Romper el círculo (Avis de Tempetês 55-56, agosto 2022)

De la pluma de A. nos llega esta traducción del Boletín "Avis de tempêtes #55-56", que también podéis disfrutar en el sitio que originalmente lo publicó, Avisbabel, donde encontraréis otras excelentes traducciones.

 

Romper el círculo

 

En este verano, que ha superado viejos records de temperatura, muchos habitantes que exportan su oro azul por todo el mundo han conocido un problema que creían reservado a territorios lejanos mas pobres : el racionamiento de agua. De Alta Saboya a Aveyron decenas de pueblos han recibido aprovisionamiento de agua en camiones cisterna ; de Creuse a los Alpes-Marítimos, muchos otros han dependido de decenas de miles de botellas de plástico ; en Var, un ayuntamiento ha decretado un consumo máximo de agua por domicilio, debidamente controlado por los contadores conectados ; en Gard, otro ayuntamiento ha decidido cortar el suministro cada día entre las 18h y las 2 de la madrugada.

Las prohibiciones y limitaciones del uso de agua se han multiplicado en todas partes, con las habituales derogaciones que permiten a los dueños de campos de golf regar su césped, a los productores de maíz regar sus campos agroquímicos bajo un sol abrasador, o que las fábricas bombeen todo lo que necesiten para poder seguir envenenando el planeta. A la cabeza, los sectores habituales : siderurgia, química, refinerías de petróleo y trituradoras de celulosa. Sin olvidar la energía nuclear, ya que cuatro centrales (Bugey, Golfech, Blayais, Saint-Alban) han alcanzado el umbral máximo de descargas térmicas en los ríos (cosa que normalmente provocaría paradas temporales),pero han sido autorizadas para seguir aumentando la temperatura de las aguas vertidas en los ríos, a pesar de los daños adicionales causados a la fauna y flora. Esta es otra muestra de como contribuye la energía nuclear al calentamiento del planeta (la central de Saint-Alban sube 3ºC la temperatura del río Rhone para refrigerar sus reactores), considerando que de los 32,3 millones de m³ de agua dulce bombeada en toda Francia, la mitad se usa para refrigerar las centrales de producción de electricidad.

Para que el dispendioso complejo tecno-industrial avance cueste lo que cueste, este verano también se han experimentado otras técnicas autoritarias de racionamiento de agua para la población. Tomemos Gerardmer, en Vosgos, que tras haberse enriquecido gracias a la industria del turismo de masas, a sufrido tal escasez en sus capas freáticas que la alcaldía ha decidido extraer agua de su célebre lago natural. Poco importa que su nivel ya estuviera bajando 3 centímetros al día. Por eso, a principios de agosto, los habitantes de la llamada «Perla de Vosgos», han estado muchos días con agua declarada oficialmente como no potable y «no apta para el consumo »... agua que había sido extraída directamente de aguas infestadas de crema solar y barcos turísticos.

Si nos vamos un poco mas al sur de esta zona masificada, a la ciudad termal de Vittel, que en un siglo ha visto pasar la 'crème' de la aristocracia rusa y de la oligarquía colonial, se produjo una situación todavía mas clara : Nestlé Waters extrae 800 millones de litros anuales de agua mineral para embotellar un 1,5 millones de botellas de plástico para enviarlas a todos los rincones de Europa mientras los acuíferos profundos se van secando poco a poco, y la solución propuesta por las autoridades locales a sus habitantes es obtener el agua de otros lugares, gracias a la construcción de una gigantesca tubería que la extraiga de territorios vecinos. Una situación similar a la del agua de Volvic, en Puy-de-Dôme, esta vez explotada por Danone, donde el ayuntamiento restringe el asentamiento de nuevos residentes negándoles el suministro de agua – por falta de caudal – reservándola para el embotellado. Esto muestra la tendencia de una situación mucho mas crítica en numerosos países – desde México a Pakistán –, donde tras la compra de la mayoría de reservas naturales por parte de grandes empresas, el único agua potable en los barrios pobres es la embotellada.

Esta cuestión estratégica del descenso global de las reservas de agua dulce ha sido prevista desde principios de los años 2000 por las grandes empresas agroalimentarias que ya se preguntaban qué recurso garantizaría su crecimiento durante el siglo venidero antes de apostar por el agua... y empezar a comprar reservas naturales en todo el mundo, visto que las previsiones mas optimistas indican que esta escasez podría afectar hasta a 5.000 millones de personas en 2050. Esta misma tendencia llevó, en diciembre de 2020, a la Bolsa de Chicago a dar un paso que nunca se había hechoantes, cuando decidió cotizar el subsuelo de California, creando así el primer mercado de futuros del agua natural, igual que con el trigo o el petróleo. Y, de hecho, no había ninguna razón para que un recurso de este tipo, que se está agotando en todo el mundo, no fuera a su vez objeto de especulación financiera con la ayuda de inteligentes transacciones algorítmicas que fijarían por adelantado el precio de su uso (durante varios meses o años). En California, asolada desde hace años por la sequía y los incendios, y donde el 80% del consumo de agua corresponde a las empresas agrícolas, en los dos últimos años hemos visto cómo los agronegocios han ganado más dinero vendiendo los títulos de uso de agua que con la explotación de las tierras, en especial vendiéndolos a las ciudades de San Diego y San Francisco... o a Silicon Valley.

De forma mas general, como en ámbito de la energía o las nocividades acumuladas en una carrera infernal (carbón, petróleo, nuclear y eólicos), el agotamiento de las reservas de agua dulce, paralelamente al envenenamiento industrial de tierra y aire, está conduciendo a un círculo vicioso que ninguna solución técnica puede resolver. El 3 % del agua dulce del planeta proviene de la evaporación de los océanos, donde el 10 % del vapor producido acaba regando los continentes en forma de precipitaciones cuando su temperatura desciende (el resto vuelve al mar). Una de las consecuencias del calentamiento climático no consiste sólo en la aceleración global del ciclo del agua por el aumento de la temperatura de la superficie marítima, sino también en la alternancia entre inundaciones y grandes periodos de sequía, combinada con las escasas reservas de agua dulce, que se reponen de forma mucho mas lenta (desde la nieve y los glaciares en las montañas hasta las aguas subterráneas de las llanuras, por decirlo brevemente).

Para afrontar los periodos de sequía, los grandes genios de la industria y del sector energético, que prevén nada menos que un aumento del 70 % de sus necesidades de agua de aquí a veinte años, no han encontrado mejor forma de evitar que el agua se filtre al suelo que recogiéndola de antemano (creación de gigantescos depósitos de agua de lluvia) ; bombear aguas subterráneas durante el invierno para que haya aún menos el resto del año (construcción de mega-balsas para la agricultura industrial) ; o desalar artificialmente agua de mar. Aunque actualmente esta última técnica siga siendo la más popular, de Cataluña a Singapur pasando por los países del Golfo, no sólo agrava el calentamiento climático consumiendo cantidades monstruosas de energía, sino que también genera enormes cantidades de lodo salado (por cada litro de agua potable se produce un litro y medio de salmuera), con concentraciones de sustancias químicas y más caliente que el agua de mar en el que se vierten... acelerando así la salinización, la contaminación y el calentamiento de los océanos.

Del mismo modo, en respuesta a la creciente contaminación de las aguas subterráneas por pesticidas y otros disruptores endocrinos, el potente Sindicato de aguas de Île-de-France (SEDIF), que agrupa a 135 municipios de la región de París, ha gastado cientos de millones de euros en la producción de agua por ósmosis que debería llegar a los grifos en 2030: se trata de la misma tecnología utilizada para desalinizar el agua de mar aplicada al agua dulce con bajas presiones, consumiendo, como su prima hermana, tres veces más electricidad que las actuales plantas de tratamiento de agua. Salvo que, pequeño y trivial detalle, este «agua mas pura que pura» seguirá siendo no apta para el consumo por falta de sales minerales... ¡Éstas se añadirán artificialmente, mientras que los condensados de residuos indeseables de la filtración por ósmosis acabarán en el mismo río (el Oise) del que se obtuvo el agua!.

En resumen, siempre es la misma cantinela cuando se trata de mantener con respirador un sistema sin aliento : ¿que falta agua dulce ? Pues la metemos a cotizar bolsa, en mega-balsas o en reservas industriales para garantizar que se siga priorizando la insaciable necesidad de agua de las fábricas. ¿Que están envenenando el agua restante cada día, al tiempo que se reduce su disponibilidad debido al calentamiento y el acaparamiento? Pues la filtramos devorando gran cantidad de recursos energéticos y extractivistas, que a su vez cierran el círculo hacia el abismo. Estamos atrapados dentro de este círculo de una guerra despiadada contra la vida, donde el acceso al agua dulce representa el último límite de la vida en la tierra. Un círculo que unos cuantos recolectores de estrellas ya están empezando a romper sin esperar a nada ni a nadie, saboteando, por ejemplo, los megaproyectos agroindustriales del oeste del país1, deteniendo temporalmente las fábricas de semiconductores2, cortando los flujos de datos que se transmiten desde lo alto de las torres de vigilancia3 o que pasan justo por debajo de nuestros pies4, así como incendiando lo que alimenta5 este mortífero mundo.

¿Qué clase de libertad y de relaciones sociales se pueden desear respirando aire tóxico, con los pies pisando tierra envenenada y bebiendo agua salobre uno de cada dos días ? Si este es ya el destino, reservado con total indiferencia, para toda una parte de la humanidad sacrificada en el altar del progreso tecno-industrial, su extensión sin límites a toda la vida sobre la tierra debería decirnos algo. Tan cierto como que la pregunta planteada mas arriba, de todo menos retórica, contiene en si misma la respuesta : destruir todo lo que nos destruye se ha vuelto mas vital que nunca...

 

Avis de tempetês, n. 55-56, 15 agosto 2022

1[FR] https://sansnom.noblogs.org/archives/13370

https://reporterre.net/Golfs-SUV-Ils-ont-sabote-ils-racontent

https://reporterre.net/Guerre-de-l-eau-la-carte-des-bassines-contestees-en-France

2[ES] https://www.alasbarricadas.org/noticias/node/48819

3[ES] https://plagueandfire.noblogs.org/sabotajes-incendiarios-al-5g-teorias-de-conspiracion-y-reino-unido/ (2020)

https://anarquia.info/francia-aumento-de-la-incidencia-de-los-sabotajes-de-antenas-y-de-fibra-optica/ (2022)

[FR] https://sansnom.noblogs.org/archives/category/deconnexion

4Ibid.

5 https://sansnom.noblogs.org/archives/category/le-jus-de-ce-monde

Enlaces relacionados / Fuente: 
https://avisdetempetes.noblogs.org/post/2022/08/15/avis-de-tempetes-55-56/
https://avisbabel.noblogs.org/
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