[USA] Briana Waters: culpable por asociación
Artículo extraído de Earth First!sobre el caso Briana Waters, ecoactivista represaliada, traducido por La Cizalla Ácrata
Briana Waters, una profesora de violín de 32 años y madre de una niña, fue acusada en Abril del 2006 por ayudar al Frente de Liberación de la Tierra (FLT) durante un incendio en el Centro de horticultura urbana de la Universidad de Washington en Mayo del 2001. Waters fue acusada el 7 de Diciembre del 2005 dentro de la Operación Backfire del FBI, en la que varios arrestos se produjeron de personas relacionadas con incendios del FLT que habían sucedido entre 1996 y el 2001.
El falso y retorcido juicio contra Waters comenzó cuando fue acusada en Tacoma, Washington, en lugar de en Seattle (donde ocurrió el incendio). El juez de Tacoma, Franklin Burgess, es conocido por favorecer siempre a los fiscales. Waters fue a juicio enfrentándose a cinco cargos criminales: un cargo de conspiración, la superposición de dos cargos de incendio intencional y dos cargos por usar un artefacto destructivo en un crimen de violencia. Waters aun mantiene su inocencia en estos cargos a día de hoy. Y es la única persona de lxs arrestadxs en la Operación Backfire que lleva su caso a juicio.
El 6 de Marzo, tras cuatro días y medio de deliberaciones, el jurado devolvió un veredicto de culpabilidad de los dos cargos de incendio pero dejaron en punto muerto los otros tres cargos. Fue un duro golpe para Waters y quienes la apoyaban, que fueron testigos de la utilización de pruebas selectivas contra ella, pruebas manipuladas y la imposición del miedo por parte de la fiscalía. El gobierno alegó que Waters cumplió la función de vigilante durante la acción y adquirió un coche usado para el mismo fin, aunque no hay pruebas físicas que evidencien su relación con la acción. Las pruebas de las que se valieron fueron las declaraciones de dos chivatos relacionados con varias acciones del FLT.
En la declaración de apertura de la defensa, el abogado Bob Bloom recordó al jurado algo básico del caso: Briana Waters no estaba allí ; ella no tuvo nada que ver. Por mucho que la fiscalía pudiese tratar de manipular los hechos en su beneficio, el trabajo del jurado era el de ver las cosas mediante el filtro de la razón.
La fiscalía comenzó su caso con el testimonio del Agente Federal John Comery, que habló con todo tipo de detalles de prácticamente todas las acciones del FLT desde 1996 hasta el 2001, excepto del incendio en la Universidad de Washington. Repitió este discurso durante el juicio hasta el punto de aburrir al jurado.
La primera semana del juicio contó con el testimonio de la chivata Lacey Phillabaum ( que fue editora del diario Earth First!), quien se declaró culpable en Octubre del 2006 por participar en el incendio de la Universidad de Washington. Entró en detalles sobre cómo se involucró con Earth First!, su participación en las protestas contra el WTO de 1999 y cómo avanzó en su activismo creando el “Club del libro” ( un engañoso título dado a reuniones secretas para discutir detalles de acciones del FLT). Describió lo que “recordaba” sobre los hechos del incendio de la Universidad de Washington, incluyendo detalles específicos de la acción que mas tarde fueron contradichos por la otra chivata, Jennifer Kolar.
En el contrainterrogatorio de la defensa, Phillabaum fue evasiva . De cualquier manera, fue muy efectiva en su juego de engaños, usando bonitas palabras y debatiendo la aplicación de técnicas para evitar responder a las preguntas. Durante el testimonio de Phillabaum, era obvio para la sala que lo tenía todo muy bien ensayado...
La semana siguiente, la fiscalía llamó a Robert Corrina, un primo de Waters que vive en Olympia. Waters había estado con él varias veces durante un par de años. Él contó su versión a la fiscalía: Waters le había pedido que alquilase un coche para ella, y él lo hizo. La fiscalía entró en detalles sobre el alquiler con él, así como sobre lo que había pasado el fin de semana del incendio.
De cualquier modo, durante el contrainterrogatorio, Bloom efectivamente destruyó la credibilidad de Corrina. Había mentido la primera vez que los fedrales fueron a su casa, contándoles que no conocía a Waters, su propia prima. Mas tarde mintió frente a un gran jurado sobre el alquiler de un vehículo. Todo esto después de que Waters le contase que había acusaciones contra ella, que no eran verdad y que si alguien le preguntaba algo debía “decir la verdad”. La acusación logró el bloqueo del testimonio de Corrina sobre este hecho, a pesar de que fue descubierto durante el testimonio de Waters. La gente que presenció todo esto comenzó a tener serias dudas sobre la capacidad de Corrina para decir la verdad.
Mas tarde, la acusación llamó a Kolar, que había confesado su participación en cuatro acciones diferentes. De manera muy parecida a como ya lo hizo Phillabaum, su testimonio fue un examen extraordinario de los detalles sobre el “Club del libro” o sobre quién conocía a quién y de qué se conocían. Kolar describió los hechos del incendio de la Universidad de Washington, contradiciendo a Phillabaum en un montón de detalles. De hecho, ni siquiera se acordaba de que Phillabaum estuviese allí.
La acusación se centró en una carpeta que Kolar dijo que Waters le había dado con varios artículos. El fiscal Mark Barlett hizo que Kolar leyese al jurado los textos mas crudos, que él mismo había revelado. Entre ellos algunas citas extraídas “Willful Disobedience” y otros artículos y fanzines insurreccionalistas.
Kolar mantuvo que nunca había leído esos artículos pero “creía” que eran los que Waters le había dado, porque simplemente los había puesto en una caja y ni los había tocado. En la caja también había una sorprendente cantidad de discos encriptados, contraseñas, un escáner, el viejo portátil de Kolar y otros documentos. Kolar les dió esa caja llena de cosas a los federales poco después de aceptar cooperar, haciendo que mucha gente se cuestionase por qué habría almacenado todo ese material tan arriesgado, que incluía incluso una póliza de seguros por si alguna vez era cogida.
Además, el FBI y el gobierno se negaron a entregar una grabación de una entrevista con Kolar en la que ella no nombraba a Waters mientras hablaba sobre las identidades de sus cómplices, aun cuando fue preguntada directamente sobre la participación de Waters en el incendio.
Durante el testimonio de Waters, dijo que es cierto que ella le dió una nota a Kolar, pero que ni mucho menos leyó o escribió los artículos que se habían encotrado en aquella carpeta. El goierno, además, introdujo un testimonio en el que se afirmaba que mientras en la carpeta sí se había encontrado una huella del dedo índice de la mano derecha de Waters, ninguna fue encontrada en los fanzines y artículos del interior.
Las circunstancias que rodeaban la carpeta (la tardía revelación de la misma, la contradicción entre la nota que Waters aseguró haberle entregado a Kolar y los fanzines y artículsoe ncontrados, y la falta de huellas de Waters) hicieron sospechar de si el gobierno o la propia Kolar había sustituido el texto que Waters la había entregado por otros mas incendiarios. Mediante este juego de manos, el gobierno retrató a Briana Waters como una violenta “ecoterrorista” y distrajo al jurado de la gran cantidad de cabos sueltos del caso.
El primer día del caso de la defensa, los abogados de Waters llamaron a Anthony Torres, un agente del FBI que investigó el caso. Él era normalmente usado para mostrar cómo el FBI manipulaba las pruebas, alterando informes para que la relación de Waters con el caso fuese clara y directa, cuando en realidad era circunstancial y dispersa. Sin tener en cuenta su evasivo y ridículo testimonio, Torres fue forzado a admitir que Kolar nunca había nombrado a Waters como uan de las participantes en el incendio hasta el 6 de Marzo del 2006, cuando el FBI la tomó como sospechosa.
La defensa pasó casi el resto del día llamando a una serie de testigos que conocían a Waters personalmente, y que hablaron sobre su buen caracter y su naturaleza pacífica. Dos personas testificaron apasionadamente, diciendo que Waters había sido la niñera de sus hijos y que confiaban en ella completamente. Un hombre al que Waters había entrevistado para un documental dijo que él vio que Waters era una persona tan de fiar y de tal integridad que se la presentó a los mas ancianos de su tribu, algo realmente difícil.
La defensa concluyó sus argumentos cuando la propia Waters subió a hablar, algo realmente extraño en acusaciones federales, y algo que mostró que ella no tenía nada que ocultar.
Al final, el jurado ha debido de sentir la necesidad de condenar por algo a Waters, lo que le hizo dar un veredicto de culpabilidad sobre los dos cargos de incendio. El jurado, en acuerdo con la acusación, dictaminaron que Waters debía ser detenida e espera de sentencia el 30 de Mayo. Esto ha tenido un efecto, ahora los amigos y quienes apoyan a Briana Waters luchan mas duramente por la liberación de Waters hasta la sentencia, y que así pueda preparar a su pequeña hija para lo que se prevee un inevitable tiempo en la cárcel mientras sus apelaciones siguen su curso en las cortes. En la actualidad hay una apelación de urgencia interpuesta para permitir a Waters salir a la calle hasta su sentencia.
Basándose en pruebas manipuladas por el gobierno, una joven madre ha sido acusada de crímenes en los que no tuvo nada que ver. Aunque en realidad esto no debería sorprender a nadie que conozca la historia del gobierno. Pero la lucha por la justicia no ha terminado.
Para mas información, para ayudar o para hacer una donación para los garos legales, visita www.supportbriana.org
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Comentarios
Moral
Waters testificará contra un hombre acusado de cometer acciones del Frente de Liberación Animal y del Frente de Liberación de la Tierra.
Briana Waters, condenada por su relación con una acción del Frente de Liberación de la Tierra en 2001, ha accedido a testificar contra Justin Solondz, su ex novio. Solondz será extraditado de China para enfrentarse a acusaciones de incendio debido a su participación en dos acciones: un incendio del Frente de Liberación de la Tierra en el Centro de Horticultura de la Universidad de Washington en 2001, y un incendio del Frente de Liberación Animal en los corrales de caballos Litchfield Wild Burro and Horse corrals en Susanville, California.
Como parte de su acuerdo de reducción de sentencia, Briana Waters ha accedido a proveer al gobierno de “información nueva y útil” sobre el Frente de Liberación Animal y el Frente de Liberación de la Tierra, así como a testificar contra Solondz en sus juicios por los dos incendios.
Justin Solondz será pronto enviado de vuelta a los Estados Unidos. Pasó a la clandestinidad tras ser acusado y fue detenido en China dos años más tarde. Allí ha permanecido en prisión sin cargos relacionados.
Justin Solondz es uno de lxs tres guerrerxs del ELF (llamadxs por las autoridades como La Familia Incendiaria) que están siendo buscadxs desde el 2006 por el FBI después de que un juzgado federal de Oregon lxs relacionara con mas de 10 incidentes como sabotaje e incendios intencionados que dejaron millonarias perdidas en Oregon, Washington, California, Colorado y Wyoming.
En 2009 Justin fue arrestado en China y espera su extradición a Estados Unidos. Malas noticias le esperan delante la ley estadounidense cuando se entere de queBriana se ha convertido en una traidora.
Fuente: http://grupohastaelfinal.wordpress.com