La posesión de libros
Re: La posesión de libros
Por una parte me parece perfecto lo que se comenta por aquí, pero me es dificil pensar en desacerme de todos mis libros...que penita!
. De todas formas creo que esto mismo se puede llevar a la practica de forma más modesta y evitando desprenderse "para siempre" de tus queridos libros. La idea seria que tu propia casa fuera la biblioteca, es decir, poner un listado en comun de todos libros de tus amig@s, compañer@s..etc e ir prestandolos y devolviendolos despues. De esta forma estas haciendo que los libros no sean propiedad exclusiva de tu estanteria, si no que esten al alcanze de un grupo de personas, aunque evidentemente sea más reducido que el acceso a una biblioteca.
A los osados pertenece el futuro.
- thefriedeggsboy
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Re: La posesión de libros
Y porque no ponernos manos a la obra ahora mismo? quiero decir...esos libros que te han impactado tanto porque no transcribirlos a yo que sé...a formato .doc y compartirlos?tu siempre tendras el libro(como objeto material a tu alcanze) pero la idea el contenido llegará a mucha más gente.Cipri escribió:Por una parte me parece perfecto lo que se comenta por aquí, pero me es dificil pensar en desacerme de todos mis libros...que penita!. De todas formas creo que esto mismo se puede llevar a la practica de forma más modesta y evitando desprenderse "para siempre" de tus queridos libros. La idea seria que tu propia casa fuera la biblioteca, es decir, poner un listado en comun de todos libros de tus amig@s, compañer@s..etc e ir prestandolos y devolviendolos despues. De esta forma estas haciendo que los libros no sean propiedad exclusiva de tu estanteria, si no que esten al alcanze de un grupo de personas, aunque evidentemente sea más reducido que el acceso a una biblioteca.
Re: La posesión de libros
es buena idea, pero que propones, traspasar a ordenador libros??
- thefriedeggsboy
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Re: La posesión de libros
pasarlos a formato digital...incluso hay escaners que detectan palabras....(el mio puede i tiene unos 3 años asi que supongo que todos los de ahora podran)incluso podriamos crear un blog o algo que funcionara como biblioteca(los libros ocupan nada menos de 1mb seguro asi que el tema del alojamiento seria sencillo)Cipri escribió:es buena idea, pero que propones, traspasar a ordenador libros??
- DecontrolSchizo82
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Re: La posesión de libros
Je, ya empiezas a matizar tu postura inicial. Ahora se trata de "tal y como están diseñadas hoy en día" las bibliotecas, lo cual impide el "desarrollo de la autonomía individual", es decir, ya no se trata de que las bibliotecas per se tienen como finalidad (a los libros) "la de darles un trato contemplativo, buscan soportes de consulta académica, con sus restricciones correspondientes, sus penalizaciones etc, ya que se enclaustran para un manejo que lleva implícito la putrefacción de la cultura, igual que los museos", en tus propias palabras. Es decir, ya no es un problema de las bibliotecas, sino de "la forma en que están diseñadas hoy en día".Arma_el_Placer escribió:Las bibliotecas tal y como están diseñadas hoy en día no sirven para el desarrollo de la autonomía individual, ya que únicamente se revelan como lugares donde la utilización de libros está sesgada por las restricciones ya señaladas y por la propia masificación de libros que jamás serán abiertos.
Primero enchufas el lector de mentes y adivinas la "finalidad" que tienen las bibliotecas (la anterior mencionada de que se busca darles un trato contemplativo, etc). Digo que lo adivinas con el lector de mentes porque se trata de una simple afirmación que lanzas al aire, sin ninguna prueba de que eso sea así más allá de que se trata de tu impresión. Las "finalidades" de los comportamientos humanos o de las estructuras sociales (y de los sistemas de organización derivados de éstas, por ej. una biblioteca) se pueden intentar deducir de una serie de indicios, que posteriormente deben ser argumentados para hallar la conexión causal entre estos indicios y la finalidad que uno cree que persiguen.
Bien, tú no haces nada de esto. Te limitas a afirmar cual es "la finalidad" de las bibliotecas, como si leyeses la mente de quienes las diseñan o gestionan, pero en ningún momento apuntas cuáles son esos indicios que te llevan a deducir/descubrir la "finalidad oculta" que tienen las bibliotecas.
Dicho en otras palabras, tu afirmación tiene el mismo valor que si yo llego aquí y digo "El forero X en realidad está frustrado porque en su casa su padre era un fascista y por eso entra aquí, no porque sea anarquista, sino para rebelarse contra su padre". Lo normal es que la gente me pregunte: "¿Y por qué piensas eso, Decontrol?". Yo a continuación no podría responder "Pues porque el forero X es hueco, podrido, museístico, y responde al trinomio Dinero-mercancía-dinero". Bueno, poder podría, pero eso no explica nada, es un simple subterfugio para seguir calificando como quiera yo a ese tal forero X sin probar el por qué de mi afirmación y ni siquiera argumentarla.
Lo mismo más o menos vienes a hacer tú.
xDLos libros reciben un valor de cambio y no de uso, de esta manera, se transforman en mercancía. D-M-D, está formula es la que caracteriza hoy a la cultura museística. La importancia de la bibliotecas se sostiene en tanto que apariencia, porque se asemeja más a un centro comercial que a un lugar donde disponer a tus anchas de conocimientos. Y tú Deck, ahora me preguntarás “pero… ¿por qué?”, porque sencillamente, esa formula también se repite en las bibliotecas… los libros no salen de la nada, sino que los compra el Estado (Dinero-Mercancía-Dinero). No hace falta señalar quién es el comprador, y quién es el vendedor. Eso sí, todo bajo un falso velo de gratuidad que subyace de los mercados culturales.
Eso es una falsa analogía con la que llegas a una conclusión falaz. En suma:
Según ese razonamiento, si en una distribuidora alternativa te cobran el dinero de unas fotocopias de un panfleto, "repiten la fórmula de los grandes almacenes, dinero mercancia dinero, comprador vendedor, bajo un falso velo de alternatividad y autogestión".
Oiga, que sí, que en las distribuidoras alternativas normalmente tienes que pagar por los panfletos y fanzines (salvo caso de que se enrrolle el que la lleva, pero bueno, como norma general). Pero ¿lo hacen bajo la misma dinámica o motivación que los grandes almacenes? No, el precio tiene un motivo lógico: simplemente cubrir gastos a fin de poder seguir produciendo material escrito que acercar a la gente desde su distribuidora. Si no cobrasen nada, no sería imposible sobrevivir, pero sin duda sería bastante más difícil sobre todo si tienen una tirada bastante amplia. El motivo es, por tanto, muy diferente del que siguen los grandes almacenes: estos pretenden hacer dinero con sus ventas y enriquecerse en la medida de lo posible, en ningún caso (al menos que yo sepa) pretenden acercar ideas políticas o cultura a la gente a un precio asequible, si bajan los precios no es por motu proprio, sino para mantenerse en la competitividad capitalista con otros grandes almacenes. Sin lugar a dudas, si alguien se mete en la distribución alternativa de textos para hacer dinero, es un poco tonto.
Tenemos pues que la "restricción" que tienen las distribuidoras alternativas de cobrar un precio simbólico de las fotocopias de aquello que lees tiene una motivación totalmente lógica y proporcionada con su fin: seguir existiendo y acercando textos a la gente a un precio asequible sin endeudarse o desaparecer.
Por lo tanto, lo que te expliqué en mi anterior intervención era que las bibliotecas tenían eso que tú llamas "restricciones" (las cuales aún no me has ennumerado, pero te comenté que únicamente conocía como límite de número de libros prestados y de días que tenerlos) por motivos también lógicos y proporcionados para con su fin: mantener disponibles a la gente libros que puedan leer o consultar. Como explicaba, si tienen una "restricción" (en tus palabras) de que tengas que devolver un libro a las dos semanas, no es para "anular tu individualidad", "hacer de grandes almacenes" o alguna de esas interpretaciones que sacas tú y no pruebas, sino para la más sencilla y lógica de mantener un cierto control y circulación de los libros, sin que sean acumulados por una sola persona, desaparezcan, etcétera.
Tu comparación con los grandes almacenes no es válida: afirmas que como los libros son comprados, no salen de la nada. Por la misma lógica absurda, el bote de esprai que llevo en el bolsillo también es comprado, no sale de la nada, y si hago una pintada mañana por la noche a favor de la libertad de unos presos italianos, esa pintada seguirá la misma dinámica de los "grandes almacenes". La cerveza en un centro social es comprada, y aunque se venda en una fiesta para dotar a una caja de resistencia de dinero con el fin de hacer frente a juicios, según tú, tanto esa cerveza como esa fiesta, caja de resistencia y centro social caen bajo la "fórmula de los grandes almacenes", porque aunque la cerveza se venda barata y el beneficio vaya para una causa política en contra de este sistema, "la cerveza no sale de la nada y se compra".
Por supuesto que no eres nadie para decir a nadie lo que tiene que hacer. Yo tampoco, simplemente leo las ideas que expones y me producía curiosidad el saber en qué las fundamentabas (de ahí mi primer post, en el cual simplemente pedía que explicases por qué calificabas como lo hacías cada una de las cosas que comentabas), cosa que no has hecho en ningún momento.El inicio de este hilo, o por lo menos eso es me ha parecido a mí, creo que pretendía proponer nuevas salidas a los libros para que no se estancaran en estanterías y para garantizar su libre disposición y fluyeran, cual agua.
Disiento en que las bibliotecas tengan un valor de uso (por lo menos hoy), pienso que tienen un valor acumulativo que no hacen más que centralizar la cultura, pienso que habría que descentralizarla y para ello, he propuesto una serie de “pasitos” que se deben insertar en una crítica no sólo a las bibliotecas, sino a la supervivencia actual, con la finalidad de la construcción de la vida cotidiana. Si tú quieres comprar libros allá tú, cada uno verá, no soy quién para decir a nadie lo que tiene que hacer. Has malinterpretado lo de la “transformación social” o no me he expresado de una manera del todo correcta.
Repites que las bibliotecas son así o asá, en una explicación muy abstracta y poco tangible. Mencionas "restricciones" que no concretas, y menos aún cómo de estas restricciones (sin definir) deduces "finalidades" (ocultas al resto de ojos mortales) de las bibliotecas, o de los libros en sí. Como esto, muchas otras ideas que presentas, sin elaborar, concretar o fundamentar, la "construcción de la vida cotidiana", la "museística", el trinomio "mercancía-dinero-mercancía"...
Lo que yo califico no son tus propuestas, sino directamente tu análisis, que como mencionaba antes es vago, muy denso en estilo (prosaico, no lírico) pero poco en sustancia (porque no me has contestado a nada de lo que te planteaba al principio). Tus propuestas, dicho sea de paso, me parecen geniales, sencillamente porque no las entiendo como excluyentes del uso/obtención que veo como aceptable de los libros. Esto es, mientras que tú piensas que únicamente tiene potencial de "transformación social" o "desarrollo de nuestra autonomía" un libro si lo robas, te lo presta un amigo o lo obtienes de una biblioteca autogestionada, yo considero que tanto robándolo, pidiéndolo prestado, sacándolo de una biblioteca (autogestionada, municipal, etc) o como sea, el libro puede tener ese potencial. Mi criterio para valorar ese potencial (o falta de), se basa, a diferencia de ti, en su contenido, puesto que entiendo que es lo realmente relevante de un libro, no si lo robo en una tienda por ahí. Aquí puedes ver de nuevo la contraposición entre estilo y sustancia, a ti te parece más relevante el estilo, la estética de cómo obtengas el libro "si lo robas sabe mejor"; a mí me interesa más lo que me pueda decir, pueda aprender o me incite a reflexionar el libro en cuestión, su contenido.Estas propuestas, sólo son eso, no axiomas, me parece bien que no estés de acuerdo con ellas, pero de ahí a tacharlas de “posmodernistas”, “sacadas-del-club de la lucha” me parece una falta de respeto. Tus “argumentos” no van más allá del ad hominem, y caen en un destructivismo lamentable que no vale ni la pena comentar.
Pues es curioso de que te quejes de que se te califique cuando llevas un nick como Arma el placer, y utilizas ese estilo lírico salpicado de términos como "museístico". Yo no me ofendería si alguien captase las referencias de mi nick, no entiendo que me encorseten, y si me llamase "Manifiesto1848" no me quejaría de que mis análisis materialistas históricos fuesen calificados de marxistas. Que conste que no te he calificado a ti, sino el análisis. Por lo que a mi respecta puedes ser el tío/tía más fenomenal del mundo, inteligente y poco clasificable. Es tu análisis (o más bien, la falta de sustento a éste) lo que es falaz.Por lo menos, mis ideas tienen algo de constructivo, siento que no pueda decir lo mismo de las tuyas. No hay nada que me divierta más, que un forero intentando etiquetarme… ya me han llamado de todo a saber; situacionista, posmodernista (a veces incluso confundiendo ambas tendencias), bonnanista, hasta primitivista jaja. Apuesten señor@s, el circo de las ideologías ha empezado.
Sólo te diré una cosa más, no estoy acostumbrado a decirle esto a nadie, pero es que creo que tu caso es “excepcional”… Nunca olvido un nick, pero en tu caso voy a hacer una excepción, ¿me haría usted el favor de brindarme la satisfacción de hacer lo mismo? Se lo agradecería desaforadamente, mis motivos son obvios, sólo hace falta leer tus comentarios, no sólo el qué has dirigido a mi, sino a otr@ compañer@s. Debatir sí, por supuesto, otra cosa es tu resentimiento que está fuera de lugar. Vinga, salut carinyet.
Si esto es la versión poética del "Bueno y punto pelota a este debate que no quiero continuar porque no me voy a explicar pero quiero tener la última palabra", lo siento pero no lo voy a conceder
And the world did gaze, in deep amaze,
at those fearless men, but few
Who bore the fight that freedom's light
might shine through the foggy dew.
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- Arma_el_Placer
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Re: La posesión de libros
Bueno, varias cosas decontrol. Mi intención claramente pretende unir crítica a la industria cultural y la construcción de espacios de autogestión.
La crítica a la industria cultural es necesaria para proponer nuevos usos que favorezcan la utilización de los libros y demás como medios para potenciar la autonomía: a través de la cooperación y el conocimiento mutuo. De ahí, que el entorno cultural se vuelva museístico y sólo sirva para la contemplación, y no para la construcción de la propia vida social.
¿Las bibliotecas actuales parten de estos conceptos? Me parecen bien que haya bibliotecas esto no lo cuestiono, pero creo deck que partimos de concepciones distintas.
Los indicios que me llevan a firmar que las bibliotecas de Estado colaboran con la mercantilización de la cultura, aparte de que no poseen base autogestionaria y de que dependen de nuestros impuestos, es que está inserta en la lógica de la producción de libros bajo el sello del marketing. En una palabra, el Estado se sirve de las propias multinacionales para rellenar los hermosos estantes de las bibliotecas. Por tanto, las bibliotecas reproducen la formula del valor de cambio.
Si los libros son mercancía (producción industrial) y donde más libros hay son en las bibliotecas, entonces ¿cómo podemos disociar la cuestión de la institución publicas y las industrias privadas?, si la función burocrática que poseía el Estado se está acortando y las empresas privadas han ganado terreno al mismo, en tanto que ahora se les asigna un crédito para vincularles las antiguas labores sociales que desempeñaba el Estado del bienestar. Por ello, los libros deben de usurparse de las corporaciones o instituciones (públicas o privadas, ahora se han fusionado) que trafican con los libros. Las distribuidoras anticomerciales favorecen la obtención de libros para fines solidarios o para la propia autogestión de las mismas, lo cual el fin está claramente justificado. A nostr@s lo único que nos ofrecen es la supervivencia, bajo el régimen de las sociedades de acumulación de espectáculos. De facto, siempre estamos discutiendo sobre qué es más “anarquista” vivir así o asá, robar o no robar etc… me parece una pérdida de tiempo, ni siquiera los grandes magnates escapan ni de la alienación, ni del trabajo.
El viejo Mundo está por desmantelar para la construcción de uno nuevo. Si parto de que la subjetividad tiene la última palabra y se libre asocia según le plazca. No cabe ninguna duda de que únicamente con una apropiación de valores no-mercantiles, se le podría dar la vuelta a las viejas estructuras como la escuela o una biblioteca. La creación de sociedades heterogéneas que no-excluyan y busquen la gratuidad y el don es el eje clave para entender lo que he expuesto tanto en este hilo, como en otros.
Por último, decontrol, no pretendía tener “la última palabra” no soy de esos que les gusta “tener siempre la razón”, al contrario si entro aquí es para aprender de l@s demás, pero me fastidia mucho los prejuicios que uno vierte, cuando lee un nick que le parece que es de un tal Bonnano, lo cual tampoco es del todo cierto. Tú última intervención ha estado mejor que la otra, pero de todas maneras sigo pensando que antes de entablar una discusión con alguien, uno tiene que traer propuestas, sino caes en que tus argumentos sólo sirven para “desbancar” los de otros. Y eso es tan falaz como mi estilo prosaico, ya que denota que no te interesa ni un ápice el tema y sólo quieres “buscarle las cosquillas al otro”. Venga, un saludo

La crítica a la industria cultural es necesaria para proponer nuevos usos que favorezcan la utilización de los libros y demás como medios para potenciar la autonomía: a través de la cooperación y el conocimiento mutuo. De ahí, que el entorno cultural se vuelva museístico y sólo sirva para la contemplación, y no para la construcción de la propia vida social.
¿Las bibliotecas actuales parten de estos conceptos? Me parecen bien que haya bibliotecas esto no lo cuestiono, pero creo deck que partimos de concepciones distintas.
Los indicios que me llevan a firmar que las bibliotecas de Estado colaboran con la mercantilización de la cultura, aparte de que no poseen base autogestionaria y de que dependen de nuestros impuestos, es que está inserta en la lógica de la producción de libros bajo el sello del marketing. En una palabra, el Estado se sirve de las propias multinacionales para rellenar los hermosos estantes de las bibliotecas. Por tanto, las bibliotecas reproducen la formula del valor de cambio.
Si los libros son mercancía (producción industrial) y donde más libros hay son en las bibliotecas, entonces ¿cómo podemos disociar la cuestión de la institución publicas y las industrias privadas?, si la función burocrática que poseía el Estado se está acortando y las empresas privadas han ganado terreno al mismo, en tanto que ahora se les asigna un crédito para vincularles las antiguas labores sociales que desempeñaba el Estado del bienestar. Por ello, los libros deben de usurparse de las corporaciones o instituciones (públicas o privadas, ahora se han fusionado) que trafican con los libros. Las distribuidoras anticomerciales favorecen la obtención de libros para fines solidarios o para la propia autogestión de las mismas, lo cual el fin está claramente justificado. A nostr@s lo único que nos ofrecen es la supervivencia, bajo el régimen de las sociedades de acumulación de espectáculos. De facto, siempre estamos discutiendo sobre qué es más “anarquista” vivir así o asá, robar o no robar etc… me parece una pérdida de tiempo, ni siquiera los grandes magnates escapan ni de la alienación, ni del trabajo.
El viejo Mundo está por desmantelar para la construcción de uno nuevo. Si parto de que la subjetividad tiene la última palabra y se libre asocia según le plazca. No cabe ninguna duda de que únicamente con una apropiación de valores no-mercantiles, se le podría dar la vuelta a las viejas estructuras como la escuela o una biblioteca. La creación de sociedades heterogéneas que no-excluyan y busquen la gratuidad y el don es el eje clave para entender lo que he expuesto tanto en este hilo, como en otros.
Por último, decontrol, no pretendía tener “la última palabra” no soy de esos que les gusta “tener siempre la razón”, al contrario si entro aquí es para aprender de l@s demás, pero me fastidia mucho los prejuicios que uno vierte, cuando lee un nick que le parece que es de un tal Bonnano, lo cual tampoco es del todo cierto. Tú última intervención ha estado mejor que la otra, pero de todas maneras sigo pensando que antes de entablar una discusión con alguien, uno tiene que traer propuestas, sino caes en que tus argumentos sólo sirven para “desbancar” los de otros. Y eso es tan falaz como mi estilo prosaico, ya que denota que no te interesa ni un ápice el tema y sólo quieres “buscarle las cosquillas al otro”. Venga, un saludo
"¿A qué te dedicas exactamente?
-A la reificación
-Ya veo. Es un trabajo muy serio con libros muy gordos y muchos papeles encima de una mesa grande.
-No, me paseo. Más que nada me paseo" Todos los caballos del rey
-A la reificación
-Ya veo. Es un trabajo muy serio con libros muy gordos y muchos papeles encima de una mesa grande.
-No, me paseo. Más que nada me paseo" Todos los caballos del rey
- DecontrolSchizo82
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Re: La posesión de libros
Se me había olvidado por completo este tema, mis disculpas.
Tomo este párrafo que cito como ejemplo. Primero dices que la crítica a la industria cultural es necesaria para propoenr nuevos usos que favorezcan la utilizació de los libros y demás como medios para potenciar la autonomía. Bien, nada que objetar, si acaso precisaría que el "objeto" (perdón por la renundancia) de un libro no es exclusivamente ese. Un libro es información transcrita, y si es simplemente un compendio de recetas médicas o ecuaciones, tendrá tanta validez como uno que me potencie la "autonomía". Tienen fines distintos, pero es que del fin (accesorio) de potenciar la autonomía no depende la validez o no del libro, cuyo fin principal, como decía es la recogida y transmisión de información.
Ahora bien, de esa necesidad que expones de la crítica para que los libros potencien la autonomía, de repente saltas a una conclusión totalmente inconexa con la afirmación que la precede: que el entorno cultural se vuelve museístico y solo sirva para la contemplación. ¿De donde sale eso? Son dos conceptos que no están unidos por ningún razonamiento, simplemente saltas de uno al otro.
Veamos: que la crítica sea algo necesario y positivo para cualquier cosa (esto es hegeliano) no implica que un particular ámbito, tan sometible a crítica como cualquier otro, haya devenido "museístico". Para argumentar por qué el entorno cultural es "museístico" debes razonarlo, primero definiendo qué entiendes o quieres transmitir por "museístico", después identificar las características de ese "museísmo" en lo que calificas como tal (el entorno cultural). Finalment ya quedaría la cuestión de si, basándonos en tu definición, se de la conclusión de que lo que tú entiendes por "museístico" no sea algo necesariamente negativo (el término parece peyorativo a priori, aún así).
Funcionando en un sistema capitalista, por supuesto que el Estado compará los libros con los que rellenará los estantes de las bibliotecas. En este sistema, una institución pública solo puede obtener libros nuevos por ese método o por las donaciones de particulares (no sé si están permitidas). Pero eso es como decir que el agua moja, no es nada que no tuviésemos ya en cuenta. ¿En qué afecta negativamente al lector de las bibliotecas el que los libros sean comprados a una "multinacional"? Has de disociar la injusticia del sistema que perpetua el mercantilismo, la explotación de los trabajadores, y lo aséptico que resulta para una persona que busca la información contenida en un libro el que este haya sido comprado a una multinacional, o lo haya robado, o se lo haya dejado a un amigo. De hecho, como decía, imagina que los libros de una biblioteca son donados por algún excéntrico filántropo. ¿Serían válidos entonces para ti? No están inscritos en todo eso del marketing y el valor de cambio/dinero.
Pero es más, si yo intercambio libros con mis amigos o los pongo a disposición en una biblioteca autogestionada (como el ejemplo que comentabas del libre intercambio, etc), podemos ir más lejos. En algún momento, esos libros los habrá comprado alguno de nosotros. "Rellenamos" nuestras colecciones comprándolos ¿no estamos insertos en la fórmula del valor cambio también? De forma extensiva, pero lo estamos
Si yo robo un libro del Corte Inglés. ¿No habrá sido producido ese libro en una imprenta, con la explotación laboral de trabajadores bajo un régimen capitalista? ¿No cuenta ese libro como una pérdida o hurto que El Corte Inglés reponerá, generando de forma efectiva una demanda que mantendrá a esos trabajadores produciéndolos para reponerlos (normalmente el índice de hurtos va en proporción al de ventas de un libro) y continuando con el funcionamiento de este sistema?
Lo que intento decir es que ese tipo de elucubraciones son tan esotéricas que se caen por su propio peso, porque a fuerza de escarbar se puede hallar que con esos non sequitur (porque como digo, se dan saltos en las deducciones que no se sostienen) se construyen criticas que pueden condenar absolutamente casi todo.

Tu premisa inicial era que los libros que uno pueda obtener en una biblioteca o librería son mohosos y solo sirven para el espectáculo, son "museísticos", etcétera. Eso es lo que encuentro que no explicas en ningún momento. Sí, una biblioteca compra libros a multinacionales, puesto que vivimos en un sistema capitalista. Está supeditada a una política diseñada por un ministerio que dependerá de un gobierno de un partido político, puesto que vivimos inscritos en la forma de organización estatista. Pero, ¿alguna de estas dos cosas priva de valor a un libro? No. Se puede criticar el modelo organizativo actual de las bibliotecas, se puede criticar que se dependa del Estado para ello, que se tengan contratas con empresas privadas (un inciso: la relevancia de las contratas que tengan las bibliotecas con empresas de la industria cultural me parece que deben ser risibles en tamaño proporcionado al de sectores que verdaderamente "cortan el bacalao" como la construcción o la seguridad)... en fin, se puede criticar todo ello, y como digo, estaré de acuerdo. Lo que no llegas en ningún caso es a explicar por qué carecen de todo valor los libros de las bibliotecas, si precisamente el valor que tienen en sí es independiente de esa serie de cuestiones periféricas a lo que estamos valorando. ¿Me explico?
Por ejemplo, en las distribuidoras alternativas hay mucha gente metida para "lucir" ante otros, hay mucho que está por hacerse el cultureta, porque le mola "ser alguien" en la escena de su elección, por encajar con un estereotipo, por dar una imagen, por ser "concienciado", y por miles de motivos superficiales. Se pueden ver deficiencias comunes a la mayoría de distribuidoras alternativas que pueden ser objeto de una crítica por nuestra parte (será menos "general" que la que se pueda hacer a la institución de las bibliotecas públicas por ser un ámbito más descentralizado, algo que entiendo como bueno, ya que no depende de una autoridad jerárquicas y única). Pero ello no nos puede llevar a condenar a las distribuidoras alternativas como carentes de valor, porque la idea en sí de la distribuidora alternativa no implica esa serie de defectos (en la motivación para llevar una) que expongo.
De todas formas, lo de las sociedades heterogéneas y tal me parece muy bien, pero es que sigue sin explicar el por qué de esa condena total a la información escrita que no sea obtenida robándola o intercambiándola con un amigo.
Es como si yo digo: esta página de alasbarricadas y sus foros son intrínsecamente alienadores, espectaculares y museísticos. La única forma de hallar valor a los temas de un foro es entrando, imprimiendo las discusiones y más tarde leyéndolas en alguna casa okupada al son del ritmo de unos bongos tocados por un percusionista guatemalteco.
Es en ese ambiente, heterogéneo y liberador, al son de un ritmo tribal, atávico y que despierta nuestros instintos más primarios, donde cobra su verdadera expresión la transmisión de conocimiento anarquista, liberado de la atadura de una silla y una pantalla, un servicio de internet contratado a multinacionales de las cuales no podemos disociar la cuestión, donde nada puedes aprender, pues solo eres un lector cibernético más, succionado por un monitor y enclaustrado en un teclado qwerty modélico.
Pues tú dirías: "Oiga, no. Yo puedo enterarme igual leyendo un tema de este foro impreso que en una pantalla. De hecho será más fácil responder si leo algo corto aquí y en dos golpes de ratón puedo pedirle al que lo ha expuesto que me aclare algo que no entiendo del todo de su idea. Leerlo impreso puede estar muy bien por otros motivos (no cansa la vista tanto, se puede hacer en otro ambiente, con más gente, por lo que se quiera), pero no condena necesariamente la otra forma de leer este foro, que es en un ordenador".
Vamos, que una cosa no quita la otra.
Bueno, yo simplemente hago una crítica de lo que tú expones. Te explico los motivos por los cuales no me convence tu exposición, los fallos en el proceso deductivo que veo que (en mi opinión) muestras y ese tipo de cosas. Yo no busco hacer ninguna proposición de "reorganización de la cultura" tan grandilocuente, me conformaría simplemente con que no existiese un sistema capitalista que condicionase ciertos aspectos del mundo cultural, pero no por ello considero "impuras" todas las manifestaciones culturales a mi alcance dentro de este sistema.
Entiendo que las bibliotecas son un servicio muy útil a efectos prácticos, y no las veo para nada llenas de "mohosos libros" que solo sirven para "contemplar" como si al ir a leer un libro ahí fuésemos insulsos zombies que siguen los dictámenes del Malvado Capital. Me parece que es un elitismo ése muy desafortunado. En esos sitios, como en muchos otros, se puede formar una conciencia crítica con las condiciones que vivimos, y precisamente creo que la libre transmisión de información es una de las formas que más potencial de cambio tienen.
Por lo tanto, el tachar la información de "museística" o "mohosa" en base a la forma en que has llegado a ella me parece un error, me interesa la difusión, por los medios que sean posibles.
No me considero un erudito que tiene acceso a información privilegiada que la mayoría de gente no puede obtener (no digo que tú pienses eso tampoco), y de hecho puedo aprender tanto de una persona de la calle como de alguien de aquí. Y bueno, no te buscaba las cosquillas, siento si te ofendí, reitero que mi crítica es hacia tus ideas (o más bien, el modo en que llegas a ellas, que entiendo que falla de forma grave en puntos clave), no hacia tu persona, que no conozco pero estoy convencido debe ser muy interesante.
Salut! I força al canut, com diuen els llauradors.
La crítica a la industria cultural me parece bien. Es tu proceso deductivo el que me parece que falla y es muy poco funcional. Incurres en una serie de falacias non sequitur en todo el razonamiento.Arma_el_Placer escribió:Bueno, varias cosas decontrol. Mi intención claramente pretende unir crítica a la industria cultural y la construcción de espacios de autogestión.
La crítica a la industria cultural es necesaria para proponer nuevos usos que favorezcan la utilización de los libros y demás como medios para potenciar la autonomía: a través de la cooperación y el conocimiento mutuo. De ahí, que el entorno cultural se vuelva museístico y sólo sirva para la contemplación, y no para la construcción de la propia vida social.
Tomo este párrafo que cito como ejemplo. Primero dices que la crítica a la industria cultural es necesaria para propoenr nuevos usos que favorezcan la utilizació de los libros y demás como medios para potenciar la autonomía. Bien, nada que objetar, si acaso precisaría que el "objeto" (perdón por la renundancia) de un libro no es exclusivamente ese. Un libro es información transcrita, y si es simplemente un compendio de recetas médicas o ecuaciones, tendrá tanta validez como uno que me potencie la "autonomía". Tienen fines distintos, pero es que del fin (accesorio) de potenciar la autonomía no depende la validez o no del libro, cuyo fin principal, como decía es la recogida y transmisión de información.
Ahora bien, de esa necesidad que expones de la crítica para que los libros potencien la autonomía, de repente saltas a una conclusión totalmente inconexa con la afirmación que la precede: que el entorno cultural se vuelve museístico y solo sirva para la contemplación. ¿De donde sale eso? Son dos conceptos que no están unidos por ningún razonamiento, simplemente saltas de uno al otro.
Veamos: que la crítica sea algo necesario y positivo para cualquier cosa (esto es hegeliano) no implica que un particular ámbito, tan sometible a crítica como cualquier otro, haya devenido "museístico". Para argumentar por qué el entorno cultural es "museístico" debes razonarlo, primero definiendo qué entiendes o quieres transmitir por "museístico", después identificar las características de ese "museísmo" en lo que calificas como tal (el entorno cultural). Finalment ya quedaría la cuestión de si, basándonos en tu definición, se de la conclusión de que lo que tú entiendes por "museístico" no sea algo necesariamente negativo (el término parece peyorativo a priori, aún así).
El servicio de recogidas de basura de mi barrio depende de mis impuestos. ¿Es museístico? No lo sé, dímelo, porque parece que identifiques el depender de impuestos como requisito para serlo. Yo opino que no, claro.¿Las bibliotecas actuales parten de estos conceptos? Me parecen bien que haya bibliotecas esto no lo cuestiono, pero creo deck que partimos de concepciones distintas.
Los indicios que me llevan a firmar que las bibliotecas de Estado colaboran con la mercantilización de la cultura, aparte de que no poseen base autogestionaria y de que dependen de nuestros impuestos, es que está inserta en la lógica de la producción de libros bajo el sello del marketing. En una palabra, el Estado se sirve de las propias multinacionales para rellenar los hermosos estantes de las bibliotecas. Por tanto, las bibliotecas reproducen la formula del valor de cambio.
Funcionando en un sistema capitalista, por supuesto que el Estado compará los libros con los que rellenará los estantes de las bibliotecas. En este sistema, una institución pública solo puede obtener libros nuevos por ese método o por las donaciones de particulares (no sé si están permitidas). Pero eso es como decir que el agua moja, no es nada que no tuviésemos ya en cuenta. ¿En qué afecta negativamente al lector de las bibliotecas el que los libros sean comprados a una "multinacional"? Has de disociar la injusticia del sistema que perpetua el mercantilismo, la explotación de los trabajadores, y lo aséptico que resulta para una persona que busca la información contenida en un libro el que este haya sido comprado a una multinacional, o lo haya robado, o se lo haya dejado a un amigo. De hecho, como decía, imagina que los libros de una biblioteca son donados por algún excéntrico filántropo. ¿Serían válidos entonces para ti? No están inscritos en todo eso del marketing y el valor de cambio/dinero.
Pero es más, si yo intercambio libros con mis amigos o los pongo a disposición en una biblioteca autogestionada (como el ejemplo que comentabas del libre intercambio, etc), podemos ir más lejos. En algún momento, esos libros los habrá comprado alguno de nosotros. "Rellenamos" nuestras colecciones comprándolos ¿no estamos insertos en la fórmula del valor cambio también? De forma extensiva, pero lo estamos
Si yo robo un libro del Corte Inglés. ¿No habrá sido producido ese libro en una imprenta, con la explotación laboral de trabajadores bajo un régimen capitalista? ¿No cuenta ese libro como una pérdida o hurto que El Corte Inglés reponerá, generando de forma efectiva una demanda que mantendrá a esos trabajadores produciéndolos para reponerlos (normalmente el índice de hurtos va en proporción al de ventas de un libro) y continuando con el funcionamiento de este sistema?
Lo que intento decir es que ese tipo de elucubraciones son tan esotéricas que se caen por su propio peso, porque a fuerza de escarbar se puede hallar que con esos non sequitur (porque como digo, se dan saltos en las deducciones que no se sostienen) se construyen criticas que pueden condenar absolutamente casi todo.
¿Cómo podemos disociar la cuestión de las instituciones públicas y las industrias privadas de qué?Si los libros son mercancía (producción industrial) y donde más libros hay son en las bibliotecas, entonces ¿cómo podemos disociar la cuestión de la institución publicas y las industrias privadas?, si la función burocrática que poseía el Estado se está acortando y las empresas privadas han ganado terreno al mismo, en tanto que ahora se les asigna un crédito para vincularles las antiguas labores sociales que desempeñaba el Estado del bienestar.
Bueno, es que es lo que yo decía. Que el comprar o robar un libro es simplemente irrelevante en la utilidad que puedes darle a ese libro, el valor que tendrá para ti, etcétera. La importancia se mide (o debería medirse), por el contenido. ¿No has oído el refrán "No juzgues un libro por su cubierta"? Pues adáptalo a "No juzgues un libro por la forma en que lo obtuviste"Por ello, los libros deben de usurparse de las corporaciones o instituciones (públicas o privadas, ahora se han fusionado) que trafican con los libros. Las distribuidoras anticomerciales favorecen la obtención de libros para fines solidarios o para la propia autogestión de las mismas, lo cual el fin está claramente justificado. A nostr@s lo único que nos ofrecen es la supervivencia, bajo el régimen de las sociedades de acumulación de espectáculos. De facto, siempre estamos discutiendo sobre qué es más “anarquista” vivir así o asá, robar o no robar etc… me parece una pérdida de tiempo, ni siquiera los grandes magnates escapan ni de la alienación, ni del trabajo.
Tu premisa inicial era que los libros que uno pueda obtener en una biblioteca o librería son mohosos y solo sirven para el espectáculo, son "museísticos", etcétera. Eso es lo que encuentro que no explicas en ningún momento. Sí, una biblioteca compra libros a multinacionales, puesto que vivimos en un sistema capitalista. Está supeditada a una política diseñada por un ministerio que dependerá de un gobierno de un partido político, puesto que vivimos inscritos en la forma de organización estatista. Pero, ¿alguna de estas dos cosas priva de valor a un libro? No. Se puede criticar el modelo organizativo actual de las bibliotecas, se puede criticar que se dependa del Estado para ello, que se tengan contratas con empresas privadas (un inciso: la relevancia de las contratas que tengan las bibliotecas con empresas de la industria cultural me parece que deben ser risibles en tamaño proporcionado al de sectores que verdaderamente "cortan el bacalao" como la construcción o la seguridad)... en fin, se puede criticar todo ello, y como digo, estaré de acuerdo. Lo que no llegas en ningún caso es a explicar por qué carecen de todo valor los libros de las bibliotecas, si precisamente el valor que tienen en sí es independiente de esa serie de cuestiones periféricas a lo que estamos valorando. ¿Me explico?
Por ejemplo, en las distribuidoras alternativas hay mucha gente metida para "lucir" ante otros, hay mucho que está por hacerse el cultureta, porque le mola "ser alguien" en la escena de su elección, por encajar con un estereotipo, por dar una imagen, por ser "concienciado", y por miles de motivos superficiales. Se pueden ver deficiencias comunes a la mayoría de distribuidoras alternativas que pueden ser objeto de una crítica por nuestra parte (será menos "general" que la que se pueda hacer a la institución de las bibliotecas públicas por ser un ámbito más descentralizado, algo que entiendo como bueno, ya que no depende de una autoridad jerárquicas y única). Pero ello no nos puede llevar a condenar a las distribuidoras alternativas como carentes de valor, porque la idea en sí de la distribuidora alternativa no implica esa serie de defectos (en la motivación para llevar una) que expongo.
Si partes de que la subjetividad tiene la última palabra y se libre asocia según le plazca.... ¿qué? "Si" és una partícula condicional si no me falla la memoria de las clases de gramática. Esto es, en caso de darse la condición que expones (partir de la subjetividad, etc) se puede producir una situación, pero no dices qué situación es.El viejo Mundo está por desmantelar para la construcción de uno nuevo. Si parto de que la subjetividad tiene la última palabra y se libre asocia según le plazca. No cabe ninguna duda de que únicamente con una apropiación de valores no-mercantiles, se le podría dar la vuelta a las viejas estructuras como la escuela o una biblioteca. La creación de sociedades heterogéneas que no-excluyan y busquen la gratuidad y el don es el eje clave para entender lo que he expuesto tanto en este hilo, como en otros.
De todas formas, lo de las sociedades heterogéneas y tal me parece muy bien, pero es que sigue sin explicar el por qué de esa condena total a la información escrita que no sea obtenida robándola o intercambiándola con un amigo.
Es como si yo digo: esta página de alasbarricadas y sus foros son intrínsecamente alienadores, espectaculares y museísticos. La única forma de hallar valor a los temas de un foro es entrando, imprimiendo las discusiones y más tarde leyéndolas en alguna casa okupada al son del ritmo de unos bongos tocados por un percusionista guatemalteco.
Es en ese ambiente, heterogéneo y liberador, al son de un ritmo tribal, atávico y que despierta nuestros instintos más primarios, donde cobra su verdadera expresión la transmisión de conocimiento anarquista, liberado de la atadura de una silla y una pantalla, un servicio de internet contratado a multinacionales de las cuales no podemos disociar la cuestión, donde nada puedes aprender, pues solo eres un lector cibernético más, succionado por un monitor y enclaustrado en un teclado qwerty modélico.
Pues tú dirías: "Oiga, no. Yo puedo enterarme igual leyendo un tema de este foro impreso que en una pantalla. De hecho será más fácil responder si leo algo corto aquí y en dos golpes de ratón puedo pedirle al que lo ha expuesto que me aclare algo que no entiendo del todo de su idea. Leerlo impreso puede estar muy bien por otros motivos (no cansa la vista tanto, se puede hacer en otro ambiente, con más gente, por lo que se quiera), pero no condena necesariamente la otra forma de leer este foro, que es en un ordenador".
Vamos, que una cosa no quita la otra.
Por último, decontrol, no pretendía tener “la última palabra” no soy de esos que les gusta “tener siempre la razón”, al contrario si entro aquí es para aprender de l@s demás, pero me fastidia mucho los prejuicios que uno vierte, cuando lee un nick que le parece que es de un tal Bonnano, lo cual tampoco es del todo cierto. Tú última intervención ha estado mejor que la otra, pero de todas maneras sigo pensando que antes de entablar una discusión con alguien, uno tiene que traer propuestas, sino caes en que tus argumentos sólo sirven para “desbancar” los de otros. Y eso es tan falaz como mi estilo prosaico, ya que denota que no te interesa ni un ápice el tema y sólo quieres “buscarle las cosquillas al otro”. Venga, un saludo
Bueno, yo simplemente hago una crítica de lo que tú expones. Te explico los motivos por los cuales no me convence tu exposición, los fallos en el proceso deductivo que veo que (en mi opinión) muestras y ese tipo de cosas. Yo no busco hacer ninguna proposición de "reorganización de la cultura" tan grandilocuente, me conformaría simplemente con que no existiese un sistema capitalista que condicionase ciertos aspectos del mundo cultural, pero no por ello considero "impuras" todas las manifestaciones culturales a mi alcance dentro de este sistema.
Entiendo que las bibliotecas son un servicio muy útil a efectos prácticos, y no las veo para nada llenas de "mohosos libros" que solo sirven para "contemplar" como si al ir a leer un libro ahí fuésemos insulsos zombies que siguen los dictámenes del Malvado Capital. Me parece que es un elitismo ése muy desafortunado. En esos sitios, como en muchos otros, se puede formar una conciencia crítica con las condiciones que vivimos, y precisamente creo que la libre transmisión de información es una de las formas que más potencial de cambio tienen.
Por lo tanto, el tachar la información de "museística" o "mohosa" en base a la forma en que has llegado a ella me parece un error, me interesa la difusión, por los medios que sean posibles.
No me considero un erudito que tiene acceso a información privilegiada que la mayoría de gente no puede obtener (no digo que tú pienses eso tampoco), y de hecho puedo aprender tanto de una persona de la calle como de alguien de aquí. Y bueno, no te buscaba las cosquillas, siento si te ofendí, reitero que mi crítica es hacia tus ideas (o más bien, el modo en que llegas a ellas, que entiendo que falla de forma grave en puntos clave), no hacia tu persona, que no conozco pero estoy convencido debe ser muy interesante.
Salut! I força al canut, com diuen els llauradors.
And the world did gaze, in deep amaze,
at those fearless men, but few
Who bore the fight that freedom's light
might shine through the foggy dew.
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- Arma_el_Placer
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Re: La posesión de libros
Decontrol sinceramente creo que el punto clave que dices que falla, es el siguiente: yo interpreto que si la cultura está mercantilizada, es que es museística o sirve para su contemplación (independientemente de que leas tu libro en tu casa o en la biblioteca, o en un centro de okupas). Este es el punto del que parto. La necesidad de recuperar una cultura en manos ahora de las industrias capitalistas, es indisoluble de una transformación social, la autogestión generalizada. El hecho que el contexto estructural nos envuelva en la atmósfera de apatía y de indiferencia, es una indicio de que estamos sumidos en el perpetuo presente, sin que los factores del arte, sirvan realmente para algo (está última idea hace alusión a las vanguardias artísticas, ya que le concernían al arte una concepción rupturista con el orden burguesas).
Si lo que dicen los libros, no sirve para nada, si no se lleva a la práctica como expresión genuina de libertad individual y colectiva, denota que sólo sirven para la acumulación de capitales, ya que impide (dicha cosificación) que la transformación de la sociedad sea el eje de cualquier propuesta. Ejemplos, las escuelas racionalistas, los ateneos, las bibliotecas sociales de principios del siglo XX rompían con la cultura burguesa, de la familia, la autoridad etc, porque su aire era renovador aspiraba a compartir todo el saber que antaño había expropiado la burguesía con la construcción de la sociedad industrial. Aquí, el arte era una verdadera arma que procuraba la socialización entre individuos con el objetivo de una sociedad sin clases. Pero… el territorio de la cultura de clase, se ha ido estrechando hasta su total recuperación por la democratización del consumo. Lo que antes servía como fuente de emancipación, ahora queda momificado ante unos individuos, sin memoria, y lo peor, sin ganas de tenerla. La memoria podría hacer valer la conexión entre cultura-revolución, como entes inseparables, como de hecho, sucedía a principios del XX. Pero no es así. Preguntarse el porqué es una ya un paso bastante importante.
Por ello, el cariz espectacular que reciben los libros, es equivalente a cualquier mercancía que sirva para endulzar las aspiraciones de de consumo de imagen. Como bien has señalado, la imagen del cultureta, también existe. Ahora bien, rechazar de los roles equivaldría a buscar otras posibilidades de existencia, donde la acción de sujeto no se superpusiera a cualquier mediación económica.
De ahí, que la disposición de libros se volcara en los valores de cambio, o en la hipertrofia informativa, como de facto, internet es el paradigma más visible de la masificación de datos, sino en la reconversión de la cultura inmanente a la necesidad de construir la revolución de la vida cotidiana, a saber, la voluntad de vivir. La lectura, los libros son una necesidad (por tanto adquieren un valor de uso) en tanto que me ayudan a pensar y a tener una visión más crítica
La descentralización de las bibliotecas es la condición sine qua non por la cual, la revolución de la vida cotidiana, implanta un nuevo modelo de cultura, que ya no se basa en la compra y en la venta, sino en la gratuidad, es decir, libros gratis a disposición de todos y sin más “quimeras” que las que las propias subjetividades determinen. Las asambleas deben decidir que uso más descentralizado, ameno y de libre acceso pueden aportar la creación de bibliotecas y a así, se puede cumplir el objetivo de la destrucción del arte como factor museístico (cultura-industrial), y no dinamizante (apropiación del mismo en espacios de sociabilidad autogestionaria: cultura-emancipación social)
Concluyendo, hay que diferenciar cultura-industrial, vinculada a la reproducción de los valores del mercado, y en este contexto se situaría las bibliotecas actuales y los demás templos de encorsetamiento de la cultura y por otro lado, la cultura, destinada a la construcción de unas nuevas condiciones de existencia, ajenas a la economía como factor hegemónico. Esta distinción que yo hago, responde con nitidez a tu duda… ya que la cultura industrial o de masas no sirve de nada (destinada al ocio, y en el contexto de la prolongación del trabajo fuera de la fábrica, esto es el tiempo libre) a no ser que empecemos a recuperarla para abrir nuevos espacios, donde se premie la autonomía y el aprendizaje cooperativo. Construir, entonces una nueva cultura del potlatch, es el único estudio posible que vale la pena hoy en día tratar. Lo demás, pura ficción, jaja. Vinga, salut, Decontrol
Si lo que dicen los libros, no sirve para nada, si no se lleva a la práctica como expresión genuina de libertad individual y colectiva, denota que sólo sirven para la acumulación de capitales, ya que impide (dicha cosificación) que la transformación de la sociedad sea el eje de cualquier propuesta. Ejemplos, las escuelas racionalistas, los ateneos, las bibliotecas sociales de principios del siglo XX rompían con la cultura burguesa, de la familia, la autoridad etc, porque su aire era renovador aspiraba a compartir todo el saber que antaño había expropiado la burguesía con la construcción de la sociedad industrial. Aquí, el arte era una verdadera arma que procuraba la socialización entre individuos con el objetivo de una sociedad sin clases. Pero… el territorio de la cultura de clase, se ha ido estrechando hasta su total recuperación por la democratización del consumo. Lo que antes servía como fuente de emancipación, ahora queda momificado ante unos individuos, sin memoria, y lo peor, sin ganas de tenerla. La memoria podría hacer valer la conexión entre cultura-revolución, como entes inseparables, como de hecho, sucedía a principios del XX. Pero no es así. Preguntarse el porqué es una ya un paso bastante importante.
Por ello, el cariz espectacular que reciben los libros, es equivalente a cualquier mercancía que sirva para endulzar las aspiraciones de de consumo de imagen. Como bien has señalado, la imagen del cultureta, también existe. Ahora bien, rechazar de los roles equivaldría a buscar otras posibilidades de existencia, donde la acción de sujeto no se superpusiera a cualquier mediación económica.
De ahí, que la disposición de libros se volcara en los valores de cambio, o en la hipertrofia informativa, como de facto, internet es el paradigma más visible de la masificación de datos, sino en la reconversión de la cultura inmanente a la necesidad de construir la revolución de la vida cotidiana, a saber, la voluntad de vivir. La lectura, los libros son una necesidad (por tanto adquieren un valor de uso) en tanto que me ayudan a pensar y a tener una visión más crítica
La descentralización de las bibliotecas es la condición sine qua non por la cual, la revolución de la vida cotidiana, implanta un nuevo modelo de cultura, que ya no se basa en la compra y en la venta, sino en la gratuidad, es decir, libros gratis a disposición de todos y sin más “quimeras” que las que las propias subjetividades determinen. Las asambleas deben decidir que uso más descentralizado, ameno y de libre acceso pueden aportar la creación de bibliotecas y a así, se puede cumplir el objetivo de la destrucción del arte como factor museístico (cultura-industrial), y no dinamizante (apropiación del mismo en espacios de sociabilidad autogestionaria: cultura-emancipación social)
Concluyendo, hay que diferenciar cultura-industrial, vinculada a la reproducción de los valores del mercado, y en este contexto se situaría las bibliotecas actuales y los demás templos de encorsetamiento de la cultura y por otro lado, la cultura, destinada a la construcción de unas nuevas condiciones de existencia, ajenas a la economía como factor hegemónico. Esta distinción que yo hago, responde con nitidez a tu duda… ya que la cultura industrial o de masas no sirve de nada (destinada al ocio, y en el contexto de la prolongación del trabajo fuera de la fábrica, esto es el tiempo libre) a no ser que empecemos a recuperarla para abrir nuevos espacios, donde se premie la autonomía y el aprendizaje cooperativo. Construir, entonces una nueva cultura del potlatch, es el único estudio posible que vale la pena hoy en día tratar. Lo demás, pura ficción, jaja. Vinga, salut, Decontrol
"¿A qué te dedicas exactamente?
-A la reificación
-Ya veo. Es un trabajo muy serio con libros muy gordos y muchos papeles encima de una mesa grande.
-No, me paseo. Más que nada me paseo" Todos los caballos del rey
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Re: La posesión de libros
Muy interesante el tópico y la discusión. Hago mi aporte.
Si un libro potencia mi autonomía esto depende de mí, no del contenido del libro o de cómo lo obtuve.
Obvio, no es lo mismo La conquista del pan que El código Da Vinci. El primero tiene un valor de uso para la autonomía personal y colectiva mucho mayor que el segundo, en eso acordamos todos. Pero alguien que lee el primero es alguien que YA está interesado por su autonomía personal y por conocer propuestas alternativas de sociedad, en cambio alguien que lee el segundo es alguien interesado en entretenerse.
Y qué complejas que son las cosas, pero esos "alguien" pueden ser una misma persona. Yo, de hecho, he leído ambos libros. Cuando he leído el primero, es porque he querido conocer la propuesta del comunismo anarquista sobre cómo organizar la sociedad y armarme de argumentos contra los prejuicios en defensa de la sociedad burguesa; cuando he leído el segundo, simplemente quería entretenerme (además, me lo habían regalado para mi cumpleaños).
La conquista del pan lo obtuve comprándolo en una pequeña librería que al parecer se especializaba en libros relacionados con el anarquismo y el cambio social en general. Es la edición de Utopía Libertaria, una edición llevada a cabo por anarquistas o simpatizantes del anarquismo, y no simples expendedores de mercancía. Pero yo ya estaba interesado en conseguir este libro porque ya desde hace tiempo que estoy interesado en la cuestión de abolir el capitalismo y reorganizar la vida social sobre nuevas bases. Y hubiera dado lo mismo si el libro me lo hubieran prestado o lo hubiera obtenido de una biblioteca o me lo hubiera robado. También hubiera dado lo mismo si en vez de comprar un libro encuadernado me hubiera bajado el PDF y lo hubiera impreso. El contenido del libro no hubiera sido más o menos revolucionario por la forma en que lo obtuve o por el tipo de su formato.
En fin, es cierto que los libros se han convertido en mercancía y en objeto de consumo de masas, y hay que encontrar formas de combatir esto. Robar libros de grandes librerías, prestarlos, donarlos a una biblioteca popular, un ateneo libertario, algún centro cultural del barrio, regalarlos, digitalizarlos, etc. Todas estas son formas de resistencia válidas.
Pero esas formas de conseguir y distribuir libros no son lo esencial para afianzar las tendencias a la transformación social revolucionaria (TSR), sino para facilitar el acceso de material de lectura sobre la TSR a gente que ya está interesada en ella. La forma mercantil de los libros (incluyendo los que sirven directamente a la transformación social) es un obstáculo para su socialización, pero el mayor obstáculo para la TSR no es la mercantilización de los libros sobre ese tema sino la falta de interés del común de la gente por la TSR en sí. La forma de vida característica de la sociedad espectacular, el presente perpetuo sin memoria, como dice Arma_el_placer.
Si las grandes librerías y las bibliotecas estatales pueden presentar a los libros como elementos de consumo de masas, formas de distraer la mente, o vehículos del embrutecimiento académico, esto se debe a las relaciones sociales que predominan fuera de las librerías y bibliotecas. En todo caso, estos establecimientos son lugares donde esas relaciones sociales pueden reproducirse, pero no son su lugar de origen. En una situación revolucionaria esas librerías y bibliotecas podrían ser fácilmente "desviadas" por sus trabajadores y los vecinos en provecho de nuevas relaciones sociales.
Las formas de resistencia mencionadas arriba (el robo, el préstamo, la donación, la digitalización, las bibliotecas autogestionadas, las distribuidoras) son soluciones individuales o grupales y es legítimo utilizarlas y abogar por ellas en este contexto no revolucionario, pero más importante es la actividad dirigida a la transformación de la psicología de masas adaptada a la separación entre la vida cotidiana y la cultura, que es lo que posibilita que los libros sean una mercancía o un simple vehículo de entretenimiento o embrutecimiento académico. O sea, más importante es la actividad dirigida a crear ese contexto revolucionario.
En todas las revoluciones hay un renovado interés por la cultura y se encuentran nuevas formas de socializarla, popularizarla, liberarla. Esto es así por la transformación de la psicología de masas durante los procesos revolucionarios, no por los métodos de socialización en sí o la calidad de lo que se socializa. Es este cambio en la psicología, que es mucho más que el reemplazo de unas ideas por otras (eso es la punta del iceberg), lo que más cuestiona la mercantilización y la momificación de la cultura (es decir, su separación de la vida cotidiana), y no las formas de organización en sí para obtener y distribuir los libros (reemplazar bibliotecas descentralizadas por ateneos libertarios).
Por ello me parece que proponer el cambio de organización como lo más importante (que significa ver a las formas de organización como generadoras de formas de relaciones sociales y no como sus expresiones) es poner el carro delante del caballo. La actividad humana es un todo interrelacionado de acción, organización y pensamiento. No existe actividad humana que no incorpore estos 3 factores, porque toda acción tiene su propia organización y está mediada por un pensamiento. Pero en un enfoque que hace énfasis en el sujeto la que tiene más importancia es la acción.
Un enfoque que ponga el énfasis en el sujeto no puede basarse en las ideas, porque ello supone que las personas somos seres exclusivamente racionales y que nuestra actividad es una mera ejecución de nuestro pensamiento. Tampoco puede basarse en las formas organizativas, porque entonces se explica al sujeto por la estructura y se le despoja de cualquier protagonismo (el protagonismo pasa a las estructuras, lo que se conoce como "fetichismo organizativo"). Debe tomar como base la acción, que es el verdadero punto de partida y de llegada de toda actividad humana. Y la acción consciente no es la única que existe (ni existe en forma pura). De manera que el estudio de lo inconsciente, de la psique en su conjunto, también es importante para entender la acción.
No digo que las formas de organización no sean importantes, sino que no son lo más importante. Los individuos que tenemos convicciones revolucionarias arraigadas al punto que forman una parte muy importante de nuestra personalidad (podemos cambiar de ideas revolucionarias y ser los mismos, pero no seríamos los mismos si dejáramos de interesarnos por la revolución social) podemos reflexionar sobre las formas en que la cultura puede socializarse, pero lo más importante no va a ser la lógica de nuestros argumentos sobre las formas particulares de socialización, sino la convicción de que la socialización de la cultura es necesaria para una vida individual y comunitaria plenas. Es esta convicción básica, que es más pasional que racional, lo que nos impulsa a estudiar y ensayar distintas formas racionales y prácticas de llevarla a cabo.
De manera que sólo quienes ya tengan esa convicción básica "pasional" pero no puedan expresarla racionalmente, o quienes ya la hayan convertido en racional con anterioridad, estarán abiertos a las propuestas de socialización. Nuestra historia personal de "cómo llegamos a las ideas anarquistas" lo comprueba*.
En definitiva, la fuente de la separación entre vida y cultura no son las bibliotecas o las grandes librerías sino el modo de vida predominante que además de bases racionales tiene bases psicológicas. La descentralización de las bibliotecas o cualquier otro cambio en la organización del acceso a la cultura será, en todo caso, resultado de un cambio en la forma en que la gente vive su vida, y no su causa.
* Veo muy generalizada la creencia (no en este tópico, sino en general) de que facilitando el acceso a libros o redoblando los esfuerzos en propaganda anarquista el anarquismo se hará más fuerte, por la misma lógica aplastante de sus argumentos. Y no es así, porque un prejuicio no se supera a pura lógica. A las fuerzas represivas más especializadas en lucha antisubversiva se les dan textos marxistas y anarquistas como material de lectura para conocer al enemigo. Esto no representa ningún peligro para la integridad de las fuerzas represivas pues su base es una psicología en, de, y para la alienación, con mecanismos de defensa muy reforzados como para ser penetrados por argumentos lógicos. La principal tarea del entrenamiento represivo es la deshumanización propia para ensanchar la separación de "el otro" (y por lo tanto de sus ideas), ya sea fomentando el automatismo o el sadismo. Este proceso, si es reversible, no será revertido mediante la reflexión o discusión lógico-racional.
Si un libro potencia mi autonomía esto depende de mí, no del contenido del libro o de cómo lo obtuve.
Obvio, no es lo mismo La conquista del pan que El código Da Vinci. El primero tiene un valor de uso para la autonomía personal y colectiva mucho mayor que el segundo, en eso acordamos todos. Pero alguien que lee el primero es alguien que YA está interesado por su autonomía personal y por conocer propuestas alternativas de sociedad, en cambio alguien que lee el segundo es alguien interesado en entretenerse.
Y qué complejas que son las cosas, pero esos "alguien" pueden ser una misma persona. Yo, de hecho, he leído ambos libros. Cuando he leído el primero, es porque he querido conocer la propuesta del comunismo anarquista sobre cómo organizar la sociedad y armarme de argumentos contra los prejuicios en defensa de la sociedad burguesa; cuando he leído el segundo, simplemente quería entretenerme (además, me lo habían regalado para mi cumpleaños).
La conquista del pan lo obtuve comprándolo en una pequeña librería que al parecer se especializaba en libros relacionados con el anarquismo y el cambio social en general. Es la edición de Utopía Libertaria, una edición llevada a cabo por anarquistas o simpatizantes del anarquismo, y no simples expendedores de mercancía. Pero yo ya estaba interesado en conseguir este libro porque ya desde hace tiempo que estoy interesado en la cuestión de abolir el capitalismo y reorganizar la vida social sobre nuevas bases. Y hubiera dado lo mismo si el libro me lo hubieran prestado o lo hubiera obtenido de una biblioteca o me lo hubiera robado. También hubiera dado lo mismo si en vez de comprar un libro encuadernado me hubiera bajado el PDF y lo hubiera impreso. El contenido del libro no hubiera sido más o menos revolucionario por la forma en que lo obtuve o por el tipo de su formato.
En fin, es cierto que los libros se han convertido en mercancía y en objeto de consumo de masas, y hay que encontrar formas de combatir esto. Robar libros de grandes librerías, prestarlos, donarlos a una biblioteca popular, un ateneo libertario, algún centro cultural del barrio, regalarlos, digitalizarlos, etc. Todas estas son formas de resistencia válidas.
Pero esas formas de conseguir y distribuir libros no son lo esencial para afianzar las tendencias a la transformación social revolucionaria (TSR), sino para facilitar el acceso de material de lectura sobre la TSR a gente que ya está interesada en ella. La forma mercantil de los libros (incluyendo los que sirven directamente a la transformación social) es un obstáculo para su socialización, pero el mayor obstáculo para la TSR no es la mercantilización de los libros sobre ese tema sino la falta de interés del común de la gente por la TSR en sí. La forma de vida característica de la sociedad espectacular, el presente perpetuo sin memoria, como dice Arma_el_placer.
Si las grandes librerías y las bibliotecas estatales pueden presentar a los libros como elementos de consumo de masas, formas de distraer la mente, o vehículos del embrutecimiento académico, esto se debe a las relaciones sociales que predominan fuera de las librerías y bibliotecas. En todo caso, estos establecimientos son lugares donde esas relaciones sociales pueden reproducirse, pero no son su lugar de origen. En una situación revolucionaria esas librerías y bibliotecas podrían ser fácilmente "desviadas" por sus trabajadores y los vecinos en provecho de nuevas relaciones sociales.
Las formas de resistencia mencionadas arriba (el robo, el préstamo, la donación, la digitalización, las bibliotecas autogestionadas, las distribuidoras) son soluciones individuales o grupales y es legítimo utilizarlas y abogar por ellas en este contexto no revolucionario, pero más importante es la actividad dirigida a la transformación de la psicología de masas adaptada a la separación entre la vida cotidiana y la cultura, que es lo que posibilita que los libros sean una mercancía o un simple vehículo de entretenimiento o embrutecimiento académico. O sea, más importante es la actividad dirigida a crear ese contexto revolucionario.
En todas las revoluciones hay un renovado interés por la cultura y se encuentran nuevas formas de socializarla, popularizarla, liberarla. Esto es así por la transformación de la psicología de masas durante los procesos revolucionarios, no por los métodos de socialización en sí o la calidad de lo que se socializa. Es este cambio en la psicología, que es mucho más que el reemplazo de unas ideas por otras (eso es la punta del iceberg), lo que más cuestiona la mercantilización y la momificación de la cultura (es decir, su separación de la vida cotidiana), y no las formas de organización en sí para obtener y distribuir los libros (reemplazar bibliotecas descentralizadas por ateneos libertarios).
Por ello me parece que proponer el cambio de organización como lo más importante (que significa ver a las formas de organización como generadoras de formas de relaciones sociales y no como sus expresiones) es poner el carro delante del caballo. La actividad humana es un todo interrelacionado de acción, organización y pensamiento. No existe actividad humana que no incorpore estos 3 factores, porque toda acción tiene su propia organización y está mediada por un pensamiento. Pero en un enfoque que hace énfasis en el sujeto la que tiene más importancia es la acción.
Un enfoque que ponga el énfasis en el sujeto no puede basarse en las ideas, porque ello supone que las personas somos seres exclusivamente racionales y que nuestra actividad es una mera ejecución de nuestro pensamiento. Tampoco puede basarse en las formas organizativas, porque entonces se explica al sujeto por la estructura y se le despoja de cualquier protagonismo (el protagonismo pasa a las estructuras, lo que se conoce como "fetichismo organizativo"). Debe tomar como base la acción, que es el verdadero punto de partida y de llegada de toda actividad humana. Y la acción consciente no es la única que existe (ni existe en forma pura). De manera que el estudio de lo inconsciente, de la psique en su conjunto, también es importante para entender la acción.
No digo que las formas de organización no sean importantes, sino que no son lo más importante. Los individuos que tenemos convicciones revolucionarias arraigadas al punto que forman una parte muy importante de nuestra personalidad (podemos cambiar de ideas revolucionarias y ser los mismos, pero no seríamos los mismos si dejáramos de interesarnos por la revolución social) podemos reflexionar sobre las formas en que la cultura puede socializarse, pero lo más importante no va a ser la lógica de nuestros argumentos sobre las formas particulares de socialización, sino la convicción de que la socialización de la cultura es necesaria para una vida individual y comunitaria plenas. Es esta convicción básica, que es más pasional que racional, lo que nos impulsa a estudiar y ensayar distintas formas racionales y prácticas de llevarla a cabo.
De manera que sólo quienes ya tengan esa convicción básica "pasional" pero no puedan expresarla racionalmente, o quienes ya la hayan convertido en racional con anterioridad, estarán abiertos a las propuestas de socialización. Nuestra historia personal de "cómo llegamos a las ideas anarquistas" lo comprueba*.
En definitiva, la fuente de la separación entre vida y cultura no son las bibliotecas o las grandes librerías sino el modo de vida predominante que además de bases racionales tiene bases psicológicas. La descentralización de las bibliotecas o cualquier otro cambio en la organización del acceso a la cultura será, en todo caso, resultado de un cambio en la forma en que la gente vive su vida, y no su causa.
* Veo muy generalizada la creencia (no en este tópico, sino en general) de que facilitando el acceso a libros o redoblando los esfuerzos en propaganda anarquista el anarquismo se hará más fuerte, por la misma lógica aplastante de sus argumentos. Y no es así, porque un prejuicio no se supera a pura lógica. A las fuerzas represivas más especializadas en lucha antisubversiva se les dan textos marxistas y anarquistas como material de lectura para conocer al enemigo. Esto no representa ningún peligro para la integridad de las fuerzas represivas pues su base es una psicología en, de, y para la alienación, con mecanismos de defensa muy reforzados como para ser penetrados por argumentos lógicos. La principal tarea del entrenamiento represivo es la deshumanización propia para ensanchar la separación de "el otro" (y por lo tanto de sus ideas), ya sea fomentando el automatismo o el sadismo. Este proceso, si es reversible, no será revertido mediante la reflexión o discusión lógico-racional.
Para todas las ocasiones en que lo amerite (y no son pocas):
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- Arma_el_Placer
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Re: La posesión de libros
Totalmente de acuerdo con la intervención de Comunista integral. Lo has dejado más claro que el agua
Un saludo!
"¿A qué te dedicas exactamente?
-A la reificación
-Ya veo. Es un trabajo muy serio con libros muy gordos y muchos papeles encima de una mesa grande.
-No, me paseo. Más que nada me paseo" Todos los caballos del rey
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- blia blia blia
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Re: La posesión de libros
Vamos comunista integral, que no debemos tener mala conciencia por ir haciendo engordar nuestra biblioteca privada. Las bibliotecas públicas (autogestionadas o no) no son revolucionarias.
Agradecerte que no señales lo que sí que es revolucionario, o dicho en tus palabras la actividad dirigida a la transformación de la psicología de masas, porque si ya nos hemos alejado del tema del debate, me huelo que perderíamos toda esperanza de retornar al mismo.
Y según te iba leyendo, iba convenciéndome de que sí, de que puede ser un granito de arena.
Agradecerte que no señales lo que sí que es revolucionario, o dicho en tus palabras la actividad dirigida a la transformación de la psicología de masas, porque si ya nos hemos alejado del tema del debate, me huelo que perderíamos toda esperanza de retornar al mismo.
Y según te iba leyendo, iba convenciéndome de que sí, de que puede ser un granito de arena.
- Comunista integral
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Re: La posesión de libros
Es que si te fijas, mi punto fue que no hay una división entre lo que es revolucionario y lo que no lo es según si la biblioteca es privada o pública, autogestionada o no.blia blia blia escribió:Vamos comunista integral, que no debemos tener mala conciencia por ir haciendo engordar nuestra biblioteca privada. Las bibliotecas públicas (autogestionadas o no) no son revolucionarias.
Agradecerte que no señales lo que sí que es revolucionario, o dicho en tus palabras la actividad dirigida a la transformación de la psicología de masas, porque si ya nos hemos alejado del tema del debate, me huelo que perderíamos toda esperanza de retornar al mismo.
Y según te iba leyendo, iba convenciéndome de que sí, de que puede ser un granito de arena.
Todo depende de la actividad de la gente más que de la organización de las cosas. Las bibliotecas no son ni revolucionarias ni no-revolucionarias, revolucionarias o no-revolucionarias son las personas.
Para todas las ocasiones en que lo amerite (y no son pocas):
¡MUERTE A L@S IMBÉCILES!
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Re: La posesión de libros
Bueno, supongo que para ti la coherencia (y se trataba de ser más coherente con esto de la posesión de libros) depende de si son revolucionarios o no los actos estudiados.Comunista integral escribió: Es que si te fijas, mi punto fue que no hay una división entre lo que es revolucionario y lo que no lo es según si la biblioteca es privada o pública, autogestionada o no.
Todo depende de la actividad de la gente más que de la organización de las cosas. Las bibliotecas no son ni revolucionarias ni no-revolucionarias, revolucionarias o no-revolucionarias son las personas.
En ese punto, no puedo afirmar que acudir a una biblioteca pública o mantener una biblioteca autogestionada sean actividades revolucionarias per se. Puestos así, ni participar en una huelga ni matar a un tirano lo son.
Compartir el conocimiento,... Creo que actuar hoy según valores que queremos que predominen en la sociedad es positivo, dirás que es una forma de resistencia, y otros que es la única actividad auténticamente revolucionaria.
¿La biblioteca municipal de mi pequeña ciudad posibilita esa acción?. Me he pasado muchas tardes en la biblioteca, a veces iba acompañado de amigos, otras acompañándoles, o me los encontraba allí, o a simples conocidos con los que comparto lecturas, autores, ideas,...actividad dirigida a la transformación de la psicología de masas adaptada a la separación entre la vida cotidiana y la cultura
Desde luego, eso puede pasar también en una librería, y hay buenos ejemplos de librerías con una intención de transformación social y que son puntos de encuentro (La Libre --Santander--, La Malatesta --Madrid--,...). También hay colecciones privadas de publicaciones que han servido para guardar la memoria y posibilitar posteriores análisis (las de Federico Arcos, Abel Paz,...).
En fin, que lo que posibilite que quien ya está interesado lo siga estando pasando un tiempo (porque lo de "muchos pasan, pocos quedan" es una máxima que se cumple a rajatabla en este caso), es positivo. En este caso: espacios de socialización y actos cotidianos que te hagan sentir perteneciente a ese "algo".
Y vamos, que prefiero coger de la biblioteca un libro que sólo voy a leer una vez que gastarme 20 euros en él, así que por favor, que no cierren.
- Hard Byrd Trouble
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Re: La posesión de libros
A mí se me quitan la discoteca y la biblioteca particulares y me quedo en menos que nada.
“La lealtad es un valor que no se demuestra con una camiseta”
- Comunista integral
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Re: La posesión de libros
Depende. No sólo se trata de estudiar los actos en sí (aislados), sino su totalidad, su coherencia con una praxis. Porque participar en una huelga puede hacerlo hasta el obrero más reaccionario, y matar a un tirano puede hacerlo un tirano competidor.blia blia blia escribió:Bueno, supongo que para ti la coherencia (y se trataba de ser más coherente con esto de la posesión de libros) depende de si son revolucionarios o no los actos estudiados.
En ese punto, no puedo afirmar que acudir a una biblioteca pública o mantener una biblioteca autogestionada sean actividades revolucionarias per se. Puestos así, ni participar en una huelga ni matar a un tirano lo son.
Compartir el conocimiento,... Creo que actuar hoy según valores que queremos que predominen en la sociedad es positivo, dirás que es una forma de resistencia, y otros que es la única actividad auténticamente revolucionaria.
Sí, todas esas son cosas positivas o progresivas, pero no son revolucionarias por sí mismas. Otra vez, depende de en qué actividad total se encuadren.blia blia blia escribió:¿La biblioteca municipal de mi pequeña ciudad posibilita esa acción?. Me he pasado muchas tardes en la biblioteca, a veces iba acompañado de amigos, otras acompañándoles, o me los encontraba allí, o a simples conocidos con los que comparto lecturas, autores, ideas,...actividad dirigida a la transformación de la psicología de masas adaptada a la separación entre la vida cotidiana y la cultura
Desde luego, eso puede pasar también en una librería, y hay buenos ejemplos de librerías con una intención de transformación social y que son puntos de encuentro (La Libre --Santander--, La Malatesta --Madrid--,...). También hay colecciones privadas de publicaciones que han servido para guardar la memoria y posibilitar posteriores análisis (las de Federico Arcos, Abel Paz,...).
En fin, que lo que posibilite que quien ya está interesado lo siga estando pasando un tiempo (porque lo de "muchos pasan, pocos quedan" es una máxima que se cumple a rajatabla en este caso), es positivo. En este caso: espacios de socialización y actos cotidianos que te hagan sentir perteneciente a ese "algo".
Y vamos, que prefiero coger de la biblioteca un libro que sólo voy a leer una vez que gastarme 20 euros en él, así que por favor, que no cierren.
Para todas las ocasiones en que lo amerite (y no son pocas):
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