Hacia el IV Congreso de Solidaridad Obrera
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Soli
Hacia el IV Congreso de Solidaridad Obrera
Ya se ha puesto en marcha la celebración del IV Congreso de Solidaridad Obrera. Se celebrará en otoño, en concreto los días 13 y 14 de noviembre, en Madrid.
http://www.nodo50.org/sobrera/publicaci ... contra.htm
HACIA EL IV CONGRESO DE SOLIDARIDAD OBRERA
Ya se ha puesto en marcha la celebración del IV Congreso de Solidaridad Obrera. Se celebrará en otoño, en concreto los días 13 y 14 de noviembre, en Madrid. El Congreso en sí es la culminación de un amplio proceso de debate y discusión de propuestas de toda la organización. Todos los afiliados y afiliadas pueden y deben participar en la elaboración de propuestas, discusión y aprobación de los consiguientes acuerdos que cada sindicato de ramo lleve al mismo.
En el Congreso se pone en cuestión todo lo que atañe al sindicato, desde los estatutos a la línea sindical, desde los objetivos a las relaciones con otras organizaciones, etc. Solidaridad Obrera cumple quince años, en los cuales no ha sido fácil la resistencia, hemos pasado por diferentes luchas que nos han ido marcando y enseñando, hemos superado diversas situaciones que han hecho que hoy en día seamos una organización madura que afronta con realismo los diferentes problemas que nos afectan como clase. Los tres congresos celebrados hasta ahora (1994, 1996 y 2000) han servido para hacer balance de lo realizado en cada periodo y proponer nuevas metas colectivas. Para este cuarto congreso, esperamos que la participación del conjunto de afiliados sea alta participando de forma activa en las asambleas preparatorias y en el Congreso mismo.
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SOLIDARIDAD OBRERA
Otra forma de entender el anarcosindicalismo.
Solidaridad Obrera nace en 1990, y se conforma principalmente de militantes de la hoy CGT. El congreso de la CGT de 1989 en Madrid, con el triunfo del ala reformista, (pérdida de poder de decisión de las asambleas, en favor de comités ejecutivos; creación de una comisión de conflictos; acuerdos secretos para el ingreso en bloque de partidos, como el Humanista, y escisiones de CCOO, como la Izquierda Sindical de Banca...) empuja a más de un tercio de los sindicalistas a plantearse la ruptura. Finalmente, la gran mayoría prefiere continuar dentro de la CGT y dar la batalla dentro.
Solo unos pocos formalizamos el abandono de esa organización. En Madrid se contacta con CNT y se ve la imposibilidad de entrar en ella. Ante el peligro de convertirnos en meros sindicatos de empresa, constituimos en Madrid una nueva confederación sindical: Solidaridad Obrera, estatutariamente anarcosindicalista y con ambición de extenderse a todo el Estado. Actualmente estamos presentes en Madrid, Alicante y Menorca, con contactos en muchas otras provincias. Somos una confederación minúscula pero creemos haber encontrado el equilibrio entre el purismo y el aislamiento laboral de la CNT y el reformismo y protagonismo de las elecciones sindicales de la CGT.
Nos diferencia de la CNT en que acudimos a las elecciones en aquellas empresas donde lo consideramos interesante. Vemos que es un mal menor y garantiza infraestructura para el funcionamiento de las secciones sindicales. En todo caso el acudir a las elecciones es cuestión de estrategia, es una opción libre y en algunos casos contraproducente, por lo que deben ser las secciones sindicales o sindicatos quienes lo decidan. En cuanto a la CGT, no compartimos su idea de que el montante de delegados elegidos en los comicios sindicales es el factor determinante del peso de la organización cara a posibles negociaciones. Pensamos que lo importante es el nivel de militancia y movilización.
El montar candidaturas en las empresas para obtener resultados determina (sin base ideológica) que CGT, haya pactado y firmado en algunas empresas acuerdos claramente dañinos para los trabajadores. Además hemos comprobado suficientemente que la presencia de militantes organizados de partidos, normalmente marxistas, distorsiona y causa múltiples problemas en los sindicatos. Pensamos que, a pesar de nuestra pequeñez, (tenemos sólo unos 500 afiliados), hemos demostrado que se puede hacer anarcosindicalismo en las empresas y a la vez participar en los movimientos sociales de ocupación, antimilitarismo, ecología, presos....
Somos partidarios del acercamiento a CNT y a CGT en la participación en acciones comunes y anualmente proponemos la manifestación conjunta para el 1º de Mayo, hasta ahora sin éxito. Actualmente coincidimos con ellos en campañas concretas, como la lucha contra la siniestralidad en el sector de la construcción (con boletín periódico conjunto); o una próxima campaña contra las ETTs ( empresas de trabajo temporal) en conjunto con CNT. Las relaciones avanzan, aunque nos gustaría que fueran más cordiales.
Por Solidaridad Obrera. Fdo. José Ignacio Cabañas Magán
http://www.nodo50.org/sobrera/publicaci ... contra.htm
HACIA EL IV CONGRESO DE SOLIDARIDAD OBRERA
Ya se ha puesto en marcha la celebración del IV Congreso de Solidaridad Obrera. Se celebrará en otoño, en concreto los días 13 y 14 de noviembre, en Madrid. El Congreso en sí es la culminación de un amplio proceso de debate y discusión de propuestas de toda la organización. Todos los afiliados y afiliadas pueden y deben participar en la elaboración de propuestas, discusión y aprobación de los consiguientes acuerdos que cada sindicato de ramo lleve al mismo.
En el Congreso se pone en cuestión todo lo que atañe al sindicato, desde los estatutos a la línea sindical, desde los objetivos a las relaciones con otras organizaciones, etc. Solidaridad Obrera cumple quince años, en los cuales no ha sido fácil la resistencia, hemos pasado por diferentes luchas que nos han ido marcando y enseñando, hemos superado diversas situaciones que han hecho que hoy en día seamos una organización madura que afronta con realismo los diferentes problemas que nos afectan como clase. Los tres congresos celebrados hasta ahora (1994, 1996 y 2000) han servido para hacer balance de lo realizado en cada periodo y proponer nuevas metas colectivas. Para este cuarto congreso, esperamos que la participación del conjunto de afiliados sea alta participando de forma activa en las asambleas preparatorias y en el Congreso mismo.
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SOLIDARIDAD OBRERA
Otra forma de entender el anarcosindicalismo.
Solidaridad Obrera nace en 1990, y se conforma principalmente de militantes de la hoy CGT. El congreso de la CGT de 1989 en Madrid, con el triunfo del ala reformista, (pérdida de poder de decisión de las asambleas, en favor de comités ejecutivos; creación de una comisión de conflictos; acuerdos secretos para el ingreso en bloque de partidos, como el Humanista, y escisiones de CCOO, como la Izquierda Sindical de Banca...) empuja a más de un tercio de los sindicalistas a plantearse la ruptura. Finalmente, la gran mayoría prefiere continuar dentro de la CGT y dar la batalla dentro.
Solo unos pocos formalizamos el abandono de esa organización. En Madrid se contacta con CNT y se ve la imposibilidad de entrar en ella. Ante el peligro de convertirnos en meros sindicatos de empresa, constituimos en Madrid una nueva confederación sindical: Solidaridad Obrera, estatutariamente anarcosindicalista y con ambición de extenderse a todo el Estado. Actualmente estamos presentes en Madrid, Alicante y Menorca, con contactos en muchas otras provincias. Somos una confederación minúscula pero creemos haber encontrado el equilibrio entre el purismo y el aislamiento laboral de la CNT y el reformismo y protagonismo de las elecciones sindicales de la CGT.
Nos diferencia de la CNT en que acudimos a las elecciones en aquellas empresas donde lo consideramos interesante. Vemos que es un mal menor y garantiza infraestructura para el funcionamiento de las secciones sindicales. En todo caso el acudir a las elecciones es cuestión de estrategia, es una opción libre y en algunos casos contraproducente, por lo que deben ser las secciones sindicales o sindicatos quienes lo decidan. En cuanto a la CGT, no compartimos su idea de que el montante de delegados elegidos en los comicios sindicales es el factor determinante del peso de la organización cara a posibles negociaciones. Pensamos que lo importante es el nivel de militancia y movilización.
El montar candidaturas en las empresas para obtener resultados determina (sin base ideológica) que CGT, haya pactado y firmado en algunas empresas acuerdos claramente dañinos para los trabajadores. Además hemos comprobado suficientemente que la presencia de militantes organizados de partidos, normalmente marxistas, distorsiona y causa múltiples problemas en los sindicatos. Pensamos que, a pesar de nuestra pequeñez, (tenemos sólo unos 500 afiliados), hemos demostrado que se puede hacer anarcosindicalismo en las empresas y a la vez participar en los movimientos sociales de ocupación, antimilitarismo, ecología, presos....
Somos partidarios del acercamiento a CNT y a CGT en la participación en acciones comunes y anualmente proponemos la manifestación conjunta para el 1º de Mayo, hasta ahora sin éxito. Actualmente coincidimos con ellos en campañas concretas, como la lucha contra la siniestralidad en el sector de la construcción (con boletín periódico conjunto); o una próxima campaña contra las ETTs ( empresas de trabajo temporal) en conjunto con CNT. Las relaciones avanzan, aunque nos gustaría que fueran más cordiales.
Por Solidaridad Obrera. Fdo. José Ignacio Cabañas Magán
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bar-celona
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Invitado
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Cataplín
Siempre he tenido simpatía por la pequeña Confederación... Me han parecido honestos. Honestos, con eso basta... Si no estoy en SO es porque en mi localidad no están. Creo que son sinceros anarcosindicalistas del presente, sin la esclerosis decimonónica de la CNT y sin el reformismo entreguista de la CGT. Y siempre con un compromiso fuerte con los movimientos sociales de base y revolucionarios, como debe ser la actuación de una organización anarcosindicalista que se precie.Anonymous escribió:Sabeis que si renunciais a las eleciones sindicales en CNT se os recivirá con los brazos abiertos!
Su planteamiento ante las elecciones sindicales me parece de lo más flexible y verdaderamente "sindicalista", sin que se renuncie a la idiosincrasia libertaria.
Espero que el Congreso fortalezca su proyecto, que sigan avanzando. Su propuesta es honesta. Su actuación es honesta. ¿Qué mas cartas para el triunfo?
¡Larga vida a la pequeña ConfeSO!
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Piti
Aunque discrepo mucho con el anarcosindicalismo, veo en Solidaridad Obrera una organización anarcosindicalista consecuente, frente a la CNT y la CGT. He leido algunas cosas de ellos, como por ejemplo en un libro sobre el Movimiento Autonomo madrileño sobre sus prácticas de lucha con algunos movimientos sociales y con la desaparecida Lucha Autónoma de Madrid.
Saludos y adelante!agur!
Saludos y adelante!agur!
- Manu García
- Mensajes: 5401
- Registrado: 27 Ago 2004, 21:32
Si te basas para enjuiciar una organización anarcosindicalista en cuatro cosas que has leido, que además poco tienen que ver con el anarcosindicalismo (con todos mis respetos hacia otras formas de lucha), mal juicio puede salir de ahí. ¿No tienes nada que decir acerca de su modelo sindical o de su actuación en Metro, RENFE y otras empresas donde tienen presencia? Ahí es donde podría salir una comparación con CNT o con CGT y donde se podría debatir si una organización es más consecuente en el campo del anarcosindicalismo.Aunque discrepo mucho con el anarcosindicalismo, veo en Solidaridad Obrera una organización anarcosindicalista consecuente, frente a la CNT y la CGT. He leido algunas cosas de ellos, como por ejemplo en un libro sobre el Movimiento Autonomo madrileño sobre sus prácticas de lucha con algunos movimientos sociales y con la desaparecida Lucha Autónoma de Madrid.
Si nos parece lo más positivo de una organización anarcosindicalista que trabaje con movimientos sociales y que colabore con Lucha Autónoma... ¿buscamos un sindicato u otra cosa?
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
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Invitado
SO Alicante escribe esto:
Elecciones Sindicales
Es muy habitual confundir lo que es con lo que debe ser, constituyendo cuando esto ocurre una falacia. Abordar cualquier exposición sin la debida y consciente diferenciación entre uno y otro, un engaño.
Así, al hablar de sindicalismo, hemos de clarificar inmediatamente entre lo que a día de hoy -se ha convertido- es sindicalismo en contraposición a lo que debería ser sindicalismo. Teniendo clara esta diferenciación podemos debatir en clave de uno u otro, pero sin mezclarlos según nos vaya interesando para dar soporte a nuestro particular argumento.
Observando las anteriores reglas, desde nuestro particular punto de vista sindicalismo hoy es CC.OO., U.G.T., C.G.T., etc. Una actividad perfectamente urdida y delimitada, con unas organizaciones, desarrollos y fines absolutamente claros: la alienación de la clase trabajadora. Para ello, por supuesto, no muestran día a día y hora a hora sus verdaderos objetivos, si así fuera, dejarían de ser sindicatos para convertirse en partidos políticos, confesiones dogmáticas o asociaciones empresariales, entre otros. Deben cuidar sus formas, aunque cada vez lo hacen con menos disimulo ¡ciertamente!, para perpetrar el gran engaño. Así, en ocasiones aparece la vena reivindicativa, alternativa y/o libertaria, la apariencia de enfrentamiento y esas otras puestas en escena que tanto gusta a los que encabezan pancartas, dan conferencias o están día sí y día también en los medios de comunicación, los mismos medios, curiosamente, que tanto critican cuando no hablan ellos, ni de ellos.
Esa práctica es sindicalismo, y si la inmensa mayoría de los trabajadores la acepta o se deja engañar, demoniza lo que es sindicalismo, jamás lo que debería ser. En la hipótesis de que haya algún sindicato que practique lo que debería ser el sindicalismo, no es legítimo meterlo en el mismo saco, ni tiene la culpa de que se dé esa situación.
En el mundo de los Sindicatos es muy usual contar con unos estatutos democráticos, cuasi revolucionarios, con unos principios programáticos que suscribiríamos la mayoría de los trabajadores; es decir, proclaman lo que debería ser; otra cosa es en lo que se han convertido o los han convertido con el paso de los años, si es que algún día observaron esas normas estatutarias.
Si los que hacen hoy en día sindicalismo lo han prostituido hasta límites insospechados no tienen la culpa los que no aceptan esa práctica. En ese sentido, si los comités de empresa están totalmente al servicio del capital, por la acción de lo que es el sindicalismo, no por ello deben ser calificados, a modo de Leviatán, como fuente de todos los males de la clase trabajadora. También en este sentido, confundir lo que son los comités de empresa con lo que debieran ser, y, dentro de esta argumentación, compararlos con parlamentos, mandatos por delegación, etc., es incurrir en una falacia.
Puestos a discutir lo que signifique presentarse a las elecciones sindicales de cara a calificar una acción sindical, habrá que empezar a cuestionar no a esos comités "per se" sino a lo que les da soporte: ni más ni menos que a la Ley.
No es de recibo cuestionar las elecciones sindicales y a la vez legalizar secciones sindicales, sindicatos, federaciones o simplemente agrupaciones obreras del carácter que se quiera. O se acata la Ley y, en ese caso, se intenta cambiar por los medios que la misma contiene, por exiguos que sean, o se está al margen de la misma y, en este caso, se opta por usar los medios que lleven a su quiebra. En ambas opciones existen dos maneras de llevar a cabo ese cambio. El que reza: "el fin justifica los medios" y el otro y del que nos sentimos partidarios: "la ética del fin debe conducir los medios". Por poner un ejemplo, pensamos que clarificador, no se puede cuestionar las elecciones sindicales, como hace la C.N.T. para simultáneamente exigir, incluso judicialmente, que se les reconozca la condición de Delegados de Personal a los designados por el Sindicato para ello -asambleariamente, por supuesto- así como disfrutar de horas sindicales al amparo de la Ley Orgánica de Libertad Sindical. Precisamente al amparo de la misma Ley que consagra los comités de empresa: "Art. 2.d) El ejercicio de la actividad sindical en la empresa o fuera de ella, que comprenderá, en todo caso, el derecho a la negociación colectiva, al ejercicio del derecho de huelga, el planteamiento de conflictos individuales y colectivos y a la presentación de candidaturas para la elección de Comités de Empresa y Delegados de Personal, y de los correspondientes órganos de las Administraciones Públicas, en los términos previstos en las normas correspondientes". Esta "norma correspondiente" se refiere al Estatuto de los Trabajadores. Tampoco se puede cuestionar la Administración de Justicia de este país y simultáneamente acudir en su amparo ante el litigio de las siglas. En definitiva, no se pueden defender los derechos laborales de los trabajadores, tanto en sede sindical como judicial, con arreglo a las leyes laborales y criminalizar a los comités de empresa, que son las principales fuentes de donde emanan esas Leyes a través de la negociación colectiva.
Evidentemente, estamos en contra de los comités de empresa y, por ende, de las elecciones sindicales; en la misma medida que estamos en contra del transporte privado, de las grandes superficies, de las profesiones liberales o de tener carné de identidad. Pero mientras nos movamos en el mundo del ser tendremos que participar -excepto algunos casos- en comités de empresa, intentar ahorrar un poco comprando en grandes almacenes, coger un autobús de línea, contratar los servicios de un abogado o tener d.n.i. Pero si nos movemos en el mundo del deber ser, entonces somos los primeros en repudiar todo eso.
Si los comités de empresa o los delegados de personal son tan nefastos para los trabajadores, habrá que preguntarse ¿por qué no los fomentan alegremente los empresarios? ¿Por qué el intento de promover elecciones sindicales es causa de despido con tanta frecuencia? ¿Por qué es tan fácil hacer sindicalismo en RENFE y casi imposible en la pequeña y mediana empresa? Sin embargo, en la primera existe comité de empresa y en las segundas escasamente. Acaso ¿están defendidos en igual medida unos trabajadores que otros?
Federación Local de Alicante
Solidaridad Obrera
Enero de 2004
Es muy habitual confundir lo que es con lo que debe ser, constituyendo cuando esto ocurre una falacia. Abordar cualquier exposición sin la debida y consciente diferenciación entre uno y otro, un engaño.
Así, al hablar de sindicalismo, hemos de clarificar inmediatamente entre lo que a día de hoy -se ha convertido- es sindicalismo en contraposición a lo que debería ser sindicalismo. Teniendo clara esta diferenciación podemos debatir en clave de uno u otro, pero sin mezclarlos según nos vaya interesando para dar soporte a nuestro particular argumento.
Observando las anteriores reglas, desde nuestro particular punto de vista sindicalismo hoy es CC.OO., U.G.T., C.G.T., etc. Una actividad perfectamente urdida y delimitada, con unas organizaciones, desarrollos y fines absolutamente claros: la alienación de la clase trabajadora. Para ello, por supuesto, no muestran día a día y hora a hora sus verdaderos objetivos, si así fuera, dejarían de ser sindicatos para convertirse en partidos políticos, confesiones dogmáticas o asociaciones empresariales, entre otros. Deben cuidar sus formas, aunque cada vez lo hacen con menos disimulo ¡ciertamente!, para perpetrar el gran engaño. Así, en ocasiones aparece la vena reivindicativa, alternativa y/o libertaria, la apariencia de enfrentamiento y esas otras puestas en escena que tanto gusta a los que encabezan pancartas, dan conferencias o están día sí y día también en los medios de comunicación, los mismos medios, curiosamente, que tanto critican cuando no hablan ellos, ni de ellos.
Esa práctica es sindicalismo, y si la inmensa mayoría de los trabajadores la acepta o se deja engañar, demoniza lo que es sindicalismo, jamás lo que debería ser. En la hipótesis de que haya algún sindicato que practique lo que debería ser el sindicalismo, no es legítimo meterlo en el mismo saco, ni tiene la culpa de que se dé esa situación.
En el mundo de los Sindicatos es muy usual contar con unos estatutos democráticos, cuasi revolucionarios, con unos principios programáticos que suscribiríamos la mayoría de los trabajadores; es decir, proclaman lo que debería ser; otra cosa es en lo que se han convertido o los han convertido con el paso de los años, si es que algún día observaron esas normas estatutarias.
Si los que hacen hoy en día sindicalismo lo han prostituido hasta límites insospechados no tienen la culpa los que no aceptan esa práctica. En ese sentido, si los comités de empresa están totalmente al servicio del capital, por la acción de lo que es el sindicalismo, no por ello deben ser calificados, a modo de Leviatán, como fuente de todos los males de la clase trabajadora. También en este sentido, confundir lo que son los comités de empresa con lo que debieran ser, y, dentro de esta argumentación, compararlos con parlamentos, mandatos por delegación, etc., es incurrir en una falacia.
Puestos a discutir lo que signifique presentarse a las elecciones sindicales de cara a calificar una acción sindical, habrá que empezar a cuestionar no a esos comités "per se" sino a lo que les da soporte: ni más ni menos que a la Ley.
No es de recibo cuestionar las elecciones sindicales y a la vez legalizar secciones sindicales, sindicatos, federaciones o simplemente agrupaciones obreras del carácter que se quiera. O se acata la Ley y, en ese caso, se intenta cambiar por los medios que la misma contiene, por exiguos que sean, o se está al margen de la misma y, en este caso, se opta por usar los medios que lleven a su quiebra. En ambas opciones existen dos maneras de llevar a cabo ese cambio. El que reza: "el fin justifica los medios" y el otro y del que nos sentimos partidarios: "la ética del fin debe conducir los medios". Por poner un ejemplo, pensamos que clarificador, no se puede cuestionar las elecciones sindicales, como hace la C.N.T. para simultáneamente exigir, incluso judicialmente, que se les reconozca la condición de Delegados de Personal a los designados por el Sindicato para ello -asambleariamente, por supuesto- así como disfrutar de horas sindicales al amparo de la Ley Orgánica de Libertad Sindical. Precisamente al amparo de la misma Ley que consagra los comités de empresa: "Art. 2.d) El ejercicio de la actividad sindical en la empresa o fuera de ella, que comprenderá, en todo caso, el derecho a la negociación colectiva, al ejercicio del derecho de huelga, el planteamiento de conflictos individuales y colectivos y a la presentación de candidaturas para la elección de Comités de Empresa y Delegados de Personal, y de los correspondientes órganos de las Administraciones Públicas, en los términos previstos en las normas correspondientes". Esta "norma correspondiente" se refiere al Estatuto de los Trabajadores. Tampoco se puede cuestionar la Administración de Justicia de este país y simultáneamente acudir en su amparo ante el litigio de las siglas. En definitiva, no se pueden defender los derechos laborales de los trabajadores, tanto en sede sindical como judicial, con arreglo a las leyes laborales y criminalizar a los comités de empresa, que son las principales fuentes de donde emanan esas Leyes a través de la negociación colectiva.
Evidentemente, estamos en contra de los comités de empresa y, por ende, de las elecciones sindicales; en la misma medida que estamos en contra del transporte privado, de las grandes superficies, de las profesiones liberales o de tener carné de identidad. Pero mientras nos movamos en el mundo del ser tendremos que participar -excepto algunos casos- en comités de empresa, intentar ahorrar un poco comprando en grandes almacenes, coger un autobús de línea, contratar los servicios de un abogado o tener d.n.i. Pero si nos movemos en el mundo del deber ser, entonces somos los primeros en repudiar todo eso.
Si los comités de empresa o los delegados de personal son tan nefastos para los trabajadores, habrá que preguntarse ¿por qué no los fomentan alegremente los empresarios? ¿Por qué el intento de promover elecciones sindicales es causa de despido con tanta frecuencia? ¿Por qué es tan fácil hacer sindicalismo en RENFE y casi imposible en la pequeña y mediana empresa? Sin embargo, en la primera existe comité de empresa y en las segundas escasamente. Acaso ¿están defendidos en igual medida unos trabajadores que otros?
Federación Local de Alicante
Solidaridad Obrera
Enero de 2004
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Invitado
Este ultimo texto lo colgais en todos lados, pero es que no rebatis el principal problem de las eleciones sindicales que es la DELEGACIÖN, la pasividad de meter un papelito en una urna y dejar de decidir por ti misma durante los próximos años, os limitais a decir que la CNT no se presenta pero que pide horas! y eso que? Con todas mis respetos, no me creere nunca que algo es anarquista o anarcosindicalista cuando leo un "vota me a mi, yo soy el mejor para decidir por ti", siguiendo con vuestra lógica, podríais montar un "partido anarquista" y presentaros a las eleciones!! y participar del circo político como lo haceis del circo sindical, si aún usando la siempre reaccionaria lógica de resultados... que resultados os ha dado hacer lo que para mi es una aberración como presentaros a las eleciones? NADA, solo mantener vuestra presencia en el metro, la CNT en cambio, sin rebajarse a tales incoherencias esta teniendo una presencia en aumento constante despues de la crisis de los 90´s. El texto este de SO es uns JUSTIFICACIÓN a lo que sería una actitud intolerable para una anarquista.
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Piti
Hola sr Manu García!
Te sorprenderías de lo que se de la CNT y de la CGT, pero no voy a entrar al tema ya que mi mensaje solo era de apoyo a la Solidaridad Obrera y muchos de sus planteamientos, que no todos eh?. Ya he dicho que yo no soy anarcosindicalista y soy reacio al anarcosindicalismo, y que hizo una buena labor con los movimientos sociales y con Lucha Autónoma.
Si dije que era consecuente es porque se acerco a los barrios y a las personas más alla del mundo laboral, como pienso que debería hacer el anarcosindicato. Además se bastante más cosas aparte de la lectura!!Si te enfadas porque prefiero sopa a cenar carne, pues tu mismo!
El debate de que tipo de anarcosindicalismo hay que construir lo dejo pa vosotros, los anarcosindicalistas. Animo y haber si hay buenas ideas y prácticas. Un saludo desde Bizkaia!
Te sorprenderías de lo que se de la CNT y de la CGT, pero no voy a entrar al tema ya que mi mensaje solo era de apoyo a la Solidaridad Obrera y muchos de sus planteamientos, que no todos eh?. Ya he dicho que yo no soy anarcosindicalista y soy reacio al anarcosindicalismo, y que hizo una buena labor con los movimientos sociales y con Lucha Autónoma.
Si dije que era consecuente es porque se acerco a los barrios y a las personas más alla del mundo laboral, como pienso que debería hacer el anarcosindicato. Además se bastante más cosas aparte de la lectura!!Si te enfadas porque prefiero sopa a cenar carne, pues tu mismo!
El debate de que tipo de anarcosindicalismo hay que construir lo dejo pa vosotros, los anarcosindicalistas. Animo y haber si hay buenas ideas y prácticas. Un saludo desde Bizkaia!
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Luis Nuevo
Invitado no te sulfures1
No había visto este texto en alasbarricadas.
Lo colgué de forma "anónima" precisamente para que cada cual pudiera juzgar imparcialmente, no quise escribir: "mirad que argumentos más tristes tiene SO para acudir a las elecciones sindicales". Porque vamos, no me convencen para nada.
Quizá al ser una confederación de 500 personas puedan "controlar" la cuestión y ser majetes, pero en cuanto crezcan un poco, si siguen utilizando las elecciones sindicales el asunto se les va a ir de las manos igual que se le ha ido a cgt.
Las elecciones sindicales son una trampa para hacer los comités de los sindicatos ejecutivos y que la sección pierda fuerza. Luego comprar, chantajear o embaucar a 12 personas no es difícil.
Con lo de "Lucha Autónoma", sí, fue curioso que ellos que eran anti-sindicatos en un principio luego se arrimaran con SO. Creo que fue más bien cuestiones personales que otra cosa. De todas formas gran parte de la gente que estuvo en "Lucha Autónoma" y que ahora está involucrada en el sindicalismo ahora está en cnt-madrid.
Lo de acercarse a las personas más allá del mundo laboral..., ¡pero si lo que nos pasaba en cnt es que apenas teníamos incidencia en el mundo del trabajo!. Conozco sindicatos que durante años se pasaron sin un solo conflicto laboral y únicamente se dedicaban a labores sociales (antimilitarismo, okupación, jornadas, propaganda....). Ahora la cosa ha cambiado y es raro el sindicato que APARTE de su labor social no se le plantee de vez en cuando un conflicto laboral (esa es la mejor propaganda).
No había visto este texto en alasbarricadas.
Lo colgué de forma "anónima" precisamente para que cada cual pudiera juzgar imparcialmente, no quise escribir: "mirad que argumentos más tristes tiene SO para acudir a las elecciones sindicales". Porque vamos, no me convencen para nada.
Quizá al ser una confederación de 500 personas puedan "controlar" la cuestión y ser majetes, pero en cuanto crezcan un poco, si siguen utilizando las elecciones sindicales el asunto se les va a ir de las manos igual que se le ha ido a cgt.
Las elecciones sindicales son una trampa para hacer los comités de los sindicatos ejecutivos y que la sección pierda fuerza. Luego comprar, chantajear o embaucar a 12 personas no es difícil.
Con lo de "Lucha Autónoma", sí, fue curioso que ellos que eran anti-sindicatos en un principio luego se arrimaran con SO. Creo que fue más bien cuestiones personales que otra cosa. De todas formas gran parte de la gente que estuvo en "Lucha Autónoma" y que ahora está involucrada en el sindicalismo ahora está en cnt-madrid.
Lo de acercarse a las personas más allá del mundo laboral..., ¡pero si lo que nos pasaba en cnt es que apenas teníamos incidencia en el mundo del trabajo!. Conozco sindicatos que durante años se pasaron sin un solo conflicto laboral y únicamente se dedicaban a labores sociales (antimilitarismo, okupación, jornadas, propaganda....). Ahora la cosa ha cambiado y es raro el sindicato que APARTE de su labor social no se le plantee de vez en cuando un conflicto laboral (esa es la mejor propaganda).
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defcondos
trasunto
Efectivamente los argumentos expuetos en el escrito más arriba colgado son tristes, tanto como la vida misma. No son, por otra parte, los argumentos que utiliza la Soli para presentarse a las elecciones, éstos están perfectamente explicitados y explicados en sus estatutos.
Yo, que también estoy cansado de ver por ahí ese escrito, sin embargo, todavía no he visto una contestación al mismo, sí he visto su descalificación con los argumentos de quien no los tiene, es decir, vilipendiando a la organización en sí, demonizando a la institución -por las elecciones sindicales- pero sin contestar.
Parecería que las Secciones Sindicales hayan nacido de la acracia, de la revolución social, mientras que los Comités de Empresa hubieran surgido del caldero de un aquelarre de la Tripartita. Pero la realidad supera el deseo, al menos en este concreto caso, tantos unas como otros surgen de la Ley, permitiendo ambas formas de llevar a cabo actividad sindical, la unitaria o representada por los Comités de Empresa y Delegados de peronal y la sindical, a través de las Secciones Sindicales y Sindicatos. No haría falta mucha argumentación para demostrar que el estado español tutela en mayor medida la actividad sindical que la unitaria.
Otra cosa muy distinta, es que determinado Sindicato no tenga posibilidad de acceder a la actividad sindical, no porque nadie se lo impida, sino sencillamente porque los trabajadores no lo consideran así, y este Sindicato como excusa inente echar la culpa a los Comités de Empresa.
Antes que las Secciones Sindicales están los trabajadores, y tienen la necesidad de defenderse legítimamente, para lo cual utilizan los medios que creen convenientes, que no tiene por qué ser la Sección Sindical, ni el Sindicato, ni mucho menos un determinado y único Sindicato.
La base del asociacionismo obrero reivindicativo no es el Sindicato, sino la estructura horizontal, que es algo sustancialmente distinto. Mientras funcione la asamblea -paradigma de aquel- no hace falta ninguna estructua más. No deja de ser el Sindicato -cualquiera de ellos- un intento de control de esa asamblea.
No sería justo poner aquí ejemplos de movimientos asamblearios que han acabado en sindicatos, los momentos gloriosos siempre han surgido de los primeros, de los segundos la frustración y la nada.
Sigue también incontestado el que la mayor fuente de derechos de los trabajadores, los convenios y pactos colectivos, surgen de Comités, una vez directamente, cuando negocian el convenio o pacto, o, incluso, su aplicación, y otras indirectamente, cuando se negocia sindicalmente pero atendiendo a la representatividad que se haya obtenido en las elecciones sindicales. Y que CNT negando la mayor, la fuente de esos derechos, acepte la menor, la defensa de los trabajadores a través de la exigencia de esos convenios y pactos, incluso acudiendo constantemente a una institución tan "obrera" y "solidaria" como es la judicial.
Incluso la actividad anarcosindicalista por antonomasia: "la acción directa" es usada por los denostados Comités de Empresa cuando se cree conveniente. Hoy en día estamos asistiendo a una palpable demostración de ello, con el conflicto de Izar, y no parece que sean los 12 del Comité los que la lleven a cabo, otra cosa es que tal acción termine en una mesa de caoba plasmada en un papel que se llevará el viento -Sintel verbigracia- firmada por el Comité, pero eso no será culpa de éste, sino de una asamblea que por las razones que sean deja de serlo.
Yo, que también estoy cansado de ver por ahí ese escrito, sin embargo, todavía no he visto una contestación al mismo, sí he visto su descalificación con los argumentos de quien no los tiene, es decir, vilipendiando a la organización en sí, demonizando a la institución -por las elecciones sindicales- pero sin contestar.
Parecería que las Secciones Sindicales hayan nacido de la acracia, de la revolución social, mientras que los Comités de Empresa hubieran surgido del caldero de un aquelarre de la Tripartita. Pero la realidad supera el deseo, al menos en este concreto caso, tantos unas como otros surgen de la Ley, permitiendo ambas formas de llevar a cabo actividad sindical, la unitaria o representada por los Comités de Empresa y Delegados de peronal y la sindical, a través de las Secciones Sindicales y Sindicatos. No haría falta mucha argumentación para demostrar que el estado español tutela en mayor medida la actividad sindical que la unitaria.
Otra cosa muy distinta, es que determinado Sindicato no tenga posibilidad de acceder a la actividad sindical, no porque nadie se lo impida, sino sencillamente porque los trabajadores no lo consideran así, y este Sindicato como excusa inente echar la culpa a los Comités de Empresa.
Antes que las Secciones Sindicales están los trabajadores, y tienen la necesidad de defenderse legítimamente, para lo cual utilizan los medios que creen convenientes, que no tiene por qué ser la Sección Sindical, ni el Sindicato, ni mucho menos un determinado y único Sindicato.
La base del asociacionismo obrero reivindicativo no es el Sindicato, sino la estructura horizontal, que es algo sustancialmente distinto. Mientras funcione la asamblea -paradigma de aquel- no hace falta ninguna estructua más. No deja de ser el Sindicato -cualquiera de ellos- un intento de control de esa asamblea.
No sería justo poner aquí ejemplos de movimientos asamblearios que han acabado en sindicatos, los momentos gloriosos siempre han surgido de los primeros, de los segundos la frustración y la nada.
Sigue también incontestado el que la mayor fuente de derechos de los trabajadores, los convenios y pactos colectivos, surgen de Comités, una vez directamente, cuando negocian el convenio o pacto, o, incluso, su aplicación, y otras indirectamente, cuando se negocia sindicalmente pero atendiendo a la representatividad que se haya obtenido en las elecciones sindicales. Y que CNT negando la mayor, la fuente de esos derechos, acepte la menor, la defensa de los trabajadores a través de la exigencia de esos convenios y pactos, incluso acudiendo constantemente a una institución tan "obrera" y "solidaria" como es la judicial.
Incluso la actividad anarcosindicalista por antonomasia: "la acción directa" es usada por los denostados Comités de Empresa cuando se cree conveniente. Hoy en día estamos asistiendo a una palpable demostración de ello, con el conflicto de Izar, y no parece que sean los 12 del Comité los que la lleven a cabo, otra cosa es que tal acción termine en una mesa de caoba plasmada en un papel que se llevará el viento -Sintel verbigracia- firmada por el Comité, pero eso no será culpa de éste, sino de una asamblea que por las razones que sean deja de serlo.
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defcontres
También se viene confundiendo con asiduidad, a la vez que con inconsciencia -supongo-, el que las elecciones sindicales son equivalentes a las elecciones políticas. Nada más lejos de la realidad. El ser humano tiene necesidad de trabajar para sobrevivir, de hacer política, sin embargo, no depende su subsistencia, a priori.
El trabajo así se hace condición necesaria, con independencia de la propiedad de los medios, que ese es otro asunto, y por tanto esa es la base sobre la que habrá de girar la organización social. Sin duda, el modelo ideal para ello es la asamblea, la decisión horizontal del colectivo, que, para darle condición de permanencia, puede desembocar en el sindicato. Ahora bien, si las opiniones acerca de la organización social no son homogéneas, no es posible converger en una amplia mayoría de modelo a aplicar, habrá de dirimir el asunto de alguna manera. Y si las decisiones son verdaderamente libres, en sus dos vertientes, libre a la hora de formarse una opinión personal y libre a la hora de expresar la misma, no existe modelo más igualitario que el democrático, es decir, la sumisión de la minoría a la mayoría. Siempre y cuando estén salvados unos mínimos irrenunciables, por supuesto, que hoy podrían estar representados por los derechos humanos surgidos de la revolución francesa, y que deberían acordarse en primer lugar.
Es en este contexto en el que se puede aceptar el sistema democrático, el sistema menos malo que conocemos, pero que es necesario cuando existe libertad de elección. Nada tiene que ver ésto con la delegación del voto, el mandato o la encomienda de funciones. La asamblea vota la decisión que le parece más adecuada y a partir de ahí, debe existir alguien o algo que se encargue de poner en práctica esa voluntad mayoritaria, llámese delegado de personal o comité de empresa o como se quiera. De la no confusión entre los dos órganos, el decisorio, que siempre debe descansar en la asamblea, y el ejecutorio o encargado de que esa voluntad se lleva a cabo, mero caho de carne con ojos, depende el que la organización social siga libre.
Nada tiene esto que ver con las elecciones políticas, en que lo que está en juego no es la adopción de un modelo organizativo social, sino de la propiedad de los medios de producción, que, en cualquiera de los casos, van a determinar la fractura social entre trabajadores y no trabajadores, ahora bien, los primeros tendrán que trabajar también para permitir que los segundos subsistan, pues, sigue siendo condición necesaria al ser humano el que para subsistir haya que efectuarse un trabajo.
El trabajo así se hace condición necesaria, con independencia de la propiedad de los medios, que ese es otro asunto, y por tanto esa es la base sobre la que habrá de girar la organización social. Sin duda, el modelo ideal para ello es la asamblea, la decisión horizontal del colectivo, que, para darle condición de permanencia, puede desembocar en el sindicato. Ahora bien, si las opiniones acerca de la organización social no son homogéneas, no es posible converger en una amplia mayoría de modelo a aplicar, habrá de dirimir el asunto de alguna manera. Y si las decisiones son verdaderamente libres, en sus dos vertientes, libre a la hora de formarse una opinión personal y libre a la hora de expresar la misma, no existe modelo más igualitario que el democrático, es decir, la sumisión de la minoría a la mayoría. Siempre y cuando estén salvados unos mínimos irrenunciables, por supuesto, que hoy podrían estar representados por los derechos humanos surgidos de la revolución francesa, y que deberían acordarse en primer lugar.
Es en este contexto en el que se puede aceptar el sistema democrático, el sistema menos malo que conocemos, pero que es necesario cuando existe libertad de elección. Nada tiene que ver ésto con la delegación del voto, el mandato o la encomienda de funciones. La asamblea vota la decisión que le parece más adecuada y a partir de ahí, debe existir alguien o algo que se encargue de poner en práctica esa voluntad mayoritaria, llámese delegado de personal o comité de empresa o como se quiera. De la no confusión entre los dos órganos, el decisorio, que siempre debe descansar en la asamblea, y el ejecutorio o encargado de que esa voluntad se lleva a cabo, mero caho de carne con ojos, depende el que la organización social siga libre.
Nada tiene esto que ver con las elecciones políticas, en que lo que está en juego no es la adopción de un modelo organizativo social, sino de la propiedad de los medios de producción, que, en cualquiera de los casos, van a determinar la fractura social entre trabajadores y no trabajadores, ahora bien, los primeros tendrán que trabajar también para permitir que los segundos subsistan, pues, sigue siendo condición necesaria al ser humano el que para subsistir haya que efectuarse un trabajo.
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Luis Nuevo
Defcontres, voy a ir comentando cosillas....
Un sindicato puede ser asambleario y por tanto pertenecer a un movimiento asambleario. Si te refieres a "asamblea de fábrica", perfecto, cuando éstas se produzcan que desaparezcan los sindicatos.
Es cierto que es una incoherencia presentarse a juicio como sindicato, y a mi juicio ninguno de cnt lo debería hacer. De todas formas a ningún afiliado se le puede negar que lo haga de forma personal. Se ha perdido un poco aquello de que "la acción judicial queda en manos del trabajador" que se tenía más claro antes.
La "acción directa" no es solo cortar carreteras, es negociar sin mediadores, y si los que negocian no salen de la asamblea en la que el conjunto de trabajadores ha discutido la cuestión, no informan a la asamblea, no se discute de nuevo en la asamblea según marcha la negociación, no son cargos revocables.... Pues sí, acción directa, pero de aquella manera.
Teniendo en cuenta que el artículo 11 de la Carta de los Derechos del Hombre de Francia era el derecho a la propiedad (incluída la de los medios de producción) no creo que la mayoría de los otros derechos pudieran llevarse a la práctica.
Desgraciadamente lo que tu entiendes por "sistema democrático" no es lo que entiende la mayoría de las personas en nuestra sociedad, que sí se declaran demócratas, y repito, las elecciones sindicales no creo que entren en tu concepción de "sistema democrático".
Reconozco no haberlos leido. Desde aquí me comprometo a hacerlo.os argumentos que utiliza la Soli para presentarse a las elecciones, éstos están perfectamente explicitados y explicados en sus estatutos.
El artículo viene a decir que las elecciones sindicales son un "mal menor" que hay que aceptar para hacer algo, y hay gente que creemos que las elecciones sindicales crean de forma obligatoria comités ejecutivos separándolos del resto de trabajadores y separando a estos de la toma de decisiones lo que a la larga es mortal para la lucha obrera. Argumentos repetidos hasta la saciedad.Todavía no he visto una contestación al mismo, sí he visto su descalificación con los argumentos de quien no los t
No creo haber vilipendiado a S.O. Simplemente digo que puede mantener su honestidad presentándose a las elecciones sindicales debido a su pequeña implantación. Si en lugar de 500 fueran 50.000 creo sinceramente que les pasaría lo mismo que a CGT.es decir, vilipendiando a la organización en sí, demonizando a la institución -por las elecciones sindicales- pero sin contestar
No, simplemente las secciones sindicales pueden ser asamblearias y tener representantes con acuerdos puntuales para las organizaciones y los Comités de Empresa son ejecutivos por definición.Parecería que las Secciones Sindicales hayan nacido de la acracia, de la revolución social, mientras que los Comités de Empresa
Pues mira, eso si que sería novedoso para mí. Así que no te cortes y desarrolla tu idea. Me duele usar este tipo de argumentos pero de paso explícame porqué el Tío Paco fomentó la "unitario" (sindicato vertical) en lugar de la sindical -y fomentar en este caso es un eufemismo.No haría falta mucha argumentación para demostrar que el estado español tutela en mayor medida la actividad sindical que la unitaria
Por supuesto que los Comités de Empresa no son los únicos culpables de la desmovilización de los trabajadores, pero es curioso que "determinado sindicato" lo pronosticara ya cuando parecía que a través de los comités de empresa los trabajadores iban a comerse el mundo.determinado Sindicato no tenga posibilidad de acceder a la actividad sindical, no porque nadie se lo impida, sino sencillamente porque los trabajadores no lo consideran así, y este Sindicato como excusa inente echar la culpa a los Comités de Empresa
¿Alguien dice lo contrario?Antes que las Secciones Sindicales están los trabajadores, y tienen la necesidad de defenderse legítimamente, para lo cual utilizan los medios que creen convenientes, que no tiene por qué ser la Sección Sindical, ni el Sindicato, ni mucho menos un determinado y único Sindicato.
Perfecto, ¿Y cuando no funciona la asamblea de todos los trabajadores de una fábrica qué hacemos? ¿Hacemos una asamblea con los trabajadores que estén dispuestos a luchar de cierta forma (sección sindical de un sindicato) o convocamos unas elecciones para elegir representates y los que pudieran estar vinculados a la lucha la puedan abandonar?.La base del asociacionismo obrero reivindicativo no es el Sindicato, sino la estructura horizontal, que es algo sustancialmente distinto. Mientras funcione la asamblea -paradigma de aquel- no hace falta ninguna estructua más
¿De los sindicatos? ¿No me estabas defendiendo a un sindicato?.No sería justo poner aquí ejemplos de movimientos asamblearios que han acabado en sindicatos, los momentos gloriosos siempre han surgido de los primeros, de los segundos la frustración y la nada.
Un sindicato puede ser asambleario y por tanto pertenecer a un movimiento asambleario. Si te refieres a "asamblea de fábrica", perfecto, cuando éstas se produzcan que desaparezcan los sindicatos.
Craso error... los que firman hoy por hoy esos convenios o pactos colectivos son los comités, pero si los trabajadores no se implican lo firmado es papel mojado, y está a la orden del día que en la mayoría de los centros de trabajo no se cumple ni de lejos lo que los de los comités firman.Sigue también incontestado el que la mayor fuente de derechos de los trabajadores, los convenios y pactos colectivos, surgen de Comités
Ah!, ¡así que hablábamos de cnt!. Pues sí, en muchos casos los trabajadores afiliados a cnt hacemos lo que no hacen los afiliados a esos sindicatos que han firmado, exigir el cumplimiento de a lo que supuestamente se ha comprometido la empresa.Y que CNT negando la mayor, la fuente de esos derechos, acepte la menor, la defensa de los trabajadores a través de la exigencia de esos convenios y pactos, incluso acudiendo constantemente a una institución tan "obrera" y "solidaria" como es la judicial.
Es cierto que es una incoherencia presentarse a juicio como sindicato, y a mi juicio ninguno de cnt lo debería hacer. De todas formas a ningún afiliado se le puede negar que lo haga de forma personal. Se ha perdido un poco aquello de que "la acción judicial queda en manos del trabajador" que se tenía más claro antes.
El problema de la Acción Directa no es utilizarla "de vez en cuando", es ¡utilizarla como único método de lucha!.Incluso la actividad anarcosindicalista por antonomasia: "la acción directa" es usada por los denostados Comités de Empresa cuando se cree conveniente
Desgraciadamente eso pasa cuando los "curritos de a pie" se dedican a partirse la cara y los "representantes legítimos" se dedican a negociar sin consultar y vendiendo la moto.Hoy en día estamos asistiendo a una palpable demostración de ello, con el conflicto de Izar, y no parece que sean los 12 del Comité los que la lleven a cabo, otra cosa es que tal acción termine en una mesa de caoba plasmada en un papel que se llevará el viento -Sintel verbigracia- firmada por el Comité, pero eso no será culpa de éste, sino de una asamblea que por las razones que sean deja de serlo.
La "acción directa" no es solo cortar carreteras, es negociar sin mediadores, y si los que negocian no salen de la asamblea en la que el conjunto de trabajadores ha discutido la cuestión, no informan a la asamblea, no se discute de nuevo en la asamblea según marcha la negociación, no son cargos revocables.... Pues sí, acción directa, pero de aquella manera.
En la teoría podríamos estar de acuerdo (quizá con un diferente lenguaje pero la misma idea en el fondo), pero disculpa, ¡los comités de empresa son órganos decisorios!. No han sido elegidos para llevar a cabo un acuerdo sino para suplantar en su toma a los trabajadores.La asamblea vota la decisión que le parece más adecuada y a partir de ahí, debe existir alguien o algo que se encargue de poner en práctica esa voluntad mayoritaria, llámese delegado de personal o comité de empresa o como se quiera. De la no confusión entre los dos órganos, el decisorio, que siempre debe descansar en la asamblea, y el ejecutorio o encargado de que esa voluntad se lleva a cabo, mero caho de carne con ojos, depende el que la organización social siga libre
¿Uno en el que la minoría pudiera hacer lo que le de la gana si no va en contra de los intereses de la mayoría?. Supongo que hablas de cuando hay conflicto de intereses y no se encuentra una solución satisfactoria para todos....no existe modelo más igualitario que el democrático, es decir, la sumisión de la minoría a la mayoría.
Mis mínimos irrenunciables no están salvados ni de lejos. ¿Eso de la carta de los derechos humanos es como en la Constitución "derecho a una vivienda, a un trabajo digno..."?.Siempre y cuando estén salvados unos mínimos irrenunciables, por supuesto, que hoy podrían estar representados por los derechos humanos surgidos de la revolución francesa, y que deberían acordarse en primer lugar.
Teniendo en cuenta que el artículo 11 de la Carta de los Derechos del Hombre de Francia era el derecho a la propiedad (incluída la de los medios de producción) no creo que la mayoría de los otros derechos pudieran llevarse a la práctica.
Desgraciadamente lo que tu entiendes por "sistema democrático" no es lo que entiende la mayoría de las personas en nuestra sociedad, que sí se declaran demócratas, y repito, las elecciones sindicales no creo que entren en tu concepción de "sistema democrático".
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Invitado
Dice el artículo 63 del Estatuto de los Trabajadores: "El comité de empresa es el órgano representativo y colegido del conjunto de los trabajadores en la empresa o centro de trabajo para la defensa de sus intereses..." Creo que queda palmariamente claro: "...órgano representativo..."
Si entendemos que esa representatividad es decisoria, se acaba con la democracia, con la asamblea y con la justicia social. Es muy fácil para las empresas comprar a un grupito reducido de trabajadores, colmarles de prebendas personales, para imponer su criterio explotador con respecto al resto.
Si entendemos que esa representatividad es temporal, ejecutiva y revocable, entonces, no existe problema, mientras ese comité no tenga poder de decisión sino mero poder de traslación todo irá bien, mientras el miembro del comité se deba a la asamblea -si se quiere del sindicato al que pertenece- será ésta la que decida y aquel el que se encargue de trasladar esa decisión. Si, encima, su condición de pertenencia a ese comité es revocable en todo momento por esa asamblea, miel sobre hojuelas. Y si, por cualquier tipo de acuerdo, su condición de miembro del comité es temporal estricta, es decir, aunque sea el tipo mejor del mundo que sabe el que más del mundo y que nunca se aparta ni un milímetro de la decisión de la asamblea, a un tiempo determinado debe dejar de ser miembro de la asamblea, entonces, querido compañero, llega el climax.
El artículo 10 de la Ley Orgánica de Libertad Sindical, dice por su parte que, "...las secciones sindicales...estarán representadas, a todos los efectos, por delegados sindicales elegidos por y entre sus afiliados en la empresa o en el centro de trabajo." Vemos que la expresión utilizada por la Ley es idéntica: "...estarán representadas..." No veo por qué hemos nosotros de diferenciar si la Ley no lo hace. Esa misma Ley a estos delegados sindicales les confiere las mismas prerrogativas que a los miembros del comité de empresa y aun algunas más añadidas, como es el ser oídos por la empresa previamente a la adopción de medidas de carácter colectivo que afecten a los trabajadores en general y a los afiliados a su sindicato en particular y especialmente a los despidos y sanciones de estos útlimos.
Habríamos de reproducir aquí para estos órganos: "delegados sindicales" exactamente las mismas argumentaciones que las expuestas para los miembos del comité. ¿O es que acaso el miembro del sindicato, y, a la vez, del comité, es más susceptible de venderse que el miembro de ese mismo sindicato y, a la vez, delegado sindical?
El que la opinión del comité sea colegiada no significa que todos los miembros comulquen con ella, que, aun, cuentan con la oportunidad de trasladar la opinión de la asamblea de su sección sindical a ese órgano colegiado, circunstancia que se cierra de plano si no se tiene presencia en aquel.
No tengo la menor duda de que si S.O. crece se va a convertir en lo mismo que CGT. Pero es que tampoco la tengo respecto de que a CNT le pasaría igual. Precisamente por eso sigue manteniendo la primera su identidad y, precisamente por eso, me atrevo a decir, que no crece. Tampoco habría mayor problema, hoy por hoy la afiliación no es obligatoria.
Secciones sindicales y comités pueden desempeñar idéntico papel, para lo bueno y para lo malo, todo depende de la masa obrera, y si ésta no sabe, no quiere o no puede, no tienen la culpa ni unos ni otros, símplemente son fiel reflejo de aquella.
Que el asunto de la representación unitaria, o por comités y delegados de personal, fue un invento para trincar no hay duda, al menos para mí. Pero no para trincar esos comités, sino los sindicatos de siempre, que necesitaban una excusa -con la transición- para impetrarse en el puto poder y de paso tener a la masa obrera controlada. De esa representación provienen los ingentes fondos que recalan en los sindicalistas, que no sindicalismo, a cuenta de votos, delegados, representantes y emporios de toda clase y condición. Hoy en día se adicionan otras fuentes, como los cursos de formación o los cánones por negociaciones, pero siempre al pairo de esa representatividad, que, de no haberla, seguiría el desembolso. No es condición necesaria el que exista un comité para que se dé corrupción, sí lo es el que se tolere. Y no todos los participantes en comítés lo son también en la corrupción, para nada.
El sindicato vertical nada tiene que ver con los comités de empresa descritos en la Ley. Otra cosa es que de aquél se nutrieran en gran medida éstos, pero eso no es porque exista similitud, eso es porque en este país se transicionó, término muy parecido a traicionó ¿no?
Por supuesto que lo deseable es la asamblea de fábrica, y que la condición de obrero es de todo aquel que tiene que depender de un trabajo por cuenta ajena, desde el piloto aéreo hasta el recolector debajo del plástico. Sin embargo los primeros sí son asamblearios y los segundos no.
La acción judicial es legítima, debe ser un recurso más a disposición de los trabajadores, lo malo es cuando se convierte en la principal acción, entonces no hace falta ni asamblea ni sindicato, entonces emerge con toda su crudeza el egoismo. Al poder le importa poco que ganes sentencias, sobre todo si son individuales, tarde o temprano de poco sirven. Cuando entra en juego la acción judicial es porque falla -o falta- la acción sindical.
Por supuesto que la acción directa no es sólo cortar carreteras. Ni la acción sindical exigir el cumplimiento de normas que otros hacen. Como bien dices debería ser la consecución del bien común por medio de los propios trabajadores, sin intermediarios... ¿Qué tiene eso que ver con los comités de empresa?...¿con los delegados de personal?
En cuanto al modelo democrático al que me refiero, sólo conozco uno, que no es, ni mucho menos, el que hoy impera en España, sino el que "debería" imperar: estado democrático y social de derecho. Y me refiero a él en tanto en cuanto haya de efectuarse una elección. Punto. Ya me dirás qué sistema se practica en CNT para elegir, por ejemplo, en sus congresos. Y no me digas que primero se trata de llegar al consenso, en los comités también. Y no me digas que las elecciones -de cualquier tipo- siempre resultan mayoritariamente aprobadas, sólo con que uno de los electores no esté de acuerdo ya se cumple el rol de minoría-mayoría. Además, todos los consensos son, cuanto menos, sospechosos. También en este contexto es en el que saco a colación los principios fundamentales, los derechos humanos de la revolución francesa. Y no es que me parezca que haya de partir de ellos, sólo exponía a modo de ejemplo que, cuando eche a andar la asamblea para acordar un modelo organizativo social, en primer lugar habrá que acordar unos derechos, o conductas, o comportamientos, o usos sociales, o como quieras llamarles, básicos e intransigibles. Yo me daría con un canto en los dientes si los derechos humanos de la carta, que tú citas, se cumplieran, aunque entre ellos esté el de la propiedad privada, otro gallo cantaría. Por cierto, que uno de esos principios, para mí, no es el de repudiar las elecciones sindicales, pero sí el de la libertad de opinión y expresión que, junto con la libertad de información, son los pilares básicos de "mi" democracia, aunque he de decir que no es ese el sistema al que aspiro. Habrá que ir dilucidando si tales principios son factibles en sindicatos de hoy en día como S.O., C.G.T. o C.N.T.
Si entendemos que esa representatividad es decisoria, se acaba con la democracia, con la asamblea y con la justicia social. Es muy fácil para las empresas comprar a un grupito reducido de trabajadores, colmarles de prebendas personales, para imponer su criterio explotador con respecto al resto.
Si entendemos que esa representatividad es temporal, ejecutiva y revocable, entonces, no existe problema, mientras ese comité no tenga poder de decisión sino mero poder de traslación todo irá bien, mientras el miembro del comité se deba a la asamblea -si se quiere del sindicato al que pertenece- será ésta la que decida y aquel el que se encargue de trasladar esa decisión. Si, encima, su condición de pertenencia a ese comité es revocable en todo momento por esa asamblea, miel sobre hojuelas. Y si, por cualquier tipo de acuerdo, su condición de miembro del comité es temporal estricta, es decir, aunque sea el tipo mejor del mundo que sabe el que más del mundo y que nunca se aparta ni un milímetro de la decisión de la asamblea, a un tiempo determinado debe dejar de ser miembro de la asamblea, entonces, querido compañero, llega el climax.
El artículo 10 de la Ley Orgánica de Libertad Sindical, dice por su parte que, "...las secciones sindicales...estarán representadas, a todos los efectos, por delegados sindicales elegidos por y entre sus afiliados en la empresa o en el centro de trabajo." Vemos que la expresión utilizada por la Ley es idéntica: "...estarán representadas..." No veo por qué hemos nosotros de diferenciar si la Ley no lo hace. Esa misma Ley a estos delegados sindicales les confiere las mismas prerrogativas que a los miembros del comité de empresa y aun algunas más añadidas, como es el ser oídos por la empresa previamente a la adopción de medidas de carácter colectivo que afecten a los trabajadores en general y a los afiliados a su sindicato en particular y especialmente a los despidos y sanciones de estos útlimos.
Habríamos de reproducir aquí para estos órganos: "delegados sindicales" exactamente las mismas argumentaciones que las expuestas para los miembos del comité. ¿O es que acaso el miembro del sindicato, y, a la vez, del comité, es más susceptible de venderse que el miembro de ese mismo sindicato y, a la vez, delegado sindical?
El que la opinión del comité sea colegiada no significa que todos los miembros comulquen con ella, que, aun, cuentan con la oportunidad de trasladar la opinión de la asamblea de su sección sindical a ese órgano colegiado, circunstancia que se cierra de plano si no se tiene presencia en aquel.
No tengo la menor duda de que si S.O. crece se va a convertir en lo mismo que CGT. Pero es que tampoco la tengo respecto de que a CNT le pasaría igual. Precisamente por eso sigue manteniendo la primera su identidad y, precisamente por eso, me atrevo a decir, que no crece. Tampoco habría mayor problema, hoy por hoy la afiliación no es obligatoria.
Secciones sindicales y comités pueden desempeñar idéntico papel, para lo bueno y para lo malo, todo depende de la masa obrera, y si ésta no sabe, no quiere o no puede, no tienen la culpa ni unos ni otros, símplemente son fiel reflejo de aquella.
Que el asunto de la representación unitaria, o por comités y delegados de personal, fue un invento para trincar no hay duda, al menos para mí. Pero no para trincar esos comités, sino los sindicatos de siempre, que necesitaban una excusa -con la transición- para impetrarse en el puto poder y de paso tener a la masa obrera controlada. De esa representación provienen los ingentes fondos que recalan en los sindicalistas, que no sindicalismo, a cuenta de votos, delegados, representantes y emporios de toda clase y condición. Hoy en día se adicionan otras fuentes, como los cursos de formación o los cánones por negociaciones, pero siempre al pairo de esa representatividad, que, de no haberla, seguiría el desembolso. No es condición necesaria el que exista un comité para que se dé corrupción, sí lo es el que se tolere. Y no todos los participantes en comítés lo son también en la corrupción, para nada.
El sindicato vertical nada tiene que ver con los comités de empresa descritos en la Ley. Otra cosa es que de aquél se nutrieran en gran medida éstos, pero eso no es porque exista similitud, eso es porque en este país se transicionó, término muy parecido a traicionó ¿no?
Por supuesto que lo deseable es la asamblea de fábrica, y que la condición de obrero es de todo aquel que tiene que depender de un trabajo por cuenta ajena, desde el piloto aéreo hasta el recolector debajo del plástico. Sin embargo los primeros sí son asamblearios y los segundos no.
La acción judicial es legítima, debe ser un recurso más a disposición de los trabajadores, lo malo es cuando se convierte en la principal acción, entonces no hace falta ni asamblea ni sindicato, entonces emerge con toda su crudeza el egoismo. Al poder le importa poco que ganes sentencias, sobre todo si son individuales, tarde o temprano de poco sirven. Cuando entra en juego la acción judicial es porque falla -o falta- la acción sindical.
Por supuesto que la acción directa no es sólo cortar carreteras. Ni la acción sindical exigir el cumplimiento de normas que otros hacen. Como bien dices debería ser la consecución del bien común por medio de los propios trabajadores, sin intermediarios... ¿Qué tiene eso que ver con los comités de empresa?...¿con los delegados de personal?
En cuanto al modelo democrático al que me refiero, sólo conozco uno, que no es, ni mucho menos, el que hoy impera en España, sino el que "debería" imperar: estado democrático y social de derecho. Y me refiero a él en tanto en cuanto haya de efectuarse una elección. Punto. Ya me dirás qué sistema se practica en CNT para elegir, por ejemplo, en sus congresos. Y no me digas que primero se trata de llegar al consenso, en los comités también. Y no me digas que las elecciones -de cualquier tipo- siempre resultan mayoritariamente aprobadas, sólo con que uno de los electores no esté de acuerdo ya se cumple el rol de minoría-mayoría. Además, todos los consensos son, cuanto menos, sospechosos. También en este contexto es en el que saco a colación los principios fundamentales, los derechos humanos de la revolución francesa. Y no es que me parezca que haya de partir de ellos, sólo exponía a modo de ejemplo que, cuando eche a andar la asamblea para acordar un modelo organizativo social, en primer lugar habrá que acordar unos derechos, o conductas, o comportamientos, o usos sociales, o como quieras llamarles, básicos e intransigibles. Yo me daría con un canto en los dientes si los derechos humanos de la carta, que tú citas, se cumplieran, aunque entre ellos esté el de la propiedad privada, otro gallo cantaría. Por cierto, que uno de esos principios, para mí, no es el de repudiar las elecciones sindicales, pero sí el de la libertad de opinión y expresión que, junto con la libertad de información, son los pilares básicos de "mi" democracia, aunque he de decir que no es ese el sistema al que aspiro. Habrá que ir dilucidando si tales principios son factibles en sindicatos de hoy en día como S.O., C.G.T. o C.N.T.