8M, debates abiertos (1)
La realización de la Huelga del 8M desde que se propuso visualiza, resucita y crea una serie de debates que a mi me resultan interesantes. Nos pone espejos delante para todo lo bueno que sale de ello y también para todo el trabajo que aun tenemos que hacer, que quizás hemos descuidado o al que por mil factores no hemos llegado.
Algunos no son nuevos, otros sí, y la verdad es que se están dando fuera del movimento estrictamente feminista. Eso nos obliga a todes a estrujarnos los sesos más allá de las consignas, más allá del hacer cosas sin más. Nos interpela a pensar si a parte de hacer creamos, si a parte de protestar luchamos etc. Nos lleva a desplegar todos los argumentos del feminismo de clase, por ejemplo, y nos lleva a pensar cuál es la relación del feminismo (así en su amplitud) con las mujeres trabajadoras, la de los sindicatos con el feminismo y a su vez con las mujeres trabajadoras, y todas las brechas, positivas y negativas, que ahí quedan al descubierto. Y eso es positivo, no podemos avanzar sin reflexión, ni debate, ni ganas de ver y superar escollos, no podemos hacer las cosas al modo capitalista: producir sin sentido, solo producir. Los debates son varios y por no hacer un artículo muy largo, lo iré publicando a cachitos.
Creo que es bueno mirar por las brechas porque si no se hace, si se ignoran, simplemente siguen ahí, no se solucionan e incluso se amplían. Y me gusta hacerlo desde la mirada que suma, es decir, desde la certeza que somos muchas, cada vez más, las que decimos sí a la Huelga y sabemos de sobras los porqués. A partir de ahí hay discrepancias, observaciones, para qués y comos que se discuten de manera más o menos encarnizada, y en dichos debates, como no, hay cierta tenedencia de las organizaciones, como pasa en mil y un temas, de meter cucharada, hacer cierto postureo o mirar la conveniencia estratégica a ver quien es más o menos vanguardia. Bien, creo que hace falta destacar que aquí les protagonistes somos nosotres y que todo el resto de ruido es eso, ruido. No necesitamos tutores ni consejeros ni favores, hace siglos que nos apañamos bastante bien pensando por nosotras mismas. Hace siglos que las mujeres trabajadoras nos hemos organizado en movimientos masivos para luchas tanto contra el capitalismo como contra el patriarcado y el fascismo.
Bien, ahí viene uno de los debates. Hay un movimiento de mujeres trabajadoras (destaco trabajadoras no sólo por la fecha de la que hablamos, no sólo por la herramienta de la Huelga, si no también por que es con quien yo me quiero organizar) sólido que vaya más allá de una fecha, que no solo salga a la calle a exigirle a alguien sus derechos y que vaya ya enfocado a crear un mundo distinto? El debate no es una pequeñez. Estamos creando algo a partir del 8M o solo estamos organizando 25Ns y 8Ms? Es más, la convocatoria viene de este movimiento de mujeres trabajadoras (incluyo el trabajo de cuidados cada vez que hablo de mujeres trabajadoras) o viene de un movimiento feminista muy diverso, en algunos momentos interclasista, y que tiene también sus brechas sobre las que mujeres precarias, racializadas, olvidadas tenemos mucho que decir?
Esto que parece una tontería, y a muchas da pereza, y que incumbe a la relación del feminismo en global con las mujeres trabajadoras, resulta a veces un primer debate al que no deberíamos temer si nuestro objetivo es crear un movimiento de mujeres trabajadoras fuerte, numeroso y combativo a imagen de los que se han articulado a lo largo de la historia. En realidad cuando hay mujeres que nos plantean este debate a las que tenemos más conexión directa y constante con los movimientos feministas, podemos tomar la postura de no contar con ellas aunque quieran hacer Huelga también porque no nos dicen que sí a todo, o mirar lo que nos señalan, escuchar la crítica y hacer una reflexión en base a las preguntas anteriores, no para desmobilizarnos si no al contrario, para movernos más, y crear más discurso propio, más movimiento etc. Nadie dijo que sería fácil, pero tenemos que preguntarnos si queremos sumar cada vez más compañeras y ser más fuertes o competir para ser las más visiblemente feministas del colectivo. En este punto me pregunto, entonces que entendemos por sororidad?
El anarcofeminismo y el feminismo de clase tienen en general mucho que aportar en este debate.
Otro debate que se plantea es cómo se transmite todo esto, con qué lenguaje. Hace falta hacer comunicados o argumentarios con palabras académicas, de acuñación reciente en círculos muy concretos, con tonos a veces paternalistas? Hay ritmos diferentes, hay interseccionalidades, y hay que ser consciente de ello para sumar y no para excluir. Pero más allá de eso hay algo mucho más sencillo: lo que nos pasa a diario y las consecuencias de futuro. Ahí están los argumentos llanos, perseverantes, horizontales y de peso. Ahí tiene mucho que ver si quien li explica lo sufre o lo teoriza. Y también tiene que ver si hay este codo a codo, cara a cara, cotidiano de ese movimiento de mujeres trabajadoras que con su vivencia empuja porque sí, sin más argumentos que el ya, el aquí y el ahora.
Para no alargar más esta primera parte y antes de empezar con otros debates (el uso de la Huelga, la accion-inacción de los sindicatos, el bloqueo machuno, las propuestas etc) , solo acabar diciendo que si bien es cierto que la Huelga es una herramienta que nos puede permitir construir ese movimiento año tras año, se vuelve a abrir el debate de que no sólo con la Huelga y de la construcción cotidiana. Seguramente sean debates difíciles y duros, pero se me ocurre que si no debato con mis compañeras con quien puñetas voy a debatir de esto? Tiene sentido, tiene mucho sentido que sea con ellas y no para competir si no para sumar, crear y avanzar.
Salud y anarcofeminismo
Mireia Redondo es autora del libro Tal com raja. Reflexions anarcofeministas.
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