Comunicado del Primer Congreso de la Organización Socialista Libertaria de Uruguay

Continuidad en la lucha organizada

El pasado 8 y 9 de octubre realizamos nuestro 1º Congreso donde, a 4 años de haber comenzado a construir nuestro proyecto político desde el Colectivo Socialista Libertario, al fragor de la reflexión y la militancia forjamos una nueva herramienta que le da continuidad para aportar más y mejor a las luchas de nuestro tiempo. Surge así la Organización Socialista Libertaria como herramienta de compañeras y compañeros que desde el seno del movimiento popular, insertos en diferentes frentes de lucha: barrial, sindical, estudiantil, tierra y comunicación, desde distintos departamentos del país, apostamos el máximo esfuerzo a fortalecer las luchas populares para avanzar hacia el cambio social. Dicha instancia nos permitió abordar distintos ejes como ser: Definiciones Políticas Generales, Análisis de Coyuntura y Objetivos Programáticos para la Etapa en la que nos encontramos inmersos, para identificar las líneas de acción y los proyectos desde los cuales, como anarquistas, encausar nuestra lucha políticamente organizada.

Vivimos una difícil y adversa etapa para la lucha popular. Seguros de que atravesamos un panorama político complejo que nos muestra hoy a un país -del gobierno progresista- aún signado en profundas contradicciones políticas y sociales. Trabajo precario y con grandes sectores aun sin poder acceder a la seguridad social, con desocupación, violación de los derechos humanos e impunidad, represión, saqueo de los bienes naturales, pérdida de soberanía territorial y alimentaria, problemas de vivienda, problemas de salud, de alimentación, presupuestos que no alcanzan tampoco para la educación, parches asistenciales ante las problemáticas sociales emergentes sin soluciones de fondo, etc. y somos conscientes que esto hay que cambiarlo. Un modelo económico sincronizado al proyecto neoliberal y a los dictámenes de los grandes centros de poder del capitalismo mundial. Acoplado a los proyectos de defensa y seguridad del imperialismo y apostando a la co-gobernabilidad con la derecha. Dicen terminar de esta manera definitivamente con los antagonismos Inter-partidarios asegurándole a los empresarios, sobre todo a los extranjeros, tranquilidad para poder hacer y deshacer con sus inversiones que se van liquidas del país. Nos muestra que a pesar de la esperanza de nuestra gente cifrada en la expectativa electoral que representa el proyecto del Frente Amplio, colocado por generaciones de hombres y mujeres que apostaban y que apuestan hoy al cambio, el devenir es peor aún y sin señales de parar la mano.

Es por esto que planteamos la necesidad de construir una referencia alternativa de izquierda afincada en el poder popular desde las organizaciones sociales y no en los ámbitos electorales. Nos proponemos transitar organizadamente un camino de construcción de las condiciones necesarias para avanzar hacia ese horizonte y posicionar a un nuevo proyecto como opción válida para quienes quieran dar la lucha políticamente organizados y marchar sin voces de mando en ese camino que compartimos junto a otras organizaciones hermanas de nuestro país y el continente todo, porque creemos que este desafío no es tarea de unos pocos. Es así que en esta nueva etapa, queremos potenciar nuestros esfuerzos para incidir organizadamente en las luchas del pueblo, con una orientación libertaria y una perspectiva clasista, pero sin apartarnos de las trincheras de los oprimidos, estando junto a los trabajadores en los sindicatos, a los vecinos en los centros sociales, a los estudiantes en los gremios y a los campesinos en la lucha por la soberanía alimentaria, contra la concentración de la tierra y en defensa de los bienes naturales. Así apostamos al afianzamiento de nuestra militancia de inserción social en los distintos ámbitos y frentes de lucha donde estamos participando, en busca siempre de fortalecerlos, sin imposiciones ni pretensiones vanguardistas, sino con la militancia cotidiana y la sana discusión de iguales entre iguales.

Conscientes de que es difícil y seguros de que es necesario hacer lo imposible para intentar construir las herramientas adecuadas para la lucha, nos enmarcamos los socialistas libertarios en una campaña que es, y así debe entenderse, ardua y sacrificada. La experiencia y la historia nos muestra que sin organización se verterán tiempos y esfuerzos sin lugar a dudas con la más válida de las razones, con la mayor convicción y las mejores intenciones, pero dispersos caeremos pronto en el desgaste y en la perdida de objetivos para así poner en riesgo nuestra creencia de que se puede cambiar este sistema de barbarie por otro totalmente distinto. Porque creemos que el socialismo libertario continúa con plena vigencia.

Convencidos estamos de que el cambiar la sociedad solo será posible si logramos aportar brazos y mentes al servicio del pueblo, si construimos un movimiento popular fuerte y con independencia de clase, si forjamos un proyecto político transformador, y sobre todo, si colocamos nuevamente la utopía en el imaginario y en la subjetividad de nuestro pueblo como algo, no inalcanzable sino irrefutablemente posible.

Por el socialismo y la libertad

Nuestra organización tiene una matriz de pensamiento anarquista la cual postula al socialismo libertario como sistema político, económico y social. El mismo se expresa, para nosotros, sobre la base del pleno ejercicio del poder por parte del pueblo, de los principios de autogestión, democracia directa, acción directa, federalismo e internacionalismo, ideas fuerza estas que plantean un concepción del poder que no se identifica con la toma del poder por parte de un partido, sino que apunta a la socialización del mismo; al ejercicio del poder desde las organizaciones sociales, y es a esto que le llamamos construcción del “poder popular”.

Nuestra concepción de la sociedad que queremos plantea que sin igualdad en la posesión de los medios de producción, en la distribución de las riquezas y en la participación política de nuestro pueblo, por medio de sus organizaciones sociales en la toma de las decisiones sobre temas que los involucra directamente, todo proceso hacia el socialismo se desviará del curso que le dio su cauce. Sin libertad, todo intento por instaurar el socialismo reproducirá la sociedad que se pretendió destruir. Es por eso que creemos que no hay socialismo sin libertad.

Nuestra lucha por el socialismo no es una mera conclusión idealizada de la sociedad que queremos, sino que resulta de las múltiples experiencias concretas que se dieron a lo largo de más de un siglo de fracasos por parte de distintas corrientes que no han podido avanzar en sus intentos por terminar con la explotación y la dominación entre los seres humanos, y por lo contrario han perpetuado otras formas de dominación bajo distintas investiduras.

En esa lucha por el socialismo y la libertad, que es una lucha de largo plazo, nuestra Organización Socialista Libertaria estará siempre presente, inmersa en las luchas de nuestro pueblo, y en ese camino ofreceremos nuestra militancia y todo nuestro esfuerzo por el logro de la revolución y la construcción de un nuevo sistema, donde “el hombre no sea más el lobo del hombre”.

Nuestra visión de la organización política

Pensamos a la organización de las fuerzas libertarias como una herramienta potenciadora de los esfuerzos de todos y cada uno que la integra. Esta concepción de la organización plantea que toda acción militante es esencial y necesaria en el curso de la revolución, que todo libertario posee en su accionar una fuerza latente, pero que esas fuerzas fraccionadas, divididas y carentes de un proyecto político en común, no logran desarrollar su potencial real sino cuando estas fuerzas se organizan específicamente para obrar en conjunto con unidad ideológica, estratégica y programática. En esta ventaja de la fuerza organizada respecto a la fuerza dispersa se basa la capacidad de una mayor incidencia de los anarquistas en el campo popular y por tanto en la lucha de clases.

Nuestra organización es concebida como una libre unión de militantes que procuran un mismo fin y que para esto discuten, analizan y adoptan una base de acuerdos mutuos, el cual se expresa en un proyecto que les permite a sus integrantes actuar mancomunadamente a corto y largo plazo y en tal sentido desarrollar una acción y una práctica política orientada sobre bases comunes. Es así una herramienta de crítica, propuesta y acción transformadora desde la realidad social-histórica en la cual hoy nos toca vivir y actuar.

La OSL es entendida como una organización de intención revolucionaria. Esta concepción se expresa en la apuesta de adoptar, construir y desarrollar una estrategia de ruptura con el sistema imperante y que en este proyecto que supone la superación del actual orden social, se antepone y se postula la construcción de una nueva sociedad antagónica a esta. Somos, en tanto una organización de la corriente político ideológica del anarquismo que pretende una transformación radical del mundo en que vivimos, parte del espacio de izquierda clasista y de intención revolucionaria que piensa y trabaja por la revolución social.

Nuestra práctica política jerarquiza ante todo el trabajo de base, identificados con la militancia de inserción social y la lucha organizada, se desarrolla en la ligazón con nuestro pueblo, y solo desde el fortalecimiento de ese vínculo, de esa tarea de militancia constante y comprometida, entendemos que servimos a la causa de liberación de nuestro pueblo.

Nuestro rol en las luchas populares

Como socialistas libertarios, creemos que nuestra organización no es un fin en sí mismo. Lo que le da validez como herramienta es si su accionar aporta al proceso revolucionario y por lo tanto a organizar las fuerzas de nuestra clase, para que esta construya capacidad de lucha para llevar adelante un proceso de transformación social, y no podemos pretender esto sino es a partir de un verdadero anclaje en lo social y nunca imponiendo nuestro proyecto como secta iluminada.

Concebimos a las organizaciones sociales de nuestro campo popular que se crean y desarrollan en los distintos frentes de lucha donde el pueblo afronta las contradicciones de clase, como espacios donde se construye el poder popular y donde como clase nos debemos nuclear para dar la lucha colectiva en pro de mejores condiciones de vida, donde también se debe comenzar a construir hoy la sociedad que se busca y se anhela para el mañana. Entendemos a las organizaciones sociales como expresión y germen del poder popular, como las verdaderas fuerzas sociales que materializan la acumulación política para torcer la correlación de fuerzas entre las clases y por tanto elemento imprescindible para una estrategia de quiebre y cambio social

Y esa obra es de los oprimidos todos, el papel histórico que tienen los pueblos no debe, ni puede ser sustituido y/o reemplazado por ningún colectivo, organización o partido político. Es por tanto desarrollando el poder popular, es decir: socializando el poder político como forma de articular las fuerzas de nuestra clase que transitaremos hacia la construcción de lo nuevo, sin tener esto en cuenta, ninguna revolución que pretenda transformar la sociedad desde una perspectiva genuinamente socialista podrá llegar a sostenerse.

Es así que entendemos que los socialistas libertarios organizados tienen el rol de dinamizar las luchas populares, apoyando los procesos de concientización y organización para el cambio social, pero a la vez tenemos siempre claro que en esa obra, solo el pueblo, y no otro, marcará su camino. Nuestro rol entonces es fortalecer a las organizaciones sociales desde una perspectiva libertaria, clasista y revolucionaria, porque sin pueblo organizado no hay revolución posible y sin esta condición necesaria e imprescindible no habrá un nuevo mañana.

El legado presente de los que lucharon siempre

Nuestra lucha es desde abajo, desde los diversos frentes y junto a los que luchan siendo de estas mismas tiendas ideológicas o de otras pero que están de este mismo lado de la vereda, y esto nos compromete sí a hacer nuestro y defender el legado y sacrificio de los Mijjail Bakunin, Erico Malatesta, de los Néstor Makno, Buenaventura Durruti y Flores Magón entre tantos otros compañeros y compañeras que entregaron la vida por los ideales libertarios y por la revolución. Identificados sobre todo con los hombres y mujeres de nuestro pueblo que forjaron nuestro campo popular y construyeron la resistencia libertaria en nuestro país, recordamos entonces en este tiempo a los Adrián Troitiño, Joaquin Hucha, Juan Llorca, José Castelli, a las María Collazo, Virginia Bolten y Juana Rouco, a los León Duarte y Gerardo Gatti, a los Idilio de León, Heber Nieto y a las Elena Quinteros, y en ellos contemplamos a tantos cientos de hijos del pueblo que murieron peleando y por eso están presentes. Nuestros guerreros siguen de pies, y como en muchas herramientas del campo popular nuestra OSL también toma su legado y el compromiso de continuar su lucha.

Pero también transitamos, compartiendo su espíritu revolucionario, el camino de quienes tanto nos enseñaron con su ejemplo militante. Entonces conscientes de las consecuencias asumimos el riesgo de los Raúl Sendic, los Che Guevara, Emiliano Zapata, de los Sandino y Camilo Cienfuegos entre tantos otros que enfrentaron al enemigo y se hicieron carne de cañón en pro de la liberación de los oprimidos.

Cuando hoy se festeja el bicentenario de cuando el pueblo oriental se levantó contra el invasor, buscando frenar la mano a los malos extranjeros y peores criollos serviles al colonialismo, se hace vaciando de contenido la historia y a la par transando con los poderosos a mano tendida. No nos emula el culto al héroe de bronce o el jefe militar de los orientales como se rinde homenaje desde las esferas parlamentarias y las FFAA, pero si aquella gesta protagonizada por gauchos matreros, indios rebeldes, esclavos fugados y familias que habitaban la campaña, que de esa forma alzaban el grito de libertad. Más allá de las causas que impulsaron aquellas luchas, tomamos el ejemplo vivo de la rebeldía de nuestro pueblo que no nació manso contra la injusticia.

Nuestra organización nace de la esencia y el legado de las primeras sociedades de resistencia y federaciones, desde el Centro Internacional de Estudios Sociales y la FORU (Federación Obrera Regional Uruguaya), herramientas que forjaron las luchas y cimentaron los orígenes mismos del movimiento obrero y popular en nuestro país, y que permanece latente como bandera roja y negra y paradigmas de lucha hacia el socialismo. La 1º huelga general en Uruguay de 1911 donde el movimiento obrero enfrentó a las patronales dejando el claro mensaje de que las conquistas se logran con lucha y organización; y la influencia del 1º Congreso del Pueblo del 1965 que se expresó contra el imperialismo y la oligarquía, pero también estamos contra el capitalismo y la burguesía local o extranjera porque la lucha no es entre nación / imperio, sino entre explotado / explotador, oprimido / opresor. La lucha de clases continúa siendo el motor de la historia.

Y con esas luchas históricas pero comprometidos con el presente, al cumplir 4 años de sus comienzos, nuestro proyecto socialista libertario abre hoy una nueva etapa como Organización Socialista Libertaria, compuesta de militantes anarquistas algunos incorporados recientemente a las luchas sociales, otros en la lucha desde hace años y que en esa experiencia acumulada y comprometida con las causas populares, desde los barrios y medios de comunicación populares, emprendimientos productivos cooperativos y sindicatos, centros estudiantiles y trabajando en la tierra, reafirmamos los acuerdos sobre principios orientadores e ideas fuerza ya alcanzados, e incorporamos otros como necesarios para proyectar nuestra militancia en la impostergable lucha hacia un mañana mejor, ese mundo nuevo que llevamos en nuestros corazones.

SALÚ COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS

AVANZAMOS CON ORGANIZACIÓN Y LUCHA
POR EL SOCIALISMO Y LA LIBERTAD

ORGANIZACIÓN SOCIALISTA LIBERTARIA - URUGUAY

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