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Por Mumia Abu-Jamal [2]

Una detención de vehículo común y corriente puede resultar en una consecuencia poco común.

Antwon Rose, hijo, fue detenido recientemente en un coche en East Pittsburgh, Pensilvania, por la policía local. Rose, un chico de 17 años, siguió su instinto e huyó.

Un policía en la escena, Michael Rosfeld, saca su arma de servicio y dispara. Una, dos, tres veces. Y Rose ya no existe. Tres disparos, tres impactos por la espalda, una muerte. Rose no tuvo arma y no presentó ninguna amenaza.

Es posible que Rosfeld, en el primer día de su nuevo trabajo, pudiera haber trabajado su último día, porque el Fiscal local lo acusa de homicidio criminal.

Ahora, un chico de 17 años ha tomado su último respiro, y en muerte, él se suma a un sinnúmero de jóvenes asesinados por policías: Oscar Grant, Rakeem Boyd, Mike Brown, Tamir Rice, Alan Blueford y tantos más.

Pittsburgh ha explotado en protesta sobre lo que le pasó a Rose. Una vez más, la muerte llega desde la policía, pero gracias al extenso uso de videoteléfonos y los medios sociales, podemos verla.

Y crece la resistencia.

Desde la nación encarcelada, soy Mumia Abu-Jamal.

–©’18 MAJ

1 de julio de 2018

Audio grabado por Noelle Hanrahan: http://www.prisonradio.org [3]

Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com

Traducción Amig@s de Mumia, México [4]