Sobre la Plataforma Reivindicativa de CNT
- Luis Nuevo
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Posesión, creo que más o menos en el mismo sentido que lo utilizas tú, el que explica Proudhon en ¿Qué es la Propiedad?. Aunque claro, al depender económicamente de la Administración no serían del todo autónomos.
Dar una empresa a los/as trabajadores/as en un sistema capitalista... Ya te he dicho que no conozco ninguna experiencia (un poco larga) que no se haya convertido en una empresa más.
¿No podrían los vecinos contratar los servicios de otra empresa, que incluso por ser multinacional puede perder dinero en esa localidad por tomar el mercado?. En caso de prosperar la empresa...¿Los/as nuevos/as trabajadores/as contratados serían cooperativistas de pleno derecho?.
Hay un problema. Queremos resolver las contradicciones del capitalismo sin acabar con él. Las experiencias previas en su marco, son eso, experiencias, pero contendrán las mismas contradicciones.
Dar una empresa a los/as trabajadores/as en un sistema capitalista... Ya te he dicho que no conozco ninguna experiencia (un poco larga) que no se haya convertido en una empresa más.
¿No podrían los vecinos contratar los servicios de otra empresa, que incluso por ser multinacional puede perder dinero en esa localidad por tomar el mercado?. En caso de prosperar la empresa...¿Los/as nuevos/as trabajadores/as contratados serían cooperativistas de pleno derecho?.
Hay un problema. Queremos resolver las contradicciones del capitalismo sin acabar con él. Las experiencias previas en su marco, son eso, experiencias, pero contendrán las mismas contradicciones.
No entiendo lo que dices. Una empresa controlada por sus trabajadores no es capialista, es una empresa autogestionada. ¿O no?Luis Nuevo escribió:Dar una empresa a los/as trabajadores/as en un sistema capitalista... Ya te he dicho que no conozco ninguna experiencia (un poco larga) que no se haya convertido en una empresa más.
No lo creo. Vamos a ver, si hablamos de empresas como las que hacen recogidas de basuras, ¿son realmente intersantes como para sostener un negocio capitalista? Yo creo que no, porque no veo que tuvieran seguros unos beneficios, no veo un modo de negocio claro. Sólo veo que podrían ser interesantes para un negocio capitalista una empresa que por ejemplo se dedicase a recoger muebles o alguna cosa específica pero no la basura en general. O que recogiese la basura de unos pocos barrios. Pero no que recogiese la basura de toda una ciudad.¿No podrían los vecinos contratar los servicios de otra empresa, que incluso por ser multinacional puede perder dinero en esa localidad por tomar el mercado?. En caso de prosperar la empresa...¿Los/as nuevos/as trabajadores/as contratados serían cooperativistas de pleno derecho?.
Esta clase de servicios municipales como la recogida de basura, limpieza de jardines o autobuses, se suelen gestionar con dos modelos. Uno a través de empresas públicas de titularidad municipal y otro a través de empresas privadas que contrata el ayuntamiento para la prestación de ese servicio. Por ejemplo yo vivo en Gijón que sigue el primer modelo. En Oviedo siguen el segundo. Como vemos en ninguno de los dos casos hay una iniciativa totalmente privada, en ambos casos interviene la administración municipal. Pero no hay iniciativa totalmente privada por ningún sitio. Realmente un modelo totalmente privado de empresas de servicios básicos de ese tipo no creo que sea apetecible para los capitalistas. ¿Crees que se ganaría dinero recogiendo basura si se tuviera que tratar con los vecinos directamente y no contratar el servicio con el ayuntamiento? ¿Y los gastos? Porque estamos hablando de servicios básicos no de un negocio de venta como El Corte Inglés. Probablemente tendrían que dar un servicio a cuatro barrios ricos o recoger sólo cierto tipo de basuras una empresa que se basase totalmente en iniciativa privada si quisieran ser rentables. Yo no lo veo tan claro. Un capitalista antes invertiría en otra cosa, antes que en servicios básicos yo creo. En los modelos de gestión a través de empresas privadas de los municipios actuales, esas empresas ganan dinero porque el ayuntamiento les paga por hacer ese servicio. Ojo que no contratan con la gente, ellos contratan con el ayuntamiento. Aunque vivieramos en un mundo anarcocapitalista mucho me temo que estos servicios tendrían que gestionarse de una forma semejante a la que yo digo.
Veo mucho más interesante para estas cosas como la recogida de basuras, la limpieza de jardines, el agua, los autobuses, etc. el modelo mutual que yo digo al estilo productores-consumidores que poseen la empresa. Este modelo es buenísimo para actividades que son deficitarias pero que son necesarias e imprescindibles porque son básicas. La empresa esa se financiaría mediante las cuotas de los vecinos. No está orientada al lucro sino al servicio. No es neceario que de beneficios, lo importante es que preste el servicio y que tenga los menos gastos posibles.
No sé el motivo por el cual comentas lo de Queremos resolver las contradicciones del capitalismo sin acabar con él. Las experiencias previas en su marco, son eso, experiencias, pero contendrán las mismas contradicciones porque yo he estado hablando un modelo que Bakunin lo hubiese firmado probablemente: pillar las herramientas de las empresas municipales, pasar del ayuntamiento y organizar esas empresas entre los trabajadores y los vecinos.
De lejos, lo que yo digo es el modelo en el que la administración municipal menos pintaría en todo. ¿Qué capitalismo ves en todo lo que dije?
O si no, ¿cómo se organiza la recogida de basuras, el transporte público, el mantenimiento de jardines, el suministro de agua, etc. en el anarquismo? ¿Quién haría todo eso y cómo lo haría?
A lo que se refiere, y estoy totalmente deacuerdo con Luis Nuevo, es que el sistema capitalista te engulle. Y aunque una cooperativa empiece con un funcionamiento, por la experiencia que hay en estas tierras, acaban aisladas económicamente perdiendo su sentido ideológico o se convierten al capitalismo. Eso quiere decir: toma de decisiones nada democrático, ni mucho menos autogestionario sobre el funcionamiento de la empresa, subcontratación de servicios, contratación de personal incumpliendo lo más mínimo sobre leyes laborales y sociales... en definitiva, en lugar de 1 jefe, los empleados de una cooperativa (pq no son socios-as) tienen un porrón de jefes. Pero ahí estan los mismos problemas de siempre: bajos salarios, falta de medidas de seguridad, precariedad, temporalidad concatenada hasta el infinito, problemas a la hora de organizarse sindicalmente...algarcia escribió:No entiendo lo que dices. Una empresa controlada por sus trabajadores no es capialista, es una empresa autogestionada. ¿O no?Luis Nuevo escribió:Dar una empresa a los/as trabajadores/as en un sistema capitalista... Ya te he dicho que no conozco ninguna experiencia (un poco larga) que no se haya convertido en una empresa más.
En mi sindicato tenemos una sección sindical de trabajadores asalariados (que no socios) de una cooperativa, y los problemas que allí hay son los de siempre.
Algarcía, olvídate de las bondades del cooperativismo... En esta sociedad, si no se crea una infraestructura político-social que las sustente, al cabo de un tiempo son engullidas por la dinámica capitalista.
Y no es un reproche, es una realidad. La gente tiene que comer, y funcionar como cooperativa tal y como tu dices de forma aislada en este oceano del capital es un suicidio a medio plazo.
En Congreso, la CNT decidió fomentar en la medida de sus posibilidades la creación de cooperativas de trabajadores. Si estas estan ligadas al Sindicato, es un buen modo de mantener esa estructura.
Pero nos olvidamos, entonces, de otro factor mucho más difícil de controlar: si los que gestionan y trabajan en la cooperativa no son militantes, al final muchos trabajadores acabaran esperando a que les manden. Esto es un grave problema, pues no hay una educación sobre la autodisciplina; y mucho menos sobre compromiso con el colectivo, demasiado individualismo en esta sociedad. En muchos anarcosindicatos aún se ven estos problemas, así que imagínate de una gente que tan solo quiere cobrar un sueldo.
Es un asunto mucho más complejo de lo que parece a simple vista.
Salut.
Creo que lo que decís es que el modelo de cooperativa por si sólo no sirve de mucho, sino que ese tipo de empresa para que realmente sea bueno tiene que ir acompañado de unas condiciones políticas que le sean favorables.
Sí, la cooperación para funcionar necesita masa crítica.
Eso es algo que ya lo doy por supuesto, pero precisamente en este post se está hablando de que no se enfocan las coas para reducir el poder del Estado-capital, de tal manera que las cooperativas podrían estar más "en su aire", sino que se suelen tomar medidas "de día a día" que hacen que el poder de éste aún se sostenga o se afiance (y ahí es donde entra lo de medias que en la práctica fomentan el aumento del Estado del bienestar, que tiene una parte buena en el "día a día" para los trabajadores pero una mala porque se hace que el sistema se pueda seguir sosteniendo).
En la década de 1960 en EE.UU. la llamada Nueva Izquierda sí que hizo criticas muy grandes del corporativismo de las grandes empresas y el Estado. Hoy las mayores críticas que veo al capitalismo son básicamente muy flojas: de base moral, mucha demagogia y poco más. Son críticas realmente flojas como las que hacen los de Liberalismo.org al socialismo que están basadas en demagogias, tomar la parte por el todo, etc. Eso no lleva a nada. Urge un análisis crítico que de donde le duele realmente al capitalismo.
Sí, la cooperación para funcionar necesita masa crítica.
Eso es algo que ya lo doy por supuesto, pero precisamente en este post se está hablando de que no se enfocan las coas para reducir el poder del Estado-capital, de tal manera que las cooperativas podrían estar más "en su aire", sino que se suelen tomar medidas "de día a día" que hacen que el poder de éste aún se sostenga o se afiance (y ahí es donde entra lo de medias que en la práctica fomentan el aumento del Estado del bienestar, que tiene una parte buena en el "día a día" para los trabajadores pero una mala porque se hace que el sistema se pueda seguir sosteniendo).
En la década de 1960 en EE.UU. la llamada Nueva Izquierda sí que hizo criticas muy grandes del corporativismo de las grandes empresas y el Estado. Hoy las mayores críticas que veo al capitalismo son básicamente muy flojas: de base moral, mucha demagogia y poco más. Son críticas realmente flojas como las que hacen los de Liberalismo.org al socialismo que están basadas en demagogias, tomar la parte por el todo, etc. Eso no lleva a nada. Urge un análisis crítico que de donde le duele realmente al capitalismo.
- Luis Nuevo
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Pero es más..., en el sistema capitalista, aunque tengas muy buena voluntad y seas muy militante, si te quieres mantener, debes acabar asumiendo muchas cosas que no te gustarían.
Todo fuera que hubiera una gran conciencia de los clientes o consumidores para los que elegirte sea una opción política. Estamos muy lejos de que se de ese caso (para empresas medianas-grandes).
Todo fuera que hubiera una gran conciencia de los clientes o consumidores para los que elegirte sea una opción política. Estamos muy lejos de que se de ese caso (para empresas medianas-grandes).
Porque cuando ellos vivían el capitalismo no era un problema (pues no existía aún) y la propiedad tampoco.Manu García escribió:Eso es algo que no alcanzaron a comprender los teóricos del liberalismo clásico, que comenzaron a roer los pilares del principio de autoridad pero se pararon ante el principio de la propiedad, que es uno de sus sostenes principales.
http://es.geocities.com/ovejanegraweb/s ... quista.htmNoam Chomsky escribió:Permítame aclarar ante todo que yo no me considero un pensador anarquista. Digamos que soy un compañero de viaje por derivación, del anarquismo. Siempre se han expresado los pensadores anarquistas muy favorablemente respecto a la experiencia estadounidense y al ideal de la democracia jeffersoniana. Ya sabe que para Jefferson el mejor gobierno es el que gobierna menos, o la apostilla a este aforismo de Thoreau según la cual el mejor gobierno es el que no gobierna nada en absoluto. Ambas frases fórmulas las han repetido los pensadores anarquistas en toda ocasión y a través de los tiempos desde que existe la doctrina anarquizante.
Pero el ideal de la democracia jeffersoniana -dejando aparte el hecho de que fuese todavía una sociedad con esclavos- se desarrolló dentro de un sistema precapitalista, o sea: en una sociedad en la cual no ejercía el control ningún monopolio ni habían focos importantes de poder privado. Es realmente sorprendente leer hoy algunos textos libertarios clásicos. Leyendo, por ejemplo, La crítica del Estado (1791) de Wilhelm von Humboldt, obra muy significativa que de seguro inspiró a Mill, se da uno cuenta que no se habla en ella para nada de la necesidad de oponerse a la concentración del poder privado y más bien se trata de la necesidad de contrarrestar la usurpación del poder coercitivo del Estado. Lo mismo ocurre en los principios de la tradición estadounidense. ¿Por qué? Sencillamente, porque era ésa la única clase de poder que existía. Quiero decir que Von Humboldt daba por supuesto que todo individuo poseía más o menos un grado de poder similar, pero de poder privado, y que el único desequilibrio real se producía en el seno del Estado centralizado y autoritario, y que la libertad debía ser protegida contra toda intervención del Estado y la Iglesia. Esto es lo que él creía que había que combatir.
Ahora bien; cuando nos habla, por ejemplo, de la necesidad de ejercer control sobre la propia vida creadora, cuando impreca contra la alienación por el trabajo, resultante de la coacción o tan sólo de las instrucciones o dirigismo en el trabajo de cada uno, en vez de actuar por autogestión, entonces revela su ideología antiestatal y antiteocrática. Pero los mismos principios sirven para la sociedad industrial capitalista que se formó más tarde. Estoy inclinado a creer que Von Humboldt, de haber persistido en su búsqueda ideológica, habría acabado por ser un socialista libertario.
No se puede cuestionar algo que no atisbas que pueda ser un problema porque aún no ha dado muestras de que puede ser un problema.
Aún así, sí que hubo cuestionamientos importantes. A Thomas Jefferson la idea lockeana de la propiedad no le gustaba demasiado. Él era más partidario de un modelo más cercano a la posesión que a la propiedad lockeana, siendo un Proudhon anticipado.
Problema social que se dio porque no se siguieron las tesis de la democracia jeffersoniana. Proudhon es el pensamiento de Thomas Jefferson llevado un paso más allá en donde se elimina ya al Estado del todo.Más allá de Smith y Locke está Proudhon, que comenzó a atisbar el problema social en toda su magnitud, y sobre las bases que puso, se construyó el edificio del anarquismo social contemporáneo en sus aspectos teóricos. Los prácticos los pusieron las organizaciones sociales de tendencia libertaria, como la CNT.
- Manu García
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Vale, el capitalismo aún no se había manifestado como un problema y Locke o Smith no fueron unos visionarios (o no mostraron esa intuición genial) como lo fue Bakunin respecto al "comunismo de Estado".No se puede cuestionar algo que no atisbas que pueda ser un problema porque aún no ha dado muestras de que puede ser un problema.
La pregunta para quienes sostienen esa tesis, en el año 2006 y visto lo visto, sería ¿para qué seguir manteniendo el liberalismo radicalizado de un Jefferson o un Von Humboldt, y no optar ya abiertamente por el socialismo libertario, que es lo que correspondería, de acuerdo con ese análisis, a los tiempos actuales?
La propiedad privada SIEMPRE (desde que existe, se entiende) ha sido un problema. Para quienes se ven desposeíd@s, claro. No para quienes escriben, que han sido hasta fecha muy reciente todos ellos posesores. Ahí también tenemos más de una clave.Porque cuando ellos vivían el capitalismo no era un problema (pues no existía aún) y la propiedad tampoco.
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
En Europa sí ya que al ser una zona con estrucutras sociales antiguas no había tierra para todos desde hacía tiempo. Pero en Estados Unidos (en aquella época) no, porque la falta de tierra no era un problema como en Europa. Aún había muchas zonas por colonizar. Por eso en Estados Unidos tienen una opinión tan diferente de la propiedad de la que suele haber en Europa posiblemente. Rollos culturales. No podemos cometer el error de pensar que la idiosincracia europea se repite en todo el mundo. Así el comunismo en Estados Unidos nunca fue demasiado popular y no creo que fuese por casualidad, del mismo modo que en Europa el comunismo fue muy popular y tampoco creo que lo fuera por casualidad.Manu García escribió:La propiedad privada SIEMPRE (desde que existe, se entiende) ha sido un problema. Para quienes se ven desposeíd@s, claro. No para quienes escriben, que han sido hasta fecha muy reciente todos ellos posesores. Ahí también tenemos más de una clave.
La propiedad basada en la posesión y el uso (o sea no la propiedad acumulable o lockeana) lleva a que haya tierras para todos. El ideal de la democracia jeffersoniana era más o menos que cada familia tuviera su propia granja con la que sostenerse, siendo así todos los ciudadanos independientes y evitandose la concentación de poder. La tierra para el que la trabaja. Por eso durante la Revolución mexicana pusieron de ejemplo a Thomas Jefferson. Este ideal no triunfó finalmente.
Pero ese ideal ya sería presocialismo y desde el punto de vista de algunos socialismo al ser una sociedad de ciudadanos básicamente autoempleados.
Thomas Jefferson no puede ser considerado por esto un partidario de la acumulación de tierras en unas pocas manos, ni de los terratenientes
Aunque él fue uno de ellos y tuvo esclavos, pero no analizamos su vida o sus hechos, sino sus ideas políticas, que es otra cosa bien distinta. El también se mostró en contra de la esclavitud a pesar de que tenía esclavos por cierto.
- Manu García
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- Registrado: 27 Ago 2004, 21:32
Ya. Los Pearl Andrews, Tucker o Warren eran norteamericanos y no podía ser de otro modo. Pero el caso es que estamos hablando de un mundo, el de 2006, que no es de "espacios vacíos": no hay Oeste que colonizar. Y tampoco nos parece, hoy, ético hacerlo a costa de sus pobladores. Hay que apostar por el socialismo en libertad, por soluciones solidarias para los graves problemas que tenemos planteados para el siglo XXI.En Europa sí ya que al ser una zona con estrucutras sociales antiguas no había tierra para todos desde hacía tiempo. Pero en Estados Unidos (en aquella época) no, porque la falta de tierra no era un problema como en Europa. Aún había muchas zonas por colonizar. Por eso en Estados Unidos tienen una opinión tan diferente de la propiedad de la que suele haber en Europa posiblemente. Rollos culturales. No podemos cometer el error de pensar que la idiosincracia europea se repite en todo el mundo. Así el comunismo en Estados Unidos nunca fue demasiado popular y no creo que fuese por casualidad, del mismo modo que en Europa el comunismo fue muy popular y tampoco creo que lo fuera por casualidad.
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
En realidad Tucker tenía la misma idea que Proudhon sobre la propiedad. Es decir él creía en la posesión, no en la propiedad lockeana. No creía en la idea del "propietario ausente" que lleva a la "propiedad acumulable" y por lo tanto a que unos acaparen tierras en detrimento de otros que se quedan sin ellas. No creía en terratenientes. Lo único que vio es que podría haber alguna renta derivada de la superioridad del suelo pero que ésta no sería un gran problema. Señalo de un texto suyo con subrayados los pasajes que demuestran que a él Locke le tenía sin cuidado:Manu García escribió:Tucker
Es decir, Tucker claramente de estar vivo apoyaría la ocupación de las tierras propiedad de la Duquesa de Alba por parte de los jornaleros afiliados al Sindicato de Oberos del Campo, por ejemplo.Benjamin Tucker en Socialismo de Estado y anarquismo: en qué coinciden y en qué difieren escribió:Segundo en importancia es el monopolio de la tierra, cuyos efectos nocivos se ven, sobre todo, en países predominantemente agrícolas como Irlanda. Este monopolio consiste en que el gobierno otorga títulos de propiedad sobre la tierra a personas que no son, necesariamente, las que la ocupan y cultivan. Warren y Proudhon advirtieron claramente que, tan pronto como los individuos dejaran de ser protegidos por sus pares en nada que no sea la instalación y cultivo personal de la tierra, la renta de ésta desaparecería, y así la usura tendría una pierna menos sobre la cual sostenerse. Sus seguidores de hoy estamos dispuestos a modificar este enunciado y admitir que la muy pequeña fracción de renta de la tierra que no descansa en el monopolio, sino en la superioridad del suelo o del sitio, continuará existiendo por un tiempo y quizá por siempre, aunque tenderá siempre a un mínimo en situación de libertad. Pero la desigualdad de los suelos que da lugar a la renta económica de la tierra, así como la desigualdad en los talentos humanos que da lugar a la renta del rendimiento en el trabajo, no es una causa de preocupación seria ni siquiera para el más apasionado enemigo de la usura, pues su naturaleza no es la de una semilla de la cual otras y más graves desigualdades pueden surgir, sino más bien la de una rama decadente que acabará por marchitarse y caer.
Por añadir.
Hay una tendencia a decir que los anarcoindividualistas estadounidensesn apoyaban la propiedad privada, pero es una deformación de su pensamiento de la que se aprovechan los anarcocapitalistas para darse legitimidad histórica. No sé si alguno de ellos llegó a apoyar la propiedad lockeana de verdad, pero al menos el más típico de ellos, Tucker, rechazó claramente ésta y apoyó fuertemente la posesión, de la misma manera que fue fuertemente crítico con el copyright. El problema suele venir en que Tucker para hablar de esta posesión utilizó el término "propiedad" igualmente. Luego puede haber líos. Pero cuando Tucker hablaba de propiedad debe entenderse que hablaba de posesión y no lo que se entiende habitualmente por propiedad privada o propiedad lockeana. Él fue igual de crítico con la propiedad como Prudhon, porque después de todo no viene a ser más que un discípulo del francés y de su paisano Warren que desarrolla las ideas de éstos en Estados Unidos. Es cierto que tiene un enfoque más individualista de la posesión que muchos anarquistas, lo cual es bastante lógico, si tenemos en cuenta las circustancias políticas, sociales y económicas de Estados Unidos en la época. Pero no es raro ver que seguidores suyos modernos como por ejemplo Kevin Carson, hablen más de "propiedades comunales", es decir posesiones que pertenezcan a grupos de trabajadores. Kevin Carson luego no se para a opinar si es bueno que esos trabajadores con sus posesiones se federen con otros como harían los anarcosindicalistas o no, porque él es anarcoindividualista y por lo tanto ahí él no se mete porque considera que eso lo deben decidir los propios individuos en cuestión. Pero si lo hacen de forma voluntaria él no lo vería, como es obvio, mal. Lo que sí vería mal sería una "colectivización de posesiones por la fuerza" por ejemplo, algo que no se hizo en la Revolución española donde como tú dijiste una vez se respetó aquellas personas que no quisieran entrar en colectividades dejándoles administrar su propia tierra según lo que pudieran trabajar por ellos mismos (es decir siguiendo los principios de la posesión). Y es que aunque he visto a algunas personas que parece que ven diferencias abismales entre unos y otros, los anarquistas individualistas y los anarquistas societarios se basan en las mismas ideas básicas y son por lo tanto perfectamente compatibles.
Última edición por algarcia el 08 Jul 2006, 22:32, editado 3 veces en total.
De ahí la idea del anarquismo sin adjetivos.algarcia escribió:Y es que aunque he visto a algunas personas que parece que ven diferencias abismales entre unos y otros, los anarquistas individualistas y los anarquistas societarios se basan en las mismas ideas básicas y son por lo tanto perfectamente compatibles.
Por añadir. Una especulación mía.
Tucker criticó un mazo a Kropotkin, negando que su comunismo libertario fuese verdadero anarquismo, quizás porque Piotr entre otras cosas rechazó la idea del contrato si no me equivoco. Aquí creo que Tucker es posible que no se parara a pensar que Kropotkin vivió en una Rusia imperial y no en un país como Estados Unidos donde había un marco legislativo y de derecho democrático donde la idea de "contrato libre" podía tener su sentido. En aquella Rusia, como en la España caciquil de 1936 la idea de contrato libre sería más bien un mal chiste digo yo. Y además debió olvidarse de que el comunismo libertario para que sea libertario ha de basarse en la idea de la asociación voluntaria. Él como anarcoindividualista obviamente tenía que haber visto bien un sistema comunista donde los individuos decidieran participar voluntariamente.
- Manu García
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Tu especulación parte de una idea equivocada: que Tucker criticara a Kropotkin por negar la idea del "contrato". Kropotkin, como todo anarquista, estaba a favor del libre acuerdo. Pero sostenía, como todo el anarquismo social, que éste sólo sería posible en una sociedad socialista.Tucker criticó un mazo a Kropotkin, negando que su comunismo libertario fuese verdadero anarquismo, porque Piotr posiblemente entre otras cosas rechazó la idea del contrato si no me equivoco.
La idea del libre contrato sin socialismo es tan cosa de chiste, tan absurda (para un anarquista social), en los EEUU como en la Rusia de principios de siglo, como en la España del 36. Por cierto, el marco legislativo y de derecho "democrático" (otra idea fundamental anarquista: sin socialismo, la democracia es una farsa y las leyes un modo de perpetuar las diferencias de clase) de la España republicana y los EEUU de Tucker, respecto a la propiedad, era muy similar. Y Kropotkin, en su época de apogeo como pensador libertario, residía en Inglaterra. No era un hombre demasiado condicionado por la situación social rusa, que digamos.Aquí creo que Tucker es posible que no se parara a pensar que Kropotkin vivó en una Rusia imperial y no en un país como Estados Unidos donde había un marco legislativo y de derecho democrático donde la idea de "contrato libre" podía tener su sentido. En Ruisa, como en la España caciquil de 1936 la idea de contrato libre sería más bien un mal chiste digo yo.
Ningún comunista libertario, de hecho, te dirá lo contrario. Kropotkin estaba de acuerdo con tu afirmación.Y además debió olvidarse de que el comunismo libertario para que sea libertario ha de basarse en la idea de la asociación voluntaria.
A Tucker reputaba como muy peligrosa la idea del colectivismo, que consideraba que llevaría a la anulación de la personalidad individual en el seno de la del grupo. Era, como he repetido en más de una ocasión, un liberal radicalizado.
Última edición por Manu García el 08 Jul 2006, 22:59, editado 1 vez en total.
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
Gran Bretaña tampoco puede compararse a los Estados Unidos de la época.
La verdad es que Tucker vivió entre 1854 y 1939. Habría que ver cuando criticó a Kropotkin, porque como se menciona en este ensayo hubo un tiempo donde en Estados Unidos el trabajar por un salario era un estigma al considerarse el trabajo asalariado una disminución de libertad (el ideal de la democracia jeffersoniana o republicanismo cívico era ciudadanos que se sostenían a ellos mismos, y esta visión permaneció en EE.UU. durante bastante tiempo al parecer). Es decir, si la sociedad del país donde vivía Tucker cuando dijo aquello era propicia a que un individuo pudiera acceder fácilmente a autoemplearse, no puede resultar extraño que él defendiese la idea del contrato, porque esa sociedad estaría próxima a la idea de una sociedad socialista (aunque no lo llegase a ser realmente) en el sentido de que los individuos no tendría demasiado difícil el trabajar para ellos mismos si lo deseasen. Otra cosa es que lo hubiese defendido incondicionalmente en Gran Bretaña, Rusia o España con el peso que el Estado y los monopolios de clase tenían sobre la libertad de elección de los individuos.
Y mientras yo también sostengo que no hay verdadera democracia y libertad de elección en un sistema representativo también es verdad que no son comparables por un lado un sistema demoliberal como el estadounidense del siglo XIX (al que hay que sumar esa mayor supuesta facilidad del acceso al autoempleo) con un sistema feudal como el ruso del siglo XIX o caciquil/moderantista como el español de 1936. Es decir la idea del contrato sería diferente de en un sitio a los otros.
La verdad es que Tucker vivió entre 1854 y 1939. Habría que ver cuando criticó a Kropotkin, porque como se menciona en este ensayo hubo un tiempo donde en Estados Unidos el trabajar por un salario era un estigma al considerarse el trabajo asalariado una disminución de libertad (el ideal de la democracia jeffersoniana o republicanismo cívico era ciudadanos que se sostenían a ellos mismos, y esta visión permaneció en EE.UU. durante bastante tiempo al parecer). Es decir, si la sociedad del país donde vivía Tucker cuando dijo aquello era propicia a que un individuo pudiera acceder fácilmente a autoemplearse, no puede resultar extraño que él defendiese la idea del contrato, porque esa sociedad estaría próxima a la idea de una sociedad socialista (aunque no lo llegase a ser realmente) en el sentido de que los individuos no tendría demasiado difícil el trabajar para ellos mismos si lo deseasen. Otra cosa es que lo hubiese defendido incondicionalmente en Gran Bretaña, Rusia o España con el peso que el Estado y los monopolios de clase tenían sobre la libertad de elección de los individuos.
Y mientras yo también sostengo que no hay verdadera democracia y libertad de elección en un sistema representativo también es verdad que no son comparables por un lado un sistema demoliberal como el estadounidense del siglo XIX (al que hay que sumar esa mayor supuesta facilidad del acceso al autoempleo) con un sistema feudal como el ruso del siglo XIX o caciquil/moderantista como el español de 1936. Es decir la idea del contrato sería diferente de en un sitio a los otros.
Última edición por algarcia el 08 Jul 2006, 23:07, editado 1 vez en total.
- Manu García
- Mensajes: 5401
- Registrado: 27 Ago 2004, 21:32
Mientras escribías editaba mi mensaje para explicar la aversión de Tucker al anarquismo social:
Tucker reputaba como muy peligrosa la idea del colectivismo, que consideraba que llevaría a la anulación de la personalidad individual en el seno de la del grupo. Era, como he repetido en más de una ocasión, un liberal radicalizado.
"No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos"
Yo también estaba editando, puse esto:
Y mientras yo también sostengo que no hay verdadera democracia y libertad de elección en un sistema representativo también es verdad que no son comparables por un lado un sistema demoliberal como el estadounidense del siglo XIX (al que hay que sumar esa mayor supuesta facilidad del acceso al autoempleo) con un sistema feudal como el ruso del siglo XIX o caciquil/moderantista como el español de 1936. Es decir la idea del contrato sería diferente de en un sitio a los otros.