Carta a un anarquista, a quien votó y a quien no votó

Querido compañero o compañera que has o no has votado. Si piensas que da lo mismo quien gobierne, tengo que decirte que no da lo mismo. La composición de los parlamentos determina la elaboración de las leyes, los Gobiernos imponen el imperio de la Ley, y las leyes modifican los comportamientos, unas veces más, otras veces menos. 

Por ejemplo, hace cuarenta años era habitual fumar en el cine, en los bares, en los hospitales, en las escuelas. Bastó con que un Real Decreto lo prohibiese para que actualmente ese comportamiento haya sido bastante erradicado. Vamos, que yo soy consciente de que una ley que nos perjudique, no solo va a afectarnos al bolsillo. También va a tocar la mentalidad, las ideas de nuestros vecinos. Y eso a medio y largo plazo tiene efectos devastadores. 

Lo que pasa, es que aunque sea el Parlamento el que legisla, y el Gobierno el que manda, se puede actuar desde fuera de él, sin necesidad de apoyar a los candidatos. Pablo Iglesias y su coro, se equivoca cuando dice que hay que alcanzar el poder para legislar. Os lo resumo. 

Los diputados cuando legislan, responden a estímulos externos. Les entra información, recursos, ideas y dinero…, y luego sacan leyes. Los estímulos les llegan de dos grupos de personas. Uno muy minoritario, pero muy fuerte y muy bien organizado, que está formado por los grandes empresarios. Y otro mayoritario pero débil, desorganizado y fragmentado, que es el resto de la población. Y sucede lo siguiente.

Cuando los plutócratas de los carburantes, quieren que se legisle en favor de ellos, no crean el Partido del Carburante para tener diputados favorables. Por el contrario, esos empresarios pactan a través de sus abogados y técnicos con diputados de peso. Y luego, el diputado, de no importa ideología, que tiene sus propios intereses, y que está constreñido por una legislación previa que se ha ido dictando con el desarrollo del capitalismo, vota en el sentido de lo que le indica su jefe de grupo. 

Se sigue de esto –lógicamente–, que si poderes económicos externos pueden llevar a cabo influencias enormes para que los diputados legislen en favor de sus intereses, fuerzas sociales externas como trabajadores, desempleados, mujeres, transexuales, inmigrantes, arruinados, pensionistas y excluidos... Pueden crear líneas de actuación que les favorezcan. Por ejemplo: la legislación que se ha creado en estos años en Europa y en el mundo a favor del divorcio, la han emitido organizaciones que poco tienen de progresistas. Han intervenido siquiatras, asociaciones, periodistas, abogados, funcionarios, opinantes a favor y en contra... Pero sobre todo ha sido una corriente de ideas que defienden la libertad de las personas, la que ha hecho que cambie la percepción social ante la pareja, la homosexualidad, la transexualidad, el aborto, los anticonceptivos. No fueron los partidos, si no los movimientos sociales los que dieron el impulso. El camino es duro, pero hay resultados.

¿Cómo puede entonces constreñir un movimiento social, aquí y ahora, la forma de legislar, de pensar, de actuar, no solo de parlamentos, si no de juristas, periodistas, técnicos...? 

Para mí hay una respuesta muy clara: mediante la organización. Mientras más organizado esté un movimiento social, mientras más organizaciones dirijan sus esfuerzos a convencer y a vencer, más perciben los poderes económicos y políticos la necesidad que hay de un cambio. Y ese mensaje de cambio, se realiza desde fuera de las instituciones. Los y las anarquistas pensamos así. Y os explico por qué.

Un gobernante, para gobernar, necesita tranquilidad, estabilidad, y sobre todo, que la gente obedezca. Esa es la base del buen gobierno. Y es sabido que cuando los partidos de izquierda llegan al poder, los movimientos sociales se relajan esperando meter cabeza y que caiga algo. Eso, es así. Entonces, si el gobernante ve que todo está tranquilo, atiende en primer lugar los requerimientos y estímulos más urgentes, que para él van a ser siempre, los de la gente muy señalada y de grandes caudales, que son quienes disponen de los mejores abogados, de los mejores técnicos, y de muchísimo dinero. 

Hay –además– un complicado marco legal que impide casi que cualquier política social efectiva, así que cuando entra un gobierno de izquierdas en alguna parte, lo que varía es un 5% del presupuesto para algunas partidas, si acaso, porque el dinero del presupuesto, es el que hay, y se gasta como diga la ley y el interventor del Estado. Dado que las actuales leyes defienden la propiedad privada, lo que defienden en primer lugar, son las propiedades de quienes más tienen.

Y llegamos a este punto. Ayer, día de elecciones, salieron a la calle a votar 26.361.256 personas. Muchísima gente. Tal vez tú fuiste uno de ellos o de ellas. Tal vez no. La cuestión es que ambos tenéis la siguiente inquietud que os une: ¿queréis mandar un mensaje claro al Gobierno, en materia de derechos de trabajadores, vivienda, desahucios, deuda, impuestos, inmigración, mujer…? ¿Queréis darle un aviso contundente a la oligarquía y a los legisladores que haga que muevan el trasero en beneficio de los dominados?

Pues, simplemente, con que el miércoles 1 de Mayo la mitad de esa cifra de personas salgáis a la calle, inundéis las plazas, toméis las avenidas, entréis en los ayuntamientos, sedes de la patronal, ministerios, emisoras de radio y TV, periódicos, iglesias, conventos, estadios de fútbol, empresas de automoción, gasolineras, parques, jardines zoológicos, cuarteles, teatros, museos, polígonos industriales… En fin, simplemente con que ocupéis el puñetero país, estaréis mandando este mensaje acojonante a los legisladores: contra el pueblo no se puede gobernar; el gobierno del pueblo, es la gente en la calle. No hay policía ni ejército que pueda controlar eso.

Sé que no saldrán veinticinco millones de personas este año. No será porque los y las anarquistas no estemos a la altura del reto, ya que somos los primeros en la batalla contra el desempleo, la pobreza, los derechos laborales y sociales, y aportamos a la sociedad, mucho más de la medida de nuestro tamaño. Ese es el camino, en ello estamos y en él nos empecinamos. No da lo mismo quien gobierne, pero gobierne quien gobierne, nos da lo mismo, porque somos militantes, y estamos enfrente de él.

Primero de Mayo, dale al pueblo inteligencia y valor. Porque la Fuerza, está ya de su lado. 

Comentarios

Imagen de Acratosaurio rex

La mayor parte de las leyes se negocian fuera del Parlamento, entre jueces, catedráticos y tecnócratas. Por eso pienso que lo que debemos hacer para que los diputados legislen en favor de la Clase Obrera, es ser un grupo cada vez más fuerte, cada vez más grande, cada vez más descentralizado, cada vez menos acomplejado, cada vez más cohesionado, cada vez más influyente, para que desde afuera de las instituciones, esos gañanes sigan nuestra corriente de acción, gobiernen a la defensiva, según el ambiente que creamos, cambien primero párrafos, luego artículos y más tarde leyes que no necesitamos, pero que forman parte del cambio. 

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