25 aniversario del 5º Congreso
25 aniversario del 5º Congreso
Quería ser el primero en decirlo. Por estas fechas fue, en 1979. Han pasado 25 años. Creo... a ver que coja la calculadora... Sí, venticinco. Es un aniversario importante, ¿no?
Iba a escribir algo sobre el tal Congreso. Por rememorar viejos tiempos. Pero teniendo en cuenta como las gastan en este sagrado foro, y lo complicado que es sacar adelante alguna idea positiva sobre tan delicado asunto, y viendo que los viejos tiempos siguen impretérritos, como que se me inhibe la líbido, y las gónadas, bien ocultas en el abdomen, le dicen a mi cerebro: «Jorge, déjalo estar, aún puedes vivir muchos años»
Bueno, pues parece que fue el congreso ese anteayer.
Y eso que yo no asistí a sus magnas y —al parecer— diabólicas sesiones, llenas de pactos satánicos, fantasmas sacudiendo cadenas, y aquelarres de pasillo. Y unas jornadas culturales muy majas, en las que el Arrabal dijo ante quinientos furibundos cenetistas que se le había aparecido la Virgen María.
Era de la tenedencia anarcodivina.
Bueno, vamos con los discursos, un momento que me ponga el casco de obra: queda abierta la lista para que cada cual recuerde aquellos días, cuando algunos (y algunas) éramos más jóvenes.
Si es que queda algún superviviente, claro.
Iba a escribir algo sobre el tal Congreso. Por rememorar viejos tiempos. Pero teniendo en cuenta como las gastan en este sagrado foro, y lo complicado que es sacar adelante alguna idea positiva sobre tan delicado asunto, y viendo que los viejos tiempos siguen impretérritos, como que se me inhibe la líbido, y las gónadas, bien ocultas en el abdomen, le dicen a mi cerebro: «Jorge, déjalo estar, aún puedes vivir muchos años»
Bueno, pues parece que fue el congreso ese anteayer.
Y eso que yo no asistí a sus magnas y —al parecer— diabólicas sesiones, llenas de pactos satánicos, fantasmas sacudiendo cadenas, y aquelarres de pasillo. Y unas jornadas culturales muy majas, en las que el Arrabal dijo ante quinientos furibundos cenetistas que se le había aparecido la Virgen María.
Era de la tenedencia anarcodivina.
Bueno, vamos con los discursos, un momento que me ponga el casco de obra: queda abierta la lista para que cada cual recuerde aquellos días, cuando algunos (y algunas) éramos más jóvenes.
Si es que queda algún superviviente, claro.
- Manu García
- Mensajes: 5401
- Registrado: 27 Ago 2004, 21:32
La CGT de Catalunya ha aprovechado el aniversario para ir durante varios números de su periódico "Catalunya" publicando una versión, no ya parcial, sino fantasiosa, del anarcosindicalismo desde la muerte de Franco hasta hoy.
El "Rojo y negro" también sacó su pequeño recordatorio. Que daba bastante pena.
"Contramarcha", de Solidaridad Obrera del Metro, también, presentándose ell@s como l@s imparciales entre dos bandos de fanáticos.
"L@s dogmátic@s del Exilio-FAI" entoavía no han dicho na de na en su prensa, que yo sepa...
Que hable, que hable, que hable...

El "Rojo y negro" también sacó su pequeño recordatorio. Que daba bastante pena.
"Contramarcha", de Solidaridad Obrera del Metro, también, presentándose ell@s como l@s imparciales entre dos bandos de fanáticos.
"L@s dogmátic@s del Exilio-FAI" entoavía no han dicho na de na en su prensa, que yo sepa...
Habla, Jorge, porfaaaaIba a escribir algo sobre el tal Congreso. Por rememorar viejos tiempos. Pero teniendo en cuenta como las gastan en este sagrado foro, y lo complicado que es sacar adelante alguna idea positiva sobre tan delicado asunto, y viendo que los viejos tiempos siguen impretérritos, como que se me inhibe la líbido, y las gónadas, bien ocultas en el abdomen, le dicen a mi cerebro: «Jorge, déjalo estar, aún puedes vivir muchos años»
Que hable, que hable, que hable...
Última edición por Manu García el 10 Dic 2004, 20:14, editado 1 vez en total.
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
- Manu García
- Mensajes: 5401
- Registrado: 27 Ago 2004, 21:32
Ay, Juaspas, yo vi todas esas noticias (quitando la de "Rojo y negro", que fue muy difundida por la red) en papel. Pero a lo mejor es cuestión de buscar.
En la página de la CGT de Catalunya sólo aparece el "Catalunya" hasta agosto de 2003.
El artículo de SO viene en su página web http://www.nodo50.org/sobrera
De "CONTRAMARCHA 24":
¿DÓNDE ESTÁS, CIPRIANO MERA?
Veinticinco aniversario desde el 5º Congreso
El próximo diciembre se cumplirán veinticinco años del infausto 5º Congreso de la organización confederal. Veinticinco años, por tanto, del divorcio que habría de dar lugar con el tiempo a un conjunto de tres organizaciones distintas (una de ellas fragmentada asimismo en Cataluña) que se reclaman del anarcosindicalismo.
En ese Congreso de la Casa de Campo madrileña habría de tratarse la expulsión en su día de Cipriano Mera de la organización cenetista del exilio.
No vamos a glosar aquí la figura de Cipriano, bástenos decir que le consideramos una de las figuras más emblemáticas, si no la que más, de lo que fue el espíritu de la “organización madre”. Luchador incansable por la unificación confederal; portador y depositario de una honradez y una ética “anarquistas” que tan ausentes estuvieron tras la guerra civil y durante la transición en nuestros medios, y que tan necesarias son de recuperar hoy día si queremos reencontrar y reconstruir aquello que fue la vieja CNT.
Será curioso observar en nuestra propia prensa (la de todos), las reacciones, si es que las hay, referentes al citado Congreso, o si como suele pasar en estos casos, buscaremos la medicina en el olvido.
Un análisis a vuelapluma de “nuestra transición” y un intento de explicar aquel comportamiento nuestro, habría de llevarnos a estudiar las “deformaciones ideológicas” en nuestros propios medios. Tanto en los jóvenes de entonces, la mayoría procedentes o influenciados por una cultura marxista, dominante ayer como hoy del Movimiento Obrero. Como en los “veteranos”, contagiados asimismo durante un mínimo de cuarenta años del virus autoritario, aún más en el exilio.
Tras cuarenta años sin discutir, los “recién llegados” necesitábamos analizar, comparar y cotejar las distintas “teorías revolucionarias”, incluido el anarcosindicalismo, para ponerlas en solfa o aceptarlas como si nos fuera la vida en ello como organización (que nos iba). En cambio, los “de toda la vida” continuábamos aferrados a los viejos esquemas y no supimos ver que aquel sarampión era una enfermedad necesaria, pero juvenil al fin y al cabo, y que, como todo jardinero sabe bien, para formar un seto hay que esperar que las ramas más retrasadas crezcan y se desarrollen, para poder en cualquier caso armonizarlas en un todo.
No fue así. La intransigencia de unos y la intolerancia de otros (o al revés), volvieron a reinstalar en la organización recién formada el pandemónium del exilio. Y todo ello para constatar al final del trayecto que el anarcosindicalismo hay muchas formas de entenderlo, pero que, como siempre, se concreta en dos tendencias mayoritariamente. Una más “revolucionaria” o anarquista, y otra más “reformista” o sindicalista, que a finales del atormentado siglo XX se cohesionan alrededor de dos tácticas diferentes (¿pero excluyentes?) en torno a los Comités de Empresa. Pero, ¡ay!, llegar a descubrirlo nos costó romper la raquítica organización que aún nos quedaba, y con esa ruptura, aquel diciembre, matar la primavera.
¿Qué fue de Anselmo Lorenzo?.
CNT:
¿sindicalismo revolucionario, anarcosindicalismo, anarquismo sindical, simplemente anarquismo, o...?
Tras la ruptura, ya se sabe, los que más tarde llegaron a heredar el nombre de “la madre”, desataron las furias y tacharon a los impugnadores del Congreso de traidores, manipulados, reformistas, vendidos... En fin, la hez de la Tierra.
El revolucionarismo a ultranza será la característica fundamental de este grupo, pero ¡ay!, ¿con quién hacer la revolución si los trabajadores son conformistas?
Sin embargo, su pedigrí anarquista no les impedirá renunciar a “los principios” y recurrir a la “justicia” del “Estado burgués” para “defender” “sus” siglas.
¿Pero acaso era la primera vez que renunciaban?
Ya vendrá la montaña, piensan. Y mientras así piensan y actúan, no echan de menos aquello que les falta. Practican un “anarcosin-dicalismo” pagado de sí mismo, parapetado en sus razones, cual si de una barricada se tratara: “Como tenemos razón, ya vendrán a nosotros”.
¿Pero y si los trabajadores no vienen? En cualquier caso, no parece que tengan mucha prisa...
Y es que “toda teoría y toda praxis que por empeñarse en defender su pureza doctrinal actúan al margen de su entorno histórico y sociológico, no son revolucionarios, sino pequeño burgueses, ya que conceden mas importancia a la afirmación abstracta de sus principios, que a la transformación objetiva y concreta de la sociedad” (Heleno Saña).
Qué agradable es pensar que se tiene razón, sobre todo si de esa manera evitamos tener que analizar la realidad y constatar que aquello que nos falta se encuentra en otra parte.
¿Han vuelto a matarte, Noi?.
CGT:
¿anarcosindicalismo, sindicalismo revolucionario, simplemente sindicalismo, simplemente, o...?
Transformar la sociedad, evento que ha de llevarse a cabo con la mayoría de los trabajadores, implica previamente un proceso autoeducativo de toda la clase obrera.
Los impugnadores tomaron el camino de “acercarse a la clase”... a través de los Comités de Empresa, siendo su objetivo inicial “vaciarlos de contenido”. Sin embargo, ocurrió lo del cazador cazado. ¡El “proceso educativo” se realizó en la dirección contraria!.
Hoy por hoy, el objetivo último del grupo parece ser el de conseguir el mayor número de delegados, sin importar de qué forma, en dichos Comités. ¿Es ese todo el bagaje del anarcosindicalismo para transformar el mundo?.
Evidentemente, como no podría ser menos, este grupo es el mayoritario dentro de “la familia”, aunque los resultados, tras veinticinco años de proceso y renuncias, no podemos calificarlos de halagüeños.
Estamos con la gente, piensan; y mientras así piensan y actúan, no echan de menos aquello que les falta. Practican un “anarcosin-dicalismo” oportunista y vacío, divorciado totalmente del objetivo final, si es que lo tienen.
¿Dónde está el espíritu rebelde que caracterizó siempre a la organización madre?
Qué agradable es pensar que se tiene razón, sobre todo si así evitamos tener que mirarnos al espejo, analizar qué somos, y comprobar que aquello que nos falta se encuentra en otra parte.
¿Dónde estás, Francisco Ascaso?
ANARCOSINDICALISMO: ¿una propuesta de futuro?
El “divorcio de plata” que estamos a punto de “celebrar” el próximo diciembre, debería hacernos reflexionar a todos, más allá de los cómodos esquemas mentales de estar en la razón.
Deberíamos saber a estas alturas (¿por haberlo estudiado en el mismo “colegio”?) que EL ANARCOSINDICALISMO ES UNA SÍNTESIS. Es coger lo mejor del anarquismo (su ideal, su espíritu de lucha...) y lo más óptimo del sindicalismo (su practicismo, su labor educacional colectiva...), para formar UN TODO SUPERIOR y, lo que es más importante: una esperanza.
EL FEDERALISMO es la herramienta que convenientemente utilizada permitiría al anarcosindicalismo enfrentarse a aquellas idioteces que supuestamente lo dividen ideológicamente (¡¿los Comités de Empresa?!). Por que... “Sólo con una condición podríamos hacer una organización: y es la de que debe basarse en el absoluto respeto hacia todas las iniciativas individuales, sin estorbar su libre juego y su evolución. El principio esencial del anarquismo es la autonomía individual y colectiva” (Emma Goldman, 1907. Congreso de Ámsterdam).
Aquello a lo que le resulta más difícil enfrentarse, ya que para librarse de ello es necesario un proceso autoeducativo intencionado y de larga duración, es a la egolatría de sus supuestos militante y a la extraña pretensión de todos ellos de encontrarse en la verdad absoluta que tienen que imponer a los demás a toda costa.
El roce hace el cariño... pero también el odio. Anarquismo y sindicalismo, si quieren volver a ser una esperanza para la clase obrera, han de entender que el otro es necesario. Que la fecundación de un concepto por otro es el acto esencial que da la vida. Que ese otro con el que no estamos totalmente de acuerdo es eso que nos falta, eso que nos completa. Aquello que complementándonos, nos permite ser la herramienta capaz de transformar el mundo.
¿Qué ha sido de ti, Peiró?.
MIRANDO HACIA ATRÁS...
Veinticinco años ya. Tiempo vivido que hemos ido dejando atrás entre desgarros. Y año tras año, diciembre tras diciembre, a medida que nuestra oportunidad se iba pasando, al hacer el recuento no dejábamos de soñar como otros tiempos: el próximo diciembre primavera...
La necesidad de unidad y de respeto al otro fue siempre la batalla de los más grandes entre los militantes que ha dado nuestra causa. Algunos “tuvieron suerte” y consiguieron ver una organización que prometía ser aquello por lo que tanto habían luchado. Otros no tuvieron tanta, y su recompensa fue la expulsión, la calumnia y el escarnio.
Y actualmente, en la mediocridad omnipresente que nos aturde y ciega, más que nunca nos hace falta su ejemplo, su entrega, su moral, y su lucha por encima de todas las banderas...
¿Dónde estás, Cipriano Mera?
En la página de la CGT de Catalunya sólo aparece el "Catalunya" hasta agosto de 2003.
El artículo de SO viene en su página web http://www.nodo50.org/sobrera
De "CONTRAMARCHA 24":
¿DÓNDE ESTÁS, CIPRIANO MERA?
Veinticinco aniversario desde el 5º Congreso
El próximo diciembre se cumplirán veinticinco años del infausto 5º Congreso de la organización confederal. Veinticinco años, por tanto, del divorcio que habría de dar lugar con el tiempo a un conjunto de tres organizaciones distintas (una de ellas fragmentada asimismo en Cataluña) que se reclaman del anarcosindicalismo.
En ese Congreso de la Casa de Campo madrileña habría de tratarse la expulsión en su día de Cipriano Mera de la organización cenetista del exilio.
No vamos a glosar aquí la figura de Cipriano, bástenos decir que le consideramos una de las figuras más emblemáticas, si no la que más, de lo que fue el espíritu de la “organización madre”. Luchador incansable por la unificación confederal; portador y depositario de una honradez y una ética “anarquistas” que tan ausentes estuvieron tras la guerra civil y durante la transición en nuestros medios, y que tan necesarias son de recuperar hoy día si queremos reencontrar y reconstruir aquello que fue la vieja CNT.
Será curioso observar en nuestra propia prensa (la de todos), las reacciones, si es que las hay, referentes al citado Congreso, o si como suele pasar en estos casos, buscaremos la medicina en el olvido.
Un análisis a vuelapluma de “nuestra transición” y un intento de explicar aquel comportamiento nuestro, habría de llevarnos a estudiar las “deformaciones ideológicas” en nuestros propios medios. Tanto en los jóvenes de entonces, la mayoría procedentes o influenciados por una cultura marxista, dominante ayer como hoy del Movimiento Obrero. Como en los “veteranos”, contagiados asimismo durante un mínimo de cuarenta años del virus autoritario, aún más en el exilio.
Tras cuarenta años sin discutir, los “recién llegados” necesitábamos analizar, comparar y cotejar las distintas “teorías revolucionarias”, incluido el anarcosindicalismo, para ponerlas en solfa o aceptarlas como si nos fuera la vida en ello como organización (que nos iba). En cambio, los “de toda la vida” continuábamos aferrados a los viejos esquemas y no supimos ver que aquel sarampión era una enfermedad necesaria, pero juvenil al fin y al cabo, y que, como todo jardinero sabe bien, para formar un seto hay que esperar que las ramas más retrasadas crezcan y se desarrollen, para poder en cualquier caso armonizarlas en un todo.
No fue así. La intransigencia de unos y la intolerancia de otros (o al revés), volvieron a reinstalar en la organización recién formada el pandemónium del exilio. Y todo ello para constatar al final del trayecto que el anarcosindicalismo hay muchas formas de entenderlo, pero que, como siempre, se concreta en dos tendencias mayoritariamente. Una más “revolucionaria” o anarquista, y otra más “reformista” o sindicalista, que a finales del atormentado siglo XX se cohesionan alrededor de dos tácticas diferentes (¿pero excluyentes?) en torno a los Comités de Empresa. Pero, ¡ay!, llegar a descubrirlo nos costó romper la raquítica organización que aún nos quedaba, y con esa ruptura, aquel diciembre, matar la primavera.
¿Qué fue de Anselmo Lorenzo?.
CNT:
¿sindicalismo revolucionario, anarcosindicalismo, anarquismo sindical, simplemente anarquismo, o...?
Tras la ruptura, ya se sabe, los que más tarde llegaron a heredar el nombre de “la madre”, desataron las furias y tacharon a los impugnadores del Congreso de traidores, manipulados, reformistas, vendidos... En fin, la hez de la Tierra.
El revolucionarismo a ultranza será la característica fundamental de este grupo, pero ¡ay!, ¿con quién hacer la revolución si los trabajadores son conformistas?
Sin embargo, su pedigrí anarquista no les impedirá renunciar a “los principios” y recurrir a la “justicia” del “Estado burgués” para “defender” “sus” siglas.
¿Pero acaso era la primera vez que renunciaban?
Ya vendrá la montaña, piensan. Y mientras así piensan y actúan, no echan de menos aquello que les falta. Practican un “anarcosin-dicalismo” pagado de sí mismo, parapetado en sus razones, cual si de una barricada se tratara: “Como tenemos razón, ya vendrán a nosotros”.
¿Pero y si los trabajadores no vienen? En cualquier caso, no parece que tengan mucha prisa...
Y es que “toda teoría y toda praxis que por empeñarse en defender su pureza doctrinal actúan al margen de su entorno histórico y sociológico, no son revolucionarios, sino pequeño burgueses, ya que conceden mas importancia a la afirmación abstracta de sus principios, que a la transformación objetiva y concreta de la sociedad” (Heleno Saña).
Qué agradable es pensar que se tiene razón, sobre todo si de esa manera evitamos tener que analizar la realidad y constatar que aquello que nos falta se encuentra en otra parte.
¿Han vuelto a matarte, Noi?.
CGT:
¿anarcosindicalismo, sindicalismo revolucionario, simplemente sindicalismo, simplemente, o...?
Transformar la sociedad, evento que ha de llevarse a cabo con la mayoría de los trabajadores, implica previamente un proceso autoeducativo de toda la clase obrera.
Los impugnadores tomaron el camino de “acercarse a la clase”... a través de los Comités de Empresa, siendo su objetivo inicial “vaciarlos de contenido”. Sin embargo, ocurrió lo del cazador cazado. ¡El “proceso educativo” se realizó en la dirección contraria!.
Hoy por hoy, el objetivo último del grupo parece ser el de conseguir el mayor número de delegados, sin importar de qué forma, en dichos Comités. ¿Es ese todo el bagaje del anarcosindicalismo para transformar el mundo?.
Evidentemente, como no podría ser menos, este grupo es el mayoritario dentro de “la familia”, aunque los resultados, tras veinticinco años de proceso y renuncias, no podemos calificarlos de halagüeños.
Estamos con la gente, piensan; y mientras así piensan y actúan, no echan de menos aquello que les falta. Practican un “anarcosin-dicalismo” oportunista y vacío, divorciado totalmente del objetivo final, si es que lo tienen.
¿Dónde está el espíritu rebelde que caracterizó siempre a la organización madre?
Qué agradable es pensar que se tiene razón, sobre todo si así evitamos tener que mirarnos al espejo, analizar qué somos, y comprobar que aquello que nos falta se encuentra en otra parte.
¿Dónde estás, Francisco Ascaso?
ANARCOSINDICALISMO: ¿una propuesta de futuro?
El “divorcio de plata” que estamos a punto de “celebrar” el próximo diciembre, debería hacernos reflexionar a todos, más allá de los cómodos esquemas mentales de estar en la razón.
Deberíamos saber a estas alturas (¿por haberlo estudiado en el mismo “colegio”?) que EL ANARCOSINDICALISMO ES UNA SÍNTESIS. Es coger lo mejor del anarquismo (su ideal, su espíritu de lucha...) y lo más óptimo del sindicalismo (su practicismo, su labor educacional colectiva...), para formar UN TODO SUPERIOR y, lo que es más importante: una esperanza.
EL FEDERALISMO es la herramienta que convenientemente utilizada permitiría al anarcosindicalismo enfrentarse a aquellas idioteces que supuestamente lo dividen ideológicamente (¡¿los Comités de Empresa?!). Por que... “Sólo con una condición podríamos hacer una organización: y es la de que debe basarse en el absoluto respeto hacia todas las iniciativas individuales, sin estorbar su libre juego y su evolución. El principio esencial del anarquismo es la autonomía individual y colectiva” (Emma Goldman, 1907. Congreso de Ámsterdam).
Aquello a lo que le resulta más difícil enfrentarse, ya que para librarse de ello es necesario un proceso autoeducativo intencionado y de larga duración, es a la egolatría de sus supuestos militante y a la extraña pretensión de todos ellos de encontrarse en la verdad absoluta que tienen que imponer a los demás a toda costa.
El roce hace el cariño... pero también el odio. Anarquismo y sindicalismo, si quieren volver a ser una esperanza para la clase obrera, han de entender que el otro es necesario. Que la fecundación de un concepto por otro es el acto esencial que da la vida. Que ese otro con el que no estamos totalmente de acuerdo es eso que nos falta, eso que nos completa. Aquello que complementándonos, nos permite ser la herramienta capaz de transformar el mundo.
¿Qué ha sido de ti, Peiró?.
MIRANDO HACIA ATRÁS...
Veinticinco años ya. Tiempo vivido que hemos ido dejando atrás entre desgarros. Y año tras año, diciembre tras diciembre, a medida que nuestra oportunidad se iba pasando, al hacer el recuento no dejábamos de soñar como otros tiempos: el próximo diciembre primavera...
La necesidad de unidad y de respeto al otro fue siempre la batalla de los más grandes entre los militantes que ha dado nuestra causa. Algunos “tuvieron suerte” y consiguieron ver una organización que prometía ser aquello por lo que tanto habían luchado. Otros no tuvieron tanta, y su recompensa fue la expulsión, la calumnia y el escarnio.
Y actualmente, en la mediocridad omnipresente que nos aturde y ciega, más que nunca nos hace falta su ejemplo, su entrega, su moral, y su lucha por encima de todas las banderas...
¿Dónde estás, Cipriano Mera?
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
Pues muchos supervivientes del 5º Congreso parece que no quedan. O será que no se dejan caer por este prestigioso foro.
Dice el Manu que hable. Pero yo poco puedo hablar, porque no fui al Congreso. Iba como invitado, o como observador, no recuerdo bien, pero no más llegué encontré otra actividad mucho más interesante. Estuve muy atareado persiguiendo a una chica por todo Madrid. Margarita se llamaba. era de Valencia. ¿Dónde estás Margarita? Era una compañera muy competente y nos lo pasamos muy bien. No la volví a ver desde entonces.
Aunque si se piensa, me han contado tantas veces unos y otros el jodido congreso, que creo que me lo puedo saber mejor que muchos que estuvieron allí de delegados, tragándose aquellas interminables sesiones. Recuerdo que a los tres días me encontré a uno de ellos, le pregunté que cómo iba la cosa, y me respondió que aún estaban eligiendo mesa. A continuación me reprochó mi escaqueo, a lo que contesté colocándome un preservativo de gorro. Me costó mi trabajo, porque tengo una cabeza muy gorda.
Bendigo mis tendencias escapistas.
Era un tiempo muy complicado el del 5º Congreso. Había mucha desilusión en el ambiente social. Le llamaban "el Desencanto". Nada de ranas convertidas en príncipes. Un no ver salida al embrollo, una dejadez, un sentimiento de derrota, era algo de eso...
Dice el Manu que hable. Pero yo poco puedo hablar, porque no fui al Congreso. Iba como invitado, o como observador, no recuerdo bien, pero no más llegué encontré otra actividad mucho más interesante. Estuve muy atareado persiguiendo a una chica por todo Madrid. Margarita se llamaba. era de Valencia. ¿Dónde estás Margarita? Era una compañera muy competente y nos lo pasamos muy bien. No la volví a ver desde entonces.
Aunque si se piensa, me han contado tantas veces unos y otros el jodido congreso, que creo que me lo puedo saber mejor que muchos que estuvieron allí de delegados, tragándose aquellas interminables sesiones. Recuerdo que a los tres días me encontré a uno de ellos, le pregunté que cómo iba la cosa, y me respondió que aún estaban eligiendo mesa. A continuación me reprochó mi escaqueo, a lo que contesté colocándome un preservativo de gorro. Me costó mi trabajo, porque tengo una cabeza muy gorda.
Bendigo mis tendencias escapistas.
Era un tiempo muy complicado el del 5º Congreso. Había mucha desilusión en el ambiente social. Le llamaban "el Desencanto". Nada de ranas convertidas en príncipes. Un no ver salida al embrollo, una dejadez, un sentimiento de derrota, era algo de eso...
- Manu García
- Mensajes: 5401
- Registrado: 27 Ago 2004, 21:32
Desde luego que es una actividad más gratificante que participar en un Congreso de la CNT (hasta clavarse puntillas en un pie lo es)Iba como invitado, o como observador, no recuerdo bien, pero no más llegué encontré otra actividad mucho más interesante. Estuve muy atareado persiguiendo a una chica por todo Madrid. Margarita se llamaba. era de Valencia. ¿Dónde estás Margarita? Era una compañera muy competente y nos lo pasamos muy bien. No la volví a ver desde entonces.
Tu compañero lo que te tenía era envidiaRecuerdo que a los tres días me encontré a uno de ellos, le pregunté que cómo iba la cosa, y me respondió que aún estaban eligiendo mesa. A continuación me reprochó mi escaqueo, a lo que contesté colocándome un preservativo de gorro. Me costó mi trabajo, porque tengo una cabeza muy gorda.
Se conoce gente y se hacen buenas amistades (y a veces algo más) en los Congresos de la CNT, sí señor. ¡Anímense señor@s, que no todo son puñaladas traperas!
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
Ya veo que nadie se anima.
En fin, diré yo lo que me se ocurra.
Lo primero, en qué estado llegábamos al quinto congreso. Había una duda tremenda en el aire, y era la siguiente. Veíamos que la cosa no iba bien. Pasado el entusiasmo del 76, todo iba siendo reconducido por la democracia. Como en Portugal.
La CNT y la UGT durante el franquismo boicotearon el sindicato vertical y las elecciones sindicales. Pero CCOO y USO habían formado a un montón de gente en el vertical. Con lo cual, para las primeras elecciones democráticas creían que iban a barrer. Bueno, pues ganaron pero no barrieron. Porque la UGT puso en marcha motores para no quedarse atrás. UGT entendió, y así lo pensó mucha gente, que si no participaban, desaparecían.
Era un lío. CCOO tenía un discurso asambleario. Pero estaba dominada por los estalinistas de vieja escuela, los del PCE sobre todo. Querían las elecciones para ser la única central española. UGT estaba en contra de las elecciones, pero iba al trágala. La USO hacía lo que podía.
La gente de CNT pensaban: unos que podrían romper el modelo sindical de elecciones; otro que había que participar en las elecciones para no desaparecer. En 1978 hubo elecciones, desde entonces se notaba lo del desencanto: menos militancia, menos esperanzas, más conformismo, y muchas desafiliaciones. En diciembre del 79, las cosas se veían muy negras. O yo las veía muy negras. Desaparecían la CSUT, el SU y el SOC (menos en Andalucía). Desaparecían montones de partidos. Parecía que la CNT también estaba condenada.
Y ahí estaba la duda: meterse en el carro de las elecciones para pasar la hambruna, o no meterse y prepararse para la travesía del desierto.
Ahí llegó el 5º. Diciembre de 1979.
¡Venga ya hombre! ¿Quiénes quedan de esa época gloriosa que quieran hablar?
En fin, diré yo lo que me se ocurra.
Lo primero, en qué estado llegábamos al quinto congreso. Había una duda tremenda en el aire, y era la siguiente. Veíamos que la cosa no iba bien. Pasado el entusiasmo del 76, todo iba siendo reconducido por la democracia. Como en Portugal.
La CNT y la UGT durante el franquismo boicotearon el sindicato vertical y las elecciones sindicales. Pero CCOO y USO habían formado a un montón de gente en el vertical. Con lo cual, para las primeras elecciones democráticas creían que iban a barrer. Bueno, pues ganaron pero no barrieron. Porque la UGT puso en marcha motores para no quedarse atrás. UGT entendió, y así lo pensó mucha gente, que si no participaban, desaparecían.
Era un lío. CCOO tenía un discurso asambleario. Pero estaba dominada por los estalinistas de vieja escuela, los del PCE sobre todo. Querían las elecciones para ser la única central española. UGT estaba en contra de las elecciones, pero iba al trágala. La USO hacía lo que podía.
La gente de CNT pensaban: unos que podrían romper el modelo sindical de elecciones; otro que había que participar en las elecciones para no desaparecer. En 1978 hubo elecciones, desde entonces se notaba lo del desencanto: menos militancia, menos esperanzas, más conformismo, y muchas desafiliaciones. En diciembre del 79, las cosas se veían muy negras. O yo las veía muy negras. Desaparecían la CSUT, el SU y el SOC (menos en Andalucía). Desaparecían montones de partidos. Parecía que la CNT también estaba condenada.
Y ahí estaba la duda: meterse en el carro de las elecciones para pasar la hambruna, o no meterse y prepararse para la travesía del desierto.
Ahí llegó el 5º. Diciembre de 1979.
¡Venga ya hombre! ¿Quiénes quedan de esa época gloriosa que quieran hablar?
Pues yo la verdad cuando leo lo que hicisteis los "mayores" (soy demasiado joven
) me dan ganas de canearos.
Quizá nuestra generación hubiera hecho lo mismo, o incluso peores cosas, pero la cagada de vuestra generación fue de aupa. Y si encima lo comparamos con los tiempos heroicos, salis muy poco favorecidos.
Por ejemplo en cuanto a la represión. Tener a 100 presos y 4 o 5 muertos (mis disculpas a los afectados) en otro tiempo no hubiera supuesto ningun problema de conciencia para la vieja cnt. No tengo ni idea de porqué, tambien habria que mirarlo. La cnt clásica fue capaz de soportar una represión brutal que, por ejemplo en el primer año de la II república, produjo 166 muertos. ¿Qué hubierais hecho, no ya con los 30.000 presos anarquistas del 36, sino con los 5.000 de italia en el 77? (bueno y que hariamos ahora?) Lo siento, las comparaciones son odiosas, y a mi me encanta comparar.
De aquellos barros estos lodos (era asi el refran?) y la situación del anarquismo de hoy desciende del fracaso del anarquismo de ayer. ¿Cuantos insurreccionalistas, colectivistas, primitivistas, anarco-independentistas o indiferentes no estarian hoy en el anarcosindicato de haber hecho las cosas de otra manera?
Por cierto, dando la vuelta a una de tus preguntas, pregunto ¿por qué sobrevivió la CNT?
Por ejemplo en cuanto a la represión. Tener a 100 presos y 4 o 5 muertos (mis disculpas a los afectados) en otro tiempo no hubiera supuesto ningun problema de conciencia para la vieja cnt. No tengo ni idea de porqué, tambien habria que mirarlo. La cnt clásica fue capaz de soportar una represión brutal que, por ejemplo en el primer año de la II república, produjo 166 muertos. ¿Qué hubierais hecho, no ya con los 30.000 presos anarquistas del 36, sino con los 5.000 de italia en el 77? (bueno y que hariamos ahora?) Lo siento, las comparaciones son odiosas, y a mi me encanta comparar.
De aquellos barros estos lodos (era asi el refran?) y la situación del anarquismo de hoy desciende del fracaso del anarquismo de ayer. ¿Cuantos insurreccionalistas, colectivistas, primitivistas, anarco-independentistas o indiferentes no estarian hoy en el anarcosindicato de haber hecho las cosas de otra manera?
Por cierto, dando la vuelta a una de tus preguntas, pregunto ¿por qué sobrevivió la CNT?
...vive como piensas o acabarás pensando lo que vives...
Pues sí, hicimos un papel de mierda, cierto. Completamente de acuerdo. Mira lo de la represión. Hubo detenciones en el 78 ya que la poicía inculpaba a unos grupos anarquistas ciertos atracos. Hubo bastantes detenciones. Bueno, pues mucha gente dejó de ir por el sindicato en el que yo estaba. Al menos veinte personas de las habituales dejaron de aparecer.
También en el 78 fue lo del montaje del Scala en Barcelona. En la tele salían las banderas de la CNT de la manifestación contra los pactos de la Moncloa (creo que era esa la manifestación), junto a la sala de fiestas ardiendo, anunciando además que cuatro trabajadores habían muerto (dos de UGT y dos de CNT). También se notó el miedo, y hubo algún desafecto.
Había que andar con mucho cuidado. De vez en cuando te llegaban a los sindicatos unos tipos exhuberantes salidos de quién sabe dónde, hablando de fabricación de artefactos y extrañas habilidades.
Pues por lo que fuera, mucha gente sentía inquietud por estas cosas. Caramba, yo tenía mi miedo en el cuerpo ¿eh? Había que andar al quite para que la gente no se metiera en líos.
Pero no fue solo el fenómeno represivo el que achantó a miles de personas. Fueron muchas cosas, y afectaron a todas las organizaciones, porque las mismas UGT y CCOO se quedaron tiritando de la pérdida de afiliaciión que tuvieron. Pasaron de casi los dos millones, a los doscientos cincuenta mil de los años ochenta.
- Estaban a todas horas repitiéndote lo de la reconciliación y olvidar el pasado.
- Luego, que si no te reconciliabas, darían en golpe de Estado.
- Los partidos y sindicatos reconduciendo el tema.
- El inicio del paro masivo, que del 74 al 79 se pasó de cien mil parados a más de un millón.
- A quién protestaba más de la cuenta, lo despedían, o le hacían la vida imposible. Mira, recuerdo un compañero, muy combativo, que dejó de ir al sindicato. Lo cito a ver qué le pasa, y me contesta de que no puede continuar, y que desde que se ha vuelto buen chico, lo dejan en paz. Muchos otros hicieron lo mismo sin dar explicaciones.
- Otros factores a tener en cuenta.
Que los relaten otros supervivientes, que yo me tengo que ir ahora.
Caray, es punto por punto una situación casi análoga a los años 30.
-habia que afianzar la república y olvidar el pasado (monarquia y revoluciones)
-la derecha monarquica estaba acechando para dar un golpe de estado en cuanto pudiera. Sanjurjo en 1932
-Los partidos y sindicatos estaban reconduciendo el tema.
-el paro fue masivo, recordemos que acababa de suceder la crisis del 29 y sus consecuencias se estaban sufriendo entonces en España. Ademas no habia ningun tipo de seguro de desempleo, el que se quedaba sin trabajo se quedaba casi sin nada.
-a quien protestaba mas de la cuenta lo despedian, si es que no quedaba en una cuneta con una paliza o una bala en la cabeza.
-otros factores a tener en cuenta.
¿Por que todo fue completamente diferente? ¿de qué pasta estaban hechos los viejos? En fin, yo creo que hubo posibilidades de hacer algo en los 70, pero que por lo que sea no se logró hacer nada. ¿Se podría haber reconducido el "desencanto" en afiliación a la cnt o la gente ya no creia en revoluciones?
¿que hubiera hecho yo en ese trance? ni idea.
se me da bien criticar.
por lo menos no habria olvidado a los viejos, a quienes hubiera puesto a dar conferencias como locos. y habria "obligado" a los jovenes a ponerse a leer compulsivamente. habria prohibido las drogas so pena de "excomulgacion libertaria".
en fin, que soy un cristiano 
-habia que afianzar la república y olvidar el pasado (monarquia y revoluciones)
-la derecha monarquica estaba acechando para dar un golpe de estado en cuanto pudiera. Sanjurjo en 1932
-Los partidos y sindicatos estaban reconduciendo el tema.
-el paro fue masivo, recordemos que acababa de suceder la crisis del 29 y sus consecuencias se estaban sufriendo entonces en España. Ademas no habia ningun tipo de seguro de desempleo, el que se quedaba sin trabajo se quedaba casi sin nada.
-a quien protestaba mas de la cuenta lo despedian, si es que no quedaba en una cuneta con una paliza o una bala en la cabeza.
-otros factores a tener en cuenta.
¿Por que todo fue completamente diferente? ¿de qué pasta estaban hechos los viejos? En fin, yo creo que hubo posibilidades de hacer algo en los 70, pero que por lo que sea no se logró hacer nada. ¿Se podría haber reconducido el "desencanto" en afiliación a la cnt o la gente ya no creia en revoluciones?
¿que hubiera hecho yo en ese trance? ni idea.
...vive como piensas o acabarás pensando lo que vives...
Yo sin ser un experto en el tema veo cuatro diferencias muy importantes.¿Por que todo fue completamente diferente? ¿de qué pasta estaban hechos los viejos?
Primero la formación de los militantes. Muchos de los viejos anarquistas murieron entre los 30 y los 70 y no pudieron transmitir sus conocimientos. Había gente que iba a la CNT sin saber donde se metía, así que cuando comenzaron los problemas, la represión, los montajes, se fueron.
Otra diferencia fue que no era lo mismo la situación de los trabajadores en las primeras décadas del siglo 20 que a finales de los 70, además de la situación internacional donde parecía que ya no había sitio para ninguna alternativa revolucionaria, las democracias ya se habían asentado.
En tercer lugar el modelo sindical, que llevó a la división no solo del anarcosindicalismo, sino del movimiento obrero en general.
Y por último la estrategia del estado, que se puede decir que era más "inteligente" que en el 36. En el 36 te podía encarcelar la policía, te pegaba un tiro un patrón, etc. (en los 70 también pero era mucho menos habitual) pero en los 70 lo que hicieron fue intentar marginar el movimiento, poner al movimiento libertario como un grupo terrorista, el fantasma del golpe de estado, el caso Scala... esa es la estrategia de la democracia, y todavía no sabemos como hacerle frente.
Estoy con _Nobody_ en que los de aquella generación la cagaron, pero lo tenían muy complicado y no sé cual podría haber sido la solución.
Y si hablamos de nuestra generación (creo que tu y yo somos de la misma más o menos _Nobody_) tampoco estamos avanzando mucho, dentro de 30 años igual dicen lo mismo de nosotros las nuevas generaciones .
Hombre Nobody, el 75 no era 1931. En el 31 tenían a Ballester, a Peiró, a Mera, a Ascaso... Me refiero a los arquetipos, no sólo a los nombres concretos. Los viejos estaban hechos de piedra. Pero ya estaban jubilados. O muertos.
Nosotros no teníamos ni el palo de la escoba. Los militantes con experiencia estaban en grupos cristianos, marxistas...
Lo de la inexperiencia era un apuro muy gordo. Por ejemplo: sobre el 79 teníamos en el sindicato en el que estaba, una sección de construcción con veinte afiliados. Eran rebotados de CCOO y del PCE, de las grandes huelgas de construcción de los años 76, 77. Tenían labia, sabían hablar en asamblea y mover gente. Pero no sabían ni leer, ni escribir, ni estaban interesados por acudir al sindicato. Cuando se acabaron las grandes asambleas, ellos se acabaron también. Entonces quienes teníamos que hacerlo todo, éramos gente muy joven, que lo mismo tratábamos cosas del metal, que de construcción, que de sanidad, sin tener ni idea. Ni-puta-idea. Y eso lo notaban los trabajadores. Y factores muchas veces muy complicados. Varios de esos albañiles que menciono, hombres de cuarenta años, tenían hijos adolescentes que se metieron en la heroína. Pues vete a hablarle a ese hombre de sindicato, al contrario, te pide ayuda para un problema que le supera.
Otro fenómeno fue la compra de voluntades. Promocionar a los más ruidosos, atraerlos al campo institucional. Fijaros lo que le pasó al PCE, que era el partido más grande y organizado. Ellos procuraban colocar a sus cuadros cerca de puestos institucionales de responsabilidad. Cuando el PSOE ganó las elecciones, se quedaron sin esos elementos. Entre los anarquistas de mi localidad, un par de los más despejados acabaron de concejal uno, y de teniente de alcalde otro, porque no le veían futuro "a la cosa", a la CNT. Y la inmensa mayoría prefirió irse a su casa a defender sus asuntos privados.
Yo no conocí el fenómeno de la escisión, porque donde me tocó a mí, no hubo. Sencillamente, tras el 5º congreso, pasaron tres años, y casi desaparecimos.
A la pregunta de Nobody de por qué no murió la CNT, creo que por la simbología que encierra, que es muy fuerte, muy vigorosa.
Nosotros no teníamos ni el palo de la escoba. Los militantes con experiencia estaban en grupos cristianos, marxistas...
Lo de la inexperiencia era un apuro muy gordo. Por ejemplo: sobre el 79 teníamos en el sindicato en el que estaba, una sección de construcción con veinte afiliados. Eran rebotados de CCOO y del PCE, de las grandes huelgas de construcción de los años 76, 77. Tenían labia, sabían hablar en asamblea y mover gente. Pero no sabían ni leer, ni escribir, ni estaban interesados por acudir al sindicato. Cuando se acabaron las grandes asambleas, ellos se acabaron también. Entonces quienes teníamos que hacerlo todo, éramos gente muy joven, que lo mismo tratábamos cosas del metal, que de construcción, que de sanidad, sin tener ni idea. Ni-puta-idea. Y eso lo notaban los trabajadores. Y factores muchas veces muy complicados. Varios de esos albañiles que menciono, hombres de cuarenta años, tenían hijos adolescentes que se metieron en la heroína. Pues vete a hablarle a ese hombre de sindicato, al contrario, te pide ayuda para un problema que le supera.
Otro fenómeno fue la compra de voluntades. Promocionar a los más ruidosos, atraerlos al campo institucional. Fijaros lo que le pasó al PCE, que era el partido más grande y organizado. Ellos procuraban colocar a sus cuadros cerca de puestos institucionales de responsabilidad. Cuando el PSOE ganó las elecciones, se quedaron sin esos elementos. Entre los anarquistas de mi localidad, un par de los más despejados acabaron de concejal uno, y de teniente de alcalde otro, porque no le veían futuro "a la cosa", a la CNT. Y la inmensa mayoría prefirió irse a su casa a defender sus asuntos privados.
Yo no conocí el fenómeno de la escisión, porque donde me tocó a mí, no hubo. Sencillamente, tras el 5º congreso, pasaron tres años, y casi desaparecimos.
A la pregunta de Nobody de por qué no murió la CNT, creo que por la simbología que encierra, que es muy fuerte, muy vigorosa.
En resumidas cuentas, que la culpa es de la represión franquista que hizo que la generación anterior se apartara del sindicalismo, de manera que cuando se volvió a la legalidad, ya no quedara gente con experiencia. ¿no se hubiera podido crecer más despacio formando una base?
la sensación que queda de aquello es que se creció de golpe y también se decreció de golpe. La gente de entonces estaba buscando referencias y lo que vio no le debió de gustar mucho. ¿cómo es posible que el anarquismo no guste? ¿tanto miedo habia?
la sensación que queda de aquello es que se creció de golpe y también se decreció de golpe. La gente de entonces estaba buscando referencias y lo que vio no le debió de gustar mucho. ¿cómo es posible que el anarquismo no guste? ¿tanto miedo habia?
...vive como piensas o acabarás pensando lo que vives...
- Hayis Mc Maton
- Mensajes: 3068
- Registrado: 24 Oct 2003, 18:51
- Ubicación: Korova Milk Bar
Me van a disculpar la herejía pero, desde mi extrema ignorancia en el asunto de los sindicatos por aquí y sindicatos por allá, hay quien piensa que con el Sindicato Vertical el obrerismo estaba mucho mejor representado y defendido que en la actualidad, debido a que, por unos motivos u otros, ahora el/la trabajador/a no se implica lo más mínimo en apretar filas para mejorar la situación de un/a compañero/a despedido/a mientras que antes mediante el Sindicato Vertical con la excusa de las reuniones de delegados, la gente - los ccoo y ugt de la época, además de sindicalistas de izquierdas sin afiliación ninguna - realmente interesada en mejorar las condiciones laborales se juntaba subrepticiamente para tratar de establecer una fecha en la que reunirse todxs y presionar a la patronal. ¿Me he explicado claramente? Espero que sí, pues eso.
- Manu García
- Mensajes: 5401
- Registrado: 27 Ago 2004, 21:32
Leyendo las revistas de entonces se puede comprobar que la gran mayoría del personal tenía en la cabeza un embolao muy gordo. Era la época del boom de la contraculturalidad, el marxismo-leninismo y Jesucristo redentor. En ningún caso del anarcosindicalismo. Mucha gente "se metió" en la CNT por su trayectoria y "a ver qué era eso". Se improvisó todo.
Eso en el 31 no pasaba. Había habido un relevo generacional constante desde 1870 en adelante y las generaciones de anarquistas se sucedían las unas a las otras, cada una con sus características y tendencias, rechazando en muchas ocasiones el legado precedente, pero indudablemente tomando su relevo.
En los 70 se partió de 0. No, de 0 no, DE NEGATIVO. Con un lastre tremendo. Porque aparte de ese cocktail ideológico que se habían ido formando la juventud inquieta en los últimos años del franquismo, aparte de esa inexperiencia en la práctica de un sindicalismo participativo, estaba el legado de los abuelos que habían conseguido llegar a esos años... no muy halagüeño tras los 40 años de exilio, que eso jode a cualquiera. Y no estaban como para ser referente. La gran mayoría jubilados, por tanto, ausentes del mundo del trabajo y ajenos a su problemática del momento. Además, no pertenecían a la generación de La Canadiense y de "los que hicieron la CNT" (a la de Peiró, para entendernos) ni a la de los "grupos de acción" del primorriverismo (los Durruti-Ascaso), ni siquiera, en su gran mayoría, a aquella que maduró con la II República.
Pertenecían a la generación de la guerra. Por tanto, de sindicalismo, nanai de la china. Anarquismo, sí. Un anarquismo con la peculiaridad de haberse quedado con el reloj parado en aquello que "pudo ser, pero no fue".
Los abueletes no estaban muy preparados para conectar con los jóvenes, ni los jóvenes para hacerlo con los abuelos... Esas conferencias de las que hablas las hubo a patadas, Nobody: la Montseny, el Severino Campos, tantos otros, se recorrieron media península, dando a veces varias charlas en un mismo día, en diferentes ciudades. Pero pertenecían a mundos distintos al de Jorge, por ejemplo... Ni el lenguaje, ni las referencias históricas, ni las propuestas de est@s compañer@s, podían llegar a calar hondo en la sociedad española del postfranquismo...
Ahora, tras 25 años, seguimos con el embolado mental, no hemos conseguido librarnos del lastre negativo del pasado, no hemos aprovechado lo suficiente el legado positivo, l@s abuel@s se nos van muriendo en muchos casos desapareciendo con ell@s su memoria (gracias a iniciativas de voluntarios@s compañer@s, algo se está salvando), el anarquismo en el plano teórico sigue por los suelos (se reeditan una y otra vez textos de hace 100 años o se editan textos de más que dudosa calidad de compañer@s de hoy), en el organizativo, salvo notables pero escasas excepciones, lo mismo...
En fin, que habremos recibido una herencia nefasta, Nobody, pero tampoco estamos en condiciones de reprochar gran cosa a l@s que nos precedieron...
Eso en el 31 no pasaba. Había habido un relevo generacional constante desde 1870 en adelante y las generaciones de anarquistas se sucedían las unas a las otras, cada una con sus características y tendencias, rechazando en muchas ocasiones el legado precedente, pero indudablemente tomando su relevo.
En los 70 se partió de 0. No, de 0 no, DE NEGATIVO. Con un lastre tremendo. Porque aparte de ese cocktail ideológico que se habían ido formando la juventud inquieta en los últimos años del franquismo, aparte de esa inexperiencia en la práctica de un sindicalismo participativo, estaba el legado de los abuelos que habían conseguido llegar a esos años... no muy halagüeño tras los 40 años de exilio, que eso jode a cualquiera. Y no estaban como para ser referente. La gran mayoría jubilados, por tanto, ausentes del mundo del trabajo y ajenos a su problemática del momento. Además, no pertenecían a la generación de La Canadiense y de "los que hicieron la CNT" (a la de Peiró, para entendernos) ni a la de los "grupos de acción" del primorriverismo (los Durruti-Ascaso), ni siquiera, en su gran mayoría, a aquella que maduró con la II República.
Pertenecían a la generación de la guerra. Por tanto, de sindicalismo, nanai de la china. Anarquismo, sí. Un anarquismo con la peculiaridad de haberse quedado con el reloj parado en aquello que "pudo ser, pero no fue".
Los abueletes no estaban muy preparados para conectar con los jóvenes, ni los jóvenes para hacerlo con los abuelos... Esas conferencias de las que hablas las hubo a patadas, Nobody: la Montseny, el Severino Campos, tantos otros, se recorrieron media península, dando a veces varias charlas en un mismo día, en diferentes ciudades. Pero pertenecían a mundos distintos al de Jorge, por ejemplo... Ni el lenguaje, ni las referencias históricas, ni las propuestas de est@s compañer@s, podían llegar a calar hondo en la sociedad española del postfranquismo...
Ahora, tras 25 años, seguimos con el embolado mental, no hemos conseguido librarnos del lastre negativo del pasado, no hemos aprovechado lo suficiente el legado positivo, l@s abuel@s se nos van muriendo en muchos casos desapareciendo con ell@s su memoria (gracias a iniciativas de voluntarios@s compañer@s, algo se está salvando), el anarquismo en el plano teórico sigue por los suelos (se reeditan una y otra vez textos de hace 100 años o se editan textos de más que dudosa calidad de compañer@s de hoy), en el organizativo, salvo notables pero escasas excepciones, lo mismo...
En fin, que habremos recibido una herencia nefasta, Nobody, pero tampoco estamos en condiciones de reprochar gran cosa a l@s que nos precedieron...
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"