Lucha personal y tensión psicológica. JeRiMo
La relación no-sintónica con los demás (con el grueso social) es una conducta predominante en comparación a su opuesto natural: la relación sintónica. La sintonía generalizada se supone pero no se verifica, en cuanto se hace se comprueba su imposibilidad práctica (demasiado individualismo y exceso de obsesiones). La intersectorialidad mutua de los individuos nos hace coincidir en una pequeña cantidad de datos y separarnos del resto. La verdad es que la vida social, el contacto con el mundo cercano no pasa de 50 personas, pero puede quedar reducida a 10 o a menos. La mayor parte de datos que se tienen del mundo es el proporcionado por las noticias, parte de las cuales so comentadas o vienen de la mano de este reducido círculo de contactos. Los acontecimientos masivos puntuales que indican una unidad de acción o de afición (pensemos en los acontecimientos deportivos) enmascaran esa otra realidad más estructural. El salto de la coexistencia y compartición del espacio público a la convivencia en espacios particulares indica que un gran número de pequeñas y sutiles diferencias invalidan las formas dialogales y de placer optando por el retorno a la separación. La necesidad del otro privatizado es una determinante psicobiológica. Hay quienes en la edad adulta siguen declarándose faltos de mimos y afirman ser bebecitos/as buscando consuelos maternos. La cultura ha convertido esto en un producto manejable, haciendo pasar a todo el mundo por el tubo de la relación binomial de pareja estanca como la única posible para asegurar, supuestamente, una vida lo más feliz posible dándole la espalda a la interpretación más crítica de lo que se sabe sobre tensiones domésticas, maltratos y la necesidad objetiva de la infidelidad.
La lucha personal a diferencia de la lucha política (la centrada en los poderes rancios establecidos) o la lucha teórica (la de los conceptos y las ideologías) es la que lleva una carga superior de enfrentamientos sentimentales lo que hace que se decline todo lo que se pueda. Se prefiere la lucha generalista por un mundo mejor o por una sociedad en abstracto o por una serie de principios fundamentales que no con el prójimo más cercano. Lo primero te convierte en líder o en héroe, en militante incombustible y en persona pública digna; lo segundo radicaliza la verdad de una relación hasta tal punto que la hace imposible. Esto puede llegar a suceder con la gente de la propia familia consanguínea y con el partner con el que se comparte la cotidianeidad.
La lucha personal es una lucha de cercanías que en cualquiera de sus expresiones, incluidas las más elementales, produce una inmediata tensión psicológica. Si he de levantarme para ir a avisar a alguien de una mesa próxima en un local público que deje de fumar por deferencia a los pulmones y gargantas de los demás eso, solo eso, esa nimiedad, puede estar produciendo ya una micro tensión incluso cuando el espacio sea legalmente un espacio de no humo y el tipo que hace de chimenea lo sepa. Lo que en realidad la produce la tensión aunque sea en grado micro es tener que adoptar la tesitura del corrector de conductas, no de cualesquiera sino de aquellas que por su propia evolución el actor no debería consentírselas a si mismo porque ya es lo suficientemente grandecito.
La lucha personal se pone a prueba en pequeños gestos a favor de generalmente del respeto a los derechos propios que han sido agredidos por otros. Lo preferible es no tener motivos de lucha contra nadie ni por nada y estar contento por el trato con las personas y por el uso de las cosas. En principio si se sabe elegir, tanto las compañías como los lugares y los recursos se minimiza considerablemente la franja para la disintonía y se puede hacer un balance positivo de los contactos, las conversaciones, las experiencias y las cosas o servicios compradas o adquiridos. Todo lo que hace un sujeto social son transacciones con los demás. Al final del día podría/puede hacer una lista de memoria de ellas y sabe perfectamente si las ha vivido con total sintonía e identificación o no. Lo ideal es no tener que registrar situaciones no sintónicas con los demás por la desagradable sensación que produce el desencuentro. Eso explica que se prefiera la falsa relación superficial en la que se supone una coincidencia acotada en el sector de conexión que no una relación más profunda que demuestre la gran diferencia interpersonal que existe. Cuando hay un atrevimiento en la averiguación de lo que realmente somos, las parejas .muchas- que se han podido pasar juntas 10,20,30,50 años se descubren completamente antagónicas aunque puedan pragmáticas para seguir unidas. La lucha personal es la lucha contra alguien concreto: el partner o el hijo o el padre incluidos. Biográficamente hubo luchas que empezaron en el campo de lo personal para evolucionar a las genéricas arenas de lo sociológico. Pertenezco a una generación en la que como adolescentes nos emancipábamos de nuestras familias, cuyas figuras paterno-materna defendían el estatus quo y por tanto era los validadores de una sociedad contra la que estábamos. Por aquel entonces la lucha contra el autoritarismo a escala domestica era esencialmente el mismo que la lucha contra el dictum de estado a escala social. Eso no ha quedado enterrado en el pasado. En las luchas interpersonales, entre amigos, entre compañeros de convivencia, entre miembros de una familia hay una concomitancia entre lo esencial de esa lucha y la que se expresa en marcos mucho más complejos exigiendo la libertad política aquí o allá o la dimisión de tipos en el poder absolutamente inaguantables.
Si toda lucha genera tensión, en particular cuando el luchador está en una posición de debilidad frente a la fuerza del adversario o enemigo contra el que se enfrenta, la lucha personal genera esa particularidad de la tensión psicológica ya que prevé la puesta en escena de informaciones y calificativos desagradables. Es por eso que a menudo se opta por correr un tupido velo no porque el enfrentamiento haya sido dado y las posiciones establecidas en un sonoro encontronazo sino porque la memoria lesiva de enfrentamientos parecidos con anterioridad con otros antagonistas prefieren colocar la situación en estado de no-onda.
De acuerdo la no sintonía o no onda propicia la claridad de la lista de aquellos personajes con los que no te entiendes ni te vas a entender que va a ser de una magnitud u otra según el optimismo o no de cada cual y de sus propios reveses recogidos en el mundo de los demás pero no demuestra la existencia de una lucha personal sostenible, lo más probable es que no haya pasado de una insinuación. Basta una palabra, un detalle, un gesto para colocar al otro pìllado in fraganti en su no ética, su prepotencia, su autoritarismo, su mentira fuera de la propia onda. Vale, una vez establecido en ese foso se pasa de esa persona y todo acabaría. Lo que pasa con esa reacción es que al prescindir de ella se ayuda un poco más a que el mundo siga siendo el que es: un magma de individualismos. La supervivencia en la paz personal requiere tomar distancia de la gente con la que no sintonizas, la lucha por un mudo colectivo pide la intervención en los errores sean de quien sean. Lo segundo te asegura vivir en la conflictividad permanente, lo primero en una falsa beatitud de concordia. Cada vez que alguien, amparado en la razón, lucha con sus inmediatos corre el riesgo de ser tildado de desestabilizador. Eso pasa tanto en el reino de la privacía como en el de los intereses colectivos. (Giampaolo Giuliani, investigador sísmico, previó el cataclismo para la región de los Abruzos con tiempo suficiente para evacuar la zona y evitar la catástrofe. Fue tratado de imbécil. Su aparato mide el radón. Un gas radioactivo que es desprendido de la corteza y que indica el movimiento de las fallas). En las situaciones particulares l lucha personal hace de la misma unidad domestica un frente de lucha. Cuando toca expresar formas distintas de ver las cosas y de actuar en consecuencia tanto en casa, como en una fábrica como en el seno de una asociación hay dos tipos de conductas principales: las de quienes desean seguir manteniendo las reivindicaciones no cumplidas en el candelero del discurso y quienes dejan de enfrentarse porque todo lo que quieren es vivir tranquilamente aunque eso sea a cambio de una pérdida de dignidad y libertad personales. Cada persona en cada momento de su vida le toca renovar en lo más intimo de sus meditaciones si se subscribe a una línea de conducta, la combativa, o a la otra, la pasiva.
Lucha personal y tensión psicológica
- microbiana
- Mensajes: 236
- Registrado: 22 Dic 2007, 15:47
Re: Lucha personal y tensión psicológica
Quizá algo complicado de entender pero muy buen texto!
Re: Lucha personal y tensión psicológica
La exposición de los mecanismos relacionales entre eventos no salta siempre a la vista. No todo salta a la vista ni todo resulta tan evidente. A la sensorialidad no le llegan todos los datos de la realidad. De los perceptible a lo descubierto se dan muchos procesos intermedios. El salto del percepto al concepto es el que va de la sensibilidad ligera o primaria a la intelección comprensiva de los mecanismos mas decisivos de la marcha del mundo.
- harinadehuesoshumanos
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- Registrado: 20 Ene 2010, 11:46
Re: Lucha personal y tensión psicológica
rimbombante que?..
si tu cultura es superior
es porque tus fusiles
disparan mejor
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disparan mejor
Re: Lucha personal y tensión psicológica
pues igual me lo tengo que volver a leer, porque fácil de comprensión no está.
Hay como varias conclusiones y es un texto algo enrevesado.
Psé, no sé si viene a decir que muchas veces te hartas de discutir con los demás y te resulta más sencillo arrimarte a los que te dan la razón, pero que por otra parte, el estar con gente de otra opinión, aunq sólo sea por el hecho de tener que argumentar tus opiniones, ya es enriquecedor.
y si no, es que no he entendido nada, ya a freír puñetas
Hay como varias conclusiones y es un texto algo enrevesado.
Psé, no sé si viene a decir que muchas veces te hartas de discutir con los demás y te resulta más sencillo arrimarte a los que te dan la razón, pero que por otra parte, el estar con gente de otra opinión, aunq sólo sea por el hecho de tener que argumentar tus opiniones, ya es enriquecedor.
y si no, es que no he entendido nada, ya a freír puñetas
Tanto gilipollas y tan pocas balas.
¿Y qué pasa si el cambio climático es un engaño y estamos creando un mundo mejor para nada?
http://www.mundolibertario.org/milicia-cebolla/
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- destruyendolanormalidad
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Re: Lucha personal y tensión psicológica
bueno compa boy a imprimir esto y lo leere en la cama antes de ir a dormir para ver que me parece y luego te digo 
gracias por el aporte
gracias por el aporte
El hombre y la razón puede ser una mala combinación .
Re: Lucha personal y tensión psicológica
Pertenecer a una clase llamada inferior no es una suerte. El deseo de estar permanentemente del lado de la pobreza y de las dificultades es un viejo principio solidario arrebatado también por misiones de campañas religiosas que aún vienen intercambiando la ayuda material a cambio del lavado de cerebros. El reconocimiento de los miserables en su lucha supervivencial forma parte de la analítica social de cuyas críticas no sale nadie totalmente bien parado. La justificación dentro de esta lucha del acto criminal por hacer prevalecer la propia vida (y necesidades) a la vida (y necesidades) de otros con más cosas y dineros tiene más de revanchismo psicológico que de rebelión de clase. La lucha por la libertad no se limita a una lucha dentro, por y para el grupo. Es sobre todo una lucha personal de uno contra sí mismo, contra sus engaños. La libertad total en el sentido estricto de este concepto no puede existir sin la libertad de todo el mundo de sus fantasmas y opresiones, pero la libertad personal, la individual, no depende de aquella; es una organización del pensamiento (y del alma para quien la tenga) y de la autoseguridad apostando por una vida soberana y lúcida aunque no sea entendida por los demás ,ni siquiera por el grupo de adhesión.
Re: Lucha personal y tensión psicológica
La necesidad de afines es la de puertos seguros con los que no haya discrepancias. La necesidad de no coincidentes en la opinión ni en la posición ante el mundos es la de conocer otras perspectivas de la que aprender. Pertenecer a un séquito o claca que asienta y consienta en todo es comparativamente menos contributivo para la conciencia social y revolucionaria que estar bregando en pantanos de muchas suelas y en espacios de discusión muy diversos. Mientras el sí confirma una posición que se da por satisfecha, el no obliga a revisarla y replantearla de una manera más convincente.
