Breve relato para un bebé sobre el origen del Universo

Muchas veces te dicen
feliz año…
Qué terrible error
ya que nada es nuevo
¿No sabes como empezó,
esto?
Érase una vez un tiempo,
en el que no había tiempo.
Silencioso, inmóvil,
ni luz, ni vida, ni dios alguno…
Sin causa por alguien
conocida,
todo comenzó de pronto.
Temperaturas terribles, 
un horno de plasma
un coro
de movimiento
forjó las partículas subatómicas,
los átomos,
las partículas elementales
que ignorantes de su destino
vagaban libres 
sometidas a sus propias leyes.
La tabla periódica se formó
movida por casualidades,
como la gravedad
el electromagnetismo
la fuerza nuclear fuerte,
la débil…
Y causas y efectos fueron dados
Cada efecto conteniendo su causa anterior
cada causa generando su efecto
perfecto
en sí mismo
en un Universo casual sin Causa.
¿Cuántas casualidades fueron necesarias?
Muchas, sin duda.
Pero se combinaron los átomos
surgidos de las estrellas
y dieron lugar a tus moléculas
tus ojos oscuros
tus labios frescos
tus codos
no olvidemos los codos
ni las rodillas
¿Qué sería del cuerpo
sin rabadilla?
Algo incompleto,
claro.
No olvidemos la espalda
los hombros 
el cuello
las piernas, los pies
el trasero
órganos internos
fluidos misteriosos
lágrimas, bilis
saliva, sangre
zinc, hierro.
Todo eso y mil cosas más
te dieron lugar
en un Universo maravilloso
lleno de extremos,
de emociones,
de sensaciones,
de azares y necesidades.
Ningún cura lo imaginó.
Ningún filósofo.
ningún budista
ni la mierda del zen.
Fue la física
la que de algún modo
nos da nociones
de aquella maravilla
mareante.
Pero viene ahora
lo más curioso.
Todo ello sucedió, 
tras la Gran Explosión,
para un día
encontrarnos.
Abriste los ojos
y se hizo la luz
y enseguida,
un abrazo,
un susurro,
un beso.

¡Y a tomar por culo!

Aviso Legal  |  Política de Privacidad  |  Contacto  |  Licencias de Programas  |  Ayuda  |  Soporte Económico  |  Nodo50.org