Aquitania escribió:El hecho de que la sociedad no lo considere un problema no significa exactamente que no exista
En otro hilo he leído esto por parte de Aquitania y he querido responder. Sin embargo me he dado cuenta que el tema daba muchísimo de sí y que se salía demasiado del tema. Es por eso que creo este hilo, para debatir este asunto y mostraros mi opinión al respecto.Aquitania escribió:Una madre de determinadas comunidades africanas considera que le hace un bien a su hija llevándola a que le rebanen el clítoris, no lo ve como una agresión intolerable, pero significa eso que no lo sea? Por eso me parece difícil plantearse si había violencia sexual o no en épocas primitivas (y no es tu caso, Kolokada, pero mucha gente defiende que no la había con el argumento este de que no se planteaba como tal).
El bien y el mal objetivos no existen. Las cosas no son buenas o malas, sino buenas o malas para acercarnos a un objetivo. Así pues, ni violar, ni asesinar, ni ir a misa nos convierten en buenos o malos.
Toda persona dispone de una moral. Definir moral es complicado, pero la idea es que cada uno de nosotros quiere que la realidad sea de determinada manera. La moral es el varemo mediante el cual juzgamos si una acción es buena o mala para la realización de nuestro particular deseo de realidad.
Por otro lado toda cultura, civilización, sociedad, grupo social, vecindario, familia, amistades, tribu urbana... dispone también de una moral. De hecho la única diferencia entre estos tipos de grupo social es, a lo sumo, su tamaño. En esencia no son más que lo mismo.
Esta es una parte un poco compleja: Las morales de esos grupos sociales se crean a través de las morales individuales de sus integrantes pero, como si se creara una contradicción, la moral del grupo social modifica y determina como es la moral del individuo. Este es un caso de "¿qué fue antes, el huevo o la gallina?" así que no le daré más vueltas.
Cada individuo forma parte de varios grupos sociales simultaneamente y eso determina decisivamente como se construye su moral individual. El tema es, de hecho, mucho más complejo, pues si una persona se deja llevar irracionalmente por su instinto gregario, no desarrolla una única moral sino varias, que pueden estar en contradicción, y que usa en cada ocasión dependiendo del grupo social en el que se encuentre.
No hay morales que coincidan al 100%, pero en general los anarquistas compartimos una moral en la que deseamos un mundo de libertad en todo y para todos.
Cuando discutimos queremos que una persona piense o haga algo que en principio no quiere hacer o pensar. Dicho de otro modo, lo que queremos es hacer que la moral de esa persona sea un poco más parecida a la nuestra.
Toda esta reflexión (de la que se podrían decir muchas más cosas) tiene su utilidad: Los anarquistas podemos pensar que estamos haciendo algo noble al abrirle los ojos a la gente, mientras que un fascista que predica sus habladurías no es más que un manipulador. Pero lo cierto es que ambos hacemos la misma cosa desde un punto de vista estricto. Porque querer un mundo con jerarquías e injusticia no es peor que querer uno con igualdad.
Visto así uno acaba entendiendo verdaderamente porque todos somos iguales, porque se puede y se debe empatizar incluso con nuestros enemigos ideológicos. Entendemos que todo acto que realizamos durante nuestra existencia tiene su repercusión en nuestro ego, y es precisamente por eso por lo que lo hacemos.
Solo cuando entendemos como funcionamos por dentro somos capaces de entender porque queremos ser libres. Y solo después de eso somos capaces de explicarle a los demás porque deben querer ser libres y convencer (o manipular?) a otros para que también quieran serlo. Porque en esencia... yo no puedo ser libre si los demás no lo sois.

