Sacado de Contramarcha, periódico de la Soli:
Veinticinco aniversario desde el 5º Congreso
El próximo diciembre se cumplirán veinticinco años del infausto 5º Congreso de la organización confederal. Veinticinco años, por tanto, del divorcio que habría de dar lugar con el tiempo a un conjunto de tres organizaciones distintas (una de ellas fragmentada asimismo en Cataluña) que se reclaman del anarcosindicalismo.
En ese Congreso de la Casa de Campo madrileña habría de tratarse la expulsión en su día de Cipriano Mera de la organización cenetista del exilio.
No vamos a glosar aquí la figura de Cipriano, bástenos decir que le consideramos una de las figuras más emblemáticas, si no la que más, de lo que fue el espíritu de la “organización madre”. Luchador incansable por la unificación confederal; portador y depositario de una honradez y una ética “anarquistas” que tan ausentes estuvieron tras la guerra civil y durante la transición en nuestros medios, y que tan necesarias son de recuperar hoy día si queremos reencontrar y reconstruir aquello que fue la vieja CNT.
Será curioso observar en nuestra propia prensa (la de todos), las reacciones, si es que las hay, referentes al citado Congreso, o si como suele pasar en estos casos, buscaremos la medicina en el olvido.
Un análisis a vuelapluma de “nuestra transición” y un intento de explicar aquel comportamiento nuestro, habría de llevarnos a estudiar las “deformaciones ideológicas” en nuestros propios medios. Tanto en los jóvenes de entonces, la mayoría procedentes o influenciados por una cultura marxista, dominante ayer como hoy del Movimiento Obrero. Como en los “veteranos”, contagiados asimismo durante un mínimo de cuarenta años del virus autoritario, aún más en el exilio.
Tras cuarenta años sin discutir, los “recién llegados” necesitábamos analizar, comparar y cotejar las distintas “teorías revolucionarias”, incluido el anarcosindicalismo, para ponerlas en solfa o aceptarlas como si nos fuera la vida en ello como organización (que nos iba). En cambio, los “de toda la vida” continuábamos aferrados a los viejos esquemas y no supimos ver que aquel sarampión era una enfermedad necesaria, pero juvenil al fin y al cabo, y que, como todo jardinero sabe bien, para formar un seto hay que esperar que las ramas más retrasadas crezcan y se desarrollen, para poder en cualquier caso armonizarlas en un todo.
No fue así. La intransigencia de unos y la intolerancia de otros (o al revés), volvieron a reinstalar en la organización recién formada el pandemónium del exilio. Y todo ello para constatar al final del trayecto que el anarcosindicalismo hay muchas formas de entenderlo, pero que, como siempre, se concreta en dos tendencias mayoritariamente. Una más “revolucionaria” o anarquista, y otra más “reformista” o sindicalista, que a finales del atormentado siglo XX se cohesionan alrededor de dos tácticas diferentes (¿pero excluyentes?) en torno a los Comités de Empresa. Pero, ¡ay!, llegar a descubrirlo nos costó romper la raquítica organización que aún nos quedaba, y con esa ruptura, aquel diciembre, matar la primavera.
¿Qué fue de Anselmo Lorenzo?.
CNT:
¿sindicalismo revolucionario, anarcosindicalismo, anarquismo sindical, simplemente anarquismo, o...?
Tras la ruptura, ya se sabe, los que más tarde llegaron a heredar el nombre de “la madre”, desataron las furias y tacharon a los impugnadores del Congreso de traidores, manipulados, reformistas, vendidos... En fin, la hez de la Tierra.
El revolucionarismo a ultranza será la característica fundamental de este grupo, pero ¡ay!, ¿con quién hacer la revolución si los trabajadores son conformistas?
Sin embargo, su pedigrí anarquista no les impedirá renunciar a “los principios” y recurrir a la “justicia” del “Estado burgués” para “defender” “sus” siglas.
¿Pero acaso era la primera vez que renunciaban?
Ya vendrá la montaña, piensan. Y mientras así piensan y actúan, no echan de menos aquello que les falta. Practican un “anarcosin-dicalismo” pagado de sí mismo, parapetado en sus razones, cual si de una barricada se tratara: “Como tenemos razón, ya vendrán a nosotros”.
¿Pero y si los trabajadores no vienen? En cualquier caso, no parece que tengan mucha prisa...
Y es que “toda teoría y toda praxis que por empeñarse en defender su pureza doctrinal actúan al margen de su entorno histórico y sociológico, no son revolucionarios, sino pequeño burgueses, ya que conceden mas importancia a la afirmación abstracta de sus principios, que a la transformación objetiva y concreta de la sociedad” (Heleno Saña).
Qué agradable es pensar que se tiene razón, sobre todo si de esa manera evitamos tener que analizar la realidad y constatar que aquello que nos falta se encuentra en otra parte.
¿Han vuelto a matarte, Noi?.
CGT:
¿anarcosindicalismo, sindicalismo revolucionario, simplemente sindicalismo, simplemente, o...?
Transformar la sociedad, evento que ha de llevarse a cabo con la mayoría de los trabajadores, implica previamente un proceso autoeducativo de toda la clase obrera.
Los impugnadores tomaron el camino de “acercarse a la clase”... a través de los Comités de Empresa, siendo su objetivo inicial “vaciarlos de contenido”. Sin embargo, ocurrió lo del cazador cazado. ¡El “proceso educativo” se realizó en la dirección contraria!.
Hoy por hoy, el objetivo último del grupo parece ser el de conseguir el mayor número de delegados, sin importar de qué forma, en dichos Comités. ¿Es ese todo el bagaje del anarcosindicalismo para transformar el mundo?.
Evidentemente, como no podría ser menos, este grupo es el mayoritario dentro de “la familia”, aunque los resultados, tras veinticinco años de proceso y renuncias, no podemos calificarlos de halagüeños.
Estamos con la gente, piensan; y mientras así piensan y actúan, no echan de menos aquello que les falta. Practican un “anarcosin-dicalismo” oportunista y vacío, divorciado totalmente del objetivo final, si es que lo tienen.
¿Dónde está el espíritu rebelde que caracterizó siempre a la organización madre?
Qué agradable es pensar que se tiene razón, sobre todo si así evitamos tener que mirarnos al espejo, analizar qué somos, y comprobar que aquello que nos falta se encuentra en otra parte.
¿Dónde estás, Francisco Ascaso?
ANARCOSINDICALISMO: ¿una propuesta de futuro?
El “divorcio de plata” que estamos a punto de “celebrar” el próximo diciembre, debería hacernos reflexionar a todos, más allá de los cómodos esquemas mentales de estar en la razón.
Deberíamos saber a estas alturas (¿por haberlo estudiado en el mismo “colegio”?) que EL ANARCOSINDICALISMO ES UNA SÍNTESIS. Es coger lo mejor del anarquismo (su ideal, su espíritu de lucha...) y lo más óptimo del sindicalismo (su practicismo, su labor educacional colectiva...), para formar UN TODO SUPERIOR y, lo que es más importante: una esperanza.
EL FEDERALISMO es la herramienta que convenientemente utilizada permitiría al anarcosindicalismo enfrentarse a aquellas idioteces que supuestamente lo dividen ideológicamente (¡¿los Comités de Empresa?!). Por que... “Sólo con una condición podríamos hacer una organización: y es la de que debe basarse en el absoluto respeto hacia todas las iniciativas individuales, sin estorbar su libre juego y su evolución. El principio esencial del anarquismo es la autonomía individual y colectiva” (Emma Goldman, 1907. Congreso de Ámsterdam).
Aquello a lo que le resulta más difícil enfrentarse, ya que para librarse de ello es necesario un proceso autoeducativo intencionado y de larga duración, es a la egolatría de sus supuestos militante y a la extraña pretensión de todos ellos de encontrarse en la verdad absoluta que tienen que imponer a los demás a toda costa.
El roce hace el cariño... pero también el odio. Anarquismo y sindicalismo, si quieren volver a ser una esperanza para la clase obrera, han de entender que el otro es necesario. Que la fecundación de un concepto por otro es el acto esencial que da la vida. Que ese otro con el que no estamos totalmente de acuerdo es eso que nos falta, eso que nos completa. Aquello que complementándonos, nos permite ser la herramienta capaz de transformar el mundo.
¿Qué ha sido de ti, Peiró?.
MIRANDO HACIA ATRÁS...
Veinticinco años ya. Tiempo vivido que hemos ido dejando atrás entre desgarros. Y año tras año, diciembre tras diciembre, a medida que nuestra oportunidad se iba pasando, al hacer el recuento no dejábamos de soñar como otros tiempos: el próximo diciembre primavera...
La necesidad de unidad y de respeto al otro fue siempre la batalla de los más grandes entre los militantes que ha dado nuestra causa. Algunos “tuvieron suerte” y consiguieron ver una organización que prometía ser aquello por lo que tanto habían luchado. Otros no tuvieron tanta, y su recompensa fue la expulsión, la calumnia y el escarnio.
Y actualmente, en la mediocridad omnipresente que nos aturde y ciega, más que nunca nos hace falta su ejemplo, su entrega, su moral, y su lucha por encima de todas las banderas...
¿Dónde estás, Cipriano Mera?.
¿DÓNDE ESTÁS, CIPRIANO MERA?
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Cenetista
El espiritu del texto podría ser positivo y hacernos reflexionar, pero no deja de ser un sin-sentido, hacer una apología del entendimiento entre las partes de la "familia" (cosa que comparto) recurriendo al facil esquema de situar a unos y a otros como "inmovilistas" "reformistas" pero ambos equivocados, frente al verdadero anarcosindicaslismo que segun los autores se encuentra en el termino medio. Es decir en la Organización Solidaridad Obrera.
Mal empezamos si nos seguimos creyendo que nuestro camino es el único.
Tanto en la CNT del 79, como en la actual CNT, y en algunos sindicatos de la CGT, hay un sinfin de tonalidades de anarcosindicalismo. Entenderlas y entendernos entre nosotros no es más que un ejercicio de salud mental. Es quizás una necesidad. Pero hay que escuchar todos los puntos de vista. No podemos poner bajo las siglas "CNT" comentarios sobre su falsaria actitud en el juicio de las siglas,tal o cual congreso.... y despues hacer llamamientos al entendimiento.
Particularmente con ciertos comentarios vertidos en este texto puedo sentirme identificado, pero con otros no me queda otra que ponerme a la defensiva, puesto que los considero injustos y que faltan a la verdad.
Si queremos re-hacer la CNT del Priemr tercio del s.XX, no puede hacerse hoy ninguneando a la actual CNT.
Que somos pocos???? Puede que sí, pero vivitos y coleantes.
Mal empezaría yo si hiciese un llamamiento a Solidaridad Obrera para que volviese a la CNT, si de primeras les digo que son cuatro gatos y perdidos en el mundo del sindicalismo. ¿O no?.
Salud y anarcosindicalismo
Mal empezamos si nos seguimos creyendo que nuestro camino es el único.
Tanto en la CNT del 79, como en la actual CNT, y en algunos sindicatos de la CGT, hay un sinfin de tonalidades de anarcosindicalismo. Entenderlas y entendernos entre nosotros no es más que un ejercicio de salud mental. Es quizás una necesidad. Pero hay que escuchar todos los puntos de vista. No podemos poner bajo las siglas "CNT" comentarios sobre su falsaria actitud en el juicio de las siglas,tal o cual congreso.... y despues hacer llamamientos al entendimiento.
Particularmente con ciertos comentarios vertidos en este texto puedo sentirme identificado, pero con otros no me queda otra que ponerme a la defensiva, puesto que los considero injustos y que faltan a la verdad.
Si queremos re-hacer la CNT del Priemr tercio del s.XX, no puede hacerse hoy ninguneando a la actual CNT.
Que somos pocos???? Puede que sí, pero vivitos y coleantes.
Mal empezaría yo si hiciese un llamamiento a Solidaridad Obrera para que volviese a la CNT, si de primeras les digo que son cuatro gatos y perdidos en el mundo del sindicalismo. ¿O no?.
Salud y anarcosindicalismo
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Invitado
Jajaja En casa del herrero cuchillo de palo, acaso CNT no está demostratondo como aumentan de forma considereable sus conflictos, como crece la afiliación de lo que podríamos llamar gente "normal" mientras Solidaridad Obrera, hablando desde el pulpito para justificar el "Vota anarcosindicalismo" sigue igual, preguntandose si sería mejor desaparecer ya que presentarse a los comites solo les está sirviendo para conservar su cuota de PODER dentro de estos. CNT está demostrando con eun curro diario, lenta pero eficazmente que es posible el resurgir del asamblearismo, somos la muestra viva de que se puede funcionar sin comites, somos la practica que hace de los argumentos de SO meras JUSTIFICACIONES.
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Huas
Para invitado último
Milito en un sindicato anarcosindicalista, pero no tengo muy claro si hay o no que presentarse a las elecciones sindicales. Naturalmente, respeto los acuerdos de la organización y no boicoteo decisiones ni doy continuamente la barrila con ese tema, ni hago grupito para insistir una y otra vez sobre el tema de las elecciones sindicales. La duda que se me plantea procede de un caso real; en empresas de menos de 50 trabajadores-creo que es esa la cifra-no se puede montar, legalmente, una sección sindical; internamente, de cara al sindicato, sí la puedes montar, faltaría más, pero en la empresa es ilegal. Al menos, es el caso que viví hace años. ¿Qué hacer, entonces?. ¿Aguardar a que salte la chispa en el centro de trabajo, afilias a todo quisque y a luchar por el reconocimiento de la sección sindical?. Creo, es solo una opinión, que como acción sindical en la empresa es algo suicida.
Pero tras asaltarme la duda, pienso en los comités de empresa y que pongo de muy mal humor porque compruebo, desde que curro hace 22 años, que el análisis que realizó la CNT sobre el modelo sindical democrático-al que se considera con razón una continuación del "sindicalismo vertical" franquista-, con sus delegados sindicales, con sus liberados sindicales, con sus burocracias sindicales y con sus elecciones sindicales, compruebo, digo, que la CNT estaba en lo cierto y que lo que repitió durante años al final se ha cumplido en un buen tanto por ciento. Pero ese acierto no nos ha colocado en una buena posición, al menos no la tuvimos durante años atrás, con la escisión, la CGT, molestando e incordiando.
Actualmente, la CNT está creciendo de nuevo, parece innegable, lo hace desde hace algunos años: lenta o rápidamente, es cuestión de valorarlo y según cada cual. Por eso surgen problemas en su interior, que se han resuelto bien y con cordura, deslindando los campos sin permitir que uno o varios grupos de presión intenten "gobernar" en los locales sindicales. Es una muestra de madurez de la organización. El asunto es que el respeto y la defensa de las decisones adoptadas por la organización es la base de la misma, y hoy por hoy hay una decisión tomada sobre el tema de las elecciones sindicales. Habrá que respetarla, digo yo.
Pero tras asaltarme la duda, pienso en los comités de empresa y que pongo de muy mal humor porque compruebo, desde que curro hace 22 años, que el análisis que realizó la CNT sobre el modelo sindical democrático-al que se considera con razón una continuación del "sindicalismo vertical" franquista-, con sus delegados sindicales, con sus liberados sindicales, con sus burocracias sindicales y con sus elecciones sindicales, compruebo, digo, que la CNT estaba en lo cierto y que lo que repitió durante años al final se ha cumplido en un buen tanto por ciento. Pero ese acierto no nos ha colocado en una buena posición, al menos no la tuvimos durante años atrás, con la escisión, la CGT, molestando e incordiando.
Actualmente, la CNT está creciendo de nuevo, parece innegable, lo hace desde hace algunos años: lenta o rápidamente, es cuestión de valorarlo y según cada cual. Por eso surgen problemas en su interior, que se han resuelto bien y con cordura, deslindando los campos sin permitir que uno o varios grupos de presión intenten "gobernar" en los locales sindicales. Es una muestra de madurez de la organización. El asunto es que el respeto y la defensa de las decisones adoptadas por la organización es la base de la misma, y hoy por hoy hay una decisión tomada sobre el tema de las elecciones sindicales. Habrá que respetarla, digo yo.
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Invitado
Al compañero anterior.
Es cierto que actualmente es difícil crear por las buenas una sección sindical de la CNT, por multiples razones legales o de clase (porque no interesa un sindicato independiente de la empresa, combativo etc) con lo cual previamente debe de haber un trabajo de hablar con los compañer@s de trabajo, nada más anarquista que trabajar las relaciones personales, saber de sus inquietudes y formar un grupo con el qual sea más fácil crear la sección. Debe haber un trabajo en el tajo previo, con un poco de tiempo es posible que exista un cohesión necesaria para defender mejor los intereses de l@s trabajador@s de una empresa.
Para mi hay esta opción o las elecciones sindicales, la diferencia me parece evidente, cuando haces esta labor de difusión de la práctica anarcosindicalista, surgen dudas, debates y es la forma en que la gente se puede concienciar de los problemas y de la necesidad de solucionarlos organizados, siendo parte activa tod@s l@s trabajador@s o la mayoria de ell@s. Si optas por las elecciones sindicales, se genera una dinámica de delegación, desde el voto hasta el que tiene la información, que no sirve para que l@s compañer@s tomen conciencia de estos temas, y en definitiva para cambiar las actitudes en referencia a la lucha sindical.
Es cierto que actualmente es difícil crear por las buenas una sección sindical de la CNT, por multiples razones legales o de clase (porque no interesa un sindicato independiente de la empresa, combativo etc) con lo cual previamente debe de haber un trabajo de hablar con los compañer@s de trabajo, nada más anarquista que trabajar las relaciones personales, saber de sus inquietudes y formar un grupo con el qual sea más fácil crear la sección. Debe haber un trabajo en el tajo previo, con un poco de tiempo es posible que exista un cohesión necesaria para defender mejor los intereses de l@s trabajador@s de una empresa.
Para mi hay esta opción o las elecciones sindicales, la diferencia me parece evidente, cuando haces esta labor de difusión de la práctica anarcosindicalista, surgen dudas, debates y es la forma en que la gente se puede concienciar de los problemas y de la necesidad de solucionarlos organizados, siendo parte activa tod@s l@s trabajador@s o la mayoria de ell@s. Si optas por las elecciones sindicales, se genera una dinámica de delegación, desde el voto hasta el que tiene la información, que no sirve para que l@s compañer@s tomen conciencia de estos temas, y en definitiva para cambiar las actitudes en referencia a la lucha sindical.
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revetlla
Saludos,
Sobre el asunto de crear secciones sindicales en empresas de menos de 50 emplead@s... podríamos preguntar a la CNT de Sevilla cuánto de verdad hay en eso. Me estoy refiriendo al conflicto que mantienen los empleados de CLECE, S.A. como azafat@s de tierra de RENFE-AVE en Sevilla. Empezaron un@s cuant@s afiliandose a la CNT, crearon la sección sindical y no pararon de crecer... actualmente toda la plantilla (33 emplead@s) está afiliada a la FL de la CNT y entraron en huelga indefinida hace 12 días.
La verdad, yo hablé con esa gente... y no me parecieron en su mayoría anarquistas de los que encontramos en muchos sindicatos de, por ejemplo, Cataluña (que es donde la cosa me toca), pero es indudable que el trabajo que se está llevando a cabo desde esa federación local es un modelo a tener en cuenta, como mínimo. Recordemos que són los de Tomares, también.
En Sevilla yo estava el día que inició la huelga indefinida, y se puede decir que se le dió mucha difusión en la prensa local de la ciudad (todos los periódicos locales hablaban del asunto). Por ahora, la prensa nacional no habla del asunto, no se toca fuera de Sevilla... aunque haya acciones de solidaridad en otras estaciones del AVE...
Pienso que en el debate pueden aportar mucho l@s compañer@s de Sevilla, igual habría que darles difusión llevándoles a dar charlas en FL de otras partes de la península.
Salut.
Sobre el asunto de crear secciones sindicales en empresas de menos de 50 emplead@s... podríamos preguntar a la CNT de Sevilla cuánto de verdad hay en eso. Me estoy refiriendo al conflicto que mantienen los empleados de CLECE, S.A. como azafat@s de tierra de RENFE-AVE en Sevilla. Empezaron un@s cuant@s afiliandose a la CNT, crearon la sección sindical y no pararon de crecer... actualmente toda la plantilla (33 emplead@s) está afiliada a la FL de la CNT y entraron en huelga indefinida hace 12 días.
La verdad, yo hablé con esa gente... y no me parecieron en su mayoría anarquistas de los que encontramos en muchos sindicatos de, por ejemplo, Cataluña (que es donde la cosa me toca), pero es indudable que el trabajo que se está llevando a cabo desde esa federación local es un modelo a tener en cuenta, como mínimo. Recordemos que són los de Tomares, también.
En Sevilla yo estava el día que inició la huelga indefinida, y se puede decir que se le dió mucha difusión en la prensa local de la ciudad (todos los periódicos locales hablaban del asunto). Por ahora, la prensa nacional no habla del asunto, no se toca fuera de Sevilla... aunque haya acciones de solidaridad en otras estaciones del AVE...
Pienso que en el debate pueden aportar mucho l@s compañer@s de Sevilla, igual habría que darles difusión llevándoles a dar charlas en FL de otras partes de la península.
Salut.
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Invitado
La prensa nacional ya comienza a hablar del tema...o al menos según que prensa. En la revista "Interviú" de esta semana aprece un reportaje a 2 o 3 páginas sobre la huelga que la CNT está llevando a cabo en CLECE S.A. No está nada mal para empezar...
Un saludo a l@s comp@s de Sevilla
¡Viva la CNT!
¡Viva el anarcosindicalismo!
Un saludo a l@s comp@s de Sevilla
¡Viva la CNT!
¡Viva el anarcosindicalismo!
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Invitado