Yo por ellas madre y ellas por mí

 

¿Para qué sirve una Huelga? ¿En qué consiste? Olvidando el pasado para que ningún tipo de demagogia me sea atribuida, olvidando cualquier lucha anterior y batallas conseguidas, muertos varios y años de sufrimiento, olvidando todo eso, para qué sirve a estas alturas una Huelga General.

 ¿Acaso ha cambiado algo? Ya empezó la demagogia, con los muertos, con el pasado, decir que nada ha cambiado sería demagogia, por qué, porque las luchas eran algo de antes, ahora no hay muertes, ahora no hay luchas, ahora estamos en la era de la democracia donde la sociedad civil tiene la suficiente fuerza como para ejercer poder-presión a la representación elegida libremente por el pueblo. Ahora la violencia no se ve en las calles, la represión no existe porque abunda la tolerancia y el respeto y todo es libertad y armonía en el apogeo de la democracia. Ahora todo es libre y no hace falta ninguna Huelga General, porque los derechos no los tenemos, nos los dan, nos los dan nuestros elegidos y luchar es algo romántico, es de gente molesta.

Cualquier discurso se tiene que moderar, hay que saber hablar, la oratoria es un valor añadido que prima en la sociedad del silencio, hablar bien, con tecnicismos y no decir nada,  no decir nada que moleste, que suene a política, a política de la calle, de la gente, de la vida. A la política tuya y mía, a lo micro que nos une y que marca nuestras relaciones. Todo se tapa con la pantalla de la moderación, del no hablar, con la dialéctica de la mentira, de lo macro, de ese lenguaje adquirido por el poder, el poder que nos suministra las reglas del juego y al que dedicamos días enteros con debates  absurdo que nadie entiende,  ni ellos, pero ha sido creado precisamente para eso, para que nadie los entienda , para que nos dediquemos a discutir sobre trivialidades y aspiremos a llegar a ellas, para que vivamos día a día en la tontuna.

Con las divisiones absurdas, con la izquierda y la derecha y los dualismos  varios nos enfrentamos cada mañana  y pensemos que eso es la política, la lucha eterna entre el símil por algo macro que se convierte en micro, una lucha que no es nuestra, una dualidad que no existe, un juego de poder entre los de abajo que no es más que la diversión de los de arriba.

Y llegan las Huelgas, las Huelgas que de alguna forma también convocan los de arriba, unas Huelgas que han perdido el carácter bélico que ya tiene cualquier acto de lanzamiento de objetos, una Huelga donde se permite gritar y andar como corderos por calles que muestran una indignación canalizada, donde la rabia es moderada, donde el símil está cabreado  pero mira el otro con la vista del inquisidor, con esa frustración interna de la ira y esa nueva moral de la sumisión, del respeto. Una Huelga que pierde el carácter real de ésta cuando se convierte en una batalla de los de abajo, una lucha entre los propios trabajadores, una diversión más de los de arriba.

La Huelga no se hace porque nuestra vida es muy importante como para perder días, como para perder horas, ya no existe el pensamiento colectivo, ya yo sólo me quejo si me han bajado el sueldo o si tendré menos vacaciones Yo, y no siempre me quejo, lo asumo, me callo y trabajo. Ese día el debate no será una lucha, será entre piquetes y esquiroles, entre luchadores y vendidos. Entre símiles. Y el poder reirá y jugará con las reglas de la ley y la verdad para desdibujarlo todo lo marginal en bélico o muy bien dicho, antisistémico.

¿Para qué sirve entonces la Huelga? La Huelga sirve como una jornada de lucha y de reflexión, una jornada de 24 horas que no tiene límites en el tiempo. Es un día al que renuncias a  tu status quo,  te enfrentas a tu contradicciones, te olvidas de lo macro, te encuentras con el simil, rechazas tu condición, tus privilegios, te enfrentas al miedo, al miedo de perder, a ese miedo inculcado que todo tiene que tener un fin y que ese fin viene marcado por los días. La Huelga  sirve para olvidarnos del tiempo y para comprobar como en nosotros cambia  algo, cambia nuestra percepción del poder. A la Huelga no se va, La Huelga no se toma, La Huelga se hace. Se hace porque es nuestra, es nuestra, es antisistémica, es una lucha. Es una batalla de los de abajo contra los de arriba. La Huelga no se secunda, la huelga se hace o no. 

Especial: 
Hacia la Huelga General
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