Exacto, esa era la que faltaba. Somos niños de papá. ¡Que original! ¿Lo pensaste tú solo o te lo contaron?
Alguien que se considera anarquista y revolucionario y diciendo insultos típicamente burgueses y conservas como "vagos" y "niños de papá". ¡Qué tal! ¿Cuál será el siguiente? ¿Delincuentes? ¿Subversivos? ¿Terroristas? ¿Lúmpenes?
Señor obrero, los niños de papá queremos sentarnos alrededor tuyo a escuchar el cuento de la vida y el mundo. No nos importa que esa acusación de que no conocemos la vida y el mundo es la misma que hace todo reaccionario a quien hable de una sociedad de iguales. Si usted nos la dice a nosotros, debe ser cierto, pues usted es obrero y nosotros no.
PD: qué predecible es el conservadurismo... Un extracto del texto
El engaño del sindicalismo revolucionario:
En pleno siglo XXI, la CNT es una especie de semi-dios en el entorno “alternativo”. Cualquier crítica que se le haga de manera radical (es decir, que se plantee su destrucción como sindicato legal y perfectamente reconocido por el Estado), implica que te tachen de “insurreccionalista” (invento anarcosindicalista que se profiere contra todo aquél que, dentro del antiautoritarismo, promueva formas de lucha alejadas de sus medias tintas permitidas; olvidan los cenetistas, además, que este término es sólo una etiqueta, que no define absolutamente nada y que, sobre todo, si el anarquismo o cualquier movimiento revolucionario no es insurreccional… ¿qué es?), “niño de papá” (si no fuera porque hay algún imbécil suelto por ahí no habría que comentar esto, pero es realmente delirante comprobar cómo, según algún que otro fiel de las tres siglas sagradas que hacen temblar a la burguesía, los que criticamos a la CNT no trabajamos, no estamos explotados o dirigidos y, por tanto, somos algo así como pequeñoburgueses intelectualoides), “infiltrado” (como si alguien que optase por los sabotajes y la lucha armada tuviese que ser automáticamente un policía), etc. De todas formas, no estamos diciendo que esto sea así en toda la militancia anarcosindical; no decimos que todos sean acríticos. Lo que estamos diciendo y sosteniendo es que la CNT, como organización, como estructura, es hoy un problema para el conjunto de los explotados del Estado español. El problema no son los militantes, sino lo que es la organización en definitiva. Entendemos que con los ejemplos de su actuación cotidiana quedará demostrado lo que sostenemos.