puede ser un engaño, pero tal vez ésta tenga un secreto, será una simple reacción o una sensación que se apodere de ella, una sensación limitada por el tiempo, configurada por algunos estímulos...y la superación qué es? la comprensión de algo? y a esa comprensión se le añadirá una sensación también? o tal vez la cuestión resida en que el problema es desnudar esa sensación? total, encuentro que la felicidad más rancia y la otra felicidad o superación, avance ... tienen la misma raíz.
Es raro eso de la felicidad, estoy seguro que hay hoy mucha gente felicísima porque ha perdido el barsa. son emociones con su propio sentido...o qué es eso que llamamos felicidad.

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Fionn Mac Cumhaill
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Re: Contra el hedonismo

Mensaje por Fionn Mac Cumhaill » 01 Mar 2009, 23:34

Vircengetorix, lo que tú dices no me parece interesante, porque cultivo el concepto clásico de autosuperación y esfuerzo, la búsqueda del superhombre, y en el capitalismo, el que sobrevive, tiende a aburguesarse: a depender, a dejar que otros hagan lo que debiera hacer por sí mismo. ¿Qué debiera hacer por sí mismo? Todo. Todo aquello que necesita, ha de proporcionárselo a través del duro esfuerzo, así como la revolución es la máxima expresión de ésta búsqueda de la propia superioridad, no en comparación con los demás, sino con uno mismo.

Autosuperación física y mental, teórica y práctica, esculpirse a sí mismo como obra de arte.
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vircengetorix
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Re: Contra el hedonismo

Mensaje por vircengetorix » 04 Mar 2009, 02:52

¿Qué debiera hacer por sí mismo? Todo
Uno no puede hacer todo por si mismo, necesita ayuda. Hasta el superhombre necesita ayuda. Por eso somos una sociedad. Y con ayuda no me refiero caridad, sino a que cada cual cumpla con su deber.

Otra cosa. Cuando habla de superhombre, se refiere al concepto de Niezstche de superhombre supongo, se equivoca. Lamentablemente Niezstche afirma que NO TODOS pueden llegar a ser superhombres, solo una elite de hombres o mujeres. Los conceptos de mejor o peor son fundamentales para entender a Niezstche. Cada cual tiene que ser el mejor en SU tarea , en SU deber , en Su trabajo. Si logras esto serás un Superhombre.
"Enseña a morir antes y que la mayor parte de la muerte es la vida y esta no se siente, y la menor, que es el último suspiro, es la que da pena."

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Re: Contra el hedonismo

Mensaje por yoSkAn » 04 Mar 2009, 22:20

sobredosis de nietzsche :roll:
Tanto gilipollas y tan pocas balas.

¿Y qué pasa si el cambio climático es un engaño y estamos creando un mundo mejor para nada?

http://www.mundolibertario.org/milicia-cebolla/

sombras
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Re: Contra el hedonismo

Mensaje por sombras » 06 Mar 2009, 09:21

Los conceptos de mejor o peor son fundamentales para entender a Niezstche. Cada cual tiene que ser el mejor en SU tarea , en SU deber , en Su trabajo. Si logras esto serás un Superhombre
.


y si uno no tiene ninguna pasión para potenciar, o ni si quiera tenga capacidad para ello? se convierte en un desposeído? además todo dentro de un contexto laboral donde se fomenta la competencia y eres algo por ser determinado personaje dentro de las garras mercantiles o simplemente alguien dentro de tus colegas. surge el lamento. Nunca me gusto la ambición.

diengo!
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Re: Contra el hedonismo

Mensaje por diengo! » 25 Jun 2009, 00:30

El superhombre de nietzsche, si no recuerdo mal, no tiene esclavos de ningún tipo, porque ello es ser dependiente, y él es verdaderamente soberano.

La felicidad puede concebirse, como bellamente escribe Soho como una sensación de estar más vivos. Ello sólo se consigue mediante la vigila, el sufrimiento.


En ningún momento hemos de tener como valor primordial la felicidad sino la consecución de unos objetivos que no tienen por qué tener como meta alcanzarla, sino ayudarnos a ser más conscientes en este mundo en que vivimos, a hacer una realidad mejor.

Es muy difícil que no haya una quemazón si no hay una visión o una felicidad, un iluminarnos.

Ésta la podemos identificar no con la culpa, sino con la autodisciplina, con el conseguir llenarse hasta tal punto de ser una herramienta para el cambio y para la consecución de lo que consideramos bueno.

Abandonar las enfermedades concupiscentes estructurales y empezar a construir una realidad consciente formada en el autoconocimiento y el alejamiento de todo automatismo impuesto ha de ser un objetivo primordial.

La abnegación y el sufrimiento no son ajenas tampoco a lo carnavalesco, muchas personas que tienen una visión de vida sana, de abnegación y lucha crean y participan activamente espectáculos bochornosos con grupos de samba incluidos.

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Re: Contra el hedonismo

Mensaje por Peterpan » 25 Jun 2009, 08:07

Que moralina protestante... por mi puede decir misa, que la vida son cuatro días y cualquier dia la diñas. A parte, yo no creo en la reencarnación, por lo tanto solo tengo esta vida para vivir y pienso vivirla a tope... Carpe Diem
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diengo!
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Re: Contra el hedonismo

Mensaje por diengo! » 29 Jun 2009, 17:11


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Re: Contra el hedonismo

Mensaje por Peterpan » 29 Jun 2009, 21:16

como se te ha ocurrido mancillar tal canción bonita y sensible, con todo el cariño del mundo y que ha parido Dios. Serás sin vergüenza :wink: :lol:

Si quieres que te salga el video en el foro no tienes que poner todo el enlace, sino el código que hay después del v= en este caso es SbW-bdr3zyQ
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Re: Contra el hedonismo

Mensaje por raskolhnikov » 12 Jul 2009, 17:36

Peterpan escribió:Que moralina protestante... por mi puede decir misa, que la vida son cuatro días y cualquier dia la diñas. A parte, yo no creo en la reencarnación, por lo tanto solo tengo esta vida para vivir y pienso vivirla a tope... Carpe Diem
Yo creo que el autor se refiere más al hedonismo del tipo burgués, al estilo traéme la copa de champán al jacuzzi.

Igual que nos gusta disfrutar nos gusta esforzarnos y hacer cosas. Lo curioso es que la mayoría de las depresiones son en gente de clase acomodada, parece que el hedonismo no va muy bien con la naturaleza humana.


¡Salud!
"Perseguís a la gente de quien dependéis, preparamos vuestras comidas, recogemos vuestras basuras, conectamos vuestras llamadas, conducimos vuestras ambuláncias, y os protegemos mientras dormís, así que no te metas con nosotros."

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Re: Contra el hedonismo

Mensaje por barnes » 12 Jul 2009, 19:35

De la sección de firmas de esta página:

El Hedonismo puesto en evidencia

Vie, 10/07/2009 - 20:31 — Felix Rodrigo

Mi “Crítica de la noción de felicidad y repudio del hedonismo. La vida como esfuerzo”*, igual que las charlas y recensiones (en Ekintza Zuzena nº 35) que lo desarrollan, han suscitado fuertes incomprensiones, aunque también han recibido el respaldo de muchos, hastiados de la ideología oficial sobre la obligatoriedad del placer, y de que la búsqueda de la felicidad sea mandamiento número uno del orden constituido.

Éste se define como Estado de bienestar, siendo tal vocablo un sinónimo de felicidad, por tanto, Estado de felicidad. En él el aparato estatal (en esencia ejército, policías, profesores y funcionarios) se compromete a que todos disfruten, gocen y sean dichosos.

En particular, tal trabajo ha sido mal recibido por quienes se siguen aferrando a la ideología de los años 60, supuestamente “antisistema”, y por aquéllos que pretenden inteligir el siglo XXI con caducos textos del XIX, sin comprender las fundamentales innovaciones en las formas de dominación ideológica y política que han tenido lugar en los últimos 50 años, entre las cuales destaca la conversión del “principio del placer” en elemento preferente de conformismo y entontecimiento, de deshumanización y adhesión emocional al sistema.

Precisamente en ello está una de las pruebas más sustanciosas de que componentes primordiales de la ideología “anticapitalista” y “revolucionaria” de los años 60 del pasado siglo son un procedimiento maquiavélico para promover los valores del capitalismo mientras se vocifera y agita, pretendidamente, en su contra.

Pocas forma de práctica social son tan especificas de la sociedad hodierna como la publicidad, política y sobre todo comercial, hasta el punto de que la actual, más que de sociedad de consumo, ha de ser tildada de “sociedad de la información”, esto es, de la manipulación de las mentes y las conductas desde arriba, algo que jamás ha existido antes y que anula la libertad interior, espiritual o de conciencia.

La sociedad de la publicidad es, por tanto, un sistema tiránico que exige una revolución que instaure la libertad de pensar, sentir y desear, y con ella, la libertad política y civil. Se admite que, cada día, el número de mensajes publicitarios que llegan al sujeto medio es de casi mil, la gran mayoría comerciales, pero éstos, en sus contenidos y naturaleza, son también ideológico y políticos. Así las cosas, ¿qué queda de la vida interior, autónoma y auto-creada, de la persona?

La reciente publicación de “Industrias de la conciencia. Una historia social de la publicidad en España (1975-2009)”, 550 páginas, R. Eguizábal, permite conocer desde dentro -dado que su autor es entusiasta de tal “industria”- y en detalle este inmundo universo. Expone algo obvio pero que muchos no desean ver, que los contenidos de la publicidad comercial se asientan, sobre todo, en las categorías de placer y felicidad, elevadas a nuevos “deberes cívicos”.

Arguye el libro que promover “la lógica del deseo” es el meollo mismo del quehacer publicitario, en significativa coincidencia con la elevación de “el deseo” a categoría axial por el “radicalismo” de los años 60 y 70, que en lo que más cuenta fue un movimiento para adecuar ideológicamente a las masas a las nuevas necesidades del capitalismo, en particular para adherir a la juventud a la sociedad de consumo.

Apunta que la publicidad sustituye “el esfuerzo por el goce” de donde resulta que “todo esfuerzo debe quedar abolido”, astuto procedimiento para fabricar al consumidor pasivo, por tanto, el sujeto paciente y débil que al sistema le es necesario. Lo medular ha resultado ser que “no se debe renunciar nunca al hedonismo”. En definitiva, añade, hoy “todo el mundo tiene la obligación de la felicidad”, el “deber del placer, del disfrute”, imperativos que algunos consideran, ¡todavía!, derechos por los que batirse, ya nadie sabe contra quién. Particularmente iluminante es la campaña, en 2007, de una bebida carbónica, bajo el lema “La fábrica de la felicidad”, que podría servir de colofón a una buena parte del “anticapitalismo” en curso.

Dice también que la publicidad “convierte el cuerpo en una religión”, de donde está resultando ese zoologismo insolente que impide el desarrollo de la causa primera y principal del cambio revolucionario, la conciencia, en tanto que realidad espiritual. En este caso no hay duda de que la publicidad comercial, supuestamente destinada nada más que a promover bienes y servicios en el mercado, se hace propaganda política.

Lo grave es que bastantes continúen creyendo, a pesar de las muchas evidencias en contra, que la “lucha” por mejoras y ventajas materiales puede elevar el grado de distanciamiento de las masas del orden constituido, cuando lo que hace es hundir más y más a éstas en un fisiologismo deshumanizador que se realiza en el supermercado, en las industrias del espectáculo, en las ofertas del negocio turístico, en el consumo “liberador” de alcohol y drogas.

Vuelvo a insistir que lo que se suele llamar, para entendernos, las ideas reaccionarias no son algo estático y atemporal, pues los sistemas de dominación cambian sus prácticas y discursos, así como sus instrumentos organizativos, según el cambio de las circunstancias. Hasta mediados del siglo XX el placerismo no ha podido realizarse completamente como el sistema de ideas y prácticas perfecto para vertebrar la conciencia dominante de la modernidad, y precisamente para lograrlo las instituciones se valieron, entre otras herramientas, del “anticapitalismo” sesentayochista, cuyo rasgo principal es su adhesión vehemente al hedonismo, felicismo y epicureismo, presentados como valores “revolucionarios” cuando son los disvalores de la reacción última y más moderna, por tanto, la más letal.

De ello han resultado males formidables, por ejemplo, la desestructuración de la mentalidad militante, comprometida, madura y desinteresada, de donde proviene la actual catástrofe política que padecen los movimientos antiinstitucionales de boquilla, convertidos, en su mayoría, en una falange, cada vez más reducida eso sí, de gozadores sin cerebro y sin corazón.

Finalmente, se ha de deplorar que un texto “antisistema” que trata estas materias, “De la miseria humana en el medio publicitario. Cómo el mundo se muere por nuestro modo de vida”, del grupo francés MARCUSE, no haya sido capaz de desembarazarse precisamente de los tópicos rancios urdidos en torno a mayo del 68 al tratarlas.

No es de recibo que ponga en el centro los deberes de los seres humanos con la naturaleza y argumente casi todo a partir de ahí, sin entrar en la publicidad como sistema de órdenes ideológicas y políticas que crean seres subhumanos, esto es, hiper-dóciles. La naturaleza, en efecto, se muere por nuestro modo de vida, pero nosotros estamos ya muertos, por lo que parece, debido a que no queremos considerarnos como seres humanos, sólo como seres de la naturaleza, puramente zoológicos, meros cuerpos sin conciencia. Ello anula toda perspectiva revolucionaria. Tratar, además, de la publicidad sin centrar el análisis en el hedonismo y felicismo es estar ciegos a la realidad actual, por culpa de sistemas teoréticos y dogmáticos mil veces puestos en evidencia, pero a los que algunos siguen rindiendo un culto irracional.

Como seres con conciencia que aún somos, o que cuando menos deberíamos desear ser, es conveniente que opongamos a los chabacanos y reaccionarios disvalores del placer y la felicidad los ideales y valores de la libertad, el esfuerzo, el servicio desinteresado, la verdad, el afecto, la vida ética y la revolución, que son los únicos hoy antisistema sin comillas. Así nos haremos gente del siglo XXI para transformar radicalmente el orden constituido, quizá en el siglo XXI.



Félix Rodrigo Mora
cualo somos? ande venimos? pa qué tanto?

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Juggernaut
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Re: Contra el hedonismo

Mensaje por Juggernaut » 16 Jul 2009, 11:58

Desde mi punto de vista, una cosa es no pretender realizar ningún esfuerzo, lo cual es poco pragmático para lo que sea, es necesario esforzarse para conseguir tus propósitos. E incluso para acercarte a una perspectiva anarquista: porque para conseguir deshacerte de ciertos dogmas (como los sexistas) debes esforzarte. Pero otra cosa es que crea que ésta deba ser la tónica general, que el sufrimiento permanente es algo revolucionario. Creo que no. Bastante terrible es la vida y a bastante estrés estamos sometidos, precisamente por intentar mantener ese ritmo de vida vendido por el capitalismo. Frente a esto, una perspectiva mucho más humana, más revolucionaria en ese sentido, permite relajarse. Ya no necesitas matarte a trabajar, porque te da igual no ser el director jefe de una empresa, porque encuentras la felicidad en otras pequeñas cosas. Desapegarse de esas necesidades vendidas del capitalismo es lo que te hace disfrutar.

Pero obviamente, tienes que esforzarte en trabajar por un cambio social y no todo va a ser camino de rosas. Si pensabas que esto era todo jauja, fumar porros y emborracharte, te has equivocado de movimiento. En ese sentido, estoy de acuerdo que existe un excesivo hedonismo. Pero por otra parte, tampoco quiero caer en una especie de mentalidad capitalista llevada a movimiento sociales: debes currar y mucho, hasta el agotamiento. No, principalmente porque eso va contra la salud, y por algo es nuestra forma de saludarnos :roll: sería ridículo enviarnos a todes al médico por bajas de estrés, depresión, ansiedad, y demás.
fuerza irrefrenable que en su avance aplasta o destruye todo lo que se interponga en su camino

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yippie
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Re: Contra el hedonismo

Mensaje por yippie » 30 Ago 2009, 08:37

a esta apologia del ser amargado pues hechemoles algunas respuestas

Hedónica aplicada.
Hakim Bey



LA BANDA DE BONNOT1 ERA vegetariana y sólo bebían agua.Tuvieron un mal (aunque pintoresco) fin. La verdura y el agua, cosas de por sí excelentes —puro zen sin duda— no deberían consumirse como un martirio sino como una epifanía. La autonegación como práxis radical, el impulso Nivelador, sabe a sombras milenarias; y esta corriente en la izquierda comparte un trampolín histórico con el fundamentalismo neopuritano y con la reacción moralista de nuestra década. La Nueva Ascesis, ya sea practicada por anoréxicos maníacos de la salud, sociólogos policiales de labio fino, nihilistas urbanos de línea dura, baptistas fascistas de pan ácimo, torpedos socialistas populares contra la droga… en todos los casos la fuerza motivadora es la misma: el resentimiento.

En presencia de la mordaz anestesia contemporánea erigiremos una galería completa de antepasados, de héroes que llevaron la lucha contra la mala conciencia pero todavía sabían divertirse, un caldo de cultivo genial, una categoría rara y difícil de definir, grandes mentes no sólo por la Verdad sino por la verdad del placer, serios pero no sobrios, cuya soleada disposición los vuelve no perezosos sino intensos, brilantes pero no atormentados. Imagínate a un Nietzsche con una buena digestión. Ni tibios epicúreos, ni inflados sibaritas. Una especie de hedonismo espiritual, un verdadero Sendero del Placer, la visión de una buena vida que es a un tiempo noble y posible, enraizada en un sentido de la espléndida superabundancia de la realidad.

Shayk Abu Sa’id de Khorassan
Charles Fourier
Brillat-Savarin
Rabelais
Abu Nuwas
Aga Khan III
R. Vaneigem
Oscar Wilde
Omar Khayyam
Sir Richard Burton
Emma Goldman
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Insurreccionalismo sensorial: conspiratio amoris
Comuna Poética


Hace algunos días una pléyade de académicos nos comentó que la Comuna era un grupo de epicúreos que pretenden llenar la ciudad de Jardines, un grupo de ?sabios? que, enarbolando principios hedonistas, desea vivir al margen de una sociedad descompuesta. Nuestros ojos comienzan a desorbitarse; se nos derraman las copas de vino; nuestros esqueletos caen en un temblequeo desenfrenado.
Hipnosis. Hipnosis.
Y aquel niño, llamado Epicuro, no entendía de dónde había nacido el Caos de Hesíodo ??Al principio de todo hubo el Caos...?-. Sus maestros no supieron explicarle aquello y, por tanto, emprendió un largo viaje en busca del saber. Pero las garras delirantes del atomismo democriteo y uno que otro patético residuo peripatético, se adueñaron de los sueños de aquel bello jovencillo, llevándolo a originar un hedonismo moderado...
Así que estamos los poetas comuneros en el Jardín. Atenas es bonito, aunque las paredes están muy limpias. Junto a nosotros hay discípulos, esclavos, mujeres y heteras; frontalmente está ese viejo barbudo diciendo: ?Yo exhorto a placer continuos y no a esas virtudes vanas y necias que comportan embrolladoras ilusiones de frutos futuros?. Un cínico, envuelto en un tabardo de estameña, pasa cerca de nosotros, mostrando su puño cerrado del cual solamente se yergue el dedo medio. Nos saca la lengua como mofándose, y se va. Le preguntamos al viejo ?a quien todos llaman Maestro- que si tiene por allí un poquito de vino. Él responde que no, pues con pan y agua podemos satisfacer nuestros placeres. Nos encolerizamos y, decepcionados, nos vamos del Jardín, gritándoles cuán bochornoso es su placer reformista.
Comienza la travesía.
Dos cuerpos -vasijas de sensaciones-, empujados por una seducción extraña, se juntan: melodía carnal invulnerable, espasmos de piel incontenible, choque celeste misterioso. Epicuro, desconcertado, deteriorado tal vez por los radicales libres, empieza a balbucear cosas sobre los átomos. Las sensaciones, percibidas de diferentes formas, pero intransigentes ante cualquier esquema que intente darles coherencia. Y Epicuro insiste en que éstas requieren una confirmación (epimartyresis), con el propósito de llenar una expectativa científica -a esta grosería le llaman empirismo-. De este modo, Occidente -perdiendo el tiempo cual reloj- busca con ansias ?la Verdad?, mientras toda su civilización se zambulle en un mar de veneno y gusanos irritados.
Y nosotros decimos: toda sensación es verídica. Quien intenta confirmar una sensación no hace más que negarla, pues éstas, las sensaciones, no aceptan categorizaciones ni estructuras racionalizantes. Son caóticas, álogos por sí mismas. Si algún antropólogo cultural o filólogo pretende hacer una genealogía de esto, pierde su tiempo. Es imposible demostrar a través del logos la carencia de logos de las sensaciones. Fines y medios son uno solo.
Los cuerpos siguen embriagados. Por un momento, el placer y el dolor se toman de la mano y, desde una gran cumbre, se lanzan al vacío: una sima que esconde tras la bruma un valle inmenso. Se pierden entre los árboles. La palabra se trastoca. El aire se torna húmedo. La nada hace presencia más ausente que nunca. Caos sonríe. Hakim Bey se hurga la nariz.(Stefan George estuvo por aquí, pero le temblaron los cojones al ver que él era una sombra de sí mismo, y terminó como el mayor detractor de la nada -?No existe la cosa allí donde la palabra falta?-).
Entonces un instinto nos inclina a la búsqueda del placer. En un abrir y cerrar de ojos, el dolor se despluma, tarareando una temible canción que compara la Fortuna con la luna. Encabezan en nuestras cabezas algunas representaciones mentales (phantasíai) y, entre tanto, comprendemos que la única manera de perpetuar el placer es a través de la creación (crear, poiesis, poesía). Caos nos dice que a esto le llamemos pasión: sensaciones creando poesía, poesía creando sensaciones. Lo corpóreo e incorpóreo vagando en una misma estela. Y la palabra se embriaga tanto como el cuerpo.
A lo lejos, vislumbramos un niño: Eros quiere jugar...
¡Aguarda! Los negadores de la pasión querrán que te conviertas en un fantoche insensible. Querrán que razones, analices, argumentes y cuentes números hasta que dejes de sentir y lleves una vida de aburrimiento y desolación; te impondrán el tripalium, el trabajo, con el fin de que ni siquiera puedas sentirte a ti mismo; intentarán suprimir tu caos interior obnubilando tu conciencia y así ponerte al servicio de un líder que pedirá ser aplaudido, o un dios impío que dirá: ?Alábame y calla. Yo soy el todopoderoso? -nseguida serás un esclavo de la Mentira, vigilado continuamente por perros feroces contagiados por la rabia-. Por este mismo motivo, los epicúreos mitigaron sus placeres, para que los negadores de la pasión, bajo el manto de la Ley, el Orden y la Autoridad, no los pudieran incomodar. Hasta el mismo Nietzsche admiraba eso de ellos, denominándole "artificios calmantes".
¡Insurrección! ¡No más placeres reformistas ni "artificios calmantes"! ¡Insurreccionalimo sensorial!
Si el placer puede valerse de la creación para reafirmarse, la insurrección puede valerse de la recreación para afirmarse. Llámale a esta lucha re/creación. Siente, y no permitas que los negadores de la pasión te intimiden. Ellos te dirán que los sentidos mienten, que los poetas mienten y que todo el mundo miente salvo ellos. Incluso los anarquistas -con quienes la Comuna Poética tiene más contacto- posiblemente quieran aniquilar tu pasión, obstaculizando tus deseos para encaminarte en una moral cristiana del sacrificio, o al menos te exigirán placeres moderados, como los epicúreos. Porque como pudo ver H. Marcuse, el epicureísmo propone un hedonismo negativo (evitar el dolor), mientras que el nuestro siempre ha de ser positivo (procurar el placer). De hecho, Epicuro, mediante su atomismo, dijo que la muerte nada es para nosotros ?quien muere no siente y quien siente no ha muerto-, pero dejó de lado el ser consciente, brotando a la sazón el temor a la existencia no realizada.
Únicamente eliminando la estructura ?Ley, Orden, Autoridad- podremos vencer a la muerte, tal como lo previó A. Cappelletti. No hay nada de qué temer: el
placer desea el comunalismo del silencio.
...Un cuerpo es una revolución; dos, una utopía...
No abstraigas tu lucha (tú ya eres el gobierno absoluto de ti mismo); siente, siente; evitar debates y discursos ?no hay nada menos placentero que disertar sobre el placer-. Es más: si alguien te llegase a criticar, tendrá la razón ?y que se quede con ella-.
Hipnosis. Hipnosis.
Despertamos. Yacemos en el piso y, desde allí, vemos a una pléyade de académicos carcajeando sardónicamente. Todos, en su mentira, gritan: ?¡Miren, a los poetas comuneros no les asentó bien el vino! ¡Los epicúreos se han embriagado!?.


Comuna Poética
Caos nunca murió

igual tambien chekear el libro de Michel Onfray Manifesto hedonista el cual argumenta por un hedonismo libertario. y en algun lado dijo esto "El hedonismo es a la moral lo que el anarquismo es a la política: una opción vital, exigida por un cuerpo con memoria". Michel Onfray
Última edición por yippie el 30 Ago 2009, 10:00, editado 2 veces en total.

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