La 17ª Feria del Libro Anarquista de los Balcanes se celebró en Tesalónica entre el 15 y el 18 de mayo, con gran éxito, tanto por las numerosas participaciones de colectivos de todas las regiones balcánicas y europeas y de toda Grecia, como por los debates, los contactos establecidos y llevar a cabo acciones y posturas comunes.
Más de 300 participaciones vinieron de fuera de Grecia de un total de 500 inscritos, mostrando la voluntad de encontrarse y conocerse superando las diferencias. Y en una época de política de muerte, resignación y pesimismo, demostrando que la autoorganización es posible.
El acto comenzó en la Free Social Space School tras finalizar la marcha en solidaridad con el pueblo palestino, en contra del genocidio que está cometiendo Israel en Gaza y con motivo del 77 aniversario de la Nakba.
Los crímenes estado-capitalistas en Tempi, Novi Sad y Kotsani fueron el centro del primer evento de la Feria del Libro, disertando sobre las grietas que causan a las narrativas sistémicas de dominación, así como de las acciones y de los procesos de los movimientos sociales que los siguieron y que aún hoy continúan.

El segundo día comenzó temprano con el panel sobre «Anarquismo y dictadura en Bielorrusia en 2025», a cargo de ABC Bielorrusia, que nos ofreció una imagen clara de la situación de la sociedad bielorrusa, las modernizadas políticas represivas del Estado y el violento silenciamiento que sufren los movimientos sociales en el país. A continuación, el Colectivo Tierra Comida presentó el Consejo Autónomo de Cocina como un nuevo modelo autoorganizado de compartir y producir alimentos fuera de la lógica de la industria alimentaria capitalista. Paralelamente a los actos, se realizaron talleres de artes de autodefensa y primeros auxilios a cargo del equipo anarquista de primeros auxilios.
Tras un almuerzo vegano, los actos de la tarde incluyeron debates sobre «Anarquismo y decolonialismo», a cargo de Ashique M., de Tirana, sobre la opresión que sufre la comunidad LGBTQ en Hungría, a cargo de Feminsta Akció, a la vez que sobre la violencia de género en nuestros espacios y las condiciones de reinserción social, a cargo del centro social ocupado La Cinetika; también se habló de Budapest y la represión de los antifascistas. Por último, se presentó la revista Eutopía y el proyecto «Corredores iraníes».
De 18.00 a 22.00 horas, se celebraron dos debates sobre la crisis climática y la opresión de género con una gran participación. El primero corrió a cargo de representantes de la asamblea de Megali Panagia, la asamblea para la defensa de las montañas de Atenas, y la Zadruga Urbana de Eslovenia. Los temas clave del debate fueron el desarrollo ecológico que se está extendiendo en los Balcanes y el intercambio de experiencias y la necesidad de vincular las luchas ecologistas con la producción alimentaria autoorganizada.
El debate sobre la opresión de género comenzó con una presentación del grupo feminista Calvaluna. Posteriormente, el grupo feminista «Tsupressa» criticó el movimiento feminista en general y trasladó su enfoque al fenómeno del feminicidio. A continuación, un grupo anarco-queer de Croacia presentó las marchas que están llevando a cabo contra las concentraciones anti-orgullo y la represión digital que sufren por parte del gobierno. Por último, el colectivo WISH presentó la situación en los campos de refugiados de Lesbos.
La jornada acabó con la musical experimental «Filmsy Weapons» de Cosminas M. y un concierto de Niki Dimitriadis y Richard Hronsky.

Los eslóganes anticapitalistas y antibelicistas colorearon la multitudinaria marcha vespertina convocada por el BAB en el centro de Salónica el 18 de mayo y los actos que la enmarcaron. «Ninguna frontera nos divide, ninguna nación nos une» era uno de los lemas, así como otros se oponían al genocidio en Gaza. La marcha partió de la Escuela de la CECA, atravesó el centro de la ciudad y terminó en la Fábrica Yfanet, donde continuaron los actos.
El colofón de la jornada fue el debate sobre «Estado, capitalismo y guerras». Se hizo especial hincapié en la necesidad de construir un movimiento de solidaridad anticapitalista y antibelicista. Por encima de los muros del nacionalismo y la guerra, la solidaridad con los desertores fue una de las posiciones más centrales. Las declaraciones hicieron hincapié en la matanza constante del pueblo palestino por parte del Estado israelí y en la necesidad de una lucha para impedir el genocidio.
Uno de los actos matinales más interesantes que tuvieron lugar en la sede de Yfanet fue el dedicado a los medios de comunicación autoorganizados y las plataformas digitales autogestionadas del movimiento. En este acto se presentaron plataformas digitales y mediáticas autogestionadas de información y cultura de varios países balcánicos y Grecia, como 1431 AM, Athens Indymedia, Cybrigade, Crna Luknja, Electric Requiem, Info Libre, KPaX Radio y Kinimatorama.
Con las presentaciones se creó un terreno fértil para el debate en torno a las redes sociales dominantes, las políticas de censura, la gestión poco fiable y escandalosa de los datos personales por parte de corporaciones como Facebook, el capitalismo espía y la necesidad de construir empresas y comunidades digitales autoorganizadas: desde foros digitales dominados por la horizontalidad entre usuarios, hasta emisoras de radio autoorganizadas y plataformas de libre intercambio de música y arte.
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Reporte de la BAB. Construir lazos, organizar la lucha

30 de Mayo de 2025
Entre el 15 y el 18 de mayo tuvo lugar en Tesalónica, Grecia, la Balkan Anarchist Bookfair (BAB). Durante cinco días, cientos de compañerxs se reunieron en esta ciudad portuaria para fortalecer la red de solidaridad balcánica y tejer nuevas relaciones que puedan convertirse en un tejido resistente y revolucionario en estos tiempos de guerra y autoritarismo.
Dos espacios okupados de la ciudad acogieron las discusiones y asambleas de estos días. El más grande de los dos, Yfanet —una antigua fábrica textil abandonada, okupada desde hace más de veinte años— fue el eje central de estas jornadas. Allí se celebró la propia feria del libro, con decenas de mesas de editoriales, revistas, proyectos editoriales y de imprenta, pero también cajas de solidaridad, colectivos y organizaciones políticas, entre ellas la FAI. En los grandes espacios de los hangares de Yfanet también se realizaron los conciertos nocturnos, además de gran parte de las discusiones y asambleas, incluida la asamblea final. En las salas de las antiguas oficinas se habilitaron espacios para el debate y una exposición de carteles consultables en archivadores, preparada por el archivo de movimiento con sede en el espacio, en el que participan compañerxs de diversos colectivos. El segundo espacio, Scholeio (una antigua escuela, como su nombre indica), con un gran patio, acogió algunas de las discusiones principales, proyecciones y el almuerzo de clausura de la feria.
Celebrar la BAB en Tesalónica fue importante no solo por crear un espacio de intercambio entre la red balcánica y el dinámico movimiento anarquista griego, sino también por el rol de esta ciudad. Es la capital administrativa y gubernamental del norte de Grecia, fue epicentro de la gran movilización nacionalista de hace unos años sobre la cuestión macedonia, pero a la vez está atravesada por fuertes contradicciones: es la región del país integrada más tardíamente en el Estado griego, hace apenas un siglo —una integración ocurrida mediante un violento proceso de helenización en una zona marcada por una fuerte diversidad cultural—. En la ciudad tiene también una fuerte tradición el movimiento obrero, está arraigada la izquierda, siempre ha sido vibrante el movimiento estudiantil universitario, y el movimiento anarquista y antiautoritario está sólidamente presente con numerosos espacios okupados que en los últimos años sufren ataques represivos estatales.
La BAB nació hace más de veinte años, en 2003, para permitir que lxs anarquistas que vivían en los distintos Estados surgidos de la disolución de Yugoslavia pudieran encontrarse, debatir, construir lazos y formas organizativas más allá de los muros de la guerra y el nacionalismo. Las guerras que marcaron la disolución de Yugoslavia aún no habían concluido del todo, y para cualquiera viajar entre Estados era muy difícil, cuando no imposible. Evidentemente, para lxs anarquistas era aún más complicado reunirse y coordinarse. La feria del libro nació así para dar oportunidad al variado y disperso movimiento anarquista de los Balcanes de reunirse, hallar un terreno común de debate, crear sólidas redes de solidaridad y construir una campaña conjunta. Esta iniciativa continúa hoy, con frecuencia casi anual, mutando constantemente porque cada edición se celebra en una localidad distinta —el año pasado fue en Pristina (Kosovo), hace dos años en Liubliana (Eslovenia)— y es preparada por una asamblea organizativa distinta formada por colectivos locales.
Si bien la participación desde los países balcánicos y Europa fue muy amplia en Tesalónica, la participación griega, aunque numerosa, no involucró a todo el espectro del movimiento local. Diversos desacuerdos profundos —desde la apertura de la iniciativa a sectores no declaradamente anarquistas hasta el posicionamiento respecto a Palestina— llevaron a algunos colectivos y organizaciones a no participar en la BAB. Esto probablemente contribuyó a que en la asamblea final no se adoptara una campaña o iniciativa común fuerte.
Las diversas discusiones de esos días, en particular la sobre crímenes de Estado —que confrontó el desastre ferroviario de Tempe (Grecia), la masacre del andén de la estación de Novi Sad (Serbia) y la masacre en la discoteca de Kočani (Macedonia), con reflexiones profundas sobre la relación con los movimientos espontáneos de masas— fueron una forma concreta de crear lazos y espacios de reflexión dentro del movimiento. Una dimensión común que surge más allá de los grandes comunicados finales, y que encontró terreno de práctica compartida en la calle, en las dos manifestaciones de esos días: la del jueves por el aniversario de la Nakba, organizada por la comunidad palestina local, en la que la BAB participó con su propio bloque dentro del mayor bloque anarquista de la marcha; y la manifestación del sábado organizada por la BAB. Más de mil personas participaron en la marcha del sábado, que tras pasar frente al squat Libertatia —desalojado hace meses y objeto de una campaña de reapropiación— recorrió toda la ciudad y el paseo marítimo con consignas en todos los idiomas contra la guerra, el capitalismo y el nacionalismo.
Dario Antonelli