¿¿Quien odia la tecnologia??
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Humfry
Respuesta
Contestando a El Ale :
1)"Realmente, no hay ninguna razon moral para que una maquina sea de una u otra persona" Si tu fabricas una cosa, es tuya. Es decir, tu cuerpo es propiedad tuya, y por tanto todo lo que produzcas con el tambien. O acaso no eres responsable de tus excrementos, por ejemplo ? Es decir en un principio es tuyo, luego puedes comerciar con el. Si me vienes diciendo lo de los asalariados, te dire que ellos firman un contrato por el qual indica que ofrecen horas de trabajo para fabricar un producto X que va a caer en propiedad del empresario.
2) Hace poco lei una noticia de que un hombre vendia terrenos en la luna por X dinero. Eso es estupido. Es decir no puedes ir a un terreno y decir: Esto es mio, sin mas. Has de aprovechar ese terreno. Monta un piso, una fabrica, un parque, haz lo que te de la gana, pero en principio se necesita de un proyecto para apropiarte de un terreno que no lo tenga nadie.
3) ¿Quien mide que un terreno "cueste" determinada cantidad de dinero?¿
La gente y el mercado. Todo son tratos. Es decir si una persona se pone de acuerdo con otra porque le venda un terreno por X dinero...que de malo tiene?
4)"¿Que asociacion logica hay entre "poseer" un terreno y haber pagado por el?" Te lo acabo de explicar, y en referencia a lo siguiente, ya ves como si tienen respuesta.
5) Imaginate que hay un tio en una isla, donde todo lo que necesita es ilimitado. No hay problema. Imaginemonos que ponen a otro tio en la isla. Puede haber problemas. Por ejemplo, el terreno que ocupan. Es decir si todo es de los 2, porque el tio Y no puede estar donde el tio X ? Imaginate si en uan isla con recursos ilimitados y con solo 2 personas ya pueden existir problemas imaginate en uan sociedad con 6000 millones de personas con los recursos limitados. La solucion a esto es la propiedad privada.
Respecto al texto:
6) EL ejemplo de la socializacion maderera me parece un claro caso de globalización. Es decir, yo veo bien que haya sindicatos, pero si verdaderamente les preocupaba a los pequeños burgueses su economía, que se hubiesen juntado ellos solos y hubiesen construido grandes almacenes dejando a los perversos almacenistas fuera del mapa. Igualmente, si he entendido correctamente el texto, esa socializacion fue forzada. Eso no me parece etico.
7) Con respecto al otro texto, ahora lo voy a leer
Un saludo liberal,
Humfry
1)"Realmente, no hay ninguna razon moral para que una maquina sea de una u otra persona" Si tu fabricas una cosa, es tuya. Es decir, tu cuerpo es propiedad tuya, y por tanto todo lo que produzcas con el tambien. O acaso no eres responsable de tus excrementos, por ejemplo ? Es decir en un principio es tuyo, luego puedes comerciar con el. Si me vienes diciendo lo de los asalariados, te dire que ellos firman un contrato por el qual indica que ofrecen horas de trabajo para fabricar un producto X que va a caer en propiedad del empresario.
2) Hace poco lei una noticia de que un hombre vendia terrenos en la luna por X dinero. Eso es estupido. Es decir no puedes ir a un terreno y decir: Esto es mio, sin mas. Has de aprovechar ese terreno. Monta un piso, una fabrica, un parque, haz lo que te de la gana, pero en principio se necesita de un proyecto para apropiarte de un terreno que no lo tenga nadie.
3) ¿Quien mide que un terreno "cueste" determinada cantidad de dinero?¿
La gente y el mercado. Todo son tratos. Es decir si una persona se pone de acuerdo con otra porque le venda un terreno por X dinero...que de malo tiene?
4)"¿Que asociacion logica hay entre "poseer" un terreno y haber pagado por el?" Te lo acabo de explicar, y en referencia a lo siguiente, ya ves como si tienen respuesta.
5) Imaginate que hay un tio en una isla, donde todo lo que necesita es ilimitado. No hay problema. Imaginemonos que ponen a otro tio en la isla. Puede haber problemas. Por ejemplo, el terreno que ocupan. Es decir si todo es de los 2, porque el tio Y no puede estar donde el tio X ? Imaginate si en uan isla con recursos ilimitados y con solo 2 personas ya pueden existir problemas imaginate en uan sociedad con 6000 millones de personas con los recursos limitados. La solucion a esto es la propiedad privada.
Respecto al texto:
6) EL ejemplo de la socializacion maderera me parece un claro caso de globalización. Es decir, yo veo bien que haya sindicatos, pero si verdaderamente les preocupaba a los pequeños burgueses su economía, que se hubiesen juntado ellos solos y hubiesen construido grandes almacenes dejando a los perversos almacenistas fuera del mapa. Igualmente, si he entendido correctamente el texto, esa socializacion fue forzada. Eso no me parece etico.
7) Con respecto al otro texto, ahora lo voy a leer
Un saludo liberal,
Humfry
1) "si tu fabricas una cosa, es tuya"
si vos pudieras fabricar algo sin materia prima (lo cual es fisicamente imposible, porque la cantidad de materia en el universo es constante, no se puede agregar mas) entonces sí seria tuya.
Ahora, esto no ocurre. Todo se hace con materia prima. Que hace que la materia prima sea tuya? Solo los seres vivos se construyen a si mismos (es decir, plantas,animales, no requieren materia prima, o mejor dicho sí, pero la buscan ellos mismos) y nada te da autoridad sobre otro ser vivo, y aunque la autoridad sea necesaria (hay veces que lo es, lamentablemente) eso no te da "propiedad" sobre el otro ser vivo. En conclusion, nada es tuyo, excepto, como dije antes, tu propio cuerpo.
Respecto al tema del contrato obrero-empresario, no es que al obrero le cause placer el contrato. Se ve obligado a el por necesidades economicas, y es mucho mas accesible ser obrero que productor autonomo (ya que para ser productor, como dije antes, se necesita materia prima, herramientas, y mas trabjadores, por lo tanto, capital para pagarles. Aparte de esto se necesita capacitacion, y el obrero no posee educacion la mayoria de las veces, nace en familias pobres, vive pobre y, lamentablemente, muere pobre)
3) Para vender hay que poseer. Si existeria la "posesion" de la materia, seria licito comerciar con ella. Pero no existe por lo que explique arriba.
5) Yo parto de la base de que nada es de nadie. Por lo tanto, el uso de los distintos recursos se debe dar por consenso (y dije uso, no propiedad), de manera Asamblearia. De eso se trata el Comunismo Libertario que defendemos.
Ahora, supongo que van a empezar a insultarme por el "a veces la autoridad es necesaria"... no me refiero a la Autoridad como la ven los catolicos, los burgueses y la sociedad esclavizada. Me refiero simplemente a una persona que coordine las acciones de los otros (esto implica una disminucion de la libertad individual, aunque no querramos verlo). En este sentido opino lo mismo que Marx en una de sus criticas al anarquismo, sobre todo en la organizacion economica (y en la militar, donde el tema de la libertad individual tiene que ser fuertemente restrigindo si se quiere combatir efectivamente -la burguesia esta organizada, y esa es su mayor ventaja militar-), es necesario en algunos casos una coordinacion autoritaria. Por supuesto, ese coordinador DEBE ser elegido por la Asamblea correspondiente, pudiendo ser revocado por esta, y debera rendir cuentas ante los distintos organos populares. Las desiciones generales las sigue tomando la Asamblea, el coordinador solo unifica las distintas acciones de las masas autoorganizadas, emprolija el resultado y simplifica los factores (como en matematica, si tengo +1 -1, se tachan los dos); para darle dinamismo a la organización (para no caer en la fragmentacion ni en la burocracia)...
esas fueron mis respuestas, espero que el "anarcocapitalista" entienda que el capitalismo lleva a la explotacion obligatoriamente, y a la peor de las explotaciones, la esclavizacion (un individuo se lleva el trabajo de los otros, con el tema de la plusvalia, que esta bien explicado en otro foro)
Yo creo que la propiedad debe ser abolida y reemplazada por la "asignacion de uso" es decir, que una Asamblea establezca las normas de USO (y no de propiedad) de los distintos bienes, y en base a eso cada persona consuma lo que necesita, y el excedente de produccion se reparta con un sistema de "el que mas duro trabaja, mas se lleva" para evitar lo que occurrio en la URSS, donde la gente no tenia incentivo para trabajar. El trabajo debe ser igualmente asignado por la Asamblea.
En fin, mi sistema ideal es un comunismo horizontal, yo creo que eso es anarquismo, si no, no importa, llamenme como quieran...
Salud, Libertad, Felicidad
si vos pudieras fabricar algo sin materia prima (lo cual es fisicamente imposible, porque la cantidad de materia en el universo es constante, no se puede agregar mas) entonces sí seria tuya.
Ahora, esto no ocurre. Todo se hace con materia prima. Que hace que la materia prima sea tuya? Solo los seres vivos se construyen a si mismos (es decir, plantas,animales, no requieren materia prima, o mejor dicho sí, pero la buscan ellos mismos) y nada te da autoridad sobre otro ser vivo, y aunque la autoridad sea necesaria (hay veces que lo es, lamentablemente) eso no te da "propiedad" sobre el otro ser vivo. En conclusion, nada es tuyo, excepto, como dije antes, tu propio cuerpo.
Respecto al tema del contrato obrero-empresario, no es que al obrero le cause placer el contrato. Se ve obligado a el por necesidades economicas, y es mucho mas accesible ser obrero que productor autonomo (ya que para ser productor, como dije antes, se necesita materia prima, herramientas, y mas trabjadores, por lo tanto, capital para pagarles. Aparte de esto se necesita capacitacion, y el obrero no posee educacion la mayoria de las veces, nace en familias pobres, vive pobre y, lamentablemente, muere pobre)
3) Para vender hay que poseer. Si existeria la "posesion" de la materia, seria licito comerciar con ella. Pero no existe por lo que explique arriba.
5) Yo parto de la base de que nada es de nadie. Por lo tanto, el uso de los distintos recursos se debe dar por consenso (y dije uso, no propiedad), de manera Asamblearia. De eso se trata el Comunismo Libertario que defendemos.
Ahora, supongo que van a empezar a insultarme por el "a veces la autoridad es necesaria"... no me refiero a la Autoridad como la ven los catolicos, los burgueses y la sociedad esclavizada. Me refiero simplemente a una persona que coordine las acciones de los otros (esto implica una disminucion de la libertad individual, aunque no querramos verlo). En este sentido opino lo mismo que Marx en una de sus criticas al anarquismo, sobre todo en la organizacion economica (y en la militar, donde el tema de la libertad individual tiene que ser fuertemente restrigindo si se quiere combatir efectivamente -la burguesia esta organizada, y esa es su mayor ventaja militar-), es necesario en algunos casos una coordinacion autoritaria. Por supuesto, ese coordinador DEBE ser elegido por la Asamblea correspondiente, pudiendo ser revocado por esta, y debera rendir cuentas ante los distintos organos populares. Las desiciones generales las sigue tomando la Asamblea, el coordinador solo unifica las distintas acciones de las masas autoorganizadas, emprolija el resultado y simplifica los factores (como en matematica, si tengo +1 -1, se tachan los dos); para darle dinamismo a la organización (para no caer en la fragmentacion ni en la burocracia)...
esas fueron mis respuestas, espero que el "anarcocapitalista" entienda que el capitalismo lleva a la explotacion obligatoriamente, y a la peor de las explotaciones, la esclavizacion (un individuo se lleva el trabajo de los otros, con el tema de la plusvalia, que esta bien explicado en otro foro)
Yo creo que la propiedad debe ser abolida y reemplazada por la "asignacion de uso" es decir, que una Asamblea establezca las normas de USO (y no de propiedad) de los distintos bienes, y en base a eso cada persona consuma lo que necesita, y el excedente de produccion se reparta con un sistema de "el que mas duro trabaja, mas se lleva" para evitar lo que occurrio en la URSS, donde la gente no tenia incentivo para trabajar. El trabajo debe ser igualmente asignado por la Asamblea.
En fin, mi sistema ideal es un comunismo horizontal, yo creo que eso es anarquismo, si no, no importa, llamenme como quieran...
Salud, Libertad, Felicidad
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Humfry
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1) Se podria decir que hay elementos renovables ( madera, alimentos )que son fundamentalmente los mas importantes. Y a parte de eso, esta el factor reciclaje.
Igualmente, cuando tu mueres, tus propiedades se reparten. Por lo tanto, todo seguiria un ciclo.
Lo que hace que una materia prima sea tuya es que tengas un proyecto para esa materia. Es decir si tu tienes una casa y de repente sale un chorro de petroleo en tu cocina, es propiedad tuya ( almenos de que no haya otras propiedades por debajo del nivel de la casa )
2) Ya lo se que no es por placer, y te digo yo que el empresario tampoco trabaja por placer. En cuanto a lo del obrero, bien, hay que diferenciar 2 causas de su falta de educación : 1) Los padres no han querido 2) Sus padres no han podido. Yo propongo que para los segundos, entre todos financiemos esa educacion sin esperar ninguna recompensa ( algunos me llamaran utopico pero en la antigua grecia por ejemplo el teatro se financiaba gracias a la donacion voluntaria de sus habitantes, pues lo mismo puede pasar yu mas ahora que esta tan de moda que los multimillonarios destinen dinero a asociaciones beneficas etc)
3) Yo tambien te lo acabo de explicar arriba.
4) Ese sistema da muchos problemas, es decir si cumplieramos a rajatabla esa norma, entonces para ver si ponemos una papelera en un distrito local tendriamos que hacer una votacion mundial para a ver si se esta a favor o no, y si me dices que nada mas afectaria a los del distrito y que por tanto solo se tiene que consultar con ellos estas atribuyendo propiedad.
5) En cuanto a la plusvalía, te dejo este texto:
Nuestro propósito es que este sea el primero de una serie de artículos dedicada a la exposición de apasionantes e históricas controversias que permanecen desconocidas para la inmensa mayoría del público. Sobre ellas ha recaído una conspiración de silencio más o menos expresa, auspiciada por aquellos que, aunque derrotados en el campo intelectual, salieron a menudo triunfantes en el campo del activismo político.
CARLOS MARX Y "EL CAPITAL"
En la primera mitad del siglo XIX el liberalismo reina triunfante en Occidente. Se trata de un movimiento de emancipación, enemigo de los privilegios que, a través del estado y mediante los impuestos y las restricciones a la libertad económica, se reservan unas clases sociales -nobleza, clero y gremios- a expensas del resto de la población. El liberalismo opone la razón y la ciencia frente al oscurantismo y la superstición. En el campo de la economía, el liberalismo tiene su expresión en la defensa del laissez faire frente al mercantilismo. Adam Smith primero, y David Ricardo después, ya han establecido las bases de lo que hoy se conoce como Escuela Clásica de Economía. El sistema de Ricardo, aunque adolece de graves fallos, aparenta ser un edificio lógico de construcción impecable, lo que impresiona notablemente a sus contemporáneos.
Paralelamente, y además de los reaccionarios partidarios del Antiguo Régimen, existe un movimiento socialista utópico, acientífico y cuasi-místico cuyos principales representantes son Fourier, Owen y Saint Simon y junto a él, otro algo mejor fundamentado, aunque no mucho más, que incluye a Lasalle, Sismondi y Roedbertus. En su Historia del Pensamiento Económico, Murray Rothbard hace un formidable repaso genealógico de este tipo de movimientos que abarcaría desde Espartaco a Tomás Moro, de Campanella a Thomas Múnzer y los anabaptistas alemanes y de Platón o Esparta hasta Gracus Babeuf y su Liga de los Iguales.
Es en este contexto histórico donde aparece Karl Marx. Marx había alcanzado notoriedad con la publicación en 1848 del Manifiesto Comunista, pero es en 1857 con El Capital cuando reivindica su lugar dentro de la Ciencia Económica. Lo que caracterizaba a Marx frente al resto de socialistas utópicos era su argumentación científica (pseudo-científica en realidad) y su lenguaje "liberal" para atacar el liberalismo. Marx sostenía que también él quería acabar con los privilegios de clase y con el estado como instrumento de explotación. Al igual que los liberales, se definía como progresista, racional y científico e izquierdista (el término 'izquierda' tiene su origen en la disposición de los escaños que en el Parlamento francés del Antiguo Régimen ocupaban los que se oponían a la Sociedad Estamental). No sólo eso. Los liberales eran la derecha. El sistema de laissez faire era una nueva forma de opresión. Una clase -los propietarios capitalistas y burgueses- explotaba a otra -los trabajadores asalariados, a quienes Marx denominó proletariado. Así como la nobleza vivía de los tributos procedentes del resto de la sociedad y así como los señores feudales se alimentaban del trabajo de los siervos de la gleba, los capitalistas, según Marx, vivían merced al beneficio empresarial que no podía provenir de otro lado que del excedente sustraído al trabajador, al que le dio el nombre de plusvalía. Sobre esta base, Marx cimentó sus conclusiones acerca del futuro del capitalismo: creciente concentración de riqueza en pocas manos y tendencia al monopolio -la eterna cantinela de pobres más pobres y ricos más ricos-, tasa de beneficio decreciente conforme aumenta la acumulación de capital con las consiguientes crisis, de intensidad cada vez mayor, para desembocar finalmente en una dictadura del proletariado cuando los desposeídos, cada vez mayores en número, se apoderasen de la propiedad capitalista.
La acusación era tan grave y la teoría tan tremendamente ambiciosa como intento de explicar la realidad, que no podía ser ignorada. Se hacía por tanto ineludible examinarla en profundidad, pues de su veracidad o falsedad podía depender el futuro de la humanidad. El insigne economista austríaco Eugen von Böhm-Bawerk (1850-1914) se dedicó a este esencial cometido. Examinemos cuales fueron los resultados.
LA TEORÍA DE LA EXPLOTACIÓN REFUTADA
Con el fin de no hacer excesivamente prolija la exposición, he optado por ir simultaneando la argumentación marxista contenida en el primer volumen de El Capital con la refutación de Böhm-Bawerk incluida en el capítulo número XII dedicado a La Teoría de la Explotación, dentro de su monumental Historia y crítica de las teorías del interés que es el primer volumen de la obra Capital e Interés. La controversia tiene dos partes, como veremos, puesto que el mismo Marx detectó contradicciones en su sistema. Marx prometió resolverlas en el tercer volumen de El Capital, y tras la publicación de este tercer volumen, Böhm-Bawerk, en La Conclusión del sistema marxiano, examinó las "soluciones" propuestas por Marx.
EL PRIMER VOLUMEN DE EL CAPITAL Y LA CRÍTICA DE BÖHM-BAWERK
Marx comienza a construir su teoría invocando la autoridad de Aristóteles: "No puede existir cambio sin igualdad, ni igualdad sin conmensurabilidad". Por tanto, según Marx, en las dos cosas intercambiadas tiene que existir "un algo común y de la misma magnitud".
Aquí Böhm-Bawerk detecta el primer error: en realidad, el valor no es intrínseco a las cosas, sino algo subjetivamente apreciado por cada individuo según su situación y necesidades. En efecto, un intercambio tiene lugar sólo si ambas partes valoran en menor medida lo que ceden que lo que obtienen. Para poner a prueba la teoría marxista, Jim Cox planteaba la siguiente pregunta: ¿Cuántas veces ha ido el lector al mercado a cambiar un billete de un dólar por otro billete idéntico y luego otra vez y otra…? Desgraciadamente, la teoría de la igualdad de valor intrínseco de las cosas intecambiadas es pilar básico, tanto de la terrible teoría mercantilista -según la cual, en el intercambio, si alguien gana es porque el otro pierde-, como en el no menos pernicioso movimiento contemporáneo que denuncia el "comercio injusto" Norte-Sur.
Un estudiante de lógica sabe que cualquier conclusión obtenida a partir de una premisa falsa o de un razonamiento falaz carece de valor científico. Pero no es que Marx deduzca coherentemente todo su sistema a partir de esta única falsedad, es que los errores y las falacias se multiplican en cada paso. Prosigamos.
Para investigar ese "algo común" característico del valor de cambio, Marx repasa las diversas cualidades que poseen los objetos equiparados por medio del cambio. Eliminando y excluyendo aquellas que no resisten la prueba, se queda sólo con una que, según él, sí pasa el examen: "ser productos del trabajo".
Sin embargo, Marx hace trampa y Böhm-Bawerk lo evidencia. En primer lugar, es falso que todos los bienes intercambiados sean productos del trabajo. Por ejemplo, los recursos naturales tienen valor y son intercambiados, pero no son producto de ningún trabajo.
Certeramente objeta Knies a Marx: "Dentro de la exposición de Marx no se ve absolutamente ninguna razón para que la igualdad expresada en la fórmula: 1 libra de trigo= x quintales de madera producidos en el bosque no sea sustituida con igual derecho por esta otra: 1 libra de trigo = x quintales de madera silvestre = y yugadas de tierra virgen = z yugadas de pastos naturales".
Pero no sólo eso. Es falso que esa sea la única característica común que pueda encontrarse en los bienes que son objeto de intercambio. "¿De veras estos bienes no tienen otras cualidades comunes como su rareza en proporción a la demanda?", es decir, la cualidad de presentarse en cantidades insuficientes para satisfacer todas las necesidades que de ellas tiene el ser humano, o "la de haber sido apropiadas por el hombre" precisamente por esa causa, o "la de ser objeto de oferta y demanda?", se pregunta Böhm-Bawerk. Decídalo el lector.
Marx incide en el error: "si los bienes que son intercambiados sólo tienen en común la cualidad de ser productos del trabajo, entonces el valor de cambio vendrá determinado por la cantidad de trabajo incorporado en la mercancía". Marx descarta las "excepciones" como algo insignificante.
Böhm-Bawek examina esas "pocas excepciones sin importancia". Al final vemos que éstas predominan de tal modo que apenas dejan margen a la "regla". Se incluirían, por ejemplo, los bienes que no pueden reproducirse a voluntad como obras de arte y antigüedades, toda la propiedad inmueble (¿cómo explica Marx que un piso de 150 metros cuadrados, construido por los mismos obreros con los mismos materiales, en la calle Serrano de Madrid valga veinte veces más que el mismo piso en una pedanía de la provincia de Teruel?), los productos protegidos por patente o derechos de autor o los vinos de calidad (las horas de trabajo empleadas para producir el vino Vega Sicilia son más o menos las mismas que se emplean en producir un vino peleón cien veces más barato). ¿Y qué decir de los productos objeto de trabajo cualificado, provenga esta cualificación de la preparación profesional o de las dotes innatas? Aunque Marx sostenga que ésta última no es una excepción, sino una variante pues según él, "el trabajo complejo es trabajo simple potenciado o multiplicado", Böhm-Bawerk advierte que para explicar la realidad no interesa lo que los hombres puedan fingir que es, sino lo que real y verdaderamente es. ¿Puede alguien en su sano juicio afirmar con toda seriedad que dos horas de trabajo de un cantante de opera tienen idéntica esencia que sesenta horas de trabajo de un enfermero?
He dejado para el final la última gran excepción. Una excepción de tal calibre que en la actualidad incluye al 95 por ciento de los bienes. Se trata de todas aquellas mercancías producidas con el concurso de capital o, por mejor decirlo, aquellos bienes en los que el tiempo ha jugado un papel importante en el proceso productivo. Puesto que Marx construye su teoría de la plusvalía apoyándose sobre estos bienes -considera que no constituyen una excepción, sino la confirmación de la explotación capitalista- vamos a examinarlos con detalle.
LA "PLUSVALÍA" CAPITALISTA
Para Marx, tanto el beneficio, como el interés del capital provienen de la explotación del trabajador. Veamos como trata de probarlo. Como hemos visto, Marx mantiene por un lado que los bienes se cambian en el mercado según el trabajo que llevan incorporado -lo cual se ha probado que es falso-, pero como, según él, el trabajador no recibe el producto íntegro de su trabajo -la segunda tesis cuya falsedad también demostraremos-, sino tan sólo el salario mínimo de subsistencia, el capitalista puede apropiarse del excedente producido. Dice Marx: "El precio medio del trabajo asalariado es el mínimo del salario, es decir, la suma de los medios de existencia de que tiene necesidad el obrero para seguir vivo como obrero. Por consiguiente, lo que el obrero recibe por su actividad es estrictamente lo que necesita para mantener su mísera existencia y reproducirla".
Para respaldar esta segunda tesis, Marx apela al prestigio de la Escuela Clásica. Marx cita a Adam Smith:
"En el estado original de cosas, que precede tanto a la apropiación de la tierra como a la acumulación de capital, el producto íntegro del trabajo pertenece al trabajador. No existen ni terratenientes, ni patrón con quienes compartir.
Si hubiese continuado este estado de cosas, los salarios de los trabajadores habrían aumentado con todas las mejoras de la productividad a que la división del trabajo da lugar"
Marx también invoca la "ley de hierro de los salarios" avanzada por David Ricardo y refrendada por Lasalle. Para Ricardo, los salarios no pueden elevarse permanentemente por encima del nivel de subsistencia, ya que en tal caso se produce un incremento de población. Esto obliga a cultivar tierras cada vez menos fértiles con lo que se eleva el coste de producción del cereal -medio de subsistencia por antonomasia del obrero y base de toda la teoría ricardiana de la renta.
Finalmente Marx se refiere a la teoría clásica, según la cual el valor de cambio o precio, coincide con el coste de producción. Para Marx, el coste de producción del trabajo es el coste de subsistencia del trabajador. El origen de la plusvalía radicaría pues en "la diferencia entre el coste de la fuerza de trabajo y el valor que ésta puede crear". Es decir, el obrero trabaja diez horas, pero sólo cobra lo producido en dos. De las otras ocho se apodera el capitalista.
CRÍTICA DE LA TEORÍA DE LA PLUSVALÍA
Vamos a examinar a continuación las principales falacias incluidas en estos últimos argumentos.
Aunque Böhm-Bawerk no se detiene a criticar la sentencia de Adam Smith -incluso aceptando este marco teórico, Böhm es capaz de demostrar la falsedad de la teoría de la explotación y explicar el verdadero fundamento del interés del capital-, nosotros sí vamos a mostrar la doble falsedad que se oculta en la tesis de que el salario sería la forma original y primaria de ingreso, emergiendo el beneficio posteriormente como diferencia entre ingreso y salario.
Primero: si definimos el salario como la retribución al trabajo dependiente (la definición que Marx siempre utiliza), es imposible que éste exista en la etapa pre-capitalista. El salario surge con el capitalismo. Los ingresos que los "trabajadores" percibían anteriormente -por ejemplo en el caso de granjeros o artesanos- no eran salarios, sino beneficio empresarial en la terminología marxista, pues eran los propietarios de la producción quienes la vendían en el mercado, quienes organizaban el proceso productivo y quienes aportaban los instrumentos materiales que lo hacían posible. Lo mismo cabe decir de los comerciantes, que compraban mercancía para revenderla con beneficio. Es evidente que cuando se compra mercancía no se paga salario y que tampoco se cobra cuando se vende. Los comerciantes compraban lo que en la jerga marxiana se denomina capital constante, y éste, como veremos, no puede producir beneficio.
Segundo: Smith, igual que Marx, desprecia e ignora absolutamente los efectos absolutamente decisivos que, para la división del trabajo y el incremento de la productividad, tienen la propiedad privada, la acumulación de capital y la función empresarial. En realidad la "época dorada" a la que parece referirse Smith sería el paleolítico, en donde hordas de salvajes subhumanos se dedicaban exclusivamente a la depredación -caza y recolección, sin que existiese nada parecido a una transformación de recursos en etapas sucesivas para lograr bienes distintos de los que ofrecía la naturaleza en estado salvaje. La revolución neolítica que introduce el cultivo agrícola y la ganadería y que eleva al primate a la condición de hombre, se basó en una institución fundamental: la propiedad privada.
Por lo que a la ley de hierro de los salarios se refiere, ésta no se basaba tanto en el hecho de que los trabajadores son explotados (por tanto queda fuera del análisis de Böhm-Bawerk) y no perciben íntegramente el fruto de su trabajo -Ricardo no parece compartir esta tesis-, sino en la aplicación combinada de dos principios: la ley de los rendimientos marginales decrecientes en la agricultura y las ideas que sobre el crecimiento de la población había avanzado Thomas Malthus: "la población de los seres vivos tiende a expandirse hasta el límite en el que los recursos disponibles no pueden garantizar más que el mínimo de subsistencia". Estas ideas, que han sido refutadas por los hechos en todos los países de Occidente, también han sido contestadas en el campo teórico.
La ley de los rendimientos marginales decrecientees establece que si se aumenta la cantidad empleada de un factor de producción, manteniéndose constantes las cantidades empleadas del resto de factores, la cantidad producida, aumenta, a partir de cierto momento, en proporciones cada vez menores. Es verdad que existe una ley de rendimientos marginales decrecientes, no sólo en la agricultura, sino en todos las áreas de la producción (si no existiese, o bien toda la producción se concentraría en un metro cuadrado, o bien no haría falta acumular capital, o todo el trabajo del mundo podría ser realizado por un solo operario), pero -y esto es lo importante- dicha ley convive con otras verdades económicas, como que la división del conocimiento y la acumulación de capital mejoran las técnicas de producción y, por tanto, incrementan la productividad. Hayek tenía mucha razón cuando decía que debemos optar entre ser pocos y pobres o muchos y ricos. Es difícil determinar cuál es el volumen óptimo de población en cada momento, aunque advertimos que los seres humanos son bastante racionales - a diferencia de los animales- a la hora de regular la población, mediante lo que se conoce como paternidad responsable, es decir, no traer al mundo hijos a los que no se tenga la oportunidad de proporcionar una vida tan cómoda, al menos, como la que disfrutan sus progenitores. ¡Si Marx creía que los trabajadores iban a comportarse como animales y no como humanos a la hora de reproducirse, no parece que les tuviera en muy alta estima!
VALOR Y COSTE DE PRODUCCIÓN
Es la idea de que el coste de producción determina el valor de cambio o precio del producto sobre la que Böhm-Bawerk recrudece sus críticas.
Como decía Jim Cox, si el valor de los bienes estuviese determinado por su coste de producción, la foto de un ser querido tendría el mismo valor que la de un desconocido o la de un enemigo -abran sus carteras para comprobarlo. Me pregunto qué hacen dos marxistas después de ir al cine. Se supone que no podrán estar en desacuerdo sobre lo mucho o poco que les ha gustado la película, pues después de todo, la producción ha requerido igual cantidad de trabajo antes de que ambos la consuman.
En realidad, ninguna actividad de tipo industrial o de cualquier otro orden puede conferir valor al bien o servicio producido. El valor brota posteriormente de las apreciaciones subjetivas de la gente. Es la intensidad de la apetencia del consumidor la que determina el valor de bienes y servicios. Es importante subrayar que lo que el consumidor valora, no es la totalidad de bienes que existen en el universo (todo el agua o el pan del mundo), sino solamente la unidad o unidades (una botella, una barra) sobre los que ha de decidir. Los que puede o no adquirir y los que puede o no ceder a cambio.
A partir de esta genial observación -a nosotros nos parece evidente una vez presentada-, Menger y luego Böhm-Bawerk construyen una teoría completa de precios y costes. Si los bienes de consumo se valoran de acuerdo con la necesidad que satisface o deja de satisfacer la unidad de cada bien sobre la que tenemos que decidir, los factores de producción se valoran según su aptitud para proporcionarnos aquellos bienes, esto es, según su productividad. Aquí también hablamos de unidades concretas y "marginales" (están en el "margen" o umbral de ser o no adquiridas o cedidas) y no de la totalidad que de ese factor existe en el mundo. Cada unidad de factor es así valorada de acuerdo con su productividad marginal.
La Ciencia Económica tradicionalmente había clasificado los factores de producción en tres grandes grupos: tierra, trabajo y capital. La genial aportación de Böhm-Bawerk consistió en descubrir la auténtica esencia del capital recurriendo al análisis de un factor ignorado: el tiempo.
Veamos como el austríaco se sirve del tiempo para desarticular la teoría de la explotación. Una cosa es que deba pertenecer al obrero el producto íntegro de su trabajo o su valor correspondiente -lo cual Böhm-Bawerk y cualquiera acepta- y otra que el obrero deba percibir ahora todo el valor futuro de su trabajo. Los socialistas pretenden, si llamamos a las cosas por su nombre, que los obreros perciban a través del contrato de trabajo más de lo que producen, más de lo que obtendrían si trabajasen por cuenta propia. Böhm-Bawek ilustra el argumento con algunos ejemplos:
"Imaginemos que la producción de un bien, por ejemplo de una máquina de vapor, cueste cinco años de trabajo, que el valor de cambio obtenido de la máquina terminada sea 5.500 florines y que intervengan en la fabricación de la máquina cinco obreros distintos, cada uno de los cuales ejecuta el trabajo de un año. Por ejemplo, que un obrero minero extraiga durante un año el mineral de hierro necesario para la construcción de la máquina, que el segundo dedique otro año a convertir ese mineral en hierro, el tercero a convertir el hierro en acero, que el cuarto fabrique las piezas necesarias y el quinto las monte y dé los toques finales a ésta. Según la naturaleza misma de la cosa, los cinco años de trabajo de nuestros obreros no podrán rendirse simultánea, sino sucesivamente y cada uno de los siguientes obreros sólo puede comenzar su trabajo una vez hayan culminado el suyo los obreros anteriores. ¿Qué parte podrá reclamar por su trabajo cada uno de los cinco copartícipes, con arreglo a la tesis de que el obrero debe percibir el producto íntegro de su trabajo?
Si no existe un sexto elemento extraño que anticipe las retribuciones, deberán tenerse en cuenta dos puntos absolutamente seguros. El primero es que no podrá efectuarse el trabajo hasta pasados cinco años. El segundo es que los obreros pueden repartirse los 5.500 florines. Pero, ¿con arreglo a qué criterio? No por partes iguales, como a primera vista pudiera parecer, pues ello redundaría considerablemente a favor de aquellos obreros cuyo trabajo corresponde a una fase posterior del proceso productivo y en perjuicio de los que han aportado su trabajo en una fase anterior. El obrero que monta la máquina percibiría 1.100 florines por su año de trabajo inmediatamente después de terminado éste; mientras, el minero no obtendría su retribución hasta pasados cuatro años. Y como este orden de preferencia no puede ser en modo alguno indiferente a los interesados, todos ellos preferirían el trabajo final y nadie querría hacerse cargo de los trabajos iniciales. Para encontrar quien aceptase éstos, los obreros de las fases finales se verían obligados a ofrecer una participación más alta a sus compañeros encargados de los trabajos preparatorios. La cuantía de esta compensación dependería de dos factores: la duración del aplazamiento y la magnitud de la diferencia existe entre la valoración de los bienes presentes y futuros. Así por ejemplo si esta diferencia fuese del 5 por ciento anual, las participaciones se graduarían: 1.200 florines para el primer obrero, 1.150 para el segundo, 1.100 para el tercero, 1.050 para el cuarto y 1.000 para el quinto.
Sólo podría admitirse la posibilidad de que los cinco cobrasen la misma suma de 1.100 florines partiendo del supuesto que la diferencia de tiempo les fuese indiferente."
Pero, si realmente el tiempo fuera indiferente a la hora de determinar el valor y por tanto la cuantía de la retribución, a los obreros les daría igual cobrar el día siguiente a la terminación de su tarea que transcurridos cinco años y, si esto fuera así, les daría igual cobrar a los cinco años que pasados cincuenta, cien o mil. (No me cabe duda de que todos empresarios subirían muy generosamente los sueldos a quienes esperasen un largo tiempo para cobrar). En realidad, el interés no es la retribución por la abstinencia -la tesis de Nassau Senior ridiculizada por Lasalle-, ni la apropiación del trabajo del obrero -como dicen los socialistas-, sino la manifestación en el mercado de un presupuesto de la acción humana, a saber, que los seres humanos desean alcanzar sus fines cuanto antes. De no ser así, se optaría siempre por los procesos materialmente más productivos cualquiera que fuese el tiempo que éstos requiriesen hasta completarse, llegándose a un punto en que desapareciese la producción de bienes de consumo, pues toda los factores se emplearían en investigación, desarrollo y acumulación de capital.
Seguimos con el ejemplo: "Supongamos ahora que los obreros, como ocurre en la realidad, no puedan o no quieran esperar para recibir su salario a que termine el proceso productivo y que entren en tratos con un empresario para obtener de él un salario a medida que vaya rindiendo su trabajo, a cambio de lo cual el empresario adquiere la propiedad del producto. Supongamos que este empresario sea una persona exenta de todo sentimiento egoísta. (…) ¿En qué condiciones se establecería el contrato de trabajo? No cabe duda de que el trato por los obreros sería absolutamente justo si el empresario les paga como salario exactamente lo mismo que recibirían como parte alícuota en el caso de organizar la producción directamente y por cuenta propia. En este caso 1.000 florines inmediatamente después de terminar su trabajo, que era lo que percibía el obrero que cobraba inmediatamente. Puesto que los cinco obreros aportan exactamente el mismo trabajo, lo justo será que perciban el mismo salario".
Existen otros ejemplos aún más contundentes. Supongamos que un vino necesita madurar en la barrica durante veinte o cuarenta años para alcanzar una calidad extraordinaria. Los cultivadores, recolectores y pisadores de la uva, no pueden cobrar hasta pasadas decenas de años salvo que un capitalista les adelante su retribución. Si quieren cobrar inmediatamente después de finalizar su tarea, deberán hacerlo no conforme al valor del vino ya maduro, sino de acuerdo al valor del vino sin edad que es notablemente inferior. Si alguien les anticipa sus retribuciones y luego vende el vino pasados cuarenta años, ¿De verdad creen los socialistas que dicho empleador debe buscar a sus antiguos operarios y retribuirles con los intereses del capital? Y si el vino se malogra o cae de valor debido a cambios en el gusto de los consumidores, ¿tendría sentido que les persiguiese para exigirles el reembolso de lo cobrado?
CAPITAL CONSTANTE Y CAPITAL VARIABLE
Marx decía que el beneficio y el interés capitalista procedían del trabajo realizado y no retribuido. Por tanto la composición del coste de producción era determinante a la hora de determinar el rendimiento del capital. Si en el coste de producción había muchos salarios y poco aprovisionamiento de materiales habría más beneficio que si sólo se compraban y revendían éstos. Según Marx, sólo el capital empleado en pagar salarios a los trabajadores podía producir beneficio. Marx llamó a esta parte capital variable; era variable porque crecía merced a la explotación de los obreros. Por su parte, el dinero empleado en adquirir materiales y maquinaria no era capaz de generar plusvalía. Hay que recordar que ya se habrían vendido según el trabajo incorporado, dejando la plusvalía en poder del vendedor. Marx llamó a esta parte, capital constante.
Por consiguiente, Marx se apartaba de la teoría económica clásica, la cual sostenía que la tasa de rendimiento del capital tendía a ser constante cualquiera que fuese su composición. Puesto que los clásicos -Smith, Ricardo, Mill- propugnaban la teoría del valor derivado del coste de producción, su fórmula determinante del valor de cambio o precio era: capital constante + capital variable + tasa de rendimiento medio. (En realidad Menger y Böhm-Bawerk habían demostrado que la causalidad iba en sentido inverso. Los costes de los factores se formaban a partir del precio que se esperaba obtener.)
La gran innovación del primer volumen de El Capital era, pues, la nueva fórmula del precio de equilibrio: capital constante + capital variable + plusvalía, siendo ésta última mayor o menor según el porcentaje relativo de capital variable respecto del de capital fijo. Dicho de otra forma, cuantos más obreros y menos máquinas interviniesen en la producción mayor beneficio se obtenía y viceversa. De este principio Marx deducía su teoría de la crisis capitalista, más y más aguda conforme crece la acumulación de capital y caen los beneficios.
Sin embargo, ya vimos que Marx se daba cuenta de que su fórmula no se veía respaldada por la realidad. En una huida hacia delante, calificó esta contradicción de "aparente" y prometió resolverla en el tercer volumen. Aunque Marx falleció sin publicarlo, Engels sí lo hizo a partir de su manuscrito. Como dice Böhm-Baweerk, la aparición de este volumen era esperada con cierta expectación en los círculos teóricos de todos los partidos, para ver como Marx se las iba a arreglar para resolver un problema que en el primer volumen ni siquiera había abordado.
Pues bien, en el tercer volumen, Marx reconoce expresamente que en la realidad, gracias a la acción de la competencia, las tasas de ganancia del capital, cualquiera que sea su composición, se mueven sobre la base de un porcentaje igual de ganancia media. Marx dice: "En la vida real las mercancías no se cambian de acuerdo con sus valores (sic), sino con arreglo a sus precios de producción". Es decir, las mercancías equiparadas por medio del intercambio contienen real y normalmente cantidades desiguales de trabajo. ¿Cabe mayor retractación? La fórmula en el tercer volumen vuelve a ser la de los clásicos: capital constante + capital variable + tasa media de beneficio. Por tanto, aunque Marx no lo diga, carece ya de sentido la fantasmagórica distinción entre capital constante y variable. De igual modo, no queda sitio para el supuesto colapso debido a la excesiva acumulación de capital no rentable. ¿Y como justifica Marx tal contradicción? Simplemente la niega:
Marx dice más o menos: "Es cierto que las distintas mercancías se cambian unas veces por más de su valor y otras veces por menos, pero estas divergencias se compensan o destruyen mutuamente, de tal modo que, tomadas todas las mercancías cambiadas en su conjunto, la suma de los precios pagados es siempre igual a la suma de sus valores. De este modo, si nos fijamos en la totalidad de las ramas de producción tenemos que la ley del valor se impone como 'tendencia dominante."
La respuesta de Böhm-Bawerk merece ser reproducida con cierta extensión, pues nos da una idea de su brillantez intelectual: "¿Cuál es, en realidad, la función de la ley del valor? No creemos que pueda ser otra que la de explicar las relaciones de cambio observadas en la realidad. Se trata de saber por qué en el cambio, por ejemplo, una chaqueta vale veinte varas de lienzo, por qué diez libras de té valen media tonelada de hierro, etc. (…) Tan pronto como se toman todas las mercancías en su conjunto y se suman sus precios se prescinde forzosamente de la relación existente dentro de esa totalidad. Las diferencias relativas de los precios entre las distintas mercancías se compensan en la suma total. (…) Es exactamente lo mismo que si a quien preguntara con cuantos minutos o segundos de diferencia ha llegado a la meta el campeón de una carrera con respecto a los otros corredores se le contestara que todos los corredores juntos han empleado veinticinco minutos y treinta segundos. (…) Por ese mismo procedimiento podría comprobarse cualquier "ley", por absurda que fuera, por ejemplo, la "ley" de que los bienes se cambian de acuerdo a su peso específico. Pues aunque en realidad una libra de oro, como "mercancía suelta", no se cambia precisamente por una libra, sino por 40.000 libras de hierro, no cabe duda de que la suma de los precios que se pagan por una libra de oro y 40.000 libras de hierro tomadas en su conjunto, corresponden exactamente a 40.000 libras de hierro más una libra de oro. La suma de los precios de las 40.001 libras corresponderá pues, exactamente al peso total de 40.001 libras materializado en la suma de valor, por donde, según aquel razonamiento tautológico, podremos llegar a la conclusión de que el peso es la verdadera pauta con arreglo a la cual se regula la relación de cambio de los bienes.
La realidad es la siguiente. Ante el problema del valor, los marxistas empiezan contestando con su ley del valor, consistente en que las mercancías se cambian en proporción al trabajo materializado en ellas. Pero más tarde revocan esta respuesta -abierta o solapadamente- en lo que se refiere al cambio de las mercancías sueltas, es decir, con respecto al único campo en que el problema del valor tiene un sentido, y sólo la mantienen en pie, en toda su pureza, respecto al producto nacional tomado en su conjunto, es decir con respecto a un terreno en el que aquel problema no tiene sentido alguno. Lo cual equivale a decir tanto como reconocer que, en lo tocante al verdadero problema del valor, la "ley del valor" es desmentida por los hechos."
CONCLUSIÓN
La refutación de Böhm-Bawerk a la teoría de la explotación constituye, como decía Rothbard, la vacuna que, por excelencia, inmuniza contra el marxismo. Sobre ella lanzaron los marxistas, primero sus más furibundos ataques, -en realidad contra su "lógica burguesa" ya que los argumentos son incontrovertibles -ahí están, expuestos a la vergüenza pública, los trabajos de Hilferding, Bujarin o Sweezy para quien quiera reír, por no llorar. Más adelante, simplemente la silenciaron. Ese silencio ha hecho posible, desgraciadamente, que cientos de millones de personas hayan sufrido y sigan sufriendo la opresión de tiranos comunistas que venden humo, engendran odio y fabrican miseria. Esperemos que este trabajo aporte su grano de arena para revertir esa tendencia.
Un saludo liberal,
Humfry
Igualmente, cuando tu mueres, tus propiedades se reparten. Por lo tanto, todo seguiria un ciclo.
Lo que hace que una materia prima sea tuya es que tengas un proyecto para esa materia. Es decir si tu tienes una casa y de repente sale un chorro de petroleo en tu cocina, es propiedad tuya ( almenos de que no haya otras propiedades por debajo del nivel de la casa )
2) Ya lo se que no es por placer, y te digo yo que el empresario tampoco trabaja por placer. En cuanto a lo del obrero, bien, hay que diferenciar 2 causas de su falta de educación : 1) Los padres no han querido 2) Sus padres no han podido. Yo propongo que para los segundos, entre todos financiemos esa educacion sin esperar ninguna recompensa ( algunos me llamaran utopico pero en la antigua grecia por ejemplo el teatro se financiaba gracias a la donacion voluntaria de sus habitantes, pues lo mismo puede pasar yu mas ahora que esta tan de moda que los multimillonarios destinen dinero a asociaciones beneficas etc)
3) Yo tambien te lo acabo de explicar arriba.
4) Ese sistema da muchos problemas, es decir si cumplieramos a rajatabla esa norma, entonces para ver si ponemos una papelera en un distrito local tendriamos que hacer una votacion mundial para a ver si se esta a favor o no, y si me dices que nada mas afectaria a los del distrito y que por tanto solo se tiene que consultar con ellos estas atribuyendo propiedad.
5) En cuanto a la plusvalía, te dejo este texto:
Nuestro propósito es que este sea el primero de una serie de artículos dedicada a la exposición de apasionantes e históricas controversias que permanecen desconocidas para la inmensa mayoría del público. Sobre ellas ha recaído una conspiración de silencio más o menos expresa, auspiciada por aquellos que, aunque derrotados en el campo intelectual, salieron a menudo triunfantes en el campo del activismo político.
CARLOS MARX Y "EL CAPITAL"
En la primera mitad del siglo XIX el liberalismo reina triunfante en Occidente. Se trata de un movimiento de emancipación, enemigo de los privilegios que, a través del estado y mediante los impuestos y las restricciones a la libertad económica, se reservan unas clases sociales -nobleza, clero y gremios- a expensas del resto de la población. El liberalismo opone la razón y la ciencia frente al oscurantismo y la superstición. En el campo de la economía, el liberalismo tiene su expresión en la defensa del laissez faire frente al mercantilismo. Adam Smith primero, y David Ricardo después, ya han establecido las bases de lo que hoy se conoce como Escuela Clásica de Economía. El sistema de Ricardo, aunque adolece de graves fallos, aparenta ser un edificio lógico de construcción impecable, lo que impresiona notablemente a sus contemporáneos.
Paralelamente, y además de los reaccionarios partidarios del Antiguo Régimen, existe un movimiento socialista utópico, acientífico y cuasi-místico cuyos principales representantes son Fourier, Owen y Saint Simon y junto a él, otro algo mejor fundamentado, aunque no mucho más, que incluye a Lasalle, Sismondi y Roedbertus. En su Historia del Pensamiento Económico, Murray Rothbard hace un formidable repaso genealógico de este tipo de movimientos que abarcaría desde Espartaco a Tomás Moro, de Campanella a Thomas Múnzer y los anabaptistas alemanes y de Platón o Esparta hasta Gracus Babeuf y su Liga de los Iguales.
Es en este contexto histórico donde aparece Karl Marx. Marx había alcanzado notoriedad con la publicación en 1848 del Manifiesto Comunista, pero es en 1857 con El Capital cuando reivindica su lugar dentro de la Ciencia Económica. Lo que caracterizaba a Marx frente al resto de socialistas utópicos era su argumentación científica (pseudo-científica en realidad) y su lenguaje "liberal" para atacar el liberalismo. Marx sostenía que también él quería acabar con los privilegios de clase y con el estado como instrumento de explotación. Al igual que los liberales, se definía como progresista, racional y científico e izquierdista (el término 'izquierda' tiene su origen en la disposición de los escaños que en el Parlamento francés del Antiguo Régimen ocupaban los que se oponían a la Sociedad Estamental). No sólo eso. Los liberales eran la derecha. El sistema de laissez faire era una nueva forma de opresión. Una clase -los propietarios capitalistas y burgueses- explotaba a otra -los trabajadores asalariados, a quienes Marx denominó proletariado. Así como la nobleza vivía de los tributos procedentes del resto de la sociedad y así como los señores feudales se alimentaban del trabajo de los siervos de la gleba, los capitalistas, según Marx, vivían merced al beneficio empresarial que no podía provenir de otro lado que del excedente sustraído al trabajador, al que le dio el nombre de plusvalía. Sobre esta base, Marx cimentó sus conclusiones acerca del futuro del capitalismo: creciente concentración de riqueza en pocas manos y tendencia al monopolio -la eterna cantinela de pobres más pobres y ricos más ricos-, tasa de beneficio decreciente conforme aumenta la acumulación de capital con las consiguientes crisis, de intensidad cada vez mayor, para desembocar finalmente en una dictadura del proletariado cuando los desposeídos, cada vez mayores en número, se apoderasen de la propiedad capitalista.
La acusación era tan grave y la teoría tan tremendamente ambiciosa como intento de explicar la realidad, que no podía ser ignorada. Se hacía por tanto ineludible examinarla en profundidad, pues de su veracidad o falsedad podía depender el futuro de la humanidad. El insigne economista austríaco Eugen von Böhm-Bawerk (1850-1914) se dedicó a este esencial cometido. Examinemos cuales fueron los resultados.
LA TEORÍA DE LA EXPLOTACIÓN REFUTADA
Con el fin de no hacer excesivamente prolija la exposición, he optado por ir simultaneando la argumentación marxista contenida en el primer volumen de El Capital con la refutación de Böhm-Bawerk incluida en el capítulo número XII dedicado a La Teoría de la Explotación, dentro de su monumental Historia y crítica de las teorías del interés que es el primer volumen de la obra Capital e Interés. La controversia tiene dos partes, como veremos, puesto que el mismo Marx detectó contradicciones en su sistema. Marx prometió resolverlas en el tercer volumen de El Capital, y tras la publicación de este tercer volumen, Böhm-Bawerk, en La Conclusión del sistema marxiano, examinó las "soluciones" propuestas por Marx.
EL PRIMER VOLUMEN DE EL CAPITAL Y LA CRÍTICA DE BÖHM-BAWERK
Marx comienza a construir su teoría invocando la autoridad de Aristóteles: "No puede existir cambio sin igualdad, ni igualdad sin conmensurabilidad". Por tanto, según Marx, en las dos cosas intercambiadas tiene que existir "un algo común y de la misma magnitud".
Aquí Böhm-Bawerk detecta el primer error: en realidad, el valor no es intrínseco a las cosas, sino algo subjetivamente apreciado por cada individuo según su situación y necesidades. En efecto, un intercambio tiene lugar sólo si ambas partes valoran en menor medida lo que ceden que lo que obtienen. Para poner a prueba la teoría marxista, Jim Cox planteaba la siguiente pregunta: ¿Cuántas veces ha ido el lector al mercado a cambiar un billete de un dólar por otro billete idéntico y luego otra vez y otra…? Desgraciadamente, la teoría de la igualdad de valor intrínseco de las cosas intecambiadas es pilar básico, tanto de la terrible teoría mercantilista -según la cual, en el intercambio, si alguien gana es porque el otro pierde-, como en el no menos pernicioso movimiento contemporáneo que denuncia el "comercio injusto" Norte-Sur.
Un estudiante de lógica sabe que cualquier conclusión obtenida a partir de una premisa falsa o de un razonamiento falaz carece de valor científico. Pero no es que Marx deduzca coherentemente todo su sistema a partir de esta única falsedad, es que los errores y las falacias se multiplican en cada paso. Prosigamos.
Para investigar ese "algo común" característico del valor de cambio, Marx repasa las diversas cualidades que poseen los objetos equiparados por medio del cambio. Eliminando y excluyendo aquellas que no resisten la prueba, se queda sólo con una que, según él, sí pasa el examen: "ser productos del trabajo".
Sin embargo, Marx hace trampa y Böhm-Bawerk lo evidencia. En primer lugar, es falso que todos los bienes intercambiados sean productos del trabajo. Por ejemplo, los recursos naturales tienen valor y son intercambiados, pero no son producto de ningún trabajo.
Certeramente objeta Knies a Marx: "Dentro de la exposición de Marx no se ve absolutamente ninguna razón para que la igualdad expresada en la fórmula: 1 libra de trigo= x quintales de madera producidos en el bosque no sea sustituida con igual derecho por esta otra: 1 libra de trigo = x quintales de madera silvestre = y yugadas de tierra virgen = z yugadas de pastos naturales".
Pero no sólo eso. Es falso que esa sea la única característica común que pueda encontrarse en los bienes que son objeto de intercambio. "¿De veras estos bienes no tienen otras cualidades comunes como su rareza en proporción a la demanda?", es decir, la cualidad de presentarse en cantidades insuficientes para satisfacer todas las necesidades que de ellas tiene el ser humano, o "la de haber sido apropiadas por el hombre" precisamente por esa causa, o "la de ser objeto de oferta y demanda?", se pregunta Böhm-Bawerk. Decídalo el lector.
Marx incide en el error: "si los bienes que son intercambiados sólo tienen en común la cualidad de ser productos del trabajo, entonces el valor de cambio vendrá determinado por la cantidad de trabajo incorporado en la mercancía". Marx descarta las "excepciones" como algo insignificante.
Böhm-Bawek examina esas "pocas excepciones sin importancia". Al final vemos que éstas predominan de tal modo que apenas dejan margen a la "regla". Se incluirían, por ejemplo, los bienes que no pueden reproducirse a voluntad como obras de arte y antigüedades, toda la propiedad inmueble (¿cómo explica Marx que un piso de 150 metros cuadrados, construido por los mismos obreros con los mismos materiales, en la calle Serrano de Madrid valga veinte veces más que el mismo piso en una pedanía de la provincia de Teruel?), los productos protegidos por patente o derechos de autor o los vinos de calidad (las horas de trabajo empleadas para producir el vino Vega Sicilia son más o menos las mismas que se emplean en producir un vino peleón cien veces más barato). ¿Y qué decir de los productos objeto de trabajo cualificado, provenga esta cualificación de la preparación profesional o de las dotes innatas? Aunque Marx sostenga que ésta última no es una excepción, sino una variante pues según él, "el trabajo complejo es trabajo simple potenciado o multiplicado", Böhm-Bawerk advierte que para explicar la realidad no interesa lo que los hombres puedan fingir que es, sino lo que real y verdaderamente es. ¿Puede alguien en su sano juicio afirmar con toda seriedad que dos horas de trabajo de un cantante de opera tienen idéntica esencia que sesenta horas de trabajo de un enfermero?
He dejado para el final la última gran excepción. Una excepción de tal calibre que en la actualidad incluye al 95 por ciento de los bienes. Se trata de todas aquellas mercancías producidas con el concurso de capital o, por mejor decirlo, aquellos bienes en los que el tiempo ha jugado un papel importante en el proceso productivo. Puesto que Marx construye su teoría de la plusvalía apoyándose sobre estos bienes -considera que no constituyen una excepción, sino la confirmación de la explotación capitalista- vamos a examinarlos con detalle.
LA "PLUSVALÍA" CAPITALISTA
Para Marx, tanto el beneficio, como el interés del capital provienen de la explotación del trabajador. Veamos como trata de probarlo. Como hemos visto, Marx mantiene por un lado que los bienes se cambian en el mercado según el trabajo que llevan incorporado -lo cual se ha probado que es falso-, pero como, según él, el trabajador no recibe el producto íntegro de su trabajo -la segunda tesis cuya falsedad también demostraremos-, sino tan sólo el salario mínimo de subsistencia, el capitalista puede apropiarse del excedente producido. Dice Marx: "El precio medio del trabajo asalariado es el mínimo del salario, es decir, la suma de los medios de existencia de que tiene necesidad el obrero para seguir vivo como obrero. Por consiguiente, lo que el obrero recibe por su actividad es estrictamente lo que necesita para mantener su mísera existencia y reproducirla".
Para respaldar esta segunda tesis, Marx apela al prestigio de la Escuela Clásica. Marx cita a Adam Smith:
"En el estado original de cosas, que precede tanto a la apropiación de la tierra como a la acumulación de capital, el producto íntegro del trabajo pertenece al trabajador. No existen ni terratenientes, ni patrón con quienes compartir.
Si hubiese continuado este estado de cosas, los salarios de los trabajadores habrían aumentado con todas las mejoras de la productividad a que la división del trabajo da lugar"
Marx también invoca la "ley de hierro de los salarios" avanzada por David Ricardo y refrendada por Lasalle. Para Ricardo, los salarios no pueden elevarse permanentemente por encima del nivel de subsistencia, ya que en tal caso se produce un incremento de población. Esto obliga a cultivar tierras cada vez menos fértiles con lo que se eleva el coste de producción del cereal -medio de subsistencia por antonomasia del obrero y base de toda la teoría ricardiana de la renta.
Finalmente Marx se refiere a la teoría clásica, según la cual el valor de cambio o precio, coincide con el coste de producción. Para Marx, el coste de producción del trabajo es el coste de subsistencia del trabajador. El origen de la plusvalía radicaría pues en "la diferencia entre el coste de la fuerza de trabajo y el valor que ésta puede crear". Es decir, el obrero trabaja diez horas, pero sólo cobra lo producido en dos. De las otras ocho se apodera el capitalista.
CRÍTICA DE LA TEORÍA DE LA PLUSVALÍA
Vamos a examinar a continuación las principales falacias incluidas en estos últimos argumentos.
Aunque Böhm-Bawerk no se detiene a criticar la sentencia de Adam Smith -incluso aceptando este marco teórico, Böhm es capaz de demostrar la falsedad de la teoría de la explotación y explicar el verdadero fundamento del interés del capital-, nosotros sí vamos a mostrar la doble falsedad que se oculta en la tesis de que el salario sería la forma original y primaria de ingreso, emergiendo el beneficio posteriormente como diferencia entre ingreso y salario.
Primero: si definimos el salario como la retribución al trabajo dependiente (la definición que Marx siempre utiliza), es imposible que éste exista en la etapa pre-capitalista. El salario surge con el capitalismo. Los ingresos que los "trabajadores" percibían anteriormente -por ejemplo en el caso de granjeros o artesanos- no eran salarios, sino beneficio empresarial en la terminología marxista, pues eran los propietarios de la producción quienes la vendían en el mercado, quienes organizaban el proceso productivo y quienes aportaban los instrumentos materiales que lo hacían posible. Lo mismo cabe decir de los comerciantes, que compraban mercancía para revenderla con beneficio. Es evidente que cuando se compra mercancía no se paga salario y que tampoco se cobra cuando se vende. Los comerciantes compraban lo que en la jerga marxiana se denomina capital constante, y éste, como veremos, no puede producir beneficio.
Segundo: Smith, igual que Marx, desprecia e ignora absolutamente los efectos absolutamente decisivos que, para la división del trabajo y el incremento de la productividad, tienen la propiedad privada, la acumulación de capital y la función empresarial. En realidad la "época dorada" a la que parece referirse Smith sería el paleolítico, en donde hordas de salvajes subhumanos se dedicaban exclusivamente a la depredación -caza y recolección, sin que existiese nada parecido a una transformación de recursos en etapas sucesivas para lograr bienes distintos de los que ofrecía la naturaleza en estado salvaje. La revolución neolítica que introduce el cultivo agrícola y la ganadería y que eleva al primate a la condición de hombre, se basó en una institución fundamental: la propiedad privada.
Por lo que a la ley de hierro de los salarios se refiere, ésta no se basaba tanto en el hecho de que los trabajadores son explotados (por tanto queda fuera del análisis de Böhm-Bawerk) y no perciben íntegramente el fruto de su trabajo -Ricardo no parece compartir esta tesis-, sino en la aplicación combinada de dos principios: la ley de los rendimientos marginales decrecientes en la agricultura y las ideas que sobre el crecimiento de la población había avanzado Thomas Malthus: "la población de los seres vivos tiende a expandirse hasta el límite en el que los recursos disponibles no pueden garantizar más que el mínimo de subsistencia". Estas ideas, que han sido refutadas por los hechos en todos los países de Occidente, también han sido contestadas en el campo teórico.
La ley de los rendimientos marginales decrecientees establece que si se aumenta la cantidad empleada de un factor de producción, manteniéndose constantes las cantidades empleadas del resto de factores, la cantidad producida, aumenta, a partir de cierto momento, en proporciones cada vez menores. Es verdad que existe una ley de rendimientos marginales decrecientes, no sólo en la agricultura, sino en todos las áreas de la producción (si no existiese, o bien toda la producción se concentraría en un metro cuadrado, o bien no haría falta acumular capital, o todo el trabajo del mundo podría ser realizado por un solo operario), pero -y esto es lo importante- dicha ley convive con otras verdades económicas, como que la división del conocimiento y la acumulación de capital mejoran las técnicas de producción y, por tanto, incrementan la productividad. Hayek tenía mucha razón cuando decía que debemos optar entre ser pocos y pobres o muchos y ricos. Es difícil determinar cuál es el volumen óptimo de población en cada momento, aunque advertimos que los seres humanos son bastante racionales - a diferencia de los animales- a la hora de regular la población, mediante lo que se conoce como paternidad responsable, es decir, no traer al mundo hijos a los que no se tenga la oportunidad de proporcionar una vida tan cómoda, al menos, como la que disfrutan sus progenitores. ¡Si Marx creía que los trabajadores iban a comportarse como animales y no como humanos a la hora de reproducirse, no parece que les tuviera en muy alta estima!
VALOR Y COSTE DE PRODUCCIÓN
Es la idea de que el coste de producción determina el valor de cambio o precio del producto sobre la que Böhm-Bawerk recrudece sus críticas.
Como decía Jim Cox, si el valor de los bienes estuviese determinado por su coste de producción, la foto de un ser querido tendría el mismo valor que la de un desconocido o la de un enemigo -abran sus carteras para comprobarlo. Me pregunto qué hacen dos marxistas después de ir al cine. Se supone que no podrán estar en desacuerdo sobre lo mucho o poco que les ha gustado la película, pues después de todo, la producción ha requerido igual cantidad de trabajo antes de que ambos la consuman.
En realidad, ninguna actividad de tipo industrial o de cualquier otro orden puede conferir valor al bien o servicio producido. El valor brota posteriormente de las apreciaciones subjetivas de la gente. Es la intensidad de la apetencia del consumidor la que determina el valor de bienes y servicios. Es importante subrayar que lo que el consumidor valora, no es la totalidad de bienes que existen en el universo (todo el agua o el pan del mundo), sino solamente la unidad o unidades (una botella, una barra) sobre los que ha de decidir. Los que puede o no adquirir y los que puede o no ceder a cambio.
A partir de esta genial observación -a nosotros nos parece evidente una vez presentada-, Menger y luego Böhm-Bawerk construyen una teoría completa de precios y costes. Si los bienes de consumo se valoran de acuerdo con la necesidad que satisface o deja de satisfacer la unidad de cada bien sobre la que tenemos que decidir, los factores de producción se valoran según su aptitud para proporcionarnos aquellos bienes, esto es, según su productividad. Aquí también hablamos de unidades concretas y "marginales" (están en el "margen" o umbral de ser o no adquiridas o cedidas) y no de la totalidad que de ese factor existe en el mundo. Cada unidad de factor es así valorada de acuerdo con su productividad marginal.
La Ciencia Económica tradicionalmente había clasificado los factores de producción en tres grandes grupos: tierra, trabajo y capital. La genial aportación de Böhm-Bawerk consistió en descubrir la auténtica esencia del capital recurriendo al análisis de un factor ignorado: el tiempo.
Veamos como el austríaco se sirve del tiempo para desarticular la teoría de la explotación. Una cosa es que deba pertenecer al obrero el producto íntegro de su trabajo o su valor correspondiente -lo cual Böhm-Bawerk y cualquiera acepta- y otra que el obrero deba percibir ahora todo el valor futuro de su trabajo. Los socialistas pretenden, si llamamos a las cosas por su nombre, que los obreros perciban a través del contrato de trabajo más de lo que producen, más de lo que obtendrían si trabajasen por cuenta propia. Böhm-Bawek ilustra el argumento con algunos ejemplos:
"Imaginemos que la producción de un bien, por ejemplo de una máquina de vapor, cueste cinco años de trabajo, que el valor de cambio obtenido de la máquina terminada sea 5.500 florines y que intervengan en la fabricación de la máquina cinco obreros distintos, cada uno de los cuales ejecuta el trabajo de un año. Por ejemplo, que un obrero minero extraiga durante un año el mineral de hierro necesario para la construcción de la máquina, que el segundo dedique otro año a convertir ese mineral en hierro, el tercero a convertir el hierro en acero, que el cuarto fabrique las piezas necesarias y el quinto las monte y dé los toques finales a ésta. Según la naturaleza misma de la cosa, los cinco años de trabajo de nuestros obreros no podrán rendirse simultánea, sino sucesivamente y cada uno de los siguientes obreros sólo puede comenzar su trabajo una vez hayan culminado el suyo los obreros anteriores. ¿Qué parte podrá reclamar por su trabajo cada uno de los cinco copartícipes, con arreglo a la tesis de que el obrero debe percibir el producto íntegro de su trabajo?
Si no existe un sexto elemento extraño que anticipe las retribuciones, deberán tenerse en cuenta dos puntos absolutamente seguros. El primero es que no podrá efectuarse el trabajo hasta pasados cinco años. El segundo es que los obreros pueden repartirse los 5.500 florines. Pero, ¿con arreglo a qué criterio? No por partes iguales, como a primera vista pudiera parecer, pues ello redundaría considerablemente a favor de aquellos obreros cuyo trabajo corresponde a una fase posterior del proceso productivo y en perjuicio de los que han aportado su trabajo en una fase anterior. El obrero que monta la máquina percibiría 1.100 florines por su año de trabajo inmediatamente después de terminado éste; mientras, el minero no obtendría su retribución hasta pasados cuatro años. Y como este orden de preferencia no puede ser en modo alguno indiferente a los interesados, todos ellos preferirían el trabajo final y nadie querría hacerse cargo de los trabajos iniciales. Para encontrar quien aceptase éstos, los obreros de las fases finales se verían obligados a ofrecer una participación más alta a sus compañeros encargados de los trabajos preparatorios. La cuantía de esta compensación dependería de dos factores: la duración del aplazamiento y la magnitud de la diferencia existe entre la valoración de los bienes presentes y futuros. Así por ejemplo si esta diferencia fuese del 5 por ciento anual, las participaciones se graduarían: 1.200 florines para el primer obrero, 1.150 para el segundo, 1.100 para el tercero, 1.050 para el cuarto y 1.000 para el quinto.
Sólo podría admitirse la posibilidad de que los cinco cobrasen la misma suma de 1.100 florines partiendo del supuesto que la diferencia de tiempo les fuese indiferente."
Pero, si realmente el tiempo fuera indiferente a la hora de determinar el valor y por tanto la cuantía de la retribución, a los obreros les daría igual cobrar el día siguiente a la terminación de su tarea que transcurridos cinco años y, si esto fuera así, les daría igual cobrar a los cinco años que pasados cincuenta, cien o mil. (No me cabe duda de que todos empresarios subirían muy generosamente los sueldos a quienes esperasen un largo tiempo para cobrar). En realidad, el interés no es la retribución por la abstinencia -la tesis de Nassau Senior ridiculizada por Lasalle-, ni la apropiación del trabajo del obrero -como dicen los socialistas-, sino la manifestación en el mercado de un presupuesto de la acción humana, a saber, que los seres humanos desean alcanzar sus fines cuanto antes. De no ser así, se optaría siempre por los procesos materialmente más productivos cualquiera que fuese el tiempo que éstos requiriesen hasta completarse, llegándose a un punto en que desapareciese la producción de bienes de consumo, pues toda los factores se emplearían en investigación, desarrollo y acumulación de capital.
Seguimos con el ejemplo: "Supongamos ahora que los obreros, como ocurre en la realidad, no puedan o no quieran esperar para recibir su salario a que termine el proceso productivo y que entren en tratos con un empresario para obtener de él un salario a medida que vaya rindiendo su trabajo, a cambio de lo cual el empresario adquiere la propiedad del producto. Supongamos que este empresario sea una persona exenta de todo sentimiento egoísta. (…) ¿En qué condiciones se establecería el contrato de trabajo? No cabe duda de que el trato por los obreros sería absolutamente justo si el empresario les paga como salario exactamente lo mismo que recibirían como parte alícuota en el caso de organizar la producción directamente y por cuenta propia. En este caso 1.000 florines inmediatamente después de terminar su trabajo, que era lo que percibía el obrero que cobraba inmediatamente. Puesto que los cinco obreros aportan exactamente el mismo trabajo, lo justo será que perciban el mismo salario".
Existen otros ejemplos aún más contundentes. Supongamos que un vino necesita madurar en la barrica durante veinte o cuarenta años para alcanzar una calidad extraordinaria. Los cultivadores, recolectores y pisadores de la uva, no pueden cobrar hasta pasadas decenas de años salvo que un capitalista les adelante su retribución. Si quieren cobrar inmediatamente después de finalizar su tarea, deberán hacerlo no conforme al valor del vino ya maduro, sino de acuerdo al valor del vino sin edad que es notablemente inferior. Si alguien les anticipa sus retribuciones y luego vende el vino pasados cuarenta años, ¿De verdad creen los socialistas que dicho empleador debe buscar a sus antiguos operarios y retribuirles con los intereses del capital? Y si el vino se malogra o cae de valor debido a cambios en el gusto de los consumidores, ¿tendría sentido que les persiguiese para exigirles el reembolso de lo cobrado?
CAPITAL CONSTANTE Y CAPITAL VARIABLE
Marx decía que el beneficio y el interés capitalista procedían del trabajo realizado y no retribuido. Por tanto la composición del coste de producción era determinante a la hora de determinar el rendimiento del capital. Si en el coste de producción había muchos salarios y poco aprovisionamiento de materiales habría más beneficio que si sólo se compraban y revendían éstos. Según Marx, sólo el capital empleado en pagar salarios a los trabajadores podía producir beneficio. Marx llamó a esta parte capital variable; era variable porque crecía merced a la explotación de los obreros. Por su parte, el dinero empleado en adquirir materiales y maquinaria no era capaz de generar plusvalía. Hay que recordar que ya se habrían vendido según el trabajo incorporado, dejando la plusvalía en poder del vendedor. Marx llamó a esta parte, capital constante.
Por consiguiente, Marx se apartaba de la teoría económica clásica, la cual sostenía que la tasa de rendimiento del capital tendía a ser constante cualquiera que fuese su composición. Puesto que los clásicos -Smith, Ricardo, Mill- propugnaban la teoría del valor derivado del coste de producción, su fórmula determinante del valor de cambio o precio era: capital constante + capital variable + tasa de rendimiento medio. (En realidad Menger y Böhm-Bawerk habían demostrado que la causalidad iba en sentido inverso. Los costes de los factores se formaban a partir del precio que se esperaba obtener.)
La gran innovación del primer volumen de El Capital era, pues, la nueva fórmula del precio de equilibrio: capital constante + capital variable + plusvalía, siendo ésta última mayor o menor según el porcentaje relativo de capital variable respecto del de capital fijo. Dicho de otra forma, cuantos más obreros y menos máquinas interviniesen en la producción mayor beneficio se obtenía y viceversa. De este principio Marx deducía su teoría de la crisis capitalista, más y más aguda conforme crece la acumulación de capital y caen los beneficios.
Sin embargo, ya vimos que Marx se daba cuenta de que su fórmula no se veía respaldada por la realidad. En una huida hacia delante, calificó esta contradicción de "aparente" y prometió resolverla en el tercer volumen. Aunque Marx falleció sin publicarlo, Engels sí lo hizo a partir de su manuscrito. Como dice Böhm-Baweerk, la aparición de este volumen era esperada con cierta expectación en los círculos teóricos de todos los partidos, para ver como Marx se las iba a arreglar para resolver un problema que en el primer volumen ni siquiera había abordado.
Pues bien, en el tercer volumen, Marx reconoce expresamente que en la realidad, gracias a la acción de la competencia, las tasas de ganancia del capital, cualquiera que sea su composición, se mueven sobre la base de un porcentaje igual de ganancia media. Marx dice: "En la vida real las mercancías no se cambian de acuerdo con sus valores (sic), sino con arreglo a sus precios de producción". Es decir, las mercancías equiparadas por medio del intercambio contienen real y normalmente cantidades desiguales de trabajo. ¿Cabe mayor retractación? La fórmula en el tercer volumen vuelve a ser la de los clásicos: capital constante + capital variable + tasa media de beneficio. Por tanto, aunque Marx no lo diga, carece ya de sentido la fantasmagórica distinción entre capital constante y variable. De igual modo, no queda sitio para el supuesto colapso debido a la excesiva acumulación de capital no rentable. ¿Y como justifica Marx tal contradicción? Simplemente la niega:
Marx dice más o menos: "Es cierto que las distintas mercancías se cambian unas veces por más de su valor y otras veces por menos, pero estas divergencias se compensan o destruyen mutuamente, de tal modo que, tomadas todas las mercancías cambiadas en su conjunto, la suma de los precios pagados es siempre igual a la suma de sus valores. De este modo, si nos fijamos en la totalidad de las ramas de producción tenemos que la ley del valor se impone como 'tendencia dominante."
La respuesta de Böhm-Bawerk merece ser reproducida con cierta extensión, pues nos da una idea de su brillantez intelectual: "¿Cuál es, en realidad, la función de la ley del valor? No creemos que pueda ser otra que la de explicar las relaciones de cambio observadas en la realidad. Se trata de saber por qué en el cambio, por ejemplo, una chaqueta vale veinte varas de lienzo, por qué diez libras de té valen media tonelada de hierro, etc. (…) Tan pronto como se toman todas las mercancías en su conjunto y se suman sus precios se prescinde forzosamente de la relación existente dentro de esa totalidad. Las diferencias relativas de los precios entre las distintas mercancías se compensan en la suma total. (…) Es exactamente lo mismo que si a quien preguntara con cuantos minutos o segundos de diferencia ha llegado a la meta el campeón de una carrera con respecto a los otros corredores se le contestara que todos los corredores juntos han empleado veinticinco minutos y treinta segundos. (…) Por ese mismo procedimiento podría comprobarse cualquier "ley", por absurda que fuera, por ejemplo, la "ley" de que los bienes se cambian de acuerdo a su peso específico. Pues aunque en realidad una libra de oro, como "mercancía suelta", no se cambia precisamente por una libra, sino por 40.000 libras de hierro, no cabe duda de que la suma de los precios que se pagan por una libra de oro y 40.000 libras de hierro tomadas en su conjunto, corresponden exactamente a 40.000 libras de hierro más una libra de oro. La suma de los precios de las 40.001 libras corresponderá pues, exactamente al peso total de 40.001 libras materializado en la suma de valor, por donde, según aquel razonamiento tautológico, podremos llegar a la conclusión de que el peso es la verdadera pauta con arreglo a la cual se regula la relación de cambio de los bienes.
La realidad es la siguiente. Ante el problema del valor, los marxistas empiezan contestando con su ley del valor, consistente en que las mercancías se cambian en proporción al trabajo materializado en ellas. Pero más tarde revocan esta respuesta -abierta o solapadamente- en lo que se refiere al cambio de las mercancías sueltas, es decir, con respecto al único campo en que el problema del valor tiene un sentido, y sólo la mantienen en pie, en toda su pureza, respecto al producto nacional tomado en su conjunto, es decir con respecto a un terreno en el que aquel problema no tiene sentido alguno. Lo cual equivale a decir tanto como reconocer que, en lo tocante al verdadero problema del valor, la "ley del valor" es desmentida por los hechos."
CONCLUSIÓN
La refutación de Böhm-Bawerk a la teoría de la explotación constituye, como decía Rothbard, la vacuna que, por excelencia, inmuniza contra el marxismo. Sobre ella lanzaron los marxistas, primero sus más furibundos ataques, -en realidad contra su "lógica burguesa" ya que los argumentos son incontrovertibles -ahí están, expuestos a la vergüenza pública, los trabajos de Hilferding, Bujarin o Sweezy para quien quiera reír, por no llorar. Más adelante, simplemente la silenciaron. Ese silencio ha hecho posible, desgraciadamente, que cientos de millones de personas hayan sufrido y sigan sufriendo la opresión de tiranos comunistas que venden humo, engendran odio y fabrican miseria. Esperemos que este trabajo aporte su grano de arena para revertir esa tendencia.
Un saludo liberal,
Humfry
Todas esas teorias economicas se basan en un elemento: el intercambio. Para intercambiar algo hay que poseerlo. Insisto en que no existe la propiedad, por lo tanto, el intercambio y todo lo que siga (en nivel creciente de complejizacion de las relaciones economicas) va a estar regido por la arbitrariedad de lo que parte de premisas falsas. Tu unico argumento en defensa de la existencia de la propiedad es "llegue primero, entonces es mio" (aunque lo escondas diciendo "tengo un proyecto para el", obviamente, muchas personas pueden tener proyectos para un recurso determinado, como por ejemplo, comerserlo. Tu resolucion a ese conflicto no puede ser otra que la ley del "llegue primero"). "LLegar primero" a un recurso no significa nada desde el punto de vista lógica. Es solo una excusa para poder ejercer la fuerza para defenderlo. A partir de ahi se forman todas las otras relaciones capitalistas, de intercambio y propiedad. Y asi como un cavenicola llego a un arbol y lo reclamo como suyo defendiendolo a garrotazos, los otros por miedo se lo reconocieron. Luego de los siglos, toda relacion social necesita ser legitimada moralmente, porque si no cambiarian constantmente (el uso de la fuerza no implica obligatoriamente que no haya rebeliones), por eso surgio la MORAL CAPITALISTA, es decir, la idea de la propiedad legitima. Eso fue evolucionando con el tiempo, y hoy en dia tenemos una hermosa democracia representativa que usa la misma logica: jusitificar moralmente (con argumentos basados en premisas falsas como la propiedad y la votacion de las autoridades) el uso de la fuerza para defender los intereses de la burguesía y sus aliados, la clase media: esos que compran los aparatos que los burgueses crean en sus fabricas... (yo creo que la clase media deberia ser llamada la CLASE CONSUMIDORA, asi como la burguesia es la CLASE CAPITALISTA -la que acumula capital, medios de produccion, capital, mas medios, asi infinitamente hasta llegar a los grandes monopolios, como coca-cola, microsoft y macdonalds-)
El orden social esta muy bien planificado, Humfry. El "laissez faire" entra en contradiccion con la idea de la propiedad, porque si yo "dejo hacer" entonces yo tambien quiero tener tu casa,tu computadora (ordenador le dicen los españoles), y por lo tanto, tengo derecho a apropiarmelo.
Muy bien dijo Proudhon, la propiedad es robo. Pero no "robo" de una persona a otra, es el robo de quien defiende con las armas algo que no es de nadie y es igualmente deseado por todos.
Ahora, como solucionamos este problema? es necesario un sistema de
produccion y distribucion para que la humanidad no muera de hambre. Entonces es necesario el USO (repito, no propiedad) de lo que la Naturaleza crea (si, ya se, la materia no se crea, lo dije yo mismo, es una metafora nada mas). El problema es de tipo moral, ¿quien tiene DERECHO al uso? (entendiendo como DERECHO el conjunto de argumentos que provienen de razonamientos bien hechos, con premisas verdaderas e indiscutibles). Los animales no tienen este problema de la moral porque no argumentan, por eso entre ellos se usa la Ley de la Selva. (Los humanos no tenemos excusas, podemos argumentar perfectamente)
Entonces, tendrán en prinicipio igual derecho todos los Humanos que quieran usar dicho recurso. Esos humanos se reunen en Asamblea y debaten por horas como distribuirse el recurso. Al final llegan a una conclusion, es mejor trabajarlo y obtener de el un producto final. Se distribuyen las tareas equitativeamente, uno junta piedras para usar como martillos (con un poco de imaginacion, por supuesto), otro va a buscar agua al rio (supongamos que es necesario agua para procesar el recurso) y otro mezcla todo y obtiene el Producto Final. Ahora si, lo parten en una cantidad de fragmentos igual a la cantidad de gente que haya trabajado por el (suponemos que trabajaron todos los que deseaban una porcion de el). Cada uno se come su porcion de Producto final y todos felices. En el medio un hombre especialmente engreido trata de imponer su posicion mediante la violencia: los otros se enojan y lo atacan con bananas (seguimos con el estilo "cavernicola"). El hombre engreido deja de hacerlo, en principio por miedo. Pero luego los otros se reunen y le explican porqué la opinion de todos vale lo mismo. El hombre lo entiende y no lo vuelve a hacer mas. Y todos viven felices para siempre.
7000 años despues, tenemos el mismo funcionamiento, pero adapatado a los avances tecnicos, organizativos y culturales. Bienvenido Hermano, llegaste al mundo del Comunismo Libertario en la sociedad actual.
Por supuesto, es un sistema en extremo dificil de aplicar. Pero no es imposible, y sin lugar a dudas, es muchisimo mas justo, estable, humano, simpatico y bueno que el capitalismo. Y en él todos los problemas tienen una solucion real (no un parche que la oculte, como ocurre en el capitalismo).
Lo otro, la papelera. Las desiciones colectivas se toman cuando el problema a resolver afecta a la comunidad. Una papelera no molesta a nadie, al contrario, seria ampliamente bienvenido.
Si en vez de una papelera fuera un Monolito de Cemento, posiblemte molestaria a los vecinos. Entonces la Asamblea se realiza con los vecinos,no en todo el mundo. Estas tratando de hacer complicado un problema facil de resolver. Las Asambleas Regionales son necesarias nada mas cuando se trata de un asunto que afecta a todos, como la organizacion economica, el trazado de rutas, o la contaminacion ambiental. El resto queda por cuenta de los individuos...
El orden social esta muy bien planificado, Humfry. El "laissez faire" entra en contradiccion con la idea de la propiedad, porque si yo "dejo hacer" entonces yo tambien quiero tener tu casa,tu computadora (ordenador le dicen los españoles), y por lo tanto, tengo derecho a apropiarmelo.
Muy bien dijo Proudhon, la propiedad es robo. Pero no "robo" de una persona a otra, es el robo de quien defiende con las armas algo que no es de nadie y es igualmente deseado por todos.
Ahora, como solucionamos este problema? es necesario un sistema de
produccion y distribucion para que la humanidad no muera de hambre. Entonces es necesario el USO (repito, no propiedad) de lo que la Naturaleza crea (si, ya se, la materia no se crea, lo dije yo mismo, es una metafora nada mas). El problema es de tipo moral, ¿quien tiene DERECHO al uso? (entendiendo como DERECHO el conjunto de argumentos que provienen de razonamientos bien hechos, con premisas verdaderas e indiscutibles). Los animales no tienen este problema de la moral porque no argumentan, por eso entre ellos se usa la Ley de la Selva. (Los humanos no tenemos excusas, podemos argumentar perfectamente)
Entonces, tendrán en prinicipio igual derecho todos los Humanos que quieran usar dicho recurso. Esos humanos se reunen en Asamblea y debaten por horas como distribuirse el recurso. Al final llegan a una conclusion, es mejor trabajarlo y obtener de el un producto final. Se distribuyen las tareas equitativeamente, uno junta piedras para usar como martillos (con un poco de imaginacion, por supuesto), otro va a buscar agua al rio (supongamos que es necesario agua para procesar el recurso) y otro mezcla todo y obtiene el Producto Final. Ahora si, lo parten en una cantidad de fragmentos igual a la cantidad de gente que haya trabajado por el (suponemos que trabajaron todos los que deseaban una porcion de el). Cada uno se come su porcion de Producto final y todos felices. En el medio un hombre especialmente engreido trata de imponer su posicion mediante la violencia: los otros se enojan y lo atacan con bananas (seguimos con el estilo "cavernicola"). El hombre engreido deja de hacerlo, en principio por miedo. Pero luego los otros se reunen y le explican porqué la opinion de todos vale lo mismo. El hombre lo entiende y no lo vuelve a hacer mas. Y todos viven felices para siempre.
7000 años despues, tenemos el mismo funcionamiento, pero adapatado a los avances tecnicos, organizativos y culturales. Bienvenido Hermano, llegaste al mundo del Comunismo Libertario en la sociedad actual.
Por supuesto, es un sistema en extremo dificil de aplicar. Pero no es imposible, y sin lugar a dudas, es muchisimo mas justo, estable, humano, simpatico y bueno que el capitalismo. Y en él todos los problemas tienen una solucion real (no un parche que la oculte, como ocurre en el capitalismo).
Lo otro, la papelera. Las desiciones colectivas se toman cuando el problema a resolver afecta a la comunidad. Una papelera no molesta a nadie, al contrario, seria ampliamente bienvenido.
Si en vez de una papelera fuera un Monolito de Cemento, posiblemte molestaria a los vecinos. Entonces la Asamblea se realiza con los vecinos,no en todo el mundo. Estas tratando de hacer complicado un problema facil de resolver. Las Asambleas Regionales son necesarias nada mas cuando se trata de un asunto que afecta a todos, como la organizacion economica, el trazado de rutas, o la contaminacion ambiental. El resto queda por cuenta de los individuos...
Después de leerme la refutación de la teoría de la explotación marxista del "insigne economista austríaco Eugen von Böhm-Bawerk" (creo que hay un tipo de sonda rectal que lleva ese nombre), me pregunto perplejo ¿a qué viene? Menuda sarta de autocomplacencia.
De sentido común parece decir que para que un empresario se enriquezca, necesita trabajadores que trabajen. En ese sentido puede decirse que el capitalista explota a los trabajadores, ya sea en una fábrica, ya sea en un burdel. Ciertamente, sin currantes no habría ni trigo, ni toneladas de hierro, ni florines ni ná de ná. Bueno, a lo mejor un minero solitario (un empresario autónomo en jerga capitalista) puede obtener una libra de oro picando piedra en el Klondike, pero cuarenta mil libras de hierro, ni de coña.
Supongo que el "genial" Böhm-Bawerk estaría de acuerdo con esto.
En mi apreciación personal, yo no me siento explotado por los empresarios a los que he servido como asalariado. Me he sentido, eso sí, muy disgustado con ellos, porque, sin excepciones, han sido unos rascabuches que nunca tienen bastante. Auténticos enfermos mentales cuyo único motor en la vida parece ser la avaricia. Siempre intentando apretar las tuercas para arañar céntimos en calidad, en materiales, en salarios... Siempre haciendo ostentación de mal gusto en materia de vestido, joyas, comidas... Prepotentes con el débil; ruines lameculos cagapoquitos con el poder. Se trata de mi experiencia personal, claro. No sé nada de los empresarios indonesios que ensamblan circuitos con muchachas compradas en la selva.
La pregunta que me hago es ¿quién trabaja por sesenta pudiendo trabajar por sesenta y seis? Evidentemente, un tonto o un forzado. Si echo cuentas, y veo que el jefe después de pagar salarios, proveedores, maquinaria, desgaste de infraestructuras, renovación tecnológica, impuestos... se queda con un bonito pellizco del 3% de beneficios, ¿por qué habría de considerar ese beneficio legítimo?
Lo más lógico es apropiárselo, ya sea por la vía del aumento de salario, ya sea por la vía de la disminución de la productividad. Al jefe, pues que le den.
En cuanto a la cuestión tecnológica, me decanto por la comodidad. A menor nivel de consumo, menos necesidad de dinero y menos trabajo en juego. A mayor organización, más fuerza en el bando de los trabajadores. En cuanto al capitalismo, eso sí que es una cafetera vieja, perdiendo presión por sus grietas: antieconómico, prehistórico. Dentro de unas décadas la gente se preguntará cómo podíamos vivir con él.
De sentido común parece decir que para que un empresario se enriquezca, necesita trabajadores que trabajen. En ese sentido puede decirse que el capitalista explota a los trabajadores, ya sea en una fábrica, ya sea en un burdel. Ciertamente, sin currantes no habría ni trigo, ni toneladas de hierro, ni florines ni ná de ná. Bueno, a lo mejor un minero solitario (un empresario autónomo en jerga capitalista) puede obtener una libra de oro picando piedra en el Klondike, pero cuarenta mil libras de hierro, ni de coña.
Supongo que el "genial" Böhm-Bawerk estaría de acuerdo con esto.
En mi apreciación personal, yo no me siento explotado por los empresarios a los que he servido como asalariado. Me he sentido, eso sí, muy disgustado con ellos, porque, sin excepciones, han sido unos rascabuches que nunca tienen bastante. Auténticos enfermos mentales cuyo único motor en la vida parece ser la avaricia. Siempre intentando apretar las tuercas para arañar céntimos en calidad, en materiales, en salarios... Siempre haciendo ostentación de mal gusto en materia de vestido, joyas, comidas... Prepotentes con el débil; ruines lameculos cagapoquitos con el poder. Se trata de mi experiencia personal, claro. No sé nada de los empresarios indonesios que ensamblan circuitos con muchachas compradas en la selva.
La pregunta que me hago es ¿quién trabaja por sesenta pudiendo trabajar por sesenta y seis? Evidentemente, un tonto o un forzado. Si echo cuentas, y veo que el jefe después de pagar salarios, proveedores, maquinaria, desgaste de infraestructuras, renovación tecnológica, impuestos... se queda con un bonito pellizco del 3% de beneficios, ¿por qué habría de considerar ese beneficio legítimo?
Lo más lógico es apropiárselo, ya sea por la vía del aumento de salario, ya sea por la vía de la disminución de la productividad. Al jefe, pues que le den.
En cuanto a la cuestión tecnológica, me decanto por la comodidad. A menor nivel de consumo, menos necesidad de dinero y menos trabajo en juego. A mayor organización, más fuerza en el bando de los trabajadores. En cuanto al capitalismo, eso sí que es una cafetera vieja, perdiendo presión por sus grietas: antieconómico, prehistórico. Dentro de unas décadas la gente se preguntará cómo podíamos vivir con él.
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Humfry
Respuesta
1) Simplemente no existe forma de apropiarse de algo por "verlo primero". Debe uno mezclar su trabajo con el recurso virgen y éste pasa a ser un recurso a secas. Pensar, mirar o pretender no genera propiedad, sólo el trabajo físico, por lo menos al delimitar un espacio de propiedad. A eso se le conoce como "apropiación original" o "primer uso productivo".
2) Te crees que la clase "alta" no consume??? Consume lo mismo una persona de la clase alta que una de la media, si en cuanto a necesiades basicas nos referimos. Que tiene de malo acumular? Si uno lo gana con su trabajo...Te equivocas, ninguno de esos 3 es un monopolio. Microsoft cuenta con Linux, Cocacola con Pepsico y Macdonalds con Burguer King.
3) No no tienes derecho por la simple razon de que mi ordenador y mi casa la he comprado con mi trabajo. Por tanto legitimamente y eticamente me pertenece. Si tu trabajas una tierra cultivandola, te pertenece, por el hecho de que es fruto de tu trabajo. Vale, em diras que ya estaba ante de tu trabajar, pero el que la ha hecho servir has sido tu, y por tanto te pertenece eticamente, o por lo menos tienes mas derecho a tener esa propiedad que otro que no haya trabajado en ese campo. Lo que hace el estado es un robo. Imaginate que te viene un hombre por la calle y te obliga a darle dinero para que el se compre una cosa que tu no vas a utilizar. Como llamariamos a esto? ROBO.
4) Que pasa si...1) Una persona no quiere trabajar de lo que se le asigna. No come??? Es mejor ser libre. 2) EL producto final repartido no llega para llenar el apetito de todos. 3) Uno no quiere comer lo que los demas. 4) Una persona no quiere trabajar en el proyecto. 5) Una persona exige mas porque considera que su trabajo de transportar agua es ams pesado que el de cortar madera. Es decir , vuestros principios estan equivocados. El valor es subjetivo, por eso no puedes asignar a cualquier accion el valor de 1, sino con ese principio el mover 1 piedra de 1 kg 5 cm, vale lo mismo que moverla 1 km, o que transportar durante 1 km agua. Eso es lo que hace que no vyaa bien cualquier sistema socialista, para eso esta el mercado. Que te digo que no es perfecto, pero es el sistema menos malo. Esto te da libertad, que es el principio inalienable de todo hombre. ( Ojo, y esto poniendo un ejemplo de un trabajo simple, si lo ponemos en practica en un sistema complejo como el que vivimos, es irrealizable )
5) Alomejor si que molesta a alguien, porque considera que una papelera atrae a insectos, daña la imagen estetica de la calle, produce malos olores y obstaculiza una rampa de minusvalidos.
Igualmente lo que estas haciendo quitando responsabilidad o capacidad de decision al resto del mundo, es adjudicandoles propiedad a esa comunidad.
6) Viene a lo de "espero que el "anarcocapitalista" entienda que el capitalismo lleva a la explotacion obligatoriamente, y a la peor de las explotaciones, la esclavizacion (un individuo se lleva el trabajo de los otros, con el tema de la plusvalia, que esta bien explicado en otro foro)" de el Ale.
7) Acaso alguien ha dicho lo contrario??? Pero si un empresario y un obrero se ponen de acuerdo ( El empresario pone el material, el seguro, el salario, y el obrero pone el trabajo ) que de malo hay en ello??? Es decir, si lo acepta es porque no hay nada mejor a su alcance.
8) Lo unico que puedo decir es que cada uno tiene capacidad de eleccion, y con esto estais dandome la razon, porque siempre poneis ejemplso de empresarios/jefes que son la hostia de avariciosos, que lo quieren todo para ellos. Bien, en eso se fundamenta el liberalismo, en que cada uno puede ser libre de hacer lo que quiera, y si metieras a los millones de jefes avariciosos en el sistema de El Ale, de venga todo el mundo hace una cosa y damos lo mismo, pues no funcionaria, simplemente se rebelarian, y si me propones como alternativa obligarles a colaborar, no se que sera peor, si mi sistema o vuestro sistema. Es decir el capitalismo no obliga a nadie a nada, por lo menos tienes eleccion ( aunque las elecciones sean parecidas )
9) Podria llevarse ese 3% porque : 1) El ha puesto el dinero para que funcione la empresa 2) Hay contratos, y si tu firmas un contrato ya sabes a lo que te expones. Por tanto me parece legitimo.
10) Antieconomico???? Por favor, el capitalismo ha hecho subir el nivel/calidad de vida a millones y millones y millones de personas, sino mirad los paises capitalistas donde estan y mirad los paises socialistas o ex socialistas.
Un saludo liberal,
Humfry
2) Te crees que la clase "alta" no consume??? Consume lo mismo una persona de la clase alta que una de la media, si en cuanto a necesiades basicas nos referimos. Que tiene de malo acumular? Si uno lo gana con su trabajo...Te equivocas, ninguno de esos 3 es un monopolio. Microsoft cuenta con Linux, Cocacola con Pepsico y Macdonalds con Burguer King.
3) No no tienes derecho por la simple razon de que mi ordenador y mi casa la he comprado con mi trabajo. Por tanto legitimamente y eticamente me pertenece. Si tu trabajas una tierra cultivandola, te pertenece, por el hecho de que es fruto de tu trabajo. Vale, em diras que ya estaba ante de tu trabajar, pero el que la ha hecho servir has sido tu, y por tanto te pertenece eticamente, o por lo menos tienes mas derecho a tener esa propiedad que otro que no haya trabajado en ese campo. Lo que hace el estado es un robo. Imaginate que te viene un hombre por la calle y te obliga a darle dinero para que el se compre una cosa que tu no vas a utilizar. Como llamariamos a esto? ROBO.
4) Que pasa si...1) Una persona no quiere trabajar de lo que se le asigna. No come??? Es mejor ser libre. 2) EL producto final repartido no llega para llenar el apetito de todos. 3) Uno no quiere comer lo que los demas. 4) Una persona no quiere trabajar en el proyecto. 5) Una persona exige mas porque considera que su trabajo de transportar agua es ams pesado que el de cortar madera. Es decir , vuestros principios estan equivocados. El valor es subjetivo, por eso no puedes asignar a cualquier accion el valor de 1, sino con ese principio el mover 1 piedra de 1 kg 5 cm, vale lo mismo que moverla 1 km, o que transportar durante 1 km agua. Eso es lo que hace que no vyaa bien cualquier sistema socialista, para eso esta el mercado. Que te digo que no es perfecto, pero es el sistema menos malo. Esto te da libertad, que es el principio inalienable de todo hombre. ( Ojo, y esto poniendo un ejemplo de un trabajo simple, si lo ponemos en practica en un sistema complejo como el que vivimos, es irrealizable )
5) Alomejor si que molesta a alguien, porque considera que una papelera atrae a insectos, daña la imagen estetica de la calle, produce malos olores y obstaculiza una rampa de minusvalidos.
Igualmente lo que estas haciendo quitando responsabilidad o capacidad de decision al resto del mundo, es adjudicandoles propiedad a esa comunidad.
6) Viene a lo de "espero que el "anarcocapitalista" entienda que el capitalismo lleva a la explotacion obligatoriamente, y a la peor de las explotaciones, la esclavizacion (un individuo se lleva el trabajo de los otros, con el tema de la plusvalia, que esta bien explicado en otro foro)" de el Ale.
7) Acaso alguien ha dicho lo contrario??? Pero si un empresario y un obrero se ponen de acuerdo ( El empresario pone el material, el seguro, el salario, y el obrero pone el trabajo ) que de malo hay en ello??? Es decir, si lo acepta es porque no hay nada mejor a su alcance.
8) Lo unico que puedo decir es que cada uno tiene capacidad de eleccion, y con esto estais dandome la razon, porque siempre poneis ejemplso de empresarios/jefes que son la hostia de avariciosos, que lo quieren todo para ellos. Bien, en eso se fundamenta el liberalismo, en que cada uno puede ser libre de hacer lo que quiera, y si metieras a los millones de jefes avariciosos en el sistema de El Ale, de venga todo el mundo hace una cosa y damos lo mismo, pues no funcionaria, simplemente se rebelarian, y si me propones como alternativa obligarles a colaborar, no se que sera peor, si mi sistema o vuestro sistema. Es decir el capitalismo no obliga a nadie a nada, por lo menos tienes eleccion ( aunque las elecciones sean parecidas )
9) Podria llevarse ese 3% porque : 1) El ha puesto el dinero para que funcione la empresa 2) Hay contratos, y si tu firmas un contrato ya sabes a lo que te expones. Por tanto me parece legitimo.
10) Antieconomico???? Por favor, el capitalismo ha hecho subir el nivel/calidad de vida a millones y millones y millones de personas, sino mirad los paises capitalistas donde estan y mirad los paises socialistas o ex socialistas.
Un saludo liberal,
Humfry
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Hannibal
Humfry, permíteme que te diga que cada vez que leo uno de tus textos
apologéticos del liberalismo y del capitalismo siento la misma sensación
de "placidez mental" que cuando de niño leía las aventuras del Príncipe
Valiente, del Jabato y del Capitán Trueno: todo ilusiones.
Voy a consultar el diccionario etimológico, a ver si placidez procede de
placenta...
Un saludo ponderadamente reiterativo de Hannibal...
apologéticos del liberalismo y del capitalismo siento la misma sensación
de "placidez mental" que cuando de niño leía las aventuras del Príncipe
Valiente, del Jabato y del Capitán Trueno: todo ilusiones.
Voy a consultar el diccionario etimológico, a ver si placidez procede de
placenta...
Un saludo ponderadamente reiterativo de Hannibal...
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Humfry
Respuesta
Jajajaja, Hannibal, ya sabes como me siento yo al leer los vuestros. El caso es que mis textos no son una ilusion, porque ha pasado en la realidad ( no el liberalismo extremo que defiendo, sino el capitalismo "social" ) y no me negaras del buen funcionamiento de este; es mas lo mas parecido a la ilusion es vuestra teoria, que no le encuentro ni pies ni cabeza. De verdad estas de acuerdo con el sistema de cheques que propone la pagina en su ateneo ??...Un pokito de porfavor... xD
Un saludo liberal,
Humfry
Un saludo liberal,
Humfry
Me alegro de que reconozcas que los capitalistas son unos explotadores Humfry.
Respecto a lo que dices de la firma del contrato, cuando se firma un contrato sigue vigente hasta que una de las partes lo rompe. Cuando se denuncia el convenio o el contrato, se abre un periodo de negociaciones en el que está permitido presionar para conseguir el máximo que se pueda.
Y en el capitalismo es lícito hacer eso. Lo mismo que los capitalistas forman sus truts, corporaciones y sindicatos patronales, los trabajadores pueden hacer lo mismo.
Si llegado el punto de ruptura, puedo ganar más o disminuir mi productividad para apoderarme de ese supuesto 3% de beneficio, estoy en mi derecho. El capitalista habrá puesto capital, pero ese no es mi problema. Por mí como si revienta. Ese señor pone su capital por afán de lucro, lo mismo que yo mi trabajo. No es un altruísta hombre de negocios, ni yo tampoco. Si le puedo retorcer el brazo para extorsionarlo en mi beneficio, ¿por qué no hacerlo? Si le puedo ganar tres en lugar de dos, y no lo hago, o soy tonto o un forzado. Lo mismo le pasa al empresario: ¿quién pudiendo vender a cien vende a sesenta? Nadie.
En cuanto al capitalismo, es lo más antieconómico que existe. Es muy fácil, por ejemplo. Al poner en competencia empresas que producen el mismo producto, tienen que dedicar grandes esfuerzos a convencer de que su producto es bueno. Si en esa lucha una quiebra o va a la ruina, todo ese esfuerzo económico se disipa. Antieconómico. En cualquier casa se planifica.
Sobre eso de que el capitalismo ha creado toda la riqueza: que haya capitalismo actualmente es una cosa, que todo lo que existe le sea atribuible, es otra. Si se le atribuye lo bueno, también le caerá lo malo, que es bastante. Y tu reduccionismo optimista es ridículo. Haití es un país capitalista, Cuba un socialismo de Estado. Échales un vistazo y mira donde están.
Respecto a lo que dices de la firma del contrato, cuando se firma un contrato sigue vigente hasta que una de las partes lo rompe. Cuando se denuncia el convenio o el contrato, se abre un periodo de negociaciones en el que está permitido presionar para conseguir el máximo que se pueda.
Y en el capitalismo es lícito hacer eso. Lo mismo que los capitalistas forman sus truts, corporaciones y sindicatos patronales, los trabajadores pueden hacer lo mismo.
Si llegado el punto de ruptura, puedo ganar más o disminuir mi productividad para apoderarme de ese supuesto 3% de beneficio, estoy en mi derecho. El capitalista habrá puesto capital, pero ese no es mi problema. Por mí como si revienta. Ese señor pone su capital por afán de lucro, lo mismo que yo mi trabajo. No es un altruísta hombre de negocios, ni yo tampoco. Si le puedo retorcer el brazo para extorsionarlo en mi beneficio, ¿por qué no hacerlo? Si le puedo ganar tres en lugar de dos, y no lo hago, o soy tonto o un forzado. Lo mismo le pasa al empresario: ¿quién pudiendo vender a cien vende a sesenta? Nadie.
En cuanto al capitalismo, es lo más antieconómico que existe. Es muy fácil, por ejemplo. Al poner en competencia empresas que producen el mismo producto, tienen que dedicar grandes esfuerzos a convencer de que su producto es bueno. Si en esa lucha una quiebra o va a la ruina, todo ese esfuerzo económico se disipa. Antieconómico. En cualquier casa se planifica.
Sobre eso de que el capitalismo ha creado toda la riqueza: que haya capitalismo actualmente es una cosa, que todo lo que existe le sea atribuible, es otra. Si se le atribuye lo bueno, también le caerá lo malo, que es bastante. Y tu reduccionismo optimista es ridículo. Haití es un país capitalista, Cuba un socialismo de Estado. Échales un vistazo y mira donde están.
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Invitado
Joder, Ale, qué pena
Lo que deberías hacer cuando vayas a insertar una respuesta larga es escribir el documento en Microsoft Word, luego copiarlo y pegarlo en el foro.
Bueno, esa es la teoría, la verdad es que yo no lo suelo hacer y varias veces me ha pasado lo mismo que a ti
Ánimo y escribe tu respuesta, a buen seguro interesante.
Salud y Comunismo Anárquico.
Lo que deberías hacer cuando vayas a insertar una respuesta larga es escribir el documento en Microsoft Word, luego copiarlo y pegarlo en el foro.
Bueno, esa es la teoría, la verdad es que yo no lo suelo hacer y varias veces me ha pasado lo mismo que a ti
Ánimo y escribe tu respuesta, a buen seguro interesante.
Salud y Comunismo Anárquico.
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Humfry
Respuesta
1) Vale, haz lo que quieras, otra cosa es que sigas en el trabajo/ te caiga una denuncia, etc. Cada uno es libre.
2) Todo ese "capital" perdido, lo recpueran las otras empresas que estan en el sector. Nada de antieconomico.
3) Lo decia en terminos generales.
En fin, Ale, ten paciencia, esperamos tu respuesta.
Un saludo liberal,
Humfry
2) Todo ese "capital" perdido, lo recpueran las otras empresas que estan en el sector. Nada de antieconomico.
3) Lo decia en terminos generales.
En fin, Ale, ten paciencia, esperamos tu respuesta.
Un saludo liberal,
Humfry
Sí, son los riesgos de enfrentarse a un patrón avalado y protegido por el Estado.1) Vale, haz lo que quieras, otra cosa es que sigas en el trabajo/ te caiga una denuncia, etc. Cada uno es libre.
Ya. Es lo mismo que decir que en una guerra no muere gente, porque nacen más que sustituyen a los desaparecidos. Je, díselo a los muertos. Es antieconómico. Hay un esfuerzo, una energía económica que se disipa. Dos empresas producen maquinillas de afeitar. Producen más de las necesarias. Necesitan departamento de publicidad para convencer de las bondades de su producto. Finalmente queda una. Caso Filomatic-Gillette. Todo la energía gastada por Filomatic se perdió. Que Gillette recogiera los réditos (cerrando empresas, despidiendo gente) es otra cuestión. Una máquina de vapor vieja que pierde fuerza por las grietas. Movida por la avaricia. Sostenida por el Estado. Eso es el capitalismo.2) Todo ese "capital" perdido, lo recpueran las otras empresas que estan en el sector. Nada de antieconomico.
Tecnología obsoleta, en definitiva.
3) Lo decia en terminos generales
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Humfry
Respuesta
1) Lo de que es antieconomico es falso. Vamos a ver, A) Parte de esa inversion se amortigua B) Beneficia a la otra empresa C) Cada uno es libre de hacer lo que quiera, y alla el con sus actos y consequencias.
2) Actualmente el numero de pobres es de 1200 millones, y teniendo en cuenta que somos 6000 millones tirando a la baja, pues no son 3/4, asi que tus calculos fallan,
Un saludo liberal,
Humfry
2) Actualmente el numero de pobres es de 1200 millones, y teniendo en cuenta que somos 6000 millones tirando a la baja, pues no son 3/4, asi que tus calculos fallan,
Un saludo liberal,
Humfry