Lógica y dominación económica.
El lenguaje lógico, formal, jurídico, burocrático, filosófico, universitario… Siempre me ha fascinado. Fundamentalmente, porque no entiendo ni papa. Aprovecho un mensaje que me ha dejado Chimaera Monstruosa en este prestigioso foro, donde me explica que la filosofía de Aristóteles no es especulativa, si no racional, y me obsequia con este fragmento:
«Todo proviene del ser; pero, sin duda, del ser en potencia, es decir, del no-ser en acto. [...] Todo lo que cambia tiene una materia [...] Si hay realmente el ser en potencia, de él es de quien provienen los seres; no de todo ser en potencia, sino tal ser en acto de tal ser en potencia. [...] Si no hubiera habido más que una materia, sólo se hubiera convertido en acto aquello que hubiera sido la materia en potencia. Por lo tanto, hay tres causas, tres principios: dos constituyen la contrariedad, de una parte la noción sustancial y la forma, de la otra la privación; el tercer principio es la materia. Metafísica. XII, 2, 1069b 5-30»
Ya en otras ocasiones he mencionado que en este afán racionalista, la Administración del Estado, que presume de objetividad, nos obsequia con requerimientos de este tipo. El requisito para percibir el bono social eléctrico es:
“Que su renta o la renta conjunta anual de la unidad de convivencia a que pertenezca sea ≤ 1,5 x IPREM de 14 pagas. Cuando la unidad de convivencia esté formada por más de una persona, el multiplicador de renta respecto al índice IPREM de 14 pagas se incrementará en 0,3 por cada miembro adicional mayor de edad que conforme la unidad de convivencia y 0,5 por cada menor de edad de la unidad de convivencia.”
¿A dónde nos lleva esto? Cuando una y otra vez explico que el lenguaje del Estado es desconocido, oscuro, complejo, incomprensible, oculto, lento…, me dirijo a los bienintencionados políticos de izquierdas, que aseguran que pueden hacer política de izquierdas desde el Parlamento. Pero lo cierto es que sus leyes benefactoras llegan en escasa cantidad, y a pocos de sus destinatarios. Ejemplo: el Bono Cultural Joven, que te da 400 euros pa cultura, no ha llegado ni al 30% de sus destinatarios. Porque ni llegan a echar la solicitud. Si eso pasa con gente joven, a las que se les supone que tienen teléfono móvil e internet, imaginen la pesadilla que puede tener una persona mayor que quiera tener acceso a las ayudas a la dependencia, y que se topan con el lenguaje racional de la administración y sus procedimientos digitales. Por miles y miles, los viejos mueren antes de llegar a percibir un céntimo.
A estas alturas del partido, se diría que vamos perdiendo, a pesar de los gobiernos progresistas que periódicamente llegan al poder mediante difíciles equilibrios y piruetas. Los milmillonarios del mundo acumulan según informes nada sospechosos, riquezas inconcebibles. Sus márgenes de ganancias están por encima de lo que ganaban antes de la pandemia. Son informes de ONGs católicas (1), y de bancos (Bakinter, Forbes), que coinciden: los salarios pierden poder adquisitivo, por las subidas de precios y están actualmente por debajo de lo que se ganaba antes de la crisis de 2008. En cambio las empresas, los ricos y los super-ricos viven una bonanza económica que se va a traducir en pocos años en una miseria generalizada, ya que aprovechan crisis económicas, guerras y epidemias para incrementar sus márgenes de beneficios. Esa gente no necesita votar para que legislen a su favor, sean de derechas, sean de izquierdas.
La izquierda es plenamente consciente de esta situación, saben que es imposible revertirla desde el Parlamento. Y cualquiera que prometa que la próxima vez sí que van a cambiar las cosas mediante el voto… Como que no. No lo habéis arreglado en décadas, no lo vais a hacer ahora. Hace más por la Humanidad, una niña que vendía limonada este verano (un vaso 50 céntimos) a la entrada de mi bloque, que el Gobierno de Progreso. Al menos lo que ofrece, no hay que solicitarlo con una app.
——————————————
NOTA ACLARATORIA
- Inicie sesión o regístrese para comentar
- Imprimir
- 757 lecturas
- Enviar a un amigo
Comentarios
muchimillonarios
Cuando se leen esas cifras que da Forbes sobre los billions de dólares que tienen los superricos... uno empieza a preguntarse si ese dinero es REAL. Es decir, si quisieran gastárselo ¿podrían comprar cosas reales con eso?. ¿hay artículos y prestaciones suficientes para comprar y vender con ese dinero? A veces uno piensa que se trata de una ficción, como las cfiptomonedas. En el tiempo de los grandes magnates de la belle epoque, los Carnegie, los Guggenheim, los Rockefeller... eran ricos porque tenían cosas, fágricas, petróleo, tierras... Uno empieza ahora a dudar de si estas cifras disparatads metidas en mil paraísos fiscales son algo más que un bluff.