La vida de Piotr Kropotkin daría para redactar el guión de una larga lista de películas de aventuras. Geógrafo, viajero, etnógrafo, estudioso, naturalista, revolucionario, sería imposible definirlo en un sólo epíteto. Kropotkin tenía sangre de la alta aristocracia rusa, y huyendo de las formas de vida comunes a su estamento social pronto buscó nuevos paisajes, motivaciones y pensamientos que le hicieron convertirse en una de las personalidades políticas y culturales más importantes de su generación.