Hay una cosa que me jode mucho cuando hablo sobre mis ideas anarquistas, y es que mucha gente me suelta con toda la rapidez del mundo, con toda la seguridad, la arrogancia, la superioridad del mundo, y con toda la falta de argumentación del mundo: "¡eso es una ilusión, una fantasía, una utopía irrealizable, eso nunca existió y nunca podría funcionar!, ¿dónde hubo un ejemplo de lo que dices?"
Y yo les puedo rebatir con la lógica lo de que es una ilusión, algo irrealizable. También les puedo explicar que el que algo nunca se hubiera realizado no quiere decir que nunca se puediera realizar, y por ejemplo les puedo exponer que antes de la democracia no hubo democracia (valga la obviedad) y eso no significaba que la democracia fuera imposible porque "aquí estamos", lo que demuestra que ese argumento es falaz y que esa persona es una prejuiciosa que hace tanto el ridículo como un defensor del antiguo régimen hacía ante los revolucionarios previamente a la revolución francesa.
Peeeeero... Suele importarles -más o menos- un carajo la lógica, necesitan pruebas. La revolución española y las realizaciones majnovistas están bien, pero me dicen que "vale pero era en momento de guerra y duraron poco".
Entonces pregunto: ¿que otros ejemplos podría poner de sociedades y realizaciones autogestionarias -o similares-? Algo me suena de un tal Félix no sé qué y comunidades medievales (me suena también que Kropotkin también tocaba el tema; me suena digo), algo me suena de Manchuria. ¿Sabríais exponerme esos ejemplos y/o ponerme otros?
¿Experiencias libertarias o similares?
¿Experiencias libertarias o similares?
Última edición por Saranarca el 05 Jul 2024, 15:15, editado 1 vez en total.
El ''realismo'' es la buena conciencia de los ¡HIJOS DE PUTA!
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Re: ¿Experiencias libertarias o similares?
O también ejemplos de autogestión de empresas a gran escala si es que las hubo o las hay.
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Re: ¿Experiencias libertarias o similares?
Autogestión a gran escala Yugoslavia sin duda.
Re: ¿Experiencias libertarias o similares?
Tener que mostrarles ejemplos ideales de anarquismo a la gente tonta es aceptar la derrota; a mi parecer las ideas anarquistas tienen más importancia cuando se enfocan en no dar al sistema imperante como ya dado, como si la única opción es resignarse a los mecanismos vigentes del capitalismo tardío. No me parece de utilidad andar con esas de "el anarquismo funcionó aquí y aquí, pero también aquí", esas discusiones de baja calidad que se la queden los estalinistas y maoístas.
Poner como foco de charla el idealismo es muy poco serio, ya que el anarquismo tiene mejores cosas que ofrecer a las perspectivas de varias sociedades; por ejemplos, en la historia podemos ver prácticas que muestran las líneas de fuga dentro de las carencias que heredamos del liberalismo y los proyectos fallidos del comunismo (creer que tomando las estructuras del poder luego no se caerá en opresiones que están implícitas en esas estructuras que se ocupan) / (O por ejemplo, cuando los socialistas creen que la policía será buena si pones al poder a los que ellos llaman buenos) / (o la discusión de: Todos los presos son presos políticos). Si el anarquismo busca otras formas de habitar el mundo y las relaciones, que no sean las formas que se desprenden del sistema actual globalista, su punto de partida no puede ser el idealismo: es decir, creer que una gran narrativa será aceptada por las masas para que en todo el mundo así se deba vivir. Pero sí puede tener un punto de partida inmanentista, y tomando en cuenta las coordenadas sociales y culturales de tales lugares que no son otros cuales lugares, apostar por estrategias acorde a las situaciones puntuales latentes en la zona.
De no ser así, seguimos en el caduco juego leninista de "se trata de tomar consciencia", como si se tratara de despertar a las personas a lo película hollywoodense de baja calidad. La idea de "tomar consciencia" a menudo se basa en una visión reductiva de la subjetividad, donde se supone que hay una verdad interior reprimida que debe ser descubierta y liberada. La subjetividad es mucho más compleja y no se reduce a un simple proceso de liberación de una consciencia verdadera oculta. El enfoque en la toma de consciencia puede reproducir estructuras jerárquicas, ya que a menudo implica una figura autoritaria (como un líder o un intelectual) que despierta a las masas ignorantes. Esto perpetúa la separación entre quienes poseen el conocimiento y quienes no, lo cual contradice la idea de una revolución verdaderamente horizontal y participativa.
Por otro lado el paradigma de "la toma de consciencia" puede fomentar una actitud pasiva, donde las personas esperan a ser iluminadas antes de actuar. Hay mejores visiones que promueven en cambio una acción directa y la creación de nuevas formas de vida y organización que no dependen de una consciencia previa.
La toma de consciencia centra el modus operandi en la racionalidad y la comprensión intelectual, pero puede pasar por alto el papel crucial de los deseos, afectos y el inconsciente en la motivación y la acción; como podemos ver todo el tiempo a los progres sorprendidos cuando un lunático delirante gana las elecciones, y no un señoro formadoncio de 'ideas racionalistas' o algo así.
Hay autores como Lazzarato que proponen un modelo de organización basado en conexiones transversales, descentralizadas y no jerárquicas. Este modelo fomenta una variedad de acciones y transformaciones simultáneas, que no dependen de una consciencia unificada. Las pequeñas resistencias pueden tener un impacto acumulativo significativo que luego son ignoradas por la narrativa hegemónica de la historia, pero, cuando vamos a los registros ignorados por ella, podemos ver como grandes revoluciones no son planificadas por mentes maestras sino, que son una convergencia de situaciones que comienzan a hacer alianzas... véase el mayo francés, o las revueltas de Chile; son ejemplos que aunque luego son deseos sociales re-conducidos por las instituciones y demás dispositivos de captura (...= fracaso), aún así ponen en evidencia dónde están las fugas del capitalismo.
Un sendero a vidas anarquistas implica la creación de nuevas formas de subjetividad que no se limitan a la liberación de una consciencia reprimida. Esto incluye la experimentación con nuevas formas de vida, relaciones sociales y estructuras organizativas que desafían las categorías tradicionales.
El desafío en ese punto estará en integrar deseos, afectos y resistencias en el proceso de transformación social. La realidad es plural y está compuesta por multiplicidades que interactúan sin jerarquías fijas ni dualidades estrictas., dicho eso, las nuevas armas del anarquismo no están volver a mostrar siempre las mismas cartas que el poder ya conoce, sino tomar en cuenta las novedades y saber reformularse (como todo sabio del combate, que toma en cuenta el suelo desde donde crea sus tácticas antes que forzar el aterrizaje de ideas que no tienen suelo con las condiciones materiales que rodean a los actores participantes).
Este asunto, a mi personalmente me gusta como lo explican autores que proponen una ética 'de la diferencia': que cuestiona los fundamentos éticos del idealismo, que a menudo presuponen universales morales o principios trascendentales. En su lugar, promueven una ética que atiende la singularidad y la diferencia, reconociendo que las normas y valores éticos son históricamente contingentes y están en constante devenir. Y por eso perderse en "anarquismos vencedores del pasado" en vez de aprender de sus herramientas, me parecen discusiones inertes que no suman nada.
Hay varias críticas al idealismo que abarcan tanto sus fundamentos metafísicos como sus implicaciones epistemológicas, éticas y políticas. Lazzarato busca desarrollar una filosofía que desafíe las dualidades jerárquicas y promueva una comprensión más fluida y dinámica de la realidad, basada en la multiplicidad de factores que participan de cada probleática social y por ende también una postura inmanentista en contra de los idealismos que heredamos del liberalismo (en los que anduvo embarrado por ejemplo Bakunin, quien aún así para su tiempo estaba más avanzado que Marx en los asuntos micro de la política,- y digo "aún" puesto a que en su contexto era difícil todavía mirar más allá de las narrativas estructurales, o sea, todavía se estaban probando cosas que no habían "fracasado" lo suficiente como para darles un replanteo). Este ejercicio del autor italiano, sirve como otra perspectiva a los tipos de mapeos conocidos que suelen usarse en las repetidas estrategias ácratas; ya no es como el marxismo que trata de dictar el camino a seguir, sino ofrece una visión política menos parecida a mandamientos o tablillas de la verdad que a modos de cartografiar nuestras situaciones grupales singulares en política.
Poner como foco de charla el idealismo es muy poco serio, ya que el anarquismo tiene mejores cosas que ofrecer a las perspectivas de varias sociedades; por ejemplos, en la historia podemos ver prácticas que muestran las líneas de fuga dentro de las carencias que heredamos del liberalismo y los proyectos fallidos del comunismo (creer que tomando las estructuras del poder luego no se caerá en opresiones que están implícitas en esas estructuras que se ocupan) / (O por ejemplo, cuando los socialistas creen que la policía será buena si pones al poder a los que ellos llaman buenos) / (o la discusión de: Todos los presos son presos políticos). Si el anarquismo busca otras formas de habitar el mundo y las relaciones, que no sean las formas que se desprenden del sistema actual globalista, su punto de partida no puede ser el idealismo: es decir, creer que una gran narrativa será aceptada por las masas para que en todo el mundo así se deba vivir. Pero sí puede tener un punto de partida inmanentista, y tomando en cuenta las coordenadas sociales y culturales de tales lugares que no son otros cuales lugares, apostar por estrategias acorde a las situaciones puntuales latentes en la zona.
De no ser así, seguimos en el caduco juego leninista de "se trata de tomar consciencia", como si se tratara de despertar a las personas a lo película hollywoodense de baja calidad. La idea de "tomar consciencia" a menudo se basa en una visión reductiva de la subjetividad, donde se supone que hay una verdad interior reprimida que debe ser descubierta y liberada. La subjetividad es mucho más compleja y no se reduce a un simple proceso de liberación de una consciencia verdadera oculta. El enfoque en la toma de consciencia puede reproducir estructuras jerárquicas, ya que a menudo implica una figura autoritaria (como un líder o un intelectual) que despierta a las masas ignorantes. Esto perpetúa la separación entre quienes poseen el conocimiento y quienes no, lo cual contradice la idea de una revolución verdaderamente horizontal y participativa.
Por otro lado el paradigma de "la toma de consciencia" puede fomentar una actitud pasiva, donde las personas esperan a ser iluminadas antes de actuar. Hay mejores visiones que promueven en cambio una acción directa y la creación de nuevas formas de vida y organización que no dependen de una consciencia previa.
La toma de consciencia centra el modus operandi en la racionalidad y la comprensión intelectual, pero puede pasar por alto el papel crucial de los deseos, afectos y el inconsciente en la motivación y la acción; como podemos ver todo el tiempo a los progres sorprendidos cuando un lunático delirante gana las elecciones, y no un señoro formadoncio de 'ideas racionalistas' o algo así.
Hay autores como Lazzarato que proponen un modelo de organización basado en conexiones transversales, descentralizadas y no jerárquicas. Este modelo fomenta una variedad de acciones y transformaciones simultáneas, que no dependen de una consciencia unificada. Las pequeñas resistencias pueden tener un impacto acumulativo significativo que luego son ignoradas por la narrativa hegemónica de la historia, pero, cuando vamos a los registros ignorados por ella, podemos ver como grandes revoluciones no son planificadas por mentes maestras sino, que son una convergencia de situaciones que comienzan a hacer alianzas... véase el mayo francés, o las revueltas de Chile; son ejemplos que aunque luego son deseos sociales re-conducidos por las instituciones y demás dispositivos de captura (...= fracaso), aún así ponen en evidencia dónde están las fugas del capitalismo.
Un sendero a vidas anarquistas implica la creación de nuevas formas de subjetividad que no se limitan a la liberación de una consciencia reprimida. Esto incluye la experimentación con nuevas formas de vida, relaciones sociales y estructuras organizativas que desafían las categorías tradicionales.
El desafío en ese punto estará en integrar deseos, afectos y resistencias en el proceso de transformación social. La realidad es plural y está compuesta por multiplicidades que interactúan sin jerarquías fijas ni dualidades estrictas., dicho eso, las nuevas armas del anarquismo no están volver a mostrar siempre las mismas cartas que el poder ya conoce, sino tomar en cuenta las novedades y saber reformularse (como todo sabio del combate, que toma en cuenta el suelo desde donde crea sus tácticas antes que forzar el aterrizaje de ideas que no tienen suelo con las condiciones materiales que rodean a los actores participantes).
Este asunto, a mi personalmente me gusta como lo explican autores que proponen una ética 'de la diferencia': que cuestiona los fundamentos éticos del idealismo, que a menudo presuponen universales morales o principios trascendentales. En su lugar, promueven una ética que atiende la singularidad y la diferencia, reconociendo que las normas y valores éticos son históricamente contingentes y están en constante devenir. Y por eso perderse en "anarquismos vencedores del pasado" en vez de aprender de sus herramientas, me parecen discusiones inertes que no suman nada.
Hay varias críticas al idealismo que abarcan tanto sus fundamentos metafísicos como sus implicaciones epistemológicas, éticas y políticas. Lazzarato busca desarrollar una filosofía que desafíe las dualidades jerárquicas y promueva una comprensión más fluida y dinámica de la realidad, basada en la multiplicidad de factores que participan de cada probleática social y por ende también una postura inmanentista en contra de los idealismos que heredamos del liberalismo (en los que anduvo embarrado por ejemplo Bakunin, quien aún así para su tiempo estaba más avanzado que Marx en los asuntos micro de la política,- y digo "aún" puesto a que en su contexto era difícil todavía mirar más allá de las narrativas estructurales, o sea, todavía se estaban probando cosas que no habían "fracasado" lo suficiente como para darles un replanteo). Este ejercicio del autor italiano, sirve como otra perspectiva a los tipos de mapeos conocidos que suelen usarse en las repetidas estrategias ácratas; ya no es como el marxismo que trata de dictar el camino a seguir, sino ofrece una visión política menos parecida a mandamientos o tablillas de la verdad que a modos de cartografiar nuestras situaciones grupales singulares en política.
Re: ¿Experiencias libertarias o similares?
Bueno, Perh, no sé sin son tontas o no la mayoría de mis amigos, mi familia y la gran masa de personas en las sociedades actuales, pero sea como fuera hay que ponérselo lo más facil posible, hay que convencer a toda costa tanto a los tontos como a los listos. Una manera, entre otras, es mostrarles ejemplos de sociedades y empresas autogestionadas (o cercanas a ello) eficaces. Eso les eliminará las barreras de entrada, los prejuicios primeros, sobre la eficacia socialista, y a partir de ahí se puede avanzar mejor con las argumentaciones.
Estuve rebuscando y encontré varias cosas al respecto, la más concisa pero bastante completa la encontré aquí. Se trata del libro de Heleno Saña "La autogestión a través de la historia", y en él se habla de la experiencia autogestionaria de la Yugoslavia de Tito (que había nombrado Pachon) y de muchas otras. Pongo abajo el índice y resalto en negrita las páginas donde se expondrían las diferentes experiencias autogestionarias (el índice no aparece en la edición del libro que enlacé, la cogí de otra edición en pdf que no enlacé porque tenía bastantes fallas):
S U M A R I O
Nota introductoria
Capítulo I. Fundamentos de la autogestión
1. ¿Qué es la autogestión?
2. Tendencias autogestionarias en la antigüedad
3. Las primeras luchas sociales
Capítulo II. Cristianismo y autogestión
1. El cristianismo primitivo
2. La Edad Media. El quiliastismo
3. Las guerras campesinas
4. Las ciudades libres y los gremios
5. El Renacimiento. Las primeras utopías sociales
Capítulo III. Ilustración y autogestión
1. El derecho frente a la fuerza
2. Liberalismo y democracia
Capítulo IV. Autogestión y socialismo libertario
1. De Godwin al Guild Socialism
Capítulo V. El socialismo autoritario
1. De Babeuf a Cabet
2. Marxismo y autogestión
Capítulo VI. Autogestión y movimiento obrero
1. Las colonias socialistas
2. El movimiento cooperativo
3. La Asociación Internacional de Trabajadores
Capítulo VII. El anarcosindicalismo
1. De Pelloutier a la C.N.T.
Capítulo VIII. Los Consejos Obreros
1. Los soviets rusos
2. Ucrania y Cronstadt
3. Los Consejos de Trabajadores en Alemania
4. Los Consejos de Fábrica de Turín
5. Fascismo y estalinismo
Capítulo IX. Las colectividades libertarias españolas
1. Caracteres generales
2. La colectivización agraria
3. La colectivización industrial
4. Boicot contra las colectividades
Capítulo X. Algunos experimentos históricos
de autogestión
1. El kibbutz israelí
2. Yugoslavia
3. Los gramdam indios
4. China
5. Argelia
6. Checoslovaquia
7. Perú
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Re: ¿Experiencias libertarias o similares?
Por lo que decías parecían tontos., por eso lo pensé desde ahí jajajaSaranarca escribió: ↑05 Jul 2024, 15:12Hay una cosa que me jode mucho cuando hablo sobre mis ideas anarquistas, y es que mucha gente me suelta con toda la rapidez del mundo, con toda la seguridad, la arrogancia, la superioridad del mundo, y con toda la falta de argumentación del mundo: "¡eso es una ilusión, una fantasía, una utopía irrealizable,
Me alegro que hallaras una gran lista.
Saludos cordiales
Re: ¿Experiencias libertarias o similares?
Bueno, es que hacer el tonto -todos lo hacemos de vez en cuando- con algunas cosas, y más si el adoctrinamiento está involucrado como en los casos que comenté, no nos convierte en tontos.Perh escribió: ↑10 Jul 2024, 16:15Por lo que decías parecían tontos., por eso lo pensé desde ahí jajajaSaranarca escribió: ↑05 Jul 2024, 15:12Hay una cosa que me jode mucho cuando hablo sobre mis ideas anarquistas, y es que mucha gente me suelta con toda la rapidez del mundo, con toda la seguridad, la arrogancia, la superioridad del mundo, y con toda la falta de argumentación del mundo: "¡eso es una ilusión, una fantasía, una utopía irrealizable,
Me alegro que hallaras una gran lista.
Saludos cordiales
Me está gustando mucho el libro.
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No sabía que los kibbutz tuvieran tanta influencia de anarquistas y que fueran tan comunistas libertarios en la práctica
¡Guau!, no sabía que los kibbutz tuvieran tanta influencia de anarquistas y que fueran tan comunistas libertarios en la práctica.
Sacado del libro de Heleno Saña que enlacé:
El kibbutz israelí
Uno de los modelos autogestionarios más originales e importantes del mundo actual es sin duda el
«kibbutz» israelí.
La palabra «kibbutz» significa en hebreo reunión o unión. Con este término se designaban al principio las colectividades agrarias de cierta envergadura cuantitativa, por oposición a las colectividades pequeñas de quince o veinte miembros, denominadas «kwuza», palabra que significa grupo. A medida que las colectividades pequeñas fueron creciendo, se adoptó el nombre genérico de «kibbutz».
El ensayo de los «kibbutz» está intrínsecamente unido al movimiento sionista fundado a finales del siglo XIX por Teodoro Herzl, que propugnaba el regreso a Palestina y la fundación del Estado de Israel. El retorno hacia Tierra Santa se inició hacia 1880. Entre los judíos afectos al sionismo estaba muy extendida la idea del colectivismo agrario. Esta tendencia colectivista procedía de muchas fuentes. Tolstoi y los «narodniki» rusos ejercieron una gran influencia sobre los «chaluzim» o pioneros sionistas. Uno de los hombres que más influenció el movimiento colectivista judío en su fase inicial -A. D. Gordon- era un tolstoiano convencido. Entre los grandes precursores e impulsores del movimiento de los «kibbutz» cabe citar a Teodoro Herzl (autor de la novela utópica «Tierra libre»), Franz Oppenheimer y Martin Buber, discípulo del socialista libertario Gustav Landauer, cuya obra «Incitación al socialismo» es muy conocida en Israel. Oppenheimer propugnaba, como Herzka y Landauer, la fundación de colonias agrícolas de base cooperativista y mutualista.
Las primeras comunidades agrícolas surgieron en 1908 y 1909. Se trataba de pequeños grupos que nacían y desaparecían con bastante rapidez. Es en la década del veinte que el movimiento colectivista empieza a adquirir formas concretas y estables. El primer «kibbutz» o colonia grande surgió en 1920 en Kinnert y sumaba 67 miembros. Ese mismo año se celebró la primera conferencia nacional de los «kibbutz». Este desarrollo fue favorecido por el cese del dominio otomano y el comienzo del mandato inglés sobre Palestina. En el curso de la década de los veinte surgieron varias organizaciones nacionales que se encargaron de coordinar y asesorar a los distintos «kibbutzim». En 1922, el promedio de miembros de un «kibbutz» era de 18 personas; en 1930, de 67. En 1922, los «kibbutzim» representaban sólo el 0,9 por 100 de la población judía. En 1931 existían 24 colectividades agrícolas con un total de 4.400 miembros, representando el 2,4 % de la población. En 1936, el porcentaje era ya del 4,3 por 100. Entre 1936 y 1947 las colonias agrícolas experimentaron un gran incremento, de manera que en este último año los «kibbutz» constituían el 7,5 por 100 de la población judía. Tras la fundación del Estado de Israel, en 1948, la proporción entre los «kibbutzim» y el resto de la población fue decreciendo. Hoy constituyen aproximadamente el 2 por 100 de la población, sumando unos 80.000 miembros (1).
Los «kibbutz» no son uniformes ni por su tamaño ni por el número de sus miembros. Los más representativos cuentan entre 200 y 500 miembros. El «kibbutz» responde plenamente a la concepción colectivista, aunque en los últimos años hayan surgido ciertas tendencias individualistas.
Con excepción de los objetos de uso personal, todo es común: la propiedad, la producción y el consumo. Aunque la base del «kibbutz» sea la agricultura, comprende también la producción artesana y fabril. El «kibbutz» es una colonia autónoma, pero no hermética; sus miembros viven en estrecho contacto con la sociedad y el Estado. Muchos de ellos trabajan fuera del «kibbutz», sin dejar por ello de seguir perteneciendo a la comunidad.
El salario está suprimido. Cada uno recibe lo que necesita del fondo común: comida, vivienda, ropa, etc. La falta de mano de obra ha obligado de todos modos a muchos «kibbutz» a recurrir a personal asalariado. Cada miembro recibe una asignación para gastos personales, como viajes, libros, regalos, etc. Los niños son alojados desde el principio en instalaciones comunes, donde aprenden, comen y duermen. Pero entre ellos y los padres existe un contacto diario muy intenso. Todos los niños reciben enseñanza primaria y secundaria. La instrucción es a la vez intelectual y manual. No existen diplomas ni notas de calificación.
El «kibbutz» procura satisfacer la vocación profesional y las aptitudes individuales de cada miembro. Cuando no se encuentran los suficientes voluntarios para desempeñar los trabajos desagradables se recurre al turno. El ejercicio de una función «superior» no da derecho a ninguna recompensa material especial, ya por el solo hecho de que el salario está suprimido. Social y económicamente existe igualdad esencial. El esquema organizativo del «kibbutz» se basa en la asamblea general de miembros, *el órgano ejecutivo nombrado por ella* (2) y las comisiones encargadas de atender cada respectiva rama de actividades: producción, cultura, instrucción, sanidad, etc. Aun en el caso que en el «kibbutz» surjan manifestaciones de elitismo y burocratismo, la mutación frecuente de los puestos directivos y el alto nivel cultural de los miembros atenúan mucho estos problemas.
Los «kibbutz» forman parte integrante de la organización sindical Hisdratut. A nivel nacional existe un Movimiento de Administración de Colectividades, cuyo secretario general se encarga de coordinar las actividades de las unidades locales, a las que asesora.
***********************************************************************************************************************************
(1) Cuando Heleno Saña dice "Hoy constituyen aproximadamente el 2 por 100 de la población, sumando unos 80.000 miembros", se refiere a 1977, cuando se publicó el libro. Hoy en día, la organización parece no ser ya así por culpa del gobierno Israelí, que ha metido sus zarpas. (¿Sabéis más o menos en qué consistió/consiste este ataque gubernamental y por qué van desapareciendo los Kibbutz así organizados?)
(2) Esto de órgano ejecutivo ya sí me huele a chamusquina, pero no sé en concreto a qué se referirá aquí Heleno Saña. (¿Sabríais decirme).
Sacado del libro de Heleno Saña que enlacé:
El kibbutz israelí
Uno de los modelos autogestionarios más originales e importantes del mundo actual es sin duda el
«kibbutz» israelí.
La palabra «kibbutz» significa en hebreo reunión o unión. Con este término se designaban al principio las colectividades agrarias de cierta envergadura cuantitativa, por oposición a las colectividades pequeñas de quince o veinte miembros, denominadas «kwuza», palabra que significa grupo. A medida que las colectividades pequeñas fueron creciendo, se adoptó el nombre genérico de «kibbutz».
El ensayo de los «kibbutz» está intrínsecamente unido al movimiento sionista fundado a finales del siglo XIX por Teodoro Herzl, que propugnaba el regreso a Palestina y la fundación del Estado de Israel. El retorno hacia Tierra Santa se inició hacia 1880. Entre los judíos afectos al sionismo estaba muy extendida la idea del colectivismo agrario. Esta tendencia colectivista procedía de muchas fuentes. Tolstoi y los «narodniki» rusos ejercieron una gran influencia sobre los «chaluzim» o pioneros sionistas. Uno de los hombres que más influenció el movimiento colectivista judío en su fase inicial -A. D. Gordon- era un tolstoiano convencido. Entre los grandes precursores e impulsores del movimiento de los «kibbutz» cabe citar a Teodoro Herzl (autor de la novela utópica «Tierra libre»), Franz Oppenheimer y Martin Buber, discípulo del socialista libertario Gustav Landauer, cuya obra «Incitación al socialismo» es muy conocida en Israel. Oppenheimer propugnaba, como Herzka y Landauer, la fundación de colonias agrícolas de base cooperativista y mutualista.
Las primeras comunidades agrícolas surgieron en 1908 y 1909. Se trataba de pequeños grupos que nacían y desaparecían con bastante rapidez. Es en la década del veinte que el movimiento colectivista empieza a adquirir formas concretas y estables. El primer «kibbutz» o colonia grande surgió en 1920 en Kinnert y sumaba 67 miembros. Ese mismo año se celebró la primera conferencia nacional de los «kibbutz». Este desarrollo fue favorecido por el cese del dominio otomano y el comienzo del mandato inglés sobre Palestina. En el curso de la década de los veinte surgieron varias organizaciones nacionales que se encargaron de coordinar y asesorar a los distintos «kibbutzim». En 1922, el promedio de miembros de un «kibbutz» era de 18 personas; en 1930, de 67. En 1922, los «kibbutzim» representaban sólo el 0,9 por 100 de la población judía. En 1931 existían 24 colectividades agrícolas con un total de 4.400 miembros, representando el 2,4 % de la población. En 1936, el porcentaje era ya del 4,3 por 100. Entre 1936 y 1947 las colonias agrícolas experimentaron un gran incremento, de manera que en este último año los «kibbutz» constituían el 7,5 por 100 de la población judía. Tras la fundación del Estado de Israel, en 1948, la proporción entre los «kibbutzim» y el resto de la población fue decreciendo. Hoy constituyen aproximadamente el 2 por 100 de la población, sumando unos 80.000 miembros (1).
Los «kibbutz» no son uniformes ni por su tamaño ni por el número de sus miembros. Los más representativos cuentan entre 200 y 500 miembros. El «kibbutz» responde plenamente a la concepción colectivista, aunque en los últimos años hayan surgido ciertas tendencias individualistas.
Con excepción de los objetos de uso personal, todo es común: la propiedad, la producción y el consumo. Aunque la base del «kibbutz» sea la agricultura, comprende también la producción artesana y fabril. El «kibbutz» es una colonia autónoma, pero no hermética; sus miembros viven en estrecho contacto con la sociedad y el Estado. Muchos de ellos trabajan fuera del «kibbutz», sin dejar por ello de seguir perteneciendo a la comunidad.
El salario está suprimido. Cada uno recibe lo que necesita del fondo común: comida, vivienda, ropa, etc. La falta de mano de obra ha obligado de todos modos a muchos «kibbutz» a recurrir a personal asalariado. Cada miembro recibe una asignación para gastos personales, como viajes, libros, regalos, etc. Los niños son alojados desde el principio en instalaciones comunes, donde aprenden, comen y duermen. Pero entre ellos y los padres existe un contacto diario muy intenso. Todos los niños reciben enseñanza primaria y secundaria. La instrucción es a la vez intelectual y manual. No existen diplomas ni notas de calificación.
El «kibbutz» procura satisfacer la vocación profesional y las aptitudes individuales de cada miembro. Cuando no se encuentran los suficientes voluntarios para desempeñar los trabajos desagradables se recurre al turno. El ejercicio de una función «superior» no da derecho a ninguna recompensa material especial, ya por el solo hecho de que el salario está suprimido. Social y económicamente existe igualdad esencial. El esquema organizativo del «kibbutz» se basa en la asamblea general de miembros, *el órgano ejecutivo nombrado por ella* (2) y las comisiones encargadas de atender cada respectiva rama de actividades: producción, cultura, instrucción, sanidad, etc. Aun en el caso que en el «kibbutz» surjan manifestaciones de elitismo y burocratismo, la mutación frecuente de los puestos directivos y el alto nivel cultural de los miembros atenúan mucho estos problemas.
Los «kibbutz» forman parte integrante de la organización sindical Hisdratut. A nivel nacional existe un Movimiento de Administración de Colectividades, cuyo secretario general se encarga de coordinar las actividades de las unidades locales, a las que asesora.
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(1) Cuando Heleno Saña dice "Hoy constituyen aproximadamente el 2 por 100 de la población, sumando unos 80.000 miembros", se refiere a 1977, cuando se publicó el libro. Hoy en día, la organización parece no ser ya así por culpa del gobierno Israelí, que ha metido sus zarpas. (¿Sabéis más o menos en qué consistió/consiste este ataque gubernamental y por qué van desapareciendo los Kibbutz así organizados?)
(2) Esto de órgano ejecutivo ya sí me huele a chamusquina, pero no sé en concreto a qué se referirá aquí Heleno Saña. (¿Sabríais decirme).
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Re: ¿Experiencias libertarias o similares?
Me faltaría informarme también sobre la experiencia zapatista..., las experiencias autogestionarias de la grecia actual (¿será verdad eso de que hay un hospital autogestionado, entre otras cosas?) y el tema de las fábricas recuperadas de aquí en Argentina. Y creo que en Cataluña hay algo similar a la cooperativa Mondragón, pero más igualitaria; no sé, me suena haber escuchado algo.
Última edición por Saranarca el 11 Jul 2024, 14:26, editado 2 veces en total.
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Re: ¿Experiencias libertarias o similares?
Solo con lo de los Kibbutz ya tengo con qué responder a la gente que me dice que lo de la autogestión es una fantasía irrealizable.
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Re: ¿Experiencias libertarias o similares?
Aquí también hablan de los kibbutz, algo más criticamente:
https://alasbarricadas.org/noticias/node/54771
https://alasbarricadas.org/noticias/node/54771
Re: ¿Experiencias libertarias o similares?
Gracias, te mandé un mensaje privado.Oc escribió: ↑11 Jul 2024, 10:49Aquí también hablan de los kibbutz, algo más criticamente:
https://alasbarricadas.org/noticias/node/54771
El ''realismo'' es la buena conciencia de los ¡HIJOS DE PUTA!
Canal de youtube del I.C.E.A.: https://www.youtube.com/@ICEAasociacion/videos
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Re: ¿Experiencias libertarias o similares?
Lo de las cooperativas catalanas que me sonaba, era esto: https://es.wikipedia.org/wiki/Cooperati ... l_CatalanaSaranarca escribió: ↑10 Jul 2024, 17:36Me faltaría informarme también sobre la experiencia zapatista..., las experiencias autogestionarias de la grecia actual (¿será verdad eso de que hay un hospital autogestionado, entre otras cosas?) y el tema de las fábricas recuperadas de aquí en Argentina. Y creo que en Cataluña hay algo similar a la cooperativa Mondragón, pero más igualitaria; no sé, me suena haber escuchado algo.
El ''realismo'' es la buena conciencia de los ¡HIJOS DE PUTA!
Canal de youtube del I.C.E.A.: https://www.youtube.com/@ICEAasociacion/videos
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Re: ¿Experiencias libertarias o similares?
Yo excluiría de la lista a los que hablan de ''tomar el poder'' aunque digan "Pero es provisional, temporal, porque luego será de la gente" https://youtu.be/_KDT7nr6UyI?t=106 (minuto marcado).
Re: ¿Experiencias libertarias o similares?
Sobre los Kibutz y la familia recuerdo lo de que los niños pasaban casi todo el tiempo con la colectividad. Aunque Saña dice que mantenían fuertes vínculos con los padres debió ser un equilibrio digno de estudio, porque ni dormían en "casa".
Cáritas tiene colgado su mítico libro sobre la autogestión, de cuando editaban alguna cosa interesante. Escriben conocidos historiadores del anarquismo como el propio Saña o Gómez Casas, pero también gente variopinta, sociólogos, de partidos.., es una introducción al tema desde varios prismas.
https://www.caritas.es/main-files/uploa ... ON-ocr.pdf
Por cierto, Gómez Casas escribió un monográfico sobre el caso yugoslavo.
Cáritas tiene colgado su mítico libro sobre la autogestión, de cuando editaban alguna cosa interesante. Escriben conocidos historiadores del anarquismo como el propio Saña o Gómez Casas, pero también gente variopinta, sociólogos, de partidos.., es una introducción al tema desde varios prismas.
https://www.caritas.es/main-files/uploa ... ON-ocr.pdf
Por cierto, Gómez Casas escribió un monográfico sobre el caso yugoslavo.