Desde la Red señalan que “en su detención se ponen de manifiesto tres hechos que demuestran cómo el entramado del poder político y social en el que vivimos se ceba con las personas”.
- Su detención tiene lugar en el marco de lo que puede considerarse una redada racial, en contra de la población inmigrante, en las que la policía sólo pretende detener a personas por su apariencia de extranjeras sin papeles, para proceder a su expulsión masiva.
- Desde el miércoles, Alassan se encuentra detenido, aunque no ha cometido ningún delito, solo ha podido ser visto en ocasiones aisladas y esposado. No existe ninguna acusación penal contra su persona. Esta detención y su traslado a un Centro de Internamiento de Extranjeros -CIE- pueden interpretarse como auténticos secuestros legalizados.
- La orden de expulsión que existe contra él ha sido recurrida en la vía contencioso administrativa, dicho recurso fue paralizado debido al obligado pago de las tasas o pendiente de la solicitud de justicia gratuita. Las tasas establecidas por la “Ley Gallardón”, muestran aquí su auténtica realidad, que no es más que limitar los derechos de las personas, especialmente de aquellas sin recursos económicos que son las que requerirían de una mayor defensa y protección.
El abogado de oficio que le ha atendido va a presentar un recurso contra la orden de internamiento. Alassan tenía un gran arraigo social en nuestro país, en el que vivía desde el 2006, desarrollando distintos trabajos y colaborando en el tejido social zaragozano. En definitiva, una persona que pretendía desarrollar su vida con dignidad, a pesar de las dificultades y que se convierte en víctima de la injusticia.
Si nada lo impide, el próximo 6 de junio partirá un nuevo avión de la vergüenza que se llevará consigo los sueños de felicidad de muchas personas, entre ellas, Alassan. Una vez más, la supuesta democracia en la que vivimos se verá pisoteada por la razón de la fuerza de leyes injustas.