“La automatización amenaza con hacer posible la inversión de la relación entre el tiempo de ocio y el del trabajo: esto es, hacer que el tiempo empleado en el trabajo se convierta en marginal mientras que el tiempo empleado en el ocio se haga fundamental. El resultado sería una modificación radical en la asignación de valores, y una forma de vida incompatible con las culturas tradicionales. La sociedad industrial avanzada se halla en movilización permanente contra esta posibilidad.” Herbert Marcuse.
Los cajeros automáticos, en el pasado una rareza, empiezan a ser algo absolutamente común en las ciudades y suburbios de los Estados Unidos, reduciendo significativamente la necesidad de cajeros humanos en las oficinas bancarias. Las máquinas reducen los tiempos de transacción, están disponibles 24 horas al día y operan a una fracción del coste de los cajeros humanos. “Un empleado de caja puede realizar 200 transacciones por día, trabajando 30 horas por semana, con un salario comprendido entre los 8.000 y los 20.000 dólares por año mas beneficios extrasalariales, con descansos para tomar café, con vacaciones y con posibilidad de baja por enfermedad… Por el contrario, un cajero automático puede hacer hasta 2.000 transacciones diarias, trabaja 168 horas por semana, representa un coste operativo de 22.000 dólares por año y no toma café ni tiene derecho a vacaciones”. Entre 1983 y 1993 los bancos eliminaron 179.000 empleados de caja, o lo que es lo mismo, un 37% de su fuerza laboral, sustituyéndola por cajeros automáticos. En el año 2000, hasta el 90% de los clientes bancarios emplearán, de forma sistemática, los cajeros automáticos.
Los trabajadores temporales y la subcontratación constituyen el núcleo de la actual masa laboral eventual, es decir, millones de americanos cuyo trabajo se puede usar y tirar al instante y a un precio mucho más bajo que la fuerza laboral permanente. Su simple existencia permite la reducción de los niveles salariales de los restantes trabajadores a tiempo completo. Los empresarios, cada vez más, utilizan la amenaza del contrato temporal y de la subcontratación con el fin de conseguir las menores exigencias en cuanto a salarios por parte de los sindicatos (…). El 42% del crecimiento en las desigualdades en salarios e ingresos se debía a la decisión de la dirección de crear dos niveles de trabajadores, un núcleo de trabajadores bien pagados y un grupo de trabajadores eventuales mal pagados.
Nos acercamos rápidamente a una encrucijada histórica en el devenir de la humanidad. Las empresas multinacionales son, en la actualidad, capaces de producir un volumen de bienes y servicios sin precedentes, con una cada vez menor fuerza laboral. Las nuevas tecnologías nos llevan a una era de producción prácticamente sin trabajadores en el preciso momento en que los niveles de población del planeta están llegando a niveles desconocidos hasta ahora. El conflicto que deberá producirse como consecuencia de las presiones derivadas de una población creciente y de unas oportunidades de empleo decrecientes definirá las características geopolíticas de la nueva economía emergente basada en las tecnologías punta.
En el nuevo entorno caracterizado por conflictos de baja intensidad, los ejércitos y las fuerzas de policía nacionales se harán mucho mas fuertes para poder hacer frente e incluso contener la violencia, dando paso, además, a un papel protagonista de las fuerzas de seguridad privadas, que serán contratadas para garantizar la seguridad en las zonas de las clases de élite de la aldea global basada en las altas tecnologías.
La transición hacia la tercera revolución industrial lleva a que nuestros principios más sólidos se cuestionen el significado y la dirección del progreso(…). En vísperas de la entrada en el tercer milenio, la civilización se encuentra a caballo entre dos mundos absolutamente diferentes, uno utópico y repleto de promesas, el otro distópico y lleno de peligros. En esencia, de lo que se trata es del propio concepto de trabajo. ¿Cómo empieza a prepararse la humanidad frente a un futuro en el que la mayor parte del trabajo pasará de los seres humanos a las máquinas?
Los crecientes niveles de desempleo global y la mayor polarización entre ricos y pobres crean las condiciones necesarias para la aparición de disturbios sociales y una guerra abierta de clases a una escala nunca experimentada, con anterioridad, en la historia humana (…). Una nueva forma de barbarismo está latente justo a las puertas del nuevo mundo. Más allá de las tranquilas zonas residenciales y de los enclaves urbanos de los ricos yacen millones de seres humanos desamparados y desesperados. Angustiados, encolerizados y con pocas esperanzas de poder huir de sus circunstancias en el futuro, son los que se supone defenderán los derechos, son las masas que demandan justicia y permanencia en la sociedad, los que piden ser oídos y considerados. Su número continúa creciendo a medida que millones de trabajadores se ven en el paro, sin expectativas y dejados a las puertas de la nueva aldea global tecnológica.
(…) A pesar de que nuestros líderes aún hablan de empleo y crimen, los dos grandes temas de nuestro tiempo, como si tan solo estuviesen marginalmente relacionados
Esta es, pues, la situación en la que el mundo se encuentra en los primeros años de la transición hacia la tercera revolución industrial (…). Los defensores del libre mercado acusan a los sindicalistas de obstrucción al proceso de globalización del comercio y de incitar al público con llamamientos xenófobos al proteccionismo. El movimiento obrero responde que las empresas multinacionales reducen los salarios forzando a los trabajadores a tener que competir con mano de obra barata procedente de países del tercer mundo.
Los optimistas tecnológicos acusan a los críticos de la tecnología punta de intentar bloquear el proceso y de defender posiciones extremadamente inocentes. Los críticos de la tecnología argumentan que los tecnófilos se preocupan más de los beneficios que de las personas, y que en su búsqueda de rápidos incrementos en la productividad son insensibles a las terribles consecuencias que la automatización producirá sobre las vidas de millones de trabajadores.
Algo sabemos con certeza: entramos en un nuevo periodo de la historia en el que las máquinas sustituirán, de forma cada vez más creciente, a los hombres en la producción de bienes y servicios.
Entramos en una nueva etapa de mercados globales y de procesos productivos automatizados. El camino hacia una economía prácticamente sin trabajo ya esta a la vista. El que nos conduzca a un lugar seguro o a un terrible abismo dependerá de cómo la civilización se prepare para la era posterior a la actual, aquella que será consecuencia inmediata de los planteamientos de la tercera revolución industrial. El final del trabajo puede representar una sentencia de muerte para la civilización, tal y como la hemos conocido. El final del trabajo tambien podrá señalar el principio de una gran transformación social, el renacimiento del espíritu del hombre. El futuro está en nuestras manos.
Extraído del libro “El fin del trabajo”, J. Rifkin, 1.994
PD: Con la sana intención de dialogar. Si, lo se, es un poco largo.
El fin del trabajo?
El fin del trabajo?
"Una certera dosis de su amor puede hacer que el mundo gire al revés que Dios. Una certera dosis de su amor, fiebre entre las piernas inyectada en el corazón. Es esto real, o no?". Surfin´Bichos.
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Luis
Gracias Ningures por ofrecernos este material.
La pregunta que tod@s deberíamos hacernos, tras leer este texto, que a mí me parece que plantea cuestiones claves, es qué respuestas, como anarcosindicalistas, podemos ofrecer a un proceso de automatización y de coreanización de la mano de obra que, sin duda, existe y que está caracterizando el proceso productivo y, por tanto, el campo de las relaciones laborales en los últimos 20 años.
La política de reconversión industrial de los 80 tuvo como resultado una desmembración del potencial revolucionario que representaba la clase obrera fordista, que había lanzado el ciclo de huelgas salvajes de fines de los 60 y los 70 en los paises industrializados (en nuestro país el periodo fue especialmente virulento porque coincidió con la transición al parlamentarismo). Los procesos de automatización y la introducción de nuevas técnicas de organización del trabajo importadas de las plantas japonesas han transformado sustancialmente la relación de fuerzas entre capital y trabajo, favoreciendo claramente al primero.
El capital se ha encontrado con unos sindicatos obreros débiles y desorientados, funcionando como correa de transmisión de partidos políticos en su lucha por el poder, formando parte de las instituciones del Estado, o todo a la vez. Las resistencias han venido del movimiento obrero autónomo, muchas veces organizado en la CNT, allí donde pudo romper el corsé de las burocracias: Puerto Real, Reinosa, minería...eso en el periodo de la reconversión industrial. El capital y el Estado, en su habitual maridaje, solventaron la crisis con prejubilaciones, echando mano del dinero público para salir del paso y restablecer la "paz social". Y ahora ¿dónde está la lucha por el puesto de trabajo, dónde la resistencia a las "deslocalizaciones", a los EREs, a la subcontratación, a la precariedad más absoluta...? ¿Por qué la respuesta de la clase trabajadora no sólo no es conjunta (huelga general, movimientos de coordinación de las luchas parciales), sino que en muchas ocasiones es muy tibia e incluso prácticamente inexistente más allá de los paros ritualizados dentro de las empresas afectadas (cada vez más)?
El modelo de sindicalismo que se ha afianzado en Europa occidental tiene, creo, gran parte de responsabilidad.
¿Podremos los anarcosindicalistas contribuir a relanzar el movimiento obrero en los paises industrializados? Ahí queda el interrogante.
Otro libro esclarecedor: Miguel García Calavia "La reestructuración del trabajo en los años 80", editado recientemente por Germanía. El autor, sociólogo, estudia los efectos de los nuevos modos de organización de la producción, de regulación y contratación de la mano de obra y las nuevas relaciones laborales, en la construcción naval, en el comercio y en la cerámica.
La pregunta que tod@s deberíamos hacernos, tras leer este texto, que a mí me parece que plantea cuestiones claves, es qué respuestas, como anarcosindicalistas, podemos ofrecer a un proceso de automatización y de coreanización de la mano de obra que, sin duda, existe y que está caracterizando el proceso productivo y, por tanto, el campo de las relaciones laborales en los últimos 20 años.
La política de reconversión industrial de los 80 tuvo como resultado una desmembración del potencial revolucionario que representaba la clase obrera fordista, que había lanzado el ciclo de huelgas salvajes de fines de los 60 y los 70 en los paises industrializados (en nuestro país el periodo fue especialmente virulento porque coincidió con la transición al parlamentarismo). Los procesos de automatización y la introducción de nuevas técnicas de organización del trabajo importadas de las plantas japonesas han transformado sustancialmente la relación de fuerzas entre capital y trabajo, favoreciendo claramente al primero.
El capital se ha encontrado con unos sindicatos obreros débiles y desorientados, funcionando como correa de transmisión de partidos políticos en su lucha por el poder, formando parte de las instituciones del Estado, o todo a la vez. Las resistencias han venido del movimiento obrero autónomo, muchas veces organizado en la CNT, allí donde pudo romper el corsé de las burocracias: Puerto Real, Reinosa, minería...eso en el periodo de la reconversión industrial. El capital y el Estado, en su habitual maridaje, solventaron la crisis con prejubilaciones, echando mano del dinero público para salir del paso y restablecer la "paz social". Y ahora ¿dónde está la lucha por el puesto de trabajo, dónde la resistencia a las "deslocalizaciones", a los EREs, a la subcontratación, a la precariedad más absoluta...? ¿Por qué la respuesta de la clase trabajadora no sólo no es conjunta (huelga general, movimientos de coordinación de las luchas parciales), sino que en muchas ocasiones es muy tibia e incluso prácticamente inexistente más allá de los paros ritualizados dentro de las empresas afectadas (cada vez más)?
El modelo de sindicalismo que se ha afianzado en Europa occidental tiene, creo, gran parte de responsabilidad.
¿Podremos los anarcosindicalistas contribuir a relanzar el movimiento obrero en los paises industrializados? Ahí queda el interrogante.
Otro libro esclarecedor: Miguel García Calavia "La reestructuración del trabajo en los años 80", editado recientemente por Germanía. El autor, sociólogo, estudia los efectos de los nuevos modos de organización de la producción, de regulación y contratación de la mano de obra y las nuevas relaciones laborales, en la construcción naval, en el comercio y en la cerámica.
Dos objetivos
Los objetivos del anarcosindicalismo deberian ser dos:
- Como sindicato normal, luchar por la jornada laboral de 30 h máximo, la abolición de las horas extras, el pago por ETT de como mínimo el doble del salario normal (o mejor su abolición directa), el fin del despido libre pero pagado, la posibilidad de los trabajadores de impedir la mejora tecnológica, la inmediata equiparación de salarios a nivel comunitario, la imposibilidad de la subcontratación, la lucha contra la deslocalización mediante la reclamación de subvenciones entregadas, la creación de una Hacienda europea, control de la lucha contra el fraude, fin de los paraisos fiscales, etc, etc. Esta es la lucha, además, que deberian de llevar TODOS los sindicatos. Por qué no la tienen.... bueno, en fin.....
- Como anarcosindicato, además, reclamar el reparto justo de los aumentos de productividad durante todo el siglo pasado.
Y con estos mínimos, ya podriamos comenzar a pensar en serio. Pero estas son algunas de las luchas urgentes e inapazables. En mi opinión, claro.
Venga, hablemos de sindicalismo. Porque nos están dando patadas hasta en el cielo de la boca. Leches!
- Como sindicato normal, luchar por la jornada laboral de 30 h máximo, la abolición de las horas extras, el pago por ETT de como mínimo el doble del salario normal (o mejor su abolición directa), el fin del despido libre pero pagado, la posibilidad de los trabajadores de impedir la mejora tecnológica, la inmediata equiparación de salarios a nivel comunitario, la imposibilidad de la subcontratación, la lucha contra la deslocalización mediante la reclamación de subvenciones entregadas, la creación de una Hacienda europea, control de la lucha contra el fraude, fin de los paraisos fiscales, etc, etc. Esta es la lucha, además, que deberian de llevar TODOS los sindicatos. Por qué no la tienen.... bueno, en fin.....
- Como anarcosindicato, además, reclamar el reparto justo de los aumentos de productividad durante todo el siglo pasado.
Y con estos mínimos, ya podriamos comenzar a pensar en serio. Pero estas son algunas de las luchas urgentes e inapazables. En mi opinión, claro.
Venga, hablemos de sindicalismo. Porque nos están dando patadas hasta en el cielo de la boca. Leches!
"Una certera dosis de su amor puede hacer que el mundo gire al revés que Dios. Una certera dosis de su amor, fiebre entre las piernas inyectada en el corazón. Es esto real, o no?". Surfin´Bichos.
Propuestas...
Me refiero, si te estás refiriendo a estos dos puntos, a dos cosas concretas:
1º. Se deberian de tener las seguridades legales de que contratar a un trabajador por ETT le deberia de salir mas caro a una empresa, en todos y cada uno de los casos, que contratar a un trabajador fijo. No se si el doble o mas....
2º. Me refiero a que, desde conseguida la jornada laboral de 40 horas (o de incluso de 36 por la CNT, pero ese es otro asunto) el PIB de los paises industrializados, y del mundo en general, debe haber aumentado, así a ojo de buen cubero, en un 4000%. Y que posiblemente la razón sueldo/precio de la barra de pan solo en un 600%. Claro, así a ojo de buen cubero, ya digo, no tengo los datos (y es una verguenza que no sepamos esos datos, pero ese tambien es otro asunto, siempre es otro asunto....). Bueno, digamos, que me parece un bastante motivo como para hacer anarcosindicalismo, ya que debemos saber que es lo que siginifica una revolución, o acabaremos comidos por los de siempre. No sabemos ni hacer un balance, ni la diferencia entre crédito o prestamos, y queremos acabar con la banca. Por supuesto que tenemos que acabar con ella. Pero en Madam Bovary de Faulkner, el ratero que la deja sin casa y en la miseria cobraba un 4%.... sobre el total. Manda narices. Hoy en día nos cobran más sobre el anual... ¿y sabemos de que hablamos?
En Vigo CCOO, UGT y CIG acaban de firmar el despido de 244 trabajadores de un astillero histórico, como es Barreras, que se queda con 80 trabajadores, es decir, los mandos, el servicio técnico y, posiblemente, los de comité de empresa. La excusa es que se pasará de 3,5 miles (o millones, no me quedó claro) de horas de trabajo a 5. ¿Sabemos de que hablamos?
Me refiero a que el anarcosindicalismo no debe hacer el chorras. Tiene que saber de que se habla. Tiene que saber lo que tiene que decir. Y desde mi punto de vista, te aseguro que el reparto JUSTO de todo el aumento de productividad en el siglo pasado daría para un pedazo de revolución. Como decía el otro, mas de un gobierno ha caido cuando la gente se enteró de lo que ingresaba en realidad.
Desde mi punto de vista, claro.
Y entonces la pregunta es:
¿SABEMOS DE QUE HABLAMOS?
Hablemos de sindicalismo.
1º. Se deberian de tener las seguridades legales de que contratar a un trabajador por ETT le deberia de salir mas caro a una empresa, en todos y cada uno de los casos, que contratar a un trabajador fijo. No se si el doble o mas....
2º. Me refiero a que, desde conseguida la jornada laboral de 40 horas (o de incluso de 36 por la CNT, pero ese es otro asunto) el PIB de los paises industrializados, y del mundo en general, debe haber aumentado, así a ojo de buen cubero, en un 4000%. Y que posiblemente la razón sueldo/precio de la barra de pan solo en un 600%. Claro, así a ojo de buen cubero, ya digo, no tengo los datos (y es una verguenza que no sepamos esos datos, pero ese tambien es otro asunto, siempre es otro asunto....). Bueno, digamos, que me parece un bastante motivo como para hacer anarcosindicalismo, ya que debemos saber que es lo que siginifica una revolución, o acabaremos comidos por los de siempre. No sabemos ni hacer un balance, ni la diferencia entre crédito o prestamos, y queremos acabar con la banca. Por supuesto que tenemos que acabar con ella. Pero en Madam Bovary de Faulkner, el ratero que la deja sin casa y en la miseria cobraba un 4%.... sobre el total. Manda narices. Hoy en día nos cobran más sobre el anual... ¿y sabemos de que hablamos?
En Vigo CCOO, UGT y CIG acaban de firmar el despido de 244 trabajadores de un astillero histórico, como es Barreras, que se queda con 80 trabajadores, es decir, los mandos, el servicio técnico y, posiblemente, los de comité de empresa. La excusa es que se pasará de 3,5 miles (o millones, no me quedó claro) de horas de trabajo a 5. ¿Sabemos de que hablamos?
Me refiero a que el anarcosindicalismo no debe hacer el chorras. Tiene que saber de que se habla. Tiene que saber lo que tiene que decir. Y desde mi punto de vista, te aseguro que el reparto JUSTO de todo el aumento de productividad en el siglo pasado daría para un pedazo de revolución. Como decía el otro, mas de un gobierno ha caido cuando la gente se enteró de lo que ingresaba en realidad.
Desde mi punto de vista, claro.
Y entonces la pregunta es:
¿SABEMOS DE QUE HABLAMOS?
Hablemos de sindicalismo.
"Una certera dosis de su amor puede hacer que el mundo gire al revés que Dios. Una certera dosis de su amor, fiebre entre las piernas inyectada en el corazón. Es esto real, o no?". Surfin´Bichos.
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Invitado
Hola
La gente es insociable porque ese es el objetivo del sistema.
Por poner un ejemplo, creo que según el último estudio, el sueldo medio en las "espñas" es de 250.000 pelas al mes.
Con lo cual, si no llegas a eso, eres clase baja (desde un punto de vista "capitalista").
Con lo cual nadie hoy en día admite que es "clase baja".
A lo máximo, que tiene mas tiempo que sus padres.
Mas la distinción de clases es un asunto distinto.
Antiguamente, la distinción de clases era sobre la propiedad de los medios de producción, es decir, sobre la relación directa entre el trabajo y los resultados.
Y esto a que nos lleva?
Bueno, como dije, hoy todo el mundo se considera clase media. Cobren lo que cobren.
Teniendo en cuenta que hoy una nómina fija es la hostia..... ahhhhhh
sigiente truco?
Bueno, el siguiente truco es que el trabajo no exista, para darle la puntilla a la clase obrera (que ya se cree clase media). Es decir, matar el futuro.
Y asi llegamos a los contratos basura, las prácticas, las becas y demás. Hace un par de semanas en USA un pizzero se mató en SU moto y tenia 36 años.
Y de hecho, McDonalds tiene campañas de promoción diciendo "futuro médico", "futuro ingeniero", "futuro empresario", etc, etc
Están jugando con la idea de trabajo y de clase
Cuando la idea de clase venia de la propiedad de los medios de producción:
-"no se tienen"
-"se tiene para subsistir y se necesita financiación"
-"somos autosuficientes"
es decir, clase baja (dependiente), media (interdependiente), o alta (independiente).
Y al ovidarnos de todo esto, pasa lo que pasa.
Que es lo que pasa hoy en día.
Y se traga, y se pierden (a nivel europeo) las 35 horas semanales (sabeis lo que cobra un basurero en alemania? ya.....) para llegar a 40, cuando en el 32 se habian conseguido 36 en la contrucción.... por la CNT.
Ya. Nos olvidamos de que va el asunto. Pensamos que el mundo ha cambiado. Cuando sigue siendo lo mismo que siempre. Sumando un soborno a la clase trabajadora durante cuarenta años y una apariencia de normalidad.
¡Y UNA MIERDA!
Todo sigue igual que siempre. O casi.
Como decia el anarquismo hace 150 años.
Y hace 100.
Y hace 50.
Y hace 20.
Y hace 2.
Y hoy.
Y mañana, si no cambia.
Pero que divertido es buscar "agitacion social" por lo diletantes de salón, bien pagados en sus sedes subvencionadas. Que bonito pensar en la Seguridad Social (sin pensar en las personas no incluidas o en las habitaciones libres en los hospitales privados). Que bonito pensar en la reforma. Que bonito pensar en lo bonitos que fueron "aquellos tiempos!".
Vamos a ver.....
Siempre se ha pensado en dejar un mundo mejor a nuestros hijos.
¿Quien hoy en día piensa eso?
(Y escaquearos por el sitio que os resulte más cómodo)
Por poner un ejemplo, creo que según el último estudio, el sueldo medio en las "espñas" es de 250.000 pelas al mes.
Con lo cual, si no llegas a eso, eres clase baja (desde un punto de vista "capitalista").
Con lo cual nadie hoy en día admite que es "clase baja".
A lo máximo, que tiene mas tiempo que sus padres.
Mas la distinción de clases es un asunto distinto.
Antiguamente, la distinción de clases era sobre la propiedad de los medios de producción, es decir, sobre la relación directa entre el trabajo y los resultados.
Y esto a que nos lleva?
Bueno, como dije, hoy todo el mundo se considera clase media. Cobren lo que cobren.
Teniendo en cuenta que hoy una nómina fija es la hostia..... ahhhhhh
sigiente truco?
Bueno, el siguiente truco es que el trabajo no exista, para darle la puntilla a la clase obrera (que ya se cree clase media). Es decir, matar el futuro.
Y asi llegamos a los contratos basura, las prácticas, las becas y demás. Hace un par de semanas en USA un pizzero se mató en SU moto y tenia 36 años.
Y de hecho, McDonalds tiene campañas de promoción diciendo "futuro médico", "futuro ingeniero", "futuro empresario", etc, etc
Están jugando con la idea de trabajo y de clase
Cuando la idea de clase venia de la propiedad de los medios de producción:
-"no se tienen"
-"se tiene para subsistir y se necesita financiación"
-"somos autosuficientes"
es decir, clase baja (dependiente), media (interdependiente), o alta (independiente).
Y al ovidarnos de todo esto, pasa lo que pasa.
Que es lo que pasa hoy en día.
Y se traga, y se pierden (a nivel europeo) las 35 horas semanales (sabeis lo que cobra un basurero en alemania? ya.....) para llegar a 40, cuando en el 32 se habian conseguido 36 en la contrucción.... por la CNT.
Ya. Nos olvidamos de que va el asunto. Pensamos que el mundo ha cambiado. Cuando sigue siendo lo mismo que siempre. Sumando un soborno a la clase trabajadora durante cuarenta años y una apariencia de normalidad.
¡Y UNA MIERDA!
Todo sigue igual que siempre. O casi.
Como decia el anarquismo hace 150 años.
Y hace 100.
Y hace 50.
Y hace 20.
Y hace 2.
Y hoy.
Y mañana, si no cambia.
Pero que divertido es buscar "agitacion social" por lo diletantes de salón, bien pagados en sus sedes subvencionadas. Que bonito pensar en la Seguridad Social (sin pensar en las personas no incluidas o en las habitaciones libres en los hospitales privados). Que bonito pensar en la reforma. Que bonito pensar en lo bonitos que fueron "aquellos tiempos!".
Vamos a ver.....
Siempre se ha pensado en dejar un mundo mejor a nuestros hijos.
¿Quien hoy en día piensa eso?
(Y escaquearos por el sitio que os resulte más cómodo)
"Una certera dosis de su amor puede hacer que el mundo gire al revés que Dios. Una certera dosis de su amor, fiebre entre las piernas inyectada en el corazón. Es esto real, o no?". Surfin´Bichos.