¿Otro sindicalismo es posible?

Presente y futuro de la Lucha Obrera, así como la validez, aciertos y contradicciones de las formas de organización de la Clase Trabajadora. Seguimiento de conflictos laborales, huelgas, etc.
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Jorge.
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Mensaje por Jorge. » 31 Dic 2005, 21:24

La actividad sindical es reformista. Y cualquier actividad que implique una acción en esta sociedad, es reformista. Lo más radical que se pueda imaginar uno, un atraco al banco de España, una ocupación de fábricas o tierras, lleva a una victoria parcial e integradora por parte del Estado, ya que la única actividad realmente revolucionaria es la que lleva a cabo una revolución triunfante. Un consejo de fábrica, un comité, una junta, nunca representa a la totalidad de la plantilla. No puede, tanto por la naturaleza de la definición de intereses que efectúan los contendientes, como por las actividades que realiza, que son tan reformistas como las de cualquier sindicato, aunque se adorne de fraseología revolucionaria por todas partes. Cuando se miran los hechos dentro de un círculo de ideas (emancipación, libertad, comunismo, etc.,), todos hacemos cosas muy parecidas. A este respecto, hay que diferenciar entre la acción reformista (o reformadora) que no se detiene y que marcha más allá de la pequeña conquista, y la acción reformista de quien pretende conseguir las pequeñas ventajas del sistema.

Igualmente, hay que decir que el anarcosindicalismo no pretende dirigir, ni controlar, ni guiar a las masas en su emancipación, pues dicho está que la emancipación será obra de los trabajadores, o no será. El anarcosindicalismo implica a trabajadores asociados en la solución de sus problemas que convergen en una organización que llaman sindicato. No hay más misterio.

Cuando he dicho que los consejistas alemanes tenían un sindicato, ha sido porque me he leído los textos referidos a la conveniencia o no de agrupar a los obreros en una organización de ese tipo. Lo tuvieron, con miles de afiliados. O no eran consejistas el Partido Comunista Obrero Alemán (KAPD) y la Unión General Operaria (AAU). Supongo que no tendré que citar la Carta de Bergmann «sobre la cuestión sindical», que a mí me parece bastante reveladora: trabajadores en una fábrica eligen a sus hombres de confianza; forman un consejo, esos consejos otros consejos de delegados y al final un gran consejo central, con cargos revocables en todo momento. Esos consejos tendrán una gran autoridad, y el Consejo Central poseerá el máximo poder. Puede ser leído todo ello en el libro «Sindicato, Arma Contrarevolucionaria», de Pannekoek, Ediciones Spartacus, página 11 y siguientes, junto con toda la crítica al sindicalismo de la III Internacional.

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Ricardo Fuego
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Mensaje por Ricardo Fuego » 01 Ene 2006, 08:09

Jorge. escribió:La actividad sindical es reformista. Y cualquier actividad que implique una acción en esta sociedad, es reformista. Lo más radical que se pueda imaginar uno, un atraco al banco de España, una ocupación de fábricas o tierras, lleva a una victoria parcial e integradora por parte del Estado, ya que la única actividad realmente revolucionaria es la que lleva a cabo una revolución triunfante. Un consejo de fábrica, un comité, una junta, nunca representa a la totalidad de la plantilla. No puede, tanto por la naturaleza de la definición de intereses que efectúan los contendientes, como por las actividades que realiza, que son tan reformistas como las de cualquier sindicato, aunque se adorne de fraseología revolucionaria por todas partes. Cuando se miran los hechos dentro de un círculo de ideas (emancipación, libertad, comunismo, etc.,), todos hacemos cosas muy parecidas. A este respecto, hay que diferenciar entre la acción reformista (o reformadora) que no se detiene y que marcha más allá de la pequeña conquista, y la acción reformista de quien pretende conseguir las pequeñas ventajas del sistema.
Toda actividad destinada a la autoliberación integral de los seres humanos es revolucionaria. Toda actividad que se limita a vivir mejor dentro de este sistema es reformista.

Si l@s explotad@s luchan por mejores condiciones de vida como explotad@s, su actividad es reformista.

Si l@s explotad@s luchan por mejores condiciones de vida pero como hombres y mujeres que luchan por su autoliberación y necesitan resistir, su actividad es revolucionaria.

El sindicalismo es una actividad reformista porque es la lucha de l@s explotad@s en cuanto trabajadores/as asalariad@s, no como hombres y mujeres luchando por su autoliberación individual y colectiva.
Jorge. escribió:Igualmente, hay que decir que el anarcosindicalismo no pretende dirigir, ni controlar, ni guiar a las masas en su emancipación, pues dicho está que la emancipación será obra de los trabajadores, o no será. El anarcosindicalismo implica a trabajadores asociados en la solución de sus problemas que convergen en una organización que llaman sindicato. No hay más misterio.
Claro que en la ideología el anarcosindicalismo es revolucionario y es anti-autoritario. Claro que, en la ideología, un sindicato y un "anarco-sindicato" son dos cosas distintas.

Pero yo no estoy hablando de ideología, estoy hablando de práctica. Lo que las personas, las organizaciones y los movimientos dicen o piensan de sí mismos no se condice generalmente con lo que hacen. Entonces el criterio principal a tomar en cuenta es la práctica real de las organizaciones y no sus doctrinas. Y hay ejemplos históricos y actuales de esa práctica.
Jorge. escribió:Cuando he dicho que los consejistas alemanes tenían un sindicato, ha sido porque me he leído los textos referidos a la conveniencia o no de agrupar a los obreros en una organización de ese tipo. Lo tuvieron, con miles de afiliados. O no eran consejistas el Partido Comunista Obrero Alemán (KAPD) y la Unión General Operaria (AAU). Supongo que no tendré que citar la Carta de Bergmann «sobre la cuestión sindical», que a mí me parece bastante reveladora: trabajadores en una fábrica eligen a sus hombres de confianza; forman un consejo, esos consejos otros consejos de delegados y al final un gran consejo central, con cargos revocables en todo momento. Esos consejos tendrán una gran autoridad, y el Consejo Central poseerá el máximo poder. Puede ser leído todo ello en el libro «Sindicato, Arma Contrarevolucionaria», de Pannekoek, Ediciones Spartacus, página 11 y siguientes, junto con toda la crítica al sindicalismo de la III Internacional.
La Unión General Obrera no era ni un sindicato ni era consejista. Fue resultado de la autoorganización de l@s propi@s obrer@s por fábrica y su fin era luchar por nuevos consejos obreros. Las Uniones Obreras unían en una misma organización la lucha política y la económica. No eran para nada sindicatos (ni siquiera "sindicatos rojos"), de hecho eran enemigas de los sindicatos.

El KAPD tampoco era un partido consejista. Era un partido comunista de izquierda que cuestionaba la interpretación socialdemócrata-bolchevique del papel del partido De hecho, los consejistas fueron una escisión posterior del KAPD, que luego terminó en prácticas terroristas del tipo "la propaganda por el hecho".

Es muy importante entender que las Uniones Obreras no se formaron por la difusión de ideología consejista o por el activismo del KAPD. Los consejistas fueron quienes sacaron las conclusiones de esta experiencia de la inutilidad de los sindicatos (cualquier tipo de sindicatos) y de los partidos (cualquier tipo de partidos) para la autoconstitución de la clase obrera en sujeto revolucionario. Por eso la escisión en el KAPD, donde había elementos comunistas de izquierda que sí veían la necesidad de un partido, aunque no fuera un partido al estilo socialdemócrata-bolchevique.

En resumen: el comunismo de consejos de Pannekoek, Rühle, Mattick, etc. estuvo compuesto por las conclusiones teóricas sacadas de la práctica revolucionaria de la clase obrera alemana en 1918-1923, y no una mera ideología a favor de los consejos obreros. Esto último es la ideologización del comunismo de consejos.

Por último, en internet puede encontrarse fácilmente el programa del KAPD de 1920 y varios textos relacionados como el de Otto Rühle "La revolución no es asunto de partido", que lo tenemos en nuestra web.
Ni partidos ni sindicatos, ni siglas ni dirigentes: ¡autonomía proletaria!

Círculo Internacional de Comunistas Antibolcheviques
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Luis Nuevo
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Mensaje por Luis Nuevo » 01 Ene 2006, 10:13

Paul Mattick escribió:Yo considero a cualquier intento por "proteger" a l@s explotad@s de esos peligros como un peligro más, un peligro que conduce al paternalismo y al autoritarismo, aun si las intenciones son "anti-autoritarias".
La cnt al tomar estas medidas no protege a los explotados. Son los explotados organizados en ella los que han decidido, dada la experiencia histórica acumulada en el sindicato, tomarlas para sí mismos. Y como he dicho, no están escritas en piedra, en cualquier congreso un sindicato puede proponer cambiarlas.
Paul Mattick escribió:El sindicato es la asociación de l@s trabajadores/as como propietari@s privad@s de fuerza de trabajo que luchan contra la patronal por una porción mayor de la plusvalía, sin cuestionar la plusvalía misma.
El paso de reivindicaciones reformistas a la lucha revolucionaria es impredecible. Sin duda conseguir que las luchas no sean economicistas (que se integren reivindicaciones de tipo de rebaja de tiempo de trabajo, mejora de condiciones,...), la organización autogestionada y la acción directa como única forma de lucha, lo favorece. Además hay que añadir la preocupación por aumentar la comprensión del mundo en el que vivimos formando un movimiento cultural entrelazado con la lucha de clases.

Cuando se forma una asamblea de trabajadores, ¿no suele ser para aumentar la porción de plusvalía?. ¿Porqué se puede cambiar eso en una asamblea de fábrica y no en la asamblea de una sección sindical?.
Paul Mattick escribió:Si algun@s explotad@s nos concientizamos antes que otr@s, nuestro papel es ayudar a que l@s demás también lo hagan, no guiarl@s ni protegerl@s. La dominación del capital es total, la liberación también debe serlo.
¿Quién ha hablado de guiar o proteger?. ¿En cual de nuestras manifestaciones adviertes una actitud paternalista?.

El ayudar a los demás explotados a que se conciencien es algo necesario para tí,pero normalmente, la "propaganda anarquista" es considerada por los que se autodenominan consejistas como un intento de ideologización, un encorsetamiento muy grande.
Sin embargo se suelen otorgar la función de recoger las ideas que el proletariado genera de forma dispersa en su autoactividad, ordenarlas dentro de una teoría coherente y devolvérselas al proletariado para su discusión.

Jorge y yo estamos organizados como explotados. Formamos parte de una red de solidaridad, apoyamos y potenciamos las luchas de los trabajadores. Lo hacemos esperando que algún día nuestro ejemplo se siga más profunda y ampliamente, y por supuesto, hacemos propaganda sobre la necesidad de autoorganización, pero somos conscientes de que la mejor propaganda es la lucha.
Paul Mattick escribió:Si l@s explotad@s luchan por mejores condiciones de vida como explotad@s, su actividad es reformista.

Si l@s explotad@s luchan por mejores condiciones de vida pero como hombres y mujeres que luchan por su autoliberación y necesitan resistir, su actividad es revolucionaria.
Ya he dicho que algunos creemos que es luchando por objetivos reformistas, pero con herramientas revolucionarias (acción directa, autoorganización,...) cuando es más probable que se sienta la necesidad y se vislumbre la posibilidad de destruir este sistema.

¿Qué es lo que proponen los consejistas normalmente?. Precisamente la lucha aquí y ahora, y ésta por mucho que digan comenzará con demandas reformistas.

Los consejistas quieren que cada conflicto se radicalice, que los trabajadores que participan en él no sólo tomen conciencia revolucionaria, sino que hagan reivindicaciones revolucionarias (apropiación del medio de producción) experando que la práctica se propague rápidamente en el resto de los proletarios.

El anarcosindicalismo cree que van a ser necesarias muchas luchas y mucha labor cultural para tal propagación, y que es necesario ir acumulando las conclusiones y las fuerzas.
Jorge escribió:O no eran consejistas el Partido Comunista Obrero Alemán (KAPD) y la Unión General Operaria (AAU).
El KAPD se formó en noviembre de 1919 [...] a partir de 1923 se puede decir que dejó de existir. (Los consejos obreros y la cuestión sindical. Castellote Editor).

En ese intervalo de tiempo dio lugar además de que se formaran las AAUD (organizaciones autónomas no sindicales surgidas expontaneamente en las empresas) ligadas al primero

Y De la AAUD surgió pronto una excisión "consejista pura", la AAUE, que negaba cualquier separación entre la luha económica y la política, considerando que los consejos podían asumir ambos aspectos sin necesidad de ningún tipo de partido, ni siquiera del KAPD. (Ibid, págs 20-21).

La cuestión es que el KAPD es uno de los gérmenes de lo que podríamos denominar consejismo, pero todavía no es tal, aunque niega los sindicatos no niega el partido, lo que me parece una de las premisas básicas para calificar a una extructura de consejista.

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Alquimista loco
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Mensaje por Alquimista loco » 01 Ene 2006, 12:52

paul_mattick escribió:Si l@s explotad@s luchan por mejores condiciones de vida como explotad@s, su actividad es reformista.

Si l@s explotad@s luchan por mejores condiciones de vida pero como hombres y mujeres que luchan por su autoliberación y necesitan resistir, su actividad es revolucionaria.
¿Y quién decide, sino el explotado, por qué luchar? ¿Cuando luche desde un consejo estará luchando necesariamente por su "autoliberación", y cuando luche desde un sindicato estará luchando necesariamente por mejoras reformistas?

¿No tendrá más que ver la intención de la lucha, y no la cáscara? ¿Qué tienen los consejos obreros tan limitador para que la lucha en su seno sea sólo revolucionaria? ¿No será algo... paternalista-emancipador?

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Despunktao
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Mensaje por Despunktao » 01 Ene 2006, 14:47

Alquimista loco escribió:¿Y quién decide, sino el explotado, por qué luchar? ¿Cuando luche desde un consejo estará luchando necesariamente por su "autoliberación", y cuando luche desde un sindicato estará luchando necesariamente por mejoras reformistas?

¿No tendrá más que ver la intención de la lucha, y no la cáscara? ¿Qué tienen los consejos obreros tan limitador para que la lucha en su seno sea sólo revolucionaria? ¿No será algo... paternalista-emancipador?
Este comentario no sirve de mucho, y te diré por qué. Para empezar, desde tu lógica, debemos admitir que sea perfectamente comprensible el hecho de que haya explotadxs que luchen por tener un gran coche, un hijx manipuladx genéticamente (gracias ERC :D), o un gran televisor. Un deuvedé o un ordenador con pantalla de plasma. Pero quienes estamos aquí discutiendo, supongo, que lo hacemos porque hemos pensado que "luchar" por obtener bienes y beneficios no es lo que nos parece mejor.

No creo que lo que se esté hablando aquí sea aquello de "que todo el mundo se organice en consejos, ¡es la panacea!". Más bien se está discutiendo sobre la utilidad del llamado "sindicalismo revolucionario". Tu respuesta, Alquimista loco, se me antoja impulsada por cierto hastío, que puede que te haya provocado este tema. Quizás se repita mucho, pero está claro que si a alguien no le gusta un tema, no tiene por qué entrar a leerlo.

Aparte. Eso de la "intención de lucha" está muy bien. Pero entonces también debemos admitir que haya quien "luche" desde partidos políticos. Desde sindicatos como Comisiones, Ugeté, etc. ¿Por qué no, si lo que vale, para algunxs, es la "intención de lucha"?

La opinión de Jorge o de Luis Nuevo me parecen muy respetables, pero creo que paul_mattick ha acertado de lleno en su crítica. Y es que "luchar por vivir mejor" (¿qué entiende cada cual por mejor?), dentro de este sistema, no es muy revolucionario, la verdad. Una auténtica revolución implica un gran cambio, personal y colectivo. Y actuando desde la acción laboral y/o social de CNT o de cualquier otro sindicato, esto es imposible. Una auténtica revolución no puede aspirar más que a destruir el sistema. Esto significa, sin lugar a dudas, la autoliberación. Pues destruir las cadenas es lo único que unx podría llamar liberarse. Y pedirle al/a carcelerx que te las afloje, no es muy libertador.

Una actitud paternalista es la de pretender rejuntar a todo el mundo en un sindicato, bajo una bandera, bajo un programa creado previamente a la unión de la gente al sindicato, con unas intenciones de reforma.

Jorge., los ejemplos que has puesto como "lo más radical que pueda unx imaginar" sólo llegaran a ser reformistas si aspiran a una victoria, a una sóla victoria. Serán revolucionarios si no lo hacen así, si lo que pretenden es mantener una lucha constante, y una tensión incansable contra la estructura de Poder y Autoridad. Una okupación, por ejemplo, será reformista si se ve como un fin, para ser legalizada y ya está. Pero una okupación será revolucionaria cuando no frene ante nada, y no acepte condiciones. Cuando sea considerada simplemente un medio para atacar al sistema y arrancarle espacios de sus garras. Creo que aquí es donde VERDADERAMENTE interviene la "Intención de Lucha" de la que hablábamos antes.

Ya que todxs estaremos de acuerdo en que, "La libertad no es la meta, la libertad es el camino", lo que debemos hacer no es sino simplemente convertir a la Libertad en el único camino. Destruir todas las demás posibilidades autoritarias de forma que todo lo que quede no sea más que la autonomía individual y colectiva.

Luego, como crítica particular, podríamos hacerlas hacia lo más típico. Que CNT no soporta que la lucha se desarrolle autónomamente, fuera de los cauces de reforma, y en los cauces de autonomía de lxs oprimidxs. Que por mucho que diga, todo aquello que cuestiona su existencia, para bien o para mal de la Libertad, le duele y le molesta. Y bien que procura demostrarlo.
Las lágrimas y gritos de las víctimas del Orden empiezan a inundar de Caos nuestro vacío. El único mar que sabrá romper este Mosaico de las Mil Mentiras, en mil pedazos. ¡Espontáneas olas de ira, destruid el dique de esta Pesadilla y romped los hilos que os atan!

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Jorge.
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Mensaje por Jorge. » 01 Ene 2006, 16:07

paul_mattick escribió: Toda actividad destinada a la autoliberación integral de los seres humanos es revolucionaria. Toda actividad que se limita a vivir mejor dentro de este sistema es reformista.
Y el consejismo o cualquier ismo implica una actividad reformista. Tiene gracia que dos personas haciendo las mismas cosas, una sea reformista y la otra revolucionaria. Si yo digo que estoy luchando por mi autoliberación en una huelga de basureros, soy revolucionario, y si digo que estoy luchando por mi empleo, soy reformista. Ja.

Y el KAPD y la AAU, eran un partido y un sindicato. Me he leído los textos y está meridianamente claro. Lo que quieren y cómo lo procuran. Da igual que la AAU fuese antisindical: ellos mismos eran un sindicato, una agrupación de trabajadores que luchaban por sus intereses. Eso es un sindicato, y eso fue la AAU. Lo demuestro cuando queráis.
paul_mattick escribió:Claro que en la ideología el anarcosindicalismo es revolucionario y es anti-autoritario. Claro que, en la ideología, un sindicato y un "anarco-sindicato" son dos cosas distintas. Pero yo no estoy hablando de ideología, estoy hablando de práctica.
Claro que en la ideología el círculo comunista no es un partido; claro que en la ideología el grupo de fábrica no es un sindicato. Yo no hablo de ideología, yo hablo de práctica. Se ha visto es el resultado de revoluciones consejistas. O son derrotadas (Alemania, Hungría), o degeneraron en dictaduras (URSS). Si a lo que vamos es a la práctica, eso es lo que hay hasta ahora.

Despunktao, en lo que a mí respecta, cuando llegue esa revolución tan nombrada, mientras se consolida o no, mientras llega la destrucción de las cadenas, ya procuraré yo crearme o mantener mi sindicato. Una organización reformista que procure mejoras en mi vida. Ya tiene uno bastantes cabronadas en lo alto como para dejarlas pasar, porque uno tiene que dar un sentido revolucionario a todo. Yo quiero un sindicato que me saque de la comisaría cuando me detienen, que se preocupe por mí si me despiden o represalian en el trabajo, que me proporcione amparo en el desempleo, que me una a otras personas por encima de profesión, categoría, grupo, edad o género, y que sea el cortafrío que rompa la cadena: eso, es mi sindicato.

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Luis Nuevo
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Mensaje por Luis Nuevo » 01 Ene 2006, 18:25

Despunktao, en tus precisiones a Alquimista Loco nada que objetar. Desde luego no toda forma de organización es válida. Es más, toda forma de organización tiene sus riesgos, ya se han apuntado algunos de las asambleas/consejos obreros.

El hilo empieza con:
La cuestión no es “otro sindicalismo es posible”. La cuestión es OTRA ORGANIZACIÓN ES POSIBLE, DISTINTA Y OPUESTA AL SINDICALISMO: la de las Asambleas y los Consejos Obreros.
Corriente Comunista Internacional 20-12-05
Es decir, el tema da a pie a que los comentarios sean ¿Porqué los sindicatos no sirven y las Asambleas y los Consejos Obreros sí?. Habrá que hablar de ámbos.

Ahora, ¿Porqué el sindicalismo revolucionario o anarcosindicalismo no es válido?. Es decir, no es que conlleve riesgos, sino que está abocado a ser contrarrevolucionario.
Despunktao escribió:Una auténtica revolución implica un gran cambio, personal y colectivo. Y actuando desde la acción laboral y/o social de CNT o de cualquier otro sindicato, esto es imposible.
Eso es falso, y lo digo porque la historia lo ha demostrado. Cambios personales y colectivos: no hablo sólo de CNT, hablo de la IWW, hablo de la FORA.
Despunktao escribió:Una actitud paternalista es la de pretender rejuntar a todo el mundo en un sindicato, bajo una bandera, bajo un programa creado previamente a la unión de la gente al sindicato, con unas intenciones de reforma.
El programa es mínimo, más que programa es una forma de trabajo y como he dicho, producto de la acumulación de experiencia. Además no está escrita en piedra, se puede modificar, cualquiera puede proponerlo.
No es paternalista en el sentido de que no pienso en dirigir a nadie, ni reformularles la teoría revolucionaria, simplemente se ofrece una herramienta de lucha, si la quieren bien, si no, pues vale. ¿Querer que alguien luche contigo es paternalista?.
Despuntao escribió:Que CNT no soporta que la lucha se desarrolle autónomamente, fuera de los cauces de reforma, y en los cauces de autonomía de lxs oprimidxs.
Te costará ver un comunicado en nombre de CNT criticando una lucha de este tipo. Estás hablando de comentarios de individuos afiliados a CNT.
¿Qué quieres decir con que no soporta?. Muchos cuando leen propuestas de romper con lo existente como un fin en sí mismo, pues son los únicos momentos de anarquía real que vamos a vivir, y sin importar mucho que nos enchironen el resto de los días (y si no hay ninguno que lo dice es que lo hemos entendido mal) alegan que es una táctica contraproducente y suicida. No se dan cuenta que las acciones normalmente están muy por debajo de las soflamas.

Los hay que se piensan que todo lo que lleve una (A) tiene que ver con CNT y todo lo que se haga firmado con una (A) implica a CNT. No creo que sean ni mayoría ni siquiera una cantidad significativa, allá ellos..

También los hay que piensan que todo lo que surja de CNT será una pantomima socialdemócrata con resultado de mayor integración en el sistema de los trabajadores. Que no soportan que desde CNT se luche.


¿Qué le hace a una lucha el ser "válida"?
Propongo alguna de las características de las que podemos disentir en su necesidad.

OBJETIVO MÍNIMO: DESTRUCCIÓN DEL SISTEMA
Despunktao escribió:paul_mattick ha acertado de lleno en su crítica [...]Una auténtica revolución no puede aspirar más que a destruir el sistema. Esto significa, sin lugar a dudas, la autoliberación. Pues destruir las cadenas es lo único que unx podría llamar liberarse. Y pedirle al/a carcelerx que te las afloje, no es muy libertador.
Es decir, estás en contra de todo lo que sean reformas parciales.

- La lucha que llevaron los FIES por esos 4 puntos que ponían .
- La lucha de los vecinos de Gamonal por que no les hagan el parking.
- La lucha de algún FIES en particular porque le dejaran elegir compañero de celda me ha parecido libertadora.
- La lucha porque una empresa (Golem) que denunció a un compañero pague la multa resultado de este juicio.
- La lucha por que ciertas empresas (CCOO, Banco Sabadell, Fincas Corral,...) que han denunciado a un compañero retiren una denuncia.

Estoy hablando de luchas que he visto en la info de alasbarricadas. Los objetivos inmediatos, a simple vista parecen bastante reformistas. ¿Se salva alguna?. Y si es así, ¿Es por el objetivo o por otras razones?.

EL ÁNIMO DE PROSEGUIR LA LUCHA
Jorge escribió:A este respecto, hay que diferenciar entre la acción reformista (o reformadora) que no se detiene y que marcha más allá de la pequeña conquista, y la acción reformista de quien pretende conseguir las pequeñas ventajas del sistema
Despunktao escribió:Serán revolucionarios si no lo hacen así, si lo que pretenden es mantener una lucha constante, y una tensión incansable contra la estructura de Poder y Autoridad. Una okupación, por ejemplo, será reformista si se ve como un fin, para ser legalizada y ya está. Pero una okupación será revolucionaria cuando no frene ante nada, y no acepte condiciones.
Cualquiera diría que nos parecen válidas las luchas no sólo por cómo se desarrollan en sí, sino por el hecho de que los que las realizan están ideologizados (o concienciados, si os chirría menos la palabra) y ven su actividad como parte de algo más grande pensando continuar en otras peleas contra el sistema.

ORGANIZACIÓN NO ESTABLE
Estamos de acuerdo en que no todas las formas de organización y de lucha son válidas. Mas allá de la acción directa y la asamblea...

Hay quien opone a organizaciones estables, que se mantienen aunque no haya ningún conflicto el crear organizaciones para cada conflicto y que éstas desaparezcan cuando el conflicto no de más de sí.

Parece que cuando el conflicto está únicamente latente y la organización continúa existiendo el camino a la burocratización está marcado.

Por otro lado, hay quienes defendemos que el que la organización exista tiene beneficios, que ya he señalado en anteriores intervenciones en este foro,

AUSENCIA DE NEGOCIAcIÓN

Otra de las características que he apreciado es la de la ausencia de negociación.

Normalmente los afectados eligen de entre ellos un grupo para que negocie con quien sea. En mucha de las luchas que he señalado anteriormente no hay esta negociación, no hay tal comisión.

Un comunicado hace saber la exigencia y las acciones se sucederán hasta que se consiga el objetivo o pueda el cansancio. No hay reuniones, no hay firmas de documentos.

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Jorge.
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Mensaje por Jorge. » 01 Ene 2006, 18:57

Pongamos un atraco al Banco de X.

- Es una actividad limitada a un objetivo que no pretende ni va a conseguir la destrucción del sistema.

- Pretende sacar dinero de un sitio, para a continuación meterlo en el circuito del mercado del sistema. Ese dinero no va a ser destruido (porque el sistema imprimirá más), sino que será reutilizado.

- El banco recuperará ese dinero en parte: la noticia del atraco dará a conocer el nombre del banco; el valor y sufrimiento de los empleados y
del público servirán para mostrar la marca bancaria, más que si se tratase de publicidad en un partido de fútbol; el seguro repondrá los daños realizados; el sistema de control y represión será perfeccionado.

Por lo tanto, estamos hablando de una actividad reformista.

Así que, explicadme, por favor, algún ejemplo de esa organización prístina que realice actos revolucionarios intachables.

Afirmar que «la naturaleza de una organización es reformista», y que cualquier cosa que emprenda «fortalecerá el sistema», es negar la posibilidad de cambio. Sin embargo el cambio se produce, luego ese argumento es falso.

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Mensaje por Jorge. » 01 Ene 2006, 19:03

Pongamos que el «Compañero Centro de la Revolución» es detenido. Lo que se hace a continuación es:

- Ir a interesarse por su situación en comisaría.

- Convocar una concentración a las puertas exigiendo su liberación.

- Mandarle tabaco, bocadillos y una lima dentro del bollo de pan.

- Exigir el habeas corpus y facilitarle un abogado «de confianza».

- Publicitar el hecho.

- Recaudar fondos para gastos.

- Etc.

Todo, absolutamente todo eso, son actividades reformistas. Y las realizará tanto el Círculo de Comunistas Antibolchevique, la Internacional Situacionista o la Hermandad del Santo Prepucio. Son cosas de puro sentido común.

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Mensaje por Jorge. » 01 Ene 2006, 19:16

"Rol del sindicato: 1). Oponerse constantemente al explotador [mediante] modificaciones que, a pesar de referirse únicamente a detalles, son, sin embargo, ataques eficaces contra los privilegios capitalistas, ya que logran atenuarlos; 2). El sindicato tiende a preparar una coordinación creciente de las relaciones de solidaridad, de manera a hacer posible, en el lapso de tiempo más corto, la expropiación, única base que pueda servir de punto de partida a una transformación integral de la sociedad...

El «Conócete a ti mismo» de Sócrates, es completado en el sindicato con la máxima «Actúa por ti mismo»...

... Cuando se analizan los procedimientos y el valor de la acción sindical, se desvanece la distinción entre reformistas y revolucionarios. Y hay que concluir que los únicos trabajadores realmente reformistas, somos los anarcosindicalistas."

Emile Pouget: El sindicato

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Alquimista loco
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Mensaje por Alquimista loco » 01 Ene 2006, 21:57

Jorge. escribió:Pongamos que el «Compañero Centro de la Revolución» es detenido. Lo que se hace a continuación es:

- Ir a interesarse por su situación en comisaría.

- Convocar una concentración a las puertas exigiendo su liberación.

- Mandarle tabaco, bocadillos y una lima dentro del bollo de pan.

- Exigir el habeas corpus y facilitarle un abogado «de confianza».

- Publicitar el hecho.

- Recaudar fondos para gastos.

- Etc.

Todo, absolutamente todo eso, son actividades reformistas. Y las realizará tanto el Círculo de Comunistas Antibolchevique, la Internacional Situacionista o la Hermandad del Santo Prepucio. Son cosas de puro sentido común.
No. Cuanto peor, mejor. Cuantos más inocentes haya en las cárceles, más posibilidades hay de que la gran masa desconcienciada y desnaturalizada se inspire divina y espontáneamente para seguir a los portadores de la revolución (que, por supuesto, no necesitaron una persecución ni una catástrofe para darse cuenta de la verdad ellos, pero los demás sí lo necesitan).

E intentar hacer que los inocentes no vayan a las cárceles existiendo aún el Estado, el capital y todas sus alienaciones, es un acto reformista deplorable, porque es intentar mejorar las condiciones de vida de los demás. Y eso, empezar a exigir lo que quieres (abolición de cárceles, desaparición de la patronal, eliminación de las industrias contaminantes, fin de la sobreexplotación de recursos naturales básicos por intereses financieros, control en las granjas para que no metan toda la mierda del mundo en los animales para hacerlos comercialmente jugosos), es contrarrevolucionario, siempre que lo haga otra persona que no sea uno mismo.

Compañero Deskpuntao, me parece mentira tener que aclararlo, pero las organizaciones estatales como partidos o Ministerios llevan implícito un ejercicio de la autoridad inevitable, que sin embargo puede darse o puede no darse desde otros tipos de organizaciones a diferentes escalas, como pueden ser las escuelas, los sindicatos, los consejos obreros, los grupos de afinidad, las agrupaciones vecinales o las bandas de música. Y si mi comentario sirve o no, ya lo juzgaré yo cuando el compañero al que dirijo mis preguntas lo haya leído y me haya contestado consecuentemente. Preguntas que, por cierto, te sirven para explayarte pero a las que no das contestación. Si no te gusta el debate en torno a la posibilidad de que sean revolucionarios los sindicatos o los consejos, tienes la misma posibilidad de acción que me mencionas o sugieres.


Salud.
Última edición por Alquimista loco el 01 Ene 2006, 22:05, editado 3 veces en total.

azahuria
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ninguna forma de sindicalismo es válida

Mensaje por azahuria » 01 Ene 2006, 21:59

El debate sobre la cuestión sindical es absolutamente necesario para que la lucha obrera avance y con ella la liberación de toda la humanidad.
Hay dos posiciones: la de la CCI y la de Paul Mattick contra los sindicatos (aunque no con los mismos argumentos) y la de otros compañeros que están por el anarco-sindicalismo.
La última intervención de Paul Mattick da un argumento importante: “La crítica radical al sindicalismo no se detiene en la tendencia de los sindicatos a burocratizarse. Eso es un aspecto periférico, no es el núcleo del problema. La crítica radical al sindicalismo se centra en la misma actividad sindical, sea vertical y horizontal, de base o dirigista, con ideología marxista o ideología anarquista”.
Tiene toda la razón, el problema de los sindicatos está en que es una organización que NO PUEDE IR MAS ALLA DEL CAPITALISMO, su razón de ser es defender las condiciones de vida obrera al interior del propio capitalismo, de sus relaciones basadas en la mercancía y el trabajo asalariado.
En el siglo XIX los trabajadores fundaron sindicatos. Estos eran en una primera etapa sindicatos de oficio y este tipo de sindicato tendía a burocratizarse y a encerrarse en la defensa exclusiva de capas profesionales de la clase obrera. Frente a ello, en la clase se dio una respuesta: hacia finales del siglo XIX se desarrolló el sindicalismo revolucionario. Eran sindicatos únicos en un sector económico y se proponían una lucha revolucionaria combatiendo el reformismo y el cretinismo parlamentario de los partidos socialistas que iban cayendo cada vez más en el oportunismo. Fueron un paso delante de nuestra clase. CGT en Francia y más tarde las IWW en Estados Unidos y CNT en España fueron las mejores expresiones de esta tendencia en la clase obrera.
Sin embargo desde principios del siglo XX se da un cambio fundamental en la evolución del capitalismo: este entra en su época de decadencia y esta se muestra no solo en el terreno económico (crisis cada vez más repetidas), sino en muchos más terrenos: guerras imperialistas cada vez más bárbaras; destrucción medioambiental; totalitarismo estatal y capitalismo de Estado tanto con careta democrática como de forma abiertamente dictatorial.
El problema es que el sindicalismo no puede responder a esta nueva situación y se vuelve cada vez más incapaz de defender los intereses de los trabajadores pues estamos ante una situación de revolución o barbarie, y los intereses de estos solo se pueden defender a través de luchas directas de masas organizadas bajo una nueva forma: Asambleas y consejos obreros.
El sindicalismo cayó en manos del Estado burgués por muchos medios, combinando el palo y la zanahoria. Cayeron primero los sindicatos clásicos: los alemanes, los ingleses, la CGT francesa… Quién más resistió (y eso fue un gran mérito) fue la CNT, pero en 1936 traicionando sus propios principios envió ministros al gobierno estatal republicano.
Hagamos balance de todo aquel periodo: los sindicatos alemanes, franceses, ingleses, apoyaron descaradamente la guerra, pidieron a los obreros matarse en el frente y trabajar a muerte en la retaguardia por la “defensa de la Patria”; en Alemania, los sindicatos colaboraron con la socialdemocracia en aplastar el intento de revolución proletaria de 1919; en 1936, la CNT se mete en el Estado burgués… Jorge señala que en Alemania surgieron las Uniones pero estas también fracasaron y desaparecieron precisamente porque eran un sindicato encubierto que quería ser un intermediario con los Consejos Obreros.
¿Por qué pasó todo eso? ¿Malos dirigentes? ¿Simple traición de unos individuos? O ¿hay una explicación objetiva que es la que intentamos dar, o que da también Paul Mattick?
Todo esto intentamos explicarlo en http://es.internationalism.org/rint/2004, lo decimos para el que quiera analizar una argumentación más detallada.

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Jorge.
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Mensaje por Jorge. » 01 Ene 2006, 22:12

Total, que todo lo explicado, no vale para nada. Ni se rebate, ni se discute. Simplemente se repite el artículo de portada y santas pascuas. Pues vale.

Dijo el alquimista loco
No. Cuanto peor, mejor. Cuantos más inocentes haya en las cárceles, más posibilidades hay de que la gran masa se inspire espontáneamente para seguir a la revolución
La miseria suele ser muy poco revolucionaria. África está en la miseria, y ya ves. Si no hay organización, si no hay avances, si la gente no ve ventajas en una nueva forma de organizarse, si no hay sentimientos comunes y aspiraciones colectivas, la gente dará la espalda a cualquier fantasía revolucionaria.

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Ricardo Fuego
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Mensaje por Ricardo Fuego » 02 Ene 2006, 04:18

Respondo algunas cosas en general porque sino esto es un lío.

Me da la impresión de que cuando me hablan lo hacen como hacia un "competidor consejista". Como si yo estuviera aquí para ofrecer un producto mejor que el sindicato (el consejo obrero) y una ideología superior al anarcosindicalismo (el consejismo).

Como si yo pensara que con el mero reemplazo de los sindicatos por la asamblea de fábrica y los consejos obreros la lucha pasa de reformista a revolucionaria.

No es así.


Yo no soy "los consejistas"

Si hay una etiqueta que puedo usar es la de comunista antibolchevique. En el comunismo antibolchevique se encuentran l@s comunistas consejistas, l@s comunistas libertarios, l@s insurreccionalistas, l@s situacionistas y algun@s comunistas de izquierda. Yo a veces puedo decir que soy consejista para simplificar, como a veces en otros ámbitos digo también que soy anarquista. Pero en realidad no me identifico plenamente más que con el "ista" de comunista antibolchevique. Yo creo que hay que superar toda ideología, tanto marxista como anarquista.

Mi base principal es el comunismo de consejos porque lo considero el pensamiento revolucionario más avanzado de la clase obrera, producto de la reflexión sobre la práctica más avanzada de la clase obrera, que rechazó radicalmente a las formas de actividad sindical y partidaria.

En este sentido asumo posiciones "consejistas" en mi rechazo a los partidos y sindicatos. Pero a diferencia de la ideologización del comunismo de consejos (realizada tanto por adversari@s como por algun@s partidari@s), yo no sugiero que con el simple reemplazo de sindicatos y partidos por los consejos obreros se resuelve todo. Eso es un formalismo que, más que aplicarse a mi pensamiento, se aplica al formalismo de las críticas que se suelen dirigir al comunismo de consejos.


La organización es inherente a la acción

La organización de l@s explotad@s es un momento inherente a su actividad. Toda actividad, sin importar qué espontánea sea, conlleva algún tipo de organización. La actividad sindical genera la organización sindical. La organización sindical implica una actividad sindical. No es que primero nos organizamos y después luchamos. Luchamos, y nuestra organización es una forma en que se manifiesta el contenido de nuestra lucha.

Por eso concebir a la organización como algo independiente de la lucha es fetichismo organizativo (por ejemplo, concebir "una actividad reformista con herramientas revolucionarias"). Concebir que cambiando la forma de organización cambiamos el contenido de la lucha es producto de ese fetichismo organizativo. Y eso es lo que lleva a que me respondan como si yo pensara que, cambiando los sindicatos por asambleas de fábrica y consejos obreros, la lucha pasa de ser reformista a ser revolucionaria.

No es así. Yo estoy haciendo énfasis en el contenido de la lucha. Por eso dije antes que si el contenido de la lucha se limita a obtener una mayor porción de la plusvalía sin cuestionar la plusvalía, esa lucha es reformista sin importar si está organizada de forma jerárquica o asamblearia. Pero si el contenido de la lucha es la autoliberación integral de los hombres y las mujeres, esa es una lucha revolucionaria. Por supuesto que la forma de organización de la lucha revolucionaria será distinta a la de la lucha reformista corriente, pero esto siempre es una consecuencia del cambio en su contenido, no una causa de ese cambio.


La autoorganización no es revolucionaria por sí misma

Toda actividad verdaderamente revolucionaria implica autoorganización, pero no toda lucha autoorganizada tiene un contenido revolucionario. Hay luchas autoorganizadas que son reformistas, y ese es el caso de las huelgas salvajes. Las huelgas salvajes son en su mayor parte una actividad sindical de l@s explotad@s que, debido a la "traición" o ineptitud de sus organizaciones sindicales tradicionales, debe ser realizada fuera y contra de ellas. Su forma suele ser la autoorganización en comités de huelga con delegados revocables. Pero su contenido sigue siendo reformista, pues se limita a reivindicaciones laborales (salario, tiempo y condiciones de trabajo, reincorporación de despedid@s, etc.).

En las huelgas salvajes actuales puede verse, embrionariamente, la forma que puede tomar la lucha revolucionaria en el futuro, pero no su contenido.

Las asambleas de fábrica y los consejos obreros son la forma organizativa de la autonomía proletaria, y sólo la forma. El contenido de la autonomía proletaria es la auto-actividad consciente de cada individuo en pos de la autoconstitución de l@s explotad@s en clase independiente para destruir la sociedad de clases.

La lucha no pasa de reformista a revolucionaria cuando una "forma de organización revolucionaria" se difunde mediante la lucha y/o la propaganda. La lucha pasa de reformista a revolucionaria cuando cambia su contenido. El cambio de las formas de organización reformistas (partidos y sindicatos) a una forma de organización revolucionaria (organizaciones unitarias) es la forma en que se refleja el cambio del contenido de la lucha.

Entonces lo que tenemos que hacer l@s que queremos terminar con la sociedad de clases no es propagandear la auto-organización y/o esforzarnos por radicalizar y extender cuantitativamente todas las luchas reformistas actuales, sino contribuir mediante la acción y nuestras opiniones y propuestas al cambio cualitativo de contenido de esas luchas.


La relación entre l@s revolucionari@s y el resto de l@s explotad@s

Cuando hablo de paternalismo me refiero a esa actitud de "protección" o "tutelaje" que se supone que l@s revolucionari@s debemos asumir hacia el resto de la clase, guardándola contra grupos dirigistas y demás recuperadores. Aun si esta actividad se recubre con ideología autogestionaria y repitiendo mil veces "la emancipación de l@s obrer@s será obra de ell@s mism@s" su contenido sigue siendo paternalista y por lo tanto autoritario. No son las buenas intenciones o la fraseología que elegimos lo que determinan el contenido de nuestra actividad, sino lo que hacemos efectivamente. Poner como excusa contra el "asambleísmo puro" que hay que proteger a la clase de los grupos dirigistas organizados es paternalismo, porque no se trata a l@s demás como iguales, sino como niñ@s o herman@s menores. El principio "la emancipación de l@s obrer@s será obra de ell@s mism@s" implica que tratemos a l@s demás como iguales, aun si por diversas cuestiones nuestra actividad y conciencia se encuentra más avanzada que la de ell@s.

Y antes de que me respondan superficialmente les vuelvo a aclarar: aun si una organización o individuo tiene una fraseología fraternal y de "hazlo tú mism@", su actividad puede ser paternalista. En esto la CNT coincide con organizaciones comunistas de izquierda como la CCI y las organizaciones de síntesis bakuninistas.

Lo esencial es dejar en claro que nosotros no basamos nuestra crítica en lo que las organizaciones dicen o piensan de sí mismas, sino en lo que realmente hacen. Entonces, no se puede responder en términos de "pero yo no quiero dirigir a nadie" o "nosotros hacemos propaganda de la autogestión" o "tenemos una ideología anti-autoritaria", porque eso no responde nada.


Otra vez, sobre el fetichismo organizativo
Luis Nuevo escribió:Ya he dicho que algunos creemos que es luchando por objetivos reformistas, pero con herramientas revolucionarias (acción directa, autoorganización,...) cuando es más probable que se sienta la necesidad y se vislumbre la posibilidad de destruir este sistema.
(..)
El anarcosindicalismo cree que van a ser necesarias muchas luchas y mucha labor cultural para tal propagación, y que es necesario ir acumulando las conclusiones y las fuerzas.
Concebir una "lucha reformista pero con herramientas revolucionarias" significa no entender la conexión entre el contenido de la lucha y sus herramientas.

No es con la propaganda por el mejor modelo de autoorganización como se contribuye a la radicalización de la actividad y conciencia de l@s explotad@s. Es contribuyendo a cambiar el contenido de la lucha. La crítica radical a la forma en que se lucha es una manera, pero eso no basta.

Creer que la conciencia revolucionaria de l@s explotad@s va a despertarse con una mera acumulación cuantitativa de luchas reformistas auto-organizadas significa no entender que la conciencia revolucionaria se desarrolla con el cambio cualitativo del contenido de su actividad, no con su cantidad o su forma.

Esto quiere decir que aun si la autoorganización que propone el anarcosindicalismo se extiende a todas las luchas obreras, mientras el contenido de éstas sea una lucha laboral (sindicalista), su actividad será reformista.

Para que el contenido de una lucha sea revolucionario l@s explotad@s deben ser 100% conscientes de la necesidad de destruir este sistema. No hay "atajos" de ningún tipo a esto. La actividad y conciencia revolucionaria de l@s explotad@s no es posible de alcanzar ni con la combinación más hábil y pragmática entre el apoyo y radicalización de las luchas reformistas y la difusión de propaganda revolucionaria.
Alquimista loco escribió:¿Y quién decide, sino el explotado, por qué luchar? ¿Cuando luche desde un consejo estará luchando necesariamente por su "autoliberación", y cuando luche desde un sindicato estará luchando necesariamente por mejoras reformistas?

¿No tendrá más que ver la intención de la lucha, y no la cáscara? ¿Qué tienen los consejos obreros tan limitador para que la lucha en su seno sea sólo revolucionaria? ¿No será algo... paternalista-emancipador?
Alquimista loco, me respondiste como si yo pensara que yo me limito a proponer el cambio de la organización sindical por la organización consejista. Esa respuesta deberías habérselo dado a la CCI. El fetichismo organizativo que me atribuyes prejuzgadamente es, más bien, el reflejo del tuyo.

Coincido con lo que dice despunktao. No es la intención de la lucha lo que cuenta, sino su contenido efectivo. Es lo que he estado diciendo en todo este tópico. No importa si la intención (dada por cierta ideología o programa) es revolucionaria, proletaria, anti-autoritaria y todo eso. No importa si la propaganda o la relación con la clase incorpora una fraseología autogestionaria y fraternal. Lo que importa es lo que efectivamente se hace.


Un ejemplo práctico de la ideologización del pensamiento
Jorge. escribió:Y el KAPD y la AAU, eran un partido y un sindicato. Me he leído los textos y está meridianamente claro. Lo que quieren y cómo lo procuran. Da igual que la AAU fuese antisindical: ellos mismos eran un sindicato, una agrupación de trabajadores que luchaban por sus intereses. Eso es un sindicato, y eso fue la AAU. Lo demuestro cuando queráis.


Jorge, si sigues utilizando el concepto ideológico sindicalista del sindicato en vez de tomar como guía la práctica efectiva de los mismos, entonces la AAU siempre será un sindicato a tus ojos.

Pero yo ya te he dicho varias veces que un sindicato es una agrupación de trabajadores que luchan por sus intereses en cuanto esclavos asalariados, no en cuanto a hombres y mujeres que desean autoliberarse individual y colectivamente. Que ese sindicato tenga una ideología anti-capitalista no cambia en nada al asunto.

Esta definición que doy de sindicato no es una definición ideológica consejista, es una definición práctica, ajustada a la realidad. Para que nuestro pensamiento no se separe de la acción y se convierta en ideología, los conceptos que utilizamos deben tener una conexión efectiva con la realidad.

Y cualquiera que investigue la historia de las AAU sin filtros ideológicos se dará cuenta de que eran organizaciones unitarias, de lucha política y económica, y su objetivo era la formación de unos nuevos consejos obreros revolucionarios. No eran sindicatos.

Ahora bien, el que siga filtrando la realidad a través de su ideología jamás va a ver otra cosa que la confirmación de su ideología. Si sigues utilizando los conceptos de tu ideología para pensar sobre la realidad, necesariamente tendrás que adaptar la realidad para que quepa en tu ideología; tendrás que encajar a los sindicatos realmente existentes en tu concepto ideológico de sindicato (el cual resulta ser lo bastante amplio como para incluir a organizaciones no-sindicales como las AAU alemanas), en vez de hacer al revés, como corresponde a todo el que desee tener un pensamiento vivo: adaptar los conceptos a la realidad.
Jorge. escribió:Claro que en la ideología el círculo comunista no es un partido; claro que en la ideología el grupo de fábrica no es un sindicato. Yo no hablo de ideología, yo hablo de práctica. Se ha visto es el resultado de revoluciones consejistas. O son derrotadas (Alemania, Hungría), o degeneraron en dictaduras (URSS). Si a lo que vamos es a la práctica, eso es lo que hay hasta ahora.


Esto es una chicana que no contribuye en nada y más bien demuestra que tu tolerancia hacia la crítica del sindicalismo es bastante limitada. Para tí hay ciertas cosas que no pueden ponerse en cuestión, y si alguien lo hace merece ser agredido.

Tu afirmación sobre el círculo comunista demuestra que no sabes ni qué es el CICA ni quieres saberlo. Sólo tomaste dos palabras como para decir "si yo estoy mal, tú también". No voy a caer en la trampa de responder a acusaciones que desvíen el tema de discusión (el sindicalismo). Si por despecho quieres ponerme a mí o al CICA en el banquillo de los acusados, abre otro tópico.

Llamar a la URSS el resultado de una revolución consejista es no entender nada de las revoluciones. Parece que lo haces puramente para demostrar que "si mi ideología fracasó, también la tuya". Me parece bastante infantil. Las revoluciones nunca son consejistas, anarquistas ni marxistas-leninistas. El rótulo que lleven las revoluciones depende de su carácter de clase, no de su ideología dominante. Si quieres burlarte del resultado de esas revoluciones, búrlate de l@s obrer@s y campesin@s rus@s, alemanes/as y húngar@s que vertieron su sangre en ellas.


Otra vez, sobre la diferencia entre la acción y el pensamiento o la palabra

A lo que ha dicho despunktao sobre la CNT se le ha respondido de esta forma:
Luis Nuevo escribió:No es paternalista en el sentido de que no pienso en dirigir a nadie
(..)
Te costará ver un comunicado en nombre de CNT criticando una lucha de este tipo. Estás hablando de
comentarios de individuos afiliados a CNT.
Esto expresa otra vez la confusión entre lo que las organizaciones piensan o dicen y lo que efectivamente hacen. ¿Una organización es revolucionaria por el simple de hecho de hacer propaganda revolucionaria? No. ¿Una organización es revolucionaria por promover la autoorganización en las luchas? Tampoco. ¿Una organización es revolucionaria por el simple hecho de no ser jerárquica? Tampoco.

Una organización es revolucionaria cuando efectivamente contribuye al cambio cualitativo de la actividad y conciencia de l@s explotad@s y su autotransformación en seres humanos totales.

El criterio principal para juzgar a una organización no es ni lo que dice o piensa de sí misma ni sus intenciones declaradas, sino lo que efectivamente hace. A una crítica práctica no se le puede responder con "nuestras intenciones [no] son estas".


La contraposición formal entre lucha revolucionaria y lucha reivindicativa

Aun después del post de despunktao el debate sigue en la línea de reemplazar ciertas herramientas por otras en vez de enfocarse en el contenido de la lucha.

Por eso salen con los argumentos de que l@s que hacemos una crítica radical de las luchas reformistas (en este caso, las sindicalistas) decimos que no hay que luchar en absoluto por mejores condiciones de vida ni por sacar a compañer@s de la cárcel.

"Es puro sentido común", dice Jorge, que como esas son luchas reformistas, nosotros estamos en contra de ellas. Bueno, yo diría que esto expresa las limitaciones del "sentido común" de Jorge, que nos atribuye opiniones que nosotros no tenemos y agrega, con cierto rencor, que estas actividades no son revolucionarias aun si "las realizará tanto el Círculo de Comunistas Antibolchevique, la Internacional Situacionista o la Hermandad del Santo Prepucio."

Jorge sigue en el fetichismo organizativo y por eso nos lo atribuye a quienes hacemos una crítica radical del sindicalismo en particular y del reformismo en general. Él piensa que nosotros pensamos que la lucha pasa de reformista a revolucionaria simplemente intercambiando sindicatos por consejos obreros o la CNT por otra organización. Yo más bien tomo esto como una renuncia a debatir seriamente, fuera de las ideologías y de las típicas confrontaciones de hinchada de fútbol.


El problema de una actividad revolucionaria no se limita a un problema técnico-organizativo de cómo se lucha

La lucha de clases es una confrontación donde personas que comparten los mismos intereses política y económicamente determinados enfrentan a otro grupo de personas con intereses opuestos. L@s económicamente explotad@s y políticamente oprimid@s se enfrentan contra l@s explotadores/as y opresores/as. Mientras exista la sociedad de clases, esta lucha de clases es inevitable, aun si existe de manera unilateral en la forma del aplastamiento de toda resistencia de l@s explotad@s.

El cambiar la forma o la cantidad de la lucha no es lo crucial, lo crucial es cambiar el contenido de esa lucha. Una lucha de clases revolucionaria es cuando el contenido de la lucha de clases es incompatible con la sociedad de clases. Mientras el contenido de esa lucha sea compatible con la sociedad de clases esa lucha de clases es reformista.

El sindicalismo es totalmente compatible con la existencia de la sociedad de clases, pues el contenido de su actividad es luchar por una mayor porción de la plusvalía, no por la elminación de la plusvalía. Por eso, si el sindicalismo es burocrático o de base, con ideología nacionalista, marxista o anarquista, es sólo un hecho secundario.

El contenido de la lucha de clases no cambia por el reemplazo de formas de organización por otras, ni de una ideología por otra. A lo sumo, esa es la forma en que se expresa.

El contenido de la lucha de clases cambia cuando la actividad individual y colectiva de l@s explotad@s se vuelve incompatible con la existencia de esta sociedad. Esto es totalmente imposible mediante la actividad sindical, que surge en los albores del capitalismo y ya comprobó que no puede salir de él.


Para resumir

-No propongo el mero reemplazo de la organización sindical por la organización consejista. Propongo el cambio del contenido de la actividad de l@s explotad@s, de reformista a revolucionaria. Para esto hace falta una crítica radical de la lucha reformista y sus formas de organización, pero esta crítica no implica que con cambiar esa forma de organizarse por otra "revolucionaria" cambia el contenido mismo de la lucha. El cambio en la forma de organización es un resultado del cambio del contenido de la lucha, y no al revés.
-No existe tal cosa como una lucha reformista con herramientas revolucionarias. Las herramientas utilizadas en una lucha no determinan su contenido, sino al revés.
-La lucha revolucionaria implica autoorganización, pero la autoorganización no implica lucha revolucionaria. La existencia de luchas reformistas autoorganizadas lo demuestra.
-La mera extensión cuantitativa de luchas reformistas autoorganizadas no es lo que hará evolucionar la actividad y la conciencia de l@s explotad@s a un nivel revolucionario. Sólo un cambio radical en el contenido de la lucha (es más, de la vida) es capaz de hacer esto. Si l@s explotad@s luchan por una explotación "más justa" (aun si lo hacen autoorganizadamente, con acción directa, etc.) su actividad será reformista. Cuando luchen efectivamente como hombres y mujeres por su autoliberación consciente de la sociedad de clases, entonces la suya será una actividad revolucionaria.
-No juzgamos al sindicalismo ni a la CNT por lo que ellos dicen o piensan de sí mismos, si no por lo que efectivamente hacen. Este es el criterio de toda crítica práctica, al contrario de toda crítica ideológica.
-Definir a los sindicatos según una ideología sindicalista revolucionaria siempre resultará en una visión compatible entre el sindicalismo y la revolución.
-Todo apego a una ideología es una renuncia a contrastar el pensamiento con la realidad, lo que en última instancia es una renuncia a todo intento serio por cambiar la realidad. Es limitarse a aplicar la ideología a la realidad en competencia con otras ideologías. "La teoría revolucionaria es ahora enemiga de toda ideología revolucionaria, y sabe que lo es." (La sociedad del espectáculo - Guy Debord)
Ni partidos ni sindicatos, ni siglas ni dirigentes: ¡autonomía proletaria!

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Alquimista loco
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Mensaje por Alquimista loco » 02 Ene 2006, 04:34

paul_mattick escribió:Como si yo pensara que con el mero reemplazo de los sindicatos por la asamblea de fábrica y los consejos obreros la lucha pasa de reformista a revolucionaria.

No es así.
En ese caso, comparto la idea de que no se puede parar en la pequeña mejora, es más, que no hay que darle más valor del que tiene. Que lo importante sea la difusión y reclamación de que ciertas figuras u organismos no merecen existir, y no el poco terreno que se le pueda ganar a esas figuras. Y, que lo que se gane, no sea por petición sino por exigencia.

Creo que sería bueno debatir en profundidad qué es una "concesión" de los malos (algo a evitar por completo, para no darles la razón) y qué puede ser una "victoria" real nuestra, para ir acercando los pasos a la práctica carente de ideologías y no derivada de éstas.


Un saludo.

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